Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí. Licenciatura en Educación Preescolar. Tercer Semestre “B”. Materia: Adecuación Curricular. Profesora: María del Socorro Rincón Hernández. Alumna: María José Gómez Prieto.
Tema: “ENSAYO: ESTRATEGIAS PARA EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO”.
Lunes 15 de diciembre del 2014 San Luis Potosí, San Luis Potosí.
Desde que el hombre se encuentra en la tierra, éste siempre ha tenido que satisfacer sus necesidades a través de la búsqueda de alternativas, estrategias y formas de llegar a un fin individual o colectivo que le permitan llegar a sus propósitos. A pesar de que con el paso de los años el hombre ha ido evolucionando, aún existen inconsistencias al momento de pensar ¿Qué puedo hacer para solucionar esto?, ¿Cómo lo puedo poner en práctica?, ¿Cómo sé qué debo hacer en ciertas circunstancias? Algunas de estas interrogantes, son las que nos han movido a la nueva generación de docentes e investigadores en el tema de enseñanza y aprendizaje, pues como futuros docentes, tenemos la tarea de conseguir que nuestros alumnos adquieran el conocimiento de tal manera que éste les sea útil para la vida futura. El aprendizaje, depende de diversos factores, como son la capacidad, motivación, conocimientos previos, el interés y por supuesto, las estrategias de aprendizaje. Según el Centro Universitario José Martí Pérez de Cuba, puntualiza que el actual interés por el tema de las Estrategias de aprendizaje, es en parte promovido por las nuevas orientaciones psicopedagógicas, en investigaciones realizadas sobre el tema se ha comprobado que los estudiantes con éxito difieren de los estudiantes con menos éxito en que conocen y usan estrategias de aprendizaje más sofisticadas que la pura repetición mecánica. Ya desde hace algunos años las estrategias de enseñanza se han quedado estáticas en la educación básica, éstas no se han transformado a la par de los numerosos cambios que ha tenido la sociedad en sus diferentes ámbitos. Tengamos en cuenta que para lograr que el aprendizaje sea significativo, es necesario que éste se encuentre acorde a las necesidades de la sociedad en la que se encuentra inmerso el individuo, de lo contrario, ¿le servirá el “aprendizaje” adquirido?, ¿será utilizable para el?. Uno de los objetivos más valorados y perseguidos dentro de la educación a través de las épocas, es la de enseñar a los alumnos a que se vuelvan aprendices autónomos, independientes y autorregulados, capaces de aprender a aprender, esto implica la capacidad de reflexionar en la forma en que se aprende y de actuar en consecuencia, autorregulando el propio proceso de aprendizaje mediante el uso de estrategias flexibles y apropiadas que se transfieren y adaptan a nuevas situaciones. Ya que sabemos los antecedentes, las consecuencias de las malas estrategias de aprendizaje y el motivo de ellas, es necesario conceptualizar qué son las estrategias de aprendizaje; pues bien, éstas son procedimientos (conjuntos de pasos, operaciones o habilidades) que un aprendiz emplea en forma consciente,
controlada e intencional como instrumentos flexibles para aprender significativamente y solucionar problemas (Díaz Barriga, Castañeda y Lule, 1986; Garkins y Elliot, 1998). En definitiva son los 3 rasgos más característicos de las estrategias de aprendizaje. Sabemos que el aprendizaje, no se rescata de la nada, sino que se construye constantemente a través de la asociación de la experiencia y el aprendizaje académico. Estos aprendizajes comienzan siendo implícitos, no son conscientes, tienen una dependencia situada en la naturaleza y el contexto, lo cual genera una acumulación de aprendizajes los cuales finalmente son transformados (reestructurados) en la escuela abandonando y sustituyendo “lo viejo por lo nuevo” Pozo, J.I (2006), Teorías cognitivas del aprendizaje Existe un punto relevante, el cual considero que es el desencadenante de los conflictos actuales que han logrado que el aprendizaje no sea significativo, pues dentro de los 3 rasgos característicos de las estrategias de aprendizaje, consiste en que para la resolución de situaciones conflictivas, el aprendiz aplica las estrategias que ya conoce para atender a esa nueva situación que se la he presentado, sin embargo, si el alumno no cuenta con una serie de estrategias de aprendizaje, ¿cómo podrá dar solución a sus problemas?. Al ser estudiante, esto se ve reflejado en la manera de solucionar nuestros propios conflictos o a través de las estrategias que utilizamos para lograr aprender; sin embargo, es más notorio al verlo en el aula de clases desde la perspectiva del profesor. A lo largo de la semana de práctica que abarco del 1 al 5 de diciembre del presente año, estuve frente a grupo toda la semana, como era de esperarse, tenía que llevar una serie de actividades planeadas, las cuales les permitiera a mis alumnos aprender y dar seguimiento a lo que ya veían en clases. El conflicto que presento en este ensayo, lo vi reflejado en la actividad de pensamiento matemático “el dominó”. Les explique que para realizar la actividad, debían de acomodar las fichas de tal manera que estas estuvieran ordenadas (1,2,3,4…7,8,…). Dejé que hicieran la actividad, la consigna la brinde de esa manera para establecer una actividad retadora en cierta parte, además de poder observar los aprendizajes que los alumnos ya poseían. Solo 2 alumnos, lograron utilizarlas estrategias metacognitivas, en éste caso, los alumnos hicieron uso de las estrategias de elaboración las cuales suponen básicamente integrar y relacionar la nueva información que ha de aprenderse con los conocimientos previos pertinentes (Elosúa y García, 1993). Considero que otra estrategia que los alumnos utilizaron, fue a través del método de pregunta-respuesta, por ejemplo; al no saber qué hacer, el educando es capa
de cuestionar al docente a cargo qué es lo que se debe de hacer (procedimiento), a pesar de ello, para que el nuevo aprendizaje sea significativo debemos de responder con una nueva interrogante para así guiarlos a descubrir… Alumno: maestra ¿qué debo de hacer? Maestra: debes de ordenar las fichas de domina según corresponda. Alumno: y ¿cómo lo hago? Maestra: si las fichas tienen figuras, ¿Qué debes de hacer para saber cuántas hay? Alumno: ammm pues las puedo contar…. “Tanto en las estrategias de elaboración como en las de organización, la idea fundamental no es simplemente reproducir la información aprendida, sino ir más allá, con la elaboración u organización del contenido; esto es, descubriendo y construyendo significados para encontrar sentido en la información.” (Barriga, D, 2003) en Estrategias para el aprendizaje significativo: fundamentos adquisición y modelos de intervención. A través de otra pregunta, el estudiante logró reflexionar sobre las estrategias que podía utilizar para dar solución a la situación retadora que había sido presentada por la educadora, pues como menciona Flavell (1987) una de las situaciones en donde las experiencias metacognitivas pueden ocurrir con mayor probabilidad es cuando se plantean situaciones donde se juzga importante hacer inferencias, juicios y decisiones. Los estudiantes que supieron utilizar aprendizajes previos y las estrategias metacognitivas, lograron resolver la actividad. Fue en ese momento cuando tuve que aplicar una adecuación curricular la cual me permitiera que todos mis alumnos lograran llegar a la meta de la actividad, así que decidí nombrar como guía de equipo a aquellos alumnos que ya sabían cómo resolver dicha situación. Fue sorprendente ver que entre sí se ayudarán a resolver la situación y todas aquellas que se les presentaban. Es preciso mencionar, que se hizo presente la autorregulación de la cognición, “se refiere a todas aquellas actividades relacionadas con el control ejecutivo cuando se hace frente a una tarea cognitiva, como son las tareas de planeación, predicción, monitoreo revisión continua, evaluación, etcétera. Actividades que un aprendiz realiza cuando quiere aprender o solucionar un problema” (Barriga, D, 2003) en Estrategias para el aprendizaje significativo: fundamentos adquisición y modelos de intervención.
A lo largo de la semana práctica, se presentaron diferentes situaciones en las cuales se vieron principalmente las carentes estrategias de aprendizaje de los alumnos. A pesar de que los educandos poseen muy buenos conocimientos, no saben cómo ponerlos en práctica. Considero importante que así como los alumnos deben conocer diferentes estrategias para aprender y cómo utilizar su conocimiento, las docentes en formación necesitamos de este tipo de estrategias para establecerlas en ellos y movilizar lo que ya sabemos para hacer más eficiente la práctica. Es importante enseñarles a nuestros alumnos a aprender para aprender, puesto que es importante que posean conocimientos para saber aplicar y asociar los nuevos y viejos conocimientos y principalmente, que tengan herramientas para darle solución a las diferentes problemáticas que se le presentan en la vida diaria. Debemos de dejar de lado aquellas estrategias repetitivas que sólo promueven en las nuevas generaciones de estudiantes conocimientos sin sentido y sin uso alguno para la vida futura. Las nuevas generaciones, los nuevos tiempos, deben de ir de la mano de nuevas estrategias, de nuevos recursos, de maneras de enseñar innovadoras “los tipos de actividades, son uno de los rasgos diferenciales que determinan la especificidad de muchas propuestas didácticas, como la exposición de un tema, la observación, el debate, las ejercitaciones, que pueden tener un papel guía a cada profesor y al alumnado, la dinámica grupal etcétera. El primer elemento de ello es el orden. Se debe de tener en cuenta la importancia capital de las intenciones educativas en la definición de los contenidos de aprendizaje y por lo tanto el papel de las actividades” (Zabala, A 2006), La práctica educativa. Cómo enseñar. El educador es visto como un agente del proceso educativo, cuya función central es ser un guía pedagógico, un coordinador. Su tarea principal consiste en promover los aprendizajes para el desarrollo personal, la formación ciudadana y la integración social de cada uno de sus alumnos. En la escuela, el docente es solo un guía del aprendizaje del alumno, como dice Vygotski en su teoría constructivista, el cual va ligado al aprendizaje estratégico el cual construye formas personales y estratégicas de aprender al interior del individuo construyendo actividades estratégicas y el metacononocimiento utilizando la ayuda de los otros. Sabemos que para que el docente formule dichos aprendizajes en los alumnos, es necesaria la planificación. La planificación, es una actividad fundamental en la tarea educativa, permite al docente establecer una serie de estrategias de aprendizaje que pueden orientar el trabajo de sus alumnos, es el resultado de un trabajo profesional del docente, parte de establecer que el profesor tiene un
proyecto de trabajo educativo, esto es, tiene una serie de intenciones y propósitos que constituyen una finalidad de lo que desea que sus estudiantes puedan realizar. Es importante la recuperación de la importancia del papel de la planificación como desencadenante principal del conocimiento de los alumnos, para de esta manera ir construyendo los saberes necesarios y ayudándoles a entramar los nuevos. A manera de conclusión y aunque suene reiterativo, es importante que los futuros docentes, nos encontremos conscientes de las nuevas necesidades que se presentan en la sociedad en las que se encuentran inmersos nuestros niños, enseñándoles estrategias de aprendizaje que les permitan utilizar el conocimiento que adquieren en el aula aplicándolo en la vida diaria, que logren movilizar sus estructuras mentales y puedan crear nuevos aprendizajes basados en los anteriores “Para partir a lo nuevo, es necesario recordar el pasado”.
REFERENCIAS Barriga, D, (2003) en Estrategias para el aprendizaje significativo: fundamentos adquisición y modelos de intervención. P-240,246, Dislayne González Morales. La importancia de promover en el aula estrategias de aprendizaje para elevar el nivel académico en los estudiantes. Revista iberoamericana de educación. Zabala, A (2006). La práctica educativa. Cómo enseñar. p. 53-54 España: Grao Pozo, J.I (2006), Teorías cognitivas del aprendizaje. Libro electrónico, Ediciones Morata pp.99.