Prólogo Hace ahora diez años, en 1989, publiqué un grueso libro titulado Fundamentos de Bioética. En el prólogo lo presentaba como primer volumen de un tratado de bioética médica, cuyo segundo tomo llevaría por título Bioética Clínica. Han pasado los años y ese segundo volumen no ha visto la luz. La primera parte de lo que había de ser su contenido, apareció publicado en forma de libro el año 1991, con el título Procedimiento de decisión de ética clínica. Pues después la serie se interrumpió, entre otras razones porque la editorial Eudema, que yo, modestamente, contribuí a fundar, hubo de suspender sus actividades. También contribuyeron otras razones. La primera, muy importante, era la misma amplitud y dificultad del empeño. Los problemas éticos planteados por la medicina actual son tantos y tan complejos, que resulta difícil tratar todos con suficiencia. Por eso inicié su abordaje sectorial, en forma de artículos sueltos. Aún quedan muchos temas por tratar, pero si ahora, diez años después de iniciado el proceso, se reúnen todos esos trabajos en cuatro volúmenes, el resultado es un panorama muy completo de la bioética médica, tanto en su dimensión fundamental, como en la clínica o aplicada. Todos esos trabajos tienen un enfoque común, que les dota de unidad. Ese enfoque hunde sus raíces, como no podía ser menos, en las propias convicciones filosóficas de su autor. Como en otros libros míos, en éste es patente la influencia directa del pensamiento filosófico de Xavier Zubiri. El pensamiento de Zubiri es, a la vez, actual y básico. Es actual, porque parte de la crisis de la razón operada en la segunda mitad del siglo XIX, y por tanto se aleja de todo racionalismo, tanto realista como idealista. Zubiri es consciente, como todo filósofo que quiera pensar hoy a la altura de su tiempo, de que la razón no puede darnos la realidad tal como ella es en sí. Esto dificulta enormemente cualquier intento de elaborar una metafísica1. Pero no lo impide de raíz. La metafísica es posible, pero desde luego no podrá ser igual a la de épocas anteriores. Hacer metafísica a la altura de los tiempos, ésta ha sido la gran lección, y en eso consiste el gran legado de Zubiri al 1
La Metafísica (del latin "metaphysica", proveniente del griego metá que significa “tras, más allá” y phýsis, que significa “naturaleza”, es decir, “lo que viene después de la naturaleza”, “más allá de lo físico"). La metafísica se define como algo que está más allá de lo físico, dedicando su estudio a lo abstracto del Ser y de Dios. La metafísica es una parte fundamental de la filosofía que trata el estudio del Ser en cuanto tal y de sus propiedades, principios, causas y fundamentos primeros de su existencia. Mas esa es con fuerza ligada a la teología y frecuentemente es la misma cosa. La metafísica aborda los problemas centrales y más profundos de la filosofía, tales como los fundamentos (presupuestos, causas y “primeros principios”), las estructuras más generales (leyes y principios), el sentido y la finalidad de la realidad toda y de todo ser. El principio básico de la metafísica se sustenta en la no-contradicción, razonamiento que establece que es imposible que algo sea y no sea, simultáneamente. A su vez, la metafísica comprende dos grandes ramas, la 1ª es la Ontología, que es el estudio del Ser y su esencia, y la 2ª es la Teología, que es el estudio de Dios y su esencia. Por tanto la metafísica es el estudio científico que trata lo relativo al Ser y Dios en su forma concreta (en la ciencia lo abstracto es lo que no podemos tocar ej.: el pensamiento y lo concreto es lo físico ej.: un árbol), algo tangible. Desde el punto de vista cartesiano y experimental, no sería una ciencia específicamente demostrativa.