Historia del mundo contemporáneo

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HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO TEMA 1 Crisis del antiguo régimen


HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO TEMA 1

CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN El antiguo régimen designa las formas de organización económica, política y social existentes desde la formación de los estados modernos hasta la edad contemporánea. Fue ideada por los revolucionarios liberales para referirse al sistema que ellos estaban destruyendo. Este cambio empezó en las ultimas décadas del siglo XVIII, primero en Europa y luego en el resto del mundo. Decisivas las revoluciones americanas, la industrial y la francesa. Que fue lo que empujó la crisis del antiguo régimen? La población: su alta tasa de mortalidad, el atraso de la medicina, la mala alimentación, falta de higiene, etc... • La economía Básicamente agraria • La industria Quedaba muy por debajo de la agricultura: Pequeños talleres urbanos bajo los “gremios”, corporaciones urbanas que agrupaban las trabajadores de cada oficio. El trabajo a domicilio por cuenta de una mercader Las grandes fabricas, que utilizaban el mismo proceso de producción artesanalde los pequeños talleres. •

El aislamiento de las comunidades rurales se explicaban por la ineficencia de los transportes terrestres. Muy distintos y eficaces los transportes navales. Estas dificultades condicionaban totalmente el comercio. La Sociedad Era “estamental”, es decir, divididas en tres grupos sociales: nobleza, clero y el estado llano o tercer estado. La nobleza, dotada de privilegios, era también estable-tradicionalista: los cambios se daban muy lentamente y la posición social, como la profesión, se heredaban. En general, era una sociedad pobre. La nobleza era el 5% de la población y la base de su riqueza estaba en la renta de la tierra, aunque lo que la distinguía eran sus privilegios legales. La iglesia y el alto clero tenían importantes privilegios y considerables riquezas. El estado llano o tercer estado era el resto de la sociedad, que debían pagar los impuestos reales y los eclesiásticos. La burguesía poco a poco fue logrando una buena posición económica (médicos, abogados, etc...) pero carecía de poder político. La gran burguesía, aunque no podía competir en fortuna con la alta nobleza, superaba a la mayor parte del estamento nobiliario. Tenía un nivel de vida similar al aristocrático.


La organización política dominada por la monarquía absoluta En virtud del origen divino, el Rey tenía todo el poder. Las necesidades financieras del Estado, habían llevado a la venta altos cargos, por eso la confusión y la ineficencia, en la administración de justicia sobretodo, eran habituales en los Estados absolutistas. El pensador inglés John Locke defendió la necesidad de un contrato entre gobernantes y gobernados, negando el origen divino del Rey. El factor más decisivo de cambio fue la actitud critica, desde el punto de vista de la razón, hacía una organización política y social que se caracterizaba por su irracionalidad. Esta actitud crítica surgió con la Ilustración, y enseguida fue asumida por la burguesía. Causas de la crisis del antiguo Régimen La Ilustración, corriente francesa de pensamiento reformador que se dio durante el signo XVIII. La origen estuvo en pensadores del siglo XVIII, como Isaac Newton y John Locke. Los conceptos fundamentales: La razón, la crítica, la libertad y la felicidad. Francia fue el centro de la Ilustración y franceses los más destacados filósofos ilustrados: Montesquien, Voltaire, Roussou. En Francia se publicó la obra cumbre de la ilustración, la Enciclopedia, compendio de todo el saber humano. La Revolución liberal de 1789 prácticamente abolió el Estado absolutista y los privilegios de la nobleza. LA REVOLUCIÓN AMERICANA Y EL NACIMIENTO DE LOS ESTADOS UNIDOS Las trece colonias establecidas por Inglaterra en America del norte en el siglo XVII mostraban una gran variedad de recursos naturales y, por tanto, de economía. Las de norte tenían una agricultura semejante a la europea y un comercio marítimo importante. Por el contrario las del sur tenían como única fuente de riqueza grandes plantaciones, cuyos propietarios eran aristócratas que utilizaban una abundante mano de obra de esclavos negros. Estas colonias, independientemente entre si, se organizaron políticamente siguiendo el modelo británico. En General Gran Bretaña se limitaba a regular todo lo relativo al comercio exterior. Del conflicto que enfrentó a Inglaterra con sus colonias norteamericanas emergió un nuevo país independiente, Estados Unidos. Causas de la revolución La insurrección comenzó tras la guerra de los siete años provocada por las rivalidades coloniales en América. Los colonos, cada vez mas asfixiados por la política centralista del Gobierno inglés, fortalecieron su deseo de mayor autonomía económico-administrativa respecto de la metropoli, lo que aumentó la tensión entre ésta y las colonias. La tensión alcanzó su punto culminante cuando Inglaterra propuso reformar el “sistema de impuestos”, para que los colonos sufragasen el mantenimiento del ejercito real asentado en sus territorios y una parte de los gastos ocasionados por la guerra para proteger los intereses de los comerciantes británicos. El Gobierno inglés derogó algunas tasas, una de ellas sobre el té. Este fue el definitivo detonante del conflicto. Unos colonos arrojaron al mar un cargamento de té en el puerto de Boston. El Gobierno de Londres se apresuró a dictar leyes de castigo.


LA GUERRA DE INDEPENDENCIA Y LA COSTITUCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS Las medidas represivas ordenadas por el Gobierno inglés provocaron la reacción de los colonos, cuyos representantes se unieron en el “congreso de Filadelfia” (1774) para organizar la resistencia común. La mayoría de ellos querían seguir con Inglaterra, en un marco de relaciones igualitarias basadas en normas que garantizasen los mismos derechos a los súbditos de las colonias y a los de la metrópoli. Pero la intransigencia del Gobierno británico y el comienzo de incidentes armados impidieron una solución pactada. Los colonos moderados se unieron a los radicales, que querían la separación total. La tensión desembocó en el estallido de la guerra. George Washington, general en jefe del ejército americano, tuvo dificultades frente el ejercito profesional inglés. En 1776 el Congreso de Filadelfia aprobó la “Declaración de independencia”, redactada por Jefferson, que afirmó la unión de los colonos y logró el imprescindible apoyo de los Gobiernos europeos enemigos de Inglaterra. Las “trece colonias” formaron los Estados Unidos. También se aprobó la “Declaración de derechos del hombre”, es decir: igualdad ante la ley, división de poderes, libertad de expresión y de reunión, soberanía popular, etc... Finalmente los trece estados crearon una Confederación cuyo Gobierno obtuvo la ayuda militar de Francia, España y Holanda y la victoria. Las conversaciones de paz culminaron con la firma del “Tratado de Versailles” (1783) por el que se reconocía la independencia de los Estados Unidos de América. También Francia y España obtuvieron algunas concesiones territoriales, como la Penisúla de Florida y la Isla de Menorca. Los trece Estados propusieron estrechar sus vínculos mediante la elaboración de una “constitución federal” (1787) que establecía unas instituciones comunes: un presidente elegido directamente cada cuatro años, un poder legislativo dividido entre cámara de representantes y el senado, y el tribunal supremo. El primer presidente fue George Washington. Consecuencias de la revolución atlántica La Revolución americana tuvo una notable repercusión a nivel internacional. Estados Unidos sustituyeron a Inglaterra como modelo de libertad y despertó un especial interés en Francia, principal foco intelectual en Europa. Los Estados Unidos tuvieron desde el principio la ventaja de carecer de jerarquías estamentales, al no existir una nobleza nativa o un clero privilegiado. El ejemplo americano influyó mucho para que disminuyera el interés de los reformistas europeos por el despotismo ilustrado y lo depositaron en un gobierno parlamentario. En Europa los parlamentos estaban asociados al mantenimiento de los privilegios tradicionales. Estados Unidos se podía considerar el ejemplo de Gobierno basado en principios racionales. La primera Revolución Industrial Se inició en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII, de donde se extendió a Europa, Estados Unidos y Japón hasta mediados del XIX. Fue la primera potencia mundial hasta 1914. La revolución engloba todos los descubrimientos científicos, los avances tecnológicos y la aparición


de nuevas fuentes de energía inanimadas, lo cual provocaron grandes cambios, alterando igualmente la estructura social. Con ella se pasó del viejo mundo rural urbano, del taller a la fábrica, de una producción artesanal a otra industrial, que originó en tránsito de la economía estática del antiguo régimen a la capitalista. Todos estos cambios coincidieron con el crecimiento de la población, la transformación de las comunidades rurales en favor de las urbanas. Con la Revolución Industrial todo se transformó: trabajo, mentalidades, grupos sociales. Ésta y la Revolución Francesa son la base del mundo contemporáneo. Crecimiento demográfico El crecimiento demográfico y el despegue industrial fueron dos fenómenos muy relacionados y paralelos. Ese crecimiento se explica por la evolución de tres variables: la mortalidad, la natalidad y los movimientos migratorios. En primer lugar se produjo una importante disminución de la mortalidad, gracias a los progresos de la medicina, avances en cirugía, vacunas, sobretodo en enfermedades infecciosas. No obstante permanecieron una serie de lacras que impidieron un crecimiento demográfico mayor: elevada mortalidad infantil, hambrunas y epidemias. Las hambrunas provocaron muchas muertes y emigraciones hasta mediados del siglo XIX, y las epidemias, sobretodo de cólera, afectaron bastante el continente, pese a las vacunas. Con el desarrollo industrial se dio un doble flujo migratorio: del campo a la ciudad y a otros continentes, Así crecieron las ciudades, originando un fenómeno típico de la contemporaneidad: la urbanización. En ella apareció un nuevo modo de vida especialmente duro: viviendas pequeñas e insalubres donde se hacinaban las familias obreras, falta de higiene, deplorable alimentación. Entre 1800 y 1930 unos 40 millones de europeos se marcharon, sobretodo a Canadá y Estados Unidos, por razones económicas. Ello fue posible por la Revolución en los transportes, que facilitó el viaje por mar y la movilidad terrestre. Desarrollo de la agricultura, la industria y los transportes En Europa la agrcultura experimentó unos cambios lentos, pero tan importante, que se puede hablar de un auténtica revolución agrícola. Fue fundamental la introducción de plantas escardadoras ricas en nitrógeno, que permitió suprimir el berbecho y alternar grano para alimentación human con forrajes para alimentación animal. Se aplicaron al campo avances tecnológicos, como nuevos arados y cosechadoras. Cada región se especializó en lo que era más apta, permitiendo la comercialización. Así la agricultura pudo alimentar a una población creciente por el aumento de la producción, y liberó mucha mano de obra agrícola, que fue a trabajar en las fábricas. En cuanto a la industria, experimentó una transformación sin precedentes gracias a la sustitución de las antiguas fuentes de energía básicas (humana y animal) por otras nuevas (la hidráulica y el vapor liberado por la combustión del carbón). Junto a éste, el hierro fue el material clave de los nuevos tiempos. Con los inventos aparecieron las “máquinas”, que en muchos casos sustituyeron al hombre. Finalmente también se dio la “revolución de los transportes”, en la segunda mitad del siglo XIX. El desarrollo del ferrocarril y la navegación a vapor, la construcción de carreteras y la posterior aparición del automóvil. En carbón se impuso a ser más barato, más abundante y poseer mayor potencia calorífica que la madera. Los raíles de las vías férreas se construyeron con hierro, naciendo así la industria siderúrgica. La aplicación del vapor a la locomotora y a la navegación propició un gran progreso en los transportes.


El ferrocarril revitalizó a la sociedad, facilitó la movilidad personal. También revitalizó la economía, ya que demandaba la construcción de raíles, vagones, mano de obra, etc. El ferrocarril fue el eje económico fundamental del siglo XIX y el principal motor de la Revolución Industrial. La nueva sociedad Frente a la cerrada sociedad estamental del antiguo régimen, la “Revolución industrial originó la sociedad de clases”, más compleja pero más dinámica y abierta. Las relaciones se establecieron en función de los siguientes parámetros: la posesión de los medios de producción, la generalización del criterio igualitario como norma jurídica, la pertenencia a una clase social y la institucionalización jurídica de la libertad e igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. El cambio se produjo lentamente, permanecieron restos del antiguo orden social en las ideas, las instituciones y las mentalidades. Pero, poco a poco, el trabajo y su exaltación fueron el pilar básico de la nueva sociedad, pero el individualismo radical de la nueva sociedad de clases, condujo a una competencia que barrió los lazos solidarios. Aparecieron nuevos grupos sociales abiertos, la “burguesía”, elemento innovador poseedor de las industrias, y el “proletariado”, obreros industriales. Pero no desapareció la “aristocracia”. Gracias al liberismo, la burguesía ascendió en la escala social y conquistó puestos con el trabajo, el ahorro y la educación. Las principales vías de ingreso en la burguesía eran la milicia, los estudios y los negocios. Existía la “alta burguesía” (grandes industriales y financieros, terratenientes), convivía con la aristocracía en los consejos de administración de las empresas, y acabó haciendo frente común con ella ante el proletariado. Por debajo se situaban la “pequeña burguesía” y las “clases medias” (integradas por profesionale liberales, intelectuales, funcionarios, pequeño comerciantes, militares de graduación intermedia). La situación cambió con las revoluciones liberales de 1820, 1830,1848. Finalmente estaban el “campesinado” y el “proletariado”, pero las condiciones de vida eran deficientes. Las malas cosechas provocaban hambre y muerte. La burguesía dejó indefensos a los trabajadores frente a los empresarios. Así, en relación bilateral del contrato de trabajo el proletario debía aceptar la oferta aunque fuera injusta, en caso contrario, debido al empuje demográfico, siempre había otro que lo haría. El “obrero se sintió alienado”, como una pieza más de la cadena productiva, al no aportar nada propiamente humano a su labor. Con el capitalismo industrial el dueño de las herramientas y de los productos era el empresario. Estas relaciones, junto a las duras condiciones laborales que se implantaron, provocaron graves conflictos sociales: interminables jornadas laborales en locales insanos, sin luz, ventilación ni agua corriente, indefensión antes enfermedades, accidentes y vejez, salarios miserables. Muchos se desmoralizaban y acababan en suicidio, infanticidio, prostitución alcoholismo, locura, violencia y crimen. Otros trataron de superar la situación uniéndose y formando organizaciones de resistencia. Fue el origen del movimiento obrero. En 1864 las diversas organizaciones de resistencia, con sus diferentes ideologías, se unieron formando la primera internacional obrera, ala AIT.


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