INTEGRACIร N DIGITAL Aspectos de la comunicaciรณn en el siglo XXI Jorge Hernando Ochoa Ochoa
15 de diciembre de 2013
1. Lo que tenemos En la medida que deseamos mirar hacia el futuro de los desarrollos de la humanidad, no podemos menos que mirar al pasado para tratar de vislumbrar las maneras como el hombre ha tomado sus decisiones o explorado sus posibilidades, porque de algo podemos estar seguros, el ser humano ha cambiado muy poco en lo que tiene que ver con sus deseos más íntimos, su egoísmo y orgullo, aspectos que a pesar de los cambios materiales o los provocados sobre su entorno, siguen inmodificables como parte de su naturaleza. En el campo de la comunicación, no es menos evidente el comportamiento humano a pesar de los continuos desarrollos en las destrezas y artilugios inventados para mejorarla. En este aspecto, comenzando este nuevo siglo, las destrezas y creatividad en el manejo de las herramientas y elementos de la naturaleza, ha provocado tal lluvia de innovaciones tecnológicas que, no bien han salido a la luz pública algunos artilugios, cuando ya nos encaran ante nuevos retos que hacen que los paradigmas aprendidos con unas metodologías, resulten anticuados en cada vez menos tiempo. Dado que la naturaleza del ser humano cambia muy poco, ha de enfrentarse cada vez con mayor intensidad a los nuevos parámetros de la comunicación aunque aferrándose a lo que ya haya podido comprender, sigue mirando el futuro con asombro, pero también, con cada vez menos incredulidad. Es así como entendemos que la integración de los medios y la tecnología con la capacidad de condicionarlas a la naturaleza humana, seguirá siendo el camino que transite la humanidad en este siglo, en donde aún millones de personas cubren sus necesidades comunicacionales buscando a su prójimo más cercano
para a través de sonidos y gestos, olores y miradas, en fin con todas las estrategias únicas de nuestra especie; mientras otros, muchos menos, tratamos de conseguir tener vínculos con muchas personas a la vez, utilizando instrumentos cada vez mas sofisticados, pero con la imperiosa necesidad natural de tener alguien cerca. La necesidad de comunicarnos sigue y seguirá siendo parte fundamental de la naturaleza del hombre a tal punto que incluso podemos llegar a crear nuestros propios interlocutores para establecer diálogos internos, hablar con el espejo o terminar hablando solos en la calle o en los medios de transporte. Sin embargo, esto podría decirse que, para nuestros medios culturales y de “civilización” es cosa del pasado, en la medida que las nuevas tecnologías nos han abierto las puertas de otros interlocutores que ya no somos nosotros mismos, a tal grado que hasta nuestros pensamientos pueden estar siendo condicionados por medio de la avalancha de información con que contamos en nuestra cotidianidad. Hasta hace tan solo 15 años nos asombrábamos con la posibilidad de tener un teléfono en el bolsillo, que se convertía en una extensión de la casa u oficina para poder hablar con otra persona, mientras todavía esperábamos ansiosos el envío de una imagen por fax, mientras estábamos sujetos a unas pocas cadenas de televisión, en su mayoría estatales, y nos seguíamos informando de la ultima hora en las radios de nuestras casas o vehículos. Si, el único medio de comunicación activo seguía siendo el que podía transmitir nuestras voces. Ahora contamos con instrumentos que han conjugado algunas de las características fundamentales de la comunicación, oírnos, vernos, escribirnos, pero nuestra naturaleza nos exige cinco canales básicos, eso sin contar
aquellos de los cuales aun no damos cuenta, las otras percepciones que van más allá de de lo meramente físico y relacional. Es evidente que las formas de comunicación han sido condicionadas por las tecnologías que se han ido conformando a través de la historia: las tablillas de arcilla, el papiro, el pergamino, la tela, el papel, la imprenta, el telégrafo, la telefonía, la radio, la televisión, la informática y las redes, quizá la parte más veloz la hayamos vivido para los últimos tres siglos, sin embargo, en palabras de Wolton (2010) “Todo se complica con la generalización de la información, la diversidad de los receptores, su acento crítico y la mundialización.” En un principio la comunicación permitía, promovía y casi que exigía obtener más comunicación, como un principio fundamental,
pero las capacidades de
almacenar los mensajes han hecho de los procesos de comunicación archivos de información. Así pues, los interlocutores se han transformado en audiencias, una vez pasivas ahora activas, unas veces sincrónicas otras asincrónicas, pero siempre sujetas a la lectura del archivo. Las nuevas tecnologías están creando en las mentes de la personas la idea de libertad absoluta, en la medida que puede acceder a cualquier tipo de información en cualquier momento de forma casi que instantánea, siendo intermediarios sin limitación alguna, una sensación de poder: navegar, observar, comentar, opinar, documentar, incluir, descartar, salir. En la Red se puede decir lo que se quiera y eso puede parecer mucho más de lo que se tiene en los medios de comunicación interpersonal, pero eso mismo es un caudal que avasalla nuestras sociedades, no nos importan tanto los demás. 2. Lo que nos viene
Son cada vez más las posibilidades que en los últimos meses, ya no años, nos están brindando los desarrollos tecnológicos para ser aprovechados por los sistemas de comunicación, pues aunque en este momento empezamos a admirar los nuevos dispositivos como los teléfonos inteligentes, las gafas que ponen ante nuestros ojos el mundo de la información, los relojes que trajeron a la realidad antiguas fantasías de interconexión, junto con anillos como interfaces de un dispositivo que nos conecta a la Red, la interconectividad con los objetos como los automóviles o la ropa, llegaron las pantallas flexibles, las nubes de almacenamiento, el comercio virtual, la educación virtual, la impresión en 3D, el BigData o manejo de inmensos bancos de datos, la inteligencia artificial, los asistentes virtuales y todo tipo de aplicaciones para las plataformas de operación de los dispositivos, estos artilugios tecnológicos siguen sujetos a las actuales condiciones físicas de los materiales que componen los chips y el uso de las fuentes de energía hasta ahora desarrolladas. Los nuevos hallazgos en el campo de la física abren un futuro de posibilidades que raya en la fantasía, pues con el Grafeno1, elemento cuya estructura atómica proporciona posibilidades de aprovechamiento de la energía y del almacenamiento y transmisión de información, la invención del ADN sintético cuyas capacidades de almacenamiento de información son parecidas a las del natural (Educ.ar, 2013)
y las redes neuronales artificiales (Discovery.com,
2011), junto con los descubrimientos en nanotecnología, cualquier posibilidad de creación en el campo de la tecnología, hacen que los actuales límites de producción de instrumentos de comunicación sobrepase los conceptos de la
1
El Grafeno es un alótropo de carbono, un teselado hexagonal plano (como un panal de abeja) formado por átomos de carbono y enlaces covalente que se forman a partir de la superposición de híbridos sp(2) de los carbonos enlazados.
ciencia ficción, pues los circuitos formados por nanotubos de carbono que conforman las computadoras moleculares tienen el potencial de ser muchísimo más rápidas que las actuales y con un consumo mínimo de energía y que sumado a las posibilidades reales de crear una red de internet 100 veces más rápida que la actual (Euroresidentes.com, 2004), abren posibilidades inimaginables en los procesos de intercambio de información y porque no en la comunicación interpersonal, pues muchas de las limitaciones que se tienen en el uso de los sentidos implicados en los procesos de comunicación humana podrían llegar a ser
suplantados o codificados dadas las amplísimas
capacidades de transmisión de los mensajes. Las tecnologías de la información y la comunicación basadas en la microelectrónica permiten la combinación de todos los tipos de comunicación de masas en un hipertexto digital, global, multicanal. La capacidad interactiva del nuevo sistema de comunicación da paso a una nueva forma de comunicación, la autocomunicación de masas, que multiplica y diversifica los puntos de entrada en un proceso de comunicación. De ahí la autonomía sin precedentes de los sujetos comunicadores para comunicarse en sentido amplio. (Castells, 2010, p. 187, 188.) Por todo esto, no podemos hablar del desarrollo de un solo aspecto de la comunicación digital pues los acontecimientos en la tecnología están abriendo un campo completamente desconocido en el uso de los instrumentos para la comunicación, situación que muy seguramente nos permitirá revaluar muchos de los paradigmas de la comunicación actual, pues seguramente tendremos una incidencia muy marcada en la interactividad virtual con la transmisión de
sensaciones y espacios virtuales tridimensionales, que afectaran todas las transmisiones de imágenes dentro de la comunicación, por medio de dispositivos cada vez mas adaptados a las condiciones de uso, ocupando menores espacios y utilizando menor cantidad de energía se provocará un gran impacto en los comportamientos los humanos, esos comportamientos que ya empezamos a percibir como cotidianos, tales como, mirar fijamente a una pequeña pantalla, o hablar en voz alta con un interlocutor invisible mientras caminamos solos por la calle, o lanzar voces y gesticulaciones contra una imagen de la televisión y muchos otros que van haciéndose parte de nuestras personas. Esto sin contar con las nuevas estructuras de comportamiento que se generarán en el uso de las redes sociales que incluso podrían salirse de la Red para conformar circuitos particulares de grupos o entidades con blindajes de seguridad cada vez mas complejos, producto de las deficiencias detectadas en el actual uso de la internet. Pero también debemos tener en cuenta que las generaciones de los ahora llamados nativos digitales, serán la especie dominante en las estructuras sociales mientras van desarrollando sus talentos multitarea apoyados en los dispositivos que serán parte de sus propias personas. La Integración Digital es pues, la respuesta al gran influjo de cambios proporcionados por las nuevas nanotecnologías, en la medida que éstas se incorporan a las actividades cotidianas, visto como la interacción del hombre con las aplicaciones digitales que serán parte de los objetos cotidianos y de los instrumentos que ampliarán las expresiones comunicativas a niveles que aún pueden parecernos de ficción.
Referencias Castells, M. (2010). Comunicación y poder. Barcelona: Ariel. Discovery.com, (2011). Test Tube DNA Brain Gets Quiz Questions Right, en http://news.discovery.com/tech/biotechnology/artificial-intelligence-made-fromdna-110727.htm, Obtenido el 13 de diciembre de 2013. Educ.ar, (2013). Desarrollan un ADN sintetico para almacenar 100 horas de vídeo. En http://www.educ.ar/sitios/educar/noticias/ver?id=116122&referente=docentes Obtenido el 13 de diciembre de 2013. Eurorsidentes.com, (2004). Principales aplicaciones actuales de la nanociencia y nanotecnología. En http://www.euroresidentes.com/Blogs/avances_tecnologicos/2004/08/nanotecn ologa-puede-crear-una-red-de.htm, obtenido el 13 de diciembre de 2013. Wolton, D. (2010) Informar no es comunicar, Barcelona, Gedisa.