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YOROKOBU / TAKE A WALK ON THE SLOW SIDE / Nยบ 51 - 2014

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LA PORTADA Una leyenda china dice que cuando encuentras una mariquita y la coges tienes que dejarla correr. Por puro instinto, ella empezará a subir trepando por tus manos hasta llegar a tus dedos. Desde ahí abrirá sus alas y echará a volar. Si eres capaz de seguirla con la mirada, descubrirás el camino hacia la felicidad. Como tantos otros que antes han diseñado la portada de Yorokobu, Manuel Arranz buscó símbolos que representasen la felicidad. Lo que no esperaba era encontrarse con algo tan vinculado a una de sus grandes aficiones: los insectos. «Soy un friki de los insectos y antes de dedicarme al diseño quería ser entomólogo. Sin embargo, cuando me puse a dar vueltas a la portada de Yorokobu, lo último que pensé fue en bichos, y mira...», explica Arranz.

Esta portada es la unión de un insecto, una leyenda china y el camino de Yorokobu. El recorrido de la mariquita dibuja el nombre de la revista, un lettering que, premeditadamente, no tiene una legibilidad perfecta. «Me gusta el diseño que te obliga a parar dos minutos para descifrarlo». Un lettering un tanto enrevesado, como lo es el impredecible vuelo de la mariquita. Tras descartar unas letras creadas con el polvo que sale del cuerpo de la mariquita, Manuel Arranz optó por crear un trazado que simbolizara un montón de caminos dentro de la estela que marca el punteado insecto. Y como lo que intentaba reflejar era felicidad, se olvidó del blanco y el negro y se decantó por colores alegres que contrastaran con el lettering. www.7codos.com

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YOROKOBU

M AY O

DIRECTOR

REDACTORA JEFE

REDACTOR JEFE

DIRECTOR COMERCIAL

DIRECTOR DE ARTE

Juanjo Moreno juanjo@yorokobu.es

Mar Abad mar@yorokobu.es

Marcus Hurst marcus@yorokobu.es

Fermín Abella fermin@yorokobu.es

LuisB luisb@luisbboy.com

M. Angeles García mangeles@yorokobu.es

Jose Luis Colomina colo@yorokobu.es

REDACCIÓN

David García david@yorokobu.es

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Pedro Monzó pedro@yorokobu.es

DELEGACIÓN BARCELONA

Albert Gomez agomez@guerrillademedios.es

Gemma Gené gemma@guerrillademedios.es

Silvia Moreno silvia@yorokobu.es ASSISTANT

Jordi Granja jgranja@guerrillademedios.es

Teresa Cobo teresa@yorokobu.es

HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO

Alba Vence Directora creativa Proximity Ben @albavence| Álvaro Corazón Rural Periodista amenazame@yahoo.es Antonio Dyaz Escritor y director de cine www.antoniodyaz.com | Benjamí Villoslada Bitólogo benjami@benjami.cat Blastto Diseñador gráfico www.blastto.es | Borja Ventura Periodista borja.ventura@gmail.com Buba Viedma Ilustrador www.mentecalamar.com | Cranio Dsgn Ilustrador craniodsgn.es | David González Ilustrador www.behance.net/dglez Iñaki Berazaluce Periodista iñakiberazaluce@gmail.com | Iñaki Carrasco González Poeta @antiarmonico Iván Domingo Director creativo Contrapunto BCN @jomersete | Jaled Abdelrahim Periodista jaled.aa@gmail.com Javier Creus CEO de Ideas for Change javicreus@ideasforchange.com | Juan Díaz-Faes Ilustrador cargocollective.com/juandiazfaes LeRaúl Ilustrador ysinosquitanlobailao.blogspot.com | Manuel Marsol Ilustrador www.manuelmarsol.com Marga Cabrera Periodista margacabreramendez@gmail.com | Paula Jiménez Fotógrafo construirlugarmejor.wix.com/culm Shahin Haghjou Diseñador www.behance.net/shahinhaghjou | Valistika Dirección Arte & Ilustración www.valistika.com Velckro Artwork Reggaetonero www.velkroartwork.com | Víctor Navarro Periodista especializado en videojuegos @afilamazas

C/Acebo, 13 - 28016 Madrid - t. 914 157 283 - www.yorokobu.es - twitter: @yorokobumag Edita: Brands & Roses, S.L. - Impresión: Rivadeneyra - www.rivadeneyra.com - Depósito legal: M42701-2009 Periodo de Control: Abril 2011 / Diciembre 2011 Tirada media 30.741

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ÍNDICE medidor de concentración

¿Tú querrías votar todos los días?

32

Hay que decirlo más

40

Los Alcántara y la ciencia ficción

16

Economía colaborativa: la hora del ciudadano creador

18

El rumor de los desarraigados: una historia ‘peligrosa’ del español

58

No son gigantes, son edificios

6

Los padres de las ‘malvadas multinacionales’

Una habitación propia, un lenguaje propio y Starbucks

¿Eres una persona normal?

Nuevas tecnologías

50

20

Raritos y prodigiosos

26

Música, ratas y libros rarísimos

48

A la mierda el culto a la juventud

38

Por qué soy una fatalidad

72

Relatos ortográficos

74

LeRaú

25

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22

24

Ballenas biónicas y ponis que escupen fuego

44

Desde el fondo de las letras

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Food for Tought

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Apps

30 Numerografía

80

No leas, ¡dibuja!

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A la torre de la iglesia de Quintanar de la Orden, en Toledo, le hace compañía desde hace años un edificio de viviendas de nueve plantas. Se levantó hace unas décadas por esa especie de complejo rural que, dice Santiago González, se padece en buena parte de la geografía española. Para recuperar la estética de su pueblo, este historiador de arte pensó que no hacía falta tomar represalias contra el edificio. Se podía ‘Construir un lugar mejor sin destruir lo que tenemos’. POR

Gema Lozano

FOTOS

Paula Jiménez

No es necesario remontarse a los tiempos en los que Cervantes concibió el Quijote. Hace apenas tres décadas, quizás cuatro, los pueblos de La Mancha conservaban mucho de la esencia de las villas por las que transcurrieron las desventuras de aquel enjuto hidalgo allá por el Siglo de Oro. Es cierto que los carros tirados por mulas habían dejado paso a los coches hacía tiempo, aunque aún era posible cruzarse con alguno que otro, encargado, por ejemplo, de distribuir las bombonas de butano entre los vecinos. Las ventas, como tales, ya no existían, los tractores habían comenzado a popularizarse entre los que trabajaban el campo, y los molinos de viento, salvo excepciones, habían desaparecido del paisaje. Pero sus calles mantenían su alma manchega. Las casas encaladas se encargaban de ello. Ahora, solo un puñado de aquellos pueblos siguen conservando esa generalizada blancura. El resto dejó que se fuera diluyendo a medida que cada vecino optaba por reformar la fachada de su vivienda a su manera. La anarquía les condenó a un presente sin personalidad estética e hizo acto de presencia también en otras muchas decisiones urbanísticas. Así pasó en uno de estos pueblos, Quintanar de la Orden (Toledo), donde a finales de los 60 se decidió levantar un edificio de viviendas de nueve plantas justo al lado de la Torre del Templo, en el corazón histórico de la villa. Desde entonces, el skyline de Quintanar es el reflejo de lo que uno de sus vecinos, el historiador de arte Santiago González Villajos, califica de «complejo de rural» y que 6 / YOROKOBU / Nº51 - 2014


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se extiende por buena parte de la comarca. González Villajos acuñó ese concepto cuando viajó por Escocia e Irlanda: «Aluciné al ver cómo valoran su patrimonio, su arqueología, sus costumbres y lo bien que lo tienen todo preparado de cara a los visitantes». Allí estaba claro que no ocurría lo mismo que en La Mancha y en otras regiones españolas donde se rigen por la «lógica de las ciudades». «En Madrid, por ejemplo, hay mucha gente que ha viajado por muchas capitales del mundo y ni siquiera conoce lo que tienen a unos pocos kilómetros. Hay niños que no saben que los huevos los ponen las gallinas o que el vino lo dan las uvas. La lógica dominante de nuestra sociedad considera que el campo es inferior, lo somete y lo explota». La consecuencia, dice, es esa falta de autoestima rural que ha derivado, a su vez, en la dejadez institucional que gira la cabeza y permite antiestéticas actuaciones urbanas como la de Quintanar. La terapia para combatir tales despropósitos pasa por hacer aflorar la sensibilidad latente que existe en la mayoría de estas localidades. «Patrimonio existe, y en casi cualquier pueblo hay un historiador, se han escrito historias locales, hay muchas personas que conocen el entorno natural... Lo que hace falta, y en algunos lugares ya está ocurriendo, es conocer lo que tenemos y valorarlo; creernos que tenemos cosas importantes que merece la pena darlas a conocer y hacerlo sin caer tampoco en el aburrimiento o la pedantería». El propio Santiago González quiso contribuir a la causa. Por eso presentó un proyecto al Reina Sofía que trataba precisamente de eso, de revalorizar el entorno de su pueblo mediante una actuación de street art en la fachada del edificio vecino a la iglesia. Lo denominó ‘Construir un lugar mejor sin destruir lo que tenemos’. Y pese a ser rechazado por el museo, el historiador nunca lo abandonó. Es lo que tiene llevar años luchando por lo que a uno le entusiasma (en su caso, dedicarse por pura vocación a la Historia del Arte después de haber terminado el bachillerato de ciencias, endeudarse con un préstamo ICO para poder pagarse un Máster de Arte y Arqueología comparada concedido por la UCL (University College London), después de haber terminado otro en Arqueología en la Universidad de Granada y pasado el Erasmus en Oxford…), uno se vuelve persistente… Después de lanzar la iniciativa en Facebook, Santiago González recibió el espaldarazo definitivo por parte del propio Ayuntamiento de Quintanar de la Orden. «Lo logré gracias al apoyo del concejal de Urbanismo, Vicente Botija, a quien le había presentado el proyecto un año antes». Al respaldo del miembro del gobierno municipal se unió el de amigos y conocidos que aprovecharon sus vacaciones estivales para colaborar con el historiador de arte. «Juntos conseguimos el permiso de los propietarios del inmueble para poder pintar y que el alcalde nos tomara en serio». Especial mención hace González Villajos de la participación de Milu Correch, la muralista argentina que durante aquel mes de agosto pintaría el que sería el primer gran mural de la

iniciativa: el de Dulcinea. «Si ella no hubiera decidido venir a Quintanar y se hubiera plantado en el Ayuntamiento, presentando una instancia junto a las mías, rogando que se apoyara el proyecto, nada hubiera salido, porque, a pesar de que el concejal creía en él, al alcalde le costaba aceptarlo». Al final lo admitió, aunque solo a medias, ya que el consistorio se desentendió de la seguridad de la obra. «Fue la Asociación Micorriza, de Molina de Aragón, amigos con los que había estado colaborando a principios de año en varios proyectos de empresas sociales, la que asumió ese “riesgo”. Ahora ya contamos con una propia asociación en Quintanar, fruto de ese trabajo colectivo que nos permitió sacar adelante el mural». El verano de 2013 transcurrió entre reuniones y papeleos. «No fue solo obtener permisos, fueron muchas tardes charlando, mucho apoyo moral, búsqueda de presupuestos, promoción... Las tareas en las que me ayudaron mis amigos y de las que se convirtieron en agentes activos, sobre todo durante los días de ejecución del mural, demostrando además que todos son unos buenos profesionales en sus campos». Pero las vacaciones terminaron y cuando el resto volvió a sus deberes, Santiago González se quedó al frente de todo. «Desde octubre he ido tirando yo del carro como he podido, contando con la ayuda de los socios cuando les ha sido posible, dedicando mi tiempo de manera íntegra a la iniciativa». Lo siguiente fue buscar un Quijote para Dulcinea. Este iba a salir de las manos del artista chileno INTI. El manchego Antonio Laguna, por su parte, también tenía trabajo en Quintanar. Él iba a ser el encargado de realizar el mural sobre la medianera del segundo edificio más alto del pueblo, a solo unos pasos del que tenía que pintar su colega chileno. Para cubrir los costes relacionados con desplazamientos, dietas, pintura, alquiler de maquinaria o la realización del documental sobre la obra, el historiador y la asociación recurrieron al crowdfunding. Con su campaña en Goteo.org debían conseguir más de 16.700 euros. Pese a la buena acogida de los murales entre la gente del pueblo («en general, están encantados. Cuando pintamos el primero nos pidieron que realizásemos otros en los lugares donde estamos interviniendo ahora»), González reconoce que la recaudación de fondos no está siendo sencilla. «Con el crowdfunding están colaborando más o menos, más bien poco. Creo que la falta de costumbre es un hándicap, igual que el hecho de que se tengan que registrar en la plataforma. Mucha gente nos pregunta que si nos puede ayudar con donaciones en metálico. Así que nos vamos adaptando». La colocación de huchas en bares o la convocatoria de concursos de tapas son las otras vías de financiación a las que el historiador y los demás socios han recurrido en ese proceso de adaptación. «Para estas acciones de dinamización social ha sido esencial la participación de gente como Marina DíazFlores, educadora social, o el profesor de natación del pueblo, Nº51 - 2014 / YOROKOBU / 9


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Julián Sánchez. A mí no se me da tan bien… Creo que pasé demasiado tiempo en la biblioteca cuando viví en Inglaterra», se excusa. Para el historiador de arte, la falta de comunicación entre las instituciones y la ciudadanía tampoco les está facilitando las cosas. «Muchas veces la gente no se entera de lo que cuestan las festividades, las obras públicas... y pueden pensar que el coste de nuestro proyecto es elevado. Sinceramente, no creo que lo sea. De hecho, cuesta lo mismo que pintar dos veces la pared del edificio de la Plaza del Grano de blanco con una empresa de trabajos verticales de Madrid, pero en lugar de eso, lo que nosotros pretendemos es pintar dos obras de arte con artistas de primera categoría internacional por el mismo coste». Que todo el mundo llegue a valorar ese tipo de intangible cree que es difícil. Aunque no imposible, como lo demostró el mural de Milu «que ha servido para abrir mentes». Los de INTI y Laguna también quieren hacerlo. De hecho, uno de los propósitos del proyecto es «acercar el arte a la población, una forma que desde la organización consideramos más abierta y democrática al ubicar las obras en el espacio público, lo que permite sobrepasar las barreras físicas y conceptuales que constituyen los muros de los museos», según reza en el propósito de intenciones expuesto en Goteo.org. Y no es el único. La ambición de Santiago González y ‘sus secuaces’ tiene como fin último la revalorización del Patrimonio de Quintanar de la Orden que, «a pesar de conservar pocas evidencias materiales en sus estructuras arquitectónicas, posee una rica historia cultural y política que es interesante dar a conocer. Por ejemplo, en época de Cervantes, Quintanar era la capital jurisdiccional del Común de La Mancha. Además, fue el último lugar manchego que Cervantes mencionó en El Quijote y en su vida, al aparecer como escenario en Los Trabajos de Persiles y Sigismunda, novela que firmó en su mismo lecho de muerte en 1616». Pese a eso, hasta el mural de Milu, las referencias cervantinas en el pueblo brillaban por su ausencia. Un importante paso en ese proceso de divulgación de la riqueza cultural del pueblo, dentro, pero también fuera de sus lindes, lo dieron desde la asociación cuando consiguieron llamar la atención de un canal de televisión coreano. «Las consecuencias a medio plazo de estas intervenciones pueden ser muy beneficiosas y es lo que tratamos de transmitir». El haber tomado como lema ‘Construir un lugar mejor sin destruir lo que tenemos’ es muestra de que el proyecto también es una vía para reflexionar sobre «la lógica destructiva de las crisis». «El filósofo Jameson las identificó como sintomáticas de la postmodernidad o el capitalismo tardío y, en buena medida, nos han conducido a la complicada situación actual que vivimos. En lugar de destruir, la iniciativa recurre al arte como impulso creativo y a la conservación del edificio como forma Nº51 - 2014 / YOROKOBU / 11


de salvaguardar la memoria para evitar así cometer los errores del pasado», explican sus promotores. Pero un Quijote pintado en la fachada de un edificio de nueve plantas en un pueblo de La Mancha, situado a unos 120 km de Madrid, da para divagar mucho más. A González Villajos, por ejemplo, le viene a la cabeza algunas de las paradojas de las teorías del centro-periferia, algunas de ellas reflejadas en los propios edificios a intervenir. «Cuando España comenzaba a abrirse a las estructuras económicas del resto de democracias occidentales, al mismo tiempo que continuaba siendo una dictadura, utilizaron el modelo de ciudad vertical en el corazón de un pueblo manchego donde tradicionalmente había dominado el tipo de vivienda unifamiliar como símbolo de la modernidad. Este tipo de edificaciones, al situarse en un centro de una periferia ya de por sí periférica en sí misma y que parece estar fuera de su entorno, fue resultado de un contexto específico con sus contradicciones, un escenario que no hay que olvidar». Otra de las paradojas que la intervención de INTI pretende hacer más visible tiene que ver con la tierra de origen del artista. «El hecho de que un chileno como INTI sienta como suyo el Quijote y quiera pintarlo en su contexto demuestra la universalidad de este personaje y pone de manifiesto algunas de las paradojas de las consecuencias de la colonización de las estructuras epistemológicas de América Latina a través de la lengua castellana y la cultura Occidental desde el siglo XVI». Santiago González confía en que el contraste entre el estilo americanista de INTI y en entorno manchego en el que se enmarca la obra aliente la reflexión sobre este tipo de cuestiones también entre los espectadores.

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ANTONIO DYAZ

LOS ALCÁNTARA Y LA CIENCIA FICCIÓN He conocido a personas que jamás han visto La guerra de las galaxias, ni Alien, ni Blade Runner... ni 2001, una odisea del espacio... Se lo perdono, pero solo durante un rato, luego me pregunto: pero ¿qué demonios hago yo aquí? ¿Cómo es posible rellenar esa fractura cultural? ¿Qué les pasa a los españoles, seducidos por Cuéntame desde hace dos décadas... ? ¿Por qué en nuestro país los profes de letras nos decían que Tolkien no era literatura, que no conocían a Philip K. Dick y que Heinlein era un fascista? En el mundo anglosajón, siempre más dispuesto a abrir ciertos espacios de la mente, no hay más que echar un vistazo a los tabloides, que no existen en España, para darse cuenta de que la ciencia ficción se mezcla con la vida cotidiana. Decía Umbral que solo se puede escribir sobre lo que se conoce, lo que excluiría de manera automática cualquier trama ambientada en el siglo XXV, por poner un ejemplo. Resulta elocuente que la estupenda película Moon la dirigiera Duncan Jones, el hijo de David Bowie, a la sazón creador del primer personaje de ciencia ficción de la historia del pop: Ziggy Stardust. Por su parte, el compositor inglés Gustav Holst estrenó Los Planetas en 1918. Fue la primera obra sinfónica que, si no de ciencia ficción, sí está dedicada al cosmos y sus misterios, siempre proclives a dejar volar la mente. Pero aquí seguimos anclados en el 23-F, en los niños de la guerra, en la violencia de género, en los apellidos vascos, en las bodas con truco y en revisitar los años setenta y sus espantosas camisas y canciones. 16 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

Poquísimos son los ejemplos de cine español de ciencia ficción (y no hablo de cortometrajes). Podemos citar Los últimos días, dirigida por los hermanos Pastor en 2013; Los cronocrímenes (Nacho Vigalondo, 2007); la sorprendente Eva, dirigida por Kike Maillo en 2011 y que conquistó tres premios Goya en su momento. O SeX, una adaptación futurista de El Decamerón de Boccaccio, dirigida por quien esto escribe, que fue un fracaso unánime de crítica y público en 2005... Hay consenso en torno a que la primera incursión del cine en la ciencia ficción fue Viaje a la Luna, dirigida por Méliès en 1902; y en cuanto a las primeras novelas, nos tenemos que remontar a finales del siglo XIX con Julio Verne, verdadero precursor del género, con títulos pioneros como Alrededor de la Luna, Viaje al centro de la Tierra, 20.000 leguas de viaje submarino, o las menos conocidas, El doctor Ox o La caza del meteoro. Su testigo lo tomó H.G. Wells para que, en 1940, Orson Welles (con un apellido sospechosamente parejo que ha dado lugar a infundados bulos de parentesco) sumiera en el pánico a la audiencia americana durante la promoción de La guerra de los mundos, película basada en la obra de Wells, quien también exploró otros aspectos premonitorios de la literatura fantástica en La máquina del tiempo, llevada al cine en varias ocasiones, o El Mundo Perdido, indiscutible precursor de Parque Jurásico. Sin la ciencia ficción, la ciencia habría ido mucho más despacio, y la ficción habría sido mucho más aburrida. Y no digamos la vida... Pero aquí seguimos con los Alcántara. @AntonioDyaz



JAVI CREUS

ECONOMÍA COLABORATIVA: LA HORA DEL CIUDADANO CREADOR Salgo de participar en la presentación del dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre consumo colaborativo, satisfecho porque la Unión Europea concluya que compartir entre nosotros lo que ya tenemos puede contribuir a mejorar nuestro acceso a productos y servicios, estrechar las relaciones sociales y preservar recursos y energía. Advierte, con razón, de que los intercambios entre ciudadanos parecen a priori sujetos a más riesgos que aquellos que se hacen entre estos y empresas. ¿Cuáles son los niveles de calidad, garantía o seguridad exigibles en estos nuevos mercados? De momento son las propias empresas de la economía colaborativa las que en su propio interés contratan seguros suficientes, fijan mínimos a todos los prestadores de servicios, verifican identidades, documentos y teléfonos de contacto e informan o recaudan los impuestos devengados en cada transacción. El informe adopta el punto de vista del ciudadano como consumidor y vela por sus derechos. Lo hace, sin embargo, desde el marco mental de la desproporción de fuerzas evidente entre las corporaciones que rigen nuestras vidas y cada uno de nosotros por separado, y en muchos de los casos juntos también. Pero aquí las fuerzas están más equilibradas: un comentario desfavorable argumentado, y quizás documentado con el móvil, o una valoración especialmente baja medida en estrellas puede representar para esa persona una 18 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

grave pérdida de reputación social, de su capacidad para generar confianza, de su calidad percibida y oportunidades como proveedor. Resulta que lo complicado no es alquilar un apartamento a un particular, lo difícil es que el particular tenga el derecho a poner su apartamento en alquiler. Lo complicado no es encontrar a alguien que ofrezca plazas libres en su coche para un trayecto y día determinado, lo complejo es que el propietario o conductor conozca que no hay trabas ni restricciones legales en la mayoría de los seguros para compartir los costes con quien considere oportuno. Lo complicado no es encontrar a alguien capaz de hacer una reparación en casa o comprar, trasladar y montar un mueble de Ikea en una plataforma de profesionales; lo embarazoso es que un profesional sin trabajo regular consiga dedicar 250€ al mes a pagar a los autónomos y esté al día de todas sus obligaciones fiscales sin la ayuda de un profesional. Resulta que lo engorroso no es dar a conocer tu proyecto y recaudar fondos de mucha gente diferente para llevarlo adelante; lo arduo es que lo recaudado sea tratado como una inversión y no como un ingreso. Hablemos también de los derechos del ciudadano como creador. ¿Cómo creamos las condiciones para que cada uno pueda poner en valor lo que tiene, lo que sabe o lo que sabe hacer?


DIME CÓMO VISTES Y TE DIRÉ QUIÉN ERES* SexyYoung: ‘Lo tengo claro, la variedad puede ser muy divertida, no temas ser diferente, sé siempre guapa pero por encima de todo sé siempre tu misma. No olvides cuidarte y sacarte el máximo partido pero recuerda que no hay dos personas iguales y que cada mujer es bella a su manera. ¡Disfruta de tu vida!’

Posh: ‘Yo no tengo armarios, tengo habitaciones. Me fascina y a la vez me divierte mucho la moda, aunque siempre tengo un clásico fondo de armario, lo bueno y de calidad, nunca pasa de moda. El peor pecado en el mundo del estilo es salir a la calle sin mirarte al espejo, ¡y tanta gente parece no hacerlo!’

LadyAdict: ‘Soy adicta a la moda. La moda es una parte esencial de mi vida, es mi tarjeta de presentación. Cuidar mi aspecto me hace sentir bien y me da seguridad para enfrentarme a mis tareas diarias. Me gusta la ropa femenina aunque sin estridencias, como yo. ¿Ser lista y guapa a la vez? ¡Sí, es posible!’

Eco-Zen: ‘¿Cool? No. Lo cool está out y las fashion victims son esclavas de su imagen. Lo importante es que seamos conscientes de que ir a la moda no está reñido con ser “sostenible” y que hay pequeños gestos que nos pueden ayudar a conseguirlo en el día a día. ¿A qué te mola mi falda? ¡Pues es de segunda mano!’

Hipster: ‘Me encantan estos diseñadores trasgresores que colaboran con las grandes marcas. La moda es una forma de expresar tu personalidad, de crear tu personaje, por ello hay que arriesgar y estar continuamente al día de las nuevas tendencias. La belleza está en tu cabeza ¡tenlo presente!’

FamilyWoman: ‘Creo que ‘menos es más. Trato de equilibrar mi faceta personal y la profesional. Llevo un ritmo que hace que los tacones y las faldas lápiz, no sean mis mejores aliados. Quiero ir guapa, pero sin sacrificar la comodidad. ¡Lo que más se lleva es ser una misma, llevar aquello que me hace sentir bien’

*Estudio ‘Mujeres y Moda’ elaborado por Zenith en colaboración con Simbyosi


MARGA CABRERA

¿ERES UNA PERSONA NORMAL? –Oye, ¿y qué tal Fulanito? –Majo, muy normal. Últimamente el atributo de ser normal es un valor en alza. Si os fijáis, cuando preguntan por alguien y lo definen como «muy normal», le damos mucho valor a este adjetivo. Estamos rodeados de personas que no son francas, que tienen miedos, complejos y envidias, que no son realmente ellos y se enmascaran en lo que la sociedad quiere que sean, sin ser, sin dejar salir su verdadero yo, intentando emular lo que admiran o envidian, lo que les gustaría ser y no son. En general, hay muchos monstruos en las cabezas de la sociedad, así que cuando aparece alguien limpio, transparente, sin ‘malos rollos’, se agradece. Es el resultado de que nos digan cómo tenemos que ser, cuando en el colegio nos modelan como clones, cuando la sociedad nos marca a la hora de vestir, nos define un patrón de vida: estudia, hipotécate, toma café, el rosa no se lleva, los niños no lloran… Nos convertimos en lo que quieren que seamos, sin ser lo que somos. Y sinceramente creo que todos tenemos cualidades, virtudes y valores añadidos que nos diferencian. Lo difícil es reconocerlo y potenciarlo sin ser como nos dicen que seamos. Al final, las personas auténticas, aquellos osados que tienen la suficiente personalidad para dejarse ser ellos mismos, coherentes y consecuentes, son los que más nos llegan, los que más valoramos: los extraordinariamente normales. Esos con los que siempre es un placer entablar una conversación, esos con los que todo el mundo se siente a gusto, con los que todo el mundo se quiere sentar. Cuanto más admiro a alguien me doy cuenta de que es más humilde. El poder radica en la capacidad de mirar más allá de lo establecido sin creerse especial. Los normales tienen una personalidad lo suficientemente fuerte como para poder ser auténticos y convivir con la norma, saben ser ellos mismos sin incomodar a lo establecido. Son capaces de transitar sin molestar, no critican, no se entrometen, son consecuentes. No destacan por obligación, no sufren por envidia, no tienen disfraz, son lo que son y por eso son fáciles de aceptar y de convivir. No hay más, no esconden una segunda personalidad 20 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

atrapada, una maquinación disfrazada en buenas palabras... Podríamos etiquetarlos como el modelo WYSIWYG (What you see is what you get o lo que ves es lo que hay). Hay también personas superlativamente extraordinarias, pocas -pero las hay- destacan por una o varias facetas. Son número uno, líderes y muy admirados. Pero no es lo mismo. Estos son genios y los extraordinariamente normales son aquellos que siendo auténticos, coherentes en sus múltiples yos y momentos, conocen lo que les apasiona y se dedican a ello. Son claros porque no intentan ser lo que no son. Además, tienen la capacidad de adaptarse al entorno, no se creen superiores a nadie y son fáciles de tratar. No es necesario que sean genios. Puede ser el panadero de la esquina, mi vecino de enfrente o aquella profesora que tuve en el instituto. También puede ser un ejecutivo de una multinacional o un barman en un chiringuito. Su poder radica en la capacidad de ser auténticos mientras miran más allá de lo establecido, son consecuentes con ellos mismos y tienen una opinión propia. Navegan en aguas donde se valora lo mediocre, y aún así conviven en armonía sin perder su esencia. Hay pocos y son fáciles de descubrir, solo hay que estar atento. Dicen que en momentos de crisis sale lo mejor y lo peor de las personas. Es ahora cuando los extraordinariamente normales destacan, porque siguen siendo ellos. No somos uno, somos múltiples. A lo largo de un solo día convivimos con numerosos roles de forma automática y no siempre consciente: soy mamá, soy amante, soy profesional, soy amiga… y siempre soy la misma persona. Los normales son capaces de ser ellos en todas sus facetas: su esencia, su personalidad, «marca» su diferencia. En lo que se ha puesto tan de moda últimamente, la «marca personal», las personas extraordinariamente normales dejan una huella profunda, un buen sabor de boca cuando los conoces, te produce una sonrisa cuando te preguntan por ellos. –Majo, muy normal.



IÑAKI CARRASCO GONZÁLEZ

UNA HABITACIÓN PROPIA, UN LENGUAJE PROPIO Y STARBUCKS Uno puede viajar por casi cualquier lugar del mundo y disfrutar del mismo café, preparado del mismo modo, al mismo precio, con el mismo nombre y sentado en un sillón idéntico al que hay en el Starbucks más cercano a su casa. Y todo gracias a la seguridad que nos otorga el maravilloso mundo del franquiciado y la serialización. Es lo mismo de lo que habla Ulrich Beck cuando se refiere a la Sociedad de Riesgo. Lo mismo o lo contrario. No queremos correr riesgos de enfrentarnos a lo nuevo, a lo distinto, o incluso a lo mismo, pero nombrado en un lenguaje diferente. No queremos encararnos a un café sin saber previamente y con seguridad a qué sabe, cuál es su precio, cuáles son sus toppings... Es una obviedad y un tópico volver a citar a Virginia Woolf con aquello del «cuarto propio», pero si en 1929 ella decía que eso era precisamente lo que necesitaba una mujer para poder escribir buenas novelas, ¿qué es lo que precisamos hoy día hombres y mujeres para llevar a cabo buenas (y novedosas) obras creativas? Claro que yo no tengo la capacidad para dar respuesta a todas las incógnitas; sin embargo, sí que me puedo plantear preguntas y divagar al respecto. En este caso la respuesta puede ser «un lenguaje propio». Nadie duda que lo más valorado —creativamente hablando— a día de hoy es el empleo de un lenguaje novedoso. Yves Klein, 22 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

David Lynch, Alexander McQueen, Manuel Vilas o Kraftwerk deben parte de su valor a eso: a contar algo que no siempre tiene por qué ser nuevo, pero utilizando un léxico distinto. En muchas ocasiones ese nuevo lenguaje es a su vez un inconveniente ya que no todo el mundo dispone de las herramientas para descodificar el mensaje. Y dicho mensaje llega mucho más rápido al receptor cuando se codifica con formas más convencionales. La historia lo ha demostrado, los creadores más vanguardistas siempre han buscado nuevos lenguajes que han terminado por ser asumidos por la mayoría, alcanzándose entonces la universalización de ese mensaje así como de las propias reglas del lenguaje utilizado. Ahora bien, me pregunto si los que preferimos el café franquiciado, los hoteles serializados, las tiendas de ropa que ofrecen los mismos diseños y los mismos tallajes en Madrid, en Catar o en Helsinki estamos capacitados para entender esos nuevos lenguajes. Enfrentarse a lo nuevo o a lo desconocido no deja de ser vivir el riesgo dentro de esa sociedad de la que habla Ulrich Beck. De hecho, cuando Virginia Woolf escribió Una habitación propia o cuando Joyce planteó el mundo tal y como lo vivía y lo veía Leopold Bloom, hubo una gran mayoría que no lo entendió. Incluso a día de hoy hay mucha gente que sigue sin entenderlo. Pero entonces no existía Starbucks.



BENJAMÍ VILLOSLADA

NUEVAS TECNOLOGÍAS Las nuevas tecnologías están cargadas de peligros. Todo empezó cuando dejamos de salir a comprar todos los días. Ya no veíamos cada mañana a nuestros vecinos en la pollería, la pescadería ni los ultramarinos —algunos decían «el colmado»—. Esas colas ante los mostradores eran muy importantes para saber cómo estaba la señora viuda que tenía tres gatos y un pequinés que solía perseguirse la cola. O saber si el sobrino del repartidor de sifones ya se recuperó del accidente en la mili; todo el vecindario coincidió en que fue un caso de muy mala suerte. Excepto el cuñado de la Rosi, que decía que no le habría pasado nada si se hubiese librado, como él, gracias a la recomendación de su primo, que conoce a un teniente coronel que le debía un favor porque le reparó la tapa del delco del Renault Gordini. No salir a comprar todos los días provocó que fuésemos muy cargados cuando sí lo hacíamos. Por cierto, encontraron muerta a la señora viuda que tenía dos gatos (uno se escapó) y un pequinés que solía perseguirse la cola. Un domingo por la tarde el perro no paraba de aullar, nadie abría la puerta y los vecinos llamaron a los bomberos. Ahí estaba. Pobre señora. Nadie se dio cuenta de que llevaba semanas enferma porque cerró la pollería, la pescadería, los ultramarinos —o colmado— y, claro, no había colas en las que nadie te preguntara por tu salud ni colas de las que te echaran de menos. Decía que llegábamos cargados de la compra. Nos dio por ir a comprar en coche para transportarla en el maletero. El automóvil no es para ir a la tienda de la esquina; vas a un supermercado (con aparcamiento, claro). O al hipermercado. Con toda la familia, porque así saben cuánto cuestan las cosas. Y te ayudan vaciando el carro en la cinta, llenando las bolsas al final de la cinta, cargando las bolsas en el carro, pa24 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

sándolas del carro al maletero, descargándolas del maletero, cargándolas en el ascensor, descargándolas del ascensor, metiéndolas en la cocina... Esos son algunos efectos perversos de las nuevas tecnologías. Me he dejado un montón: los envases, las bolsas de plástico, más basura, comida basura también, las rotondas para ir a los hipermercados... De acuerdo, el frigorífico, que hizo que no fuésemos a comprar todos los días, no es una nueva tecnología. Pero, si no viene de hace 40 años, tampoco lo son las videoconsolas ni los móviles que no paran de nombrar para advertirnos de sus peligros. Ahora resulta que alguien de los Estados Unidos se hizo mucho daño en los pulgares de tanto teclear en el móvil. De verdad, busca (no es un imperativo) «whatsappitis». Sí, así con nombre de enfermedad para dar miedo. No, no es una epidemia. Le sucedió a una señora. Solo a una. Y lo cuentan en lugares como la BBC, donde lo relacionan con la «nintendinitis» y la «wiitis». ¿De verdad que nadie nunca se hizo daño al cerrar el cajón de las verduras? Es un milagro, teniendo en cuenta lo mal que se deslizan. Podría llamarse «kelvinatitis», en homenaje a la primera marca popular de frigoríficos. La insistencia con los peligros de las «nuevas tecnologías», en realidad, es una cortina de humo para que olvidemos que estamos enganchadísimos a la nevera, un invento perverso que hizo que no cuidáramos de una señora viuda con tres gatos (volvió durante el velatorio) y un pequinés que solía perseguirse la cola. @benjami


PRECISIÓN MATEMÁTICA


POR

Jaled Abdelrahim

ILUSTRACIONES

Buba Viedma

¿Un tipo extraño o simplemente un genio? En ocasiones nos cuesta diferenciar el motivo por el que alguien se sale de la norma, de lo convenido, del patrón común. Es fácil tildar a cualquiera de tarado cuando su actitud o su biografía no se adaptan a las líneas generales. Se ha salido de los límites en los que nos manejamos todos esos que, sin motivo conocido, nos consideramos normales. Sin embargo, desde nuestro «ombliguista» sentido de lo correcto, ¿hacia qué dirección marcharon esos? ¿Sus rarezas les hicieron peores? ¿O tal vez mejores? Quizás un día tu vecino loco, el obsesivo compañero de trabajo o aquel niño tan extraño que había en tu clase del colegio acabe apareciendo en una lista como esta:

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HONORÉ DE BALZAC (1799-1850). Novelista francés. Uno de los máximos representantes de la novela realista. Se le podría considerar el vecino raro que tiene todo el día las persianas bajadas. Cuando escribía, se aislaba del mundo cerrando las cortinas de la habitación y olvidándose de si era de día o de noche. No bebía alcohol en su largos periodos de encierro, pero los documentalistas dicen que era un auténtico yonki del café.

CHARLES BAUDALAIRE (1821-1867). Poeta, crítico de arte y traductor. Afamado por ser uno de los poetas malditos franceses. El autor de la célebre obra Las flores del mal, tras heredar una inmensa fortuna de su padre, vivió un ritmo de vida ostentoso y bohemio. Bares, opio, cantinas, hachís y burdeles, donde tenía una amante, dicen, bizca y calva. En ocasiones se teñía el pelo de color azul. Era sumamente insolente y respondía con insultos a los elogios. Ni siquiera alcanzó el medio siglo. Murió en la gloria del hedonismo.

SALVADOR DALÍ (1904-1989). Pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español, considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. ¿Su rareza?... Sobran las palabras.

EMILY DICKINSON (1830-1886). Una de las grandes poetisas de la literatura estadounidense. Pasó buena parte de su vida aislada en una habitación de la casa de su padre en Amherst. Excepto cinco poemas (tres de ellos publicados sin su firma y otro sin que la autora lo supiera), ocultó su obra porque no pensó que merecería la pena. Cuando se publicó después de su muerte, fue considerada una de las líricas fundacionales de Estados Unidos.

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ERNEST HEMINGWAY (1899-1961). Periodista, escritor y premio Nobel de literatura. Además de ser uno de los grandes iconos de las letras del S. XX, era un maniático. El autor era incapaz de escribir si no tenía en su bolsillo derecho sus dos amuletos de la suerte: una castaña de Indias y una pata de conejo.

FIÓDOR DOSTOIEVSKI (1821-1881). Considerado uno de los más grandes escritores de Occidente y de la literatura universal. En aquel Moscú donde se crió, vivía en el manicomio en el que trabajaba su padre. En su biografía queda una infancia rodeada de enfermos mentales de clase baja. Dicen los expertos que eso marcó su vida y su obra.

VINCENT VAN GOGH (1853-1890). Principal exponente del posimpresionismo mundial. También fue poseedor de la oreja más famosa de todos los tiempos, la que se cortó tras discutir con su gran amigo y colega de pinceles Gauguin y que entregó a una prostituta llamada Rachel en un local de Arlés (Francia).

LEWIS CARROLL (1832-1898). Lógico, matemático, fotógrafo y escritor. Entre otros libros, de la obra Alicia en el país de las maravillas. Fue el tercero de once hermanos, todos ellos tartamudos. El propio Lewis padecía esta anomalía, algo que dificultó sus relaciones personales durante toda su vida.

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LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827). El compositor era un auténtico cascarrabias. Algunos contemporáneos decían que era tan irascible porque no aceptaba su sordera. Lo que más le irritaba era la autoridad y la falta de atención. Detenía sus interpretaciones al piano si veía a su audiencia distraída y no tocaba en eventos sociales si no había recibido previo aviso. Consiguió ser el único que no respetaba el protocolo de vestimenta de la corte.

ESQUILO (525-485 A. C.). Dramaturgo griego. Considerado como el primer gran representante de la tragedia griega. Tuvo una vida tranquila, pero no fue así su muerte. Un águila dejó caer una tortuga sobre su cabeza. Dice la obra de Terry Pratchett que el dramaturgo huyó de la ciudad porque el oráculo le vaticinó que moriría aplastado por una casa. La huida no sirvió de nada.

LYMAN FRANK BAUM (1856-1919). Escritor y célebre autor de El maravilloso Mago de Oz. No le llevó tanto tiempo imaginar el nombre de su dimensión mágica de leones cobardes y hombres de hojalata. Dicen algunos de sus biógrafos que el nombre de aquella archiconocida ciudad imaginaria se inspiró en un archivador. En la etiqueta indicaba «O-Z»

PAUL VALÉRY (1871-1945). Escritor, poeta y ensayista francés. Otro de manías. Se podría decir que sus obras salían del horno tempranito. El poeta estaba obsesionado con escribir todos los días de cuatro a siete de la mañana. Consideraba que esa era «la hora pura y profunda».

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APPS QUE SÍ

(Y CUANDO DIGO SÍ, ES SÍ) POR

David García (@SrGarcia)

No pidan milagros en un número en el que ya he escrito acerca del hijo de puta. Quiero decir que sí se puede exigir rigor, como es costumbre en esta santa casa, pero el criterio es algo voluble, como las nubes de golosina o la moral de un presidente autonómico. Qué quieren que les diga. Estas apps, aunque ustedes crean que no, lo petan.

RIDE THE CITY

IZETTLE

C R A Z Y G OAT

Miren, de verdad, dejen de hacer el idiota y compren una puñetera bici. Si les parece hipster, compren la bici más fea del mundo, pónganse un chándal y no hagan caso al que dirán los vecinos de Malasaña. Ride the City es exactamente lo que necesitan para emprender la aventura. Es, para entendernos, un Google Maps que determina las rutas más óptimas para circular en bicicleta en un porrón decente de ciudades de todo el mundo. Indica las rutas más seguras, las más cortas y los lugares por donde transcurren carriles bici o vías similares. ¡Dele pedales!

Está tan jodido cobrar, sea cual sea la actividad que uno desempeña, que más vale dar facilidades. iZettle es un TPV para cobrar con tarjeta de crédito o débito. Traduciendo, es un cacharro que lee estas tarjetas, se engancha al móvil o tableta y gestiona sus pagos para que puedas cobrar en cualquier lugar y situación. El diseño de la app es limpio y su uso es tan sencillo que no hace falta haber pisado un banco para utilizarlo. ¿Cómo lo sabemos? Porque somos idiotas y aun así hemos conseguido emplearla sin problema.

Crazy Goat es un videojuego en forma de simulador en el que eres una cabra. Hemos hablado dos veces acerca de él en Yorokobu pero seguimos fascinados. ¿Es jugable? Pse. ¿Es adictivo? Meh. ¿Es gratis? Hay versión gratis, sí, pero, pichí pichá. ¿Y entonces? Hombre, si a estas alturas de la película tenemos que explicar que un simulador caprino mola porque sí, es que no nos conocemos de nada, cariño.

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APPS QUE NO

(AUNQUE TIENEN SU PUNTO, ¿EH?) POR

David García (@SrGarcia)

Quizás se me ha ido la mano con la documentación para el texto de los hijos de puta, pero el caso es que, abundando en el tema, son muchos los que se cobijan bajo el epígrafe de subdesarrollador de aplicaciones móviles.

MOBIGAGE NDI

ELECTROBEATS BY DAVID GUETTA

FAC E T U N E FO R I PA D

Y diréis: «¡Pero si esa app tiene mil años y es famosa porque es la más cara de la tienda de Apple!». Ya, pero es que, cuando yo busco en la App Store, pongo el filtro para ver solamente aplicaciones por debajo de los 998 dólares. Esta, claro, vale 999. ¿A qué clase de cabrón se le ocurre poner una app a ese precio? A uno que calza en el traje que hemos creado en el artículo ‘Hay que decirlo más’, en este mismo número. ¿Y qué hace la app? ¡A quién diablos le importa!

A ver. Es una app para crear música bendecida por David Guetta. Si hay que explicarlo más, no sé qué hace usted leyendo esta revista

Un día, en un funeral, el presidente Obama tuvo a bien hacer lo normal, lo que se hace en todos los funerales: echarse unas risas y hacerse un selfie mientras soltaban la chapa acerca de los bueno que era el fiambre. Después, lo de Ellen DeGeneres y sus colegas ricos en los Óscars. Y la cagamos. Porque ahora lo del selfie es una puñetera plaga que hace que salgan apps como Facetune. Que está muy bien, sí; que es un editor de imágenes curioso, vale; pero todo lo que fomente la elongación de esta execrable tendencia merece ser borrado del mapa

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¿TÚ QUERRÍAS VOTAR TODOS LOS DÍAS?

En la vida de toda persona hay decisiones de las que uno puede arrepentirse. Algunas llegan a la mañana siguiente de una noche de fiesta, mientras otras pueden suponer una larga condena de años en prisión. Pero hay arrepentimientos inevitables, como el de las elecciones. Cada cuatro años como mucho vas a tener que entregar tu voto a alguien, aun con la posibilidad de que acabes maldiciendo tu decisión cuando ese candidato sonriente se convierta en un altivo dirigente que olvida todas y cada una de sus promesas. POR

Borja Ventura

¿Qué hacer? Hay países que son noticia cada dos por tres, como Suiza, porque convocan con cierta frecuencia referéndums para que los ciudadanos tomen partido por las cuestiones más espinosas o delicadas, en lo que algunos ven un modelo de participación ciudadana ideal. El problema es que Suiza no es España. Aquí el descontento con los políticos crece, la participación política se desploma y las críticas a los partidos arrecian por culpa de la falta de soluciones ante la crisis, la ausencia de candidatos que enganchen y escándalos diversos. Una de las grandes críticas al sistema de una parte creciente de la sociedad es lo oxidada que se ha quedado nuestra democracia, pero ¿cómo mejorarla? En los últimos años muchos han estado dándole vueltas al desarrollo de herramientas tecnológicas que permitan mejorar la integración de la ciudadanía en la vida pública. Expresiones como «transparencia», «rendición de cuentas», «gobierno abierto», «participación ciudadana» o «democracia directa» han ido ganando presencia e importancia. No faltan iniciativas, muchas veces vinculadas al periodismo de datos y de investigación, que buscan ofrecer información pública sensible a los ciudadanos de una forma manejable y entendible. Porque ese es parte del problema: que hay mucha información pública que en teoría debería estar abierta a la gente, pero que no lo está. Avances como la publicación de 32 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

ILUSTRACIÓN

Blastto

las cuentas de los diputados o solicitudes en marcha como la publicación de sus agendas y reuniones, sus viajes y sus votaciones son el primer paso de todo el proceso: dar a los ciudadanos un conocimiento real, rápido y directo de qué hacen con su voto. En ese resquicio, el de implicar más a los ciudadanos y ofrecerles más información, sí ha mejorado mucho el panorama. Iniciativas diversas como las de Civio —con proyectos como Quién Manda, Tu derecho a saber o el Indultómetro—, redes sociales y plataformas de participación como Agora Voting, Democracia OS, Loomio o Kuorum, y apps como Congreso2.0 o AppGree son algunos ejemplos en este sentido. Pero vayamos al principio: ¿qué es la democracia? Votar y elegir. ¿A quién? Depende. En un país con listas abiertas, a personas; en un país con listas cerradas, a partidos. La diferencia es grande ¿Y para qué? Para que decidan por ti. Se supone que con base en una especie de contrato no vinculante por el que esos electos tienen unas ideas y un proyecto concreto que seguirán si consiguen aunar el apoyo de gente suficiente. ¿Y qué pasaría si, una vez el ciudadano tiene un mayor y mejor acceso a lo que se cuece en la vida política, eligiera directamente en lugar de tener que plegarse a lo que decidan por él? Porque, seguramente, ni todos los militantes


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del PP están de acuerdo con la reforma de la ley del aborto ni todos los militantes del PSOE querrían revisar los acuerdos con el Vaticano. El primer problema que plantea este debate es el de los medios. Si montar unas elecciones es carísimo y requiere la paralización de la vida política, ¿cómo sería posible habilitar formas en que la gente pudiera expresar su opinión de forma confidencial, no manipulable, continua, universal y barata? La tecnología es la respuesta. Pero claro, este era el primer problema, pero no el único, y seguramente no el más importante Carlos Guadián, investigador experto en innovación en el sector público y gobierno abierto, alerta de que eliminar un sistema representativo «por una hipotética ágora virtual no solucionaría los problemas». En su opinión, «la ciudadanía, en el momento en el que nos encontramos, es proclive a participar en política cuando el tema le afecta directamente», por lo que parece inviable un sistema de democracia directa, aunque iniciativas en este sentido sí podrían contribuir a mejorar el sistema actual. «Sí que tendría sentido tener un sistema consultivo a la ciudadanía más flexible y ágil, es decir, preguntar sobre temas que sean críticos o de interés general». En una línea similar se manifiesta Rafael Rubio, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense y consultor: «Utilizar la tecnología para la adopción de decisiones públicas por parte de los ciudadanos es quizás el aspecto menos esencial de todos los que la tecnología puede aportar a la democracia. Antes es mucho más necesario usar la tecnología como forma de mejorar la información que tienen los representantes para adoptar decisiones», asegura. ¿Por qué esas reservas? En opinión de Rubio, «ahora que es posible técnicamente la participación directa es necesario defender la democracia representativa como el modelo que mejor responde a los objetivos de la democracia» porque, explica,« la democracia nace vinculada a dos principios: el primero es el democrático, que garantiza el gobierno de las mayorías; y el segundo, el liberal, que garantiza el respeto a las minorías marcándose los límites de lo que ni siquiera las mayorías pueden imponer al resto». Según su análisis, la gestión política, ya sea de un país entero o de una ciudad, es tan compleja que requeriría «una participación permanente de la ciudadanía en la política, y, como eso es imposible, acabaría premiando a un nuevo tipo de ciudadano, el votante profesional, el ciudadano políticamente comprometido, cuyas decisiones no son necesariamente más democráticas que las del ciudadano que no tiene esa dedicación o incluso ese compromiso con la política». Por entendernos, se silenciaría a esa minoría que sí puede ir a votar cada cuatro años, pero que no tendría tiempo, conocimientos o interés por votar cada día. «El problema», según Guadián, «es la oclocracia y el ‘me apunto’ a una determinada acción sin haber reflexionado ni consultado cuánto de cierto hay tras ella. La manipulación y 34 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

la demagogia pueden causar más daño que beneficio. Pero lo que sí es cierto es que las demandas ciudadanas de más y mejores formas de participación política deben satisfacerse por la buena salud de la democracia». Porque en la necesidad de esa intermediación de candidatos electos e instituciones también coincide Guadián: «Alguien tiene que tomar las decisiones, de ahí que el sistema representativo es la mejor solución», considera. «Ahora bien, tiene que ser un sistema mucho más abierto. Primero, en cuanto a la elección de los representantes, lo que significa que haya listas abiertas y elección desde el primer cargo al último, además de que la rendición de cuentas se haga directamente al ciudadano y no a los partidos», matiza. Es decir, que, aunque tecnológicamente sea posible establecer una democracia directa, puede ser contraproducente, según los investigadores, porque sobrerrepresentaría a grupos hiperactivos o ruidosos. Y eso sin entrar en las meras limitaciones técnicas ya que, aunque la penetración digital en España ha crecido muchísimo en los últimos años, sigue lejos de ser universal. Además, como aseguran los detractores de este tipo de participación directa, la Constitución ya prevé que se sometan a referéndum —vinculante o no— las decisiones más importantes. El problema es decidir cuáles son esas determinaciones «más importantes» que se refieren únicamente a las que sostienen el funcionamiento del país, lo que ha hecho que se haya podido modificar la Constitución dos veces sin que los ciudadanos hayan votado: bastó con que los dos grandes partidos se pusieran de acuerdo. Pero dejando de lado la posibilidad de la democracia directa para decisiones cotidianas, nueve partidos han decidido ya implementar la participación directa en su elección de candidatos. Según un artículo de Aitor Riveiro y Belén Picazo en elDiario.es, los resultados han sido claramente desiguales, siendo los mejores los de Izquierda Abierta, una facción de IU, donde votaron el 74% de los que podían hacerlo, y Compromís, donde lo realizaron el 65%. En el resto, la participación fue minoritaria (UPyD, un 32%; ICV, un 27%; Ciudadanos, un 23%; Equo, el 15%; y PSC, 9%). Por último, dos plataformas que no tenían un censo concreto, como Podemos y el Partido X, registraron la participación de 33.156 y 2.704 personas, respectivamente. ¿Y qué opinan quienes ya han usado estos sistemas? Independientemente de sus diferencias ideológicas, apuestan por ahondar más en su desarrollo y describen sus bondades, pero también alertan de sus riesgos Reyes Montiel, que disputó por su candidatura en Equo para las elecciones europeas, dice que en su formación consideran que se debe «aprovechar todas las oportunidades que nos ofrece la tecnología para abrir una democracia». Sin embargo, describe un debate anterior: «Creo que, independientemente de la herramienta, debemos reflexionar sobre la democracia


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que queremos. Nosotros hemos experimentado con ellas y yo creo que aún no hemos pasado de la fase de ‘laboratorio’ porque no es cuestión solo de querer usarla». «Debemos discutir sobre qué queremos decidir, cómo lo queremos dilucidar y con qué alcance, y después pensar qué herramienta es la más adecuada», resume. Beatriz Becerra, número cuatro en la lista electoral de UPyD en las europeas, también comparte esa visión de que el debate es más de fondo. «La participación de los ciudadanos en una democracia representativa moderna y su intervención en la toma de decisiones que afectan al interés general no se circunscriben solo a los procesos electorales. Se basa en una exigencia activa de transparencia, responsabilidad, compromiso y servicio público. Las posibilidades que ha abierto internet para el ejercicio de esa exigencia activa son innumerables, desde la interacción con los cargos públicos hasta la presentación de propuestas cívicas a quienes los representan», asegura, aunque con un matiz: «El modelo de democracia representativa no puede convertirse en un sistema asambleario o de encuestas acríticas para cualquier cuestión». Por su parte, Alberto Sotillos, militante socialista muy crítico con la cúpula de su partido, entre otras cosas por la forma cerrada en la que toma decisiones, considera que «se deben ir dando los pasos hacia una democracia lo más participativa posible, pero sin que eso genere una democracia de dos velocidades entre quienes tienen acceso y quienes no lo tienen a herramientas de participación constante». Aunque sí aboga por un futuro «donde el ciudadano tenga que tomar partido y ser responsable de decidir colectivamente». Advierte que este modelo de participación es imposible hoy en día porque, en su opinión, «la participación democrática controlada» y solo la iniciativa de los partidos que controlan el sistema podría cambiar eso. «Los partidos deben regenerarse o refundarse para ser completamente abiertos y participativos». Tenemos los medios tecnológicos, pero no están al alcance de todos. Tenemos ganas de cambiar las cosas, pero somos conscientes del riesgo que conllevaría que no todos participaran con igual entusiasmo. Tenemos iniciativas, plataformas y aplicaciones para acercarnos más a lo que de verdad hacen los políticos, pero cada vez nos interesa menos. Tenemos partidos que ya experimentan con la elección directa, pero con métodos y resultados distintos. La pregunta que cabría hacerse entonces es: ¿tenemos la democracia que queremos o la que podemos tener? agoravoting.com democraciaenred.org www.wedecide.cat/es www.loomio.org/?locale=es www.kuorum.org www.congresodoscero.org www.appgree.com 36 / YOROKOBU / Nº51 - 2014



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HAY QUE DECIRLO MÁS

¿Estamos cansados de que al ciudadano se le infravalore, se le desdeñe, se le azote, se le ridiculice, se le catalogue como violento y se le criminalice? Lo que queda es, al menos, el inmaduro pataleo que supone el mayor ejercicio de alivio en libertad. La defensa en forma de rabieta y a través de la palabra. Algo que, en otros ambientes, se conoce como cagarse en la puta madre de todo. POR

David García (@SrGarcia)

Cuando estés leyendo este texto, habrán pasado tres años desde que los ciudadanos ocuparon la Puerta del Sol madrileña para ver nacer lo que en unos ambientes se llamó Movimiento 15-M y en otro ‘esos sucios pelanas que no nos dejan abrir nuestro comercios con normalidad’. Parece desde entonces que hemos sido así de comprometidos, solidarios y empáticos toda la vida. Es normal. Cuando alguien emprende ruta por el buen camino, piensa que toda la vida ha transitado por ahí. Qué maravillosa y selectiva es la mente humana. Desde el 15 de mayo de 2011, muchos movimientos sociales que antes de ese día eran anecdóticos adquirieron relevancia y trascendencia. Nacieron otros a la luz, o más bien las sombras, de una realidad que amenaza cotidianamente al estado del bienestar. Se produjo una adscripción de un mayor número de ciudadanos y, sobre todo, hizo pensar a mucha gente que la movilización ciudadana sí servía para algo más que para ser una mejor persona. Lo que ocurre es que, a veces, pelarse el culo en las calles no es suficiente. Conviene estar también preparado para manejar la frustración que impone el inmovilismo o la mala fe institucional. Por eso, la indignación civilizada y asamblearia también tiene, en ocasiones, derecho a volverse soez y malhablada. El poeta portugués Alberto Pimenta escribió en 1977 un desahogo que sigue vigente en el tiempo. Acaba de ser reeditado 40 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

ILUSTRACIÓN

Manuel Marsol

por los bibliófilos de Pepitas de Calabaza y su nombre es Discurso sobre el hijo-de-puta. Como puede descifrarse del título del libro, Pimenta no es un amante de las formalidades y los protocolos. A la vigencia del discurso también ayuda una de las máximas que Pimenta explica en el libro. «El hijo-de-puta es eterno». A partir de ahí comienza el desarrollo de un irreverente y alocado manual para catalogar y distinguir a los hijos de puta que pueblan el mundo. Pimenta explica que el hijo de puta existe y que eso es un hecho. «Se le retrata de múltiples maneras. Se le menciona, se habla de él. Por eso existe». De alguna manera, es como Dios. Se le nombra, se le venera, se le crucifica en Semana Santa, se maldice y se bendice en su nombre y su némesis tiene aterrorizada a media humanidad. Solo por eso merecería existir. El ensayista portugués asegura que «nada sirve para caracterizar universalmente al hijo de puta. Está en todos sitios pero no es fácil detectarlo». Con Pimenta coincide el humorista Ignatius Farray, una de las personas a las que mejor le queda la expresión ‘hijo de puta’ en la boca desde que fuera uno de los protagonistas del chanante videoclip que loaba al sonoro insulto. «La característica principal es que no sea obvio que sea un hijo de puta. Sí es demasiado obvio que es un hijo de puta ya pasa a ser gilipollas. Debe causar sorpresa, y al mismo tiempo el placer del descubrimiento, darse cuenta de que alguien es un auténtico hijo de puta». ¿Quién puede serlo? Farray lo explica en verso. >>>


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Yo una vez puse un tuit que ponía “Juan Echanove hijo de puta” y el tío en su blog de gastronomía dijo ¡Ese cobarde que se esconde detrás de ese avatar! también puse lo mismo de Leonard Cohen pero ¿qué pasa que Leonard Cohen no tiene un blog de gastronomía? Hay personas que hacen del ‘hijoputismo’ una profesión, como el columnista Salvador Sostres o el presidente de Ryanair Michael O’Leary. Se hacen pasar por un hijo de puta para tener una repercusión adicional a la que ya se le supone por su vida pública. Pretenden acariciar la trascendencia que solo tiene un verdadero hijo de puta que es, al fin y al cabo, «el que maneja todo o el que vigila para que otro maneje todo», según Pimenta. El portugués consigue que sea el lector quien le ponga traje al hijo de puta. Todos tenemos nuestro personal bestiario de hijos de puta y este libro ayuda a ponerle cara y ojos. Ignatius Farray explica que ese disfraz no es a medida. «El hijo de puta es mutante por naturaleza. Nunca se sabe bien cómo se va a manifestar», dice.

que se trata de una injerencia en su vida privada», señala. La fiscalización de su actividad como gestor de lo público ofende al verdadero hijo de puta, que piensa que ese coto es exclusivamente suyo. «Ser hijo de puta significa primero intentar acumular el máximo de ventajas, servicios, privilegios para compensar el sacrificio que supone serlo». Porque, queridos, es muy ingrato ser un hijo de puta, sobre todo si el puesto que le toca en suerte es el de serlo raso, de los que baldean la mierda para que otros manejen a su antojo. Ser un buen hijo de puta va de preocuparse, de mantener el orden. « Se trata de desdeñar y desprestigiar el cambio, de no dejar hacer», explica el artista de Oporto. «Que nada se destruya, que nada se cree, que nada se transforme. Rebaja todo aquello que es nuevo, bello y agradable». En ese orden rígido de las cosas, el hijo de puta cree que la escuela, una escuela controlada por ellos, claro, es «el mejor lugar para hacer lo que quiere hacer y no dejar hacer lo que no quiere que se haga. Acepta que le imiten, que las personas se imiten las unas a las otras». Por eso, las escuelas, o al menos las escuelas cuya gestión y desarrollo dependen del hijo de puta, son los sitios donde se encuentra más cómodos porque son fábricas de homogeneidad que dificultan la disidencia.

Sostiene Pimenta que los hijos de puta se conocen bien los unos a los otros. Cabe deducir de aquí, por lo tanto, que, si detectas a alguno, eres uno de ellos.

El hijo de puta eterno, mutable y capaz de evolucionar según las demandas del entorno tiene una ventaja muy aprovechable: todos podemos utilizarlo como válvula de alivio ante la tensión. No van a faltar candidatos para ser portadores del título. Aprovechen. Manejen la frustración a través del desahogo. Metan a su hijo de puta favorito en su traje —porque la mayor parte de ellos llevan traje y corbata— y, al menos, respiren.

Por otro lado, el autor recurre a definiciones que, si bien se han inspirado en la larga historia del capitalismo privatizador, se ajustan como un guante al mundo en el que nos movemos. «A veces gestionan privadamente los bienes públicos. Si esto se dice públicamente, se ofenden porque consideran

A ellos, por cierto, también les llegará el alivio. Como dice el portugués Pimenta, «la muerte es para el hijo de puta el verdadero comienzo. El elogio fúnebre como punto máximo de su carrera. Un buen motivo para reconciliarse con la vida, un lugar al que nunca quiso llegar».

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CIUDADANO AREZNO, TOCAPELOTAS EN TWITTER 33.000 personas leen sus actualizaciones. El usuario de Twitter @Arezno expele salvajadas día sí y día también. A pesar de que muchos de sus tweets sobrepasan lo que las mentes biempensantes consideran como adecuado, sigue aumentando sus seguidores de forma exponencial. Es un hecho que, aunque nos avergüence decirlo, nos encanta observar cómo el hijo de puta hace de las suyas. «Nos gusta que se

hagan coñas con el daño ajeno. Es divertido, salvo que se trate del tuyo propio. Ahí es donde aparece el talibán de LOS LÍMITES DEL HUMOR y la cosa se pone fea», explica

En su caso, Arezno utiliza la escasez de escrúpulos para explorar los límites del humor. «Es mi manera de entrete-

nerme, de reírme, de enterarme de cosas. Nunca antes había prestado tanta atención a las noticias o a la política. Había probado a compartir estas cosas por Facebook, pero mi familia y conocidos empezaron a preocuparse». Esa es la razón por la que el

almeriense se oculta tras la cara de Bob Esponja .

Abrió su cuenta en Twitter a finales de abril de 2010. Sin embargo, fue el terremoto de Fukushima el que le impulsó a utilizar de verdad la red social. «Me animé a escribir

algunas gilipolleces. Poco a poco le fui pillando el gusto a soltar aquello que siempre había pensado y dicho a mis amigos para acabar catalogado como un monger», explica. «Era magia, cuanto más absurdo era el tweet, más feedback recibía. Era una especie de droga gratuita. Poco a poco me iba adentrando en el humor negro, que era donde me sentía más a gusto». No tardaron en llegar las reacciones proporcionales a la maneras que desplegaba. Asegura que ha recibido supuestas denuncias —de las que a día de hoy no sabe nada— a la Policía Nacional y la Guardia Civil, amenazas de los Legionarios de Cristo o insultos a su familia. «Mis preferidas son por

parte de los ‘Marta del Castilliebers’ y los defensores de Ortega Cano. Si pusiera una foto mía en

el avatar, amanecería con ambas piernas partidas decorando la boca del río Andarax», dice. Cada uno de esos exabruptos va acompañado de cataratas de follows y unfollows. ¿Sale rentable ser un hijo de puta en Twitter? «La primera señal de que lo estás haciendo

bien son las avalanchas de unfollows. Es el ABC de todos y cada uno de los conocedores de LOS LÍMITES DEL HUMOR», señala Arezno.

Explica que, en ocasiones, como en el asesinato de Marta del Castillo, contó entre 1.200 y 1.500 unfollows. Sin embargo, asegura que «es lo mejor que te puede pasar. Suele

tratarse de personas que te siguen por algunos tweets graciosos, que únicamente buscan un bufón que les entretenga y hable sobre los temas que a ellos les interesa o divierte, rozando el MORANQUISMO». Admite que, entre todos los hijos de puta, sus preferidos son los camuflados, los que ceden sus ideas hijas de puta para que un profesional las ejecute. «Me pasan su ocurren-

cias por mensaje privado en Twitter para que no los apaleen a ellos, ya que tienen que mantener las formas. ¡Como si su cuenta de Twitter fuese ellos mismos! Eso la gente no lo termina de comprender. Lo que escribes en Twitter no tiene por qué ser lo que opinas en tu vida real, hay que separar ambos conceptos, el virtual del real».

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BALLENAS BIÓNICAS Y PONIS QUE ESCUPEN FUEGO Los mods no son solo señores con polo Fred Perry que se desplazan en Lambretta, sino programas caseros que pueden convertir un videojuego en una locura sin sentido POR

Víctor Navarro

ILUSTRACIÓN

Llevo varios días caminando por la región de Skyrim. Se supone que tengo que llegar a la ciudad de Soledad para terminar una misión, pero me he apartado del camino tantas veces que ya no recuerdo el recado. Cada cueva, cada pueblo y cada ruina que veo mientras ando me invitan a pararme a explorar y descubrir secretos, historias y tradiciones de este país. De pronto, una sombra atraviesa la hierba y un rugido rompe la tranquilidad del campo. Un imponente Mi Pequeño Pony, cuatro toneladas de carne y tonos pastel, se planta ante mí vomitando fuego y con ganas de gresca. Mientras tanto, en Liberty City, Bob Esponja le pega una paliza a un policía y huye en moto. En la otra punta de la ciudad, un caballo ha robado un coche y está llevando las cosas muy al límite. El gánster equino ha atropellado a medio centenar de peatones y ha abierto fuego de forma indiscriminada en un parque dejando una veintena de muertos y otros tantos heridos. En el archipiélago de Panau, la locura está alcanzando cotas más altas: un híbrido biónico de ballena y avión comercial cruza el cielo mientras una manada de mercenarios en paracaídas se matan a tiros. No, el Skyrim original no tiene caballitos ponis; el catálogo de vehículos del juego Just Cause 2 no incluye cetáceos voladores, y tampoco hay personajes de Nickelodeon en Grand Theft Auto IV. Los jugadores se han encargado de ponerle condimento a estos videojuegos con mods, modificaciones o mejoras desarrolladas por la comunidad. Los mods pueden servir para mejorar el rendimiento de un juego o para traducirlo a otros idiomas, pero también pueden cambiar por completo toda la experiencia y transformarla en 44 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

Velckro Artwork

un sindiós lleno de gente desnuda y/o frases de Chiquito de la Calzada. ¿Es esto un sacrilegio? ¿Hay por ahí creadores de videojuegos llorando por lo que internet le ha hecho a su obra? Los autores lloricas existen, pero lo cierto es que los desarrolladores han animado a los jugadores a modificar y crear contenido para los videojuegos desde que el medio andaba a gatas. A principios de los 80, muchos juegos de la Nintendo NES tenían editores de niveles, y esa sana costumbre ha llegado hasta la actualidad: muchos títulos para ordenador tienen editores muy complejos o incluso permiten a los jugadores descargar herramientas de desarrollo para modificarlos a su gusto. En La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, Walter Benjamin hablaba del cine y la fotografía como nuevos medios artísticos del momento. Ya en 1936, Benjamin decía que la posibilidad de producir copias de forma masiva es una parte esencial de esos medios, así que no veía sentido hablar de fotografías o películas «auténticas». A partir de ese razonamiento, el pensador alemán suelta varias ideas que sorprenden por lo modernas y actuales que resultan: Benjamin adelanta una democratización de la creación y el consumo de productos culturales; asegura que con los nuevos soportes se diluyen las fronteras entre autor y público; señala la posibilidad de actualizar y modificar películas; e incluso cree que las obras de arte se convierten en «objeto de diversión» gracias a estas cualidades. Todas estas ideas se pueden aplicar fácilmente a los videojuegos y a los mods. Incluso se pueden llevar un poco más lejos. Para empezar, pensar en el videojuego como kilómetros de código grabados en un disco no sirve de mucho. El videojue


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go es videojuego cuando alguien está jugando. De algún modo, estos existen cuando el jugador lo manipula, así que la propia audiencia escribe el relato a la vez que lo recibe. Volviendo a los mods: los juegos no solo permiten «técnicamente» que la audiencia los modifique, sino que los propios desarrolladores ponen al alcance de la comunidad los instrumentos necesarios para hacerlo. En 1999, Jess Cliffe y Minh Le, dos estudiantes de informática de Estados Unidos aficionados al modding, se pusieron a toquetear el código del Half-Life de Valve. Ese mismo año parieron la primera beta de Counter-Strike, un pegatiros multijugador que terminó haciéndose más famoso que el juego original. Se convirtió en uno de los protagonistas de la escena de las LAN Party y los cibercafés de los primeros 2000 y todavía hoy es una de las franquicias más importantes del videojuego competitivo. Cliffe y Le tenían talento para el diseño de videojuegos, pero no se dedicaban profesionalmente a ello ni tenían una gran compañía detrás. Utilizar otro juego como punto de partida les sirvió para firmar un ‘hitazo’ mundial. El propio Minh Le reconocía hace 14 años en una entrevista para Eurogamer que «Half-Life era el mejor motor con el que podían trabajar» en aquel momento y que hacer animaciones y modelar personajes para este juego era «muy fácil». El éxito de Counter-Strike impulsó las ventas de Half-Life, y Valve, lejos de reclamar una indemnización, pagó por los derechos del mod y contrató a sus autores. El juego se ha seguido actualizando y hace un par de años se publicó la secuela Counter-Strike: Global Offensive.

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Counter-Strike es uno de los ejemplos más conocidos de mods que se convirtieron en juego, pero no es el único. Otro caso mucho más reciente es el de DayZ, un mod que convirtió el combate bélico de Arma 2 en un título de supervivencia en pleno apocalipsis zombi. DayZ disparó las ventas del juego original tres años después de su lanzamiento y Bohemia Interactive, los padres de la saga Arma, terminaron adoptando el proyecto. DayZ y Counter-Strike se encumbraron gracias al éxito del multijugador online, como ocurrió también con Team Fortress 2 o DOTA. Pero hay otros casos en los que algunos autores han utilizado otros juegos como base para hacer experimentos que terminaron convirtiéndose en grandes obras, como sucedió con el reciente Gone Home, que nació como un mod de Amnesia: The Dark Descent; o The Stanley Parable, que antes de salir a la venta como juego autónomo era un mod gratuito para Half-Life 2. La manipulación y la transformación de las obras están perfectamente integradas en la creación de videojuegos y se han ganado a pulso el respeto de los jugadores y de los desarrolladores. Es una filosofía y una forma de crear que no se puede trasladar al cine, a la música o a cualquier otra disciplina. A veces tiene algo de pop art, otras veces parece un ‘meme’ y otras, una herramienta low-cost para contar historias. En cualquier caso, me atrevería a decir que la cultura del modding solo ha traído cosas buenas a los videojuegos. Que el resultado se parezca más al Eccehomo de Borja que a la Capilla Sixtina es lo de menos.



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MÚSICA, RATAS Y LIBROS RARÍSIMOS

¿A quién se le ocurriría publicar una versión del Génesis que solo dice «blablabla...»? A Belleza Infinita, claro. POR

Un investigador del fenómeno estrambótico no puede por menos que maravillarse cuando se topa con Música y ratas, un librito de cubierta rosa que reproduce un alucinado experimento escolar: cuatro alumnas de ESO de un colegio de Gran Canaria sometieron a varios grupos de roedores a sendas audiciones de otros tantos estilos musicales, a saber: rock duro, ritmos latinos, cantos gregorianos y —nobleza obliga— isas canarias, registrando durante el experimento la evolución de las constantes vitales de los animales: pulso, nivel de azúcar en la sangre, peso y agresividad. En sí mismo, el estudio es fascinante, pero aún me asombró más que un editor en su sano juicio (en principio) se hubiera interesado en publicarlo. Pregunto a los encantadores dueños de la Galería Alegría de Lavapiés por la filiación de semejante kamikaze de la edición, y mi asombro torna en estupefacción al comprobar que la colección de Belleza Infinita incluye títulos tan improbables como Los pitufos vascos, un tomo de 400 páginas color azul pitufo que reproduce los delirantes tebeos que un tal Piru dibuja y vende fotocopiados por los bares, tiendas y oficinas de Bilbao, a razón de un euro las cuatro páginas. «¡La autoedición en estado puro! En los originales, las cuatro primeras historietas utilizaban papel azul. Y una noche, en la piscina, tuve la idea de todo el libro azul. Fue un momento místico, ja, ja», me cuenta por teléfono Garikoitz Fraga, comandante en jefe de Belleza Infinita. Mi favorito en la escala de libros extremos es, sin embargo, la insólita serie

Iñaki Berazaluce ILUSTRACIÓN Juan Díaz-Faes Bla Bla, que firma 1+1=1+1 (seudónimo de Roberto Equisoain) y que consiste, agárrense los machos, en una mutación de títulos canónicos de la literatura en las que cada sílaba ha sido reemplazada por un «bla». Así, el Génesis (Blablabla), La metamorfosis, de Kafka y las Veinte canciones de amor y un poema desesperado, de Neruda (los tres títulos que han aparecido hasta la fecha) se convierten en una yerma riada de «blas». El editor —quien confiesa que comprobó sílaba a sílaba la equivalencia entre los originales y la transcripción— considera que la serie homenajea el libro como objeto, más allá de su contenido: «En el de Neruda hemos imitado la tipografía, maquetación y encuadernación de una edición de Seix Barral. Y el Génesis tiene hasta los cantos dorados… Como de costumbre, la Biblia es lo que mejor se vende y la poesía lo que menos», apostilla. Otros títulos asombrosos de la editorial son el famoso Pornotapados (reinterpretaciones cotidianas sobre páginas de revistas porno), de Paloma Blanco; Violencia y Terror, una selección de las pesadillas que dibuja Rubén Garzas en su garita del instituto de Getafe donde trabaja como bedel, y el superventas de la casa, el imprescindible Hervir un oso, primer y mejor libro del niño prodigio del humor Miguel Noguera, mano a mano con su amigo Jonathan Millán. ¿Cuál es el vínculo común de todos estos títulos? Según Fraga, se trata de publicaciones artísticas que tratan de salir de su circuito habitual: «Algunos de los libros están pensados como obras de arte en sí mismos. En el

mundo del arte lo habitual son los catálogos y las ediciones artesanales, de ejemplares únicos o tiradas limitadas, solo comercializadas en ocasiones en lugares especializados, para un público muy reducido, con los precios del mercado del arte. Belleza Infinita edita y produce libros inéditos, imprimiéndolos industrialmente, en tiradas ilimitadas, para distribuirlos en muchos y diversos puntos de venta, con precios ajustados al mercado del libro que los hagan accesibles a cualquier interesado». Tal vez alguien pueda pensar que publicar libros como Música y ratas o la serie Blabla es una frivolidad, amén de un dispendio de recursos humanos y forestales, pero lo cierto es que son una de esas pequeñas cosas —como el confeti, las bromas telefónicas o los chistes de gangosos— que hacen que la vida merezca la pena. El lector atento se preguntará qué pasó con esas ratas que dejamos en las Canarias, torturadas con sesiones de 14 horas diarias de Judast Priest o Los Sabandeños. Pues bien, los roedores que escucharon isas canarias y heavy se volvieron agresivas (convirtiéndose en fieras destructoras de papel), en tanto que las sometidas a cantos gregorianos perdieron peso y las del ‘bailódromo’ latino bebieron muchísima agua. Estos resultados —advierten las jóvenes investigadoras— no son extrapolables al ser humano. (Ningún animal fue maltratado durante la elaboración de este artículo). bellezainfinita.org Nº51 - 2014 / YOROKOBU / 49


POR

Marcus Hurst

ILUSTRACIÓNES

Valistika

Se habla mucho de capitalismo extractivo, transnacionales implacables y del control que hoy ejercen sobre el mundo. Sea o no merecida esta percepción, esta situación tiene su precedente histórico y no es ni mucho menos una anomalía de los tiempos que corremos. Frente a la Compañía Británica de las Indias Orientales, los reyes del capitalismo castizo parecen unos auténticos principiantes. A lo largo de sus 274 años de historia, esta compañía recurrió a la corrupción, manipulación y violencia sin escrúpulos para garantizar que sus accionistas recibiesen sus dividendos cada año desde la comodidad de sus mansiones en Londres. La búsqueda incesante del beneficio les llevó a reunir un ejército de 250.000 hombres y amasar una cuenta corriente muy superior a la del Estado británico. Repasar su historia ayuda a entender muchas de las dinámicas económicas que existen hoy en el mundo y supone un aviso de los peligros de desequilibrar la balanza entre los intereses comerciales y sociales.

East India Company 1600-1874 Rest in Pieces La primera transnacional Hace tiempo que circulan por la red reportajes que comparan los ingresos de las megacorporaciones con el PIB de algunos países. Aunque la comparación tiene algunos fallos de base, críticos del sistema capitalista lo utilizan como un indicador del poderío desproporcionado que han adquirido las multinacionales. En un reportaje de Business Insider publicado en 2011, los ingresos de Nike eran presentados como comparables al PIB de Paraguay; GE, al de Nueva Zelanda; y Walmart, mayor que el de Noruega. Comparaciones que se quedan pequeñas cuando las contrastamos con las de East India Company. En su apogeo, la transnacional tenía más ingresos que el Gobierno del Reino Unido, controlaba India y el sudeste asiático y tenía potestad sobre una 50 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

quinta parte de la población mundial. Comienzos frugales Hoy se conoce a la Compañía Británica de las Indias Orientales como una de las más grandes corporaciones que jamás haya existido, pero pasarían casi dos siglos antes de llegar a poseer ese tamaño e influencia. Inicialmente empezó siendo una pequeña flota de barcos respaldados por marchantes y príncipes adinerados de Londres que consiguió una licencia de la realeza para operar con exclusividad en las Indias Orientales. «Cuando se fundó, Inglaterra era un reino marginado intentando sobrevivir frente a los imperios católicos de Portugal, Francia y España, además de los comerciantes calvinistas de Holanda», dice Nick Robins en su artículo Loot: in search of the East India Company. El plan inicial de la compañía era centrarse en las Indias,


apelativo que en aquel entonces se utilizaba para describir lo que hoy vendría a ser el sudeste asiático. Una vez allí, encontraron que la zona estaba copada por los holandeses y poco a poco desplazaron su atención hacia India, país que en lugar de especias tenía una boyante industria textil. Comercio entre iguales Durante el primer siglo de su entrada en la India, la compañía tuvo que recurrir a métodos empresariales que hoy se consideran absolutamente normales, legítimos y necesarios. Los empleados destinados en la región se esforzaron en aprender los idiomas autóctonos, abrieron relaciones diplomáticas con el imperio Mughal, que controlaba gran parte del territorio, y hasta algunos se casaron con mujeres de esta comarca. La relación no tenía nada que ver con la explotación que acabaría imponiéndose. La empresa operaba con el beneplácito de los líderes locales que les concedían licencias de explotación a cambio de dinero. Los dirigentes indios contaban además con una ventaja importante frente a los británicos que acudían a sus costas en busca de bienes. El país estaba lleno de productos que los europeos deseaban y que adquirían a los comerciantes autóctonos por plata u oro como moneda de cambio con una balanza comercial que jugaba a favor del país asiático. Pese a todo, el negocio seguía siendo rentable para los británicos. Control de riesgos Al igual que una startup busca financiación de inversores para los primeros años de su existencia, durante las primeras misiones que partieron en el siglo XVII, las expediciones

necesitaban un sistema sofisticado de financiación para salir adelante y ser rentables. «Ten en cuenta que se tardaba mucho en conseguir las especias. Se empleaban entre 12 y 18 meses de viaje para llegar a Asia. Una vez allí había que conseguir el producto», explicaba el historiador Huw Bowens en un especial de la BBC4 sobre la compañía. No era raro que pasasen cuatro años antes de recuperar el dinero. «Esto requería un alto nivel de inversión. Al no recibir un retorno inmediato, los accionistas optaban por compartir los costes y los riesgos». Una vez que el negocio empezó a estar más profesionalizado, en 1657, se optó por convertir la empresa es una sociedad limitada. Los accionistas eran mercantes y aristócratas que recibían un dividendo anual completamente separado del de un equipo gestor que se encargaba de llevar el día a día de la compañía. «Se establecieron las pautas precursoras de cómo funcionan las multinacionales de hoy en día», según Nick Robins. Joint ventures El mundo empresarial frecuentemente recurre a alianzas para abrir mercados y aprovechar ‘sinergias’ (Dios nos perdone por usar esta palabra). El conglomerado británico se alió varias veces a lo largo del XVII con la Compañía Holandesa de las Indias Orientales para realizar ataques a los barcos españoles y portugueses en las inmediaciones de los puertos chinos, protegiendo así sus intereses. Cuota de mercado En 1720, el 15% de los productos que se importaban al Reino Unido procedían Nº51 - 2014 / YOROKOBU / 51


de India. De ese porcentaje, la práctica totalidad de la mercancía pasaba por manos de la compañía. Una cifra de negocio gigantesca. Un dominio facilitado por el monopolio concedido con el beneplácito de la realeza desde sus orígenes. En 1730 lograron renovar esa licencia con una ley aprobada por el Parlamento británico. ¿Cómo le dieron la vuelta a la balanza? La situación de equidad relativa entre los distintos países empezó a cambiar a mediados del siglo XVIII. El imperio Mughal estaba en un lento declive y la compañía aprovechó sus buenas relaciones y poderío económico para otorgar préstamos a los líderes locales a cambio de tierras. Así fue, por ejemplo, cómo consiguieron Calcuta en 1690. El acuerdo les permitía construir una fortificación en la localidad que, poco a poco, fueron extendiendo a las demás. A medida que aumentaba su influencia, la compañía empezó a obtener impuestos de los locales y a desequilibrar la balanza comercial. «Los lingotes dejaron de fluir hacia el este, pero las especias, textiles y seda seguían viajando hacia el occidente», según el historiador Robins. Preocupados por la creciente militarización de la zona, el gobernante de Bengala atacó la base británica y se la arrebató en 1756, antes de que los británicos la recuperasen al año siguiente. La compañía ya no era una multinacional preocupada exclusivamente por el negocio. Poco a poco se estaba haciendo con el control de toda esta región. Empiezan los abusos Al controlar ambos lados de la cadena, la compañía podía comprar barato y vender caro. 52 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

Esto les llevó a organizar golpes de estado contra líderes locales y nombrar a marionetas en su lugar. A mediados del siglo XVIII, la compañía estaba ignorando deliberadamente los acuerdos y concesiones comerciales y usurpando funciones políticas. En junio de 1757 se libró la batalla de Plassey en la que la compañía venció al líder local de Bengala dando pie a la anexión total de la zona. Tras la victoria, la empresa se adueñó del tesoro de la región y se lo llevó a su fortificación. El botín, traducido al cambio actual, era de más de 300 millones de euros. Yo te obligo a comprarme opio, tú me das té a cambio En China, la empresa nunca llegó a tener el control que poseía en India, pero rápidamente aprendieron que se puede ejercer una fuerte presión imponiendo condiciones de comercio abusivas. China era poseedora de la mayor parte de las plantaciones de té, un producto cada vez más solicitado en Europa y, al igual que India, sus marchantes solo aceptaban oro o plata por sus artículos. Una situación que la Compañía de las Indias Orientales empezó a subvertir importando ilegalmente el opio al país, aprovechando las plantaciones que tenía en Bengala. El negocio era redondo, el opio les costaba poco producirlo con mano de obra esclava. Venderlo e intercambiarlo en China les permitía hacerse con el té, un producto que luego traían de vuelta a Europa y expendían en todo el continente con unos márgenes de beneficios altísimos. Un ejemplo actual sería el que un país como España se negara


a comprar el bacalao portugués con dinero ofreciendo heroína en su lugar como material de intercambio. Los vendedores de bacalao reciben una heroína que luego tienen que vender en el mercado, algo que acaba creando un consumo de droga altísimo en la población. Esa misma población sería cada vez más adicta y cautiva de este producto, incrementando su demanda. Los españoles, en cambio, estarían encantados ya que controlarían las plantaciones de heroína y recibirían el mejor bacalao del mundo.. Esto, en resumen, es lo que acabó ocurriendo en China. Si no accedes a mis demandas... Estados Unidos se ha mostrado implacable a la hora de proteger sus intereses económicos con acciones militares en el último siglo, pero no están solos. Cuando los gobernantes chinos deciden detener la entrada de opio al país (en 1838 se importaron más de 1.400 toneladas de forma ilegal), se desata una guerra en la que triunfa el Reino Unido, recibiendo a cambio el puerto de Hong Kong y el control de bastantes de ellos en la región. Un ejército privado a tu disposición En la guerra de Irak se llegaron a tener cientos de miles de mercenarios contratados para asistir a labores de seguridad. Una situación similar ocurrió con la East India Company, que fue reuniendo un ejército privado a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX hasta llegar a tener 250.000 hombres a sueldo. Aunque los mandos eran británicos, la mayor parte de la milicia eran ciudadanos locales mercenarios. También había suecos, franceses y daneses en sus filas. En 1809,

crearon su propio campo de entrenamiento en la campiña de Surrey para formar a los oficiales de su milicia. Un poder de lobby incomparable Hoy ciudades como Washington y Bruselas están repletos de ‘lobbistas’ encargados de influenciar en la política y defender sus intereses. El activista Lawrence Lessig denunció en 2011 que, durante el intento de reforma del sector financiero tras la crisis de 2008, había 25 personas ocupadas en defender los intereses de la banca por cada profesional que trabajaba en favor de una legislación más restrictiva. Una de las razones que permitieron a la East India Company mantener su monopolio durante tanto tiempo fue su implacable capacidad para mantener a los políticos a raya. «Su talento más valioso o ‘core competence’, esa frase tan querida por los teóricos del management, no fue tanto su habilidad para organizar expediciones a la India, sino su habilidad para gestionar a los políticos en casa», según The Economist. Corrupción sí, gracias Los sobres y su sorprendente capacidad para agilizar trámites y conseguir proyectos en España también tenían su equivalente en el poder político británico. La compañía tenía un presupuesto asignado para dar regalos a los políticos y cortesanos más influyentes. Esa suma traducida a la actualidad superaba las decenas de millones de libras esterlinas. Las puertas giratorias funcionaban a la inversa. En el Parlamento contaban con el apoyo de un grupo importante de políticos, que ya habían Nº51 - 2014 / YOROKOBU / 53


trabajado con la compañía anteriormente. Los trajes de Camps se quedarían cortos en este mamoneo ‘consortial’. La compañía obsequiaba a ministros, abogados, jueces y curas con artículos de lujo y hacía regalos al tesoro nacional cuando el Estado se enfrentaba a una posible quiebra. Actuaba como un «motor de dinero para el Estado», según The Economist. Privatizar las ganancias, socializar las pérdidas Al igual que un número importante de grandes constructoras y bancos han recurrido al Estado para salvar su modelo de negocio, la Compañía Británica de las Indias Orientales era proclive a presionar al Gobierno para legislar a su favor. En 1770 Europa estaba en una depresión económica y las naves de la multinacional británica estaban a reventar de té, que no podían vender en el mercado. Un hecho que les hizo pasar por apuros económicos importantes. La empresa pasó al contraataque logrando convencer al Parlamento que aprobara la Ley del Té de 1773, un traje a medida que le eximía de pagar impuestos por este producto que se enviaba a las colonias en las Américas. Esta ley permitió a la East India Company empezar a llevar sus productos directamente a América sin pasar por un intermediario. Sus competidores, en cambio, no tendrían estos privilegios, dándoles una ventaja injusta frente a los marchantes de América del Norte. Comerciantes de Nueva York y Filadelfia se rebelaron contra esta medida organizando bloqueos a la entrada de los barcos. En diciembre de 1773, un grupo de manifestantes vestidos de indios abordaron varios barcos británicos 54 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

cargados de la mercancía y la arrojaron al mar. Su protesta no solo venía motivada por la tasa, sino también por el creciente hartazgo de pagar impuestos a un poder político que les gobernaba desde Reino Unido. El Gobierno británico tomó represalias que causaron una escalada de violencia que acabaría contribuyendo a la revolución americana y posterior independencia de Estados Unidos. Más adelante, el episodio sería recordado como el Boston Tea Party por historiadores del siglo XIX. En 2006, un grupo de liberales formaron su propio tea party inspirados en la contienda, pero esta vez con unos propósitos algo distintos. Bajo la supuesta defensa de la libertad se extendió un proyecto político ultraconservador que, pese a haber perdido peso, sigue siendo muy influyente en la política estadounidense. Crímenes corporativos Tragedias como las de Bhopal o el uso de Agente Naranja se recuerdan como uno de los mayores ejemplos de irresponsabilidad empresarial de la historia. Pero ya en el siglo XVIII, la East India Company protagonizó su propio episodio bochornoso. Entre el año 1769 y 1773, la hambruna de Bengala se cebó con 10 millones de vidas en una comarca controlada directamente por la compañía. Las políticas de la transnacional contribuyeron a esta desastrosa situación al gravar a los agricultores locales con un impuesto del 50% en sus productos. La mayor parte del dinero ni siquiera se quedó en la región y fue sacado del país. Cuando empezó a arreciar la hambruna, la compañía subió un 10% más las tasas. Tampoco ayudó que una parte


importante de los cultivos de productos comestibles fuesen reconvertidos en plantaciones de opio. Al igual que existen muchos financieros contemporáneos expertos en obtener enormes beneficios de las crisis y especular para subir los precios de los alimentos, el episodio resultó ser extremadamente rentable para las cuentas de la empresa. Se acabó la fiesta Consciente del poder político desproporcionado que estaba adquiriendo, en 1784, el Gobierno, liderado por William Pitt the Younger, empieza a rebajar su poder. Introducen el India Act, que transfiere el control ejecutivo de la política india a un Consejo que responde ante el Parlamento. «En los últimos 70 años de su vida, la empresa acabaría siendo menos independiente comercialmente y más un brazo administrativo subcontratado del Estado británico, un ejemplo de colaboración público-privada», afirma Robins. En realidad, no desapareció, el Estado acabó usurpando toda la burocracia y estructura creada a lo largo de más de 250 años. «India ya no se gestionaba desde un consejo de administración, pero sí desde la elegancia imperial de las oficinas del Gobierno», según Robins. La compañía había hecho el trabajo sucio, ahora el Estado podía hacerse con los frutos. La nacionalización estaba en marcha y en 1874 se liquidaron todos los bienes de la empresa. Memoria Histórica El legado de la East India Company, según Robins, debe llevarnos a reflexionar sobre

el mundo que hoy habitamos. «El saqueo de la empresa desindustrializó el país y ayudó a financiar la revolución industrial británica. En su esencia, la honorable Compañía de las Indias Orientales se encontró una India rica y la dejó pobre. La falta de memoria en torno a la compañía permite a los británicos olvidarse de la fuente cuantiosa de su afluencia contemporánea y permite que la continuada pobreza de la India sea vista como un producto de su cultura y su clima en lugar de algo que fue provocado en busca del beneficio externo». «Cuando visitas el centro financiero de Londres, donde la compañía tuvo su sede durante 250 años, nada rememora su auge y caída, ni su poderío y crímenes. Siendo un centro global de comercio, la City sigue teniendo un papel crítico en la promoción de la globalización liderada por corporaciones. Pero todavía no ha reconocido la responsabilidad de las personas y lugares donde estas actividades han afectado en el pasado y siguen afectando hoy día. Trazar la historia de la Compañía Británica de las Indias Orientales permite remediar esta amnesia corporativa para empezar un proceso de memoria y reparaciones». Quizá, lo más preocupante de todo es que el desequilibrio entre ricos y pobres que dominó la época victoriana hoy vuelve a ser noticia por sus paralelismos con la era actual tanto en España como en Reino Unido. En África, China sigue afianzando su posición en el continente con una agresiva política de inversiones que le otorga una influencia desproporcionada en la política local. La historia, una vez más, vuelve a repetirse. Nº51 - 2014 / YOROKOBU / 55



YOROKOBU + GIN MARE


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EL RUMOR DE LOS DESARRAIGADOS, UNA HISTORIA «PELIGROSA» DEL ESPAÑOL POR

Álvaro Corazón Rural

Fueron las palabras que empleó Àngel Colom, entonces secretario general de Esquerra Republicana, cuando El rumor de los desarraigados se presentó en Barcelona: «Este libro es muy peligroso, parece que dice una cosa y en realidad dice otra». Pero el lingüista Ángel López (Zaragoza, 1949) no solo cosechó críticas en Cataluña. También hubo ciertos sectores a los que no gustó la revelación de que el español no fuese patrimonio original o exclusivo de Castilla y, ni mucho menos, que hundiese sus raíces en el euskera. El ensayo (Premio Anagrama 1985), subtitulado ‘Conflicto de lenguas en la península ibérica’, apelaba en sus conclusiones por qué todas las lenguas que se hablan en la península deberían ser patrimonio de todos los españoles. Un bilingüismo para todos. No hace falta que abundemos en la popularidad de esta idea. Pruebe usted mismo a sugerir en Madrid que todos los españoles deberían, si no hablar o dominar, sí conocer las otras lenguas de España, al menos sus rudimentos. Pues el mismo caso se le hizo entonces. Sin embargo, treinta años después, hay que valorar la oportunidad de esta propuesta en una época, la actual, en la que la articulación del Estado, administrativa e identitaria, está cada vez más cuestionada. La otra opción que tenemos es seguir dándonos mamporros, pero resultaría especialmente lacerante a tenor de la historia de nuestra lengua principal, el español, que nunca antes, al menos hasta la era moderna, generó conflictos, más bien todo lo contrario. Pero dejemos que esta historia nos la cuente su autor. En El rumor de los desarraigados hablaste de que el español surge en la península como koiné, como lengua de intercambio entre gentes de distinto idioma. En la Edad Media la lengua seria era el latín y las populares, los dialectos románicos. Teníamos lo que se denomina sequilingüismo, un fenómeno que consiste en que, aunque se hablen lenguas distintas, la gente se entiende. Por ejemplo, es lo mismo que puedes encontrarte ahora en Valencia, alguien que solo habla castellano pero que entiende perfectamente cuando se dirigen a él en valenciano. O el caso que pueda darse en un avión de Scandinavian Airlines, donde la azafata se exprese en danés, los pasajeros la contesten en noruego o en sueco y todos se entiendan. En España, esto ocurría con todos los pueblos, unos hablaban catalán; otros gallego, y se comprendían perfectamente. Todos, excepto los vascohablantes, que no entendían ni el latín ni las lenguas romances.

ILUSTRACIÓN

Cranio Dsgn

¿Qué ocurrió entonces? Los vascos desarrollaron un ‘pidgin’ que acabaría convirtiéndose en uno de los dialectos del romance central y a la postre en su representante normativo. El origen del término ‘pidgin’ alude a la situación que se produjo en el mar de la China en el siglo XIX, cuando los chinos intentaron comerciar con los británicos y simplificaron rudamente el inglés. Igual que le ocurriría a un español que hoy tuviese que irse a vivir un año él solo a un pueblo de Turquía donde solo se habla turco, esa persona tendría que aprender los rudimentos de esta lengua para comunicarse en las tiendas, aunque no lo hablase bien, porque no le quedaría otro remedio. Un ‘pidgin’ es una lengua de urgencia. Los vascos articularon una para entenderse con los pueblos que los rodeaban. ¿Cómo se extendió esta lengua ‘pidgin’ por España? España era el nombre latino con el que se designaba a la península. En la Edad Media, España era Al Andalus. Y para los cristianos del norte, España era lo que no tenía nombre. Hablaban de España como de lo que podían conquistar. El fuero de Jaca, de hecho, distingue entre el hombre de montaña y el hombre de España. También hay que tener en cuenta que en la Edad Media, a lo largo del Camino de Santiago, se instalaron montones de europeos. Y conforme avanzó la Reconquista, los ejércitos reales de Aragón, Castilla o León, arrastraban detrás guerreros, comerciantes, frailes y curas que venían allende del Pirineo. Todas estas gentes de diversos orígenes fueron repoblando las ciudades devastadas que se fueron arrebatando a Al Andalus. Los reyes, con el fuero de cada ciudad, daban ventajas a los pobladores. En vez de hacerlos depender de un señor feudal, como ocurría en el resto de Europa, obedecían directamente al rey. De este modo, en estas ciudades se instalaron barrios enteros de franceses, alemanes, judíos y también mozárabes que subían del sur. Toda esta población de origen dispar tiene que comunicarse y es ahí cuando adoptan la variedad simplificada de los vascos, más sencilla y accesible que otras modalidades románicas próximas, como eran el navarro-aragonés, el castellano o el leonés. Pero esta sencillez se refiere a su origen, no a sus características actuales. No es un argumento para publicitar el español como lengua extranjera fácil de aprender, sino para entender la rapidez de su propagación por el centro de la península.

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...En España la Reconquista cambia totalmente ese patrón. Lo que había aquí era un poco como el Oeste americano, una tierra de oportunidades... Estos primeros pobladores de la España reconquistada son los que llamas ‘desarraigados’ que adoptan el ‘pidgin’ en sus intercambios con gentes de lengua diferente. Son los desarraigados, que no desarrapados. No eran necesariamente pobres. Pero era gente sin raíces locales o espaciales fijas. En la Edad Media, en toda Europa la gente se quedaba en su pueblo. Lo normal era que una persona en toda su vida no viajase más de cinco kilómetros alrededor de la localidad donde había nacido. Ahí pagaba sus tributos, dependía de un señor feudal y poco más.

Entonces de esta lengua, que ya podríamos denominar español por su alcance, surge el castellano, y no al revés. Comúnmente se cree que el español viene del castellano, pero es al contrario, el castellano viene del español, que no es lo mismo. En el escenario que hemos descrito, el rey Alfonso X el Sabio puso una fijación léxica, una serie de normas a esa variedad y con el tiempo se le dio el nombre de su reino: castellano. No trato de negar la aportación de los castellanos, pero es que esa lengua es la que se hablaba entonces en todas partes.

La propia Francia en la Edad Media estaba fragmentada en múltiples lenguas y dialectos. El francés no empieza hasta después de la Revolución francesa, cuando se plantea un sentimiento nacional. De todas las lenguas que hay adoptan la de la región de París y la imponen a través de la escuela a todos los demás. En Italia ocurrió lo mismo, cuando Garibaldi unifica la península hay un montón de lenguas. Fuera de la Toscana no se hablaba el italiano que conocemos ahora hasta que no se impone por la televisión, por la RAI, a partir de los años 50.

Por eso no tiene sentido decir que el castellano se impuso en Aragón en el siglo XIV. El reino de Castilla y el de Aragón eran enemigos feroces, de imponerse algo en Aragón habría sido lógicamente el catalán. Piensa que Zaragoza tardó en conquistarse más de un siglo porque el rey de Castilla era aliado del rey moro. ¿A santo de qué iban a dejar de hablar aragonés y ponerse a hablar castellano? Es de locos, lo que pasaba es que todos hablaban lo mismo.

En España la Reconquista cambia totalmente ese patrón. Lo que había aquí era un poco como el Oeste americano, una tierra de oportunidades. Con el citado fuero el rey llamaba a poblar esos núcleos dando beneficios, eximiendo de impuestos, y llegó gente de todas partes. Personas que no tenían nada, siervos de la gleba, que se instalan y se convierten en comerciantes. Era, por otra parte, gente muy poco proclive a mantener los privilegios nobiliarios, lo que explica que España sea el primer estado moderno europeo. Este tipo de asentamientos son los que hay en León, Navarra o Castilla, donde se habla esta variedad. Es la lengua en la que están escritas las Glosas Emilianenses, el Mío Cid o los textos de Berceo. Al principio solo se usaba en el centro, desde el Ebro hasta los límites de León con Galicia, pero luego se fue extendiendo por toda la península como lengua vehicular. Y no destruyó a las otras lenguas porque no tenía orgullo de lengua, no tenía adscripción nacional, motivo por el que la adoptaron tranquilamente los judíos, que tenían sus barrios tanto en ciudades de Extremadura como de Tarragona. Aquí, si eras un comerciante de lengua francesa que tenía que vender sus productos a un cruzado alemán o a un labrador musulmán que solo hablaba árabe, tú me dirás cómo te las arreglas: pues en la lengua vehicular que se usa para el comercio y que con el tiempo algunos acabaron teniendo como lengua propia. Algo de esto ha ocurrido modernamente en Nueva Guinea con el tok pisin, así que sabemos perfectamente cómo funciona. 60 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

En la literatura, los primeros poetas catalanes escribían en provenzal y los castellanos, en gallego. La literatura en español, como no era una lengua culta, no tenía importancia, y aparecía en los géneros populares, eran romances escritos en pliegos, cuartillas, lo mismo que hoy serían los programas de corazón de televisión o el Pronto, el Hola... ¿Y qué ocurrió con el descubrimiento de América? La lengua española que llegó a América era canaria y andaluza. Los barcos salían de Sevilla, después de Cádiz, y las expediciones tenían que pasar allí un año aproximadamente para dotar a los barcos de los medios necesarios. Luego llegaban a Canarias y allí permanecían otros meses. Pero este español, cuando llega la independencia de las repúblicas americanas en 1812, solo lo hablaba un 10% de la población. El español empezó a crecer realmente en el continente cuando se impone a través de las constituciones de los nuevos países, que consideran que el único lazo de unión de todos los pobladores es la posibilidad de la lengua. En tu libro dices que hasta entonces el español en América coexistió con las lenguas indígenas sin conflicto. En América lo que ocurrió cuando llegó Colón es que se quedaron estupefactos porque los indígenas no hablaban ni latín ni hebreo ni árabe. Hubo una verdadera crisis en este sentido porque consideraban que las lenguas del mundo eran las de la visión bíblica de Babel. Hay correspondencia de frailes con Carlos V, Felipe II y el Consejo de Indias donde informaban desesperados de que cada veinte leguas cambiaba la lengua. Ellos creían que en el Nuevo Mundo se hablaría una lengua exótica, pero solo una.


...El catalán/valenciano, el euskera y el gallego no son una extravagancia. Son patrimonio de todos los españoles, exactamente igual que el río Ebro... Hay que tener en cuenta que el pretexto de la conquista de América fue evangelizar a los indígenas. Con esa idea el papa Alejandro VI dividió el Nuevo Mundo entre portugueses y españoles para encomendarles la cristianización de los indígenas. Ir, iban naturalmente por el oro, pero al mismo tiempo la legitimación de esta empresa era la predicación de la fe cristiana. Y muchos frailes creían en eso.

cional. Una modalidad por si quieren vender un producto simultáneamente en México, Argentina y Estados Unidos, y han buscado un español que no suene raro en ninguno de los sitios. Se lo están inventando de una manera empírica, no es que hayan reunido a lingüistas. El español que sale de ahí se escucha en todos los países hispanohablantes y creará cierta uniformidad.

Pero la clave en todo esto es que los españoles en América se encontraron con que ya había dos imperios. Castilla consiguió los éxitos de la conquista porque se derrumbaron los dos grandes imperios indígenas, de lo contrario, si hubieran tenido que conquistar a los indígenas uno por uno, no habría sido tan rápido ni muchísimo menos. Al caer Moctezuma, se quedaron con todo lo que había aglutinado y con Atahualpa, igual.

Y volviendo a España, ¿cómo ves la convivencia del español con las otras lenguas peninsulares? Pues qué quieres que te diga: mal. Mal por las actitudes de los tirios y también por las de los troyanos. Vayamos por partes. El español es una lengua vehicular que se habla y entiende en todo el estado español y que en el siglo XVI también era comprendido en Portugal, según nos confirman algunos testimonios como el de la Grámatica de la lengua vulgar de España, publicada en Lovaina en 1559. Esto, guste o no guste, es así. ¿Razones? Hasta los decretos de Nueva Planta (siglo XVIII), en los que se impone a los territorios catalanohablantes por la fuerza, su progreso obedeció a una necesidad comunicativa y su empleo siempre fue libre. Esto quiere decir que el mapa con el que se suele ilustrar la variedad lingüística peninsular en los manuales está desenfocado. Por mucho que coloreemos Galicia, Euskadi y Cataluña-Valencia-Baleares con colores diferentes del wwresto, esto no significa que sean territorios monolingües. España no es ni Bélgica ni Suiza, se parece más a Rusia o a Gran Bretaña.

Entonces se dieron cuenta de que en los imperios caídos había una lengua general de entendimiento, una koiné en cada uno de ellos. En el Inca, el quechua, y en el Azteca el náhuatl. Y la política que se creó no fue la de difundir el español. Los religiosos españoles aprendieron estas lenguas indígenas generales y se pusieron a predicar en ellas. Eso explica que la primera cátedra de quechua fuese del año 1580, en la Universidad de San Marcos en Lima. Y que Domingo de Santo Tomás publicara en 1560 en Valladolid un arte de la lengua quechua, una gramática. De modo que se promovieron estas lenguas, no el español. Lo que no quita que la finalidad del colonialismo fuera quedarse con los recursos de otro. Eso está claro. Pero el español, si algo no ha sido en Sudamérica, es una lengua imperialista, sino todo lo contrario. En Estados Unidos no se conservan las lenguas indígenas, esto es un hecho. ¿Cuál es el futuro del español actual? España ya pinta poco en el futuro del español. En Estados Unidos el crecimiento del idioma es espectacular, hay 50 millones de hispanohablantes, más que aquí. Aunque la lengua en Estados Unidos está sometida a un proceso de desaparición, hay una batalla incruenta entre el español y el inglés; disputa que yo estoy viviendo muy de cerca porque soy miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y me consta se ponen toda clase de dificultades para escolarizar a los niños en español. Pero como Estados Unidos es un país capitalista, naturalmente, la lengua significa dinero. Es decir, hay consumidores que se captan con publicidad en español, productos audiovisuales y cadenas de radio. La lengua está viva. Además, los medios de comunicación son tremendamente pragmáticos y han terminado por crear un español interna-

Estos son los hechos. Ahora viene la política. Si de lo que se trata es de independizar esos territorios coloreados de manera diferente, interesará ocultar su condición bilingüe todo lo posible. Y en eso estamos, aunque no tengo duda de que por su propio interés la independencia traería consigo un apoyo a la enseñanza del español porque es la lengua mundial que dominan y el pretender que se vuelvan anglohablantes constituye una utopía. Mas los troyanos no son los únicos insensatos, los tirios tienen su parte de culpa igualmente. ¿De verdad creen –en Madrid, en Sevilla, en Zaragoza, en Salamanca…– que los catalanes, los valencianos, los gallegos o los vascos aceptarán seguir siendo españoles si su lengua propia, en el mejor de los casos, se tolera y, en el peor, simplemente desaparece? Miren, eso no va a ocurrir de ninguna manera: primero porque es imposible; segundo porque sería injusto; y tercero porque resulta innecesario. El catalán/valenciano, el euskera y el gallego no son una extravagancia. Son patrimonio de todos los españoles, exactamente igual que el río Ebro, la mezquita de Córdoba o la propia lengua española. Admitirlo y obrar en consecuencia es la única actitud inteligente. Y, desde luego, si alguna vez se logra la unidad política peninsular, el viejo sueño iberista, no esperen conseguirlo con la cutre visión centralista y casticista predominante. Nº51 - 2014 / YOROKOBU / 61


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DESDE EL FONDO DE LAS LETRAS En Budapest, un equipo de cirujanos tuvo que operar a Gyoergyi Szabo, aprendiz de impresor de diecisiete años, porque, consternado por la pérdida de su amada, compuso el nombre de la joven con caracteres tipográficos y, a continuación, se los tragó. Time, 28 de diciembre de 1936 POR

Mar Abad @marabad

«El escritor deberá estar cómodamente sentado, con los pies en el suelo y el tablero de la mesa ligeramente inclinado hacia sí. [...] El dedo corazón deberá descansar sobre el lápiz a aproximadamente pulgada y media [4 centímetros] de la punta y se colocará en ángulo de 45 grados con respecto al papel». Así se ha de realizar la escritura a mano. O así, al menos, lo recomendaba Tom Gourdie (1913-2005) en su conocido The Ladybird Book of Handwriting. El calígrafo y profesor escocés recomendaba empezar a elaborar letras mediante el trazo de líneas, círculos y palotes irregulares. Las letras —decía— al principio no se dibujan. Hay que ir paso a paso. El artista, que acabó recibiendo la Medalla del Imperio Británico en los años 70, desaconsejaba «encarecidamente» 64 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

el bolígrafo en su manual de caligrafía. Por aquel entonces no imaginaba que la hegemonía del boli sería más breve de lo que jamás pudiera imaginar. El ordenador arrasaría con sus rastros infinitos de tinta. Incluso con los manuscritos. Pero quizá tampoco sospechara cuando escribió su manual, en 1968, que el ordenador multiplicaría como nunca el número de tipografías que hay en el mundo. Y cada vez habrá más. Wete, desde su estudio de Prat de Llobregat (Barcelona), es uno de los muchos diseñadores que siguen inventando tipografías. Empezó haciendo graffitis a los 14 años. Poco después descubrió que podía convertir esta pasión en algo así como su oficio. Estudió diseño gráfico y comenzó a hacer tipografías. Y ahora se dedica a todo a la vez: diseño, tipografías y graffiti.


REQUIEM AETERNAM DONA EIS DOMINE

«Dale, Señor, el descanso eterno». Wete diseñó esta tipografía y esta frase en memoria de su hermano. Tenía que crear un lettering para una exposición de La trastería con una única directriz: ‘Exprésate’. «Es un bajorrelieve», explica. «Cuando la tocas, puedes sentir cierto volumen. Busqué un tipo de ornamentaciones que tuviesen textura. Unas letras que fueran visuales y táctiles».

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DUNGEONS

Wete inventó esta tipografía para que alguien la utilizara desde una mazmorra. El diseñador imaginó ese claustro forzoso enclavado en la Edad Media y a un hombre que escribía una carta. El mensaje escaparía de la fortaleza. El escritor quedaría atrás. Atrapado. Sin libertad. «Es una letra para escribir mensajes complicados», indica.

EASTSIDE

Esta tipografía «tiene un aire poético, un estilo Shakespeare», dice Wete. «Es una letra literaria. Para escribir versos o estrofas».

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SWORDS

Dice Wete que le gusta trabajar con geometrías. En esta ocasión tomó como referencia las espadas. «La tipografía tiene una especie de filo. Es una especie de acabado metálico y un cierto volumen. Aunque no es muy dura. Al final es muy redondeada». Nº51 - 2014 / YOROKOBU / 67


ROKE 1984 RIO DE JANEIRO

Esta tipografía nació de un propósito. Wete quería crear una tipografía que emanase la personalidad de Brasil. Tomó como referencia el graffiti nacido en Sao Paulo, el pixaçoes, y lo sometió a una revisión geométrica. 68 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

Wete empezó a diseñar esta tipografía en su último año de universidad. Quería que tuviera «un aire matemático y físico». Un profesor no vio futuro a estos caracteres. Pero se equivocó. Hoy es una de las fuentes que más vende el diseñador.


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RELATOS ORTOGRÁFICOS

CUANDO

SON MULTITUD POR

M. Ángeles García

Signo de Interrogación era un viajero impenitente. Siempre viajaba solo. Le gustaba esa sensación de libertad, de hacer lo que quisiera. Moverse libremente. Y recogerse en sí mismo al final de cada día meditando sobre lo vivido durante la jornada.

Todos lo hemos sentido alguna vez, ¿verdad? Esa angustiosa sensación de que te sobra la compañía de determinados personajes. Pues quedaos con la copla porque detrás de los signos de interrogación y de exclamación NO SE ESCRIBE PUNTO.

Signo de Interrogación era un espíritu libre. Algunas veces, pocas, había hecho algunos tramos del camino en compañía de otros signos. Una vez incluso tuvo un tórrido idilio con Coma, muy pizpireta ella, a la que se le agrandaban las pupilas cuando le miraba. Pero prefería la soledad.

Así que aquellos que tendéis a escribir frases como la siguiente: *¿Qué cenaremos esta noche?. Tortilla de patata, ya podéis ir quitándoos esa fea costumbre porque lo estáis haciendo muy mal.

Un día, en un viaje en tren, se le sentó a su lado Punto. Era un tipo muy desagradable, ocupaba prácticamente todo el asiento del vagón y a Signo de Interrogación le cayó mal desde el primer momento. Por si fuera poco, Punto era un charlatán. Desde que se acomodó junto a él no paró de hablar y hablar y hablar. Y cuando supo que Signo de Interrogación iba en la misma dirección que él, decidió quedarse a su lado para terminar el viaje juntos. Signo estaba horrorizado. Así que cuando el cansancio, por fin, consiguió vencer al molesto Punto y se quedó dormido, agarró su petate, salió con sigilo del vagón y se tiró en marcha. Y de esta manera, el solitario viajero continuó su aventura sin más compañía que la suya. 74 / YOROKOBU / Nº51 - 2014

Con el signo de cierre (? !) ya estamos señalando que la frase está terminada, así que volver a poner un punto solo es una redundancia. También por esta razón la siguiente frase después de esos signos empieza por mayúscula. Otra cosa diferente es colocar una coma o un punto y coma o un paréntesis, que sí se admiten. Pero un punto… ¡no, hijos, no! Recordad: *¿Quieres salir conmigo?. ¡Soy un partidazo!. (¡Erroooooor!) ¿Quieres salir conmigo? ¡Soy un partidazo! (¡Aciertooooo!) Así que..., que no os vuelva a ver yo ponerlo mal…



NO LEAS. ยกDIBUJA!

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NO LEAS. ยกDIBUJA!

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YOROKOBU Agenda IlustraTour

Festival Internacional de Ilustración Laboratorio de las Artes de Valladolid Valladolid

04-06.07.2014 Idolatry

Exposición colectiva sobre la idolatría con obras de Doug Aitken, Jean-Michel Basquiat, Douglas Gordon, Keith Haring, Damien Hirst, Vik Muniz, Tom Sachs, Anthony Schepperd, Robert Williams y Aaron Young. Blueproject Foundation Barcelona, hasta

22.06.2014 Brunch Electronik Barcelona

Gastronomía, música y cultura se combinan para ofrecerte un domingo diferente con proyecciones cinematográficas, talleres gastronómicos, actividades para pequeños, mercadillos, feria de libros y vinilos, espacios de lectura y dj nacionales e internacionales. CCCB Barcelona

18.05.2014

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Congreso de tipografía

Una mirada a la evolución de la tipografía española en la última década www.congresotipografia.com Valencia

20-22.06.2014 Sonar

21 Festival Internacional de Música Avanzada y New Media Art de Barcelona Fira de Barcelona Barcelona

12-14.06.2014 «El Código 2.0»

Tejiendo redes alrededor del libro de Lawrence Lessig. Medialab Prado Madrid

28.05.2014 Replicage

Multievento que busca la interacción entre diseñadores, comunidades de makers, fab labs y productores de maquinaria, materiales, software y servicios de manufactura digital. Matadero Madrid

23-25.05.2014

Colita, ¡porque sí!

Primera retrospectiva dedicada a Colita, sobrenombre de Isabel Steva Hernández (Barcelona, 1940), uno de los referentes de la fotografía catalana contemporánea. La Pedrera Barcelona, hasta el

13.07.2014 Congreso Mundial de la Gamificación Encuentro internacional sobre las mecánicas de juego. World Trade Center Barcelona

22-24.05.2014 Vanguardias y Periferias Realidades que aparentemente transitan mundos paralelos tales como La Basílica de Atocha, el Colegio Virgen de Atocha-FESD y un Centro de Artes de Vanguardia y Residencia de Artistas van a conectarse como dos focos de cultura y pensamiento abiertos al barrio y a la ciudad. La Neomudéjar Madrid

28.04-01.06.2014


¿DÓNDE PUEDES ENCONTRAR YOROKOBU? VIPS (Madrid) // FNAC // Vueling // Relay // Kioscos // Museo miBA // La Central // Room Mate Hotels // Hoteles Hospes // Hotel Indigo Barcelona En nuestro blog www.yorokobu.es Facebook Facebook.com/Yorokobu Twitter Twitter.com/Yorokobumag Tumblr yorokobumag.tumblr.com RSS feeds.feedburner.com/yorokobu Encuéntranos en la App Store Suscríbete a la newsletter en yorokobu.es

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NUMEROGRAFÍA#51

Autor: Shahin Haghjou Número favorito: 9 www.behance.net/shahinhaghjou

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Existe otro planeta donde no hay demarcaciones políticas y la geografía de sus islas se formó imitando la silueta de los números. A cada islote asignaron un nombre que se correspondía con la palabra que designa a ese número en varios idiomas del globo terráqueo. El dios de ese mundo se llama Shahin Haghjou y lo creó en tres días. El primero, lo dibujó en papel. El segundo –cuenta– «lo convertí en vectores con una fórmula mágica del Live Trace del Ai CS5». Y el tercero lo pintó en Photoshop «con trucos para que parezcan de los años 30 a 70 del siglo XX» o, dicho de otro modo, «vintage hipsterificado».


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