En la lectura la familia también cuenta.

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EN LA LECTURA LA FAMILIA TAMBIÉN CUENTA

Ángel Caminero López de Lerma



EN LA LECTURA LA FAMILIA TAMBIÉN CUENTA

Ángel Caminero López de Lerma


Ángel Caminero López de Lerma Tutor de 2º de E. P. Alcolea C. P. R. Alcolea – Fondón 23 de abril de 2010 DÍA del LIBRO


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La educación para el tiempo libre y el ocio, en donde la lectura puede ocupar un lugar destacado, es responsabilidad de la familia. INTRODUCCIÓN Acostumbrarse a leer regularmente -como muchos hábitos- requiere de la imitación, pero también del contacto continuo con los libros, de un clima favorable y, factor primordial, del inicio a edades muy tempranas de las acciones motivadoras dirigidas a niñas y niños, antes de que se incorporen a la institución escolar. La función educativa de la familia es prácticamente irreemplazable. Durante la infancia madres y padres pueden despertar en sus hijas e hijos la imaginación, así como desarrollar el interés y el gozo de la lectura, llenando muchos momentos con la narración de cuentos, canciones, adivinanzas, retahílas, fábulas, relatos locales. Posteriormente los esfuerzos y estrategias para desarrollar y afianzar la práctica lectora pueden ser conjuntos y coordinados entre familias y escuela, con el apoyo de las instituciones públicas y privadas, pero es la familia, en última instancia, la responsable de la educación de sus hijas e hijos y el entorno natural donde las niñas y los niños crecen, donde aprenden valores, actitudes y comportamientos que conformarán y determinarán, en muchos casos, su personalidad, modo y estilo de vida.. El profesorado podrá secundar y ayudar proporcionando información y orientación, durante el período de la escolaridad obligatoria, la labor realizada por la familia, pero la lectura no es sólo una cuestión escolar, el uso y el contacto con los libros no debe asociarse exclusivamente con la permanencia en la escuela. En el periodo de crecimiento y aprendizaje en que se encuentran sus hijas e hijos, es muy conveniente que los adultos más cercanos, la familia, asuman la responsabilidad de estimular el gusto por los libros y la lectura, que no la dejen exclusivamente en manos de la escuela y las bibliotecas. Es importante que ustedes, la familia, acerquen a las niñas y los niños a la lectura, a los libros y a los sitios donde se encuentran, bibliotecas y librerías. Son numerosos los programas y especialistas que destacan a la familia como elemento imprescindible en la animación a la lectura. Precisamente, el éxito de los proyectos incluidos en esos programas radica en la implicación de la familia y, también, de las escuelas, bibliotecas y otros profesionales mediadores en la tarea de acercar los libros y la lectura a los niños, pero siempre destacando la importancia de la primera. Actualmente las familias se mantienen informadas, a través de distintos medios, y siguen el crecimiento y desarrollo de sus hijas e hijos con atención. Sin embargo, pese a que las familias están más y mejor informadas que nunca para seguir y apoyar el desarrollo de sus hijas e hijos, resulta que el ritmo de vida y trabajo dificultan esta responsabilidad convirtiéndola en una tarea complicada. De esta manera, y para facilitar en lo posible parte de esa responsabilidad, parece aconsejable establecer unas pautas referidas a cómo animar a leer en y desde la familia.

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¿SON BUENOS LOS LIBROS? Hay aspectos relacionados con el crecimiento de una hija o de un hijo que no se ponen en duda, como por ejemplo una alimentación adecuada. Así, cuando incluimos fruta en su merienda lo hacemos porque conocemos los beneficios que reporta, bien porque seguimos las pautas de la o el pediatra o porque ya formaban parte de los hábitos alimenticios de la familia. Cada vez que ofrecemos una manzana a nuestra hija o a nuestro hijo sabemos que se beneficia con sus vitaminas. ¿Y cuando animamos a leer? ¿Sabemos qué vitaminas tienen los libros? Un libro: • • • • •

Acelera el desarrollo del lenguaje. Prepara para la etapa de lectura y escritura. Es una puerta a la imaginación. Es un compañero de juego. Es una forma de conocer y reconocer el mundo que nos rodea.

NIÑAS Y NIÑOS QUE LEEN Las niñas y los niños a quienes se ha estimulado en la lectura temprana y que son lectoras y lectores habituales en la infancia, manejan un vocabulario más extenso que las niñas y los niños que no tienen ese hábito y dominan antes las reglas de ortografía y gramática, ello les proporciona fluidez y corrección al hablar y escribir, lo que es importante porque les facilita la expresión de sus ideas, pensamientos y emociones y la comprensión de las expresadas por otras personas. Puede afirmarse, además, que tienen mayor agilidad mental y que adquieren un bagaje cultural propio, lo que repercute en un mayor rendimiento académico. Las niña y los niños que leen: • • • •

Son mejores estudiantes. Tienen más capacidad de concentración. Retienen y memorizan mejor los textos. Asimilan y comprenden de manera más rápida los conceptos.

Los beneficios de la lectura se hacen visibles tanto en el rendimiento escolar como en otros aspectos de la vida. Así, través de los libros pueden encontrarse aficiones, conocer otras formas de pensamiento, educar la sensibilidad, potenciar la creatividad, etc.

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ANIMAR A LEER Visto lo anterior, esto es, los beneficios que pueden obtener nuestras hijas y nuestros hijos a través de la lectura, resulta fácil comprender la importancia que tiene animar a leer y participar en esta actividad en familia. La mayoría de niñas y niños entra pronto en contacto con los libros, ya sea porque forman parte del fondo previsto en las aulas o porque son regalos habituales -junto con muñecos y juguetes educativos, etc.-. Estos libros, generalmente, ofrecen en sus páginas colores llamativos, están impresos en cartones resistentes, con frecuencia están plastificados y/o impermeabilizados y muestran figuras e imágenes fácilmente reconocibles por la niña y el niño: animales, objetos cotidianos, personas,… Es a partir de los tres años, coincidiendo con la etapa de Educación Infantil, cuando los cuentos, además de objetos de disfrute de imágenes y colores pasan a tener protagonismo como elementos del aprendizaje. Leer y contar cuentos ayuda al niño a interesarse por el lenguaje y a utilizarlo como instrumento de información y disfrute y le proporciona el medio para comunicar información, deseos y emociones.

PAUTAS QUE SE PUEDEN SEGUIR SEGUIR Establecer la hora del cuento: treinta minutos diarios, por ejemplo antes de dormir (aunque puede ser en cualquier otro momento: después de comer, por la tarde...), pueden ser un tiempo valioso para compartir una historia. Compartir: en la lectura de los cuentos es importante hacer preguntas a la niña o al niño para estimular su curiosidad. Dar ejemplo: mostrarán mayor interés por la lectura si ven a las personas adultas más cercanas con un libro entre las manos o leyendo un periódico o revista. Pequeña biblioteca en casa: es importante destinar una balda a los libros en la habitación de la pequeña o el pequeño, un lugar importante al que damos valor ya que es donde se guardan las historias y se eligen a la hora del cuento. Variedad: la biblioteca es el lugar ideal para que niñas y niños ojeen los cuentos. Aunque las personas responsables de la biblioteca pueden asesorar sobre las lecturas y la franja de edad recomendada, es importante que ellas y ellos elijan los cuentos que quieren que les leamos. Especial: la visita a la librería puede ser una excursión y la compra de un libro convertirse en un acontecimiento especial. Los títeres, marionetas y otros espectáculos culturales también pueden ser una forma divertida de acercarse a las historias, a los libros.

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CÓMO CONTAR UN CUENTO Madres, padres, y aquellas personas que cuidan de niñas y niños, a menudo utilizan recursos que se pueden poner en práctica a la hora de contar cuentos. Algunas sugerencias para contar cuentos: • • • • • • • •

Crear expectación antes de comenzar aunque se haya leído el cuento con anterioridad. Utilizar registros de voz diferentes para las y los personajes. Adecuar la voz para expresar sorpresa, miedo, alegría, y otros sentimientos. Sembrar la curiosidad antes de pasar la hoja para mantener la atención. Utilizar los gestos como un recurso más de la narración. Buscar la participación de quien escucha en la narración mediante preguntas. Hacer hincapié en los pequeños detalles de las ilustraciones. Completar el texto con comentarios propios, imaginando más allá de lo que el texto o las ilustraciones nos cuentan.

LAS ILUSTRACIONES En los libros destinados a público pre-lector las ilustraciones tienen gran protagonismo, quedando el texto en un segundo plano. Por esta razón es importante saber que: • •

Las imágenes a menudo hablan sobre aquello que el texto sugiere o ni siquiera cuenta. Es interesante observar las técnicas y los estilos de las ilustraciones para tener datos sobre las preferencias de los niños. Acuarela, tinta, lápices de colores, ceras, digital, técnicas mixtas, … Un cuento sin texto es un buen pretexto para inventar una historia basada en imágenes.

A QUIÉN PREGUNTAR El profesorado podrá dar, en algunas ocasiones, ciertas orientaciones, pero a quien mejor podemos pedir asesoramiento es a las y los profesionales responsables de las bibliotecas y las librerías, que podrán orientarnos sobre las lecturas que mejor se adaptan a la franja de edad de las niñas y los niños. Todas esas personas pueden ayudarnos a la hora del préstamo o la compra de los libros, aunque debemos dejar que sean las pequeñas y los pequeños quienes elijan entre los cuentos apropiados para su edad los que más llamen su atención.

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EN LA BIBLIOTECA Es importante que acompañemos a nuestras hijas y nuestros hijos a la biblioteca, que suele contar con una zona infantil o, al menos, con una sección dedicada a esta franja de edad, en las que se localizan libros y otro material específicamente pensado para ellas y ellos. Muchas veces las bibliotecas editan guías de lectura que resultan de gran utilidad para las familias, en ellas se recogen títulos, novedades y se informa sobre normas de préstamo y de utilización de espacios. En cualquier caso debemos, tanto si existen esas guías como si no, debemos hacer partícipes a las niñas y los niños de la información referente a las normas básicas de funcionamiento de estos espacios y enseñarles a respetarlas, de esa manera podrán disfrutar de la lectura y los libros respetando al resto de personas que hacen uso de los servicios bibliotecarios.

QUÉ LIBROS Aunque existen publicaciones que llegan con éxito a todo el público infantil, como son los argumentos sencillos protagonizados por animales con el mismo comportamiento que niñas y niños, aquellos en que las y los protagonistas vencen sus miedos o temores, o aquellos que con sentido del humor tratan sobre temas prohibidos, conviene observar qué cuentos le resultan más atractivos a nuestra hija y nuestro hijo, teniendo en cuenta que cada cual muestra interés por unas historias y unas ilustraciones más que por otras. A veces las personas adultas sienten preocupación ante cuentos populares en que aparecen episodios con cierta dureza, como aquél en el que el lobo se come a Caperucita. Es posible que una historia provoque cierta ansiedad en algunas niñas y algunos niños pero al habituarse a ellos, a través de la lectura repetida, el malestar se convertirá en placer ante la salida victoriosa del o la protagonista. La bruja, el lobo y las y los personajes que representan la maldad permiten a la niña y al niño enfrentarse con sus miedos y superarlos.

RECOMENDACIONES FINALES • • • • • • • • • •

No hacer obligatoria la lectura, aconsejar y orientar sí, pero obligar no. No hacer que después de la lectura tengan la obligación de cumplimentar una ficha. Permitir que sean ellas y ellos quienes escojan el libro que van a leer. No obligar a terminar el libro si no les gusta. Leerles en voz alta, sobre todo si son muy pequeñas o pequeños. Leer con ellas y ellos, por ejemplo por turnos. Escucharles leer a ellas y ellos en voz alta, corrigiendo los errores que cometan. Cuidar que la lectura sea expresiva, atendiendo a la entonación y las pausas. Hablar con ellas y ellos sobre lectura y libros. Acompañar a sus hijas e hijos a las bibliotecas y librerías.

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FUENTES

FAMILIA Y LECTURA

La familia también cuenta. Animar a leer en casa: 12 pasos. Belén Lucas. Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, Servicio de Bibliotecas. Bilbao.

Familia y lectura. Centro de Recursos para la Enseñanza y el Aprendizaje. Consejería de Educación, Junta de Andalucía.


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Documento elaborado para el 23 de abril de 2010, celebración del Día del Libro.

Ángel Caminero López de Lerma [Magister ceperrensis, sub. librarian ridibundus (CEJA)] [Librarian scholae ceperrensis, sub. ridente (PLYBES)] http://bibliogtecacpraf.blogspot.com librarianscholaeceperrensis@gmail.com

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