Guías Alimentarias pala la Población Guatemalteca de Dos Años

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Módulo IV

GUÍAS ALIMENTARIAS PARA LA POBLACIÓN GUATEMALTECA MENOR DE DOS AÑOS I. INTRODUCCIÓN El estado nutricional de la población guatemalteca menor de dos años es afectado por malas prácticas en la alimentación y especialmente de lactancia materna. La leche materna es el principal alimento en el primer año de vida y sigue siendo una fuente complementaria de nutrientes por lo menos hasta los dos años.

II. ALIMENTACIÓN DE 0 A 6 MESES A. Aspectos anatómicos El pecho es una glándula secretoria compuesta de las siguientes partes: 1. Tejido glandular, que produce y transporta la leche (alvéolos, senos y conductos lactíferos) 2. Tejido conectivo, que sostiene el pecho. 3. Sangre, que nutre el tejido del pecho y provee los nutrientes indispensables para la producción de la leche 4. Linfa, que elimina los deshechos 5. Nervios, que hacen que el pecho sea sensible al estímulo de la succión 6. Tejido adiposo, provee protección al pecho contra lesiones

La Comisión Nacional de Guías Alimentarias para la población guatemalteca menor de dos años, tomó en cuenta el perfil epidemiológico de la niñez guatemalteca, así como también los alimentos disponibles y que son aceptados culturalmente por las familias guatemaltecas, para ser incluidos en las guías la alimentación. Las guías alimentarias para la población guatemalteca menor de dos años tienen los objetivos siguientes: z Promover la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida z Alimentación complementaria adecuada de seis a doce meses z Promover la prolongación de la lactancia materna complementaria de los 12 a los 24 meses o más. 2

Cuando el bebé succiona del pecho, del pezón salen impulsos sensoriales que van al cerebro, en respuesta al estímulo, la parte anterior de la glándula pituitaria, secreta la prolactina, ésta va a través de la sangre hasta el pecho y hace que las células secretoras de leche produzcan el mismo. La prolactina producida permanece en la sangre cerca de 30 minutos, luego que el bebé mama, esto hace que el pecho produzca leche para la siguiente toma.


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hormonas asociadas a la prolactina que suprimen la ovulación; contribuyendo esto a demorar un nuevo embarazo, siendo también por ello necesario el amamantamiento nocturno.

2. El reflejo de bajada de la leche El reflejo de bajada de la leche o “golpe de leche” es mediado por la oxitocina, hormona que contrae las capas de músculo liso de las células que rodean los alvéolos para liberar la leche recién producida hacia el sistema de conductos lactíferos. La oxitocina es necesaria para el reflejo de eyección o expulsión de leche.

B. Aspectos fisiológicos Existen 2 mecanismos de lactancia

1. Producción de leche materna (la respuesta a la oferta y la demanda de leche materna): La producción de leche está determinada por la succión de la niña o niño, así como la extracción de la leche del seno en cada mamada. El patrón de presión y liberación que realiza la boca de la niña o niño sobre la areola de la madre estimula los nervios que van del pezón al cerebro y se libera prolactina en el torrente sanguíneo. Las células alveolares producen leche en respuesta a la liberación de prolactina cuando el bebé succiona el pecho. Por ello se dice que: “mientras más mame el bebé, mayor será la producción de leche materna”. Durante la noche hay mayor producción de prolactina, por ello es importante amamantar en este horario para mantener una producción elevada de leche Existen algunas

Durante la noche hay mayor producción de prolactina, por ello es importante amamantar en este horario para mantener una producción elevada de leche. Existen algunas hormonas asociadas a la prolactina que suprimen la ovulación; contribuyendo esto a demorar un nuevo embarazo, siendo también por ello necesarios el amamantamiento nocturno En muchas oportunidades la madre piensa que la niña o niño no está tomando suficiente leche o expresan “se queda con hambre”, por lo que se debe verificar: la forma en que la madre sostiene la niña o niño (posición) y la forma en que succiona del pecho (agarre).

a. Posición para el amamantamiento z La cabeza y el cuerpo del bebé están alineados y frente a la madre. z La nariz del bebé está frente al pezón de la madre. z El cuerpo del bebé está cerca de la madre (panza con panza). z La madre sostiene todo el cuerpo del bebé.

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A continuación se ilustran posiciones que la madre puede utilizar para proporcionar una lactancia exitosa y placentera al bebé.

Esto le ayudará a establecer el primer contacto con su niña o niño, es decir, a desarrollar una estrecha relación de amor, permitirá que las bacterias no dañinas que se encuentran en la piel de la madre, la/lo protejan a la niña o niño contra las bacterias dañinas que se encuentran en el ambiente o en otras personas y además se propiciará que reciba la primera leche o calostro. El apego inmediato facilita la producción de leche y ayuda a que el útero vuelva a su tamaño normal.

b. Buen agarre z La barbilla toca el pecho o está muy próximo a tocarlo z La boca del bebé está bien abierta z El labio inferior está esta evertido (hacia afuera) z La areola es más visible por arriba de la boca del bebé que por debajo. A continuación se ilustra el buen agarre recomendado para facilitar la producción de la leche materna.

Déle la primera leche o calostro que le limpia su estómago Y le protege de enfermedades.

c. Recomendaciones Aspectos nutricionales y beneficios de la lactancia materna Pida que le den a su niña o niño al nacer para que mame inmediatamente.

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El calostro es un líquido de color amarillento que contiene sustancias como proteínas y vitamina “A” que sirven para formar células y tejidos. Tiene un efecto purgativo leve, lo cual ayuda a limpiar las primeras deposiciones bastante oscuras del intestino de la niña o niño. Por su alto contenido de agentes inmunológicos se le ha denominado “la primera vacuna” y le ayudará a prevenir las infecciones. Déle sólo pecho cada vez que se lo pida ya que su estómago es pequeño y necesita comer seguido. La leche materna tiene la cantidad y calidad óptima de nutrientes que la niña o niño necesita, por esta razón su cuerpecito y


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cerebro aprovecha todos estos nutrientes. La lactancia materna no tiene horario por lo que se debe de dar cada vez que la niña o niño lo pida para satisfacer su hambre, sed y la necesidad afectiva de estar cerca de su madre. Al nacer, la capacidad gástrica el estomaguito de la niña o niño bebé es pequeña, por lo tanto se satisface rápidamente y necesita por tanto se llena rápidamente y necesita mamar seguido; conforme crece el niño/a también va creciendo su estomaguito y las necesidades nutricionales son mayores. Déle de los dos pechos en cada mamada para tener bastante leche. La succión frecuente y el vaciamiento de los pechos son indispensables para una producción suficiente y adecuada de la leche materna. Permitir que la niña o niño el o la bebé mame Dar suficiente del primer pecho antes de cambiar al segundo cada pecho ayuda a que la madre tenga bastante leche y que la niña o niño se sienta satisfecha/o. Déle solo pecho de día y de noche durante los primeros seis meses de edad para que crezca bien. Al dar de mamar de día y de noche, se mantiene elevada la producción de leche. La leche materna contiene todo lo que la niña o niño necesita para su desarrollo y crecimiento durante los primeros seis6 meses, así también contiene agua la cual suple las cantidades de líquidos que la niña o niño requiere. Por ello la leche materna es el “único alimento” que necesita durante sus primeros 6 meses de vida.dd

d . BENEFICIOS DE DAR DE MAMAR 1. Ayuda a la madre a recuperarse más rápido después del parto. 2. Protege a la niña y al niño de enfermedades. 3. La leche materna siempre está disponible. 4. La leche materna es más limpia. 5. Ayuda a la niña y el niño a crecer sanos y felices. 6. Contribuye al desarrollo de la inteligencia de los niños y niñas 7. Está a la temperatura adecuada y no necesita tiempo ni recursos para su preparación.

III. ALIMENTACIÓN DE LA POBLACIÓN DE SEIS A OCHO MESES A partir de los seis meses del bebe se iniciará la introducción de otros alimentos diferentes a la leche materna, a esto se le denomina alimentación complementaria. El inicio de la alimentación complementaria debe hacerse a partir de los seis meses de edad, debido a que antes de esta edad el niño o niña no está preparado ni fisiológicamente, ni en su desarrollo psicomotor, para recibir otros alimentos.

A. Aspectos fisiológicos 1. Función renal El desarrollo del riñón avanza paralelamente con la maduración neuromuscular, llegando 5


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a su normalidad al sexto mes, cuando la el niño(a o niño) puede recibir una mayor carga de proteínas en la dieta sin que se altere la función normal del riñón. El lactante durante los primeros meses de edad manifiesta cierta inmadurez renal lo cual le impide concentrar con la misma eficiencia que los niños mayores o del adulto. De manera que exponer a menores de seis meses a una carga renal de solutos, representa un riesgo a corto plazo. En esta situación, la introducción de alimentos con exceso de solutos aunado a eventuales pérdidas extra-renales de agua, como sucede en la diarrea, puede ocasionar una deshidratación hipertónica con consecuencias graves en el sistema nervioso central.

2. Desarrollo de las funciones digestivas Durante los primeros 6 meses, el tracto gastrointestinal no está totalmente maduro durante los primeros seis meses para recibir la introducción de alimentos distintos a la leche materna. Esto debido a que algunas de las enzimas necesarias para la digestión y posterior absorción de proteínas, grasas y carbohidratos no están completamente desarrolladas. Por ejemplo se ha visto que el desarrollo de la enzima encargada de digerir los carbohidratos presentes en los almidones y cereales aparece desarrollada entre el sexto 4 y 6 mes. De acuerdo con estas consideraciones, la introducción de cereales en la dieta no sería recomendable antes del sexto mes de vida, como tampoco la de otros alimentos que contengan hidratos de carbono más complejos que los disacáridos. En cuanto a las grasas, es un hecho que aquella presente en la leche materna es absorbida con mayor facilidad, pues contiene una enzima que contribuye a su digestión, y aunque el recién nacido absorbe hasta el 90% de la grasa, los niveles de absorción iguales a los del adulto no se alcanzan antes de los seis meses. Adicionalmente, las sales biliares no se 6

sintetizan en cantidad suficiente, y en forma madura, antes de los seis meses de edad. Por lo tanto, es inconveniente incluir en la dieta alimentos no lácteos que contengan lípidos (grasas) de difícil absorción para el lactante. A este respecto, se sabe que la leche materna contiene lipasas que facilitan la digestión de la grasa de ésta leche por lo que esto no representa un problema para los y las bebés exclusivamente amamantados. En el caso de las proteínas, se evidencia que las enzimas responsables de su hidrólisis están presentes desde el nacimiento, incluso en prematuros, lo cual permite que la absorción de proteínas provenientes de la leche materna sea adecuada. No obstante, la inmadurez digestiva del recién nacido y durante los primeros meses, se expresa a otro nivel: la pared intestinal es excesivamente permeable y proteínas completas con pequeño peso molecular pueden pasar al torrente circulatorio, estas moléculas son capaces de originar reacciones alérgicas a determinados alimentos, siendo las más frecuentes aquellas que se presentan con la albúmina, la caseína de la leche de vaca y la avidina de la clara del huevo. Esta permeabilidad exagerada persiste hasta los seis meses de edad; incluso por la misma razón, no se recomienda introducir cítricos antes de esa edad para disminuir el riesgo de sensibilidad frente a estos alimentos, especialmente en lactantes con antecedentes familiares de alergias. Se ha mostrado que la mayoría de los lactantes alimentados con fórmulas lácteas reaccionan a proteínas extrañas. Además, que la alimentación prolongada con leche materna tiene un efecto protector a la alergia alimentaria. En general los bebes cuando las niñas y niños son alimentados al pecho materno por seis meses, presentan una incidencia menor de alergias que los alimentados con fórmulas artificiales. En familias con antecedentes de alergia a los alimentos es preferible que la madre ofrezca el pecho materno y diferir la introducción de


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alimentos hasta que el sistema inmune del bebe esté razonablemente maduro, alrededor de los seis meses. A partir de ese momento introducir un alimento nuevo a la vez, mantenerlo por una semana e iniciar con otro y así sucesivamente.

los que demostraron un ajuste social más fuerte y sólido.

3. Mecanismos de defensa Es incuestionable que las defensas de la niña o del niños, para prevenir enfermedades no son las idóneas, uno de éstas es la defensa es la barrera que ofrece el intestino, sin embargo como ésta es inmadura en los recién nacidos y durante los primeros meses, permite el paso de moléculas relativamente grandes hasta el cuarto o sexto mes de edad, facilitando la aparición de diarreas y/o alergias. Esta es otra de las razones por las cuales el inicio de la alimentación complementaria debe ser a partir del sexto mes y cumpliendo con normas estrictas de higiene, ya que un riesgo importante a corto plazo es el síndrome diarreico agudo, principalmente en sectores marginados, donde las condiciones insalubres imperantes, y la preparación de los alimentos en condiciones antihigiénicas conllevan un elevado índice de contaminación.

B. Aspectos afectivos La lactancia materna ofrece la oportunidad a la madre y su hijo(a) de establecer un vínculo afectivo que provee seguridad al bebé, y tranquilidad a la madre. Darle el pecho es ofrecerle salvaguardia a las dificultades y peligros que pueden devenir en el desarrollo de éste bebé para transitar hacia una niñez y adolescencia con defensas y bases sólidas donde sustentar una personalidad íntegra. Resultados de estudios muestran que las niñas y niños amamantados por más tiempo fueron

Sin embargo, a partir de los seis meses, el niño(a) empieza a querer explorar el mundo a su alrededor. Esta actitud a la vez mediada por su desarrollo neuromuscular que le permite sentarse sin apoyo y posteriormente ponerse de pie, lo prepara para ser cada día más autónomo sin dejar de necesitar el calor y protección de la madre. Por tal razón, la introducción de alimentos complementarios a la lactancia materna a partir de esta edad, se convierte en la ocasión para comenzar a darle independencia mientras continúa sintiendo la seguridad de los brazos y el pecho de la madre, en varios momentos del día, para que en una forma gradual transite hacia la autonomía a partir de los dos años, cuando logre el manejo de sus capacidades de locomoción y lenguaje. Desde el punto de vista biológico y nutricional, la edad necesaria y óptima para la introducción de otros alimentos (alimentación complementaria), se ubica, alrededor de los seis meses de edad. En ese momento el aparato renal y digestivo del niño ya habría adquirido la capacidad de tolerar, digerir y absorber alimentos diferentes de la leche, además de que sus capacidades neuro7


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motoras lo hacen apto para ingerir y deglutir alimentos en cuchara.

C. Aspectos nutricionales A partir de los seis meses las necesidades nutricionales de los niños y niñas aumentan y la leche materna va dejando de ser suficiente para satisfacerlas; ello no significa que la leche haya perdido sus propiedades sino que la cantidad no basta. La leche materna debe continuar siendo el alimento fundamental durante el primera año de vida y sigue siendo una fuente importante de nutrientes durante el segundo año. Sin embargo, debe complementarse con otro tipo de alimentos. Durante ese período de crecimiento tan acelerado, las necesidades de nutrientes aumentan rápidamente. Al mismo tiempo, la secreción láctea de la madre, aún en su momento óptimo, no supera los 700-800 mL/ día. En los primeros tres o seis meses de edad, esta cantidad alcanza para cubrir las necesidades energéticas de la niña o niño. Pero a medida que el lactante aumenta de peso, incrementa su actividad y duerme menos, entonces el volumen total de leche materna puede ser insuficiente para mantener un ritmo de crecimiento óptimo. Si en ese momento no se incorporan a la dieta adicionales fuentes de energía, el bebe corre el riesgo de recurrir a sus tejidos de reserva para satisfacer sus necesidades. Es posible, en ese caso, que la curva de crecimiento normal hasta entonces, se detenga o incluso descienda. El hierro es otro nutriente que debemos considerar durante la etapa del lactante. Durante la vida intrauterina, la madre provee de hierro al feto a través de la placenta, de este modo el recién nacido forma reservas de hierro que aunadas al hierro de muy alta calidad que le proporcionará la leche materna le permitirán mantener niveles adecuados de este mineral hasta alrededor del sexto 6to mes. La concentración de hierro en la leche humana es de alrededor de 0.5 mg/L. Si se calcula que un lactante adquiere 8

esta cantidad de la leche materna y se absorbiera 50% del hierro presente en esta secreción humana, sólo dispondría de 0.25 mg/día. Esta cantidad es bastante menor que el requerimiento estimado para el hierro absorbido de 0.6 a 0.7 mg/día. Así que es necesario introducir alimentos fuentes de este mineral a partir del sexto mes de edad para cubrir las demandas del crecimiento y desarrollo.

D. Recomendaciones de alimentación de la población de seis a ocho meses Cuando cumpla seis meses, primero déle pecho y luego los otros alimentos para que siga creciendo bien La leche materna es el alimento principal durante los primeros dos años de la vida de la niña o del niño, mientras que la alimentación complementaria nos ayuda a integrarlo en forma progresiva a la dieta familiar. Por tal razón el introducir alimentos no quiere decir que estos sustituyan a la leche materna. Debe insistirse en que los alimentos no reemplacen mamadas, sino que se agreguen nuevos. Ejemplo después de darle de mamar, probar a darle una cucharadita de cereal espeso o puré de vegetal o fruta. Si el bebe se duerme en el pecho, probar a darle primero de un pecho y cuando aún no está del todo satisfecho ofrecerle comida a y continuar con el pecho. Poco a poco se orientará la rutina, sin embargo, lo importante para la madre es tener en cuenta que no debe reducir el número de mamadas al día.


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Además del pecho déle alimentos machacados como: tortillas, friíjol, yema de huevo, pollo, verduras, frutas y hierbas para que aprenda a comer. Al ir creciendo su niña o niño va necesitando más nutrientes dentro de su cuerpo. A los seis meses de edad le comienzan a brotar los dientes, se sienta con apoyo y esto es señal de que puede recibir además de la leche materna, otros alimentos machacados. Durante las primeras semanas de alimentación complementaria se recomiendan los cereales ricos en hidratos de carbono. Como cereal se puede usar la masa de la tortilla (nixtamal) mezclado con leche materna, otros cereales como el arroz. De especial importancia es la incaparina, la cual es un alimento de gran valor nutritivo y económico.

Las hierbas como el chipilin, hierbamora, quilete, berros, espinacas, acelgas, etc; éstos son alimentos ricos en vitaminas del complejo B y hierro. Y pueden ofrecerse cocidas y pasadas por un colador. Así también, puede iniciarse con frutas como banano, mango, papaya, melón, etc.

Luego, podrían incluirse las leguminosas como frijol, habas, garbanzo, arvejas molidas y coladas. Después, se recomienda introducir la yema de huevo o pollo cocido, ya que éstos contienen cantidades de hierro adecuadas e importantes para la nutrición de la niña o niño, con éstos se pretende evitar problemas de anemia, además son ricos en proteínas, grasas, vitaminas y minerales Los anteriores alimentos pueden suavizarse con leche materna y gotas de aceite. (Nótese que se habla de la yema parte amarilla del huevo-. La clara deberá ofrecerse mas tarde, cerca del año, ya que es un alimento altamente alergénico).

Un poco más adelante, a partir de los siete meses, podrían incluirse las leguminosas como frijol, habas, garbanzo, arvejas molidas y coladas, carnes magras (pollo, res, ternera, pescado), molidas, alimentos estos muy ricos en proteínas de buena calidad, vitaminas del complejo B y hierro.

Paulatinamente se pueden introducir las verduras cocidas como zanahoria, papa, guicoy, guisquil, perulero, brócoli, en papillas.

Siempre debe introducirse un solo alimento por vez y no una mezcla de ellos. Esto permite valorar su aceptación y tolerancia.

Al principio los alimentos anteriores se ofrecen en una cantidades pequeñas, dos o tres cucharaditas. Si la niña o niño manifiesta el deseo de mayores cantidades de éstos, puede incrementarse progresivamente la cantidad. Por el contrario, si no termina con agrado todo el alimento que se preparó, no debe forzarse. El uso de cuchara, las nuevas consistencias y sabores requieren de tiempo y familiarización.

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La cantidad de cada alimento ofrecido se incrementa lentamente: desde una cucharadita hasta cuatro a ocho cucharaditas por ración. Igualmente la consistencia puede ir variando de puré suave a mezclas con consistencia máas gruesa al final de los ocho meses. NO ES ACONSEJABLE dar preparaciones muy líquidas o llenar el estóomago del bebé con jugos, caldos o sopas de poco valor nutritivo.

soya y otras leguminos de grano seco ( habas, garbanzos, lentejas, arvejas secas). Se sugiere usar al final de los seis meses, mezclas de: Cereal Maíz (masa de tortilla nixtamalizada) Arroz Maíz Arroz Maíz

Leguminosa

Frijol Habas Frijol Blanco Garbanzos Frijol rojo

Estas mezclas deben prepararse con tres partes de maíz o cereal y 1 parte de frijol u otra leguminosa y una parte del alimento de origen animal ( yema de huevo o pollo). Déle alimentos machacados como tortilla con frijol, masa cocida con frijol, arroz con frijol, pan con fríjol porque le fortalecen. Después de haber iniciado a probar diferentes tipos de alimentos durante el sexto mes, se debe comenzar con mezclas de estos alimentos, para mejorar la calidad de la proteína, y favorecer la absorción de los nutrientes. Los resultados de muchos estudios han mostrado que los cereales y las leguminosas se complementan nutritivamente entre sí. Mediante estos estudios se llegó a la conclusión de que la mejor manera en que las proteínas de los frijoles o de las leguminosas complementan a las proteínas del maíz es en una proporción de 30 partes de frijoles o leguminosas por 70 partes de maíz (1 a 3). Esta complementariedad se halla asimismo entre el maíz y otros cereales (arroz, trigo, avena) y el frijol rojo o negro o rojo o blanco, 10

Ejemplo: 3 cucharaditas de tortilla deshecha + 1 cucharadita de frijol molido + 1 cucharadita de queso yema de huevo deshecho todo mezclado en una sola preparación. Otras mezclas pueden ser, por ejemplo: Maíz - frijol rojo - queso Arroz - frijol blanco - yema de huevo Puré de - frijol negro - pollo molido tortilla Las mezclas anteriores pueden hacerse aún más completas si se les agregan hojas verdes (bledo, quilete, acelga, espinaca y otras) cocinadas al vapor y pasadas por un colador o tamiz (bledo, quilete, acelga, espinaca y otras). Otras mezclas vegetales recomendadas son la incaparina o bienestarina en atol, a los cuales se les puede agregar una cucharadita de aceite para aumentar la energia del mismo.


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Es importante recordar que los purés o papillas deben prepararse con el frijol molido o colado y NO con el caldo, ya que éste no contiene nutrientes. Agregue aceite a los alimentos machacados porque les gusta y les da energía El estómago del niño o niña es pequeño y a veces la cantidad total que es capaz de ingerir no alcanza a llenar las cantidades de energía requeridas. Para lograr un aporte óptimo de energía, y evitar que las proteínas se utilicen para cumplir una función calórica, es necesario asegurar una densidad calórica mayor en la comida. Esto quiere decir que en poca cantidad haya una concentración mayor de energía. Para lograr aumentar la densidad calórica (aumentar el aporte de energía, sin necesidad de aumentar el volumen), es aconsejable agregar pequeñas cantidades de grasa a las preparaciones. De manera que a los purés, atoles, o papillas, deberá adicionarse una cucharadita o gotas de aceite, mantequilla o crema de leche.

de mantenerse sentado, es recomendable que la madre se siente frente a una mesa donde haya colocado el plato con el alimento y la cuchara, siente a su hijo sobre sus piernas y le permita recargarse contra su brazo izquierdo. La cuchara, ya cargada con el alimento, se acerca a la boca de la niña o niño a una altura que pueda seguirla con los ojos. Se introduce el alimento suavemente, sin forzarle para que abra la boca. Se espera a que trague perfectamente y se inicia una nueva cucharadita o se interrumpe si muestra resistencia a continuar alimentándose. Esta nueva experiencia es vivida por la niña o niño en estrecho contacto físico con su madre y en una forma compleja en que se integran estímulos afectivos, táctiles, sonoros, visuales y gustativos. Hacia los siete u ocho meses, la niña o niño intenta tomar los alimentos con su mano, y también con la cuchara. Esta iniciativa representa el inicio de la autonomía en la alimentación y es conveniente respetar y estimular esos intentos. De este modo, alrededor del año de edad será capaz de alimentarse adecuadamente por sí solo(a). “El uso de plato y cuchara para alimentar a los niños y niñas permite tener una idea clara de la cantidad de alimento que comen. Esto no sucede cuando son alimentados del mismo plato de la madre”.

El aceite además contribuye a la absorción de las vitaminas liposolubles y proporciona nutrientes muy importantes para el cerebro. Déle los alimentos en plato o taza con cuchara. Es necesario acostumbrar a la niña o niño a comer con cuchara. Al principio, como es la primera experiencia, parece que escupe, pero es aún la presencia del reflejo de extrusión. Cuando se introducen alimentos semisólidos a un lactante que aún no es capaz

Debe empezar a darse los alimentos complementarios con cuchara, y NO ACOSTUMBRAR a la niña o niño NIÑO las pachas o biberones. Estas constituyen riesgo para la nutrición y salud de la niño(a o niño). En primer lugar se acostumbra a dar en las pachas o biberones líquidos de escaso valor nutritivo y llenar la capacidad gástrica del 11


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bebe con mucho volumen, sin mayor contenido nutricional. Por otra parte, el biberón o pacha representa la mayor fuente de contaminación, ya que no se lava adecuadamente y se le deja a la niña o niño por largos períodos de tiempo sin supervisión, sujeto a la contaminación con moscas y otro tipo de animales (cucarachas, perros, gatos, pollos, etc), polvo, suciedad, etc. Además el uso de la pacha no ayuda al correcto desarrollo de los dientes y puede ser causa en el futuro de caries o deformaciones dentales.

IV. ALIMENTACIÓN DE LA POBLACIÓN DE NUEVE A ONCE MESES

Agregue carne o hígado de pollo o de res o pescado en trocitos; porque tiene lo necesario para que continúe creciendo bien Los alimentos que se mencionaron en la etapa de seis a ocho meses deben de continuarse y a partir de los nueve se pueden introducir otros alimentos de origen animal tales como la carne de res el hígado de pollo o de res, así como pescado en trocitos. Estos alimentos son fuente de hierro y proteínas principalmente, lo que ayuda a la formación de tejidos, células, a prevenir la anemia y favorecen el crecimiento físico e intelectual de la niña o niño. Para mejorar la absorción del hierro del frijol y las hojas verdes, acompañe estas comidas con frutas o trocitos de carne o hígado de pollo o de res.

A. Recomendaciones de alimentación de la población de nueve a once meses Continue con lactancia materna y los alimentos anteriores La madre deberá seguir amamantando a su niña o niño, pero la lactancia materna no suple sus necesidades de energía, por lo que es necesario continuar con la alimentación complementaria. Déle primero la leche materna y luego los alimentos que se mencionaron en la etapa de seis a ocho meses ejemplo: tortillas, fríjol, yema de huevo, pollo, verduras, frutas y hierbas, tortilla con frijol, masa cocida con frijol, arroz con frijol, pan con frijol; con éstos alimentos se pueden realizar combinaciones en trocitos. Ejemplo: plátano + Tortilla + Arroz + Pollo +

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frijol + crema frijol + chipilín frijol + yema de huevo cocida zanahoria + tortilla o arroz

Déle de comer por lo menos tres veces al día Los alimentos se deben ofrecer como mínimo en tres comidas principales al día, y servirlos en un plato especialmente para la niña o el niño, esto permitirá un aporte de nutrientes adecuados para el crecimiento y desarrollo óptimo; algunos niños o niñas comen mejor si se les ofrece en porciones pequeñas cinco veces al día; los dos tiempos más, se le puede dar, uno, a media mañana y otro por la tarde, entre el almuerzo y la cena, por ejemplo: pan con frijoles o pan dulce o pan con pollo, también se le puede dar fruta, la que esté de temporada o la que más le guste a la niña o niño.


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V. ALIMENTACIÓN DE LA POBLACIÓN DE 12 A 24 MESES A. Recomendaciones para la alimentación de la población de 12 a 24 meses Déle de todos los alimentos que come la familia En esta etapa cambian las necesidades de la niña o niño, pasa de una alimentación a base de leche materna a ser una niña o niño que come solo y consume una dieta mixta, basada en los alimentos y preparaciones normales de su familia. La dieta familiar cubre sus necesidades nutricionales y la lactancia pasa gradualmente a ser un complemento. La alimentación familiar debe ser atractiva para la niña o niño, y lo hora de comer, un momento familiar agradable.

Déle de comer cinco veces al día de acuerdo a la olla familiar La familia debe estimular las prácticas, preparaciones y consumos adecuados basados en la olla familiar (Guías alimentarias para Guatemala: Los siete pasos para una alimentación sana, ver anexo del Módulo I).

La alimentación adecuada se reflejará en el crecimiento y desarrollo de la niña o niño, según su edad. A esta edad tienen apetito acorde a su tamaño y en general no pueden comer todo lo que necesitan sin refacciones que son parte importante de su ingesta. Se les debe ofrecer tres tiempos de comida y por lo menos dos refacciones saludables que incluyan la variedad de alimentos de la guía alimentaria, con sabores, texturas y colores distintos. Los tiempos de comida deben ser a intervalos regulares, para que la niña o niño no tenga mucha hambre, o poco apetito, además se debe procurar que no este cansado para comer. La insistencia para que se acabe la comida que se le da puede distorsionar el desarrollo natural del equilibrio entre el apetito y la saciedad u puede ser un factor para obesidad en un futuro. La hora de la comida debe ser agradable para la niña o niño y a la vez permitiría libertad de comunicación, socialización y comenzar a aceptar normas necesarias para interrelacionarse con los demás. Por lo tanto, esto constituye una labor educativa por parte de la familia, que influye en las futuras actitudes de la niña o niño. La ampliación del ambiente de la niña o niño y la curiosidad cada vez mayor sobre el mundo, coloca al alimento en un segundo lugar de importancia. Aprender a hablar le permite expresar sus gustos y desagrados, aceptaciones o rechazo y placer o molestia. La necesidad de afirmar se aplica a la alimentación pudiendo convertirse en foco de conflicto entre la niña o niño y sus padres. Las reacciones de los padres y familiares afectan las actitudes hacia la alimentación y patrones de conducta alimentaria, lo que puede establecer un patrón para el resto de la vida de la niña o niño ya que los gustos por los alimentos pueden cambiar, pero la actitud general hacia los alimentos y su significado están basados en gran parte en sus experiencias durante esta etapa de la vida. Continúe dándole pecho 13


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Durante el segundo año de vida, la leche materna sigue siendo una fuente importante de energía, proteínas, vitaminas y minerales, además de brindarle seguridad emocional y continuar protegiéndole contra muchas enfermedades. Por lo que se recomienda hacer énfasis en que primero coma de todos los alimentos y posterior a ello permitirle también el ser amamantado.

dándole una taza con tapadera especial para esta edad evitando así que se derrame la bebida. Otra forma es dejar que la niña o niño apoye su mano derecha en la mano, el puño o el antebrazo derecho de quien lo alimenta. A esta edad es común que derrame algo de comida; por esta razón no es aconsejable dejarla sola/o, es beneficioso para su desarrollo emocional el que comparta los alimentos con los demás miembros de la familia.

VI. DESARROLLO PSICOMOTOR DE LA POBLACIÓN DE CERO A VEINTICUATRO MESES En el siguiente cuadro se describe desde el nacimiento hasta los 24 meses, el desarrollo psicomotor específicamente en lo relacionado al proceso de alimentación

Déle los atoles o alimentos líquidos en taza El uso de la taza es importante ya que es más higiénica y la niña o niño inicia el aprendizaje en el control de la muñeca que es un requisito para que pueda comer solo ya que debe llevarla a la boca en posición horizontal y luego inclinarla, logrando esta habilidad entre los 12 y 18 meses de edad. Se le puede ayudar

EDAD 0 a 5 meses

Para el inicio de la alimentación complementaria es necesario que se cumplan ciertos requisitos. Uno de éstos es el desarrollo del sistema nervioso y muscular de la niña o niño, el cual nos indica en gran medida cuando esta listo para recibir otros alimentos diferentes a la leche.

DESARROLLO PSICOMOTOR •

Reflejo de búsqueda.

Reflejo de succión.

Reflejo de deglución.

Reflejo de extrusión: empuja hacia fuera todo alimento semisólido colocado en la parte anterior a la lengua.

Sostiene la cabeza cuando se le coloca en posición semisentada.

Coordinación entre músculos de labios y mandíbulas

Aumenta la capacidad de sensaciones de temperatura, sabor y consistencia.

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mejoran.


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EDAD 6 a 8 meses

DESARROLLO PSICOMOTOR •

Desde los seis meses la niña o niño controla ya su mandíbula y la lengua.

Los dientes comienzan a brotar.

Posee movimientos masticatorios verticales; no puede moler.

Expresa deseo de alimento abriendo la boca e inclinándose hacia delante

Inicia movimientos rítmicos de masticación, los que se desarrollan a lo largo del segundo semestre, para

prepararlo a comer de todo al

cumplir un año. •

Cierra bien la boca a los ocho meses y puede tomar de una taza con ayuda.

8 a 11 meses

Maneja alimentos sólidos

Se lleva a la boca la cuchara por si solo.

Agarra solo la taza de doble asa sin ayuda

Se sienta erecto sin apoyo y posee buen control de la cabeza

Posee movimientos de la lengua independientes de las mandíbulas; lateralización de la lengua dentro de la boca; puede mover la comida de una mejilla a la otra.

Alcanza la cuchara para sostener, jugar o mover la comida, pero por lo general no se lleva la comida a la boca

12 a 24 meses

Pone los dedos en la comida del plato

Puede sostener el vaso con poca cantidad de líquido

Puede llevar una cuchara con comida a la boca

Puede ser común que derrame algo de comida

Vocaliza para apurar que lo alimenten

Juega con los platos y cubiertos

Muerde bien los alimentos enteros

Utiliza la cuchara, vaso, taza y plato

Tira la comida cuando está lleno

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Cuando el niño o niña se encuentra satisfecho, puede demostrar su desinterés por el alimento impulsándose hacia atrás y volteando a un lado la cabeza. De este modo participa activamente en la nueva experiencia de la alimentación y no ingiere en forma indiscriminada los alimentos que se le introducen a la boca, permitiendo conocer cuando ha saciado su hambre, lo cual evita que sea sobrealimentado por su madre o encargado. La inmadurez neuromuscular puede ser un factor asociado a problemas de la deglución. Los lactantes que reciben alimentación complementaria antes del tercer mes pueden presentar accesos de tos al momento de ser alimentados y en ocasiones se observan signos de dificultad respiratoria como sucede cuando una pequeña fracción de papilla deglutida alcanza la glotis de la niña o niño. En resumen, desde le punto de vista del desarrollo neuromotor del lactante, la edad optima para iniciar la introducción de alimentos (alimentación complemetaria) se sitúa alrededor de los seis meses de edad.

VII. RECOMENDACIONES PARA LA PREPARACIÓN E HIGIENE DE LOS ALIMENTOS A. Preparación de alimentos 1. Los alimentos deben prepararse sin adición de sal, azúcar, ni saborizantes salados o dulces. Los alimentos o preparaciones dulces no son recomendables hasta que haya comido otros platillos ya que pueden provocar sensación de saciedad temprana, tampoco se deben utilizar como recompensa. Las niñas o niños tienden a rechazar los alimentos muy cocidos. 2. Debe tenerse presente que al iniciar la alimentación complementaria es frecuente encontrar rechazo inicial a

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nuevos sabores, nuevas texturas, nuevos olores o temperaturas, por lo que debe reiterarse el ofrecimiento en dos o tres oportunidades en días distintos, si el rechazo persiste debe suspenderse temporalmente y se debe intentar nuevamente en forma progresiva. 3. La temperatura ideal del alimento es de más o menos 37oC (temperatura corporal). No es conveniente enfriar el alimento delante de la niña o niño. La espera y las manifestaciones de riesgo a quemarse producen ansiedad y temor. 4. Es recomendable que el alimento sea dado siempre en el mismo lugar, por la misma persona, en un entorno agradable y tranquilo, usando utensilios que la niña o niño identifique como propios, ya que las rutinas le ayudan a organizar sus patrones de interacción social. 5. Es preferible usar purés y papillas preparados en casa que los alimentos industrializados, ya que estos, además de ser caros, tienen menor valor nutritivo.

B. Higiene de los alimentos 1. La persona que prepara los alimentos debe lavarse las manos y lavar los utensilios. 2. Lavar bien las verduras y frutas en agua limpia, de la que usa para beber. 3. Utilizar el agua de cocción de los alimentos para preparar los purés o papillas y de esta forma aprovechar las vitaminas y minerales que contienen. 4. Utilizar poco agua para cocinar las verduras cuando esto sea necesario.

VIII. RECOMENDACIONES PARA LA MADRE TRABAJADORA A. Trabajo y lactancia La madre trabajadora en período de lactancia necesita considerar diferentes opciones que le permitan pasar más tiempo con su niño o niña y faciliten la lactancia.


CADENA

z Trabajar en casa, o dividir su tiempo entre la casa y el lugar de trabajo z Trabajo compartido entre dos personas z Tiempo flexible que le permita adaptar sus horas de trabajo a las necesidades de su niña o niño z Trabajo de medio tiempo z Llevar al niño o niña consigo para tenerlo cerca y poder amamantarlo z Guardería en el trabajo que le permita ver a su niña o niño a intervalos regulares z Que le lleven al niño o niña durante los descansos u horas de comida (si quien lo cuida esta cerca del lugar de trabajo) z Salir en los momentos de descanso o de comida a amamantar al bebé (si vive cerca del lugar de trabajo) La madre que va a separarse de su niña o niño por razones de trabajo también puede aprovechar los beneficios de la leche materna extrayendo su leche para que se la proporcionen a su niña o niño. La leche materna puede ser extraída utilizando extractores manuales tipo émbolo o extractores eléctricos. Una forma muy práctica es la extracción manual. A continuación se describe la técnica de extracción manual: Cómo sacarse la leche (ordeñarse)

Siguiendo el borde de la areola, colocar los dedos en otro sitio de la misma y repetir los movimientos, empujar y presionar, empujar y presionar...

Recoger la leche en un recipiente limpio. El sacarse la leche toma unos 20 minutos. En cuanto a la conservación de la leche extraída existen variedad de estudios con diferentes rangos de duración, la mayoría coincide en que la leche materna se conserva bien bajo las siguientes condiciones de almacenamiento. 8

horas a temperatura ambiente

12

horas a temperatura ambiente si se coloca en una hielera o se envuelve en un paño limpio y mojado

3-5

días en refrigeración

2

semanas congelada

La leche extraída debe guardarse en recipientes tapados y rotulados con la fecha y hora de extracción.

Con las manos limpias, colocar en forma de C los dedos pulgar, indice y medio, dos dedos alrededor de la areola Presionar los senos lactíferos con las yemas de los dedos y empujar hacia adentro rítmicamente.

Para proporcionársela a la niña o niño, la leche se entibia en baño de María, nunca a fuego directo ni en el microondas porque se dañan sus componentes inmunológicos y nutricionales. La leche extraida se puede dar a la niña o niño en vasito o taza o en cucharaditas.

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Módulo IV

IX. GLOSARIO Lactancia materna: práctica que realiza una mujer a través de la cual brinda leche materna a un niño o niña Lactancia materna exclusiva (amamantamiento exclusivo): significa que la niña o niño recibe únicamente leche materna, no se le da ningún otro alimento o bebida incluyendo agua. (La norma nacional para Guatemala es brindar lactancia materna exclusiva hasta los seis meses cumplidos) Alimentación complementaria oportuna: significa que el niño o niña se le dan otros alimentos, además de la leche materna, cuando cumple los seis meses. Calostro: líquido amarillento que contiene más anticuerpos, proteínas anti-infecciosas y más células blancas (leucocitos) que la leche madura; además constituye la primera vacuna natural de la niña o niño contra muchas de las infecciones que encontrará después de nacer. Tiene un efecto purgativo leve, lo cual ayuda a limpiar el meconio del intestino de la niña o niño. Esta acción saca la bilirrubina del intestino, ayudando así a prevenir la ictericia. Meconio: es la primera deposición de color oscuro de la niña o niño.

X. BIBLIOGRAFÍA A. Guías de alimentación para Venezuela del niño menor de 6 años. Manual para hogares y multihogares de cuidado diario. Venezuela B. Normas de alimentación del niño de 2 años. MINSAL. Chile. 2000 C. Guía de Orientación Alimentaria. México D. MISAL. Normas de alimentación del niño de dos años. Chile. 2000 E. Mohrbacher, N., Stock, J. 2002. Lactancia 18

Materna: libro de respuestas. Edición revisada. F. Riordan, J; Auerbach, K. Breastfeeding and Human Lactation. Second edition. 1999. G. Comisión de Guías alimentarias para la población guatemalteca menor de dos años. H. Guías alimentarias para Guatemala. Los siete pasos para una alimentación sana. Guatemala. 1996 I . OPS/OMS/UNICEF. Consejería en lactancia materna. Curso de capacitación. Edición revisada. 1998

XI. ANEXOS

Anexo 1 Guías Alimentarias para Guatemala Los siete pasos para una alimentación sana 1. Incluya en todos los tiempos de comida granos, cereales o papas, porque alimentan, son económicos y sabrosos. 2. Coma todos los días hierbas o verduras porque benefician a su organismo 3. Todos los días coma fruta, cualquiera que sea, porque son sanas, digestivas y alimenticias. 4. Si come todos los días tortillas y frijoles, por cada tortilla coma una cucharada de frijol para que ésta sea más sustanciosa.


CADENA

5. Coma por lo menos dos veces por semana un huevo o un pedazo de queso o un vaso de leche para complementar su alimentación. 6. Al menos una vez por semana, coma un pedazo de hígado o de carne para fortalecer su organismo. 7. Para mantenerse sano, coma variado, como se indica en la olla familiar.

Créditos Tomado de: Guías Alimentarias para la población Guatemalteca Menor de Dos Años. Comisión de Guías Alimentarias para la Población Guatemalteca Menor de Dos Años. Alimento y Amor. Para los Niños y Niñas Pequeños, lo Mejor. Publicado por: Programa de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Ministerio de Salud Pública y Programa Mundial de Alimentos. Guatemala, 2003.

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