Las técnicas de síntesis y memorización de los contenidos de estudio no serán las mismas en todos los casos. El tipo de examen propuesto en cada materia condiciona en gran medida su preparación. Veamos, en cada caso, las orientaciones básicas que debemos considerar
A la hora de estudiar una materia que va a ser evaluada mediante un examen tipo test, se recomienda la lectura y elaboración de esquemas o resúmenes con mucha precisión, es decir, incluyendo los detalles, pues a menudo son objeto de preguntas.
No hay que dejar de analizar ejemplos de exámenes de convocatorias anteriores, para ver el tipo de cuestiones que suelen presentar.
Prestar mucha atenciรณn a las instrucciones generales, teniendo claro el tiempo de que disponemos, si penalizan las respuestas equivocadas y la forma de responder y de borrar en caso de error.
A lo largo del examen, debemos actuar con orden, controlando el tiempo
Leer con atención el enunciado, teniendo claro qué nos piden.
Anticipar mentalmente una respuesta antes de leer las alternativas Leer bien todas las alternativas de respuesta: no se trata de marcar la primera que nos pueda parecer buena; se trata de encontrar la mejor.
Si la respuesta mental que habíamos anticipado no se corresponde con ninguna de las que nos ofrecen, debemos actuar por exclusión, eliminando las que con seguridad son incorrectas.
Si dudamos entre dos, nos decidiremos por la que consideremos más acertada, prestando la máxima atención a las palabras clave y a los adverbios y locuciones adverbiales (siempre, nunca, a veces, mucho, poco, nada, todos, algunos, ninguno, etc.). En una primera lectura, hay que constatar las preguntas que sabemos con seguridad, las que nos resultan fáciles, sin pararnos ante una pregunta difícil. Debemos controlar el tiempo: si este nos falta, es preferible que lo empleemos en las preguntas más difíciles y dudosas que en las que podríamos haber contestado bien con seguridad. Después nos iremos deteniendo en las preguntas que presenten más dificultad.
Si se valoran negativamente las respuestas erróneas, hay que adoptar la estrategia de dejar en blanco las preguntas que nos resultan totalmente desconocidas o que presenten serias dudas. Generalmente, sólo hay una alternativa de respuesta correcta para cada pregunta; por tanto, nunca hay que señalar más de una, salvo que en el enunciado se especifique que pueda haber más de una correcta. Muchas veces hay que marcar las respuestas en hoja de respuestas aparte, también denominada hoja de lectura óptica. Habrá que tener cuidado de marcar de modo que coincida el número de la pregunta con el número de la respuesta. Si respondemos las preguntas de forma salteada es más fácil equivocarse.
Evita sacar conclusiones apresuradas acerca de lo que crees que el Ătem pregunta.
Suelen ser incorrectas las opciones:
Que tienen un estilo muy diferente de las demás opciones Que no concuerdan gramaticalmente con el enunciado Que no son del área o tópico de la pregunta, pero tienen que ver con otra área de la asignatura.
Subraya los tĂŠrminos clave y las palabras que aporten pistas.
Cuando te encuentres con tĂŠrminos tradĂşcelos a tus propias palabras
ambiguos
ยกNo intente adivinar demasiado deprisa!
Debes de seleccionar una alternativa no sólo técnicamente correcta, sino la más correcta. Alternativas como “todas las anteriores” o “ninguna de las anteriores” son muy inclusivas y tienden a ser más veces correctas que incorrectas.
Ten cuidado con alternativas que incluyan términos como “nunca”, “siempre”, “garantiza”, “asegura”. Tales palabras son bastante restrictivas y muy difíciles de defender en caso de ser elegidas. En la mayoría de las ocasiones son alternativas incorrectas.
Ten cuidado con las opciones demasiado largas o que incorporen “jerga” (terminología informal o no científica). Suelen ser utilizadas como señuelos o trampas.
Estáte pendiente de pistas procedentes de la gramática. La respuesta correcta al enunciado de un ítem que acaba en preposición o conjunción (ej. “en”, “a”) suele empezar por un artículo
ANSIEDAD ANTE L0S EXÁMENES ¿Por qué se produce? A veces se debe a una experiencia anterior Otras veces la ansiedad viene provocada por la inseguridad que provoca el saber que la preparación no ha sido la adecuada.
En otras ocasiones la ansiedad se produce por las consecuencias que se derivan de no obtener una buena calificación. …
Para afrontar un examen hay que trabajar en cuatro frentes: 1. Adoptar unos hábitos de vida saludables, sobre todo en época de exámenes. 2. Tener una técnica eficaz en el estudio. 3. Tener la motivación suficiente. 4. Realizar una preparación mental. • Respiración. • Relajación.
La ansiedad, tiene que ver con la manera en que cada alumno valora o interpreta la situación a la que se ve sometido. “la ansiedad no viene provocada por un examen en sí, sino por las consecuencias que cada alumno deriva de ello”.
El estrés no es otra cosa que energía que nos ayuda a ponernos en marcha. el estrés regulado y adecuado contribuye positivamente a la concentración, a la potencia física.
En algunas ocasiones, la ansiedad deja de ser adaptativa y acaba provocando muchas molestias, desasosiego y sufrimiento. “En este caso se convierte en un inhibidor del rendimiento, entorpeciendo la capacidad de atención y concentración”, comenta la psicóloga.
A POR EL ÉXITO!!