Iglesia de Santiago, familia de Dios misionera y misericordiosa

Page 1

20 años

2017

10 años

50 años

VIII Sínodo

30 años




ACENTUACIONES PASTORALES 2009

• Discípulos misioneros de Jesucristo al servicio de la Vida

2010

• Chile, una mesa para todos

2011

• La Misión Continental en el año de la Comunión Misionera

2012

• Señor, aumenta nuestra fe para crecer como tus discípulos misioneros.

2013

• Iglesia en Misión, Chile una mesa para todos, en el año de la renovación parroquial y de la misión joven

2014

• La fe se fortalece dándola

2015

• Remen mar adentro

2016

• Misericordiosos como el Padre




2017


X SÍNODO


El Pรกrroco es un

SERVIDOR


Servidor de la Iglesia MISTERIO 4 Mediaciones


El Anuncio Hemos recibido del SeĂąor Jesucristo la hermosa tarea que es la de ser continuadores suyos en la construcciĂłn, en la venida del Reino de Dios


La Comunión Misionera El Reino de Dios se vive en comunidad, en la compañía y con la ayuda de tantos


La Liturgia El Reino que se celebra en la acción litúrgica en la que el Señor Jesucristo, ejerciendo su sacerdocio, comunica la salvación.


El Servicio La Iglesia que celebra el Reino en la liturgia, también lo hace presente en la diaconía, cuando se pone al servicio de los más necesitados. La Iglesia, como Jesús, es servidora



Presbítero, imagen del Buen Pastor, llamado a ser hombre de Misericordia

El presbítero, a imagen del Buen Pastor, está llamado a ser hombre de la misericordia y la compasión, cercano a su pueblo y servidor de todos, particularmente de los que sufren grandes necesidades. La caridad pastoral, fuente de la espiritualidad sacerdotal, anima y unifica su vida y ministerio. Consciente de sus limitaciones, valora la pastoral orgánica y se inserta con gusto en su Presbiterio. D.A.198


El Párroco animador del método misionero Mirar con los ojos de Jesús

Discernir según el Espíritu

Planificar según la realidad discernida

Actuar con misericordia

Evaluar lo que se hace


Método Misionero • Mirar con los ojos de Jesús, es decir, mirar y

escuchar desde la misericordia como el samaritano, que es Jesús mismo, que encarna la actitud del Padre que es ternura, acogida, invitación a ponernos de pie, y que de manera permanente, sale a nuestro encuentro. Nuestra mirada de las personas y de la realidad que nos rodea trasciende el sólo mirar humano: es la mirada de Jesús, que nos revela la ternura del Padre. Esta actitud de interés y escucha es un desafío para cada cristiano y para la Iglesia, y un signo para la sociedad.


Método Misionero

• Discernir según el Espíritu:

El Papa Francisco ha invitado a “estudiar los signos de los tiempos”, en perspectiva de “discernimiento evangélico”. Esto supone disposición para examinar la realidad que nos rodea, a la luz del Evangelio y del Espíritu que lo anima. Nuestra mirada es una mirada que discierne a la luz de la Palabra, que se deja alimentar y conducir por la voz del Señor. Nuestras ideas y “genialidades” pastorales son buenas en la medida que reflejen el Evangelio.


Método Misionero • Planificar según la realidad discernida: Cuando planificamos, transformamos el discernimiento comunitario según el Espíritu, en un plan que orienta nuestra acción misionera. Por eso, la planificación debe ser realista, clara y concreta, definiendo lo que nos proponemos hacer, quiénes lo harán y cómo se hará. Planificar requiere mirar el futuro con realismo, pero también con mucha esperanza, confiados en que el Señor nos acompaña..


Método Misionero • Actuar con misericordia: El año jubilar de la

Misericordia nos ha insistido en la actitud evangélica de acoger a todos, particularmente a los que están en las periferias geográficas y existenciales, a los olvidados y excluidos. Un actuar desde el amor misericordioso del Padre, que acoge, se manifiesta en una Iglesia en salida, que no excluye a nadie, que sabe “primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar”.


Método Misionero • Evaluar lo que se hace: Acción que valora los

logros, analiza las dificultades, mide el impacto de la acción pastoral y decide por dónde continuar el camino. La comunidad misionera dialoga sobre lo que realiza, se pregunta cómo va haciendo camino para ser más y mejores anunciadores de la Buena Nueva. Sistematizar nuestras buenas prácticas y compartirlas con otras comunidades, nos ayuda a crecer como misioneros.


El Pueblo de Dios siente la necesidad de presbíteros-discípulos: que tengan una profunda experiencia de Dios, configurados con el corazón del Buen Pastor, dóciles a las mociones del Espíritu, que se nutran de la Palabra de Dios, de la Eucaristía y de la oración; de presbíteros-misioneros; movidos por la caridad pastoral: que los lleve a cuidar del rebaño a ellos confiados y a buscar a los más alejados predicando la Palabra de Dios, siempre en profunda comunión con su Obispo, los presbíteros, diáconos, religiosos, religiosas y laicos; de presbíteros-servidores de la vida: que estén atentos a las necesidades de los más pobres, comprometidos en la defensa de los derechos de los más débiles y promotores de la cultura de la solidaridad. También de presbíteros llenos de misericordia, disponibles para administrar el sacramento de la reconciliación. D.A. 199


Auténtico discípulo de Cristo Ardoroso misionero que busca a los alejados La renovación de la parroquia exige actitudes nuevas en los párrocos y en los sacerdotes que están al servicio de ella. La primera exigencia es que el párroco sea un auténtico discípulo de Jesucristo, porque sólo un sacerdote enamorado del Señor puede renovar una parroquia. Pero, al mismo tiempo, debe ser un ardoroso misionero que vive el constante anhelo de buscar a los alejados y no se contenta con la simple administración. D.A.201


Párroco, ANIMADOR de la DIVERSIDAD MISIONERA Pero, sin duda, no basta la entrega generosa del sacerdote y de las comunidades de religiosos. Se requiere que todos los laicos se sientan corresponsables en la formación de los discípulos y en la misión. Esto supone que los párrocos sean promotores y animadores de la diversidad misionera y que dediquen tiempo generosamente al sacramento de la reconciliación. Una parroquia renovada multiplica las personas que prestan servicios y acrecienta los ministerios. Igualmente, en este campo, se requiere imaginación para encontrar respuesta a los muchos y siempre cambiantes desafíos que plantea la realidad, exigiendo nuevos servicios y ministerios. La integración de todos ellos en la unidad de un único proyecto evangelizador es esencial para asegurar una comunión misionera. D.A.202


Parroquia comunidad de Discípulos misioneros que superan cualquier burocracia Una parroquia, comunidad de discípulos misioneros, requiere organismos que superen cualquier clase de burocracia. Los Consejos Pastorales Parroquiales tendrán que estar formados por discípulos misioneros constantemente preocupados por llegar a todos. El Consejo de Asuntos Económicos, junto a toda la comunidad parroquial, trabajará para obtener los recursos necesarios, de manera que la misión avance y se haga realidad en todos los ambientes. Estos y todos los organismos han de estar animados por una espiritualidad de comunión misionera: Sin este camino espiritual de poco servirían los instrumentos externos de la comunión. Se convertirían en medios sin alma, máscaras de comunión más que sus modos de expresión y crecimiento D.A.203


La Familia, iglesia doméstica Dentro del territorio parroquial, la familia cristiana es la primera y más básica comunidad eclesial. En ella se viven y se transmiten los valores fundamentales de la vida cristiana. Se le llama “Iglesia Doméstica”. Allí, los padres son los primeros transmisores de la fe a sus hijos, enseñándoles, a través del ejemplo y la palabra, a ser verdaderos discípulos misioneros. Al mismo tiempo, cuando esta experiencia de discipulado misionero es auténtica, “una familia se hace evangelizadora de muchas otras familias y del ambiente en que ella vive”. Esto opera en la vida diaria “dentro y a través de los hechos, las dificultades, los acontecimientos de la existencia de cada día”. El Espíritu, que todo lo hace nuevo, actúa aun dentro de situaciones irregulares en las que se realiza un proceso de transmisión de la fe, pero hemos de reconocer que, en las actuales circunstancias, a veces, este proceso se encuentra con bastantes dificultades. La Parroquia no se propone llegar sólo a sujetos aislados, sino a la vida de todas las familias, para fortalecer su dimensión misionera. D.A.204


La Comunión Los discípulos de Jesús están llamados a vivir en comunión con el Padre (1 Jn 1, 3) y con su Hijo muerto y resucitado, en “la comunión en el Espíritu Santo” (2 Co 13, 13). El misterio de la Trinidad es la fuente, el modelo y la meta del misterio de la Iglesia: “Un pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, llamada en Cristo “como un sacramento, o signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano”65. La comunión de los fieles y de las Iglesias Particulares en el Pueblo de Dios se sustenta en la comunión con la Trinidad. D.A.155


La Comunión Misionera La diversidad de carismas, ministerios y servicios, abre el horizonte para el ejercicio cotidiano de la comunión, a través de la cual los dones del Espíritu son puestos a disposición de los demás para que circule la caridad. Cada bautizado, en efecto, es portador de dones que debe desarrollar en unidad y complementariedad con los de los otros, a fin de formar el único Cuerpo de Cristo, entregado para la vida del mundo. El reconocimiento práctico de la unidad orgánica y la diversidad de funciones asegurará mayor vitalidad misionera y será signo e instrumento de reconciliación y paz para nuestros pueblos. Cada comunidad está llamada a descubrir e integrar los talentos escondidos y silenciosos que el Espíritu regala a los fieles. D.A.162


La Comunión Misionera

En el pueblo de Dios, “la comunión y la misión están profundamente unidas entre sí… La comunión es misionera y la misión es para la comunión”. En las iglesias particulares, todos los miembros del pueblo de Dios, según sus vocaciones específicas, estamos convocados a la santidad en la comunión y la misión. D.A.163


La Parroquia Comunidad de Comunidades


La Parroquia es una realizaciĂłn en pequeĂąo del Misterio de la Iglesia, que otorga la posibilidad de tomar conciencia de la pertenencia activa al Pueblo de Dios


CIC 515. La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un pรกrroco, como su pastor propio.


SC 42. Como no le es posible al Obispo, siempre y en todas partes, presidir personalmente en su Iglesia a toda su grey, debe por necesidad erigir diversas comunidades de fieles. Entre ellas sobresalen las parroquias, distribuidas localmente bajo un pastor que hace las veces del Obispo, ya que de alguna manera representan a la Iglesia visible establecida por todo el orbe.


DA 30. La Iglesia debe cumplir su misión siguiendo los pasos de Jesús y adoptando sus actitudes (cf. Mt 9, 35-36). Él, siendo el Señor, se hizo servidor y obediente hasta la muerte de cruz (cf. Fil 2, 8); siendo rico, eligió ser pobre por nosotros (cf. 2 Cor 8, 9), enseñándonos el itinerario de nuestra vocación de discípulos y misioneros. En el Evangelio aprendemos la sublime lección de ser pobres siguiendo a Jesús pobre (cf. Lc 6, 20; 9, 58), y la de anunciar el Evangelio de la paz sin bolsa ni alforja, sin poner nuestra confianza en el dinero ni en el poder de este mundo (cf. Lc 10, 4 ss ). En la generosidad de los misioneros se manifiesta la generosidad de Dios, en la gratuidad de los apóstoles aparece la gratuidad del Evangelio.


El Santo Padre nos recuerdan en el número 28 EG que la Parroquia:

La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del Pastor y de la comunidad. Aunque ciertamente no es la única institución evangelizadora, si es capaz de reformarse y adaptarse continuamente, seguirá siendo «la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas». Esto supone que realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se convierta en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos. La parroquia es presencia eclesial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración y la celebración. A través de todas sus actividades, la parroquia alienta y forma a sus miembros para que sean agentes de evangelización. Es comunidad de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber para seguir caminando, y centro de constante envío misionero. Pero tenemos que reconocer que el llamado a la revisión y renovación de las parroquias todavía no ha dado suficientes frutos en orden a que estén todavía más cerca de la gente, que sean ámbitos de viva comunión y participación, y se orienten completamente a la misión.


La Parroquia no es una estructura, si no que es FAMILIA DE DIOS DA 170, 173, 174, 175, 176


La Iglesia es comunión en el amor. Esta es su esencia y el signo por la cual está llamada a ser reconocida como seguidora de Cristo y servidora de la humanidad. El nuevo mandamiento es lo que une a los discípulos entre sí, reconociéndose como hermanos y hermanas, obedientes al mismo Maestro, miembros unidos a la misma Cabeza y, por ello, llamados a cuidarse los unos a los otros (1 Co 13; Col 3, 12-14). DA 161


La Parroquia es verdaderamente Iglesia, Cuerpo de Cristo: Porque en ella estรกn presentes los elementos esenciales de la Iglesia de Cristo vComunidad de Fe vComunidad de Celebraciรณn vComunidad de Caridad vComunidad de Presencia Misionera en la sociedad y en el mundo


Algunas notas:

- Consejo Pastoral - Consejo Econรณmico al servicio de la pastoral - Comunidades Cristianas - La Liturgia - La Catequesis - La Caridad - La dimensiรณn misionera - La juventud


La Parroquia, casa y escuela de comunión Entre las comunidades eclesiales, en las que viven y se forman los discípulos misioneros de Jesucristo, sobresalen las Parroquias. Ellas son células vivas de la Iglesia y el lugar privilegiado en el que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y la comunión eclesial. Están llamadas a ser casas y escuelas de comunión.

sean de verdad espacios de la iniciación cristiana, de la educación y celebración de la fe, abiertas a la diversidad de carismas, servicios y ministerios, organizadas de modo comunitario y responsable, integradoras de movimientos de apostolado ya existentes, atentas a la diversidad cultural de sus habitantes, abiertas a los proyectos pastorales y supraparroquiales y a las realidades circundantes. D.A.170


Espacio de iniciaciรณn cristiana

Celebraciรณn de la Fe

Diversidad de carismas

Educaciรณn

Integradora de movimientos


La Renovación de la Parroquia La renovación de las parroquias, al inicio del tercer milenio, exige reformular sus estructuras, para que sea una red de comunidades y grupos, capaces de articularse logrando que sus miembros se sientan y sean realmente discípulos y misioneros de Jesucristo en comunión.

Reformular estructuras Red de comunidades Consejo pastoral Consejo económico


Parroquia misionera y formadora de laicos La V Conferencia General es una oportunidad para que todas nuestras parroquias se vuelvan misioneras. Es limitado el número de católicos que llegan a nuestra celebración dominical; es inmenso el número de los alejados, así como el de los que no conocen a Cristo. La renovación misionera de las parroquias se impone tanto en la evangelización de las grandes ciudades como del mundo rural de nuestro continente, que nos está exigiendo

imaginación y creatividad para llegar a las multitudes que anhelan el Evangelio de Jesucristo. Particularmente, en el mundo urbano, se plantea la creación de nuevas estructuras pastorales, puesto que muchas de ellas nacieron en otras épocas para responder a las necesidades del ámbito rural. D.A.173


Los mejores esfuerzos de las parroquias, en este inicio del tercer milenio, deben estar en la convocatoria y en la formación de laicos misioneros. Solamente a través de la multiplicación de ellos podremos llegar a responder a las exigencias misioneras del momento actual. También es importante recordar que el campo específico de la actividad

del trabajo, la cultura, las ciencias y las artes, la política, los medios de comunicación y la economía, así como los ámbitos de la familia, la educación, la vida profesional, evangelizadora laical es el complejo mundo

sobre todo en los contextos donde la Iglesia se hace presente solamente por ellos.

D.A.174


En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años


Invito a cada cristiano en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora miso su encuentro personal con Jesucristo, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por él, de intentarlo cada día sin descanso


Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una «simple administración»


Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructural eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación




La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómo criterio pastoral del «siempre se ha hacho así»


ACENTUACIONES 2017 Iglesia de Santiago, familia de Dios misionera y misericordiosa


1.

2017

FORTALECER NUESTRA ACTITUD MISIONERA

2.

PROFUNDIZAR LA EXPERIENCIA DE LA MISERICORDIA DE DIOS

3.

SALIR AL ENCUENTRO DE LA FAMILIA



Fortalecer nuestro ser misionero con el espíritu de Jesucristo, poniendo especial énfasis en los pobres y los jóvenes, ayudándonos con el método misionero de la arquidiócesis, Catequesis de iniciación cristiana de adultos, Plan de la Esperanza joven y Proyecto de Pastoral Vocacional.






Profundizar la vivencia de la misericordia de Dios que surge del encuentro con Jesucristo, a travĂŠs de las Obras de Misericordia corporales y espirituales.






Desarrollar caminos pastorales que faciliten un acompañamiento a las distintas realidades familiares para que cada familia llegue a ser Iglesia doméstica y lugar donde se vive el amor y la misericordia. De manera especial implementar la preparación remota al sacramento del matrimonio; acompañar a las jóvenes familias de la parroquia; acoger y sostener a las familias en dificultad.



EN EL ANUNCIO DEL EVANGELIO


LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA EVANGELIZACIÓN


EVANGELIZADORES CON ESPIRITU


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.