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Mito 3: Bacalar es un caso único

Mito 3: Bacalar es un caso único.

Es decir, son pocos los lugares del mundo con ese “privilegio”, por lo que es urgente decretar un hábitat crítico o un santuario. Para responde esta aseveración basta con tener muy claro lo que dicen algunos investigadores que han trabajado con estas formaciones en otras partes del mundo: Las microbialitas se encuentran en todo el mundo en una amplia variedad de hábitats acuáticos (por ejemplo, agua dulce, hipersalina, marina).

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Gischler, que investigó las microbialitas de Bacalar, dice que son muy similares a los de la Bahía de Chetumal, así es, también hay en Bahía de Chetumal. Es más, las estructuras de la Bahía de Chetumal son MAS ANTIGUAS; también dice el mismo autor. Los promotores de la tríada dicen que hay otros dos sitios similares a Bacalar: Cuatrociénegas y Shark Bay en Australia, pero los de Cuatrociénegas tienen microorganismos diferentes; y los de Shark Bay son de un tipo distinto (son marinos). No obstante, dice Gischler, los que sí se parecen mucho a los de Bacalar son los que hay en el Lago Clifton, en el ¡Oeste de Australia! O a las estructuras de la Bahía salobre de Chetumal situadas a unos 15 km al sureste, ya que las morfologías y tamaños son los mismos, aunque las texturas internas y los consorcios microbianos son diferentes. Y porque las estructuras de Bahía de Chetumal son probablemente más antiguas y se formaron cuando el creciente mar del Holoceno inundó el área alrededor de hace 2 o 3 mil años antes del presente. Así que nos preguntamos si había posibilidad de que existieran formaciones similares en otras Lagunas en Quintana Roo, y encontramos datos de Laguna Chunyaxché, Laguna Chichankanaab, Laguna Azul; y otras lagunas que los científicos están “descubriendo” (hasta quieren declarar a Quintana Roo Santuario de microbialitos). Incluso, José Zúñiga, director del ANP de Calakmul, en el vecino estado de Campeche, nos comentó que habían localizado estromatolitos en diversos cuerpos de agua en la reserva, ubicada a casi 200 kilómetros al poniente de Bacalar. En otros foros, las verdades a medias de los promotores del mito de Bacalar como sitio único de estromatolitos en el mundo (y otros dos lugares), han cambiado su discurso, donde saben que no podrán decir verdades a medias, como es el caso de sus declaraciones en las publicaciones de sus investigaciones. Y para acabar de complicar el asunto,

El Gran Acuífero Maya, una ONGA está retomando esta bandera y buscando decretar a Quintana Roo como “Reserva de Estromatolitos”.

Antes de continuar es necesario tener muy claras las consecuencias de decretar, como es la intención de estos “científicos” de la tríada, a Quintana Roo como Santuario de Microbialitos. Cito de una nota del periódico la Jornada:

“…Gran Acuífero Maya promovió una iniciativa para que se declare a Quintana Roo santuario mundial de los estromatolitos. Y resaltó que en conjunto con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se está trabajando en los aspectos normativos “porque si no existe un marco jurídico y legal para conservar a estos microorganismos estamos desarmados”. El titular de la Semarnat, Víctor Toledo, señaló que la presencia de cianobacterias con una antigüedad de 3 mil 500 años, “es una joya que tenemos que cuidar, estudiar y proteger. Si pensamos que esto debe ser así, hay que buscar el mecanismo apropiado. Se habla que quizá tendríamos que decretar un hábitat crítico…”.

La Jornada, 15 de julio 2020. ¿Realmente el caso de Quintana Roo es tan extraordinario? o la intención de estas declaratorias carece de fundamento, tal vez debido más a la miopía de especialista y un deseo de trascender tan desesperado que no importa si no verifican el fundamento de lo que tratan de justificar a costa de los locales, a costa de más regulaciones y acosta del sacrificio de la gente que habita en estos sitios y que va a ver limitadas sus acciones. Regresando al punto, ¿Solo en Quintana Roo hay estromatolitos –microbialitos-? Con lo que hasta el momento hemos explicado en otros puntos, la respuesta es definitivamente NO. Al final del libro dejamos un listado de artículos científicos donde se ha trabajado con estromatolitos modernos (con tapete activo) y estromatolitos fósiles (que ya no tienen tapete activo). También hay que considerar que cuando uno busca información sobre lugares con estromatolitos, existen otras denominaciones para buscarlos: microbialitas, calcretas laminares, tufas, tobas calcáreas estromatolíticas, travertinos y podemos darnos cuenta de que hay muchísima información, muchos más artículos científicos, muchos lugares donde encontrar

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