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EL VIENTO QUE SOPLA

por Patricio Raffo El viento de Universitario sopla siempre. Desde 1924 está soplando y nos reúne en torno de los colores azul y negro. Así ha sido una vez más y ésta es la historia. Ésta es una de las tantas historias de los vientos de Universitario. Ésta es otra historia azul y negro.

Cuando se decidió realizar el libro de los 90 años, una de las tareas esenciales era llevar adelante el diseño del mismo y, a través de contactos y de consultas, dimos con Georgina Varela, excelente diseñadora gráfica y con quién finalmente trabajamos. En una de esas tantas oportunidades en las que se realizaba el envío de material para la conformación del libro, particularmente el material que refiere a las competencias iniciales de nuestra Institución, hubo un envío de fotografías de época en la que puede apreciarse a diferentes deportistas llevando adelante sus rutinas. La sorpresa fue grande cuando Georgina, telefónicamente, me cuenta, emocionada y sorprendida, que ése hombre que está saltando una valla era su abuelo: Delfor Boglietti, hombre del atletismo de nuestro Club, de aquellos primeros años, de aquellos primeros torneos. El viento azul y negro, de Universitario, sopló uniendo las piezas, hermanando las circunstancias. Y todo el trabajo de diseño estuvo cargado, además del profesionalismo de Georgina Varela, de una afectividad que quedó plasmada en las hojas de ese libro de nuestra historia.

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Y ahora, Gerogina nos hace entrega del medallero de su nonito, como le llama ella a Delfor Bogietti, en un acto de desprendimiento y respeto por los colores de nuestra Institución que agradecemos profundamente. Las medallas que tanto, y con sumo cariño, atesoró Delfor ya son parte del Club Universitario. Gracias Georgina, eternas gracias. Y valga esa palabra utilizada, eterna, porque este cuadro con medallas de su nonito ya está más allá del tiempo de los tiempos. Gracias grandes, querida Georgina.

UN VALOR ESPECIAL

No conocí a mi abuelo paterno. El nonito Delfor se murió un mes antes de que yo naciera. Mis recuerdos son a partir de la casa de mi abuela, ya viuda, y ya vendida la casa familiar. En esa nueva casa había una habitación de un tío, que no vivía en Argentina, en donde estaban todas las cosas de mi nonito. Ahí estaban los banderines, el cuadro con las medallas y otras cosas que no se podían tocar, que estaban dentro del rango de lo sagrado.

El año que falleció mi abuela, mucho tiempo después, me crucé con Patricio Raffo y, juntos, dimos forma al libro de los 90 años de Club Universitario. Maquetando ese libro me encontré, entre todas las fotos de los primeros tiempos de la Institución, con un chico que era muy parecido a un primo mío. Viendo la gráfica y leyendo la historia recordé aquellos cuadros, aquellos banderines, y uniendo todos los pedazos de esta historia me di cuenta que ese deportista de la foto era mi abuelo, era Delfor Boglietti. Y en algunas fotos aparece, además, su hermano, Alfredo Boglietti, a quién tengo entendido llamaban cariñosamente Manzanita, a quién tampoco conocí, salvo por anécdotas de mi madre y mis tías acerca del famoso Fogón de los Arrieros, de la ciudad de Resistencia, en donde aún viven primos, descendientes de Alfredo.

Hace unos años, fallece el hermano menor de mi madre, el último que aún atesoraba recuerdos de mi abuela y llega a mis manos el cuadro con las medallas ganadas por mi nonito Delfor cuando competía para Universitario, ese Club que siempre me llamó la atención desde la memoria de las anécdotas sobre él. Y con esa duda que siempre tuve acerca de los colores: siempre reconocí que los de Uni fueron el azul y negro siendo que en las medallas se distinguen el amarillo, azul, verde y rojo. Es así que me contacté nuevamente con Patricio Raffo para contarle lo que tenía en las manos y comentarle mi pensamiento: esas medallas, ese cuadro con las medallas ganadas por mi abuelo Delfor Boglietti, iban a tener un valor especial en manos de la gente de Universitario, mucho más habiendo leído el libro y habiéndome enterado de la participación de mi abuelo en los primeros años del Club. Sin dudas ese cuadro habrá de tener una mejor vida dentro de las paredes del Club Universitario.

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