Tema 17. El léxico castellano: procedimientos de formación léxica y relaciones semánticas entre las palabras. El léxico es el conjunto de palabras que componen una lengua. De su estudio se ocupa la Lexicología. La palabra como signo lingüístico está compuesta por un significante y un significado. Del significante se ocupa la Morfología; del significado, la Semántica Toda lengua, como estructura viva, está en un continuo desarrollo, que se manifiesta tanto en la formación de nuevas palabras como en el olvido de otras por desuso. Para crear palabras nuevas dentro de un idioma se siguen diversos caminos: -
Incorporación de términos de otras lenguas (préstamos) que se van adaptando de una forma más o menos radical a la fonología propia. Transformación de las que el propio idioma ofrece mediante los procedimientos de composición, derivación y parasíntesis, acronimia, onomatopeya, acortamiento…
ORIGEN DEL LÉXICO: PALABRAS PATRIMONIALES Y PRÉSTAMOS.
La mayor parte del léxico de la lengua española procede del latín. La lengua latina hablada en Hispania se fragmentó sobre todo por la acción de la invasión árabe, y evolucionó de forma distinta en diferentes zonas de la península, dando lugar a diferentes dialectos, varios de los cuales llegaron a constituirse en lenguas (catalán, gallego, castellano). La transmisión y evolución de los términos latinos al español ha sido de dos tipos: patrimonial y culta. La primera es la mayoritaria, y se realizó a través de la lengua oral. Las palabras patrimoniales sufrieron cambios fonológicos, gramaticales y semánticos que afectaron a todo el sistema de la lengua (strictum> estrecho); la culta, en cambio, se ha llevado a cabo sobre todo a través de la lengua escrita; los cultismos presentan un grado de evolución mínimo (strictum>estricto). Puede darse el caso de que una misma palabra latina ofrezca al castellano dos formas, la patrimonial y la culta: es lo que se llama doblete. Préstamos léxicos Un préstamo es toda voz importada de otra lengua. El castellano ha incorporado a su vocabulario palabras de las distintas lenguas con las que ha mantenido contactos. Existen dos tipos de préstamos. a) Préstamos históricos - Voces prerromanas (anteriores a la entrad del latín, s. 111 a d. C.) procedentes del íbero, vasco, ligur y celta : vega, barro, páramo, izquierdo, pizarra... - Germanismos (405 ) guerra, rico, blanco, albergue, topónimos como Castrojeriz y antropónimos como Elvira. Alfonso, Gonzalo, Fernández.. - Arabismos (711 ): acequia, azafrán, almohada, alcohol, algoritmo, cifra, alquimia, alfombra, aceituna. Guadalajara, Alcántara. - Galicismos (S. XII XVIII ): chaqueta, doncel, paje, coqueta, buró, filete, sofá, peaje... - Italianismos (S- XV ): ballet, piano, batuta, diletante, soneto, novela, belleza, espaguetis... - Americanismos (1492 ) patata, barbacoa, tomate, cigarro, canoa, hracán, tiburón, chocolate... - Anglicismos (S- XVIII ): club, dandi, líder, tranvía, vagón, mitin, bote, - Cultismos y semicultismos: palabras procedentes del latín y el griego que apenas han sufrido transformación: solitario, cátedra, computar, estricto, benévolo, título, fructífero, innovar,.. - Latinismos: simpósium, déficit, pódium, mare mágnum, currículo.. b) Préstamos actuales - Procedentes de la lenguas clásicas (latín y griego). Es el método más aceptado en la ciencia actual para la creación de la terminología científica: - Con su significado: anestesia, afonía, anemia, acéfalo, apático, telepatía, biología...
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Con cambio semántico: bacteria (bastón) átomo (indivisible) cloro (verdoso-amarillo). Voces mixtas, con elementos de dos lenguas: televisión, claustrofobia, radioscopia... -Extranjerismos. A diferencia de los anteriores, suponen un riesgo para el idioma porque en muchos casos son innecesarios: - Pueden presentar su forma original: flash, test, rol, hacker, boutique, glamour, hardware, - Pueden estar adaptados al castellano, aceptados o no por la R.A.E.: estándar, fútbol, anorak, estrés, gol, plato, eslogan, carné, chándal. - Puede tratarse de calcos, palabra o estructuras que se toman prestadas de otra lengua, pero traduciéndolas literalmente, como es el caso de los anglicismos rascacielos (skycraper) baloncesto (basket ball), balonvolea (volley ball), fin de semana (week end) luna de miel (honey moon) vuelo doméstico (domestic fligth) y de los galicismos táctica a seguir, asuntos a tratar, motor a vela, tener lugar... que han trastocado nuestro régimen prepositivo.
PROCEDIMIENTOS MORFOLÓGICOS DE FORMACIÓN LÉXICA: COMPOSICIÓN, DERIVACIÓN, PARASÍNTESIS.
La composición consiste en formar una nueva palabra mediante la combinación de dos lexemas. Una palabra compuesta es una unidad léxica nueva, sin relación significativa con las que la formaron (bocacalle, manirroto, salvoconducto). Los compuestos se pueden escribir de varías formas: reunidos en un solo vocablo (boquiabierto), unidos por un guión (hispano-árabe) o separados (café teatro, pata de gallo). La derivación es un procedimiento de creación de léxico que consiste en añadir afijos (sufijos (aumentativos, diminutivos, despectivos), prefijos e interfijos) a las palabras ya existentes: re-venta, polv-areda, des-in-toxic-ación-.. La derivación no sólo supone una transformación semántica, sino que puede significar una transposición categorial, de forma que un sustantivo se convierte en verbo (golpe- golpear); sustantivo en adjetivo (calor-caluroso) o verbo en sustantivo (constituir-constitución). La parasíntesis funde en uno solo los procedimientos de la composición y la derivación: pasamanería, adelgazar, desalmado... Otros procedimientos de formación de palabras son abreviaturas.
las siglas y acrónimos, los acortamientos y las
Las siglas están formadas por la letra inicial de varias palabras, se escriben en mayúsculas y generalmente sin puntos de separación. Ej.: FMI, ADSL. Los acrónimos son palabras formadas por letras o sílabas, iniciales o finales, de las distintas palabras que integran un término compuesto. Se escriben con mayúscula inicial si se trata de un nombre propio, y con minúsculas si es común. Ej.: Banesto, bit (binary digit). Las abreviaturas son el resultado de un procedimiento que acorta las palabras, respetando solo una o varias de sus letras. Ej. : Sr. > señor, D. > don. Los acortamientos consisten en reducir las palabras suprimiendo algunas letras o sílabas al principio (aféresis) o al final del vocablo (apócope). Surgen en un registro informal; sin embargo, algunas, con el tiempo, pasan a la lengua estándar, desplazando incluso a las formas completas (cine, metro) Los préstamos recientes y todos los términos nuevos incorporados mediante los distintos procedimientos de formación se denominan genéricamente neologismos. Muchos surgen de manera innecesaria en la lengua coloquial y en ámbitos de la política o el periodismo y, dependiendo de su éxito y utilidad, se pueden generalizar y pasar a la lengua escrita o simplemente desaparecer. Es el caso de palabras como eurodiputado, cronoescalada, zonificar, posicionamiento, procedimental, tensionar, recepcionar, influenciar...
RELACIONES SEMÁNTICAS
La eficacia de la comunicación es óptima si a cada significante le corresponde un significado (monosemia), y viceversa. Pero esta circunstancia se cumple sólo en el lenguaje científico. Lo habitual es que las palabras se carguen de significados que antes no tenían al ser usadas en un contexto concreto. Son, pues, las relaciones entre significante y significado las que dan lugar a los fenómenos llamados polisemia, homonimia, sinonimia y antonimia. Polisemia Se denomina así al hecho de que a un significante le correspondan varios significados. La polisemia es una manifestación de la riqueza de la lengua; no dificulta la comunicación porque el contexto aclara cuál es el significado que funciona en cada caso. Las fuentes principales de la polisemia son: - La transferencia de significado por semejanza o contigüidad (hoja) - Sustitución de las acepciones de una palabra (pluma) - Influencia de palabras extranjeras (chatear, ratón). Homonimia Otro fenómeno que se produce es el de la homonimia que consiste en que significados que nada tienen que ver, por azares de la lengua (evolución fonética, préstamos léxicos...) han llegado a tener el mismo significante... Los homónimos pueden ser homófonos (cave, cabe) u homógrafos (vino, vino). Existen diferentes clases de homófonos: Lexicales: pertenecen a la misma categoría gramatical (votar, botar). Gramaticales: no pertenecen a la misma categoría gramatical (cabe, verbo y cabe, preposición) o los que perteneciendo a la misma categoría gramatical, se diferencian por algún rasgo morfemático (el pez, la pez) Léxico-gramaticales: los que se han formado por medio de un cambio de funciones (poder, verbo y poder, sustantivo) Morfológicos: se producen diferentes formas de un sola palabra (decía, primera y tercera persona del singular del pretérito imperfecto de indicativo) o se dan formas iguales de palabras diferentes (sé, verbos ser y saber; fui, verbos ser e ir). Mientras que la polisemia supone una riqueza y variedad de la lengua, la homonimia no posee ventajas, más bien induce a confusión fuera de un contexto. Sinonimia Otro tipo de relación es la que se establece entre varios significantes que tienen el mismo significado. Es lo que llamamos sinonimia. Ahora bien, la sinonimia absoluta apenas existe; es difícil que los términos sean intercambiables en todos los contextos (pequeño, minúsculo, ínfimo, exiguo). Algunos sinónimos surgen a causa de préstamos léxicos ( hall, vestíbulo, recibidor; avión, aeroplano) o entre palabras procedentes de la misma etimología (integro y entero; rápido y raudo). Antonimia Fenómeno opuesto a la sinonimia es el de la antonimia que consiste en que dos significantes tienen el significado contrario. Los antónimos pueden ser de dos tipos: Antónimos gramaticales: se forman mediante un procedimiento gramatical, sobre todo con la ayuda de prefijos con sentido negativo, in-, des-, no ( inhumano, desproporción, no labial...) Antónimos lexicales: se producen entre unidades lexicales: nunca, siempre; si, no; dormirse, despertarse. En algunos casos, la antonimia es sólo parcial (libre se opone a prisionero, pero también a esclavo y a ocupado).