Cuentos para niños: «Aprendamos sobre el refugio»
ACNUR - HIAS
La Casita en el Árbol Cuentos para niños: «Aprendamos sobre el refugio» TEXTO: Ana Paola Rodríguez y Cristina Carvajal. EDICIÓN: Ana Berezín, Ana Paola Rodríguez, Ma. Soledad Landázuri, Jenny Rivadeneira y Daniela Hernández. DISEÑO, ILUSTRACIONES Y DIAGRAMACIÓN MANTIS Comunicación Persuasiva 225 0990 / 225 0992. Quito - Ecuador, 2008.
© ACNUR / UNHCR, 2008 Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta o las ilustraciones internas, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por medio sin permiso previo y por escrito del titular del Copyright. «Esta publicación ha sido financiada por el fondo global de Prevención de Conflictos del Gobierno Británico. El contenido de este folleto es de responsabilidad del autor y no refleja necesariamente la opinión del Gobierno Británico. De igual manera, la Embajada Británica y el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad del Reino Unido no aceptan responsabilidad por ualquier error u omisión en el texto»
H
abía una vez una niña llamada Leidy. Un día tuvo que mudarse a otra ciudad, sus padres pensaron que la Villa de la Paz era un buen lugar, donde podrían continuar con sus vidas con alegría y tranquilidad. Así que se fueron para allá…
4
Cuando llegaron había un parque en medio de la Villa que se llamaba «El parque de la Amistad», en él había un árbol muy, muy grande y hermoso. Leidy se paró frente al árbol y recordó que en su antiguo barrio tenían uno igual y que con todos sus amiguitos construyeron una casa sobre él para jugar y divertirse. Así que decidió volver a hacerlo, pero necesitaba ayuda porque era muy pequeñita y no podría hacerlo sola…
5
Buscó a los niños del lugar, pero ninguno quiso ayudarle… El niño gordito, llamado Diego, le contó que hace mucho tiempo intentó hacer una casa pero debido al sol y al cansancio no pudo terminar el trabajo, así que no lo intentó más… Andrés, uno de los mellizos, también había intentado construir la casa pero no tenía la fuerza suficiente para cargar las tablas y demás herramientas; se sintió muy triste así que no volvió a intentarlo. Y se negó a ayudarla. Andrea, la hermana de Andrés, le dijo que viendo la tristeza de su hermano ni siquiera pensó en construir la casa y le dijo que al ser una niña y tan pequeña sería imposible que Leidy logre construir una casa en el árbol, que mejor lo olvide.
6
Leidy se sentó en el parque y se puso a llorar, su papá había estado observándola y se acercó a preguntarle por qué estaba llorando; ella muy triste le dijo: - Papi, este barrio no me gusta, los niños no quieren ayudarme a construír la casita en el árbol. - Leidy, no te desanimes –le dijo su papá– si tu quieres hacerlo, ¡Inténtalo! Yo te puedo dar unas tablas que tengo en casa y algunas herramientas que serán de utilidad. Si los otros niños te ven construír el árbol quizás quieran unirse para terminarlo. ¡Hazlo, anímate!
7
- Hay unos niños que vi en el barrio y que me gustaría conocer, pero no me animo. Es que están alejados de los demás, nadie conversa con ellos. En especial me gustaría conocer a un niño llamado Juan Francisco, es morenito, con la cabeza llena de rulitos y una sonrisa… una sonrisa linda pero un poco triste. El papá se quedó pensando y le dijo: - No debes hacer lo que hacen los otros, debes acercarte a él, invitarlo a que colabore con la casita, y así lo podrás conocer. Me alegra mucho que te importen las personas, no importa el color o las creencias, o si son lindos o feos, o gordos o flacos, o altos o bajos...
8
¡Qué diferentes somos unos de los otros!
- Es cierto!!! Gracias, gracias Papi, me voy corriendo a ver a Juan Francisco, sé donde vive, lo voy a invitar a venir. Leidy se animó y decidió empezar ese mismo día el trabajo. Juan Francisco le había dicho que empiece sola, él llegaría más tarde llevando las cosas con las que podía colaborar. Así que empezó la construcción… Arrastró desde su casa todas las herramientas y materiales que le dio su papá, pero como estaba muy pesado tuvo que dejarlas en el centro del parque, a pocos metros del árbol; cansada se sentó junto a las tablas.
9
Pasaba por ahí Diego y vio que Leidy necesitaba ayuda para llevar las cosas hasta el árbol, quiso apoyarle y pensó: «No me pasa nada si cargo unas tablas, y quizás el ejercicio me ayude a sentirme mejor» y se acercó al centro del parque de la Amistad. Mientras en el camino vieron que venía Juan Francisco, curioso, con ganas de trabajar y de conocer a los demás. Tenía un poco de miedo de que Diego se fuera o se burlara de él por su color de piel, pero no fue así. Se saludaron con un fuerte choque de manos y empezaron a llevar las cosas al árbol.
10
Juntos pudieron cargar todo hacia su destino. Ahora tenían que subir las cosas para empezar la construcción, pero ninguno de los 3 podía trepar al árbol. Se esforzaron pero no fue posible. - Vamos chicos intentemos con fuerza saltemos lo más que podamos!! - Leidy, pero ya me estoy cansando… mejor me voy a mi casa. -dijo Diego- No, espera, ¿te parece si nos sentamos un momento? Respondió Juan Francisco. Mientras tanto, desde la ventana de su casa observaban los 2 hermanos.
11
De repente vieron como los mellizos se acercaban a ellos. -Vimos que no pueden subir, ¿quieren que les ayudemos? -SI!!! –respondieron todos muy emocionadosY entre los 2 hermanos pudieron subir a Juan Francisco, Leidy y con algo de esfuerzo también a Diego.
12
En ese momento los hermanos se dieron cuenta que juntos eran más fuertes e iniciaron la construcción de la casita con el apoyo de todos a sus amigos.
Clavaron y clavaron las tablas, sugirieron muchos modelos, querían que la casa tuviera un poco de cada uno: Diego pidió hacer la puerta grande para poder entrar cómodamente, Andrés quiso poner una ventana para poder asomarse todos los días a ver pasar el carrito de los helados. Juan Francisco propuso un cartel que diga: "ESTAN TODOS INVITADOS” Leidy y Andrea escogían los colores apropiados, pensaron en un rosado y amarillo. Diego y Andrés no estaban de acuerdo con lo que las niñas escogían, ellos querían azul y negro. Y Juan Francisco quería un color verde. En ese momento se dieron cuenta que pensaban y tenían gustos diferentes...
13
Como era de esperarse tuvieron algunas discusiones… más allá de la discusión de la casa discutieron sobre otros temas. Un tema al que le dedicaron un largo y entusiasta diálogo fue sobre por qué los seres humanos tenemos iguales derechos. El derecho a la libertad, a la igualdad, a la vida, a respetar y ser respetado, a estudiar, y otros derechos que quizás aún no conocían y se interesaron más en la conversación, pero como se hacía tarde decidieron hablar otro día sobre estos temas tan importantes.
14
Y con los colores??? Luego de tanto conversar, decidieron que los del arco iris serían los apropiados para la casa y pensaron pedir a sus mamás y papás cosas que ya no necesiten para decorar la casita del árbol.
Todos llegaron a sus casas y pidieron lo que más pudieron para terminar su gran obra. -Mami, mami!! En el parque estamos construyendo una casita en el árbol! Tienes algunas cosas para decorarla y ponerla más bonita? -Le dijo Diego a su mamáElla muy gustosa le entregó un lindo cuadro para colocarlo dentro de la casita y así colaborar con la construcción. Los demás niños llevaron también juegos de mesa, revistas, libros, flores, una grabadora y música para divertirse.
15
Terminaron la casita y estaban tan felices que empezaron a saltar y saltar. Bailaron al ritmo del reggeton que les gustaba a todos y comieron unos deliciosos helados. Pero tanta fue la fuerza con la que saltaron y bailaron que la casita se empezĂł a caer. No la habĂan clavado bien!! Empezaron entonces a gritar: -Mami!! Papi!! Auxilio!!! Nos caemos del ĂĄrbol!!! Por favor!! Vengan a ayudarnos!!!
16
Fueron todos los adultos y ayudaron a los niños a terminar la construcción de la casa. -No se preocupen, nosotros les ayudamos a reforzar los cimientos de la casita para que no se caiga. Entre padres y niños reforzaron todas las tablas, colocaron una escalera, pintaron letreros y al final en una de las ramas ataron una cuerda con la llanta que serviría de columpio.
17
Desde ese día se alegraron de haber construido no solo la casa, sino una gran amistad en el barrio, cada fin de semana decidieron reunirse bajo el árbol. Mientras los niños juegan, los adultos preparan comida para compartir. Y conversan, y cantan, a ratos ríen, a ratos discuten, a veces se enojan y se amigan y juntos piensan: - Que diferentes que somos cada uno de nosotros. Cada uno tiene sus ideas, sentimientos y sueños distintos, en algunos coincidimos en otros no.
18
Que aburrido sería si todos sintiésemos y soñáramos lo mismo. Es bueno esto de conocernos y ser amigos, compartir nuestras alegrías y tristezas, nuestras ideas y sentimientos que a veces son tan diversos.
Se dieron cuenta que al ser diferentes cada uno podía aportar algo para cumplir más deseos juntos y se convirtieron en los mejores amigos. Firmaron un compromiso que colocaron dentro de la casa que decía: «¡Queremos alcanzar más metas y más sueños juntos, sabemos que somos diferentes, pero nos comprometemos a respetarnos, animarnos y apoyarnos, esa es nuestra fortaleza para lograrlo!» Con el tiempo llegaron más vecinos al barrio, cada uno más diferente que el otro y siempre entre todos se ayudaron para que la Villa de la Paz y el Parque la Amistad sean mejores… Y colorín colorado…
19
20
actividades 21
1
22
7 diferencias
Encuentra las 7 diferencias entre estos dos Juan Franciscos y marca una X en el recuadro correspondiente.
1
2
3
4
5
6
7
2
Versos
Te proponemos que inventes unos versos y ver si los cantas en compaĂąĂa, los amiguitos del Parque de la Amistad esperan canciones nuevas, o alguna que conozcas y quieras cantar sobre la amistad.
23
3
24
Sopa de Letras
Diego se puso a jugar con su sopa. AyĂşdale a encontrar estas palabras: amistad amor igualdad solidaridad paz respeto vida casita
4
Laberinto
Dieguito terminĂł su sopa, ahora tienes que guiarle hasta sus amigos a travĂŠs de este laberinto.
25
5
26
Imagina con Leidy
Compartimos tantas similitudes que nos unen y tambiĂŠn diferencias que nos acercan. Piensa en esas diferencias que vives en tu casa, en tu escuela, con tus amigos o en tu familia y dibuja aquello que existe a tu alrededor de formas diferentes.
6
Colorea
ÂĄAhora a divertirse! Ilumina con tus colores esta escena de nuestro relato. Puedes utilizar los colores que te gusten, no tienes que usar los mismos que viste a lo largo del cuento si no quieres. AsĂ que inventa, juega y experimenta.
27
ESTA PUBLICACIÓN ESTÁ DESTINADA A PROMOVER LA INTERACCIÓN DE NIÑOS Y NIÑAS EN SITUACIÓN DE REFUGIO EN ECUADOR. PARA OBTENER MÁS INFORMACIÓN SOBRE EL REFUGIO O SI BUSCA ATENCIÓN PSICOLÓGICA PARA PERSONAS ADULTAS O PARA MENORES, SE PUEDE ACERCAR A LAS SIGUIENTES OFICINAS:
QUITO CUENCA
Dirección General de Refugiados Ministerio de Relaciones Exteriores Av. 10 de Agosto y Carrión, Edificio Solís. (Altos del almacén «La Ganga») Cuarto Piso Telf.: (02) 222 7650 / Fax: (02) 250 1247 Oficina de ACNUR - Quito Av. Amazonas 2889 y la Granja. Edificio de Naciones Unidas PBX: (02) 246 0330 / Fax: (02) 246 0280 HIAS Quito La Colina N26- 106 y Av. Orellana. Telfs: (02) 290 3101 / (02) 254 8738 Fax: (02) 290 6359
Ministerio de Relaciones Exteriores Av. Ordoñez Lazo y Guayacanes, Edif. Astudillo. Telfs: (07) 285 0088 / (07) 285 0089 Cruz Roja Ecuatoriana, Proyecto de Asistencia Humanitaria para los Refugiados. Borrero 6-56 y Presidente Córdova Telefax: (07) 283 2978
LAGO AGRIO (Nueva Loja)
Oficina de Campo ACNUR - Lago Agrio 12 de Febrero y Eloy Alfaro. Telefax: (06) 283 2136 / (06) 283 4995
IBARRA ESMERALDAS
Oficina de Campo ACNUR - Ibarra Luis Toro Moreno 128 entre Calixto Miranda y Bartolomé García. Telf.: (06) 260 3434 Fax: (06) 260 4957 HIAS Ibarra Bartolomé de las Casas y Cristóbal Tobar Subía esq. Telfs: (06) 295 7799 / (06) 261 2318
Oficina de ACNUR - Esmeraldas Calle Rocafuerte S/N y Sucre HIAS Esmeraldas Av. Manuela Cañizares 505 y Colón. Telf: (06) 271 1805 HIAS San Lorenzo Calle Imbabura y 10 de Agosto. Telf: (06) 2781779
SANTO DOMINGO TULCÁN
HIAS Santo Domingo Urb. Paz y Miño, Calle Echandía y Río Chimbo casa # 105 . Telfs: (02) 274 0123 / (02) 276 1298
HIAS Tulcán Calle Chimborazo 5067 y Sucre. Telf: (06) 298 7770