LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES / Módulo 1

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MULTIPLICANDO FORMADORES EN ESTILOS DE VIDA SALUDABLES

-MÓDULO I-

LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES


MULTIPLICANDO FORMADORES EN ESTILOS DE VIDA SALUDABLES

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LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES


CRÉDITOS

ÍNDICE

MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS (MINJUS) OFICINA DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA DROGA Y EL DELITO (UNODC) COORDINACIÓN DEL PROYECTO Gabriela Vallejo, Coordinadora Nacional de Proyectos (UNODC) REVISIÓN DE CONTENIDOS Gabriela Vallejo (UNODC) Carla Hidalgo Rivera, Directora de Prevención del Consumo de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (MINJUS) Paulina Chalco Vaca, Analista de la Dirección de Prevención de Consumo de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (MINJUS) María Fernanda Calderón Pozo, Analista de la Dirección de Prevención de Consumo de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (MINJUS) ADAPTACIÓN DE CONTENIDOS Santiago Jácome (Capacitador del proyecto) Martín Estrella (Capacitador del proyecto) CORRECCIÓN Carlos Salvador DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Mantis Comunicación mantis@mantis.com.ec Primera Edición Abril 2010 500 ejemplares Se prohíbe su reproducción, total o parcial, sin la autorización expresa del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito. Se autoriza hacer referencia al material aquí presentado, siempre y cuando se cite la fuente completa.

Presentación del Programa Introducción Sugerencias generales para el(a) formador(a) Sesión No.1: Conceptos básicos de las drogas y drogodependencias. Sesión No.2: Fases por las que se pasa del uso al abuso y a la dependencia Sesión No.3: Adicción a las drogas. Sesión No.4: Clasificación de las drogas. Sesión No.5: Patrones de consumo. Bibliografía

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PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA Factores genéticos, psicológicos, socioculturales, entre otros, provocan el uso indebido de drogas y aunque es un problema conocido por todos, está oculto y es difícil descifrarlo en su totalidad. Por ejemplo, no existen suficientes datos oficiales que permitan entender la realidad del consumo de drogas en los Centros de Rehabilitación Social (CRS) y los Centros de Adolescentes Infractores (CAI). De todas formas, se sabe que las drogas más consumidas en estos centros son: marihuana (28.4%), cocaína (10.8%) y pasta base (10.6%). (CONSEP, Dirección Nacional de Rehabilitación Social, Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 2007). Frente a esta realidad es necesario implementar un programa de prevención de consumo de drogas que permita a la comunidad penitenciaria y a los adolescentes infractores acceder a información que los capacite para tomar decisiones adecuadas ante el uso indebido de drogas.

de las instituciones involucradas, la entrega de información actualizada, la promoción de estilos de vida saludables, la generación de habilidades sociales y la formación de valores. El problema del uso indebido de drogas debe abordarse de manera integral. Entender al individuo y su entorno con todas sus características. Por ello este programa es participativo y pretende que todos los actores aprendan, construyan, promuevan y multipliquen el conocimiento, asumiendo un rol de protagonistas. La metodología del programa se basa esencialmente en la experiencia y la participación, enfocadas hacia un aprendizaje significativo y constructivista, que: • Parte del saber de las personas; no

comienza de cero sino que conecta el conocimientoqueyatraenlosparticipantes con un concepto preexistente. • Toma en cuenta las distintas formas de aprendizaje que tenemos los seres humanos. • Enfatiza la incorporación del conocimiento a las realidades de los y las participantes. • Motiva saber qué hacer con lo que se sabe; en base de los conocimientos preexistentes, es posible saber qué hacer en el futuro.

El programa “Multiplicando Formadores en estilos de vida saludables”, auspiciado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUS) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), precisamente tiene como objetivo fundamental promover la prevención del uso y consumo de drogas entre las personas privadas de la libertad y los adolescentes infractores, mediante Éstos son los elementos en los que enfatiza la el fortalecimiento de las capacidades técnicas metodología activo-participativa:

La aplicación de este programa se inscribe en la Agenda Sectorial de Política del Gobierno Nacional y sigue las Directrices del Plan Nacional de Desarrollo, dentro del objetivo denominado Fomento de Acceso a la Justicia, El enfoque participativo es el más adecuado que es parte de las estrategias, generación e para la tarea de prevención de drogas porque implementación de políticas con enfoque de estimula a las personas a involucrarse en el Derechos Humanos y Reestructuración del problema e iniciar acciones concretas. Al Sistema Nacional de Rehabilitación Social. Por ejecutar aplicaciones prácticas se pretende ello constituye una oportunidad fundamental modificar actitudes y hábitos frente al consumo para emprender acciones concretas que de drogas en los CRS y los CAI. promuevan la corresponsabilidad social y la participación dinámica de todos para El programa se desarrollará a través de cinco apoyar una sostenida y permanente acción módulos dirigidos a profesionales que trabajan preventiva. en CRS y CAI, y a líderes de grupos de personas privadas de la libertad que se capacitarán Finalmente queremos manifestar nuestro como “Formadores(as) en estilos de vida más sincero agradecimiento a todo el equipo saludables”, los(as) que a su vez formarán técnico de profesionales que contribuyó en la a sus compañeros(as) de la comunidad adaptación, revisión, diagramación y diseño penitenciaria como “Promotores(as) en del presente material. Esperamos que el estilos de vida saludables”. Estos módulos esfuerzo conjunto del Ministerio de Justicia y han sido revisados y adaptados sobre la Derechos Humanos y la UNODC, se transforme base de textos utilizados originalmente por en acciones concretas de promoción de estilos la UNODC en su proyecto de prevención de vida saludables por parte de las y los comunitaria y contienen temas teóricos “Formadores(as) y Promotores(as) en estilos de y prácticos referentes a las drogas y las vida saludables”. adicciones, los factores de riesgo y protección, la prevención de drogas, la planificación de Los organizadores programas preventivos y las estrategias de prevención del uso indebido de drogas. Los textos han sido preparados para utilizarlos sin una secuencia establecida y así facilitar su uso y aplicación. • • • •

Experiencia concreta Observación y reflexión Conceptualización y abstracción Experimentación activa

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INTRODUCCIÓN Este primer módulo tiene como objetivo lograr que los y las participantes estén en condiciones de identificar y comprender los conceptos básicos de las drogas y adicciones, para emprender actividades en los CRS y CAI. Cada Módulo está organizado en sesiones temáticas de la siguiente manera: • NÚMERO DE SESIÓN • TEMA • OBJETIVO DE LA SESIÓN: Lo que se pretende lograr en

la sesión

• CONTENIDOS BÁSICOS: Elementos conceptuales sobre

• • •

cada uno de los temas que ayudan al(a) formador(a) a sustentar la parte teórica. ACTIVIDADES Y TIEMPO: Se proponen diferentes actividades como ejercicios, técnicas y juegos grupales, discusiones guiadas, dramatizaciones y otros, que ofrecen al(a) formador(a) ideas sobre qué hacer y cómo presentar los temas a los participantes de una manera activa y participativa. MATERIALES Y RECURSOS: Necesarios para realizar las actividades. ACTIVIDADES DE REFUERZO IDEAS ADICIONALES

Este primer módulo está dividido en 5 sesiones de trabajo: Sesión No.1: Conceptos básicos de las drogas y drogodependencias. Sesión No.2: Fases por las que se pasa del uso al abuso y a la dependencia Sesión No.3: Adicción a las drogas. Sesión No.4: Clasificación de las drogas. Sesión No.5: Patrones de consumo.

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SUGERENCIAS GENERALES PARA EL(A) FORMADOR(A): – Quien va a ejecutar las actividades propuestas

en cada módulo dentro del Programa MULTIPLICANDO FORMADORES EN ESTILOS DE VIDA SALUDABLES debe tener la predisposición adecuada para hacerlo, pero además requiere una preparación previa que le permita conocer, comprender y, si es necesario, adaptar los contenidos.

– El Programa está diseñado de tal forma que

se puede empezar con cualquier módulo según el interés y el objetivo perseguido, y no necesariamente de manera secuencial.

– Prepare con antelación el espacio donde

se realizará el taller. Verifique que éste sea amplio y que el mobiliario existente esté colocado de tal manera que facilite el trabajo de los y las participantes sin interrupciones.

– Al inicio de cada taller es importante

crear un “clima de confianza y apertura” para los y las participantes. Ese ambiente deberá mantenerse durante todo el proceso; recuerde que ellas y ellos son “los protagonistas”. Dispóngase entonces a escuchar y valorar genuinamente y

con afecto todo lo que ellos tienen para enseñarnos: criterios, ideas, opiniones, capacidad de crear y de aportar.

– Dar tiempo para que otros respondan,

Es pertinente además tomar en cuenta las recomendaciones que nos proponen los expertos Amorós, Fuertes y Roca:

– En las actividades de grupo participe

– Debe marcarse el tiempo que se dedicará

para los aportes, de manera que los y las participantes se ajusten a ese lapso establecido y facilitar así las intervenciones de todos.

– Mantenga una conversación fluída para evitar

que el o la formador(a) se convierta en el único oyente cualificado de todos. Cuando el o la participante que interviene dirija sus comentarios y preguntas al(a) formador(a), éste(a) puede devolver esas ideas al resto del grupo formulando preguntas como: “¿los demás están de acuerdo?”, o “¿cuál es su opinión sobre esto?”, o “¿alguien tiene alguna otra idea?”. Esto ayudará a que cada participante se ponga a hablar con otros. Mirar al resto personas del grupo y no sólo al que está hablando hará sentir a los demás oyentes que forman parte de la conversación.

incluso si requieren tomarse su tiempo. Evite rellenar los espacios en que hay silencio.

algunas veces no como formador(a) sino como un(a) miembro cualquiera; sea uno(a) más de ellos o ellas.

– El coordinador debe intervenir sólo cuando

lo considere estrictamente necesario, ya sea para aclarar o pedir una aclaración, señalar alternativas o posibilidades que el grupo no ha considerado aún, añadir las ideas propias, resaltar inconsistencias o contradicciones en puntos de vista expresados por distintos miembros del grupo, o hacer aportes que concilien perspectivas que inicialmente parecían contrapuestas.

– Debe encaminar la discusión, recordando a

todos los participantes la tarea que se ha de realizar.

– Aliente la participación de los(as) miembros

más tímidos(as) o con más dificultades de expresión, resaltando comentarios realizados por ellos(as) o cediéndoles la palabra sin presionarlos excesivamente.

– Evite emitir “dobles mensajes”, expresando

una cosa verbalmente pero transmitiendo con gestos otra. Por ejemplo, el(a) formador(a) del curso puede pedir a los o las participantes que respondan directamente a los otros(as) en vez de dirigirse a él o ella, pero sus gestos y movimientos de ojos pueden estar comunicando que canalicen sus respuestas hacia él o ella.

– Cuando

sea necesario concluir una discusión, el(a) formador(a) debe decidir el momento apropiado para hacerlo, y animar al grupo a continuar con otra actividad. Interrumpir o terminar una discusión es doblemente difícil. Suele ser mejor hacerlo con firmeza y claridad. Uno podría disculparse por haber cortado la discusión en ese punto y mencionar que durante la pausa o una vez terminada la sesión, serán libres de reabrir tópicos del debate que resulten de su interés. Puede indicar que más adelante, en otras sesiones, habrá la oportunidad de volver sobre el tema. Puede alentar a hablar sobre el asunto fuera de la sesión, no sólo al interior del grupo, sino también con personas ajenas a él. (Amorós P., Fuertes J., Roca M. 2004) -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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SESIÓN No.

TEMA:

CONCEPTOS BÁSICOS DE LAS DROGAS Y DROGODEPENDENCIAS

1.1 OBJETIVO DE LA SESIÓN: Conocer los conceptos básicos más importantes que se utilizan cuando se habla de drogas y de la prevención del consumo indebido de ellas.

1.2 CONTENIDOS BÁSICOS: Este segmento contiene los términos que más se usan para facilitar la comprensión del módulo. Algunos de ellos han cambiado con el tiempo o se los ha reemplazado por otros que son más exactos o adecuados. Por ejemplo, conceptos como “alcoholismo” o “prevención del alcoholismo” se van sustituyendo por otros más genéricos como “problemas asociados al consumo de alcohol” o “prevención del abuso”.

1.2.1 DROGA: Se denomina así a la sustancia que provoca una alteración del estado físico y psicosocial y puede producir adicción. Incluye no sólo las sustancias ilegales popularmente consideradas como drogas, sino también diversos psicofármacos y elementos de consumo legal como el tabaco, el alcohol o las bebidas que contienen derivados de la cafeína o la teofilina, como el café o el té. Contempla además aquellas sustancias de uso doméstico o industrial como los pegamentos y disolventes volátiles. En 1994, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la droga como “toda sustancia que introducida en un organismo vivo puede modificar una o más de sus funciones, siendo capaz de generar dependencia, caracterizada por la pulsión a tomar la sustancia de un modo continuado o periódico, a fin de obtener sus efectos y a veces evitar el malestar de su ausencia”. Becoña (1995) y Saavedra (1997), citados en “Formación de formadores” (CONSEP-UNODC, 2008), la definen así: “Droga psicoactiva es toda sustancia de origen natural, químico o medicamentoso y que, por su composición, al ser introducida al organismo viviente, mediante cualquier vía de administración (oral, nasal, endovenosa, entre otras) genera alteraciones o trastornos en el sistema nervioso central, causando efectos nocivos en el organismo, afectando de esta manera su natural funcionamiento,

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siendo capaz de inducir la autoadministración ante el consumo continuo y prolongado, estableciéndose alteraciones fisiológicas duraderas ya sea de tolerancia y/o abstinencia para finalmente cristalizar en un patrón de abuso/dependencia”. Otras definiciones son coincidentes. Así, la Asociación Americana de Psiquiatría, según el Manual Diagnóstico y Estadística de Enfermedades Mentales (DSM-IV-TR, American Psychiatric Association), al hacer referencia a los trastornos relacionados, dice: son “todas aquellas sustancias que introducidas en el organismo afectan o alteran el estado de ánimo y la conducta, acarrean trastornos incapacitantes para el consumidor en la esfera personal, laboral, social, física y familiar, así como síntomas y estados característicos como la intoxicación, tolerancia, dependencia, y síndrome de abstinencia. Incluye las drogas tanto de índole legal como ilegal, junto a ciertos medicamentos y tóxicos”.

1.2.2 LA DEPENDENCIA Puede definirse como un incontrolable deseo, psíquico o físico, de consumir droga. Cuando el deseo es físico, la droga pasa a formar parte del metabolismo del organismo. En la dependencia se prioriza el uso de una sustancia psicoactiva sobre otras actividades que antes se consideraban más importantes. El consumo de drogas, que quizá empezó como una experiencia esporádica, pasa a ser el único propósito en la vida del sujeto. La mayor parte de su tiempo se dedicará a pensar en consumirlas, en buscarlas, en obtener dinero para comprarlas, en recuperarse de sus efectos. No hay separación entre la “dependencia” y la “no dependencia”. El impulso a consumir puede ser, por otra parte, más o menos intenso según la situación del individuo: no es necesario que exista deseo intenso de consumo en cualquier situación para hablar de dependencia.

1.2.3 LA DROGODEPENDENCIA Es el estado de intoxicación periódica o crónica producida por el consumo reiterado de una droga natural o sintetizada y se caracteriza por:

a) El deseo dominante de continuar consumiendo droga y obtenerla a cualquier precio. b) La tendencia a incrementar la dosis. c) La dependencia física y psíquica con síndrome de abstinencia por retiro de la droga. d) Los efectos nocivos para el sujeto o para la sociedad.

Expresar drogodependencia equivale a decir “dependencia de drogas” o “dependencia de sustancias”.

1.2.4 LA INTOXICACIÓN Es un estado transitorio que sigue a la ingestión o asimilación de drogas, incluido el alcohol, en el que se producen alteraciones del nivel de conciencia, de la cognición, de la percepción, del estado afectivo, del comportamiento o de otras funciones, y respuestas fisiológicas y psicológicas. Los criterios diagnósticos del Manual de Trastornos (DSM-IVTR, American Psychiatric Association) para la intoxicación por sustancias son: a) Presencia de un síndrome reversible específico de una sustancia debido a su ingesta reciente o a su exposición. Diferentes sustancias pueden producir síndromes idénticos o similares o potenciarse (camuflarse) entre ellas. b) Cambios psicológicos o de comportamiento desadaptativo, clínicamente significativos, derivados de los efectos que las sustancias provocan sobre el sistema nervioso central, como por ejemplo: irritabilidad, labilidad emocional, deterioro cognoscitivo, deterioro de la capacidad de juicio, deterioro de la capacidad laboral o social. Éstos se presentan durante el consumo de la sustancia o poco tiempo después. c) Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental. d) Los síntomas van más allá de la mera intoxicación física, ya que con ella se producen trastornos de la percepción, de la vigilia, de la atención, del pensamiento, de la capacidad de juicio, del control emocional y de la conducta psicomotora.

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1.2.5 SÍNDROME DE ABSTINENCIA Es uno de los efectos más indeseables del consumo de drogas. Se produce cuando la persona manifiesta un estado de abuso o dependencia de una sustancia y abandona su consumo bruscamente o la dosis consumida es insuficiente. El reforzamiento negativo, que se produce por el alivio de ese estado cuando la persona toma la cantidad de droga necesaria para evitarlo, es el que induce a las típicas conductas de búsqueda de la droga. La persona busca la droga con persistencia y, conforme transcurre el tiempo, la consecución de nuevas dosis se convierte en una parte básica y, a veces, la más importante de su vida. Los signos del síndrome de abstinencia del alcohol, a modo de ejemplo son:

Las Sustancias Psico-Activas o SPA pueden producir diferentes formas de síndrome de abstinencia: el síndrome de abstinencia agudo, el síndrome de abstinencia tardío y el síndrome de abstinencia condicionada. (Casas, Duro y Guardia, 1993, citado en CONSEP-UNODC 2008)

1.2.6 LA TOLERANCIA Es un estado de adaptación en el que disminuye el impacto de los efectos que puede causar el consumo de una misma cantidad de droga, y repercute en la necesidad de una dosis mayor para provocar el mismo grado de efecto farmacodinámico. El proceso de metabolización de la droga limita la duración de su efecto. La exposición reiterada hace que la droga se metabolice con mayor rapidez y la duración e intensidad del efecto deseado se reduzca considerablemente. Para obtener el mismo efecto anterior hay que aumentar la dosis y la frecuencia de administración de la misma. Existen algunos subtipos de tolerancia: tolerancia innata, adquirida, conductual, condicionada, aguda o taquifilaxia, invertida, cruzada, reversible.

a) Interrupción (o disminución) del consumo de alcohol después de su ingesta prolongada y en grandes cantidades. b) Dos o más de los siguientes síntomas desarrollados horas o días después de cumplirse el criterio a): 1.- Hiperactividad autonómica, reflejada en sudoración o más de 100 pulsaciones 2.- Temblor distal de las manos 3.- Insomnio 4.- Náuseas o vómitos 5.- Alucinaciones visuales, táctiles o auditivas transitorias, o ilusiones 6.- Agitación psicomotriz 7.- Ansiedad 8.- Crisis convulsivas de gran mal (crisis epilépticas). c) Los síntomas mencionados en el criterio anterior provocan un malestar clínicamente significativo, un deterioro de la actividad social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del sujeto. d) Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental. (Becoña, 2000, citado en CONSEP-UNODC 2008)

1.2.7 LA POLITOXICOMANÍA Es el uso de varias sustancias. Se produce cuando una persona con un diagnóstico principal de dependencia de una sustancia psicoactiva, presenta al mismo tiempo dependencia de otra u otras sustancias. Aparece en el consumidor de heroína que consume cocaína cuando escasea la primera, o en el consumidor de cocaína que toma con frecuencia alcohol o ansiolíticos para contrarrestar el efecto de la ansiedad, por ejemplo. Los consumidores de heroína o cannabis suelen también consumir sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, u otras sustancias. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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1.2.8 LA AUTOMEDICACIÓN

1.2.9 USO

Es el consumo de medicinas por cuenta y responsabilidad del usuario, sin ninguna prescripción profesional autorizada. Factores como la facilidad que dan farmacias y farmacéuticas a la adquisición de medicamentos, su libre expendio en tiendas u otros establecimientos comerciales no autorizados, y el poco acceso a información que señale los peligros que la automedicación implica, agudizan el problema.

Es aquella relación con las drogas en la que la interacción de factores como cantidad, frecuencia y la situación psíquica y social propias del sujeto, no produce consecuencias negativas en el consumidor ni en su entorno. De todas formas, en la práctica es precisa una evaluación minuciosa antes de valorar como “uso” a una determinada forma de consumo. No basta tomar en cuenta la frecuencia porque pueden ocurrir consumos esporádicos en los que el sujeto abuse rotundamente de la sustancia. Tampoco podemos atender sólo a la cantidad ya que consumos en apariencia no excesivos pueden repetirse con tanta frecuencia que estarían sugiriendo algunos indicadores de hábito y dependencia.

Medicamentos y vacunas pueden ser beneficiosos para la población si se usan de forma adecuada, se suministran en el momento oportuno y son económicamente accesibles. Sin embargo, es el comportamiento de los consumidores o pacientes el que torna a la automedicación en un asunto crítico, cuando ante una enfermedad o molestia deciden consultar a personas que no son profesionales de salud (familiares, vecinos o dispensadores de medicamentos) para que les recomienden algún fármaco que posteriormente adquirirán y consumirán. Entre otras, la automedicación acarrea consecuencias tales como un incremento en el riesgo de reacciones adversas, el aumento de la resistencia bacteriana, mayores costos en atención de salud, el encubrimiento de alguna enfermedad de fondo y la disminución de la eficacia del tratamiento por uso inadecuado o insuficiente de los medicamentos. Estos efectos negativos se intensifican en segmentos vulnerables de la población (tales como niños(as) y ancianos(as)) para los que es fácil automedicarse como una alternativa de tratamiento.

Es importante además tomar en cuenta la situación del consumidor y considerar diversos escenarios como por ejemplo, un consumo moderado del alcohol que puede derivar en abuso si el sujeto además está tomando tranquilizantes prescritos por su médico. De otra parte es necesario también observar el entorno y considerar que puede suceder un consumo de drogas que no perjudique al sujeto, pero sí a terceros (un trabajador de la construcción, por ejemplo, que fuma marihuana justo antes de subir a un andamio).

1.2.10 ABUSO DE DROGAS Es la consecuencia del uso continuado, inapropiado e indebido de drogas legales o ilegales, a pesar de los efectos negativos que ello provoca en el sujeto. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-IV, American Psychiatric Association), el abuso de sustancias ocurre cuando, durante al menos 1 año, la persona que consume es incapaz de cumplir con sus obligaciones (laborales, educacionales, entre otras) debido al consumo; consume la o las drogas en condiciones -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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físicamente riesgosas; tiene problemas legales recurrentes debido al uso de sustancias o sigue consumiéndolas a pesar de problemas persistentes de tipo social o interpersonal.

1.2.11 CONSUMIDOR Es quien se administra, por una o varias vías, drogas legales o ilegales.

1.2.12 MEDICAMENTO Toda sustancia o mezcla utilizada para la prevención, tratamiento, alivio o restablecimiento de alguna enfermedad o la modificación de alguna función orgánica.

1.2.15 TRASTORNO Es la alteración de la regularidad que causa disturbios en el equilibrio saludable de una persona.

1.2.16 TRASTORNO POR EL USO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS

1.2.13 PRESCRIPCIÓN MÉDICA

Se refiere a todas las alteraciones que producen las sustancias que, introducidas en el organismo, afectan o alteran el estado de ánimo y la conducta. Comprende además las incapacidades que causan en las esferas personal, laboral, social, física y familiar del consumidor, y la aparición de síntomas y estados característicos como intoxicación, tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia.

Especificación de la cantidad y período de ingestión de un medicamento administrado por un miembro del personal de salud (médicos, odontólogos, obstetras) con el objetivo de enfrentar un quebrantamiento de salud física o mental.

1.2.17 VULNERABLE

1.2.14 SÍNDROME

Persona que puede ser herida, atacada, atentada en el sentido literal y figurado, y tiene pocas posibilidades de defenderse a sí misma.

Es el conjunto de síntomas y signos que caracterizan a un grupo de enfermedades o entidades patológicas. Por ejemplo, el síndrome confusional que puede ser causado por varias drogas. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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1.2.18 CONDUCTA ADICTIVA Muchos autores definen a las adicciones como un trastorno en el control de los impulsos, y las vinculan además con una tendencia a la repetición más o menos frecuente y estereotipada, comportamiento que está ligado al concepto de “compulsión”. La compulsión es un impulso sistemático e irreprimible que se concreta en un acto difícil de controlar por la incapacidad de abstenerse y/o detenerse, a pesar de las consecuencias negativas que pueda provocar ese acto. Sólo las sustancias, objetos o situaciones que tienen la peculiaridad de generar bienestar de manera inmediata tienen la posibilidad de ser adictivos. La conducta adictiva se sustenta en principios biológicos: acción de neurotransmisores cerebrales, mecanismos de recompensa positiva y negativa. Por lo tanto cualquier estímulo que cause una sensación de placer o de bienestar en el individuo, es muy probable que tienda a ser repetida en función de ciertos “patrones inadaptados” o características clínicas, y corre el riesgo de convertirse en una conducta adictiva. En la actualidad, el concepto de las adicciones se ha empezado a tratar como una patología del vínculo, que analiza la relación que la persona establece con el objeto en la que no sólo influyen las características propias de la droga o del sujeto. La sustancia centraliza la vida del individuo, organiza sus tiempos y acciones, su pensamiento y sus emociones. La forma anómala en que la persona se relaciona con la droga es lo que define la adicción: enfermedad auto y heterodestructiva, crónica, recidivante, progresiva y potencialmente fatal, de curso variable, que desarrolla una persona mediante un vínculo patológico; es decir, presenta un fuerte deseo o sentimiento de compulsión hacia una sustancia que le causa neuroadaptación. (CONSEPUNODC, 2008)

La conducta adictiva se entiende también como un patrón de hábitos sobreaprehendidos que apuntan a la gratificación inmediata y que conllevan a consecuencias negativas a largo plazo. Todas las conductas potencialmente adictivas comienzan a ser controladas por reforzadores positivos (esto es, por los aspectos placenteros de la conducta misma), pero a la larga terminan siendo dominados por reforzadores negativos (el alivio del malestar). En estos casos la persona muestra una fuerte dependencia psicológica, actúa con ansia y de forma impulsiva y pierde interés por cualquier otro tipo de actividad gratificante anterior, sin ser capaz de controlarse a pesar de las consecuencias negativas experimentadas. Habitualmente estas consecuencias negativas tienden a ser subestimadas o negadas, mientras que la perspectiva de la gratificación se destaca en primer plano. El considerar a la adicción como algo aprehendido implica que la persona no está condenada a soportar pasivamente un mal adquirido, sino que puede desarrollar activamente estrategias eficaces para recuperarse. Como resultado de todo ello, los comportamientos adictivos se vuelven automáticos, emocionalmente activados, y quien los padece posee poco control intelectual sobre el acierto o error de cada decisión. El adicto desea los beneficios de la gratificación inmediata, pero no repara en las posibles consecuencias negativas a largo plazo.

Actualmente se relaciona el consumo indebido de drogas con los mecanismos de saciedad del sistema nervioso central (SNC). Cuando éstos se bloquean el individuo nunca estará satisfecho con una dosis o cantidad de droga. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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1.3 ACTIVIDADES Y TIEMPO: 1.3.1 EL MAPA (30-45 MINUTOS) El(a) formador(a) pedirá a los(as) miembros del grupo levantarse, caminar por el centro de la sala y pronunciar su nombre en voz alta a cada persona con quien se cruza mencionando además un valor que comience con la misma letra inicial. Por ejemplo: hola, yo soy Manuel, mi valor es Mejorar; yo soy Patricia, mi valor es Poder, y así sucesivamente. Luego les pedirá cerrar los ojos, respirar profundamente tres veces, y poner la mente en blanco. Pueden imaginar que han ido al cine y que están viendo la pantalla en blanco antes de iniciar la función. Mientras están con los ojos cerrados se desplegará ante sí un cartel que contiene el mapa del Ecuador en blanco y la palabra “drogas” en el centro. Les pedirá que abran los ojos y piensen en todas las palabras que asocian con el término droga (lluvia de ideas), que escriban en tarjetas esas palabras y que las peguen en el mapa. Los y las participantes deben llenar el mapa con las tarjetas en las que han escrito sus aportes. Cuando hayan terminado se pedirá a las o los participantes que vuelvan a sus asientos y se invitará a cada persona a explicar sus impresiones y definiciones. El(a) formador(a) puede usar las siguientes preguntas generadoras: ¿Por qué creen que está dibujado un mapa con la palabra drogas? ¿Qué puede significar el que hayamos puesto diferentes palabras en ese mapa?, ¿Por qué las personas tienen una apreciación distinta o reaccionan de distinta manera frente a la palabra drogas? ¿Son las drogas un problema en nuestro país, ciudad, institución? Entonces se les pedirá que definan las diferentes palabras y el(a) formador(a) agregará al mapa aquellas palabras no mencionadas.

1.4 MATERIALES Y RECURSOS: - Tarjetas de cartulina - Un pliego grande de cartulina - Marcadores - Cinta adhesiva

1.5 ACTIVIDADES DE REFUERZO: - Consultar en un diccionario o en internet el significado de las palabras estupefaciente, psicotrópico, psicoactivo, narcótico, y toxicomanía. Analizar si son o no sinónimos y señalar cuáles son las diferencias. - Consultar sobre los diferentes tipos de tolerancia a las drogas: innata, adquirida, conductual, condicionada, aguda o taquifilaxia, invertida, cruzada, reversible.

1.6 IDEAS ADICIONALES: - Se puede invitar a un profesional de la medicina para que, en palabras sencillas, explique el significado de términos técnicos difíciles. - Hacer una sopa de letras o un crucigrama que incluya los diferentes conceptos básicos referentes a las drogas y drogodependencias. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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SESIÓN No.

TEMA:

FASES POR LAS QUE SE PASA DEL USO AL ABUSO Y A LA DEPENDENCIA

2.1 OBJETIVO DE LA SESIÓN: Comprender el proceso que un usuario atraviesa desde el uso al abuso y posteriormente a la dependencia.

2.2 CONTENIDOS BÁSICOS: El proceso que se desarrolla desde el uso al abuso y luego a la dependencia es complejo, lento y predecible, en el que se distinguen algunas fases:

2.2.1 FASE PREVIA O DE PREDISPOSICIÓN Se refiere a un conjunto de factores que incrementan o disminuyen la probabilidad de consumo de drogas. Son factores antecedentes al consumo y pueden ser de tipo biológico, psicológico y sociocultural.

2.2.2 FASE DE CONOCIMIENTO DE LA SUSTANCIA Sucede cuando la persona conoce de la existencia de una sustancia concreta que produce determinados efectos. Las sustancias psicoactivas aparecen en nuestro entorno social con frecuencia, tal como ha sucedido durante siglos. Claro ejemplo de ello son las drogas legales como el alcohol y el tabaco, pero eso no implica que una persona vaya a tener un contacto directo con todas las drogas desde su nacimiento. Ese contacto y conocimiento dependerá de la disponibilidad, ya sea en su casa o en los lugares donde se relaciona con otras personas desde la infancia; del interés que surja por ellas en el transcurso de su vida (habitualmente en la adolescencia o adultez temprana); y de si amigos o familiares le inducen a su consumo en un momento determinado. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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2.2.3 FASE DE EXPERIMENTACIÓN E INICIO AL CONSUMO DE SUSTANCIAS Transcurre entre el conocimiento de la existencia de distintas drogas, hasta experimentar con su uso. La estadística establece que existe una media de edad en la que inicia el consumo de drogas, aunque las personas que corren más riesgo comienzan a consumirlas antes de ese promedio de edad. Las encuestas en nuestro país señalan que el consumo de alcohol e inhalantes comienza a edades cada vez más tempranas. La adolescencia es el período que más se asocia con el consumo de drogas o el inicio de su consumo. Esto porque en esa etapa es más común la transgresión que el respeto a las instituciones. Ello se refleja en las formas de consumo, como por ejemplo el beber alcohol en calles, avenidas, parques o cualquier otro espacio público. En los últimos años se ha incrementado notablemente el uso de drogas como un recurso recreativo más, o un elemento que ayuda a potenciar la diversión. Conforme la persona crece en edad y en deseo de autonomía, el conocimiento de las drogas no sólo será pasivo, es decir por información obtenida de otros. Múltiples factores como el salir con amigos y sin sus padres, y encontrar escenarios que facilitan el consumo de distintas drogas, especialmente las legales, incitarán la obtención de un conocimiento activo. El joven deseará conocer más sobre algunas drogas, y sobre otras de las que escucha hablar o sabe de su existencia. El conocer los factores de riesgo y protección, así como de los distintos modelos teóricos que veremos en las siguientes sesiones, nos permitirá comprender mejor esta problemática de manera que podamos abordarla de un modo efectivo.

2.2.4 FASE DE CONSOLIDACIÓN, PASANDO DEL USO AL ABUSO Y A LA DEPENDENCIA Las consecuencias, positivas o negativas, que provoca el consumo son el elemento fundamental que influyen en la persona para que ésta decida continuar consumiendo una sustancia o no. Las consecuencias están vinculadas a la relación con sus iguales, con su familia y consigo mismo. Sus iguales pueden o no aceptar su conducta; pueden reforzarla o castigarla. Es importante saber si el consumo se ha producido con ellos. A nivel de su familia, ésta puede tolerar o aceptar el consumo o puede estar en desacuerdo, criticarlo, censurarlo o castigarlo. Finalmente, las consecuencias que el consumo produzca en la propia persona son también de suma importancia. La persona consumidora notará directamente el efecto, positivo o negativo, beneficios o problemas que ve en ello. El que no consume evalúa las consecuencias en los iguales, en la familia y en sí mismo. Es todo esto y la percepción de riesgo que entrañe la sustancia, una vez que la conoce, lo que llevará a la persona a seguir o no consumiendo la misma o, en caso de no consumir, a evitar permanentemente su consumo, o a hacer intentos o pruebas de consumo en el futuro. El estado emocional es una importante variable en esta fase, e influye en el que se mantenga o no el consumo, o en que se produzca un incremento cuantitativo del mismo, pasando del uso, al abuso y a la dependencia. Incluso puede conducir a la persona a consumir otro tipo de drogas más peligrosas. Cuando ya se está en una fase de dependencia que se ha mantenido en el tiempo, se puede afirmar entonces que la persona está en una fase de adicción consolidada.

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2.2.5 FASE DE ABANDONO O MANTENIMIENTO Todo hábito se ejecuta en un período de tiempo en el que la persona puede seguir realizándolo o dejar de hacerlo, si sus consecuencias negativas son más que las positivas. De ahí que entre los consumidores de las distintas drogas, unos dejarán de consumirlas después de una o varias pruebas, otros después de un período corto o largo de consumo, y otros las consumirán ininterrumpidamente durante muchos años o a lo largo de toda la vida. Éstos últimos son los que están en la fase de mantenimiento del consumo. De otra parte, factores externos o internos pueden motivar el abandono del consumo. Los factores externos pueden ser la presión familiar y social, los amigos, el(a) novio(a), las sanciones legales, sanidad pública, entre otras. Los factores de carácter interno se reflejan en los problemas de tipo personal, físico, afectivo, familiar, social, entre otros, a los que el consumo conduce y que persuaden a la persona para que decida dejarlo.

2.2.6 FASE DE RECAÍDA Es una fase que puede ocurrir o no. La adicción consolidada puede considerarse como una conducta aprehendida difícil de extinguir. De ahí que las personas que llegan a niveles de adicción consolidada (dependencia), habitualmente después de varios años de consumo, cuando deciden dejar la sustancia y lo consiguen, con frecuencia recaen. En este caso el abandono de esa sustancia puede considerarse un proceso que atraviesa un largo camino de recaídas. La persona abandona la sustancia, recae, vuelve a abandonarla y vuelve a recaer. Este proceso se mantiene a lo largo del tiempo, o bien en un punto determinado se logra la abstinencia.

2.3 ACTIVIDADES Y TIEMPO: 2.3.1 LAS FASES DEL CONSUMO (60 MINUTOS) Pida la colaboración de cuatro participantes, reparta a cada uno(a) cuatro hojas en blanco y solicíteles que titulen en cada una de las hojas lo siguiente: Hoja 1: Características de un(a) CONSUMIDOR(A) Hoja 2: Características de un(a) NO CONSUMIDOR (A) Hoja 3: Características de un(a) PROPENSO(A) Hoja 4: Características de un(a) TRAFICANTE Escriba en cada una de las hojas por lo menos tres características que identifiquen al consumidor, no consumidor, propenso, traficante (no confundir características con causas). Divida entonces al grupo de participantes en cuatro subgrupos más pequeños conformados, al azar, y pídales que se enumeren del uno al cuatro, de tal manera que los(as) número uno formen un grupo, los(as) dos otro, y así sucesivamente. Entregue al primer subgrupo la hoja que contiene las características de un consumidor, al segundo aquella del no consumidor, al tercero la del propenso, al cuarto del traficante, para que las analicen. Posteriormente los grupos deberán representar las características que les tocó en suerte a través de un dibujo, y una vez realizado aquello nombre un(a) relator(a) de cada subgrupo para que inicie la explicación de sus respectivas ilustraciones. Cada grupo puede hacer este ejercicio con uno(a) o varios(as) relatores(as). -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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Al terminar las exposiciones de los cuatro grupos, el(a) facilitador(a) realizará con el grupo una reflexión y conceptualización del trabajo, y preguntará al grupo: - ¿Una persona consumidora o un traficante solamente tienen características negativas, o tendrán alguna cualidad? - ¿Ustedes creen consumidor?

tener

algunas

de

las

características

del

Responderán sí. ¿Creen tener algunas de las características de la persona propensa?

Responderán sí, y así sucesivamente se preguntará con respecto al traficante y al productor. ¿Entonces qué aprendizaje podríamos sacar?

Que en un mismo ser humano existen características comunes a las de una persona considerada consumidora, no consumidora y propensa, que se caracterizan –según lo que consta en las hojas- por tener más aspectos positivos que negativos. De igual manera en las categorías consumidora, traficante y productora por predominar los aspectos negativos; y en la categoría propensa por mostrar aspectos positivos y negativos. En toda persona hay características de las tres categorías. Se finaliza el ejercicio aclarando las fases del abuso y dependencia de drogas.

c) En el consumidor y traficante prima lo negativo (-) pero también hay características positivas (+). En el No consumidor predomina lo positivo (+) pero también hay aspectos negativos (-). En el propenso hay por igual aspectos negativos (-) y positivos (+). d) Las definiciones de consumidor, no-consumidor, propenso (o persona en riesgo) y traficante son simplificaciones y estereotipos que pueden llegar a distorsionar la realidad y crear confusión. Por ello hay que erradicar criterios que separan rígidamente los no-consumidores de los consumidores: existen consumidores de baja intensidad o casuales y consumidores compulsivos; y existen No consumidores que rechazan fuertemente las drogas y otros que tienen un criterio ambiguo. Están además diferentes tipos de consumo de acuerdo al fin que persigue el consumidor: ceremonial (mágico religioso o curativo), estimulante, anestesiante, embrutecedor o compulsivo (dependencia). e) La juventud es una etapa de propensión tanto al consumo, producción y tráfico como al no consumo, no producción y no tráfico. Algo similar ocurre con los niveles de pobreza. f) No solamente la juventud o los pobres están en una etapa de propensión. Todos somos potencialmente propensos más aún si tomamos en cuenta circunstancias que debemos enfrentar en la vida, como por ejemplos la muerte de seres queridos, pérdida de empleo, menopausia, adolescencia, andropausia, entre otros. El estar privados de la libertad es una circunstancia que, en especial, favorece esta propensión.

El(a) formador(a) concluirá lo siguiente: a) Que todas las características presentadas por los diferentes grupos nos permiten establecer un perfil que identifica cuándo una persona es no consumidora, consumidora, propensa, y traficante de drogas. b) El propenso está en una etapa intermedia entre el consumidor y traficante, y entre el No consumidor y No traficante, por lo que al ubicarse en un punto medio puede en algún momento inclinarse hacia cualquiera de los dos lados. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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2.4 MATERIALES Y RECURSOS: - Cuatro hojas pequeñas para cada participante - Pliegos de papel - Rotafolio - Marcadores para cada grupo - Revistas - Tijeras - Cartulinas o pliegos de papel - Pegamento

2.6 IDEAS ADICIONALES: Se puede utilizar esta actividad también para introducir el concepto de riesgo en el módulo 2.

2.5 ACTIVIDADES DE REFUERZO: - Preguntar a personas conocidas que consumen drogas cómo fue que llegaron a volverse adictos(as). Identificar en qué fase están y hacer un breve reporte o ensayo, cuidando de no mencionar sus nombres reales. - Observar un video o testimonio de una persona adicta en donde narre cómo fue su proceso hasta llegar a la dependencia.

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3

SESIÓN No.

TEMA:

ADICCIÓN A LAS DROGAS

3.1 OBJETIVO DE LA SESIÓN: Comprender en qué consiste el proceso de la adicción y qué ocurre en el cerebro y en el cuerpo cuando una droga ingresa al organismo.

3.2 CONTENIDOS BÁSICOS: 3.2.1 EL FENÓMENO DE LA ADICCIÓN Involucra un trastorno de la conducta en el que un agente externo se convierte en parte fundamental de la vida de un individuo. De acuerdo con el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV, American Psychiatric Association), se habla de adicción cuando se presenta un deterioro clínicamente significativo como consecuencia del consumo de una sustancia Se caracteriza por la presentación de tres o más de los siguientes signos en un período continuo de doce meses: a) Tolerancia b) Dependencia física c) Consumo de la sustancia en cantidades mayores o períodos más largos de lo que originalmente se pretendía d) Deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia e) Empleo de tiempo cada vez mayor en actividades relacionadas con la obtención o el consumo de la sustancia f) Reducción importante de las actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia g) Consumo continuo de la sustancia a pesar de tener conciencia del daño que ocasiona

Desde el punto de vista médico-sanitario, la adicción se considera una enfermedad cuando se necesita de un tratamiento para salir de ella, y no puede ser controlada por el adicto. La enfermedad puede producirse con sustancias lícitas, ilícitas o con fármacos que quizá en un principio se utilizaron para el tratamiento de otra enfermedad, y presenta, al menos, estas cuatro características: -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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1. Existen síntomas, un conjunto de señales de alarma que el organismo “emite” con la finalidad de indicar algún desperfecto en su estructura o en su funcionamiento 2. Existen signos identificables como tensión arterial alta, dilatación pupilar o miosis, según la droga consumida 3. Existe una progresión como cualquier enfermedad. Las cosas tienden a empeorar si no se atiende el problema 4. Puede hacerse un pronóstico de cuáles son los resultados cuando la enfermedad sigue su curso natural.

3.2.2 ¿CÓMO AFECTAN LAS DROGAS AL CEREBRO? Las drogas introducidas en nuestro cuerpo por diferentes vías circulan con el torrente sanguíneo hasta el cerebro atravesando la barrera hematoencefálica1. Una vez que han llegado al cerebro, lugar donde reside el control de las funciones superiores del ser humano, alteran su normal funcionamiento actuando sobre unas sustancias bioquímicas naturales llamadas ‘neurotransmisores’. Las señales nerviosas viajan a través de las células nerviosas denominadas neuronas, que están conectadas entre sí por la sinapsis. En la sinapsis se liberan los neurotransmisores, que actúan sobre la siguiente neurona en puntos específicos llamados receptores. La interacción de los neurotransmisores con los receptores produce una serie de cambios que permiten el paso de información de una neurona a otra. Las drogas alteran el funcionamiento cerebral modificando la producción, la liberación o la degradación de los neurotransmisores cerebrales de tal forma que se modifica el proceso natural de intercomunicación neuronal y la producción y recaptación de los neurotransmisores. De esta forma las drogas alteran nuestra percepción sensorial,

la sensación de dolor o bienestar, los ritmos de sueño-vigilia, la activación, etcétera. Estos cambios bioquímicos producidos en el seno del cerebro se tratan con medicación para restablecer el equilibrio natural y permitir el normal funcionamiento de nuestro sistema neurológico.

3.2.3 ¿CÓMO AFECTAN LAS DIFERENTES DROGAS AL ORGANISMO? 3.2.3.1 Estimulantes Aceleran el funcionamiento del organismo mediante el estímulo del Sistema Nervioso Central. En general los estimulantes actúan forzando la liberación de sustancias químicas energéticas (especialmente la adrenalina), aumentando la actividad eléctrica del cerebro y animando artificialmente nuestro centro del placer/recompensa. Los efectos básicos de los estimulantes son: mayor energía, ritmo cardíaco más acelerado, presión sanguínea más alta, respiración más rápida, inquietud, pupilas dilatadas, charlatanería, irritabilidad, reducción del apetito o la sed y una euforia variable, según la potencia del estimulante. Los principales estimulantes son la cocaína, las anfetaminas, las píldoras para adelgazar, los productos para levantar el ánimo, nicotina, cafeína y teína.

3.2.3.1.1 Cocaína: La cocaína no es sólo un estimulante, también es el único anestésico local de origen natural. Es un polvo blanco que incrementa la capacidad del cuerpo para ejecutar trabajos físicos, y provoca euforia, ansiedad, y acelera el pulso y la presión sanguínea. 1. Es una barrera entre los vasos sanguíneos y el encéfalo que impide que muchas sustancias tóxicas la atraviesen y afecten su funcionamiento, a la vez que permite el paso de nutrientes y oxígeno. Las drogas logran atravesar esta barrera. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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La cocaína es el segundo estimulante en cuanto a su poder para causar adicción (la nicotina se ubica en primer lugar). Merece destacarse la intensidad de su estimulación, su elevado precio y la velocidad con la que el cuerpo la metaboliza. La cocaína resulta de una preparación química denominada crack, rock, o base libre que puede ser aspirada, inyectada o fumada. Al fumarla llega más rápidamente al cerebro (entre 7 y 10 minutos). La cocaína atrae porque imita las funciones y las euforias naturales del cuerpo. La disminución del ánimo luego de su efecto es también extremadamente intensa y por ello los consumidores siguen tomándola para mantenerse eufóricos. Finalmente el cerebro se sensibiliza ante la memoria de los efectos placenteros. Una sobredosis de cocaína puede producirse por ingerir apenas 1/50 de gramo o tanto como 1,2 gramos o más. La mayoría de las reacciones a la sobredosis son peligrosas y pueden producir la muerte por paro cardíaco, depresión respiratoria o ataque. La cocaína puede causar perforación de la nariz e infecciones en los lugares donde se suministra.

3.2.3.1.2 Anfetaminas:

Son sustancias que también estimulan al organismo y se utilizan para disminuir el sueño, bajar de peso o elevar el rendimiento deportivo. Son muy similares a la cocaína, pero la diferencia principal radica en que tienen un efecto más prolongado, necesitan más tiempo para metabolizarse y son más baratas. Las anfetaminas originalmente se prescribían para combatir la fatiga, la depresión y la obesidad, pero se las tomaba más a menudo porque levantaban el ánimo y tenían la propiedad de provocar euforia. Su uso prolongado puede producir paranoia, problemas cardíacos y vasculares, una mayor temperatura corporal, deshidratación y mala nutrición. Superados sus efectos, el organismo experimenta un efecto de rebote caracterizado por agotamiento total, temblor en las manos y sudoración, acompañados de estados de angustia y desesperación. La tolerancia a las anfetaminas se desarrolla rápidamente. La abstinencia luego de largo tiempo de consumo produce depresión física y emocional, irritabilidad y extrema ansiedad.

3.2.3.1.3 Cafeína: Está en el café que constituye

el estimulante más popular del mundo. Se puede desarrollar tolerancia a la cafeína y los síntomas de abstinencia tales como dolores de cabeza, depresión e irritabilidad se producen en especial si el consumo excede las cinco tazas por día.

3.2.3.1.4 Nicotina (Tabaco):

Es la droga psicoactiva más adictiva. Sesenta y seis millones de personas son adictas a los cigarrillos, frente a los 15 millones de adictos al alcohol. La nicotina produce más muertes que todas las otras drogas psicoactivas combinadas, por problemas cardiorrespiratorios, cáncer al pulmón, bronquitis y enfermedades del corazón. Se ha comprobado que la nicotina produce un aumento de los latidos cardíacos y de la presión arterial. Un(a) fumador(a) que consume una cajetilla diaria, al cabo de un año se suministra aproximadamente 60.000 pequeñas cantidades de nicotina. La acción de la nicotina dura en el organismo aproximadamente de 20 a 30 minutos, razón por la que la mayoría de fumadores utilizan un cigarrillo cada 30 o 40 minutos.

3.2.3.2 Depresores Como su nombre lo indica deprimen el sistema nervioso central, disminuyen la actividad del organismo produciendo una baja en el estado de ánimo. Los tres grupos principales de depresores son los opiáceos, los sedantes- hipnóticos y el alcohol. Otros depresores son los relajantes musculares y los antihistamínicos.

3.2.3.2.1 Narcóticos u opiáceos:

De la amapola se extrae el opio, y los opioides (versiones sintéticas de los opiatos) se utilizan para el tratamiento el dolor agudo. Son drogas que calman el dolor y producen sueño. Los opiáceos incluyen el opio y sus derivados: la morfina, la heroína, la codeína. Los opioides incluyen la metadona, el Darvon, el Demerol, el Talwin y el Fentanil. Los opiáceos y los opioides funcionan imitando a los anestésicos naturales del propio cuerpo, las endorfinas y encefalinas. Bloquean la transmisión de los mensajes dolorosos

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del cerebro, también pueden producir euforia, aumentar las náuseas, deprimir la respiración y el ritmo cardíaco, deprimir la coordinación muscular y suprimir el mecanismo de la tos. La intoxicación por opiáceos se manifiesta por: profundo sueño, pupilas pequeñas, baja temperatura, piel fría y sudorosa, vómito, respiración lenta, disminución de la presión arterial. La tolerancia física a los opiáceos y opioides se desarrolla rápidamente, aumentando la velocidad con la que el cuerpo se vuelve dependiente de la droga. La abstinencia de opiáceos es similar a un caso extremo de gripe, pero por lo general la gente no muere debido a esa abstinencia. Puede morir de una sobredosis. Sin embargo, los recién nacidos adictos sí pueden morir por abstinencia de opiatos. La codeína es el opiáceo recetado del que más se abusa; produce somnolencia y euforia. El sosegón produce un alto grado de sedación y euforia, deprime la actividad mental y física, tanto que puede llevar a la pérdida de conciencia, mareos y depresión cardiorrespiratoria. Las personas que consumen estas drogas tienden a aumentar la dosis para experimentar los mismos efectos.

3.2.3.2.2 Sedantes – hipnóticos: Por lo general se recetan para controlar la ansiedad, inducir el sueño, relajar los músculos y actuar como tranquilizantes suaves. Los tres principales son los barbitúricos, los no barbitúricos y las benzodiazepinas. 3.2.3.2.2.1 Barbitúricos: Incluyen Veronal, Barbital,

y Fenobarbital.

3.2.3.2.2.2 No Barbitúricos:

Quualude, Miltown, Placidil y muchos más.

Incluyen Doriden,

3.2.3.2.2.3 Las Benzodiazepinas: Incluyen Xanax,

Frisiun, Rohipnol y muchos más. Los sedantes-hipnóticos actúan sobre secciones específicas del cerebro, es decir, la corteza cerebral y el cerebro medio, para inducir al sueño. Dosis mayores provocan dificultad al pronunciar palabras, tambaleos, pérdida del equilibrio, irritabilidad. La apariencia de una embriaguez (acciones lentas y perezosas), sin olor a alcohol, es un indicador de su consumo La tolerancia a los sedantes hipnóticos se desarrolla muy rápidamente y romper la dependencia de un sedante hipnótico

puede ser extremadamente peligroso y riesgoso para la vida. La abstinencia tras un consumo prolongado de benzodiazepinas puede poner en peligro a la persona. Son comunes las convulsiones, las náuseas, la dificultad respiratoria.

3.2.3.3 Alcohol Es la droga psicoactiva más antigua que conoce el hombre. Es legal y la encontramos en la cerveza, chicha, vino, ron y los licores fuertes. En principio el alcohol suprime las inhibiciones, de forma que parece actuar como estimulante, pero en la medida en que se desarrolla el efecto depresor, se hacen más lentos los reflejos, se deprimen el ritmo cardíaco y respiratorio, y se perturban el razonamiento y el juicio. En la medida en que una persona envejece, el cuerpo y el hígado son menos capaces de metabolizar la misma cantidad de alcohol, de manera que la persona se emborracha más rápidamente. La abstinencia tras un prolongado consumo puede poner la vida en peligro. Son comunes las alucinaciones, las convulsiones y los ritmos cardíacos irregulares. Actualmente, su consumo constituye un grave problema social que no respeta posición social, política, religiosa, edad o sexo. Gran cantidad de problemas de carácter físico, emocional y social, han sido relacionados con el uso de alcohol, entre ellos enfermedades del hígado, páncreas, estómago, sistema nervioso central, periférico (nervios), corazón, además de conflictos conyugales, familiares, con la comunidad y con la ley, accidentes automovilísticos, de trabajo, criminalidad, y deterioro de las costumbres éticas y morales.

3.2.3.4 Alucinógenos Son sustancias químicas extraídas de plantas o sintetizadas en laboratorios. Generalmente, los alucinógenos alteran o intensifican la percepción y disminuyen la capacidad para distinguir entre la realidad y la fantasía. Los efectos mentales varían cada vez que se los consume, e incluyen alucinaciones, exaltación del ánimo, abstracción de la realidad, movimientos violentos y autodestructivos, así como también pánico. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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Los alucinógenos de consumo más común son la marihuana, el LSD, el PCP, el peyote, la psilocibina (hongos mágicos) y el MDMA (u otras variaciones de la molécula de anfetamina). Un efecto físico principal de los alucinógenos, excepto en la marihuana, PCP o anticolinérgico, es la estimulación. Los efectos mentales más frecuentes de los alucinógenos son las percepciones intensificadas, especialmente las visuales, la supresión de los centros de la memoria y las perturbaciones del juicio y el razonamiento. Esos efectos dependen particularmente del tamaño de la dosis, el estado emocional del consumidor, el estado de ánimo en el momento del consumo y el entorno. El sentido de la dirección y la distancia, así como su objetividad resultan también afectados. El consumidor experimenta dilatación de las pupilas y sensibilidad extrema a la luz. Los alucinógenos causan inquietud e insomnio en tanto pasa su efecto.

3.2.3.4.1 Marihuana: Es una droga que se obtiene de la planta llamada cannabis sativa, y su consumo causa somnolencia, una cierta sedación y una autohipnosis suave, que hace más probable que los consumidores exageren su estado de ánimo y las reacciones ante el entorno. Algunos efectos negativos de la marihuana son una disminución de los niveles de testosterona, y en las mujeres puede provocar menstruaciones irregulares y períodos de ovulación más cortos. Es decir, puede reducir la fertilidad. También produce una disminución en la capacidad de hacer tareas complicadas, una perturbación temporaria de la memoria cercana, una menor capacidad de rastreo (entorpecimiento de la coordinación ojo-mano), debilita el rendimiento intelectual y la memoria, genera pérdida del sentido del tiempo, distorsión de los sonidos, insensibilidad al tacto, pérdida de estabilidad y obnubilación de la conciencia. El humo de marihuana contiene además algunos de los ingredientes del humo de tabaco los cuales pueden ocasionar enfisema y cáncer. Grandes cantidades de marihuana pueden producir reacciones de ansiedad, paranoia y algunas alucinaciones. Los consumidores crónicos de marihuana muestran una cierta apatía y una tendencia a descuidar los problemas vitales. Cuando se deja de usar crónicamente la marihuana se puede sufrir un síndrome de abstinencia que incluye dolores de cabeza, ansiedad, depresión inquietud y perturbaciones del sueño.

3.2.3.4.2 Otros alucinógenos 3.2.3.4.2.1 LSD: Dietilamida del ácido lisérgico es una

sustancia extremadamente potente. Dosis tan bajas como 25 microgramos (25 millonésimos de gramo) pueden producir intoxicación. Al igual que muchos otros alucinógenos, la LSD sobrecarga la corteza cerebral, el tablero sensorial de la mente y crea distorsiones e ilusiones. 3.2.3.4.2.2 Psilocibina: Es el ingrediente activo de los hongos alucinógenos. Después de la náusea o los vómitos iniciales, las ilusiones visuales y un cierto estado de conciencia alterado son los efectos más comunes de los hongos. Los hongos y los botones de peyote han sido utilizados en ceremonias religiosas por muchas tribus indígenas. La mescalina es el ingrediente activo del cactus de peyote. Comer botones de peyote o beberlos en té produce visiones coloridas y vívidas alucinaciones después de la náusea y la estimulación física inicial. 3.2.3.4.2.3 Belladona: Ésta y otras plantas de beleño contienen escopolamina y antropina. En dosis bajas, estas sustancias producen estupor, pero en la medida en que aumenta la dosis se hacen comunes el delirio, las alucinaciones y pérdida de la noción de la realidad. 3.2.3.4.2.4 PCP: Fenciclidina conocida también como “polvo de ángel”. Es un anestésico ilegal que, además de amortiguar las sensaciones, desconecta a los consumidores de su entorno y sus sentidos. Los efectos de la droga PCP incluyen anestesia, presión sanguínea extremadamente alta y agresiva. Las dosis más altas pueden producir temblores, convulsiones, catatonia, coma e inclusive fallas en los riñones.

3.2.3.5 Inhalantes Son los solventes volátiles, los nitritos volátiles y el óxido nitroso. Los solventes volátiles consisten en fluidos tales como la gasolina, “isarcol” o cemento de contacto, thinner, el kerosene, el pegamento de aeromodelismo, el quitaesmalte de uñas, el fluido para encendedores, el tetraclorato de carbono e inclusive el líquido para embalsamar.

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Los efectos de los solventes volátiles, principalmente depresores, incluyen mareos y dificultades en el habla. La impulsividad y la irritabilidad dan paso a alucinaciones e ilusiones. Eventualmente, se producen delirios, torpeza y dificultad para pensar. Los principales efectos son relajación muscular y dilatación de los vasos sanguíneos que producen una efusión de sangre a la cabeza. También pueden producirse mareos, inconsciencia y problemas vasculares. Pueden provocar daños irreversibles, muerte por asfixia o paro cardíaco. La práctica de inhalar es más generalizada en jóvenes de barrios marginales y en los chicos de la calle. A ellos se les llama “fundeadores” o “gomeros” por utilizar una funda plástica con pegamento para sus fines.

3.2.3.6 Nuevas drogas Mencionamos aquí drogas sintéticas como:

3.2.3.6.1 Éxtasis: Es el 3,4-metil dioxianfetamida o

MDMA. Produce una sensación de bienestar, pero su consumo provoca efectos adversos que pueden llevar hasta la muerte ya que causa pérdida de control sobre uno mismo, aumento de la temperatura (hipertermia), aumento de la presión arterial, deshidratación, pérdida de peso y memoria. Hay una variación del éxtasis denominada MBMB.

3.2.3.6.2 Eva o MDEA: Altera en menor grado la percepción, pero estimula más el sistema nervioso central. Es parecida a la anfetamina pero tiene efectos secundarios menores. Existen otras drogas similares como el STP (Dimitoximetilanfetamina) y PMA (para metoxi-anfetamina).

3.2.4 EL ESTUDIO EXPERIMENTAL DE LA ADICCIÓN A LAS DROGAS Se han identificado factores físicos que inducen a la autoadministración de drogas. En el laboratorio se ha visto cómo varias especies animales (ratas, perros, monos) son capaces de autoadministrarse narcóticos, barbitúricos, alcohol, gases anestésicos, solventes, estimulantes, nicotina y cafeína. En estos experimentos se implantan catéteres (pequeños tubos) para la inyección de la sustancia en forma crónica, es decir, por varios días o semanas. El animal puede moverse libremente y tiene acceso a un pedal que controla la administración de la droga a través de estos catéteres. Cada vez que el animal aprieta el pedal u oprime un botón, recibe una dosis del fármaco. Se puede controlar la dosis, de manera que si ésta se reduce el animal tiene que apretar más veces el pedal para obtener la misma cantidad de droga. De esta forma se puede investigar lo que los psicólogos llaman «propiedades reforzadoras» de un estímulo (en este caso, la droga). La nicotina es un reforzador débil, mientras que la morfina o la cocaína son reforzadores fuertes (una rata puede ser capaz de apretar un pedal hasta 4000 veces en una sesión para obtener una sola dosis de cocaína). Hay otras drogas que jamás producen reforzamiento: el alcohol es una de ellas. Sin embargo, se han podido “fabricar” en el laboratorio cepas de ratas alcohólicas, es decir, animales que prefieren el alcohol al agua. Estos animales son útiles para investigar las bases biológicas de la adicción. Esto significa que el desarrollo de la dependencia no sólo tiene su origen en los problemas psicológicos del individuo y no son sólo éstos las causas que pueden volverlo adicto. Se han identificado factores genéticos que ocasionan en ciertas personas mayor susceptibilidad a desarrollar dependencias específicas a determinadas drogas y no a otras. Los mecanismos cerebrales que participan en la dependencia -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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a las drogas empiezan a conocerse. Se han identificado áreas en el cerebro cuya estimulación eléctrica provoca sensaciones placenteras (esto se ha visto en pacientes epilépticos a los que se les implantan electrodos intracerebrales para identificar la zona anormal). Una de ellas es la llamada área tegmental ventral, estructura que se sabe contiene dopamina y que envía proyecciones a estructuras estriatales, como el núcleo accumbens, así como al sistema límbico y a la corteza frontal.

por los animales. En estos experimentos, cuando el animal está sin droga puede obtener comida y agua presionando un juego de palancas. Cuando se le administra la droga, las palancas que le suministraban agua y alimento dejan de funcionar y son otros juegos de palancas los que debe apretar para satisfacer sus necesidades. Los animales aprenden rápidamente a discriminar su estado (“drogado” o no “drogado”), ya que se dirigen a unas u otras palancas según el caso.

Estos estudios en los cuales un animal experimental se autoadministra alguna sustancia, han demostrado que muchas drogas que producen adicción en el ser humano también son adictivas para los animales de laboratorio. Es decir actúan como reforzadores positivos de la conducta. Con estos experimentos es posible también estudiar el efecto que tienen las lesiones en ciertas áreas del cerebro, o la administración de fármacos sobre el “gusto” de los animales por alguna sustancia. Inferimos que si la rata aprieta reiteradamente una palanca es porque siente una forma del placer o porque se ha vuelto adicta a la sustancia que se le suministra al apretar esa palanca. Por otro lado, si una lesión en el cerebro elimina la conducta podemos entonces deducir que hemos alterado los centros neuronales que participan en la determinación del “gusto” por la sustancia.

Estos experimentos ponen de manifiesto la capacidad de los animales para evaluar su propio estado y decidir en consecuencia qué acción procede. Drogas como el LSD o los cannabinoides, si bien no son activamente buscadas por los animales en el laboratorio, sí producen cambios que el animal es capaz de detectar. Este efecto discriminativo, «el darse cuenta del propio estado», es básico en la búsqueda de una sustancia y su uso como droga.

Entre las drogas que sirven como reforzadores activos de la conducta en los animales se encuentran los estimulantes psicomotores, como las anfetaminas y la cocaína, los analgésicos opioides como la morfina y la heroína, los anestésicos disociativos como la fenciclidina (polvo de ángel), así como también los barbitúricos, las benzodicepinas, el etanol, la nicotina y algunos solventes volátiles (thinner).

La razón por la cual algunas sustancias son adictivas no está aún del todo clara. Al parecer tienen que ver con el grado de activación que inducen en un circuito neuronal dopaminérgico (neuronas que utilizan la dopamina como mensajero químico) el cual conecta algunas neuronas del tallo cerebral (área tegmental vertral), con el núcleo caudado, la amígdala y el sistema límbico (este último está asociado con el control de las emociones). Estudios de laboratorio han permitido demostrar que la interrupción de este circuito neuronal mediante lesiones cerebrales impide o hace desaparecer la conducta de autoadministración de droga en animales de laboratorio.

Otras drogas, del tipo de los alucinógenos (como el LSD), no producen ningún reforzamiento, y los animales de laboratorio no los buscan.

Los estudios de reforzamiento y autoadministración han permitido analizar experimentalmente los efectos de las drogas sobre la actividad de circuitos y sistemas neuronales precisos. Se ha podido también estudiar los efectos que tienen diversas lesiones cerebrales sobre la respuesta a las drogas.

Podría pensarse que el LSD y los cannabinoides no sirven como reforzadores positivos porque no tienen efecto en los animales. Sin embargo la observación conductual y otros tipos de experimentos permiten corroborar que los animales son capaces de distinguir claramente el efecto de estas drogas. Por ejemplo, en experimentos que se denominan de discriminación, el LSD y los cannabinoides son ostensiblemente detectados

Si bien lo anterior se refiere a estudios en animales, principalmente ratas, en el humano son esencialmente los mismos sistemas neuronales los que participan en la respuesta del organismo a las drogas. Por ejemplo, fármacos que bloquean los receptores de dopamina producen pérdida del apetito y también la sensación placentera derivada de la droga. Igualmente, hay una buena correlación entre la frecuencia con que los animales -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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se autoadministran una droga en el laboratorio y la intensidad con que los humanos la buscan y consumen. Sin perder de vista la diferencia entre el mundo del hombre, su cultura y, sobre todo, la conciencia del yo, y los animales de laboratorio, podemos concluir que los estudios en animales constituyen un modelo adecuado y han permitido conocer el sustrato neuronal que determina la búsqueda de la droga: el sistema dopaminérgico meso-córtico-límbico. El fenómeno fundamental que propende a convertir una persona en adicta es biológico, y los principios que describen la vulnerabilidad o la propensión a volverse adicto son universales. No hay duda de que hay diferencias individuales en las experiencias de consumo de drogas y que no todos se convierten en adictos con la misma facilidad; unos lo hacen con marcada rapidez, mientras que otros no tan rápidamente. Esto dependerá de diversos factores a nivel individual, familiar, educativo, laboral, comunitario.

3.2.5 FACTORES QUE DETERMINAN LOS EFECTOS DE UNA DROGA Los efectos no sólo dependen de la sustancias en sí, sino también de:

3.2.5.1 La dosis Determinadas sustancias producen un efecto a dosis bajas y el efecto contrario cuando se administra en dosis mayores.

3.2.5.2 La forma de administración La rapidez o la intensidad de los efectos que producen las drogas varían considerablemente dependiendo de la manera cómo se las consume. Habrán notables diferencias si ésta es fumada,

esnifada, inhalada oralmente o directamente incorporada al torrente sanguíneo. Cualquiera sea la vía elegida el destino final de la sustancia siempre es el cerebro del consumidor, al que llega a través de la sangre. Una vez en su destino, cada sustancia produce alteraciones específicas.

3.2.5.3 Las expectativas Lo que uno espera conseguir condiciona poderosamente lo que consigue realmente, sobre todo cuando se consumen pequeñas dosis. Este fenómeno puede llegar al punto de que la administración de un producto inerte (placebo) puede provocar el efecto que pretende el individuo.

3.2.5.4 Del contexto Esta variable tiene mucha relación con la anterior. El lugar, la compañía o la actividad que el consumidor realiza durante la administración condicionan poderosamente los efectos, pudiendo ser éstos, incluso, de signo opuesto.

3.2.5.5 La tolerancia En función de la posible adaptación previa del organismo a la sustancia, los efectos que produce una misma dosis en dos individuos diferentes pueden variar notablemente.

3.2.5.6 La mezcla de sustancias Los efectos de una y otra sustancia pueden potenciarse, inhibirse o alterarse si se mezclan entre sí. Por otra parte, hay que insistir una vez más que no conviene aislar las propiedades farmacológicas o psicoactivas de la droga, del uso particular que se hace de ella. No interesa tanto la sustancia en sí, como la forma que tienen las personas de usarla. Los organismos internacionales de mayor relevancia, como la Organización Mundial de la Salud (ICD-10,1992) y la Asociación -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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Psiquiátrica Americana (DSM-IV, 1994) han clasificado las drogas en 9 y 10 subtipos, respectivamente. La primera incluye al alcohol, opiodes, canabinoides, sedantes hipnóticos, cocaína, otros estimulantes (incluyendo a la cafeína), alucinógenos, tabaco y solventes volátiles, mientras que la segunda incluye la cafeína dentro de los estimulantes y separa a la fenciclidina. Finalmente, el ICD-10 consigna un subtipo de abuso que se refiere a las sustancias que no producen dependencia pero que son autoadministradas sin prescripción médica de forma excesiva (abuso de laxantes, vitaminas, antibióticos) por tendencias hipocondríacas o psicológicas diversas, sin que exista un sustento médico que justifique su uso.

3.3 ACTIVIDADES Y TIEMPO: 3.3.1 JUEGO DE ROLES (60 MINUTOS) Distribuya a cada persona un papel con una descripción de la función de una parte del cerebro, de un órgano del cuerpo o de una droga. Proceda a solicitarles entonces representar los roles de las diferentes partes del cerebro y cuerpo humano. Se pueden también asumir roles de funciones psíquicas: memoria, percepción, concentración, estado de ánimo, por ejemplo. Disponga siempre de un guión para cada rol que pueda ser entendido fácilmente por los participantes, de manera que comprendan lo que tienen qué hacer. Otros(as) asumirán los roles de diferentes tipos de drogas: depresores (narcóticos u opiáceos, alcohol, barbitúricos,

anfetaminas y tabaco), estimulantes como la cocaína, los alucinógenos (marihuana) e inhalantes. Una vez leído su papel se pedirá a los(as) participantes que encarnen a los(as) distintos personajes o elementos a ser representados. El(a) formador(a) asumirá el rol de entrevistador(a) y les irá preguntando qué son y qué hacen. Cada persona en su respectivo rol deberá interactuar con las demás demostrando lo que ocurre en el cerebro. Todo el mundo puede participar en los comentarios.

3.4 ACTIVIDADES DE REFUERZO: - Hacer un dibujo del cerebro y del cuerpo humano, y explicar cómo actúan las drogas. - Diseñar carteles en los que se representen los efectos de cada droga en el organismo. - Consultar en bibliografía o internet cuáles son los indicadores de alcoholismo y de consumo de inhalantes. - Consultar cuál es la diferencia entre coca y cocaína.

3.5 IDEAS ADICIONALES: - Invitar a un médico dar una charla sobre los efectos de las drogas en el organismo. - La actividad de esta sesión puede servir de inicio para el siguiente tema: clasificación de la drogas.

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SESIÓN No.

TEMA:

CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS

4.2 CONTENIDOS BÁSICOS: Resulta complicado establecer una clasificación única o definitiva de las drogas. Es más adecuado clasificarlas de acuerdo a los propósitos específicos para los cuales se las utiliza, pero además es necesario tomar en cuenta criterios relevantes como su origen, formas de uso, sus efectos sobre el sistema nervioso central (SNC) y su situación jurídica. Sobre estos elementos bien se puede estructurar una clasificación de las drogas, para finalmente incluir las clasificaciones más recientes en materia de las adicciones. (O` Brien, 1999; Viena, 1961, citados en CONSEP-UNODC, 2008)

4.2.1 POR SU ORIGEN Se pueden clasificar en naturales, semisintéticas y sintéticas. Es necesario recordar que varias drogas utilizan un tipo de precursor que le da origen. De este modo se distinguen las derivadas del opio, las del género cannabis, los anfetamínicos, benzodiazepínicos, bebidas alcohólicas y otros.

4.2.1.1 Drogas Naturales Son aquellas que se recogen directamente de la naturaleza para ser consumidas por el individuo. Entre ellas están la marihuana y sus derivados, la mescalina, el opio, el chamico (Datura estramonio), la ipomoea, entre otras.

4.1 OBJETIVO DE LA SESIÓN: Clarificar las diferentes formas en que pueden ser clasificadas las drogas.

Lo “natural” hace referencia a que el principio activo de la droga está presente en la materia vegetal (amapola, hoja de coca, uva, tabaco, café, entre otras). Estas drogas se obtienen mediante procedimientos químicos como la fermentación y la destilación para obtener etanol, o la combinación de procedimientos físicos y químicos para la obtención de pasta básica de cocaína o clorhidrato de cocaína. Además, por acción de la farmacocinética de la materia prima en el organismo del -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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individuo que la ingiere, se libera el principio activo. Así, de la hoja de coca se liberan fracciones de cocaína, o la nicotina del tabaco.

4.2.1.2. Drogas Semisintéticas Son obtenidas por síntesis parcial. Incluso, el aislamiento de ciertos alcaloides potencia los efectos de las drogas. Entre ellas están la heroína, bupernorfina, leuorfanol, dihidrocodeína, entre otros.

4.2.1.3. Drogas Sintéticas Son aquellas sustancias producidas en laboratorio como los barbitúricos, meperidina, fenciclidina, LSD25, MDA (droga del amor), MDMA 3, 4 metilendioximetanfetamina (éxtasis), metadona, y otras. Cuando nos referimos a una droga “sintética” ello implica que para obtenerla se ha precisado de una elaboración técnica. Por ejemplo, el MDMA (éxtasis) es una anfetamina que se debe “fabricar” en el laboratorio para obtenerla. Es sintética, “no natural”.

4.2.2 POR SUS FORMAS DE USO Esta clasificación enfoca la aceptación social de las drogas y determinados efectos que éstas provocan en el ámbito cultural.

4.2.2.1. Drogas Sociales Son sustancias cuyo consumo acepta y tolera el entorno social. Es decir, están vinculadas con las costumbres de una población o un segmento social. En nuestro entorno social las drogas de ese tipo más conocidas son las siguientes:

4.2.2.1.1 Alcohol etílico:

consumo en nuestro país.

4.2.2.1.2 Tabaco: El estimulante de mayor consumo

en el mundo. Contiene además de nicotina, sustancias químicas tóxicas y cancerígenas (benzopirenos, alquitrán, etc).

4.2.2.1.3 Café: Una sustancia química considerada como estimulante pues contiene cafeína. El abuso en su consumo produce excitabilidad (estimulación) de las vías del sistema nervioso central.

4.2.2.2 Drogas Folclóricas Son sustancias cuyo uso forma parte del legado cultural. Muchas de ellas están asociadas a un uso de carácter místico, es decir, religioso y fueron utilizadas en ritos ancestrales nativos. En la actualidad algunos grupos sociales las usan al realizar celebraciones tradicionales o ceremonias de “curación” para ciertas enfermedades o trastornos de personalidad. Entre las drogas de este tipo podemos mencionar la ayahuasca, el cacto Sanpedro (tricbocaerus pachanpi) y hongos alucinógenos (amanita muscaria, “Cucumelo”, ololiuqui, entre otras).

4.2.2.3 Drogas Terapéuticas Son aquellas sustancias de uso médico legal, es decir, las prescritas por profesionales de la salud que se expenden en farmacias.

4.2.2.4. Sustancias Objeto de Abuso Son drogas que no tienen uso terapéutico y no están legalizadas. Algunas de ellas son la marihuana, pasta básica de cocaína (pasta de coca) y la heroína.

El depresor de mayor

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4.2.2.5 De uso industrial (inhalantes) Son sustancias volátiles, generalmente disolventes de uso industrial, que el organismo humano las consume mediante la inhalación. Para administrar estos inhalantes se puede emplear un paño (para inhalantes líquidos) o fundas plásticas. Las sustancias de este tipo más conocidas en nuestro medio son principalmente los derivados del petróleo tales como el pegamento industrial, el tinher y la gasolina.

4.2.3 POR SU SITUACIÓN JURÍDICA 4.2.3.1 Drogas “legales” Aquellas cuya producción y consumo no están prohibidos por la ley y por tanto la sociedad las utiliza. Entre ellas están las anfetaminas, el alcohol, tabaco, café, laxantes, vitaminas, antibióticos y analgésicos.

4.2.3.2 Drogas “ilegales” Son aquellas drogas prohibidas por la ley y cuyos efectos son absolutamemte dañinos para el organismo humano, tales como la cocaína y sus modalidades de presentación, la marihuana y sus derivados, el opio, la heroína, el LSD, entre otras.

4.2.4 POR SU EFECTO SOBRE EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL 4.2.4.1 Drogas estimulantes Afectan al sistema nervioso central y generan conductas de hiperactividad, locuacidad, y aceleración a nivel físico y psíquico. Sustancias estimulantes son la cocaína, el tabaco, café y medicamentos como las anfetaminas y los broncodilatadores, entre otros. Obsérvese cómo el tabaco, a pesar de ser una droga estimulante, provoca frecuentemente un estado de relajación dependiendo de las expectativas visuales o auditivas. Los efectos de la cocaína y las anfetaminas se deben a la estimulación de la actividad monoaminérgicas2 (noradrenérgica, dopaminérgica) en la corteza cerebral.

4.2.4.2 Drogas depresoras Son sustancias que entorpecen el funcionamiento del sistema nervioso central y producen aletargamiento, lentitud en los movimientos y alteración de la función cognitiva. Generalmente causan sopor, sueño, somnolencia, nistagmus, depresión respiratoria, manifestaciones cardiovasculares y neurológicas. Entre ellas tenemos el alcohol etílico, la morfina, codeína, heroína, barbitúricos, entre otros.

4.2.4.3 Drogas alucinógenas Son sustancias que producen distorsión de la realidad y alucinaciones, acompañadas de cambios emocionales intensos y variados, distorsiones de la personalidad. Entre ellas están la marihuana, LSD, mescalina, psilocibina, y otras. 2. Neuronas monoaminérgicas son las que utilizan los neurotransmisores: noradrenalina, serotonina o dopamina. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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4.2.5 CLASIFICACIÓN GEOPOLÍTICA ESTRUCTURAL Esta clasificación critica a aquellos enfoques que ponen énfasis en la droga (la composición química y efectos), toman muy poco en cuenta al consumidor (persona), y casi ninguna atención al contexto social o peor aún al hecho de que el problema de las drogas contempla dos realidades más: el tráfico y el consumo. Esto denota una visión parcial y fragmentada del problema de drogas que considera, por una parte, la producción y el tráfico (oferta), y por otra el consumo (demanda). No se analizan los múltiples factores que originan el fenómeno, ni los variados efectos que tiene no sólo en el individuo sino también en la familia, la sociedad, la educación, la salud, la seguridad y la soberanía de los estados. Sin duda estas clasificaciones contienen elementos importantes, pero son limitadas e insuficientes. Prescinden del contexto social y han provocado consecuencias negativas en él, al impulsar, por ejemplo, la inclusión de sanciones contra todo consumidor en las legislaciones de diversos países, e incluso la proscripción de plantas nativas que contienen sustancias usadas con fines religiosos tradicionales, sin considerar las particularidades culturales que ese uso reviste. La clasificación geopolítica estructural toma en cuenta las características y usos de las diferentes drogas, su producción, tráfico y consumo, así como también el riesgo que representan. Divide a las drogas o sustancias psicoactivas en:

4.2.5.1 Sustancias naturales 4.2.5.1.1 Foco culturales: Son aquellas sustancias

producidas en una región geográfica y están ligadas a tradiciones

culturales y religiosas arraigadas en el tiempo, como por ejemplo la masticación de la hoja de coca que hacen campesinos indígenas en Perú y Bolivia con fines laborales; el mate como elemento que invita a la comunicación e intermediación social en Argentina y Uruguay; los hongos y la ayahuasca, que implica un uso religioso con experiencias alucinatorias, utilizados en México y Ecuador, respectivamente.

4.2.5.1.2 Foco expansivas: Son sustancias producidas en una región determinada pero que se transportan hacia otros lugares, generalmente en forma ilícita. Entre estas podemos señalar el consumo de coca y sus derivados para provocar efectos alucinógenos y estimulantes; de opiáceos como la heroína y la morfina, con fines analgésicos, euforizantes y de embriaguez. 4.2.5.1.3 Multifocales expansivas: Son drogas producidas en múltiples regiones que se trafican lícitamente o no, y que tienen características pandémicas. Un ejemplo de ello es la marihuana (hachís) que puede usarse con fines religiosos o medicinales, pero también para producir alucinaciones o alteraciones sensoperceptivas. El alcohol también se ubica entre estas sustancias. Su producción es lícita y está ligada a ciertos eventos como son las fiestas, reuniones sociales, y algunos rituales.

4.2.5.2 Sustancias sintéticas 4.2.5.2.1 De uso médico o terapéutico: Son aquellas sustancias producidas en laboratorios nacionales o transnacionales que tienen un fin originariamente médico. Por ejemplo los psicofármacos (ansiolíticos, barbitúricos, estimulantes), antigripales, antitusígenos, antialérgicos, entre otros. 4.2.5.2.2 De uso no médico o no terapéutico:

Se dividen en sustancias psicoactivas primarias y secundarias.

4.2.5.2.2.1 Psicoactivas primarias:

Son aquellas producidas en laboratorios clandestinos, tienen efectos -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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psicoactivos y carecen de uso terapéutico. El LSD, la DMT y la Fenciclidina son un claro ejemplo de estas drogas.

4.2.5.2.2.2 Psicoactivas secundarias: Se refiere a aquellas sustancias fabricadas con fines industriales o domésticos y no para producir efectos psicoactivos, aunque su administración en el organismo mediante la inhalación de sus gases afectan al sistema nervioso. Ejemplo de ellos son los combustibles, pegamentos, entre otros.

4.4 MATERIALES Y RECURSOS: - Revistas usadas - Tijeras - Goma - Pliegos de papel - Marcadores

4.3 ACTIVIDADES Y TIEMPO: 4.3.1 RECORTADO Y PEGADO (60 MINUTOS) Explique en qué consiste la técnica del collage (técnica de recorte y pegado) mediante la que se interpreta una idea, mensaje o temática. Divida a los (as) participantes en grupos y pídales que elaboren un collage sobre el tema “Clasificación de las drogas” utilizando imágenes y fotografías recortadas de las revistas. Los grupos deben designar a una persona para que presente el trabajo en plenaria una vez terminado. El(a) formador(a) realizará las aclaraciones necesarias basadas en los contenidos teóricos.

4.5 ACTIVIDADES DE REFUERZO: - Hacer un cuadro sinóptico o un organizador gráfico de las clasificaciones de las drogas. - Hacer un glosario con términos populares con los que se conoce a las diferentes drogas en los centros de rehabilitación social y en la calle. - Consultar sobre la conveniencia e inconveniencia de la información sobre las drogas y sus efectos.

4.6 IDEAS ADICIONALES: - Enlazar esta actividad y contenidos con la sesión anterior sobre la adicción a las drogas. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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SESIÓN No.

TEMA:

PATRONES DE CONSUMO

5.1 OBJETIVO DE LA SESIÓN: Identificar las características de los diferentes tipos de consumidores

5.2 CONTENIDOS BÁSICOS: El consumidor de drogas se diferencia secuencialmente por las características que presenta como usuario desde que tiene el contacto inicial con la sustancia.

5.2.1 CONSUMIDOR EXPERIMENTAL La persona, generalmente por curiosidad o simplemente por seguir la moda, inicia un contacto con alguna droga, pudiendo continuar su consumo o no. Es decir, en la fase de iniciación el contacto droga-individuo sucede principalmente por curiosidad o por presión grupal. Este primer contacto con la droga, conocida en el argot popular como “luna de miel”, “rotura de boca” (consumo de marihuana) o “rotura de nariz” (consumo de clorhidrato de cocaina), no necesariamente deriva en hábito, pues el usuario puede dejar de utilizarla porque no le gustó o no la requiere, pero la tentación puede arrastrarlo imperceptiblemente si repite la experiencia y supone que podrá controlarse a tiempo.

5.2.2 CONSUMIDOR OCASIONAL, SOCIAL O RECREACIONAL El consumo se realiza en forma ocasional o durante reuniones sociales. No necesariamente es regular. En esto inciden los factores de riesgo de tipo social tales como la presión de los amigos o la disponibilidad de la sustancia. Así, se repite cada -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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vez que la persona se encuentra bajo circunstancias similares. Durante esta fase se va estableciendo un patrón de consumo de acuerdo: a la dosis de uso, hora, lugar de la compra, forma de consumo, entre otros. Es difícil determinar de manera precisa el paso del consumo ocasional a la siguiente fase. El usuario no se percata del incremento de la frecuencia, pues sus comportamientos se van tornando disfuncionales.

5.2.3 CONSUMIDOR HABITUAL El usuario adquiere el hábito de consumir. Existe un uso regular, con intervalos de tiempo similares. A esta fase se llega luego de permanecer algún tiempo en el consumo de tipo ocasional/ social/recreativo. El tiempo es variable, dependiendo de las diferencias individuales de cada usuario, de la relación que se establezca entre el sujeto y la sustancia, y el correlato social para su uso. Las características más relevantes del consumidor habitual son: el encadenamiento ritual de consumo, el debilitamiento y/o extinción de mecanismos de autocontrol, y la consolidación del comportamiento de consumo y conductas antisociales, que interfieren en el aprendizaje de nuevos comportamientos socialmente adaptativos. Esta es una fase de afirmación, es la identificación permanente del individuo con la droga. Tiene información de la sustancia y espera el momento para consumirla.

5.2.4 CONSUMIDOR PERJUDICIAL (CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE ENFERMEDADES - CIE10) O ABUSADOR (MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE TRASTORNOS MENTALES DSM-IV) Según los criterios diagnósticos, este es un patrón desadaptativo de abuso de sustancias que conlleva a un deterioro o malestar clínico, expresado por las siguientes características, en un período de 12 meses: a) Consumo recurrente de sustancias que da lugar al incumplimiento de las obligaciones en el trabajo, la escuela o la casa (ausencias o bajo rendimiento). b) Consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (conducir un auto bajo efecto de la sustancia). c) Reiterados problemas legales relacionados con el consumo de la sustancia (arresto por conducta escandalosa) o, d) Consumo continuado de la sustancia a pesar de tener reiterados problemas sociales o problemas interpersonales causados o exacerbados por efectos de las drogas (violencia física y/o psicológica con la pareja). Estos síntomas se diferencian de los que presenta el consumidor dependiente.

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5.2.5 CONSUMIDOR DEPENDIENTE Aquí prevalece un patrón en el que, a causa del consumo constante de drogas, se ha generado la neuroadaptación en el individuo. Por esta razón la persona centra su atención en la búsqueda (muchas veces por medios ilícitos) de la droga y en su asiduo consumo. En este tipo de usuarios se presenta el síndrome de abstinencia ante la supresión o disminución de la sustancia. Aquí se determina una etapa de necesidad en la que el individuo no espera que las circunstancias lo conduzcan al consumo de drogas, sino que propicia su contacto con ellas. Ésa es la señal de que se ha generado la dependencia. La supresión de la sustancia le originaría entonces una serie de trastornos del síndrome de abstinencia. Este es el momento que espera el proveedor, pues existe la necesidad perentoria de comprar la droga. Es así que existen diferentes criterios para evaluar el abuso y dependencia a sustancias según el DSM IV y el CIE-10.

5.3 ACTIVIDADES Y TIEMPO: 5.3.1 REPRESENTACIONES (60 MINUTOS) Divida a los(as) participantes en grupos y asigne a cada grupo un patrón de consumo para que lo lea y discuta. Luego de la lectura, los (as) integrantes del grupo deben discutir sobre escenas relativas a cada patrón de consumo y la forma de representarlas en una dramatización. Posteriormente a la presentación de las escenas se realiza un comentario general en grupo y el(a) formador(a) aclarará el perfil de los diferentes tipos de consumidores.

También es importante tomar en cuenta la condición de policonsumo, es decir el consumo combinado de distintas drogas a lo largo de un mismo período de tiempo. Esta pauta de consumo multiplica los riesgos asociados al consumo de las diversas sustancias.

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5.4 MATERIALES Y RECURSOS: - Espacio suficiente para dramatizar - Sillas móviles - Cartel con los patrones de consumo o presentación de diapositivas.

BIBLIOGRAFÍA: AMORÓS P., FUERTES J., ROCA M. (1994). Programa para la Formación de Familias Acogedoras. Junta de Castilla y León, Ministerio de Asuntos Sociales. Madrid. CONACE (1996). Drogas, Conceptos Básicos y Herramientas para la Prevención, Guía Metodológica. Santiago de Chile. CONSEP, Dirección General de Prevención (1994). Manual de Capacitación en Prevención Integral. Dirección General de Prevención del CONSEP. Quito. (Documento no publicado). CONSEP, Dirección Nacional de Rehabilitación Social, Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2007). Investigación sobre la salud en los internos de los Centros de Rehabilitación Social del Ecuador. Quito. CONSEP-UNODC (2008). Formación de Formadores, Módulo II, Las Drogas y las Drogodependencias. Oficina de la Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito. Imprenta Visión. Quito. CONSEP-UNODC (2008). Formación de Formadores, Módulo III, Consideraciones básicas para el desarrollo de programas preventivos. Oficina de la Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito. Imprenta Visión. Quito.

5.5 ACTIVIDADES DE REFUERZO: - Elaborar carteles con los diferentes patrones de consumo y ponerlos en un lugar visible como un periódico mural. - Consultar cuáles son los criterios diagnósticos de consumidor perjudicial (Clasificación Internacional de Enfermedades - CIE10) o abusador de sustancias (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales - DSM-IV).

CONSEP (1996). Segunda Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas, SEVIP, A/H Editorial. Quito. CONSEP, Guía Preventiva de Drogas, Información Básica sobre Drogas, s.f.e. FLEETWOOD, Jennifer. Reseña de “Drogas, cárcel y género en Ecuador: La experiencia de mujeres “mulas” “ de Andreina Torres: Iconos. Revista de Ciencias Sociales [en línea] 2009, [citado 2010-03-13]. Disponible en Internet: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed. jsp?iCve=50903316. ISSN 1390-1249 FORSELLEDO, Ariel Gustavo (1996). Manual Regional de Educación Preventiva Participativa para Jóvenes y Padres, Programa de Prevención de las Farmacodependencias. IIN. 2ª ed. Montevideo. FUNDACIÓN DE AYUDA CONTRA LA DROGADICCIÓN - FAD, COMISION EUROPEA, (1999). Guía Abierta de actividades para la prevención de drogodependencias. Madrid.

5.6 IDEAS ADICIONALES: - Presentar el testimonio de un consumidor en recuperación sobre su paso por los diferentes patrones de consumo. - Enlazar esta actividad con la que hace referencia a los factores de riesgo y protección en el módulo 2. -MÓDULO 1- LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

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MULTIPLICANDO FORMADORES EN ESTILOS DE VIDA SALUDABLES

-MÓDULO I-

LAS DROGAS Y LAS ADICCIONES

Av. Amazonas y Atahualpa Esquina www.minjusticia-ddhh.gov.ec Dirección de Prevención de Consumo SEP Teléfono: (593) 2 2501126. Telefax: (593) 2 2250089. Quito- Ecuador

Edificio de las Naciones Unidas Av. Amazonas 2889 y la Granja www.onudd.org.pe 022-460330 ext. 2023 Quito-Ecuador


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