Factores que influyen en el pensamiento 39
Recuerdo - Pienso - Siento - Vibro - Actúo
Mis
Habiendo olvidado cómo percibir la totalidad del presente, lo filtramos con el pensamiento y, dependiendo de lo que escogemos recordar, nos aumenta o disminuye la vibración, condicionando así la acción que no está en orden con el presente sino con lo que recordamos. 40
Elección por condicionamiento mantenido en la memoria
Pensamiento creado con recuerdos positivos: - Crea suposiciones futuras positivas o beneficiosas, te motiva hacia el estímulo y desarrolla voluntad activando la acción. Recuerdo experiencias propias de momentos positivos con perros. Rememoro historias positivas que me han contado sobre perros que desconozco. Conozco sucesos lejanos sobre perros que ayudaron a personas. Recuerdo diferentes “buenos” perros fantásticos: Snoopy, Pluto, Scooby Doo... Proyecto mis creencias positivas respecto a los perros.
Pensamiento creado con recuerdos negativos: - Crea especulaciones futuras negativas y te paraliza ante el estímulo. Recuerdo situaciones pasadas con animales en las que tuve experencias negativas. Rememoro historias de amigos o conocidos que fueron atacados por animales. Pienso en sucesos lejanos de ataques a personas. Recuerdo diferentes estímulos violentos del mundo fantástico: perros de tres cabezas, monstruosos, con dientes afilados, etcétera. Proyecto mis creencias negativas respecto a los perros. 41
Imaginación o pensamiento
En la infancia se juega inventando realidades imaginarias con el pensamiento, que entonces los adultos llaman imaginación. En esa época, el niño sabe que está imaginando y, cuando la realidad lo requiere, sale del imaginario, percibiendo y descubriendo el exterior tal y como es fuera de su pensamiento. El imaginario es alimentado por la memoria, que usa lo que conoce para dar forma a posibles realidades en su proyección mental. Cuando los niños no están imaginando sienten curiosidad por las cosas de manera constante, necesitan comprender para adaptarse porque viven en la sensación de desconocimiento que les incita a descubrir. Las personas adultas, tras varios años de adiestramiento en el hábito de pensar, dejan de darse cuenta de que pensar es imaginar, perdiendo la capacidad de observar la dinámica mental. Las proyecciones mentales o imaginaciones no se mantienen únicamente para jugar unos instantes, sino que, por exceso de usar el pensamiento, se comienza a vivir constantemente en lo imaginario..., suposición, deseo, miedo, conflicto, etcétera. El pensamiento de lo que es (pasado) filtra el presente, que deja de ser lo que es para pasar a ser lo que creemos que es, condicionando la acción hacia el futuro.
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Viviendo sin atención a la totalidad, la realidad no es percibida por el organismo, sino fragmentada por la memoria, que activa el condicionamiento. El pensamiento nos distrae del presente, viviendo en el tiempo mental en lugar de en el ahora y manteniéndonos en los patrones fijados por el condicionamiento aprendido. Los patrones se repiten sin observación consciente impidiendo al sujeto actuar en lugar de re-accionar. La realidad es filtrada y fragmentada por el pensamiento, que compara las emociones que causaron felicidad o dolor, escogiendo fragmentos seleccionados de las experiencias que recuerdas. La elección es generada por la comparación de recuerdos emocionales y no de sensaciones presentes asimiladas por la percepción total. La comparación la hace con el conocimiento propio, que siempre es limitado, además de ser pasado. En lugar de vivir, recuerda, imagina y re-acciona. Pensando, se vive en el tiempo mental, no en la realidad. Con la comprensión de que el pensamiento se alimenta con lo muerto y lleva al conflicto, el ser humano puede vivir aprendiendo constantemente, ya que la realidad es continuo cambio. Todo acontecimiento le nutre completamente al no detenerse a analizar los fragmentos escogidos por el pensamiento. Se pasa a sentir la realidad y actuar en orden con lo que es.
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Condicionamiento
El condicionamiento es todo lo que conoces, con lo que te identificas y hacia lo que sientes apego. 44
La falta de observación de que el pensamiento condiciona la percepción, impide que se investiguen otras capacidades perceptivas. El pensamiento funciona con conceptos. Los conceptos activan la memoria. Se identifica la imagen. El pensamiento genera la falsa sensación de continuidad. El sujeto vive atrapado en una percepción errónea. La percepción fragmentaria impide la percepción de la totalidad. La percepción errónea genera acción errónea.
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Limitados por el condicionamiento Las dinámicas de pensamiento humanas son idénticas. Los seres humanos comparten la tendencia a evitar el sufrimiento. Es común a todos la búsqueda del bienestar y la supervivencia. Dependiendo del lugar donde se nazca hay más o menos posibilidades de sobrevivir al condicionamiento social. Suponer que hay que pensar para vivir es el condicionamiento común a casi todas las personas. Los paradigmas de creencias mentales limitantes son diferentes dependiendo de la procedencia. El humano se relaciona, “re-acciona”, según ha ido aprendiendo, usando “su” conocimiento limitado por las creencias del entorno que le ha “adiestrado”. “Recuerda” para encajar entre las personas con las que vive. Aprende lo que hay que hacer para “mantener” un ambiente que vive limitado por las costumbres sin preguntarse si son beneficiosas o perjudiciales por ser fragmentarias. La acción general es limitada por el pensamiento que condiciona la percepción y desarrolla métodos rígidos o dogmas compartidos como el tiempo mental, la muerte, la medida, las creencias religiosas, la competitividad, el desarrollo... y todas las instituciones sociales, políticas o económicas. Los “protocolos sociales” varían según el ambiente. Entendiendo el condicionamiento propio y ajeno, estos protocolos se investigan con compasión. Según el manejo del pensamiento se percibe la realidad y se define la acción limitados por el condicionamiento. En general, se desconocen muchas de las cualidades humanas por desarrollar, habilidades, funciones, etcétera, y es común la tendencia a “imitar” lo que se recuerda como correcto o aceptable. 46
Siendo conscientes de lo sólido de nuestro condicionamiento, nos damos cuenta de que el conflicto es creado al pensar que lo conocido es una realidad continua. Olvidamos que podemos modificar u olvidar nuestros métodos para actúar en orden con la realidad. No somos conscientes de que los contenidos de nuestro pensamiento han sido “implantados” por el ambiente en la memoria, que imposibilita la correcta resolución de las situaciones de la vida ya que limita la percepción del presente. La falta de observación del condicionamiento hace que “intentemos” percibir la realidad fijando la atención en un punto de vista. Con ese punto de vista se escogen una serie de creencias con las que se interpreta el mundo. Con las creencias, se desarrollan una serie de emociones a vivir. Las emociones son la base de las actitudes con las que re-accionaremos ante las circunstancias de la vida impidiendo la percepción total del presente. El condicionamiento limita el desarrollo de nuevas percepciones, amoldando al sujeto a dinámicas, métodos o maneras de actuar que quizá no son los más beneficiosos para él o el entorno. Comprender que el conocimiento no es inteligencia lleva a observar la realidad sin los límites perceptivos impuestos por el pensamiento y a actuar en consecuencia. Observando con atención el condicionamiento, se descubre que está diseñado y limitado por el pensamiento que se disuelve en esta comprensión. Ya que el humano funciona con el pensamiento y este siempre es condicionado, el conflicto se resuelve teniendo en cuenta que todo conocimiento es aprendido, está basado en el pasado y es limitado además de limitante. Así, damos libertad al organismo para generar posibles opciones de respuesta o solución que estén fuera de los límites de nuestro condicionamiento. Se pasa a hacer sin re-accionar. Se permite que la realidad sea y se actúa en armonía con ella. 47
Fragmentación por condicionamiento
Ambiente condicionado en el que naces. Creencias limitantes del entorno y valores que desarrollan. Costumbres fragmentadoras de la sociedad en la que vives. Experiencias que recuerdas. Comportamientos derivados. Valores sobre el bien y el mal y roles consecuentes.
Esencia humana: idéntica en todos los humanos.
Siendo idénticas en esencia, las personas se separan por haber sido “adiestradas” con diferente conocimiento condicionado. Comprender que el ser humano vive condicionado deriva en compasión. 48
Los seres humanos memorizamos diferentes conocimientos pese a que la esencia es idéntica. No tenemos memoria relacional genética y “aprendemos” nuestro comportamiento. El comportamiento está basado en el pensamiento, que contiene el condicionamiento aprendido. Tratar de imponer cualquier creencia como la única realidad genera conflicto interno y externo. La no comprensión y falta de observación del condicionamiento activa el intento de imponer las creencias, generando conflicto. Observando las dinámicas de pensamiento se encuentra la comprensión que genera flexibilidad para solucionar cualquier situación y vivir en verdadera relación. Cada uno es responsable de vivir o no en conflicto, haciéndose consciente de sus límites mentales. 49
Adiestrados para separarnos Hemos sido adiestrados para percibir la realidad separando el “yo” de “lo demás”, impidiendo asimilar la verdadera relación e imposibilitando el desarrollo de nuevas maneras de evolución. El condicionamiento es fragmentación, separación, medición, comparación, y todo esto crea conflicto interno y externo porque no permite que la totalidad sea percibida. La aceptación del condicionamiento nos hace crear una “supuesta seguridad”, pero, como está basado en la separación del individuo ante la totalidad y todo fragmento es división, el mismo condicionamiento nos lleva al conflicto, que es el mayor estado de inseguridad. Crecer adiestrado por una sociedad que ha usado el pensamiento para dividir el mundo en partes, razas, países, religiones, dogmas...etcétera, genera miedo a que cualquiera de esas imágenes con las que nos identificamos cambie, perdiendo la capacidad de percibir que, como especie, toda la humanidad somos una y que sufrimos de igual manera por el uso del pensamiento sin observación. Todas las personas son idénticas en esencia. Coinciden por igual en que sufren, aman, lloran, ríen, desean ser felices y están condicionados por las creencias del ambiente. Juzgamos la realidad y sentimos el juicio ajeno por falta de comprensión de nuestro propio condicionamiento. Las “opiniones” son conocimiento parcial, expuesto desde puntos de vista subjetivos condicionados, que generan creencias no contrastadas. El condicionamiento es la causa de la no asimilación de la realidad presente. Comprender el condicionamiento propio y ajeno aporta la atención necesaria para percibir el medio en paz. Cuando el presente cambia, hay una percepción precisa sin fragmentación. Esto crea acción inteligente sin apego, deseo, juicio, ni intención y, con ella, la capacidad de evolucionar. 50
Pensamiento ante realidad
Lo que proyecto en mi pensamiento como “realidad exacta” es un fragmento porque estoy adiestrado y recuerdo únicamente el conocimiento aprendido. Si tomo “mi” comportamiento como fijo e inamovible, o como único válido, genero inflexibilidad, sufrimiento y conflicto. Al proyectar en el imaginario genero expectativa y, con ella, difícil aceptación de lo que es la realidad presente. Si pienso “cómo debería ser”, y lo comparo con “lo que es”, genero conflicto y vivo en él. Pensando, genero fragmentación, comparación, decepción, ilusión, conflicto…, atrapado en mi condicionamiento limitante. 51
El tiempo
El tiempo fue asumido por la mayoría de los pueblos como magnitud para medir la distancia entre acontecimientos, fijando momentos pasados o futuros en un orden secuencial establecido. El instante presente nos atraviesa como único que es, pero no se percibe por poner la atención al tiempo mental en lugar de al momento real. En el ahora no hay tiempo. Si se comprende que la medida ha sido diseñada por el pensamiento para intentar encontrar el orden, “el tiempo” se para y la eternidad es lo único existente. Se vive en un continuo ahora. El tiempo es cambio y el cambio es transformación o, lo que es lo mismo, muerte de lo pasado. 52
Miedo a lo desconocido -> Necesidad de seguridad
El pensamiento impide la percepción total, porque se crea con el conocimiento, que usa los recuerdos para filtrar lo desconocido del presente con lo conocido, que es pasado. La realidad es fragmentada por la percepción basada en la memoria que lleva a focalizar la atención en lo conocido y rellenar lo desconocido con el conocimiento pasado. Como no hay manera de conocer lo desconocido se desarrolla inseguridad. La sensación de inseguridad e incertidumbre que nos genera lo desconocido hace que se preste atención a lo conocido, que la memoria mantiene como continuo, siendo esta la causa de todo conflicto por no percibir el cambio constante que es vivir. Con el pensamiento hay una selección no observada de recuerdos pasados, con los que se construye una imagen ficticia que es lanzada al futuro creando especulación. Ese intento de “cumplir” lo imaginario en el futuro condiciona la acción únicamente hacia lo imaginado, impidiendo la libertad de percepción total y movimiento puro, al haber sido condicionados con la proyección mental supuesta. Se concluye que, si se piensa con lo conocido, no se percibe el aprendizaje de lo desconocido. La curiosidad para descubrir lo desconocido se desarrolla haciendo consciente el desconocimiento. Como ejemplo a observar están los niños menores de dos años que aún no hayan sido condicionados por el ambiente. Viven sintiendo el presente con total curiosidad por lo desconocido. 53
Tiempo mental La memoria es continuidad, que es tiempo. Esta crea el pensamiento que activa el conflicto por comparar lo que hay con lo que se conoce. El pensamiento es construido con lo conocido, que siempre es pasado y limitado. Con ello se filtra el presente, creando una imagen distorsionada de la realidad que es proyectada hacia el futuro. Este proceso, que es el tiempo mental, lleva a vivir en infinito conflicto, generando dolor psicológico por la comparación de las imágenes mentales con la realidad. Vivir en el conocimiento es vivir en el pasado, que no existe, está ya muerto. Siendo consciente de que una vida en el pasado es una vida muerta, la mente usa el conocimiento únicamente cuando es necesario, pasando a vivir en el presente desconocido, del que aprende incesantemente. Comprendiendo que lo desconocido es lo único constante y que lo conocido, una vez es materializado en el conocimiento, es ya pasado, se concluye que nada es continuo excepto el cambio. El pensamiento deja de proyectar la muerte en el futuro porque se comprende que lo muerto es lo pasado, y el apego desaparece al igual que la nostalgia, el deseo o el miedo. En lugar de vivir en lo muerto, activado por el pensamiento, se pasa a vivir muriendo para lo conocido, renaciendo constantemente en lo desconocido. Con la atención total no hay dolor psicológico causado por la necesidad de dar continuidad a nada ya que se percibe que todo cambia. El estado de curiosidad está fuera del tiempo mental, ya que reconoce lo limitado del conocimiento, permitiendo que la atención investigue en lo desconocido y descubra lo verdadero. 54
Pensamiento como filtro de la vida
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Temor a que se repita Deseo de continuidad Pasado, fragmentado en la memoria por la percepción focalizada, en lugar de la atención total. Presente, filtrado con el recuerdo de la sensación pasada, en lugar de ser percibido en el instante. Futuro, intento de que se cumpla la proyección de cercanía o alejamiento de la sensación, en lugar de asimilar lo que llega con percepción total. Las sensaciones presentes pueden ser percibidas, sentidas y asimiladas únicamente en el organismo, no en el pensamiento. 55
Desconexión por pensamiento Presente
Futuro
do Pasa
Usando el pensamiento se vive en el tiempo mental en lugar de en el presente. Tener una imagen mental de lo que “crees” que eres, has sido o serás genera fragmentación del pasado, no aceptación del presente, frustración y condicionamiento del futuro. La proyección mental impide la percepción de la realidad. En el momento que se proyecta un imaginario y comienzas a “creer” que alguien o algo “es”, “ha sido” o “será” dejas de sentirle. Pensando, dejas de estar y dejan de estar. 56
Relatividad de la percepción La percepción limitada con la que asimilamos la realidad nos da la sensación de que estamos separados de lo demás y nos hace creer que estamos presentes en un solo espacio. La memoria nos limita a lo conocido creando una ficticia continuidad. Una distorsión en las emociones puede crear la sensación de que el tiempo se extiende o acorta, relativizándolo, y una ampliación de la percepción muestra que nada es como lo conocemos.
Reconocimiento de la existencia en el espacio. Nivel de atención respecto al entorno. Consciencia – Espacio (contiene un observador)
Tiempo mental. Serie de recuerdos en continuidad. Permanencia de las experiencias en el pensamiento (secuencia de memorias / imágenes ordenadas)
Conciencia – No contiene observador – No espacio No tiempo 57
Amoldamiento mental El adiestramiento inconsciente en el uso de la imagen hace que el ser humano sea el responsable de perpetuar una percepción que impide ser libre de actuar acorde con la realidad. De 0 a 7 años aún no se ha aprendido del todo a vivir en el tiempo mental y se puede observar la inocencia de la persona que vive fuera del miedo, el deseo o el rencor. La memoria infantil almacena más audio que imagen, asimilando y grabando de manera férrea las creencias que se oyen. El niño es “adiestardo para creer” que la verdad se aprende gracias a la observación de un sujeto exterior a él y no con la propia percepción de lo que hay. Los constantes estímulos presentes atraen la atención visual, y es la memoria auditiva la que registra mayor información, grabando las creencias exteriores como “verdades indudables”. Al no incentivar la comprensión real de quién o qué somos en la infancia, se escuchan y graban los condicionamientos del ambiente en el que se crece, desarrollando la necesidad de aceptación del exterior por usar la imagen mental sin observarla. Educación del razonamiento: La educación que propone un pensamiento inductivo para solucionar las cuestiones incentiva las generalizaciones y suposiciones fundadas, haciendo perder la capacidad de deducir. El cerebro se acostumbra a grabar información como válida sin desarrollar la habilidad del raciocinio. Ya que la percepción de la realidad es limitada, se estimula lo conocido como válido. Si la información se asimilase desde una observación deductiva, el sujeto aprendería a razonar por sí mismo y a desarrollar estrategias propias para solucionar las cuestiones que le plantee la vida. 58
Grabación de creencias y posterior condicionamiento Eres pequeño / Eres ya grande. No vales para nada / Vales mucho. Tú no puedes / Tú puedes. No lo hagas / Prueba a hacerlo. Cuida de “tu” familia. El mundo se divide en partes... Escúchame, yo tengo la razón... La vida es así… y así... Es de mala educación... ¿Qué quieres ser de mayor? “Tienes que” ser... Debes “conseguir”... Si quieres “llegar a” ... Puedes “mejorar”... Debes ser de otra manera. Debes “hacerte” alguien. Desarrollo de la imagen de uno mismo separado de la totalidad. Activación del pensamiento y tiempo mental. Creación del sentimiento de incertidumbre, inseguridad y necesidad de aprobación. 59
Desconexión por condicionamiento
En la infancia se registran y asumen como reales todos los estímulos. El cambio de la realidad es percibido aceptando el presente sin recordarlo fijado en imagen. La sociedad en la que se vive, con el uso del pensamiento, ha generado y mantenido las creencias como límites mentales, sin ponerlas en duda y las perpetua “educando” con ellas. Se aprende por imitación de lo que hacen y dicen, y cómo lo hacen y dicen las personas del entorno, al que, por falta de comprensión, se otorga el poder de la verdad. La información es registrada sin “comprenderla”, incluyendo el condicionamiento del entorno con sus creencias limitantes. Se “olvida” la habilidad de sentir el presente y actuar con lo que hay. Se llega a creer que el conocimiento está en el exterior y se pierde la capacidad de “darnos cuenta” de las cosas, de percibir el presente encontrando respuestas y evolucionar. 60
Adaptación al adiestramiento
Inconscientemente, se asume la utilización del pensamiento y comienza el uso de la imagen en las relaciones. Tras unos años de adiestramiento y práctica se pierde la capacidad de comprender la verdad por uno mismo, se desarrolla el ego, el bienestar depende de la atención y opinión exterior y se vive atrapado en el tiempo mental. La desconexión del ser con el presente es total. Se acepta que el pensamiento domine el vivir diario sin observar el conflicto que esto genera y hacia dónde lleva a las personas. Se permite que la seguridad dependa de conceptos fragmentarios como “mi” familia, tribu, país... La no comprensión de la realidad hace que se asuma la impuesta por los adultos como única verdadera, perdiendo la curiosidad necesaria para percibir la verdad por uno mismo. 61
El “YO” y “lo demás”
O
YO = Imagen de uno mismo fragmentado o separado del resto, concentrada en una palabra. Nombre + = Concepto
Imagen en la memoria = Fotograma fragmentado y fragmentario.
Yo: - Nombre (escogido por tutores) + imagen propia = (Memoria fragmentada). - La separación del ser respecto de toda la realidad, diferenciando el “yo” de “lo demás”. - Puzle imaginario formado por todo lo que nos identifica, a lo que estamos apegados. - Recuerdos parciales que cultivan y reafirman el rol escogido. - Imagen compuesta por los elementos aceptados como propios con los que hay identificación. La imagen es creada desde la fragmentación, la separación, los condicionamientos y la desconexión. La imagen separada es la que mantiene los límites entre el ser y todo lo demás. Esa separación crea inseguridad y, con ella, el intento de aferrarse a lo conocido, que es la propia imagen, origen de nuevo de la inseguridad. Cuanto más se mantiene la imagen mayor inseguridad se siente porque el cambio es constante y aparece el miedo por la incertidumbre de si lo conocido permanecerá o no. El “yo” es el intento de dar continuidad a lo conocido, por la falta de comprensión de lo desconocido, además de ser la causa de la no relación con lo que está fuera de la identificación. 62
Múltiple fragmentación Al dar continuidad a la imagen de lo conocido tenemos varias representaciones mentales mantenidas en el pensamiento. Cada recuerdo que contiene identificación crea una imagen diferente que continúa en la memoria. Doy continuidad en la pantalla a una imagen fragmentada de mí mismo fija, irreal y nunca total. Esa imagen fragmenta lo que soy y me separa del resto. Creo ser algo fijo, diferente, inferior, superior = separado, aislado, solo. No percibo lo que “hay” (presente) porque pienso en lo que “es” (pasado) o “será” (futuro). Mantener la imagen me desgasta, me esfuerzo, la defiendo, trato de imponerla. No aprendo. No siento la realidad. El “yo” que creo que fui, condicionado por lo que mi rol escoge recordar. Selecciono de mis experiencias únicamente las que lo confirman. Lo que me han dicho que soy. Cómo debería ser o lo que debería hacer para sentir seguridad en la sociedad o ambiente en el que vivo. Lo que fantaseo que soy. La imagen que creo “debo tener”o “alcanzar”. El conflicto, y no la imagen de uno mismo, es lo único que tiene continuidad usando el pensamiento sin observación. 63
Ego= Imagen mental en falsa continuidad Vivir con la imagen de algo que se conoce imposibilita la percepción de lo que es. Tratar de percibir con la imagen genera conflicto por comparación y falta de adaptación, desarrollando apego por lo imaginario y miedo a la incertidumbre de si tendrá o no continuidad lo que nos identifica. El pensamiento limita la percepción a lo que reconoce la memoria, lo conocido, y lo desconocido no se percibe, generando inseguridad. Es posible percibir sin re-conocer. Sin usar la memoria. Los pensamientos son siempre parciales, basados en una realidad fragmentada por la memoria. No se puede pensar en la totalidad porque se desconoce y el cambio es constante. La totalidad únicamente se puede percibir si no es fragmentada por el pensamiento, en cuanto se piensa, se fragmenta, ya que se usa el fragmento conocido para “comprenderla”. La imagen ilusoria de uno mismo se convierte en una postal fija que no coincide con la realidad porque es creada por el pensamiento, que nunca describe la totalidad. Lo rígido sufre el impacto, lo flexible se adapta. Cuanto más rígida es la imagen de uno mismo, menor es su adaptación y mayor el conflicto por no colaborar con el continuo cambio de la vida. Cuando la imagen de uno mismo se pone en relación, los comentarios y opiniones externos también describen únicamente un fragmento de lo que se es y crean una imagen paralela que, al no coincidir con la imagen que uno ha creado de sí mismo, genera dolor psicológico. Cuando la imagen crece alimentada por los comentarios con los que nos identificamos, ya sean externos o propios, se crea una supuesta seguridad, respeto o reconocimiento. De ahí que la mayoría de la población desee parecerse a lo públicamente aceptado. La paz desaparece cuando la imagen es juzgada, comparada o criticada, generando el sufrimiento del sujeto que la usa. Se permite que haya una transformción en las emociones y estas modifican el estado dependiendo de si la imagen mental coincide o no con lo que aceptamos como correcto: identificaciones, características, etcétera. Si hay imagen, hay conflicto y la relación es inexistente. 64
Autoestima
Cuando se forma una imagen de uno mismo se puede observar que también hay una imagen de lo que se considera “el ideal”, siendo esta una imagen construida con los fragmentos y detalles de lo que el individuo “cree” que es lo correcto, aceptado o perfecto. Si la imagen de sí mismo es muy diferente a la que tiene como “ideal”, su autoestima será baja. Si, en cambio, la imagen de sí mismo y lo que él considera como ideal son semejantes, su autoestima será elevada. 65
Imagen mental frente a la realidad Son necesarias cantidades enormes de energía para crear imágenes, mantenerlas y defenderlas. El conflicto es constante y no la imagen, ya que con el uso del pensamiento lo único continuo es la contradicción entre lo que hay y lo que se piensa. Sin proyección de imagen no hay comparación. No hay juicio u opinión, ni propio ni ajeno. La imagen propia genera supuesta seguridad que deriva en inseguridad en cuanto se relaciona con otra imagen. Nunca somos la misma persona. Nadie lo es, ya que vivir es cambiar. Comprendiendo el infinito cambio no se invierte energía en describir ni en defender lo que se cree que hay. Se vive percibiendo “lo que hay” como perfecto que es y actuando en consecuencia. El pensamiento otorga falsa continuidad a las cosas y personas y, para que parezcan continuas, mantiene información sobre las mismas, desarrollando apego por el recuerdo que activan. La necesidad de certidumbre hace que el ser humano desarrolle apego por las imágenes que lo identifican. El apego crea inseguridad porque está basado en la imagen de lo conocido en un flujo de continua incertidumbre. La inseguridad ante lo desconocido desaparece con el sentimiento de amor. Cuando se siente amor se permite la activación de la inteligencia que está fuera de los procesos mentales perjudiciales como el miedo, el deseo, el apego, los condicionamientos,... Para sentir amor hay que parar el proceso de pensamiento. Si esto no es viable, se puede optar por el estado de curiosidad, ya que hace vivir descubriendo lo desconocido en el incesante cambio y se presta total atención al presente. El cerebro humano está diseñado para aprender constantemente. Para aprender hay que poner la atención en lo desconocido. El aprendizaje existe únicamente si hay sensación de desconocimiento. 66
Vivir sin sentir
Con el uso de la imagen mental, la acción no es guiada por las sensaciones del presente, sino que el individuo es gobernado y dirigido por los recuerdos de lo que generó placer o dolor, acercándose hacia el supuesto bienestar o huyendo de lo que el pensamiento escoge imaginar como doloroso. El uso de la imagen provoca comparación, descontento, frustración de la vida, apego, miedo, autoexigencia, perfeccionismo, inseguridad, autoritarismo, inflexibilidad..., en resumen, conflicto. La imagen mental nunca coincide con lo real, y el proceso de comparación hace que el presente se viva con sufrimiento por no alcanzar “ya” la “perfección” de lo proyectado. Esto genera vivir atrapados en el tiempo mental y en continuo conflicto por no desarrollar opciones nuevas de percepción fuera de las conocidas, que sean acordes con la realidad. 67
Conflicto por relación con imágenes El ser humano vive con varias imágenes entre él y la realidad, al menos cuatro: primera, la imagen de sí mismo, segunda, la de las personas y cosas que conoce y tercera, con la suposición de lo que sucederá en las futuras relaciones, filtradas por la cuarta, que es el recuerdo parcial de lo que sucedió. Relacionarse con la realidad manteniendo esas imágenes impide estar presente ante los cambios constantes de la vida y percibir la realidad con un sentimiento amoroso. Con el propósito de dar continuidad a un personaje (ego proyectado), se esfuerza en defenderlo, describirlo e implantarlo en el pensamiento ajeno dependiendo de las circunstancias. Fragmenta su ser proyectándolo al exterior como una imagen subjetiva de lo que cree ser. Cuanto más fija es la imagen, más firme desarrolla el rol escogido y menos relación hay. Crea varios personajes imaginarios de sí mismo y se relaciona con las personas condicionado por esas imágenes. Manteniendo varias imágenes de uno mismo, se vive en conflicto, al intentar evitar las situaciones en las que podrían coincidir diferentes proyecciones. Si la seguridad, la calma y la tranquilidad dependen de que la imagen se mantenga intacta, la simple posibilidad de mezclar los personajes mentales en circunstancias con las que no concuerdan crea en el sujeto ansiedad, estrés y dolor psicológico. El pensamiento proyecta lo que “pretendo” ser y lo que “creo” que serán ellos, consumiendo energía por usar imágenes en continuidad que se contradicen con el constante cambio, llevando al pensante a vivir en continuo conflicto. La relación no existe usando la imagen mental, ya que la realidad presente no se percibe. El presente no se asimila porque la atención está focalizada en el pensamiento, que es lo pasado. 68
Vivir limitado por la imagen
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YO ííoo m m o o L L
Teniendo ante mí una imagen de mí mismo, otra que “re - conoce” a la persona con la que me relaciono y otra más de “cómo debería ser nuestra relación”, no puedo relacionarme con el presente del individuo, ya que entre él y yo hay varias imágenes basadas en la memoria. El uso de estas imágenes genera el conflicto constante que es vivir en el pensamiento. 69
Desarrollo del personaje por el uso de imagen
Vivir en el tiempo mental desarrolla propósitos personales que no respetan lo que se es en el presente ni el ambiente que lo rodea ya que están basados en una imagen mental separada de la totalidad. El pensamiento, con todo el condicionamiento que contiene, genera un personaje con el propósito de tener continuidad. Dar continuidad a este personaje impide la aceptación y adaptación por no desarrollar percepciones opcionales e ignorar el cambio constante. El sujeto vive sin la libertad de poder renacer a cada instante, percibiendo la realidad sin conflicto. Si “creo” que soy “algo”, limito mi atención y relación a lo que lo confirma. El ambiente del que se rodea al personaje mantiene esa creencia. Se usa el personaje para recibir atención o para no decepcionar, perder el ambiente o la seguridad. Se pierde la libertad de actuar sintiendo el entorno sin los límites impuestos por la imagen. Siendo inconsciente del condicionamiento, se vive atrapado en el personaje, limitado por el tiempo y la memoria, que busca lo conocido y proyecta lo deseado evitando lo que recuerda como conflictivo. Observando la imagen mental, el ser humano puede liberarse del pensamiento y comprender lo que vive en cada momento usando una percepción no fragmentaria.
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¿Comprendo lo que soy? ¿Respeto lo que soy? ¿Observo lo que soy? ¿Me identifico con lo que “creo” correcto? ¿He diseñado mi personaje con una imagen mental? ¿Me atrevo a ponerlo en duda? ¿Mi personaje es imaginario? ¿Lo mantienen mis relaciones o el ambiente? ¿Sufro para mantenerlo? ¿Pretendo dar continuidad a algo que cambia constantemente? ¿Hay algo en mi que sea contínuo, imperecedero? ¿Busco atención del exterior por temor al vacío? ¿Puedo poner la atención en sentir paz en mi interior y no buscarla fuera?
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多Me esfuerzo por dar continuidad al personaje?
多Soy consciente del condicionamiento que ha generado mi personalidad? 72
Libre de imagen propia
El dolor psicológico (daño a la imagen) no existe sin la necesidad de mantener la imagen propia fuera del cambio que es vivir. El apego por la imagen deriva en continuo conflicto. La no comprensión de cómo asimilar lo desconocido genera inseguridad y desarrolla el intento de certidumbre que crea la proyección de uno mismo en la continuidad mental. La imagen propia genera dolor psicológico por enfrentamiento o comparación. Como se desconoce qué sucederá, intentamos mantenerla ante lo que venga porque, hasta ahora, el “yo” era lo único que parecía seguro. Una vez que desaparece la imagen fragmentaria, con ella se va la inseguridad. Sin “yo” no hay dolor psicológico porque no hay imagen que continúe. Sin “yo” no hay juicio, ni deseo, ni opinión, ni miedo, ni sensación de desconexión. Sin “yo” hay paz porque no hay división entre lo que se percibe y lo que se es. Sin “yo” hay honestidad porque la acción es pura y sincera. Conectados con la totalidad, existe la certeza de la unidad. 73
Muerte a cada instante Si no hay apego por la imagen, en el cambio que es vivir, el “yo” pasado queda atrás y esto es la muerte psicológica. El uso del conocimiento para percibir fragmenta la realidad y no respeta el cambio constante. Lo conocido siempre es limitado. Además de ser limitado, el conocimiento está condicionado. La imagen mental de la persona o cosa es fragmentaria, limitada y limitante. La vida es completa, exacta y continuo flujo de transformación. La realidad es incesante información y sensaciones nuevas. Percibiendo la realidad, nuestro ser cambia constantemente, desapareciendo lo que antes fue. Si el pensamiento no diese continuidad ni a las sensaciones ya pasadas ni a los deseos, el ser humano viviría fuera del tiempo mental. Sería libre de percibir la realidad y evolucionar en consecuencia. Todo ser vivo muere continuamente, ya que el cambio en la vida es lo único ininterrumpido. Trascendiendo la imagen mental desaparece la falsa continuidad de lo que conocemos y, la total falta de apego, permite percibir la muerte constante. Siendo consciente de que la imagen mental no es completa y genera conflicto interno y externo se desarrolla la curiosidad para comprender la totalidad, asimilando lo desconocido. La vida es percepción, no acumulación de conocimientos en la memoria. La imagen de uno mismo impide la percepción por limitarse a lo conocido. Poniendo la atención en lo conocido no queda atención para lo desconocido. La atención total no es concentración, es un estado de completa percepción en el que no hay imagen fragmentaria de ningún tipo, con lo que se vive libre de la falsa continuidad del pensamiento. 74
+ + Realidad: información cambiante
+
Doy continuidad al pasado que 1conozco describiéndolo como “Yo”
2
+
+ Yo Yo + Lo Lo mío mío
+
El cambio constante se suma a lo que soy
+
que era + la realidad. 3 LoPercibo y me adapto en cada instante
Lo q
ue e ra
pasado muere en 4 Mila“YO” continua percepción
(Un nuevo ser despierta) Lo que percibo me cambia. 5 Renazco 6 en cada momento Acepto lo que vivo con amor 75
+ + + +
+
+ que soy + la realidad 7 LoNunca soy el mismo
8
+
+ +
+
La vida es percibir
9 La vida es aprender
Lo q
ue e ra
10 La vida es cambio 76
asimilar el cambio 12 11 Vivir es sin imagen
Con el estado de atenci贸n
Relaci贸n sin imagen
Percibo la realidad con atenci贸n total. Estoy conectado conmigo mismo y con todos los seres. Siento la fuerza del amor incondicional. Respiro cada instante como 煤nico que es. Soy consciente del cambio incesante. Me relaciono sin imagen mental. Acepto el condicionamiento ajeno sin conflicto. Vivo fuera del tiempo mental. Desarrollo compasi贸n porque comprendo el uso del pensamiento.
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Activación del pensamiento por estímulo seleccionado La atención parcial fragmenta la realidad y activa el comentario mental indiscriminado sobre el estímulo, que es analizado por el conocimiento, reconocido y juzgado como aceptable o rechazado. Sin imagen mental, la opinión, el deseo y la decepción no existen porque no hay un recuerdo de “cómo debería ser”. La memoria nos aporta los contenidos para generar el pensamiento, recordando lo aceptado como correcto, que basa la voluntad de acercamiento o alejamiento de lo que hay. Sin la atención a la totalidad, cualquier objeto o circunstancia pueden ser un estímulo para comenzar a pensar, activando en el presente un diálogo mental basado en un conocimiento pasado. Para las personas pensantes, los objetos y circunstancias funcionan como disparadores de memoria y crean comentarios con los que reafirman su punto de vista, dando una opinión para “asegurar” la imagen mental que tienen y que les impide percibir la realidad total. Si no hay recuerdo, no hay comparación, todo es perfecto ahora. Sin imagen no hay conflicto. Si no permitiese que el pensamiento domine mi vida, podría vivir sintiendo, percibiendo y disfrutando. No habría conflicto por fragmentación y sería libre de vivir en paz. Sentir en lugar de pensar permite percibir la realidad en su totalidad. 78
Activaci贸n de la memoria por atenci贸n fragmentada
Conozco lo que recuerdo. Lo comparo con lo que hay. Me atrae o repulsa, dependiendo de si el condicionamiento me lanza un recuerdo positivo o negativo. 79
Opinión-Juicio
Cuando hay imagen mental hay juicio porque hay proceso de percepción fragmentada por los recuerdos. Si no hay imagen no se compara, todo es correcto, total, completo... Simplemente es. No percibir el presente “activa” la comparación de imágenes mentales con la realidad. Cualquier opinión fragmenta la realidad, ya que pone la atención solo en una parte. Al dar una opinión, el pensante no percibe lo desconocido que está contenido en lo que hay, ya que no lo busca porque fija la atención de manera fragmentaria hacia lo que conoce y puede comentar. El conocimiento en el que se basa la opinión es siempre limitado. La opinión limita la percepción de la realidad y, con ella, el aprendizaje, al focalizar únicamente en lo conocido y estar basada en un punto de vista subjetivo. Se pierde la capacidad de percibir la realidad de manera objetiva, descubriendo la verdad del hecho en sí. Los filtros de condicionamiento que usa el pensamiento hacen que la misma realidad sea descriptible de manera diferente para cada uno, descubriendo que las opiniones son algo subjetivo e inútil por ser fragmentarias y derivar en conflicto. Opinar puede condicionar al que nos escucha únicamente si este también usa la imagen mental. 80
Opini贸n
Opino = Pongo la atenci贸n en un fragmento y lo describo condicionado por mi conocimiento limitado. 81
Opiniones ajenas-Ofensa/Halago
Las opiniones son descripciones verbales, basadas en imágenes parciales, comunicadas con palabras. No son armas físicas. No impactan contra el ser. Cada uno es responsable de vivir describiendo lo imaginario con opiniones. Únicamente afectan si se usa la imagen mental pretendiendo dar continuidad a lo conocido. En ese caso, se desarrollan emociones que son generadas con una dinámica de pensamiento que deriva en conflicto. El intento de fijar la imagen mental ante el cambio lleva a defenderla, reafirmarla, imponerla. Tomarse las opiniones de manera personal genera conflicto por la comparación contradictoria de imágenes mentales fragmentadas. Nacemos sin desarrollar. Crecemos dependiendo de que los adultos nos den la atención necesaria para asegurar la superviviencia del ser indefenso, y mantenemos eso, como patrón aprendido, a lo largo de la vida a pesar de ser innecesario en la edad adulta. El intento de agradar tiene como objetivo evitar el dolor causado por no ser aceptado y atendido tal y como se es en el presente. El uso de la imagen sumado a la tendencia de buscar la atención en el exterior desarrolla los diferentes roles de imagen propia fragmentada, que se compara y describe con las opiniones. Las opiniones son un comentario basado en recuerdos parciales y conocimiento limitado.
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s e r E
... n u
eres... ú t e u q Pienso
Yo creo que tú...
Para
mí e res. ..
Las opiniones exteriores no modifican mi estado, que se mantiene en amor y calma. Las sensaciones que percibo no dependen de las imágenes mentales del entorno. No permito que el pensamiento genere emociones por lo que vivo. 83
Comparación por uso del conocimiento El pensamiento usa la comparación en la relación, lo cual nos impide percibir la totalidad y nos hace vivir buscando repetir lo placentero y huir del sufrimiento. Sin la atención en la totalidad, una parte de la realidad será el estímulo que active la memoria y que se usará para compararlo con algo conocido. La atención focalizada fragmenta la realidad completa, ya que la porción de estímulo elegido pasa a ser lo único que contiene el pensamiento. Ese fragmento escogido es comparado en la memoria y comentado en el audio mental. Los estímulos pueden ser visuales, auditivos, olfativos, etcétera. Si no se pone atención al proceso mental, los estímulos percibidos con conceptos activarán la memoria. La memoria, al ser limitada, pasará a “comentar” únicamente lo conocido en el pensamiento impidiendo la percepción de lo desconocido por filtralo con el condicionamiento. La memoria, activando el pensamiento, impide al individuo la percepción de sensaciones presentes. Si se encuentra ante algo desconocido, no lo sentirá, y el miedo a la incertidumbre desarrollará inseguridad que le hará pensar en huir o atacar en lugar de sentir qué hacer. Observando las memorias, se localiza de dónde viene el condicionamiento que impide la percepción de la realidad. Lo conocido, imposibilita la existencia de lo desconocido. Localizar las memorias por colores facilita el proceso de observación: Experiencias propias recordadas parcialmente según el propio condicionamiento y roles desarrollados. Experiencias que recuerda contadas por otros y que él no ha vivido. Paradigma del sistema con visión subjetiva, contado en medios oficiales; televisión, radio, prensa… Fantasías que contengan ese estímulo o algo similar. Intensiones: conjunto de creencias limitantes sumadas a los propósitos que desarrollen. 84
La realidad es fragmentada por la atenci贸n que se focaliza en lo conocido. Se pierde la percepci贸n de la totalidad y se activa el pensamiento con recuerdos que dan contenido a la verborrea mental. Si se desconoce lo presente y no se percibe la totalidad, se genera inseguridad y la tendencia de huir o atacar porque el pensamiento no permite asimilar la realidad sin filtrarla con el conocimiento. 85
Creencia-Dogma Focalizando la atención en un fragmento de la realidad, sea estímulo o circunstancia, el pensamiento, usando el tiempo mental, hace que el fragmento parezca una constante. Esto lleva a “creer” que algo “es así” con continuidad, como una creencia o verdad absoluta, sin ponerlo en duda, a prueba o demostrándolo. Tener una proyección mental dando por hecho que lo conocido se va a repetir en el espacio-tiempo impide la percepción de lo que es diferente. La memoria, que es pasado, selecciona únicamente los recuerdos que confirman la creencia. No importa si las creencias son ciertas o no porque el pensamiento siempre confirmará que la realidad es así. La adaptación al constante cambio es inviable dando continuidad al pensamiento, ya que no se percibe ni se respeta la realidad por tener la atención en lo conocido. El continuo intento de seguridad y certidumbre genera la necesidad de mantener las creencias. Para “asegurar” que tengan continuidad se limitan las relaciones a personas que las comparten y confirman. Con creencias no contrastadas se define un comportamiento moral específico para formar parte del grupo. Las creencias generan conflicto y ponen límite al aprendizaje porque son fronteras mentales. Observando que toda creencia es límite en si misma, comprendemos que “pensar para vivir” es la creencia limitante más común. Un ser que evoluciona es aquel que busca la verdad de lo que es, no el que, por una disfunción en su percepción, “reafirma” una parte condicionada por el pensamiento. 86
Atención fragmentada por creencias
En el exterior pongo la atención exclusivamente en lo que creo…, lo encuentro o modifico la realidad para que coincida. Si mi seguridad psicológica depende de mantener mis creencias, haré lo necesario para que tengan continuidad y no sentir incertidumbre. El apego por las creencias y los propósitos personales me incitan a la guerra contra lo diferente. 87
Configuración del entorno
A1
X
1A
A1
1A 1A
0 0
0
El conjunto de creencias deriva en un entramado cultural que apoya y refuerza estas creencias como verdades absolutas. La falta de seguridad y conexión con el resto de personas de la especie crea la necesidad de pertenecer a un grupo. En caso de falta total de observacción del condicionamiento, las creencias activan la guerra entre grupos de personas. El grupo apoyará el conflicto contra otro grupo de la misma especie. El pensamiento hace que el ser humano olvide su esencia, desarrolla separación y con ella violencia. El conflicto lo genera el pensamiento porque impide la percepción de la realidad. 88
Limitados por las creencias El pensamiento ha dividido el mundo en partes y a cada una le ha otorgado un concepto. El ser humano asume en la infancia esos conceptos sin observar la veracidad de lo que describen. Dentro de esa fragmentación del todo en partes se han creado diferentes instituciones y desarrollado todo tipo de dogmas. Las personas “aprenden” esos conceptos, dogmas, creencias y límites sin dudar de su existencia en la realidad. La división de todo en conceptos ha separado la tierra en fronteras y ha inventado jerarquías para seres y cosas. Las jerarquías acaban con el orden porque dan autoridad a unos y a otros no. Creencias políticas, religiosas, nacionalistas..., dividen a las personas en grupos enfrentados. Para evitar el conflicto se limitan las relaciones a individuos que comparten las mismas creencias. El sujeto asume el futuro con los protocolos dogmáticos de esa creencia y vive limitado en el presente fragmentado por ellos. “Educa” a sus hijos con el mismo condicionamiento sin cuestionarse hacia dónde lleva a la especie esa tendencia fragmentaria. Diferentes condicionamientos generan diferentes creencias. Imponerlas, defenderlas o mantenerlas crea desorden porque se vive en el adiestramiento, no percibiendo la realidad. Esa fragmentación por creencias, sumada a los propósitos individuales, deriva en conflicto con el resto de personas en mayor o menor escala. Mientras el ser humano no observe con atención cómo funciona el conflicto dentro de sí mismo, este continuará sin disolverse, siendo perpetuado en las nuevas generaciones. La inseguridad, la desconexión, la soledad, el miedo, el deseo y todas las emociones negativas que desarrollamos son procesos mentales creados por el pensamiento. Percibiendo esto, se desarrolla la responsabilidad de hacer algo al respecto o de observarlo con atención cuando se active. 89