Transformación de las emociones

Transformaci贸n de las emociones por el pensamiento 159

Transformación de las emociones por uso del tiempo mental La percepción parcial de lo que sucede desarrolla las emociones. Dependiendo del contenido de la imagen mental, se desarrollan unas emociones u otras, y con ellas se re-acciona ante la realidad.

Observando las emociones se comprende cómo son creadas por una dinámica mental. La memoria les da continuidad en el pensamiento, impidiendo la percepción total de la realidad que es continuo cambio, e imposibilitando la investigación verdadera de lo que es el hecho en sí.

La realidad contiene estímulos que activan la memoria, trayendo del pasado, además del estímulo disparador, las emociones que generó el pensamiento en el momento recordado. Como el pensamiento limita la percepción a lo conocido, las emociones se repiten dependiendo de si el estímulo fragmentado generó dolor o placer en el pasado. Observar las emociones y comprender qué generan en el organismo es básico para no vivir atrapado en procesos mentales limitantes.

El ser humano vive en desorden y conflicto cada vez que permite que el pensamiento, comparando lo que hay con lo que conoce, guíe su voluntad condicionando la acción de una manera u otra.

Con lo conocido (la memoria que es pasado), activa la imagen mental que impulsa la re-acción en el presente: huida, acercamiento o parálisis ante el estímulo.

- Con la dinámica mental de especulación negativa desarrolla el miedo, que activará la acción hacia la huida, sin otro propósito que alejarse de lo que “cree” que le causará dolor.

- Con la dinámica de especulación en positivo desarrolla el deseo que activa la voluntad para satisfacer sus anhelos, siendo estos infinitos por el constante cambio.

- La percepción fragmentada por la memoria crea el apego o falsa sensación de continuidad.

- El conflicto derivado de comparar lo que acepta y lo que no, desarrolla el odio, que impide la capacidad de sentir, activando la acción hacia el ataque.

- La ira hará perder la capacidad de sentir compasión, permitiendo que aflore la violencia.

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El pensamiento crea y mantiene las emociones con imágenes mentales basadas en el conocimiento.

A mayor comprensión de qué generan las emociones, mayor atención al proceso de pensar.

Las emociones positivas, como la alegría, la compasión (pág.188), la gratitud..., también tienen una dinámica mental, pero, en este caso, no son perjudiciales ni para el organismo, ni para el entorno, sino que ayudan a mantener la salud y apoyan las relaciones entre individuos.

El amor, como único sentimiento, no tiene dinámica mental, es continuo e ilimitado.

Las emociones negativas y positivas tienen un desarrollo de estructura en espiral, creciendo al ser alimentadas por la percepción fragmentaria y los recuerdos que contengan el estímulo que ha causado la emoción.

A más momentos con emociones positivas, más alegría y gratitud se recibe del exterior, y esto retroalimenta la propia emoción. La percepción limitada confirma que la realidad es positiva, y la memoria lanza recuerdos que lo corroboran. En el caso contrario, el pensamiento fragmenta la realidad con estímulos que amplíen la estructura de emoción negativa, llevando al sujeto a un constante malestar, conflicto y aislamiento por fragmentar la realidad y recordar únicamente los estímulos que contienen la emoción perjudicial.

Durante milenios, el ser humano ha perdido la objetividad en la percepción y, por falta de observación, distorsiona y contamina con su pensamiento el presente en el que vive, siendo responsable de su propio sufrimiento por no percibir la realidad en total orden con lo que hay.

Si se comprende cómo el pensamiento y las emociones negativas que genera pueden envenenar el organismo y crear destrucción en el entorno, se presta atención total a percibir el presente con amor o desarrollar únicamente emociones positivas.

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Proyección del presente hacia el futuro

ESPECULACIÓN EN POSITIVO / Voluntad

Construyo un pensamiento imaginario con lo que conozco como bienestar o placer.

Mezclo esos recuerdos y creo un futuro inventado en el que me sentiré bien o en el que no existirá lo que rechazo.

Desarrollo voluntad; acción interna y externa para alcanzar el propósito proyectado.

Tengo ganas de conseguir vivir en lo imaginado y me activo hacia ello con ilusión.

Si lo que proyecto es vivir alejado de lo que me genera malestar, me activo hacia cualquier parte, huyendo sin rumbo fijo y sin trascender a lo que me causa conflicto.

Usando la especulación se vive en frustración, a corto y largo plazo, cuando la proyección no coincide con la realidad al alcanzar el momento imaginado.

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ESPECULACIÓN EN NEGATIVO / Autosabotaje

Rememoro únicamente recuerdos negativos, y los mezclo y modifico para generar una posible realidad futura negativa.

Siento desgana, desmotivación y parálisis por temor a que la especulación negativa se cumpla.

Actúo bajo las creencias limitantes que me dominan.

Mi condicionamiento, sumado a las imágenes mentales que proyecto, limita o anula mi acción.

Pierdo la confianza en la vida y no siento la conexión con la totalidad.

Genero miedo psicológico y no avanzo ni me relaciono con la realidad.

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Expectativas-Desengaño-Decepción Proyección previa de una realidad posible “deseada”.

Especulación ilusoria del futuro.

Basándome en lo conocido, que es pasado, imagino cómo “debería ser” el futuro.

Estoy en la imagen del pensamiento.

No “siento” el presente en su totalidad.

No respeto el presente y lo que contiene.

No permito que el presente sea.

Fijo la atención según lo imaginado.

Integro en mi tiempo mental el estímulo, y este no coincide en el tiempo real con lo que imagino.

Vivo esperando que lo imaginado coincida con lo real.

Hasta que coincida, vivo en frustración y conflicto.

Si no coincide surge la decepción.

Comunicando las expectativas, se puede condicionar la relación, ya que, si ambos usan imágenes mentales, se impondrá una imagen como futuro condicionado impidiendo la libertad.

El estado de curiosidad es inexistente por focalizar la atención en lo conocido o “esperado”.

Se vive en conflicto por la comparación de lo ideal con lo real.

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Miedo

No sirvo, no puedo, no llegar茅...

Recuerdo fracasos o situaciones que acabaron mal.

Olvido las situaciones positivas y mezclo las negativas.

No reconozco o no percibo mis posibilidades presentes.

Imagino y especulo con futuros negativos o perjudiciales.

Se especula con finales perjudiciales.

Las creencias limitantes aumentan.

Lo que se imagina es tan negativo que impide el avance.

Olvidamos nuestra habilidad de aprender y adaptarnos.

No hay avance ni evoluci贸n porque se anula la percepci贸n y la creatividad.

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Ilusión de continuidad Desconocimiento y falta de comprensión del flujo constante que es la vida.

Elección de vivir encarcelado por el pasado o con el miedo a un posible futuro sin lo que nos genera bienestar.

Vivir en el pensamiento, que es pasado, impide la percepción del presente.

Como el pensamiento se alimenta de la memoria, esto lleva al ser humano a intentar dar continuidad a lo que le emocionó en el pasado.

La no aceptación del cambio, que es muerte, desarrolla el “intento de certidumbre” que genera los pensamientos especulativos de futuro en los que aparece lo ya conocido en falsa continuidad.

El apego deriva en miedo a la pérdida, esto en frustración, ya que todo cambia y, por ello, en ira.

Si hay apego, hay conflicto. Tememos la muerte porque acaba con todo por lo que sentimos apego.

Como el cambio es constante, nada vive en el flujo siendo lo mismo que fue, todo se transforma y muere cambiando. Comprendiendo este hecho, el apego trasciende por ser una dinámica ilusoria.

El apego no es amor ya que este no contiene dinámica de pensamiento, no es reacción, ni recuerdo.

DUELO: Tiempo que invierte la persona en ser consciente de que el ser fallecido ya no está presente.

El pensamiento, que da continuidad a las personas y cosas, es el responsable de los períodos de duelo que generan conflicto en la mayoría de las sociedades humanas.

Si la cultura donde vive el individuo incentiva la comprensión de que el universo no destruye nada, tan solo lo transforma, el tiempo de duelo es casi inexistente.

Trascendiendo la imagen mental y todo el apego que genera, no se siente dolor por la muerte, sino que se vive con ella como continua que es.

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Apego

No comprendo que todo cambia y con el cambio nada es permanente. Vivo encarcelado en el recuerdo.

Intento dar continuidad a personas y cosas por no percibir el cambio que es la vida.

Vivo en la creencia de que hay continuidad en lugar de transformación.

La atención puesta en lo que conozco limita mi percepción, y no asimilo la realidad cambiante.

Anclo mi bienestar a la cercanía de lo que conozco.

Vivo en la imagen, por lo que no hay relación.

La no relación con el cambio deriva en conflicto.

No fluyo entre amor y muerte.

Necesitar la proximidad de cosas o personas no es amarlas. El amor es ilimitado, por lo que, una vez se percibe, no se teme que vaya a disiparse ni se necesita “mantenerlo” cerca para que perdure.

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Nostalgia

Emoción perjudicial basada en el apego, que deriva en frustración y pena por poner la atención en un recuerdo placentero ya ausente.

Anulación de la percepción de la realidad por vivir en el recuerdo pasado, que es proyectado por la memoria con elementos que no están en el presente.

Activación del “deseo” de dar continuidad a lo añorado.

No aceptación de la realidad y su cambio incesante. El presente es anulado por proyectar el deseo.

Conflicto creado porque la imagen mental y lo real no coinciden.

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Vivir sin imagen

Comprendiendo que la imagen mental genera vivir en el tiempo mental en lugar de en la realidad presente, se trasciende al pensamiento y esto permite sentir el amor, ya que no se está pensando.

Con la completa percepción alerta no hay fragmentación por el uso del pensamiento, y la realidad atraviesa al individuo tal y como es, viviendo en lo desconocido, con su cambio incesante.

La energía, en lugar de ser “invertida” en pensar, se usa para colaborar con el flujo de la vida.

La realidad, tal y como es, no genera sufrimiento. Es el desorden mental el que lo causa.

El dolor psicológico lo crea la imagen. Sin imagen mental hay inteligencia, amor y evolución.

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