Viernes, 26 de abril del 2013
S u p l e m e n to e s p ec i a l
Responsabilidad social y minería
Condiciones y actores para el desarrollo sostenible de la RSE en el Perú
Una agenda pendiente ¿Es la Responsabilidad Social Empresarial la clave para que el desarrollo económico vaya de la mano con el entorno social y ambiental?
Empresas responsables
Cuatro casos de éxito de RSE
Perfiles y testimonios
Suplemento especial • Viernes, 26 de abril del 2013
Empresas responsables para construir sociedades justas
No se trata de caridad o filantropía, va mucho más allá de eso. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido en una herramienta que las organizaciones utilizan para contribuir con el desarrollo de su entorno y, a la vez, acercarse a su comunidad y ganar credibilidad y prestigio entre sus grupos de influencia, sin dejar de obtener ganancias.
P
ara un segmento de la población es innegable que el país está recorriendo con éxito una senda hacia el desarrollo económico y la prosperidad. Vemos cómo en las grandes ciudades se levantan altos edificios, lujosos centros comerciales y prosperan las industrias. Desde hace más de una década, los diarios nos hablan de tasas de crecimiento superiores al 6% anual, pero es solo la mitad de la historia. En el Perú el piso no está parejo. Aún existe una gran “brecha social” que mantiene alejada del progreso a una parte importante de la población. Según el Índice de Oportunidades Humanas (estudio publicado por el Banco Mundial en el 2012), en el Perú existe mayor desigualdad en la distribución de oportunidades que en los otros 18 países latinoamericanos analizados en este estudio. Se concluye que en la sierra y en la selva rural la situación para los niños está en desventaja por el difícil acceso a agua potable, electricidad, educación y saneamiento básico. Esta realidad no es ajena al mundo de los negocios. Desde hace algún tiempo, en las organizaciones ha surgido una corriente que reconoce su responsabilidad en el desarrollo de la sociedad y que les demanda tomar acciones. Para algunos está claro que no basta con cumplir con el pago de impuestos y que hay que ir más allá para tener una influencia positiva en la sociedad.
CARIDAD NO, COMPETITIVIDAD
“Con la apertura económica de los últimos quince años, las empresas grandes y medianas han tenido que competir más con el resto del mundo, modernizar sus operaciones y esforzarse para cumplir con diversos estándares internacionales”, señala la directora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, Cynthia Sanborn. Para ella, el concep-
Muchas empresas se han visto obligadas a cumplir roles que le competen al Estado en las comunidades.
to de RSE va más allá de las donaciones caritativas o las inversiones sociales voluntarias que hacen las empresas hacia afuera, en las comunidades, a su alrededor o para buenas causas a nivel nacional. La RSE comienza dentro de la organización y se proyecta hacia su exterior. “Una empresa socialmente responsable lo es también hacia adentro y en múltiples dimensiones: con sus trabajadores, colaboradores, proveedores y clientes, y con el entorno físico y ambiental”, explica la experta y sostiene que, en la actualidad, las empresas se rigen por códigos de conducta más rigurosos, y su accionar es observado y evaluado con mayor detenimiento.
RESPONSABILIDAD Y MINERÍA
El sector económico que ha traído ma-
yores divisas al país ha sido, sin duda, la minería. En el 2011 las empresas mineras pagaron más de 12 mil millones de dólares en impuestos. Sin embargo, pese a los ingentes recursos que han generado y al pago de cánones y regalías, existe entre la población gran desconfianza, ya que en el pasado han sido también responsables de contaminación ambiental. Esto ha hecho evidente las carencias que imperan en las comunidades en donde operan las grandes empresas. Por ello, no es de extrañar que estas zonas sean caldo de cultivo de conflictos sociales. Es allí, justamente, donde se necesita un trabajo más intenso en la creación de oportunidades de desarrollo. En su último informe, la Defensoría del Pueblo señala que, a la fecha, hay 158 conflictos activos y 62 latentes. De estos,
Para mostrarlo con orgullo
La verdad incómoda Hoy existen 158 conflictos activos y 62 latentes. De estos, el 66.7% son conflictos socioambientales ligados a las actividades extractivas.
el 66.7% son conflictos socioambientales ligados a las actividades extractivas. Por ese motivo, muchas empresas han tenido que cumplir roles que competen al Estado en materia de construcción de infraestructura, generación de empleo y cobertura de necesidades básicas. Esto ha desarrollado relaciones clientelistas con las comunidades. Sin embargo, algunas organizaciones vienen apostando por un nuevo esquema que toma en cuenta la voluntad y las necesidades de las comunidades. La consigna es involucrarlas en la toma de decisiones y promover actividades que permitan su desarrollo. Todo esto sin alterar las costumbres y los sistemas de trabajo tradicionales para que la actividad social y económica comunal no gravite únicamente en función de la actividad minera en su zona. ß
La apuesta por alcanzar estándares sostenibles y socialmente responsables son valiosos para las empresas. Por ello, la entidad Perú 2021 ha lanzado un distintivo gráfico de empresa socialmente responsable (Distintivo ESR®) que las organizaciones pueden lucir luego de pasar por una evaluación que demuestre que han adoptado estas políticas.
Grupo La República Publicaciones S.A. Impresión en Lima: Av. Argentina 3088. Teléf. 711-6000 anexo 504 / Gerenta comercial: Marissa Pozo / Jefa de Publicidad: Madeleine Felice, 711-6000 anexo 1405 madeleine.felice@glr.pe / Jefe de producto: Javier Barraza Cobertura: Nivel nacional / Hecho el Depósito Legal Nº 15010195-0841/ Editorial Septiembre / Editora general: María Elena Pease / Editora: Joana Cervilla / Director de arte: Rafael Gómez / Diagramador: Deivis Guevara Coordinador fotográfico: MMR Media / Corrector: Juan Yangali / Colaboradores: Andrés Velarde y Bruce Valladares Fotos: Shutterstock.
Suplemento especial • Viernes, 26 de abril del 2013
Elaborando un modelo de rse
Al elaborar un programa de RSE, es fundamental que estén involucrados todos los actores. Los beneficiarios deben ser colaboradores activos.
Pero, ¿qué hace falta para llevar a cabo programas que cumplan con estos requisitos? Según la asociación “Perú 2021” (organización dedicada a la promoción de la RSE), es esencial que las entidades que están dispuestas a instaurar un programa de RSE afronten los pasivos de sus actividades de una manera clara y sincera. “Esto implica demostrar un comportamiento transparente y ético que contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad; que tome en consideración las expectativas de las partes interesadas; que cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con las normas internacionales de comportamiento; y que esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones”, señala la mencionada entidad. Asimismo, se indica que es fundamental que al elaborar un programa de
RSE, estén involucrados todos los actores. Los beneficiarios del programa que se va a delinear tienen que ser activos colaboradores en su diseño e implementación, ya que son ellos quienes pueden identificar mejor las necesidades de la comunidad. Se debe tener en cuenta, además, que los programas que sean diseñados lleguen a alcanzar un desarrollo sostenible, y eso se logra abordando los aspectos sociales, económicos y medioambientales de manera integral. Es necesario recordar, asimismo, que la implementación del programa no reemplaza la función –ni puede convertirse en sustituto– del Estado; y, como señala Perú 2021, tampoco debe pretender dar solución a las interrogantes que solo pueden resolverse de manera apropiada a través de las instituciones políticas. ß
Minería: ¿una gran y justa fuente de trabajo?
13%
177
mil
puestos de trabajo generó el sector minero en el 2011.
de los trabajadores mineros accede a un trabajo con derechos sociales y laborales completos.
658
El ABC de la Responsabilidad Social Para muchas empresas, la responsabilidad sigue siendo un concepto extraño y difícil de manejar. A continuación, un breve glosario de términos que ayudarán a entender que cuando usamos los términos “ganancias”, “justicia” y “desarrollo” estamos hablando en el mismo idioma. Asistencialismo Se genera cuando los programas de ayuda social crean dependencia del benefactor (llámese Estado o empresa privada) en el beneficiario, con lo cual obstaculiza su desarrollo y autonomía. Cuidado, es altamente adictivo y jamás es sustentable en el tiempo. Comercio justo (Fair trade) Modelo de negocios basado en la cooperación entre productores y consumidores, para que los primeros participen en la cadena de valor y reciban precios justos por sus mercancías. Desarrollo sostenible Según la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Comisión Brundtland), “es el desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”. Ecoeficiencia Conseguir más bienes y mejores servicios reduciendo el impacto en el medio ambiente, utilizando menos recursos y causando menos contaminación. Filantropía corporativa Acciones caritativas que realiza una empresa a través de la donación económica, de personal o de conocimientos, para mejorar la calidad de vida de la población. A diferencia de la RSE, no busca ser sostenible en el tiempo, no establece indicadores de impacto ni evalúa resultados por parte de la empresa. Pacto mundial Acuerdo de 10 puntos alcanzado por diversas organizaciones –impulsado por las Naciones Unidas en más de 135 países– destinado a instaurar prácticas empresariales que respeten cuatro principios fundamentales: derechos humanos, medio ambiente, estándares laborales y anticorrupción. ISO-26000 Estándar global de Responsabilidad Social. Es de aplicación voluntaria y no es certificable. Fue aprobado y publicado en el 2010, con la colaboración de representantes de gobiernos, empresas, académicos, ONGs y consumidores de más de 90 países.
6 Responsabilidad Social y Minería
mil
puestos de trabajo indirectos genera la minería.
Fuentes: Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMPE) y PLADES
Suplemento especial • Viernes, 26 de abril del 2013
una pequeña GRAN ayuda de mis amigos Hacia donde se mire, en nuestro país siempre existe una posibilidad de emprender iniciativas importantes que marquen la diferencia. Afortunadamente, son cada vez más empresas las que han apostado por impulsar el progreso sostenible, implementando programas de RSE. A continuación, algunas de estas exitosas experiencias.
Dar pescado y enseñar a pescar
Los pobladores de Padre Abad han encontrado en la pesca en piscigranjas un medio de subsistencia gracias al proyecto de Duke Energy Perú.
Padre Abad es una provincia de Ucayali enclavada en el flanco oriental de la cordillera de los Andes, a orillas del río Aguaytía. Allí, según el INEI, solo el 12% de la población cuenta con agua potable y el alumbrado público llega solo al 50% de los hogares. En ese lugar, la empresa Duke Energy Perú ha implementado más de 50 programas de Responsabilidad Social, actuando en tres líneas de intervención: salud, educación y desarrollo económico productivo. Uno de los proyectos emblemáticos ha impulsado la crianza de paiche, paco y gamitana en piscigranjas, recordando el refrán: “Si das a un hombre pescado, lo alimentarás un día; pero si le enseñas a pescar, él se alimentará el resto de su vida”. El objetivo primordial es proporcionar alternativas de desarrollo económico mediante el desarrollo de la piscicultura como una actividad sostenible, para lo cual se fortalecen las capacidades técnicas, productivas, organizativas y gestión de los beneficiarios. La empresa realizó un diagnóstico situacional de la piscicultura en la provincia de Padre Abad, y determinó que la zona cuenta con infraestructura y terrenos para la instalación de tanques y otros espacios para el desarrollo de la piscicultura. El área de influencia es la región de Ucayali, donde Duke Energy Perú administra –bajo el nombre de Aguaytia Energy– una central térmica, una planta de gas y una planta de fraccionamiento. Las comunidades beneficiadas son Curimaná e Irazola, en Padre Abad. ß
Un Ecoparque en Pucallpa Anualmente, el Perú pierde 150 mil hectáreas de bosques a causa de la deforestación. Es decir, cada doce meses se aniquila un área de biomasa de diez veces el tamaño de la provincia del Callao. Ante esta situación, Backus ha instaurado su programa “Ecoparque Vive Responsable”. Un circuito ecológico que busca sensibilizar a los pobladores y empresas de la zona para trabajar en la recuperación del Bosque Amazónico. El programa trata de proteger su entorno a través de la conservación de especies de flora y fauna, y busca mostrar que las empresas pueden manejar sus impactos ambientales de una manera positiva, integral y sostenida, generando desarrollo local. Este Ecoparque, que cuenta con un área de 300 hectáreas ubicadas en Pucallpa, tiene por objeto fomentar la reforestación en un vivero forestal y cuenta además con una planta de producción de abonos orgánicos y plantación que sirve para la conservación de especies de flora como la caoba y el cedro. Asimismo,
cuenta con un zoocriadero donde son protegidos jaguares, sajinos, huanganas y tapires. La primera etapa de este proyecto se inició el año 2009 y contempló la plantación de 75,548 árboles en 68 hectáreas. Luego del estudio de microzonificación, se identificaron las especies idóneas para crecer en dicho terreno, entre las que se encontraban la caoba, el cedro, la capirona, la bolaina, la teca y el eucalipto. Algunas de estas especies son protegidas, ya que se encuentran en peligro de extinción o con su población bastante mermada por obra de los madereros informales. El año 2011, ante el éxito alcanzado y las altas expectativas, este programa inició una segunda etapa en la que se plantaron 66,660 nuevos árboles en otras 60 hectáreas. Agregaron otras especies forestales protegidas, como aina blanca, pashaco, topa y pino caribaea. Todas muy valoradas porque también tienen un alto porcentaje de captura de CO2 atmosférico. Asimismo, comenzó a funcionar un vivero en el que se produ-
6 Responsabilidad Social y Minería
cen cerca de 2 mil plantones diarios de diferentes especies que ya han servido para reforestar otras 291 hectáreas. La idea es integrar este ecoparque al circuito turístico de Pucallpa y generar
de esta manera conciencia ambiental en los pobladores para incentivar a las empresas de la zona a desarrollar proyectos ambientales que los ayuden a mitigar sus impactos. ß
En el Ecoparque que la empresa Backus ha implementado, se vela por la conservación de especies de flora como la caoba y el cedro.
Médicos en acción
La Clínica Ricardo Palma, desde hace doce años, lleva a los lugares más recónditos de nuestro país, no solo asistencia médica sino humanidad y esperanza.
Según un estudio de la Universidad del Pacífico publicado en 2012, en el Perú más de 3 millones y medio de pobres son invisibles para el Estado, ya que a ellos no llegan los programas sociales ni tienen acceso a uno de los bienes primordiales para salir de la miseria: la salud. Sin embargo, desde hace 12 años, un grupo de médicos voluntarios de la Clínica Ricardo Palma dejan la comodidad de sus consultorios y salen a visitar a las comunidades más alejadas, donde no llegan fácilmente los servicios de salud, para inyectarles una dosis de humanidad y esperanza. El objetivo de la “Caravana Humanitaria Clínica Ricardo Palma” es llevar a las comunidades, que no cuentan con especialistas ni recursos, atención médica multidisciplinaria de primera calidad, a la vez que se fomentan los lazos de amistad y camaradería entre los médicos y la población en general. Las caravanas están conformadas por un promedio de 35 profesionales de salud, entre ellos 18 médicos de diferentes especialidades, acompañados por enfer-
meros y personal asistencial. Realizaron sus primeras atenciones en las Instalaciones del Hospital Minsa de Moyobamba y se convocó a la población local por medio de una campaña que se realizó a través de Radio, Televisión y Prensa Escrita de la localidad. Desde entonces se enfocan en las comunidades menos favorecidas para otorgarles una mejor calidad de vida realizando una intensa Campaña Gratuita de Salud, en coordinación con las municipalidades de cada ciudad. Así, en un viaje atienden a más de 2 mil personas de todas las edades y estratos sociales. Durante las caravanas no solo se efectúan consultas ambulatorias; también se llevan a cabo juntas médicas a fin de identificar las enfermedades más comunes de la comunidad y llevar un registro. Asimismo, se atiende a los pobladores en las diversas especialidades y se realizan charlas de actualización e información a los médicos y enfermeras de las zonas donde se realizan las campañas, trasmitiendo su conocimiento acerca de los temas médicos que se están tratando en el momento. ß
Empresas con conciencia En su novena edición, la organización Perú 2021, junto con la Pontificia Universidad Católica del Perú, entregó a finales del 2012 el Premio Perú 2021 a la Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible de las Empresas. Los 10 proyectos galardonados pertenecieron a ocho empresas: Interbank, Backus, Danper Trujillo, IBM del Perú, Supermercados Peruanos, Duke Energy Egenor, Haug y Anglo American Exploration.
Maestros que dejan huella La Educación en el Perú es uno de los campos más postergados, en el que cada iniciativa cuenta. Según los últimos estudios, los niños peruanos alcanzan muy bajos niveles en ciencias y comprensión lectora. Para revertir esta situación, Interbank ha creado su programa “Maestro que deja Huella”. Esta iniciativa se lleva a cabo a manera de un concurso en el que se premia a los maestros que logran convertirse en personajes influyentes en la vida de los alumnos, obteniendo objetivos extraordinarios y duraderos que beneficien a todos, y que marquen positivamente a los estudiantes y a la comunidad. “Hasta la sexta edición hemos logrado la inscripción de 11,927 maestros a nivel nacional. En el 2012 se inscribieron 3,080 y para la séptima edición (2013) esperamos alcanzar 3,590 inscripciones. Lo que estamos haciendo es obtener una gran base de estas personas. Allí hay un potencial de buenos proyectos que vamos a compartir con el Ministerio de Educación para que también ellos identifiquen a estos líderes”, explica Sandra Castillo, subgerenta de Créditos de Consumo de Interbank. Esta iniciativa ha beneficiado directamente a seis maestros y seis instituciones educativas, y se ha logrado un aporte en la infraestructura de seis colegios. Del
mismo modo, también se han beneficiado 153 ganadores regionales, 15,300 alumnos, 15,300 familias y sus comunidades. “Maestro que Deja Huella” no solo reconoce el esfuerzo del ganador con atractivos premios (un departamento, un auto nuevo y una beca de estudios de maestría), sino que también beneficia a su centro educativo con una donación de 5,000 dólares para invertir en infraestructura. En la última edición el ganador fue Walter Velásquez Godoy, profesor de secundaria en el distrito de Tayacaja, Huancavelica, con su proyecto del CECREINV, un centro de investigación y creatividad. Su “feria de ciencias” ha clasificado al mundial de ciencia MILSET 2012 y ha llevado sus experiencias a varios países de la región. “Como es una comunidad que está en la zona de emergencia del VRAEM, es un poco difícil por el narcoterrorismo que hay en esta zona. Pero es nuestra función orientar a los alumnos y que no se dediquen a estas actividades. Con el premio estamos implementando nuestro laboratorio para dar mayores oportunidades y empezar a sacar patentes. Hay universidades que están publicando nuestros trabajos y están apareciendo en estudios de posgrado de investigación y en revistas científicas”, cuenta el maestro Vásquez Godoy. ß
EL programa "Maestro que Deja Huella" beneficia a un centro educativo con una donación de 5 mil dólares.
Dónde estudiar RSE Los mejores programas de pregrado y postgrado de RSE se encuentran en University of Nottingham, Anglia Ruskin University y Middlesex University, en Reino Unido; y UC Berkeley Extension y University of San Diego en Estados Unidos.
Responsabilidad Social y Minería
7
Suplemento especial • Viernes, 26 de abril del 2013
ELLOS OPINAN
Los retos de la agenda minera
Desde sus enfoques, tres especialistas involucrados en el tema opinan sobre los avances de la minería en materia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
APUNTAR A ESTÁNDARES DE EXCELENCIA Gonzalo Quijandría
UNA POBLACIÓN INFORMADA Luis Vittor
Para Gonzalo Quijandría, director de Asuntos Corporativos de la Minera Barrick Misquichilca, la Responsabilidad Social Empresarial surgió a partir de un cambio de enfoque en las empresas mineras. Ellas lograron comprender que se necesitaba impulsar el desarrollo de las comunidades antes que paliar la pobreza con actividades filantrópicas. Así, el reto de estas empresas consiste en ejecutar actividades de Responsabilidad Social en un entorno donde usualmente el Estado se encuentra ausente. “Las empresas, muchas veces, terminan sustituyendo a los gobiernos de turno y esto es motivo de conflicto, pues las comunidades tienen expectativas mayores respecto de lo que puede y debe hacer la minería por ellos”, opina. “En el Perú, el enfoque se basa en cuatro líneas de acción para invertir: educación, salud, desarrollo productivo y desarrollo de capacida-
Luis Vittor, representante legal de la Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (Conacami), opina que la información y la transparencia de las empresas mineras pueden mejorar la relación con su comunidad de influencia. Él sugiere que la población debe y necesita conocer de qué manera los trabajos extractivos impactan dentro su territorio. “Las comunidades deben saber previamente qué cambios ocurrirán en el territorio y los riesgos que implican. Dentro del marco de los derechos, lo fundamental en este momento es el proceso de consulta previa, libre e informada que debe determinar si la comunidad otorga consentimiento a la actividad en su región”, explica el representante comunal. Para él, el reto para la gente es reconocer sus derechos, así como las potencialidades y limitaciones de la zona donde viven. Una comunidad que conoce el valor de su territorio podrá estar en condiciones de definir cuáles son las actividades viables para ella. En esa línea, Conacami es una plataforma para coordinar e intercambiar experiencias entre diferentes comunidades inmersas en un conflicto minero. Vittor cuenta que la institución contribuye a denunciar casos de impacto ambiental que repercuten de manera grave
des locales”, afirma, y sostiene que las empresas no deberían limitarse solo a cumplir las normas que la legislación señala en materia social y ambiental, sino que deben apuntar a alcanzar estándares de excelencia de nivel internacional, como la del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM, en sus siglas en inglés). Desde su experiencia dentro de Barrick, Quijandría ejemplifica con la experiencia de su trabajo. Asegura que la corporación adoptó el Código de Cianuro y el ISO 14001 en materia ambiental. En el aspecto social, esta empresa forma parte del Pacto Global de las Naciones Unidas y asumió los Principios Voluntarios en Derechos Humanos.
en la salud de los lugareños. “Con las denuncias de los impactos de la actividad en la vida de las comunidades, se busca llamar la atención de la opinión pública nacional e internacional. De manera indirecta, la plataforma contribuye a que se fuerce una mejora en la distribución del canon minero en diferentes zonas”, explica. Con respecto a las empresas mineras, el especialista pide que sus negocios se enmarquen dentro de una actividad social y ambientalmente responsable. “El reto de la minería debe ser reconocer que hay territorios donde la actividad puede ser inviable, por muy rentable que sea”, sentencia.
LAS BUENAS PRÁCTICAS José de Echave Para el economista José de Echave, viceministro de Gestión Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente durante el primer año del gobierno de Ollanta Humala e investigador de la ONG CooperAcción, un proyecto minero debe cumplir con cuatro características para que se constituya sin inconvenientes: viabilidad técnico-productiva, financiera, ambiental y social. Este último punto contiene el concepto de Licencia Social de Operación (LSO), impulsado por las propias compañías mineras, durante la década de los 90 e inicios del 2000, y que consiste en el grado de aprobación que las comunidades cercanas a la operación minera tienen con respecto a la forma en la que la empresa realiza sus actividades. Por ser intangible, la LSO no se rige por ningún documento. En el Perú, los empresarios promovieron esta idea como parte de sus códigos de trabajo y de sus políticas corporativas. “El mensaje era que las empresas entendían que para operar debían obtener aceptación de la comunidad. Lamentablemente
8 Responsabilidad Social y Minería
hay diferencias entre el discurso y la práctica cotidiana”, afirma De Echave, quien asegura, además, que quienes cuestionan el concepto de la LSO no entienden el contexto en el que trabajan sus negocios y que esto podría significar un retroceso en materia de Responsabilidad Social. “Un reciente informe del Programa de Naciones para el Desarrollo da cuenta que el 40% de los conflictos en el mundo tienen que ver con la explotación de recursos naturales. El Perú, como nos lo recuerda la Defensoría del Pueblo, no es la excepción”, precisa. El experto manifiesta que aún existe una agenda pendiente debido a que los conflictos sociales se incrementaron en los últimos años. Sostiene, además, que se deben profundizar las buenas prácticas empresariales y que el Estado peruano tiene un rol primordial. “Las empresas deben estar acompañadas de un Estado que no renuncie a sus funciones, que esté presente de manera efectiva en el territorio nacional y que cree una institucionalidad que permita controlar y regular las inversiones para generar los puntos necesarios de equilibrio ambientales, sociales y económicos”, finaliza.