2012 Sincretismo cultural y religioso
miguel leal -GEORGE CASTILLO -DANILO ARRIAGADA 30/05/2012
1- “sincretismo cultural” Desde 1492 han ocurrido sucesos que merecen nuestra total atención, ya que desde este año comenzó nuestro origen como raza, donde se han visto involucradas innumerables culturas y consigo muchas costumbres también. El nacimiento de nuestra raza es el resultado de una mezcla entre españoles y mapuches y, también, una compleja combinación de ambas culturas. El chileno de hoy tiene tanta sangre mapuche como española y esto es claramente perceptible en nuestra lengua y en nuestros rasgos físicos.
Mestizaje: Mestizaje es el término que hace referencia al cruce de europeos, africanos e indígenas realizado a partir de 1492 en la América hispana. La sociedad colonial se caracterizó por ser muy jerarquizada; la clase social más alta, la aristocracia, estaba compuesta principalmente por blancos, es decir, peninsulares, criollos y mestizos, estos últimos sólo si eran reconocidos por sus padres. Los españoles eran un grupo reducido, ya que muchos regresaban a su patria. Los criollos, en cambio, eran los hijos de españoles nacidos en territorio chileno, que cada día fueron aumentando. Lo importante en la aristocracia era cuánto dinero tuviesen y no cuanta sangre indígena corriera por sus cuerpos. La clase media estaba formada principalmente por españoles pobres. La tercera clase estaba formada por mestizos, indios y artesanos, que no tenían capacidad de ascender. Durante mucho tiempo la población indígena quedó sometida al dominio de los españoles y criollos. Sin embargo, poco a poco fue disminuyendo en número, como consecuencia del mestizaje. Residían en el campo, donde ni siquiera pudieron mantener su idioma original, ya que los españoles impusieron su lengua natal. Pero al otro lado del Biobío (al sur) la historia era distinta. Si bien no estaban del todo libres y también fueron reducidos por los españoles, los Huiriches que habitaban la región de Valdivia y Osorno se encontraban en una relativa independencia. La población mayoritaria en la época colonial era la mestiza, que vivía en el área rural. Al ser descendientes de blancos y aborígenes, esta población era muy inestable, pues no pertenecían a ningún lado, siendo despreciados por españoles y criollos, y no bien mirados por los nativos., el mestizo tuvo un espacio social indeterminado, pero aun así se estableció preferentemente en el sistema español. Sin embargo, todos los grupos sociales fueron permeables al mestizaje, por lo que la población del continente americano es hoy fundamentalmente mestiza.
Tradicionalmente, la unión con las mujeres indígenas fue utilizada por los conquistadores españoles como un sistema de dominio sobre la población. En menos número estaban los esclavos negros. Debido al alto costo que significaba traerlos a Chile, por lo general se dedicaban a las labores domésticas y de confianza de sus patrones; formaban parte de la servidumbre de las casas. Por otro lado, estaban los mulatos y los zambos. Los primeros eran hijos de blancos y negros, y los zambos eran hijos de negros y aborígenes. Este grupo era mucho más humillado que los mestizos. Incluso, si eran muy negros de piel los utilizaban como esclavos. La unión del mestizo con el indio dio origen al denominado Cholo, y la unión del zambo con el indio dio origen al Chino. En la colonia todos los grupos eran reconocibles, pero con el transcurso del tiempo la mezcla fue disminuyendo los rasgos diferenciadores, lo que derivó en un individuo que fundía todas las características en uno solo.
En los inicios de la colonia, en el siglo XVI la economía se basaba en la Encomienda. Este sistema consistía en que a un encomendero se le asignaban un grupo de indígenas que trabajaban para él y defendían el territorio de la Corona. A cambio, el encomendero les daba protección, evangelización, vestuario y alimento. Por la progresiva disminución de indígenas este sistema ya no era sustentable, por lo que la Hacienda, en el siglo XVII, se transforma en la base de la economía rural. Estos grandes terrenos, en que se realizaban actividades agropecuarias, tenían talleres para la fabricación de los elementos que necesitaban, por lo que la hacienda era capaz de autoabastecerse. El hacendado, generalmente criollo, estaba a cargo de su hacienda. Él se encargaba de contratar inquilinos y peones como mano de obra. Los primeros trabajaban en faenas productivas y protegían los límites del territorio, a cambio, recibían una tierra para vivir, cultivar y criar ganado. Los segundos, solían vagabundear por los campos, buscando trabajo en las haciendas durante los tiempos de cosecha. En el siglo XVI el mercantilismo, sistema económico optado por la Corona, fomentó la Minería, específicamente, la obtención de metales, para poder enriquecer a la Metrópolis. Se encontraron numerosos lavaderos de oro en diferentes para fabricar monedas, vajillas, joyas, cañones, campanas y utensilios domésticos.
2- Sincretismo religioso
introducción El sincretismo siempre ha sido y es todavía objeto de muchos estudios en los campos de religión, de ideologías y de aspectos mágicos y sociales, llevados a cabo en grupos étnicos muy diversos en todas partes del mundo. Ninguna cultura se desarrolló en aislamiento, siempre ha estado en contacto con otras, que se influenciaron mutuamente. Las teorías de los círculos culturales de la famosa Escuela Antropológica de Viena --que finalmente fueron abandonadas- se basaban en amplios estudios de estos fenómenos de intercambio e interpenetración. A pesar de los errores teóricos, cometidos por los partidarios de esta Escuela, sus investigaciones han contribuido a nuestros conocimientos de las diferentes formas de sincretismo en muchas culturas mundiales. El término sincretismo se usa generalmente en el contexto religioso en sentido de una amalgamación de tradiciones, ritos y conceptos mágico-religiosos. No cabe duda que en el curso de la historia humana, las religiones se influenciaron mutuamente. La palabra es de origen griego crasis = mezcla, sin = con, synkrasis = un compuesto. El sincretismo siempre formó parte de negociaciones de identidades y hegemonías en situaciones tales como comercio, conquista, migración, misiones y matrimonios interraciales o intertidales. Con la expansión del sistema cultural dominado por el mundo occidental, los procesos integrativos se aceleraron. Así, a menudo la síntesis religiosa se encuentra en el contexto del colonialismo y otras formas de dominación (Taussig, 1980). La penetración de la cultura occidental fue promovida por el sincretismo. En América Latina, el mito de pureza étnica y cultural es un sueño de nacionalistas y nativistas y no tiene base real. En nuestro continente se pueden estudiar diferentes formas de sincretismo en las religiones afroamericanas y en ciertos ritos de los indígenas andinos, que desde hace siglos están en contacto con el mundo criollo. El sincretismo participa en el desarrollo de nuevos movimientos religiosos, tales como el Pentecostalismo.
RESUMEN Se define el término "sincretismo" desde el punto de vista filosófico y antropológico. Luego se ofrecen ejemplos de la amalgamación de conceptos y ritos en los cultos afroamericanos, en el desarrollo de nuevas religiones indígenas, en la etnomedicina, en el Catolicismo popular y en el Neo pentecostalismo brasilero. CLAVE El sincretismo religioso es un proceso, generalmente espontáneo, consecuencia de los intercambios PALABRAS culturales acaecidos entre los diversos pueblos. En algunos casos, se debe a una intervención oficial, como sucedió con el dios Serapis. Es un proceso en el que se intenta superar una situación de crisis cultural producida por la colisión de dos o más tradiciones religiosas diferentes. Es un intento por conseguir que dos o más tradiciones culturales diferentes sean capaces de crear un ámbito de cohabitación en armonía. Su característica principal es que se realiza a través de la mezcla de los productos culturales de las tradiciones coincidentes.
Secuencia cultural desde la historia latinoamericana Máscara azteca. Si bien los actos de fe podrían considerarse como elementos de revalidación ante una política de negación cultural (sincretismo cultural negativo) no es sino hasta principios del siglo XX que el pueblo latinoamericano logra solidificar, madurar, una teoría relativa al mestizaje cultural. A través de las obras de los creadores modernos se notaba también la tensión entre las prácticas colonialistas de las élites locales frente a los elementos silenciados de los pueblos. Rubén Darío habría marcado una huella profunda entre la forma de entender las relaciones artísticas entre Europa y Latinoamérica. Su original mezcla de elementos propios del mestizaje hispano-indígena y su atención a las vanguardias (en una sociedad costumbrista y conservadora) puso un antes y un después en la forma de escribir y pensar en el nuevo mundo y fue la base para el surgimiento posterior de creadores de la talla de Octavio Paz, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Ernesto Cardenal, Alejo Carpentier o Mario Benedetti. Otro pilar referencial es evidentemente José Martí. Su denuncia adelantada al pos colonialismo se convierte en la base de los modernistas latinoamericanos quienes se liberan del pensamiento hispanista que queda sólo relegado a la estructura funcional de las élites fundadoras del subcontinente. Resumiendo la importancia filosófica, artística y política del sincretismo, el bogotano Yuri Gómez resumió: "La praxis sincrética que nos resulta de interés, porque de ella gozamos todos, no es esa originaria e inextricable que se encuentra en el origen del saber, en el origen del lenguaje y en el origen del tiempo. La fuerza del sincretismo verdaderamente interesante es la influencia que se concreta en el interior del saber de hoy y en su práctica porque nos hace universales ya que consiste en el esfuerzo humano involuntario por reunir lo diferente en cada acto y hacer que el resultado se asemeje a lo no semejante".
En el arte pictórico resultan fundamentales las obras de Roberto Matta y su visión de vanguardia en clave surrealista, Fernando Botero y el aporte transdisciplinario de los mexicanos David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y Frida Kahlo. No es casual la gran presencia de México en el arte latinoamericano; este país quizá fue el que desarrolló de manera más exitosa el sincretismo cultural en todas sus variantes. El análisis de la obra de arte latinoamericana logra un efecto de espejo capaz de entender lo que hay detrás de las prácticas culturales. Las redes de la hibridación nos remiten necesariamente a conflictos de clase, negación y mediaciones. El aporte artístico en el siglo XX de creadores capaces de hacer puente entre el viejo y el nuevo mundo empezó a promover la necesidad de abandonar la idea de considerar la estética mestiza como exótica y tomarla como un elemento referencial a nivel mundial.