Devocional - MVC octubre 2013 by Marcelo Daniel Rodas

Ministerio VISION CRISTIANA RECOPILACION DEL MES DE OCTUBRE/2013 Avda. Centenario Este 369 – San Luis – C.Postal (5700) – Argentina

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DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 01_2013 Venid, adoremos y postrémonos, arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios, nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Salmo 95:6-7

El lugar físico más alto que pise es también la ruta más alta de América, en el ABRA EL ACAY a (4.895 a.s.n.m.) – Salta (Argentina) y el punto más alto de la Ruta Nacional 40. Esta ruta faldea las laderas del NEVADO EL ACAY (5.950 a.s.n.m.), un lugar donde la puna se hace sentir. En lo físico quizás sea así para mí el lugar más alto que quizás transite, pero en lo espiritual les aseguro que no. Para nuestro espíritu el lugar más alto es la Adoración a Dios. El Salmo 95 exalta a Dios como la razón suprema para la Adoración. Es una invitación al pueblo de Dios a cantar gozosamente alabanzas en su honor. La congregación es invitada a venir a su presencia con acción de gracias y confesión. El salmista sabe de la naturaleza de este lugar llamado Adoración cuando pronuncia estas conocidas palabras: “Venid, adoremos y postrémonos, arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor”. La experiencia de la Adoración es en primer lugar, una experiencia interior y la respuesta del ser humano a la revelación de Dios por Jesucristo. Por eso, la adoración personal es natural y normal. Hay en el hombre una sed y hambre espirituales que nos empujan hacia el Dios Altísimo –a ese lugar más alto y santo-. El salmista expresó poéticamente este pensamiento, “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios el alma mía” Salmo 42:1. La adoración cristiana glorifica al Señor en una relación directa entre los adoradores (cristianos) y Dios, como es conocido por nosotros en y a través de Jesucristo. Ese lugar comenzara siempre de rodillas y será nuestro más alto lugar a llegar como creyentes.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 02_2013 “En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo”. Hebreos 1:2

Una Reforma: en la que todos seamos uno en Cristo, así está el desafío para nuestras generaciones, habrá que prestar atención solo a la voz de Jesucristo. Hay un gran riesgo para los cristianos de estos tiempos, si estamos de continuo mirando con nostalgia a la Reforma del siglo XVI. Ellos fueron capaces de romper con la religiosidad humana y buscar en las Escrituras la revelación nítida y clara, que Dios nos dio por sus profetas y “en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1:1-2). Y aquellos que convivieron con el Señor Jesús cara a cara nos dicen: “Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de Vida... eso os anunciamos... ” (1 Juan 1:1-4). Todo lo que ellos nos dicen, que: oyeron, vieron, contemplaron y palparon, es, sólo y únicamente, para que creamos que Jesús es el único Cristo, el unigénito Hijo de Dios, y para que creyendo en Él, tengamos vida eterna (Juan 20:31). Esta fue la clave para reformar las vidas de muchos cristianos del siglo XVI y también es la clave para reformar nuestras propias vidas en Cristo. La cristiandad de esos años necesitaba salir de las tinieblas religiosas, en las que El Papado la había metido con sus ritos y ceremonias copiadas o tomadas de otras religiones, que nada tenían que ver con el mensaje del Evangelio de Jesucristo, en el que claramente se nos dice que: el hombre es salvo por gracia, por medio de la fe. La historia del cristianismo nos demuestra que el “hombre religioso” siempre ha querido adaptar el mensaje evangélico a sus circunstancias personales y sociales. Eso mismo lo sigue haciendo en la actualidad.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 03_2013 Jehová estableció en los cielos Su trono. Salmo 103:19

Has oído alguna vez la expresión “el monte de los montes”? Esa es una manera de hablar de los judíos. Con eso quieren decir: el monte más alto. ¿Cuál es ese? En cada lugar tienen su propio monte más alto. El monte de los montes naturalmente es el Everest en Nepal, con su cima de 8850 metros. En el día de la ascensión señalamos como el monte de los montes, el monte de los Olivos al Este de Jerusalén. Con sus 800 metros, un enano si lo comparamos con los Alpes o los Andes, y no digamos con el Himalaya. Pese a ello, el monte de los montes, no es porque Israel así lo llame, sino, sobre todo, porque Cristo desde allí subió al cielo y a la casa del Padre. También podemos expresar lo que David profetizó en el Salmo: “Jehová estableció en los cielos Su trono”. La fiesta de la ascensión es la fiesta de la subida al trono. Ya que Cristo es Rey, sí, el Rey de reyes. Eso hace Su trono, el trono de los tronos. Un trono más alto que el Suyo no hay ninguno. Que día tuvo que ser ese en la corte celestial, cuando Cristo hizo Su entrada. Con emoción –me imagino yo- Dios el Padre fue hasta Su Hijo, le abrazó y le besó. ¡Has terminado la obra de la redención y reconciliación, Hijo Mío! Los ángeles rompieron en fuerte aclamación. A través de toda la historia los hombres intentaron subir al trono más alto: Nabucodonosor y Nerón, Napoleón y Hitler. Conquistaron riquezas, poder y gloria. Casi todo el mundo estaba a sus pies. Y a pesar de todo no estaban satisfechos. Porque sólo Uno tiene todo el poder en los cielos y en la tierra. Sólo Uno sabe manejar el poder correctamente. Sólo Uno tiene el trono en el cielo: nuestro Señor Jesucristo. ¿Cómo llegó Él a eso? Sí, Él conquistó el poder no con astucia o violencia. Él no fundó un reino de esplendor externo y pompa, sino que combatió con la supremacía de Su amor. Así tomó el poder, no, así recibió el poder y fundó Su trono. Sobre un sólido fundamento: de verdad y justicia, de amor y perdón. 4

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 04_2013 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Juan 6:68

El Marketing, la filosofía, los métodos y programas de iglesia enlatados, el mal uso de los medios de comunicación pero sobre todo la Apostasía final gana terreno dentro de la verdadera Iglesia del Señor. Cuidado hermanos con todo que nos haga adaptar el mensaje de Dios para este tiempo… es una tentación mortal. Debemos perseverar hasta el fin ya que toda la Palabra de Dios tiene que ser proclamada. La ley y el Evangelio, bendición y maldición. También es verdad que ese buen mensaje debe presentarse ante la gente de la mejor manera posible. ¿Pero qué es lo bueno? ¿Quién lo determina? Eso no lo determinan las personas sino el Señor. Tal vez pensemos que el Señor Jesús era escuchado con agrado por la gente, que Él hablaba tan fino y agradable, que todos le escuchaban con agrado. Al principio de Su manifestación parecía que fue así. Pero más tarde advertimos una actitud muy diferente. ¿Qué hizo el Señor entonces? ¿Adaptó Su mensaje? ¿Cambió la manera de presentarlo? En Juan 6 leemos sobre eso. El día anterior la gente estaba muy entusiasmada con el Señor Jesús. Algunos decían: Él es el Profeta. Otros querían hacerle Rey. Pero Él los eludió. Al día siguiente le buscaron. Tú dirás: buscar al Señor Jesús, eso en el fondo es bueno. Pero el Señor Jesús no estaba entusiasmado con eso. Él les va a mostrar las razones por las que le buscaban. Él no estaba contento con la manera de buscarle ni con la fe superficial de ellos. Le hace ver a la gente la realidad de su impotencia: “Ninguno puede venir a Mí, si el Padre que me envió no le trajere” (Juan 6:44). Él muestra lo unilateral de la obra de Dios: “Todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de Él, viene a Mí”. Cuando el Señor habló de la vida espiritual, algunos dijeron: “Dura es esta palabra”. A continuación leemos que muchos le abandonaron. ¿Y qué hace el Señor? ¿Adaptar Su método de trabajo? No. Antes al contrario. Le pregunta a los discípulos: “¿Queréis acaso iros también vosotros?”. ¿No es una pregunta sorprendente? Y eso en un momento así. Pero presta atención a lo que Pedro responde: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 05_2013 “Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” Santiago 1:2

QUÉ DECLARACIÓN TAN EXTRAÑA! ¿CÓMO PUEDE ESO TENER SENTIDO, SI LAS PRUEBAS Y EL GOZO NO ENCAJAN ENTRE SÍ? Pero Santiago está presentado la perspectiva divina, no la humana. Hay ciertos beneficios sorprendentes en el sufrimiento que no son fáciles de distinguir por la mayoría de las personas. Ante todo, necesitamos entender que este pasaje no dice que debemos estar felices por el dolor, sino que nos regocijemos por las bendiciones que acompañan al sufrimiento. La frase “tened por” significa “evaluar”. Cuando evaluamos las adversidades desde la perspectiva de Dios, podemos regocijarnos por su resultado provechoso, aun cuando nos produzcan dolor. Humanamente hablando, las pruebas duelen; pero desde el punto de vista del Señor, ayudan. Para gozarse en las pruebas, es necesario entender el propósito para el cual Dios las creó. No importa cuál sea el origen de ellas, podemos saber que el Señor quiere usarlas para poner a prueba nuestra fe y producir así paciencia y madurez espiritual. Dios ha ocultado en cada prueba una gema preciosa para mejorar nuestro carácter, pero dependerá de nuestra respuesta el recibirla o no. Quienes desean realmente ser transformados a la imagen de Cristo, pueden regocijarse por los muchos beneficios que acompañan al sufrimiento. ¿Qué me dice de usted? ¿Su hambre de conocer al Señor y de ser transformado por Él supera su temor al sufrimiento? Ninguno de nosotros quiere experimentar dolor, pero ya que es una realidad inevitable, ¿por qué no responder de una manera que produzca beneficios eternos?

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 06_2013 El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. Salmo 15:2

EN EL LIBRO DE SALMOS, EL REY DAVID DESCRIBE LA VIDA DE INTEGRIDAD QUE DEBEN CULTIVAR LOS CREYENTES. DIOS QUIERE QUE BUSQUEMOS CADA VEZ MÁS LA AUTENTICIDAD, LA RECTITUD Y LA HONESTIDAD. Para desarrollar y mantener un estilo de vida de integridad, necesitamos: Basar nuestra fe en lo que enseña la Biblia. Las verdades fundamentales sobre las cuales debemos construir nuestra vida son: la necesidad que tiene la humanidad de un Salvador; nuestra incapacidad de salvarnos a nosotros mismos; la muerte de Cristo a nuestro favor; la salvación por fe solamente; y el don gratuito del Padre de la vida eterna. Nuestra identidad y prioridades deben fluir de nuestra posición de hijos adoptados por Dios. Someternos al señorío de Cristo. El Señor Jesús nos manda a negarnos a nosotros mismos y a seguirlo (Marcos 8.34). El compromiso sincero con Él nos ayudará a enfrentar las tentaciones y a elegir lo recto. Establecer relaciones con personas que valoren la vida cristiana. La influencia de los creyentes maduros nos fortalece en nuestra dedicación y obediencia al Señor. Reconocer nuestros errores. Todo el mundo falla, pero como creyentes debemos confesar a Dios cualquier pecado conocido y evitar hacer lo incorrecto (1 Juan 1.9). También será necesario pedir perdón a los demás. Vivimos en una cultura que aplaude los valores y las actitudes pecaminosas. Dios conoce nuestra lucha por resistir la tentación y elegir hacer lo recto, y por eso envió a su Espíritu Santo para que nos enseñe a vivir con integridad. PÍDALE A ÉL QUE LE AYUDE A SER MÁS COMO LA PERSONA DESCRIPTA EN EL SALMO 15.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 07_2013 Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5

El pasaje de hoy sobre la sabiduría no parece estar relacionado con el tema de las pruebas, pero Santiago está, en realidad, siguiendo su pensamiento contenido en los tres versículos anteriores. Necesitamos sabiduría para saber cómo responder al sufrimiento. Esto significa que debemos ver las pruebas desde la perspectiva del Señor, y entender sus propósitos al permitirlas en nuestras vidas. Si usted quiere sacarle provecho a las luchas, ser sostenido en ellas, y salir adelante con gozo y con victoria, debe estar convencido de las siguientes verdades: 1. DIOS TIENE CONTROL DEL TIEMPO Y DE LA INTENSIDAD DE SU PRUEBA, y no permitirá que vaya más allá del límite que Él le ha fijado. 2. ÉL TIENE UN PROPÓSITO PARA SU SUFRIMIENTO, que usted no entenderá hasta que termine. 3. LA PRUEBA SERÁ PROVECHOSA SI SE SOMETE A DIOS y confía en Él mientras pasa por ella. Las situaciones difíciles son oportunidades para probar si la fe es genuina, y para que ella se fortalezca. Si somos capaces de soportar la presión extrema con paz y gozo, el Señor nos mostrará el mundo que nos rodea su poder para sostenernos. Las dificultades son usadas por Dios para producir en usted el carácter de Cristo. Dios caminará con usted en todas las pruebas y El Espíritu Santo le capacitará para soportar cada prueba y salir vencedor. El recordar estos principios, le ayudará a responder a las dificultades. Esta perspectiva eliminará las reacciones negativas normalmente provocadas por las pruebas, y hará posible una respuesta sobrenatural. En vez de sentirse desdichado y sin esperanzas, experimentará una paz y un gozo asombrosos.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 08_2013 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Lucas 24:49

EL ESPÍRITU SANTO DESPUÉS DE SU RESURRECCIÓN, Jesús dijo a los discípulos que se quedaran en Jerusalén y esperaran. Aunque habían vivido con el Señor y le habían servido por tres años, se requería algo más antes de que pudieran realizar la obra de Dios. Necesitaban la presencia divina, el Espíritu de Dios, que les equiparía y daría poder para cumplir con su tarea divina. ¿Qué es el Espíritu Santo? Él es Dios el Espíritu –la tercera persona de la Trinidad, en la misma posición y relación con Dios el Padre y Dios el Hijo. Jesús hablaba las palabras de Su Padre, y buscaba glorificar a Dios; igualmente, el Espíritu habla solamente lo que Él oye, y Su propósito es glorificar a Cristo (Juan 16:13, 14). Él es el cumplimiento de una promesa hecha por Dios a todos los que han puesto su fe en Jesús como Salvador. El Espíritu viene de parte de Dios en el nombre de Jesús como un regalo para todos los creyentes. Cuando una persona pone su fe en Cristo como Salvador, se convierte en una nueva creación; es ahora hija de Dios, y el Espíritu Santo mora en ella. ¿Cuál es el propósito del Espíritu? Jesús lo llamó nuestro Consolador, que nos enseña y nos recuerda lo que hemos aprendido (Jn. 14:26). Es nuestro compañero constante, que está siempre con nosotros (Jn. 14:16). Él procura transformarnos a la semejanza de Cristo en nuestras actitudes y prioridades, y en nuestra mente y conducta. Algunos cristianos han creído erróneamente que el Espíritu es una fuente de poder, en vez de ser una persona divina. Él es Dios el Espíritu, y Su presencia dentro de nosotros es clave para poder obedecerle.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 09_2013 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Juan 16:13

EL MINISTERIO DEL ESPÍRITU SANTO… en el momento en que ponemos nuestra fe en Jesús como nuestro Salvador personal, somos adoptados en la familia de Dios y la persona del Espíritu Santo viene a morar en nosotros. Su presencia es garantía de que pertenecemos al Padre celestial. El ministerio del Espíritu Santo es vital para que podemos hacer la obra de Dios, y para hacerla de manera agradable a Él. Transformarnos interiormente para ser como Jesús y producir el fruto del Espíritu en nuestras vidas, son partes importantes de Su actividad. También nos convence de pecado, nos da sabiduría y los dones espirituales para servir al Señor. Sólo a través de la divina presencia del Espíritu recibimos el poder necesario para realizar los propósitos de Dios. Al servir de una manera piadosa, daremos testimonio de la verdad de quién es Jesús. Aunque todos los creyentes tenemos el poder sobrenatural de Dios para hacer la tarea a que Él nos ha llamado, no todos queremos actuar bajo el poder del Espíritu Santo. A veces, porque confiamos en nuestras propias capacidades y no vemos ninguna necesidad de involucrar al Espíritu. Una razón semejante es el orgullo: queremos hacer las cosas por nosotros mismos, sin depender de Dios. A la naturaleza humana le gusta tener el control y hacer lo que ella quiere. Si tratamos de vivir la vida cristiana con nuestras propias fuerzas, lograremos sólo lo que seamos capaces de hacer. Pero, si actuamos en la fuerza y el poder del Espíritu, el resultado será lo que nuestro todopoderoso Dios es capaz de hacer. La presencia del Espíritu Santo es vital para que podamos tener una vida cristiana victoriosa.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 10_2013 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Génesis 50:20.

¿ESTÁ DIOS EN TODO? La historia de José en el Antiguo Testamento es uno de ejemplos más conocidos de la bendición del Señor en la vida de un hombre, a través de las duras experiencias que vivió. En el pasaje de hoy, el esclavo convertido en prisionero y después en líder nacional, está de pie delante de los hermanos que lo vendieron como esclavo. Les dice: “No temáis. ¿Estoy yo acaso en el lugar de Dios? Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó para bien, para hacer lo que vemos hoy: mantener con vida a un pueblo numeroso” (vs. 19, 20). El pecado o la falta de una persona muchas veces afectan la vida de otra persona --algo que nos inclinamos a considerar injusto--. Pero nuestros caminos no son los caminos de Dios (Is. 55:8, 9). De la Escritura podemos aprender que José deseaba servir al Señor (Gn. 39:9; 40:8; 41:16). Sin embargo, se les permitió a sus hermanos que lo vendieran como un esclavo. Y a la esposa de Potifar no se le impidió que acusara a José de violación, lo que hizo que fuera llevado a la cárcel. La Biblia promete: “El Ángel del SEÑOR acampa en derredor de los que le temen, y los libra” (Salmo 34:7). Es decir, las dificultades y las pruebas pudieron tocar a José –o a cualquiera de los creyentes– sólo porque Dios lo permitió con un propósito. Nadie puede decir con certeza por qué suceden algunas cosas malas. Pero podemos tener consuelo en el hecho de que Dios lo sabe: “Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Dt. 29:29). Nuestra parte es aprender del ejemplo de hombres como José, quien confió en el Señor y obedeció.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 11_2013 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28.

DIOS ESTÁ EN TODO… Nada lo que sucede en nuestra vida está más allá del control de Dios. Al final, todo lo que nos ocurre es permitido por nuestro Padre celestial, y lo que no acontece es porque no es Su voluntad para nosotros. Pero los cristianos están a veces tan absorbidos por el momento, que se olvidan de la omnipotencia del Señor. Después, cuando la vida se vuelve problemática o incómoda, la tentación es reaccionar contra todo lo que parece estar causando el problema. ¿Fue despedido? Culpamos al jefe. ¿No nos hemos casado? La culpa es del sexo opuesto. Para ilustrar esta idea, pensemos en el niño que tiene que tomarse un antibiótico que le sabe mal. En un ataque de frustración, le pega al vaso que tiene la madre en la mano, aunque el vaso es sólo un “agente secundario”. La mamá es quien da la medicina, pero como el niño no puede pegarle a ella, dirige su irritación contra el vaso. Cuando “le pegamos al vaso”, dirigimos nuestra ira y resentimiento al recipiente que el Señor está utilizando, en vez de aceptar que Su voluntad está en acción. Dios nos asegura que Él está manejando los detalles de nuestra vida para nuestro bien, pero no podemos asumir que esto significa que todo saldrá como nosotros queremos. A veces, es más fácil volcar nuestra ira contra un agente terrenal, que ser honestos con Dios en cuanto a nuestra frustración por nuestras circunstancias. Pero a nuestro Padre celestial le gusta la honestidad. Tanto Jesús como el apóstol Pablo clamaron al Señor en su angustia (Mt. 26:39; 2 Co.12:7-9). Si aceptamos que Dios tiene el control y guía nuestro futuro para bien, no nos sentiremos desanimados por mucho tiempo.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 12_2013 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Selah. Salmo 32:7

En medio de aguas Agitadas. En una ventisca, lo familiar desaparece porque la abundante nieve bloquea nuestra visión. Las dificultades tienen el mismo efecto en nuestras mentes. Crean emociones poderosas que nublan nuestra capacidad de pensar. Dios nos ha dado algunas promesas que nos sirven de guía durante las pruebas. Primeramente, el Señor se ha comprometido a instruirnos. Si esperamos en Él, nos dará iluminación en nuestra situación. Puesto que Él ve todas las cosas, sabe qué pasos debemos dar. Pero es posible que sus instrucciones nos sorprendan, porque Sus caminos no son como nuestros caminos humanos (Is. 55:8, 9). Por ejemplo, cuando las personas nos traten mal, el Espíritu de Dios nos recordará que la venganza es del Señor; la parte nuestra es vivir en paz con ellas (Ro. 12:1719). En segundo lugar, Dios ha prometido enseñarnos cómo aplicar la verdad que Él nos ha dado. Al meditar en las Escrituras, Su Espíritu nos mostrará la pertinencia de la Palabra de Dios a nuestro problema. Imaginemos que estamos enfrentados a alguien que nos está haciendo exigencias económicas no razonables. Dios puede decirnos que accedamos a la petición, o nos dará más dinero para favorecer a esa persona (Mt. 5:40, 41). En tercer lugar, el Señor nos ofrece dirección porque Él está pendiente de nosotros. Cuando hay alguien presente, es posible que un padre guíe silenciosamente la conducta de un hijo por medio de diversas “miradas”, para animarlo, instruirlo o hacerle una advertencia. De igual manera, el Espíritu Santo nos da impulsos espirituales para guiar nuestras acciones y decisiones. 13

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 13_2013 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende. Salmo 34:7

Aprender en las aguas agitadas que Dios ha prometido que mantendrá Su divina mirada sobre nosotros cuando tengamos problemas. Él quiere enseñarnos y guiarnos por medio de las dificultades, pero debemos estar en condiciones de recibir Sus señales. Necesitamos: Tener el verdadero anhelo de seguir el camino del Señor, y sólo el Suyo. Las Escrituras comparan esta clase de anhelo al de un “ciervo [que] brama por las corrientes de las aguas” (Sal. 42:1), que debe ser el nuestro cada vez que decidamos esperar la dirección de Dios, en vez de actuar por cuenta propia. • Estar dispuestos a ser enseñados por el Señor. Él transformará las dificultades en tiempos de aprendizaje para quienes busquen su dirección. Eso pasó con Ana cuando ésta le rogó que le diera un hijo (1 S. 1:1-2:10). También con María y Marta cuando murió su hermano Lázaro (Jn. 11:17-27). Necesitamos tener un espíritu dispuesto si queremos saber lo que lo que el Señor quiere enseñarnos en el “aula” que Él elija. La mayoría de nosotros crearíamos un ambiente cómodo y agradable para aprender, pero Dios conoce la mejor manera de impartir sabiduría, y por eso puede elegir el dolor y las dificultades como la forma de instruirnos. • Rendirnos a Su voluntad. Antes de que conozcamos la solución que dará Dios, Él nos pide que nos rindamos a Su voluntad. Nos llama a andar por fe, no por vista (2 Co. 5:7), y a reconocer nuestra dependencia de Él (Jn. 15:5).Aceptar Su manera es siempre lo mejor. Las dificultades pueden ser un hecho indeseable de la vida, pero son de valor. Muchas veces, lo que hemos querido evitar resulta ser precisamente lo que necesitábamos.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 14_2013 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios. Mateo 14:33

Cuando surgen la tormentas de la vida. Las tormentas son inevitables. En la naturaleza, las grandes tempestades dejan tras de sí un paisaje cambiado. En nuestras vidas, las circunstancias difíciles pueden obligarnos a un cambio de dirección. Cuando surgen las dificultades, le dice usted al Señor: “Si estoy haciendo lo que me pediste, ¿por qué me está sucediendo esto?” Ese razonamiento da por sentado que estar en el centro de la voluntad de Dios nos exime de problemas. En Mateo 14 vemos que Jesús dijo a Sus discípulos que entraran en la barca y se fueran al otro lado del mar. Mientras le obedecían, se desarrolló una gran tempestad con grandes olas. La verdad es, que las tormentas pueden surgir aun cuando estemos donde Dios quiere que estemos (Jn. 16:33). Otra pregunta que hacemos es: “Padre, ¿qué he hecho mal?” Muchos de nosotros asumimos automáticamente que somos gran parte del problema. Dios usa las pruebas para corregirnos, pero no todas las situaciones son el resultado de nuestros errores. Dios puede utilizar los problemas para perfeccionarnos, es decir, para hacernos madurar y desarrollarnos a semejanza de Cristo. Así sucedió con los discípulos. Jesús sabía lo que les esperaba, y deseaba convertirlos en vasos adecuados para el trabajo que los había llamado a hacer. Los duros vientos crearon un ambiente que los llevó a aprender lecciones fundamentales para su futuro ministerio. Dios utiliza diferentes maneras para capacitarnos y equiparnos, porque Él quiere que nos convirtamos en siervos fuertes y poderosos del Señor Jesucristo. Tenemos que entender que a un hijo de Dios no le puede suceder nada, a menos que Él lo permita.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 15_2013 Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: !!Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! Mateo 9:27

Como capear las tormentas de la vida. Los discípulos experimentaron muchos “momentos sublimes” cuando estuvieron con Jesús: la hija del principal de la sinagoga fue resucitada; dos ciegos recuperaron la vista con el toque del Salvador; un mudo pudo hablar; y el hombre poseído de demonios fue liberado. Pero se llenaron de miedo al experimentar la tormenta de aquel día. No podían recordar las lecciones que habían aprendido sobre el poder y los propósitos de Aquél a quien seguían. Incluso la aparición de Jesús caminando sobre el agua no los tranquilizó de inmediato (Mt. 14:26). Cuando surgen los problemas, olvidamos el conocimiento que tenemos de Dios. Nos cuesta recordar las respuestas a nuestras oraciones en el pasado, la guía que nos Dios el Espíritu Santo, y las lecciones aprendidas en crisis anteriores. La mente nos da vueltas al pensar en las implicaciones futuras, y las emociones agitadas nos impiden pensar con claridad. Leer las Escrituras es clave para recordar las verdades bíblicas. Otro recurso importante es llevar un diario espiritual. Por ser un registro escrito de su peregrinación con el Señor, contendrá los hechos específicos de cómo ha actuado Dios en su vida personal. Sirve como un mapa para indicar dónde estuvo usted antes, y cómo le ha ayudado Él durante el camino. Si la prueba que enfrente ahora es nueva, puede mirar atrás para ver la naturaleza inmutable del Señor. Nosotros, los cristianos, tenemos un enemigo que quiere que quitemos la mirada de nuestro Comandante, el Señor Jesús. Frustremos, su estrategia llevando un diario que nos recuerde la manera como Jesús nos ha auxiliado y protegido cono Su divino poder.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 16_2013 Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera, y se maravillaban. Marcos 6:51

ANDAR CON JESÚS EN UNA TORMENTA… Era medianoche. Había un viento fuerte, olas gigantes, poca visibilidad y sólo una pequeña embarcación en el mar de Galilea. Para los discípulos, la situación había llegado a proporciones de crisis, y Jesús no estaba con ellos. Estaba en la falda de una montaña orando, y ellos estaban solos. Al estar ocultos por la tormenta, pensaron que Jesús se había olvidado de ellos. Pero Él sabía exactamente dónde estaban los discípulos, y lo que estaban experimentando. Aunque no podemos ver a Jesús físicamente, Él es omnisciente, puede saber dónde estamos en cada momento. Ninguna oscuridad puede ocultarnos; ningún problema escapa a Su visión. ¡Él nos venos conoce y nos comprende! Jesús se retiró del lugar donde oraba, y buscó a los discípulos. Lo mismo hará Él con nosotros. Sin embargo, los discípulos no le reconocieron porque fue a ellos caminando sobre las aguas. Jesús, muchas veces, no viene a nosotros de la manera como esperamos. Nuestras ideas de cómo Él actúa hacen que no entendamos dónde está y que no podamos darnos cuenta de Su cercanía. Experimentar la presencia de Jesús en tiempos de dificultades, nos enseña verdades preciosas. En una severa aventura en el mar, los discípulos habían visto la confianza de Jesús en Dios y Su autoridad sobre la naturaleza (Mt.8:23-26).En esta última tormenta, habían visto al Señor caminar sobre el agua, y también a uno de ellos. Por medio de las tormentas, aprendieron quién era Jesús, qué podía hacer y cuál era el poder que había en ellos. Cuando se presente la turbación, pidamos ojos espirituales para discernir la presencia del Señor, escuchar Su voz y obedecer.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 17_2013 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. Romanos 1:18

CÓMO SE REVELA DIOS A SÍ MISMO… Observe los delicados nervios una hoja, y verá la hermosura de Dios. Mire las olas azotadas por la tormenta contra una playa, y será testigo de Su poder. El sentido de orden del Señor se revela en la secuencia de las estaciones, en la inclinación del eje y en el movimiento de rotación de la tierra. No hay que mirar más allá de la naturaleza para saber que Dios es real. Romanos nos dice que la revelación del Señor en la naturaleza es suficiente para declarar sin excusa a quienes nieguen Su existencia. No hay ninguna explicación razonable para la creación del universo material aparte de que un Dios omnipotente lo hizo todo. La materia y la energía para un “big bang” tuvieron que venir de Alguien. Pero la naturaleza no puede darnos una revelación total; la creación no muestra la santidad ni la eternidad de Dios. He ahí la razón por la cual Dios nos dio Su Palabra. La Biblia revela el carácter de Dios, contiene Sus leyes y dice lo que Él espera de los fieles. En sus páginas podemos saber quién es nuestro Padre y qué clase de vida espera que tengamos. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Ti. 3:16). La Biblia nos enseña la Palabra viva, quien es la revelación perfecta de Dios. El Padre celestial quiso asegurarse de que la humanidad pudiera conocerle íntimamente, y por eso envió a Su Hijo en carne humana para darse a conocer. Jesús dijo: “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.” (Jn. 14:7). Dedique tiempo al estudio de la Biblia y a la oración, y conozca mejor al Padre.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 18_2013 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Salmo 19:1

TENER UNA MENTE Y UN CORAZÓN PARA DIOS… ¿Nadie nace siendo ateo o agnóstico. Antes de nacer, un sencillo conocimiento que dice: “Hay un Dios” está escrito en la mente de toda persona. Sin embargo, es posible ignorar o rechazar Su existencia, oscureciéndose así la mente cada vez más hasta que ya no puede ver la luz de la verdad. Quienes voluntariamente niegan al Señor y adoran otros dioses, serán juzgados de acuerdo con Sus leyes. ¿Pero qué de las multitudes que nunca escucharon el Evangelio ni vieron una Biblia? La única evidencia que éstos tienen del único Dios verdadero es el mundo natural y el sentido congénito de Su realidad, que su cultura puede tratar de negar o manipular. Los creyentes pueden desperdiciar mucho tiempo debatiendo lo que hará el Señor con las tribus y las naciones perdidas. La Biblia no es específica en cuanto a lo que sucederá con los que no han escuchado el Evangelio, pero podemos estar seguros de que Dios será justo. Sin embargo, nuestra parte en el plan divino para los no creyentes está clara: debemos alcanzar al mayor número posible. Todas las personas serán juzgadas de acuerdo con la verdad que recibieron, las oportunidades que tuvieron y lo que hicieron con ambas cosas. Comparados con la sabiduría espiritual y la diligencia, el conocimiento y el éxito cuentan poco. Los cristianos a menudo piensan que las personas de su propio país no están espiritualmente tan necesitadas como las de otros lugares. En consecuencia, nos concentramos en las misiones foráneas en detrimento de aquellos con quienes tenemos contacto diario. Usted tiene la oportunidad de alcanzar a las personas en su esfera de influencia con la verdad que conoce. Ése es el plan de Dios para los no alcanzados.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 19_2013 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1

FE ES SEGURIDAD… He tenido el privilegio de volar en una avioneta de un solo motor y contemplar vistas tales como las montañas de la precordillera y embalses de agua realmente grandes. Pero en ninguno momento del viaje pensé preguntarle al piloto cuáles eran sus aptitudes, si las alas de la avioneta eran resistentes o si el motor funcionaba bien. Esperaba que el piloto y su nave me transportaran con toda seguridad. ¿Por qué será que las personas pueden confiar en un avión o en un automóvil sin preguntar nada, pero algunas no confían en el Dios Todopoderoso? Para tener una fe verdadera, debemos ir más allá de pensar simplemente que Dios puede hacer todas las cosas. Debemos, de verdad, dar por sentado que Él hará lo que Él dice. La fe es como un ojo espiritual para los creyentes: aunque nuestro ojo físico no sea capaz de evidenciar que Dios está respondiendo nuestra oración, tenemos la confianza de que Él cumplirá cada promesa que nos hace. Como creyentes, nuestra seguridad está fundada en la Palabra de Dios y en nuestras experiencias en cuanto a Su fidelidad. No tenemos ninguna razón para estar ansiosos o inseguros, porque el Señor del universo suple todas nuestras necesidades. Por eso dice Pablo: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Fil. 4:6). Tenemos acceso total a un Padre celestial que está personalmente interesado en nuestras vidas. Él siempre nos ayudará. Por tanto, el creyente lleno de fe puede enfrentar cualquier situación, y decir: “Tengo mi seguridad puesta en el Dios vivo, y tengo confianza en Su respuesta y fidelidad”.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 20_2013 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6

FE ES ACCIÓN… Los cristianos creemos que Dios puede hacer más de lo que le pedimos que haga. Pero, en vez de demostrar una sólida convicción de Su fidelidad, a veces exteriorizamos una fe débil. El Señor espera que los creyentes inseguros vengan a Él con plena confianza. Quienes tienen vidas espirituales ricas son los que creen que el Señor hará grandes cosas, porque ejercen el don de la fe. El ejercicio de la fe no puede ser pasivo. Notemos que cada vez que se habla de fe en Hebreos 11, aparece después una palabra de acción (preparó, obedeció y habitó). En vez de cruzarse de brazos y esperar que Dios haga algo, los creyentes necesitan tomar acción. Nuestra primera responsabilidad es ir ante el Señor con nuestra petición, en ocasiones más de una vez. Después, debemos hacer la decisión consciente de confiar en que Él nos dará respuesta, y esperar con seguridad y confianza que cumplirá Sus promesas. Dios realizó hazañas sorprendentes por medio de las vidas de los personajes de Hebreos 11. Nosotros tenemos, como creyentes, el mismo potencial para que Él actúe poderosamente en y a través de nosotros. El Padre no nos pide que hagamos más de lo que podamos realizar. Comience hoy entregándole las ansiedades que le preocupan. O pídale que produzca en usted ese cambio que quiere que Él haga en su vida. Al igual que un músculo subutilizado, la fe a veces puede volverse flácida, pero al ponerla en acción, los creyentes desarrollan una confianza firme. A medida que crezca nuestra seguridad, creeremos que el Señor nos dará cosas más grandes, y a cambio de eso, Él nos usará de maneras que nunca imaginamos.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 21_2013 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. Santiago 1:6

LA BATALLA DE LA FE… Es fácil tener fe de que Dios hará algo en un futuro distante. Por ejemplo, si usted va al culto de una iglesia y pregunta a la congregación: “¿Quiénes de ustedes creen que Jesucristo volverá otra vez?”, casi todas las manos se levantarán. En nuestra vida diaria donde debemos practicar una fe constante si esperamos ser efectivos para el Señor. Santiago nos dice que nuestra fe no puede ser como las olas del mar. Las agitadas aguas se lanzan apresuradamente en una dirección, y luego parecen regresar sobre sí mismas y correr en dirección opuesta. En la vida cristiana, nos lanzamos a hacer lo que el Señor quiere, hasta que Él nos hace una petición difícil o permite que confrontemos una experiencia dolorosa. De repente, somos llevados en otra dirección por nuestras dudas. La razón por la que dudamos confiar en Dios, es que juzgamos nuestras circunstancias por lo que vemos. La vista es muchas veces la enemiga de la fe, porque nuestros ojos y nuestro cerebro no pueden ver el medio que el Señor utilizará para cumplir Sus promesas. Nuestro conocimiento bíblico de que Dios puede hacer cualquier cosa, y la experiencia de Su fidelidad en el pasado, hacen que deseemos obedecer Su voluntad. Pero la evidente dificultad de nuestra situación nos llena de dudas, y por eso somos agitados como una ola del mar. Sólo a través de la acción puede la fe vencer las dudas. Debemos volvernos ciegos a las circunstancias y obedecer al Señor. Si ejercitamos nuestra fe cada día, los mares de la duda no podrán bramar con tanta furia.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 22_2013 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Lucas 5:4

POR QUÉ TENEMOS DUDAS PARA CONFIAR… El mejor momento para pescar en el mar de Galilea había pasado horas antes, y por eso los pescadores decidieron ponerse a limpiar sus redes. Pero uno de ellos echó las suyas al agua por petición de un predicador itinerante. La recompensa de la confianza de Pedro fue una pesca que rompía las redes. Como creyentes, queremos tener el mismo éxito en cuanto a vencer las dudas, para poder obedecer valientemente al Señor. Pero a veces confiamos en nuestras propias capacidades para decidir si vamos o no a confiar en Él, porque tal vez lo que nos está pidiendo no parezca razonable. Por ejemplo, el principio de diezmar está en contra de la sensatez humana, pero cuando damos a Dios la décima parte de nuestros ingresos, el 90% restante rinde más que el 100% retenido en su totalidad. En otras situaciones, tenemos dudas para confiar en el Señor porque nuestro conocimiento o nuestras experiencias contradicen Su plan. La veteranía de Pedro le decía que pescar a esa hora sería inútil. Dios a veces desafía a los creyentes a actuar, aun cuando no crean que tendrán éxito. Otro impedimento para tener una fe firme es la opinión de los demás. Hay ocasiones en que se debe buscar el buen consejo espiritual, pero cuando el Señor hace clara Su voluntad tenemos que actuar. No debemos tomar el teléfono para preguntar a algunos amigos lo que ellos piensan. La única opinión que importa es la de Jehová, quien no se equivoca cuando presenta Su plan. La próxima vez que tenga dudas, piense en qué cosa le hace vacilar. Después, ore específicamente para vencer ese estorbo a su fe, y siga adelante para recibir su recompensa.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 23_2013 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mateo 14:31

UNA FE FIRME Y VENCEDORA… El Señor quiere hacer en la vida de los creyentes y a través de su testimonio, mucho más de lo que la mayoría de ellos está dispuesto a conceder. Creemos que Él puede hacer grandes cosas, pero el problema es que no estamos seguros de que quiera actuar a nuestro favor. Por tanto, nos sentimos incapaces de confiar en Él plenamente. Vacilar entre la duda y la fe, da como resultado un cristiano triste y cansado. Si deseamos calmar el mar de la fe, tenemos primero que actuar por voluntad propia en vez de tomar decisiones por sentimientos o por vista. Pedro anduvo sobre el agua porque actuó con fe, no con la razón. Como creyentes, nunca seremos estables en nuestra fe si no reconocemos que creerle a Dios es una decisión consciente. La segunda acción del creyente fiel es centrar su atención en Dios. Cuando vemos nuestras circunstancias, nos circunscribimos a nuestra óptica limitada de la situación. Mientras Pedro mantuvo fija su mirada en Jesús, sus pies estuvieron sobre la superficie del agua, pero en el momento que miró las olas azotadas por el viento, comenzó a hundirse. Finalmente, debemos mantenernos enfocados en el Señor, teniendo siempre nuestra mente puesta en la Palabra. No podemos confiar que nuestra vista, razonamiento o conocimiento nos orientarán bien en medio de la tormenta de la duda. En lo único que podemos confiar es en la Escritura. Crea que el Señor obrará a su favor. Ponga su atención en Él, y reclame una promesa de la Escritura aplicable a su situación. Cuando estas tres acciones se conviertan en parte regular de su vida, dejará de vacilar, y el Padre celestial honrará su firme confianza.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 24_2013 Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2

FE PARA PERSEVERAR… Nuestra vida, a veces, se parece a un largo y oscuro túnel. Quizás no somos capaces de encontrar la solución de un problema o no podemos hallar alivio para el dolor. No importa qué dirección tomemos, no vemos ninguna esperanza en nuestras circunstancias actuales. Adoramos a un Dios que siente nuestro dolor y conoce nuestras limitaciones por experiencia personal. Jesucristo pasó por el valle de sombra de muerte, y clamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Mr. 15:34). Esto significa que cuando nuestra fe llega al límite, cuando desaparece nuestra fortaleza y cuando nuestros sueños se destrozan como un vaso que se hace añicos, Jesús lo entiende. Y Él nos pide que perseveremos cuando todo nuestro ser clama por rendirse. Rendirse significa renunciar a la ayuda de Dios y confiar en nuestras débiles fuerzas. Tratamos de manipular la situación o simplemente de evitar el dolor. En realidad, estamos eligiendo creer que Satanás, con su poder mundano, es más fuerte que el Cristo que está en nosotros, que es exactamente lo opuesto a lo que dice la Biblia (1 Jn. 4:4). El diablo, desde luego, no es más poderoso, pero le permitimos ganar la batalla si renunciamos a la seguridad de que Dios nos sacará de la dificultad. Cuando tenemos esa actitud, perdemos la bendición del Padre y le ponemos límites a nuestra utilidad en Su Reino. Aunque no podamos percibir Su actividad, Dios se está ocupando en cada momento de nuestro problema. Debemos tener la confianza de que en Su momento perfecto nos revelará la respuesta. El Padre celestial conoce sus sufrimientos, y le sacará de su oscuro túnel. No se rinda, antes de obtener Su bendición

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 25_2013 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. Hebreos 11:27

NO SE RINDA JAMÁS… W. Churchill, el exprimer ministro de Gran Bretaña, incluyó, en un discurso a los estudiantes de su universidad, una cita que es ahora famosa: “Nunca se rindan, nunca, nunca, en nada que sea grande o pequeño, importante o secundario… Nunca se rindan a la fuerza, nunca se rindan al aparentemente abrumador poder del enemigo”. Como cristianos, estamos llamados a esperar en Dios, hasta que Él actúe en nuestro favor. Para resistir el deseo de rendirnos, no debemos concentrarnos en nuestras circunstancias. Hebreos 11:27 dice que Moisés soportó sus pruebas “como viendo al Invisible”. Él siempre esperaba en Dios y en Su voluntad. Estando de pie a orillas del Mar Rojo, mientras los egipcios se disponían a atacar, Moisés se aferró a la promesa de protección de Dios, y clamó: “No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros” (Ex. 14:13). El mar se partió en dos, y los israelitas escaparon de lo que parecía ser una situación irremediable. Moisés enfrentó situaciones peligrosas porque se consagró a hacer la voluntad de Dios. A veces los creyentes de hoy en día nos dedicamos al placer o a nuestros “derechos”. Por eso, cuando la voluntad del Señor interfiere con esas prioridades, flaqueamos. Pero una verdadera dedicación a Dios, significa que nada podrá inducirnos a rendirnos. Nuestro invariable Señor nunca abandona a Sus hijos; Él nos anima a poner nuestras ansiedades sobre Él (He. 13:5, 8; 1 P. 5:7). Podemos reclamar estas promesas cuando seamos tentados a renunciar. Ponga su fe en Él, aférrese a Sus promesas, y conságrese a Su voluntad. ¡No se rinda jamás!

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 26_2013 De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien. 1 Pedro 4:19

FE EN LA PRUEBA… Hay días en que sentimos como si nuestra fe estuviera en un juicio y Satanás está haciéndonos un interrogatorio riguroso que pone a prueba nuestra confianza en Dios. Pero la única pregunta importante es ésta: ¿Va usted a creer lo que dice el Señor, no importa lo que Él permita en su vida? El Padre celestial tiene siempre un propósito grande al probar la fe de un creyente. Él nos ensancha para que le sirvamos de una manera más grande. Aunque a veces podamos sentir que hemos llegado al límite, el proceso es, en realidad, suave, como cuando uno estira gradualmente una liga elástica. Con cada extensión adquirimos la capacidad de lograr más para Su gloria. A veces es fácil confiar en Dios para ciertas cosas, no para todas, pero Él desea nuestra total dependencia, no importa la situación. Por eso, probará a Sus hijos en la misma área hasta que ellos puedan soportar bien la presión. Después de esto, podrán testificar a los no creyentes de lo que dice la Biblia, y también de su propia experiencia cuando recibieron la ayuda divina en su valle de sombras. En el proceso de crecimiento de nuestra fe tendremos éxitos y fracasos, como el discípulo Pedro. Pero cada vez que el Señor lo ensanchaba, su capacidad para servir se volvía más grande. En el libro de los Hechos, es Pedro quien predica osadamente en Pentecostés, y también quien cura a un lisiado, con una fe absoluta (Hch. 2:14-36; 3:1-7). Nuestra fe será puesta a prueba, pero si somos creyentes sabios responderemos confiando en que Dios ensanchará y desarrollará nuestra fe hasta que lleguemos a ser los hombres y las mujeres que Él quiere que seamos.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 27_2013 Resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 1 Pedro 5:6-10

POR QUÉ DIOS PRUEBA NUESTRA FE… Un buen periodista hace seis preguntas básicas cuando prepara una noticia: ¿Quién? ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Cómo? En cuanto a una fe que crece, sabemos ya la respuesta a algunas de estas preguntas. Dios desarrolla nuestra fe en todo lugar y en todo momento. Mañana veremos cómo lo hace, pero hoy nos concentraremos en por qué una fe fuerte es importante para el Señor. Las pruebas de la fe dirigen nuestra atención a Él. A veces, los intereses mundanos nos llevan a alejarnos de Jesús. Pero si enfrentamos una situación para la que no tenemos solución, nos volvemos a Él de nuestro extravío y comenzamos a orar y a buscar la manera de salir de la prueba. Las pruebas de la fe enseñan fortaleza para soportar. Desarrollamos la fortaleza para resistir las cargas pesadas sin desanimarnos, porque confiamos que Dios nos sacará adelante. Él aumenta nuestras capacidades aplicando una leve presión. Cuando demostramos que podemos soportar un poco, Él añade más y sigue trabajando constantemente en nuestro testimonio hasta que brillemos como el oro. Las pruebas de la fe nos preparan para un servicio superior. Debemos soportar y mantener centrada nuestra atención en Él; así estaremos preparados para servir donde sea en Su Reino. Dios crea oportunidades para cada creyente, y nos mueve a áreas de servicio mayores a medida que crecemos en la fe. Las pruebas de la fe glorifican a Dios. La mayor alabanza que damos a nuestro Padre celestial es conservar la esperanza mientras atravesamos un valle de sombras. Somos así un ejemplo vivo de Su fidelidad.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 28_2013 Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 Pedro 1:7

UNA FE PRECIOSA… La prueba de nuestra fe es más preciosa que el oro que perece. Cuantas más monedas gastamos, menos nos quedan, pero nuestra seguridad en Dios nunca se acaba por usarla. El hombre muchas veces se empobrece en busca del oro, pero la fe sólo enriquece a la persona. Y aunque el dinero puede aplacar temporalmente nuestra codicia, la fe en Jesús satisface para siempre al alma. El oro no comienza como el material puro y brillante que vemos en las joyerías, sino que los mineros sacan trozos del sucio metal, que viene acompañado de partículas negras. Ante de que un trozo de oro se convierta en un hermoso collar o en una moneda perfecta, tiene que ser refinado por el fuego y tratado con herramientas. Igualmente, Dios permite pruebas en la vida de los creyentes para moldear a Sus hijos. Su propósito final es transformar a cada creyente a la imagen de Cristo. Dios utiliza muchas herramientas en su obra de transformación: relaciones que se rompen, enfermedades y problemas económicos, son algunas de ellas. Él utiliza el instrumento que desarrollará nuestra fe en el área que ha elegido. Pero, a diferencia del oro inanimado, nosotros tenemos la alternativa de aceptar o rechazar lo que Él hace. Podemos resistir y rendirnos sin hacer ningún cambio. Pero, Dios volverá siempre al área de la fe que necesita de Su atención hasta que, finalmente, nos sometamos. Nos ama tanto que no nos dejará en nuestra condición imperfecta. Aunque lo que Él hace es a veces doloroso, no permitirá nada que no podamos soportar (1 Co. 10:13).Y a través del fuego refinador y el proceso de moldeo, el Gran Alfarero nos mantiene muy cerca de Él. 29

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 29_2013 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Marcos 11:24

LO QUE SIGNIFICA ORAR CON FE… ¿Ha acusado usted alguna vez al Señor, aun de manera subconsciente, de no responder sus oraciones? Cuando usted enfrente tiempos difíciles en los que pareciera que Dios no responde sus oraciones, lo primero que debe hacer es examinar bien el mensaje de su oración. ¿Está usted orando realmente con fe, esperando que Dios haga un milagro, o simplemente quejándose de Él por todo lo que le ha salido mal? Piense si ha orado de esta manera: “Oh Dios, la situación en mi trabajo es terrible. Mi colega no debiera tratarme de esa manera. Me esfuerzo especialmente por ayudarlo, pero lo que hace es abusar de mí. Nunca muestran aprecio por mí, yo nunca recibo agradecimiento por lo que hago. Yo nunca consigo lo que merezco. Yo, yo… mí, mí, mí”. ¿Le suena familiar? Es muy probable que usted haya orado así alguna vez. Si lo ha hecho, sin duda habrá descubierto que esta clase de oración no produce un cambio total y milagroso. ¿Por qué razón? La respuesta está en el enfoque, que en este caso está en el “yo”. ¿Cuál es el objeto de la fe en esta oración? El “yo”. Ésa no es la oración de fe que el Señor nos ha ordenado. Orar con fe significa buscar con gran fervor la dirección y el poder de Dios en su vida. Significa renunciar a cualquier exigencia que tenga, a cualquier motivación y queja, y significa rendirse del todo a lo que Él tenga para su vida. Cuando usted se hace a un lado, le da a Dios espacio para maniobrar. Y es ahí cuando verá Su poder desplegado.

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 30_2013 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito. Hebreos 11:17

LA EXPRESIÓN DE LA FE… La gente pone su fe en cosas diferentes. Algunos, en el Señor, mientras que otros confían en sí mismos o en otras personas. La fe, incluso, puede depositarse en las relaciones, el dinero o la política. Cada vez que ponemos toda nuestra confianza en algo, demostramos fe. Por eso, la pregunta no es: ¿Tengo yo fe? sino más bien: ¿En qué he puesto yo mi fe? El considerar con honestidad esta pregunta será un sacudón para usted en cuanto a lo que cree sobre su vida espiritual. Un viejo refrán dice: “La fe le pone pies a la creencia”. En términos sencillos, significa que la fe es la expresión activa de lo que uno cree acerca de Dios. Si usted tiene la idea de que Él está sentado en un algún lugar remoto llamado “cielo” y que escucha sin ningún interés sus oraciones, eso se mostrará en su vida de fe diaria. Su Dios le parecerá pequeño, falto de poder e indiferente. El resultado será una serie de oraciones al parecer no contestadas, y una sensación general de derrota y desanimo. Si, en cambio, cree que Dios está junto a usted, susurrando en su oído, y derramando Su Santo Espíritu sobre usted, y que Él está íntimamente interesado y familiarizado con cada detalle de su existencia, esa creencia tendrá un impacto sobre su vida de fe. La oración será una gozosa comunicación entre amigos queridos, y la evidencia del maravilloso poder de nuestro Padre celestial será algo normal en su vida diaria. Una fe débil dice: “Dios no puede”, y una fe grande y fuerte dice: “Dios lo hará”. Pero una fe perfecta, una fe verdadera, dice: “Dios ya lo hizo”. Su fe es tu testimonio. ¿Qué dice su fe acerca del Dios Todopoderoso?

DEVOCIONAL DIARIO – MINISTERIO VISION CRISTIANA OCTUBRE 31_2013 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Mateo 7:24

EL FUNDAMENTO DE NUESTRA FE… ¿Ha visto usted alguna vez un castillo de arena hecho con esmero? Es una de las experiencias más placenteras de un viaje a la playa, porque uno ve una hermosa obra de arte poco común. Todos los detalles son perfectos: las torres son rectas; las ventanas, iguales… y a veces se puede ver el contorno de los ladrillos de cada pared. El resultado final es admirable, rivalizando con la elegancia de las casas de los vecindarios más ricos del mundo. Sin embargo, hay un problema que no se ve. A pesar de todo su esplendor, las horas de un castillo de arena están contadas. Desde el momento en que se coloca el primer grano de arena, usted puede tener la seguridad de que esa construcción en miniatura ha comenzado a quedar en el olvido. En cuestión de horas, los detalles serán destruidos. El viento, la lluvia, la marea y unos espectadores demasiado ávidos pueden destruir en segundos lo que llevó horas crear. Simplemente, una casa de arena no tiene ningún futuro. A veces, la fe de un creyente es como un castillo de arena. Aunque todo se ve perfecto por fuera, la más leve presión de los elementos puede echarlo abajo. Un tropiezo inesperado, una palabra poco amable de una persona, un problema de salud o dinero… y la fe se vuelve escombros. ¿Cómo pudo ser posible eso? Es que los fundamentos débiles producen una fe débil. Si su fe está centrada alrededor de su asistencia a la iglesia, su trabajo en el ministerio, a los programas de discipulado y en otras cosas al parecer “buenas”, entonces su castillo de arena se vendrá abajo. Sólo una fe construida sobre el sólido fundamento de Jesucristo, y sólo en Cristo, puede soportar los vientos de la adversidad.