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Viaje gourmet a la Patagonia: los ingredientes secretos del fin del mundo En una tierra despoblada y repleta de bellezas naturales se esconde una gastronomía que fusiona técnicas ancestrales con la cultura europea; un recorrido por las diferentes propuestas de mar, como la exclusiva centolla, y de tierra, como el imperdible cordero.
Interior del hotel Llao Llao, uno de los puntos gastronómicos de Bariloche; se destacan sus platos gourmet a base de cordero.
La Patagonia argentina es tierra de lagos, ríos, montañas, senderos, glaciares, fuego. En uno de los puntos más australes del mundo se encuentra esta región que cuenta con paisajes inolvidables y, si bien es la más extensa del país, es la menos poblada. Delimitada por la cordillera de los Andes al oeste y por el océano Atlántico al este, sus provincias más turísticas son: Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En algo así como 930 mil kilómetros cuadrados, los parques nacionales atravesados por lagos reflejan picos nevados que sumergen a los visitantes rápidamente en una experiencia donde la vida citadina y el ritmo frenético quedan detenidos. Además de contar con cuatro patrimonios de la humanidad declarados por la Unesco (el Parque Nacional Los Alerces, el Parque Nacional Los Glaciares, la península de Valdés y la Cueva de las Manos), la Patagonia es muy apreciada por su exquisita gastronomía de carnes colgadas a la llama y productos locales. Centolla, merluza negra, trucha, frutos del bosque, hongos de pino, cordero, chivito, cerezas y langostinos son parte de la materia prima con la que cuenta esta región. Al ser tan vasta, recorrerla completa es un largo camino, pero para conocer y degustar sus especialidades 114 | MARCO. TRADE
La hora del té y sus macarrones, un clásico del Llao Llao.
Lomo de ciervo sobre colchón de peras asadas y aligot.
hay algunos puntos estratégicos donde tanto la vista como el gusto se verán afectados por igual. Comer en frente de los glaciares una centolla recién sacada de mar, disfrutar de un cordero al asador frente al lago Nahuel Huapi o probar chocolate caliente en medio del bosque de los Arrayanes son algunas de las opciones que ofrece esta imperdible ruta gourmet. “Es una cocina con una gran influencia europea. Hace algunos años, lo que más se buscaba era el chocolate, el goulash de ciervo o de cordero o la fondue de queso o de chocolate. Eso está cambiando un poco con los cocineros más nuevos. Se sigue respetando el producto, pero se están cambiando las recetas y haciendo platos más modernos”, opina el chef Jorge Lorenzo, que trabaja en la cocina de Tinto Bistró, un restaurante que reversiona los clásicos y le suma un toque asiático en Villa La Angostura.
Bariloche y los siete lagos Para quienes visitan el sur argentino, Bariloche (Río Negro) es la primera parada. La ciudad, además de tener varios centros de esquí y estar edificada frente al lago Nahuel Huapi, se ha convertido en una usina gastronómica: desde cerveza artesanal a chocolates, pasando por platos gourmet elaborados con cordero, trucha y hongos de pino, hasta los clásicos heredados de los inmigrantes alemanes y austriacos, como el goulash o la fondue. Una de las citas para los amantes del buen comer es el hotel Llao Llao. Con vistas a los picos de los cerros López y Tronador y a los lagos Moreno y Nahuel Huapi, este cinco estrellas decorado con madera de ciprés cuenta con cuatro exclusivos restaurantes que ofrecen desde el emblemático cordero patagónico hasta la más delicada cocina internacional y el clásico té.
FOTOS: GENTILEZA HOTEL LLAO LLAO
Por Dolores Moreno