COMERCIO GLOBAL
¿Hacia dónde marcha América Latina? La región insiste en alternativas fracasadas. Como encerrada en un laberinto del que no logra salir, América Latina recorre, desde hace décadas, los mismos caminos. Desentrañar hacia dónde se dirige América Latina implica enfrentar innumerables preconceptos y mitificaciones que, a fuerza de repetidos, han construido falsas lecturas de su realidad. Por Antonio López Crespo
Como encerrada en un laberinto del que no logra salir, América Latina recorre, desde hace décadas, los mismos caminos. Ha intentado encontrar esa salida, alternado gobiernos autoritarios y regímenes tibiamente democráticos, golpes militares e insurrecciones armadas, con ensayos promercado, socialistas y dictaduras comunistas. Recorrió experimentos económicos proteccionistas, políticas neoliberales, regímenes centralizados y, muchas veces, verdaderos “engendros” en una especie de Frankenstein conceptual. Lo ha ensayado todo. Y siempre con el mismo resultado: breves éxitos y rotundos fracasos. Sin encontrar la salida, la región parece querer seguir insistiendo en repetir sus errores esperando mejores resultados. Desentrañar hacia dónde se dirige América Latina implica enfrentar innumerables preconceptos y mitificaciones que, a fuerza de repetidos, han construido falsas lecturas de su realidad. Por derecha e izquierda (si esas categorías tienen alguna vigencia), las interpretaciones sobre la realidad latinoamericana se asientan en miradas obsoletas, atadas siempre al pasado. 12 | MARCO. TRADE
Para unos, los legítimos reclamos de libertad de la ciudadanía en Cuba son la “resistencia” ante un “comunismo” que se expande por Occidente y, en especial, por Iberoamérica (España incluida). Y que tiene su fuente remota en la China gobernada por el Partido Comunista de China (PCCh). La “canción” tiene letra y música de la Guerra Fría con una debilidad conceptual que asusta. Para otros, lo que sucede es que el “imperialismo estadounidense” es el responsable de la pobreza y las penurias de pueblos como el cubano o el venezolano (y en definitiva de toda América Latina)
Parece incomprensible que la situación de América Latina no provoque una alarma generalizada ante el retroceso de su significación global. La mayoría de sus países tenía hace cincuenta años un nivel de desarrollo significativamente más alto que los asiáticos.
por las sanciones y los bloqueos que aplica a quienes se resisten a sus designios. Aunque cambie el “culpable”, la “canción” es la misma y atrasa casi un siglo. Mirarse en el espejo En ningún caso, las explicaciones del eterno fracaso de la región implican una mirada autocrítica o hacia el interior de sí misma. La responsabilidad es siempre ajena para una región que adolece de cierta autocomplacencia. Parece incomprensible que la situación de América Latina no provoque una alarma generalizada ante el retroceso de su significación global. La mayoría de sus países tenía hace cincuenta años un nivel de desarrollo significativamente más alto que la mayoría de los asiáticos. En 1953, Corea del Sur era más pobre que la mayoría de las naciones latinoamericanas. Hoy es una de las potencias económicas más desarrolladas del mundo. En 1980, la producción manufacturera de Brasil era mayor que la de China, India, Corea del Sur, Tailandia y Malasia juntas. Veinte años después solo representaba un 10% de esos países.