Soy...
Lucía Nava Sánchez-Seco, 2º B
Vaya, esta bolsa está bastante gastada, y vieja, y huele a sobaco. Sin embargo, me siento muy orgulloso , es la primera vez que un niño me pide, y estoy emocionado. ¡AY! Pienso, los camellos van dando botes literalmente; jolín, qué golpe, espero que en la casa de Jamie me traten mejor. -Ya se ve, ya se ve-Grita alguien , no sé cuál de los tres habrá sido, pero a juzgar por el timbre de voz, yo diría que el más mayor -Pronto llegaremos a casa de Jamie , preparad los regalos que vamos a entrar. ¿Esta vez no te has equivocado con la dirección ,verdad Baltasar? -Mmmm ... pues no sé, supongo que el localizador 3000 que me ha dado santa Claus funciona bien¿no? -Mejor lo dejamos, porque como me cabree
voy a mandar el localizador a freír monas¿ desde cuándo usamos nosotros el localizador? -Pues desde que después de casi tres mil años nos hemos vuelto modernos. -Ah, vaya así que ahora somos modernos... -Hey colegas!, “tranquis, pilonquis” que nos queda una buena noche por delante.-Dice otro. Bonita conversación, quizá la deba borrar de mi memoria . Mientras caminamos puedo ver el bonito paisaje que se alza a mi alrededor, todo está cubierto de nieve y escarcha las ramas de los árboles son blancas y hay luces navideñas por todas partes que decoran tejados , muros , farolas y jardines, además de árboles de navidad , muñecos de nieve, Santa Claus trepadores y figuritas de los Reyes magos .Vaya, esa de ahí es muy diferente de los reales.
El ambiente navideño es notable por todas partes, y a pesar de la frialdad de la nieve que lo cubre todo, el calor acogedor es increíble. Mires por donde mires , hay luces y serpentinas. -Bien-Susurra un Rey, supongo que GasparAhora entraremos con cuidado, de puntillas.Nos comeremos la leche y las galletas, les daremos agua a los camellos y colocaremos los regalos al rededor del árbol Entramos sigilosamente en la casa de Jamie. , y, tras un largo rato de orquesta de ronquidos y sorbos de camello, llegamos al salón. Vaya, está repleto de luces y guirnaldas , hay un enorme belén junto a una esquina de un aparador, repleto de figuras y luces cantarinas. Pero lo más impactante de toda la sala, es el enorme árbol que hay justo en el
centro , tiene numerosas guirnaldas de flores y luces colgadas, adornos de angelitos que brillan en la oscuridad, bolas de vivos colores que le dan un aspecto alegre, postales navideñas y dibujos coloridos de una bonita familia, y, al lado , en una esquina , una foto de un chiquillo de aspecto alegre y vivaracho con un montón de pecas y las mejillas rosadas, unas gafitas azules le resbalaban por la nariz. Melchor me sacó de la bolsa, me colocó junto al árbol y me puso una etiqueta con el nombre de Jamie, y , en ese mismo instante, supe que me habían hecho el mejor regalo que se le puede hacer a un dinosaurio de peluche.