Ladislao Riveriego, como todos los años,
organiza una
excursión a Sevilla para los alumnos de 2º de E.S.O. Este curso le han
acompañado Ángel Cepeda, Maritina
Guisado, Marisa Domínguez y noventa alumnos deseosos de pasar un día fuera de las aulas. Salimos de “La laboral” a las ocho y media. Después de una parada en la famosa venta del Culebrín para reponer fuerzas, llegamos a los pies de la Torre del oro a las doce . Hicimos algunas fotos y nos pusimos en camino hacia la catedral, con un sol radiante y una temperatura considerable. Sevilla tenía ese color especial también
que dice la canción y
el olor de azahar propio de la primavera
sevillana. Las calles estaban llenas de turistas entre los que nos mezclábamos con el alboroto propio de noventa voces alegres y adolescentes. Por fin llegamos a la catedral. Ladislao se desgañitaba intentando arquitectura
explicar
el
arte
característico
catedralicia, misión casi imposible;
de
la
eran
muchas las cosas que sorprendían , desde una estatua viviente a un músico callejero, que hacían las delicias de los jóvenes y los no tan jóvenes.
Visitamos el interior de la catedral
y subimos a la
Giralda, desde donde las vistas eran espectaculares. Las campanas también lucían con todo su esplendor. Una vez reunidos todos en el patio de la Puerta del perdón , fuimos al encuentro con los conductores(chico y chica) que esperaban para llevarnos en sus flamantes autobuses a “Isla Mágica”. Isla
Mágica
estrenaba
la
temporada,
y
estaba
absolutamente radiante, todo dispuesto para recibir a los alumnos de “la laboral”. Allí disfrutamos de una tarde estupenda. A las siete y media de la tarde emprendimos la vuelta a Cáceres y tras una breve parada a las once de la noche los dos autobuses atravesaban la barrera de entrada del centro y ya estábamos de nuevo en casa con la mochila cargada de todas las emociones vividas este catorce de abril de 2011.
Esperando para subir a la Giralda
Cansados y hambrientos
Nos vamos a Isla Mรกgica