Poema 10 Recuerdo, con pasión, aquel momento En que tus dedos largos y delgados , Se entremetían en mi boca, Mientras tu cuerpo provocativo, Como el agua en un desierto, envolvía el mío, Tus labios fríos y mojados, Refrescaban todo mi cuerpo del calor Y el sofoco del sexo, Tus ojos tan negros y tan penetrantes, con solo mirarme Me hacían sentir un deleite y un encanto, casi como si rozara mi entrepierna.
Recuerdo como mis dedos se deslizaban lentamente por tu cabello, que era tan suave, como las pocas palabras que me decías mientras acariciabas mis senos, y tan oscuro como el deseo que sentía al mirarte. Recuerdo que en el momento cumbre de nuestra expresión de amor, calmaba mi dolor con los gemidos que de mí Salían y con el intenso placer que de tí sentía. En ese momento tu ternura, tu dulzura, tu paciencia, se esfumaron solo para convertirte en una bestia, que lo único que buscaba era mi complacencia, una bestia que lograba, con sus miles de mordiscos y lamidos excitarme.
Y cuando habíamos terminado, nuestros cuerpos estaban tan calientes como el sol y lo único que nos refrescaba era el viento helado de la noche que cubría nuestra desnudez.
NATALIA SUAREZ.