FOCO
Cinco mil vidas perdidas en 11 meses de conflicto.
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Ucrania sigue sangrando
Foto Getty Images
POR Margite Torres Postigo La guerra civil en el este de Ucrania sigue derramando sangre. Un conflicto que ya pasa por su undécimo mes y que ha cobrado más de cinco mil vidas ha movilizado a las potencias de Occidente (Alemania y Francia) y a su “enemigo histórico” Rusia, en pos de alcanzar una solución pacífica a esta crisis. Lo que empezó con aisladas manifestaciones armadas de rebeldes prorrusos en las regiones orientales de Donetsk, Lugansky y Járkov, ha terminado en una guerra de trincheras por la autonomía de estas zonas, y en el comienzo de una lucha armada por parte del gobierno de Kiev para detener lo que considera “un plan para desmembrar Ucrania” por parte de la ex Unión Soviética. El intento del gobierno ucraniano por mantener viva su “joven” autonomía (solo 24 años), sumado a los sentimientos de muchos de los habitantes del este de Ucrania, en su mayoría rusoparlantes, que se sienten más cercanos a San Petersburgo que a Kiev, han hecho que afloren viejas heridas que evidentemente aún no han sanado. Mientras tanto el número de desplazados al interior del país sigue en aumento. Hasta ahora se han registrado casi un millón y más de 600 mil refugiados en países fronterizos, según el portavoz de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR). “La gente sigue atrapada por los combates, la situación continúa deteriorándose, estamos ante una tragedia humanitaria”, observó. Frente a esta crisis humanitaria que azota Europa Oriental, la Unión Europea, encabezada por la canciller alemana Angela Merkell y el presidente francés, François Hollande, lograron que los líderes de Kiev y Moscú, y en paralelo representantes de las autodenominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, pacten un conjunto de medidas que culminen con un alto al fuego al este de Ucrania, en la Conferencia de Minsk. Este intento diplomático por mantener la integridad europea ha propuesto, entre otras cosas, un corredor desmilitarizado y mayor autonomía a los separatistas. “No todo se ha conseguido, pero hay una esperanza”, señaló la canciller alemana, en medio de un cese al fuego parcial.