FOCO
Lupita es más que una cara bonita POR Margite Torres Postigo
Fuerza 28
de corazón
Lupita Nyong’o, la ganadora del Óscar como mejor actriz de reparto por la película 12 años de esclavitud, demostró ser más que una “cara bonita” y una estupenda actriz. Fuera de los flashes y pasarelas, Nyong’o estuvo presente en la 10th Annual Massachusetts Conference for Women -a la que también asistió la ex secretaria de Estado y ex primera dama Hillary Clinton-, en Boston, el pasado 4 de diciembre, donde derrochó espontaneidad y honestidad al compartir con más de diez mil mujeres lo que significó para ella soñar con ser actriz en un país como Kenya, donde esa posibilidad era casi irreal. Conmovida, habló sobre la agonía de enfrentarse a los miedos y confusiones propios de alguien tan “indecisa”, como ella misma se describe, y de no poder ser lo que realmente deseaba por el temor al fracaso durante su infancia en África, y en especial mientras estudiaba actuación en Yale. Es en este punto cuando Lupita, la mujer del rostro más bello y dulce, que ha cautivado hasta a los más escépticos, se quiebra, se descubre ante los demás y llora. Rápidamente se repone, vuelve a sonreír y continúa su discurso. Un discurso sincero, que parte de su experiencia como una niña y joven después, a quien le tocó vivir una realidad difícil, que le enseñó que asumir sus debilidades, escuchar su corazón y dejar de lado su ego serían las claves que la llevarían a alcanzar sus metas: actuar y ser feliz. Lupita ya es una realidad. Se ha convertido en un símbolo para todas aquellas mujeres que luchamos por alcanzar nuestros sueños y por inseguridad no los concretamos. Está comprometida con la causa, ella misma ofreció siete pasos para conseguir el éxito y alcanzar lo que nos proponemos. Finalmente concluyó animando a la audiencia: “Continuemos luchando por la igualdad, la justicia, la libertad, la compasión y lograremos más si escuchamos los deseos de nuestros corazones”.