Restaurante recomendado
Francesco de Sanctis y Thalía Talavera, novios, socios y propietarios del restaurante que lleva el mismo nombre de la antigua colonia griega que los inspiró, Síbaris, encontraron en Barranco el espacio que buscaban para complacer a la nueva generación de sibaritas, con un buen ambiente, pero sobre todo con buena comida y bebida. Ella, administradora de hoteles y restaurantes, él, cocinero. Ambos, se complementan y son el rostro y alma de Síbaris. Sus personalidades se reflejan en todo lo que se ve y huele en este lugar. Uno muy acogedor, con una onda especial, propia de todo lo barranquino, que invita a largas conversaciones y a la buena mesa. La decoración es vintage, algo ecléctica, donde predominan lo reciclado y el gusto personal.
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Sibaris
En la mesa: libertad y creatividad “Hoy somos un restaurante, pero nacimos como un restobar, hace casi dos años. Hemos evolucionado hacia lo que realmente nos hace felices”, comenta Francesco, mientras esperamos a Thalía, en la barra. “Veía el local lleno, pero no me sentía contento, no era solo eso lo que quería”. Entonces, ¿qué es lo que lo que
buscaba?, ¿qué es lo que lo hace feliz? “Que Síbaris sea un lugar donde la gente disfrute de lo que hacemos, de una propuesta más completa, tanto en el bar como en la cocina”, asegura de Sanctis. Al principio se enfocó mucho en la barra, “que aún sigue siendo nuestra carta de presentación”, afirma Francesco, pero “sentíamos que eso no nos llenaba”. Hasta que en febrero cuando volvió de la gastronómica Barcelona, después de una pasantía en el famoso Tickets de Albert Adrià, todo cambió. La filosofía de El Bulli lo inspiró y motivó a cambiar su propuesta. “Mantener tu mente ocupada, ser creativo, encontrar lo que te hace feliz, innovar todo el tiempo”, parecen ser las respuestas que buscaba durante ese recorrido. Este viaje fue el punto de partida “para cambiar el chip” y hacer de Síbaris un lugar donde la creatividad sea la protagonista principal. Ahora, el restaurante lleva el eslogan de “Cocina Libre”, algo más que un rótulo, más bien un mensaje que engloba una propuesta más versátil y ágil, un estilo que se percibe y que da vida al lugar. “Somos jóvenes y con ganas de hacer cosas diferentes”, agrega Thalía, quien se une a la conversación.
Síbaris fue una colonia griega ubicada al sur de Italia, conocida por sus habitantes, “los sibaritas”, dedicados a la búsqueda del placer y a la vida reposada. De ahí, que hoy se use el término para referirnos a los amantes de la buena vida y del placer, donde la comida juega un papel fundamental. Conozcamos uno de los lugares limeños donde se le rinde homenaje a ésta y a mucho más. Por Margite Torres P. Fotos Fiona Musso
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La propuesta gastronómica se basa en el concepto de “food sharing” (comida para compartir). Por eso, Francesco y su equipo idearon la carta perfecta para sentarnos a la mesa y probar un poco de todo. Primero lo primero. Las entradas. Un tiradito de trucha con leche nikkei, una quinua gratinada, o un tartare de ternera, son algunas de las opciones. ¿El “picar” o “tapear” hace que la mesa sea más casual?, preguntamos. Como una mesa familiar, ¿no? “¡Tal cual!”, responde Francesco. “Como cuando la mamá pone la olla en el centro de la mesa y todos se sirven”. Y es que el espíritu de Síbaris es el del “comfort food”, donde predomina el sabor casero y la comida casual, “descomplicada”, y donde el cliente interactúa en base a lo que pasa en la mesa y la comida se convierte en el complemento perfecto de la experiencia de compartir. Por eso, encontraremos siempre una carta nueva, donde se proponen uno o dos platos diferentes, según lo que Francesco encuentre en el mercado el mismo día. Siempre fresca, saludable y honesta. Francesco vibra cuando describe su propuesta; y es que se nota que lo goza. “No queremos que la gente se quede estática con su plato, sino que se permita esa libertad de compartirlo”. La idea nos queda más clara cuando nos sentamos a la mesa y comprobamos que en Síbaris la comida se sirve en pequeñas ollas y todo se comparte. Los guisos y cazuelas son los preferidos del chef, quien los sirve con cucharas. Y es que este piurano la tiene clara. Desde pequeño supo que quería ser cocinero. Heredó sus talentos culinarios de su padre y abuelo, con quienes siempre cocinaba y le puso ese toque norteño a su carta en platillos como el pato al ají, picante de patitas, Combinado Picantero.
En la barra: pisco y versatilidad "Nuestra cara siempre ha sido la barra, solo que ahora queremos que brille por sí sola", afirma Thalía, quien además de administrar el local y estar en “todo”, se encarga de la barra pues desde que iniciaron el negocio se convirtió en una apasionada de la coctelería. Su apuesta es por lo sencillo pero con personalidad, donde destaca lo clásico con toques creativos y originales. Aquí se aplica la misma libertad que en los fogones. El pisco ocupa un lugar privilegiado; se busca complementarlo con ginger ale o tónica, y algún twist casero, sin opacar sus aromas y sabores. “Tratamos, en la medida de lo posible, de ofrecer algo diferente, que esté a la altura de un sibarita, que siempre quiere saber qué está tomando”. Cuando vayan prueben el Amalima, (pisco quebranta con gin, romero y limón) o algo clásico reinventado, el Capitancito (pisco, amaretto, vermut y naranja). Si lo que buscan es gin, el favorito es el Gin´per, con licor de muña, pimienta cayenne y vermuts. Pregunte también por las cervezas artesanales. El cambio está hecho, el camino siempre será largo, pero la satisfacción se siente. En Síbaris siempre encontrará calidez, algo nuevo, buen comer y beber. Mientras tanto, Francesco y Thalía, siguen pensando qué hay de nuevo para ofrecer. Felicidad pura para ellos. SÍBARIS Dirección: Jr. 28 de Julio 206-B Barranco Teléfono: 247-0263 Atención: Almuerzo de 12 pm a 3pm. Cena: Martes y Miércoles de 7 a 11pm, Jueves 7 a 12 pm, Viernes y Sábado de 7 pm a 2 am.
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