Estancarte en el proceso puede llegar a ser algo muy frustrante, y más desconociendo la razón. Después de seguir todos los pasos para estar en forma y sentirte motivado, establecer un plan alimenticio, seguir la dieta tal cual se indicaba y hacer ejercicio frecuentemente, por alguna razón no ves los resultados que esperabas, todavía no te sientes 100% cómodo con tu cuerpo y te da un bajón, te desmotivas, y te das cuenta de que tu estilo de vida no va de acuerdo con el que habías imaginado. Y lo más frustrante de todo es que no sabes cómo salir de ahí. El problema radica en que te centraste totalmente en el físico y descuidaste las otras facetas que están involucradas en este proceso, que en conjunto te llevan a lograr tus objetivos, sentirte pleno, satisfecho y feliz contigo mismo.
El cuerpo es Holístico, está interconectado de una forma extraordinariamente precisa. Aunque el cuerpo se equilibra cuando está bien nutrido y cuando lo ejercitas constantemente, muchas veces no consideramos que no solo tenemos que trabajar y cuidar nuestra parte física cuando queremos ponernos en forma, sino también la mental, la emocional y la espiritual. Estas cuatro áreas son los que conforman al humano, son los 4 potenciales que habitan en ti. Cuando alguno de ellos se ve perjudicado, los demás no pueden funcionar óptimamente y tu proceso se ve afectado. Si no sabes qué potencial está ocasionando este desequilibrio que te impide lograr tus metas. ¡Aquí te explicaremos detalladamente cómo afecta cada uno en tu proceso para que lo comprendas mejor!
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¿CÓMO AFECTA TU POTENCIAL FÍSICO? Si al seguir un plan alimenticio o una rutina de ejercicio no ves resultados, quiere decir que hay alguna falla o un descuido en el proceso. La clave para estar en forma es 70% nutrición, 20% ejercicio y 10% descanso, al no cumplir con ese balance, no verás los resultados que deseas. Ojo con esto, el estar flaco o fuerte no quiere decir que estés saludable. Para tener salud a lo largo del tiempo se necesita mantener o aumentar tu masa muscular de forma natural y un porcentaje de grasa bajo. La alimentación regula la grasa corporal y el ejercicio forma y mantiene la masa muscular, pero sin el descanso adecuado, no podrás llevar a cabo ninguno de los dos. Primero que nada, hay que entender
que nuestro cuerpo es una máquina perfecta de procesos biológicos, no de conteo de calorías. No somos lo que comemos, somos lo que nuestras células logran asimilar. Si te limitas a entender que la comida solo sube o baja de peso, nunca experimentarás la insospechada fuerza que llevas dentro de ti. Esta fuerza emerge dentro de tus células cuando reciben los nutrientes que necesitan, de ellas depende, todo el funcionamiento de tu cuerpo, tu nivel de energía, memoria y concentración, estado de ánimo, tu piel, entre otros. Tu apariencia física solo refleja que tan bien o mal se están realizando estos procesos.
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Así que no cuentes calorías, mejor cuenta nutrientes, y verás la diferencia. • Comer más cantidad de la que necesitas, aunque sea sano. • Consumir productos light, sin azúcar o bajos en grasa. Todo esto lo remplazan con químicos y edulcorantes artificiales que dañan el funcionamiento de tu organismo. • Comer sin hambre. • Comer por impulsos emocionales. • Hacer ejercicio y luego estar inactivo durante el resto del día. • Premiarte por haber hecho mucho ejercicio. • Comer pocas verduras verdes. • No tomar suficiente agua. • Seguir planes alimenticios de otras personas o que viste en las redes. Cuando saturamos nuestro cuerpo con azúcar, químicos y alimentos procesados, las múltiples funciones que realiza empiezan a fallar, es decir, ya no ocurren con la precisión que se requiere para: metabolizar grasa, eliminar toxinas, regular la digestión, balancear tus hormonas, balancear tus neurotransmisores, regular la circulación sanguínea y tus funciones cerebrales, ¡entre muchas otras más! Ocasionando que no te sientas ni te veas como te gustaría, que te den antojos incontrolables, ansiedad, que te sientas cansado, con gastritis, dolor de cabeza, entre otros síntomas. Todo esto provoca que empieces a almacenar cosas que no necesitas, a funcionar a destiempo, crear enfermedades, una mala relación con la comida, etc. Y generar un círculo vicioso del que cada vez es más difícil salir.
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¿CÓMO AFECTA TU POTENCIAL MENTAL? La mente es la herramienta más poderosa que tenemos, ejerce una influencia directa en nuestros actos conscientes. Tu mente controla a tu cuerpo, y tu cuerpo a la mente. De hecho, se sabe que el cuerpo recibe todos los estímulos de la mente sin saber si son reales o no. Cómo uses la mente es lo que en realidad va a determinar el que llegues o no a tus objetivos. Se han realizado una serie de experimentos en donde se ha comprobado el poder y potencial de la mente. Al dividir a grupos de personas, se les pidió a uno de ellos que realizaran una actividad física, como ejercitar un dedo, flexionar los
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bíceps con mancuernas, tocar escalas en el piano, repetidamente por un periodo de tiempo determinado. A el otro grupo se les pidió que se imaginaran repitiendo mentalmente el ejercicio por la misma cantidad de tiempo, pero sin mover nada físicamente. Los resultados fueron asombrantes. La mente les produjo un efecto cuantificable en el cuerpo sin necesidad de participar en la experiencia física, en donde a los que hicieron el ejercicio mentalmente se les fortaleció la musculatura tanto como a los participantes que lo ejercitaban físicamente. (Dispenza, Deja de ser tú, 2012).
Si tan solo el pensar en realizar ejercicio puedes ver los resultados reflejados físicamente, imagina el impacto que tienen los pensamientos negativos y de autosabotaje en tu cuerpo. Se ha demostrado que la negatividad, el pesimismo y el miedo contante genera enfermedades. Inclusive cuando los pensamientos no son conscientes. Para que el proceso de lograr tener tu físico ideal genere grandes resultados, debes entrenar y fortalecer a tu mente, inclusive más que al cuerpo. Tus pensamientos son creativos y mucho más poderosos de lo que imaginas.
Entrena a tu mente para que piense como si ya tuviera los resultados que estás buscando, debes tener seguridad de que tus metas se están desarrollando, confiar en el proceso y en ti mismo, y así llegarás mucho más lejos de lo que pensabas. No te obsesiones con el resultado, porque la mayoría de ellos no resultan cómo esperabas o en el tiempo que esperabas. Disfruta el proceso, el éxito toma tiempo. Plantéate objetivos diarios, fáciles de alcanzar, acumula éxitos pequeños y así verás en realidad tu progreso y como cada día te superas a ti mismo. Repítete cada día que eres capaz de lograr tus metas y trabaja por ellas, esto generará en ti motivación y fuerza de voluntad para superar cualquier pensamiento o impulso de autosabotaje.
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¿CÓMO AFECTA TU POTENCIAL EMOCIONAL? “Los sentimientos y emociones son el lenguaje universal que debe ser honrado. Son la expresión auténtica de quienes somos” -Judith Wright Piénsalo bien, podrás actuar y aparentar lo que decidas más conveniente para ti en una situación, ahí entra el juicio de la mente. Las emociones son estados afectivos que experimentamos. Reacciones subjetivas al ambiente que vienen acompañadas de cambios orgánicos, fisiológicos y endocrinos, de origen innato. Al experimentar una emoción, tu cuerpo libera un coctel de sustancias y hormonas que te ocasionan sentirte de cierta forma. Cuando hay un desbalance inusual en estas sustancias, esto impacta directamente a nivel anímico.
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Y viceversa, las emociones impactan directamente al funcionamiento de nuestros procesos biológicos, por lo que muchas de ellas ocasionan que estos no funcionen como deberían. Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, esto depende de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. En el ser humano, la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación. (Guerri, 2021) Ahora ya habiendo conceptualizado y entendido a fondo qué es una emoción y para qué están, ¿cómo es que éstas impiden o propician el que cumplas tus objetivos? Es importante entender que, cómo al seguir una rutina de ejercicio, dieta, lectura, por determinado tiempo, se forma un hábito, que después de un tiempo realizas de forma automática. De igual manera ocurre con las
emociones. Si por un largo tiempo, te dejaste liderar o te aferraste a una emoción, como el sentirte inseguro, triste, angustiado, insuficiente, y que, al llegar, no fue trabajada, este estado anímico se convirtió en un hábito en tu cuerpo, que se volvió adicto a esta constante liberación de sustancias derivadas de la emoción, creando un circulo vicioso. Es como cuando estableces una rutina de ir al gimnasio diario, se te hace un hábito, un estilo de vida, disfrutas cómo te hace sentir. Pero, cuando faltas, te sientes incómodo, frustrado, no tuviste tu dosis de endorfinas y dopamina, que te generan felicidad y plenitud. Ocurre igual con las emociones. Por eso es por lo que muchas veces, aunque no quieras volver a sentirte de cierta manera, encuentras las perfectas excusas para volver a este ciclo vicioso y darle a tu cuerpo su dosis diaria de sustancias. Te vuelves adicto a ser ese alguien, el inseguro, el rechazado, la víctima, hasta que llega un punto en el que ya no sabes quién eres sin sentirte de esa manera. (Dispenza, Deja de ser tú, 2012)
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En los siguientes puntos te mostraré cuáles son los posibles bloqueos emocionales que te han impedido avanzar y que probablemente habías ignorado hasta hoy.
1. Reprimir emociones Al reprimir una emoción, no le estás dando la oportunidad de enseñarte lo que viene a decirte y trabajarla. Hacer esto no hará que la emoción de repente desaparezca, al contrario, dará todo por salir, luchará hasta que cada vez sea más incontrolable. Creemos que, al no concentrarnos en ella, ocupando nuestra mente en otras cosas, desaparecerá, sin embargo, esta emoción no sale por la puerta, se queda en la sala de espera esperando su turno. Pero ¿por qué reprimimos las emociones?
qué nos sentimos así. Encajonamos a ese sentimiento como algo malo de lo que no podemos escapar. Nos auto catalogamos como víctimas de nuestras emociones. Aceptar, comprender y trabajar cómo te sientes no es fácil. Responsabilizarte de tus emociones requiere de mucho valor y coraje, ya que, en ese momento, dejas de echarle la culpa al entorno de lo que te pasa, y te haces consciente de que tú eres el único responsable de ello, y, por lo tanto, el único que te puede sacar de ese estado.
Acepta tus emociones por lo que son, herramientas, utilízalas. Juicios. Tendemos a juzgar en todo Cuando llegue una emoción, no la momento cómo nos sentimos, y por reprimas, déjala fluir.
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2. Te dejas llevar por tus emociones No puedes controlar algo si no comprendes cómo funciona. Al no integrar y darle nombre a nuestras emociones, automáticamente les entregas el poder, y en lugar de manejarlas, ellas te manejan a ti. Cuando no somos conscientes de nuestra gama de emociones, nos es difícil aceptarlas y expresarlas asertivamente. Y muchas veces esta necesidad de expresión bloqueada sale como necesidad de comer cosas que nos hagan sentir de ciertas formas y nos obsesionamos con estas “sensaciones“ más que emociones. Creando una codependencia de una acción dañina con una emoción incomprendida. Esto ocasiona que cada vez que nos sintamos de esa forma, hagamos cosas que nos perjudican, cómo darte un atracón, sobre ejercitarnos, autosabotearnos; o dejar de hacer cosa como bene ician, cómo dejar de hacer ejercicio o dejar de comer, justi icando estas acciones con una emoción. La clave está en aprender a controlarlas y encontrar actividades alternativas que te ayuden a procesarlas y comprenderlas, como meditar, pintar, dibujar, limpiar, caminar en el bosque, ejercitarnos, entre otras cosas.
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“No somos responsables de las emociones, pero si de lo que hacemos con las emociones” -Jorge Bucay
Entonces, cuando te veas abrumado por una emoción, no actúes por impulso. 1. Percíbela. Reconócela de forma consciente, identifica qué emoción es. 2. Obsérvala. Dale permiso de entrar y mostrar a qué vino, no la juzgues. 3. Compréndela. Tus emociones son una parte de ti, cuando las rechazas, te rechazas a ti mismo. 4. Siéntela. No la juzgues, no le metas cabeza, no intoxiques una emoción pura con pensamientos negativos.
5. Acéptala. Agradece que te mostró esa parte de ti en la que te falta trabajar. Integra lo que sientes a tu pensamiento para poder encontrar su origen. 5. Regúlala. Aprende a dirigir y manejar las emociones tanto positivas como negativas de forma eficaz. Desarrolla tu inteligencia emocional.
Solo así, en lugar de detener tu proceso, tus emociones te ayudarán a avanzar.
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¿CÓMO AFECTA TU POTENCIAL ESPIRITUAL? Este es el potencial por el que los demás encuentran sentido. El potencial espiritual nos conecta con nuestro “SER”, con nuestro propósito de vida y la conexión con el universo. Éste es el que nos hace tener hambre de seguir creciendo, realizarnos, superarnos cada día, ser una mejor versión de nosotros mismos. Entre más abierto y desarrollado tenemos este potencial, nos es más fácil tener pensamientos constructivos y positivos, emociones elevadas de
agradecimiento y amor. Cuidar a nuestro cuerpo, apreciar todo lo que hace por nosotros a pesar de la forma en la que lo hemos tratado, las veces que lo hemos denigrado. Nos hace encontrar las razones correctas para llegar a nuestros objetivos. Conectar con este potencial te hace libre, y la libertad lleva consigo una gran responsabilidad. Al conectar con este potencial hace que te des cuenta de que no hay nada que DEBAS hacer, tu eres el que eliges
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cada momento, cada persona, cada experiencia. Eliges cada elemento de tu vida y de entorno en todo momento, comprendes que cada cosa está en esta tierra con un propósito y una oportunidad de elevar tu nivel de consciencia. “Pues cada circunstancia es un regalo y en cada experiencia se encuentra un tesoro escondido. Entre más eres, puedes convertirte en más, y entre más puedes convertirte, más puedes ser. El secreto más profundo es que la vida no es un proceso de descubrimiento, sino un proceso de creación. No te estás descubriendo a ti mismo, sino creándote desde cero. No busques entonces descubrir Quien Eres, sino determinar Quien Quieres Ser. “Tú siempre obtienes lo que creas y siempre estás creando.” (Donald, 2017)
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Entonces, cada vez que tomes una decisión, hagas algo, digas algo, pregúntate: ¿Esto va de acuerdo con quien quiero ser? ¿Le encuentro un propósito? La razón por la que probablemente no hayas cumplido tus objetivos es por que no le otorgaste un significado y un propósito consciente. La buena noticia es que en cada momento puedes reinventarte y decidir nuevamente quién quieres ser. Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te acerca al lugar en el que quieres estar mañana. Y lo más importante, cree en ti mismo y en todo lo que eres. Hay algo dentro de ti más grande que cualquier obstáculo.
que puedas sobresalir en cada uno de ellos. ¡No te limites a solo querer subir o bajar de peso, aprovecha cada uno de tus potenciales para ser la mejor versión de ti mismo en cada área de tu vida! Si haces cada cosa en tu vida con este propósito, el estar en forma solo será uno de los beneficios. En el sitio de Health4Life podrás desarrollar y equilibrar cada uno de tus potenciales a través de una gran variedad de clases pregrabadas, programas y talleres impartidos por expertos en temas de salud y bienestar. Podrás crear tu propia videoteca de crecimiento y desarrollo personal para cumplir tus objetivos.
Como puedes observar, todos los potenciales están interconectados ¡Conócenos! entre sí, no podría existir el uno sin el otro. Equilibrarlos es la clave para www.health4life.lat
Bibliografía y Referencias Dispenza, J. (2012). Deja de ser tú. (N. Martí, Trad.) Ciudad de México: Ediciones Urano. Dispenza, J. (2012). Deja de ser tú. En J. Dispenza, Deja de ser tú (N. Martí, Trad., págs. 112-114). Ciudad de Mexico: Ediciones Urano. Donald, N. (2017). Conversasiones con Dios. En N. Donald, Conversasiones con Dios (L. Paz, Trad., pág. 36). Ciudad de México: Penguin Random House . Guerri, M. (1 de mayo de 2021). ¿Qué son las emociones? Obtenido de Psicoactiva: https://www.psicoactiva.com/blog/ que-son-las-emociones/
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