A medio camino entre lo real y la ficción, atestiguando el fracaso de una sociedad que se precia de ser católica mientras se desangra en una guerra de mentiras; los retratos vampiro de Maria Isabel registran una posse, que puede ser vista como resistencia callada (a la maldición de ser joven,mujer y colombiana),o como reflejo de nuestra decadencia social, del conflicto moral o finalmente, como el siempre luto por pertenecer a un país de muertos en vida.