ยกBaila Antonia baila! Baila una sardana. ยกCanta Amalia canta! Canta que me encanta.
Mi abuela Benilda y mi abuelo Bernardo. Subo que subo y bajo que bajo.
ยกCu, cu, cu! El cuco cantaba y Cecilia escuchaba. ยกCuac, cuac, cuac!
Ocho amigoĂ&#x; salieron de marcha anoche. Con su mochila al hombro dejando el coche.
Con loß dedoß de tuß manoß, ¿Cuántoß dedoß sumamoß? Adivínalo y noß vamoß.
Enrique fue a beber en la fuente del pez. Elena fue a comer el merengue de Ester.
Facundo toca el fa en la flauta, nada máß. Felipe ya se fue caminando hacia el café.
Gerardo tenĂa un gato bien gracioso pero chato. Gonzalo tenĂa un gallo orgulloso y agraciado.
—Hormiga hormiguita, hoy, ¿dónde habitaß? —En el hormiguero de la esquina.
Isidro vio un pajarito piando dentro del nido «Pío pío, pío pío» se le oía al pobrecito.
Marajá, marajá. Jaime se va con Juan. Merejé, merejé. Jesúß va con José.
—¡Kikirikí! ¡Kikirikí! El gallo está aquí. —¡Kakaraká! ¡Kakaraká! ¿Te puedeß callar?
En el mar saltan laß olaß ¡La ola!, ¡la ola! ¡Viene una ola! Lola se sale.
En la calle del Castillo cuatro polloß amarilloß jugaban al «"pillo pillo».
Marta come manzanaĂ&#x;. Miguel come la miel. MarĂa mariscada y Manuel, mucho pastel.
Despuéß de andar, Nati se puso a saltar. Despuéß de saltar, Nati se puso a cantar.
Sueña el viñador con su viña y el leñador sueña con su leña.
¡Oh! ¡Qué espanto! Oscar y Olga cantando. Con loß doß desafinando el coro se viene abajo.
Pablo y su papá fueron a pescar. Pescaron doß peceß para suß parienteß.
—¡Que sí, que no! —Que quiero estar yo. —¡Que sí, que no! —Que estamoß loß doß.
Rin rin rin. —¿Quién eß? —Soy un perrito francéß. —¿Qué quiereß? —Quiero pasar.
¡Ssß! ¡Silencio! Susana está acostada. Se asoma a la ventana y la siesta eß respetada.
Tu tía Teresa y tu tío Tomáß tomaron la tarta de nata y de fresa. ¡Qué tarta tan buena!
Urbano tenía un burrito, «Sube sube», dijo Urbano y el burrito... «tururú».
Un ave joven vol贸 hacia una cueva. Un ave viejecita se rompi贸 una patita.
Berkana estaba admirada de c贸mo Winnie contaba sin que nadie le ense帽ara.
Sixto el taxista va a toda prisa. Lleva un amigo, el saxofonista.
¡Ay, ay, ay! —¿Qúe te pasa Yolanda? —Que estoy atrapada. ¡Ay, ay, ay!
—Quisiera ser un pez para verte otra vez. —Quisiera ser perdiz y volar junto a tí.