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EL 10% La prueba de consumo residual mejora la rentabilidad del negocio ganadero

La Central de Pruebas de Consumo Residual de Alimentos (RFI) por sus siglas en inglés, es una herramienta que permite a los productores seleccionar de manera eficiente a los mejores animales, otorgándoles una ventaja competitiva que ayudará a reducir los costos entre el 9% y el 10% en un determinado grupo de animales.

Este proyecto lleva adelante la Asociación de Criadores de Brangus del Paraguay (ACBP) junto con Ganadera Los Lazos. El establecimiento de la ganadera donde se realiza la prueba se encuentra situada en el Chaco paraguayo, donde además se hizo la presentación oficial.

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Los resultados finales se presentarán el 17 de junio en una salida de campo en Los Lazos.

La iniciativa es desarrollada exclusivamente para los productores socios de la ACBP y en la presentación dieron apertura 12 cabañas de diferentes zonas del territorio nacional. Los animales fueron seleccionados mediante un proceso de admisión.

Miguel Reinau, titular de la ACBP, explica que la prueba consiste en una medida alternativa de eficiencia de conversión y aumento de peso. Se puede definir como la diferencia entre el consumo real de alimento que un animal debería consumir en base a su peso vivo y la velocidad de ganancia media diaria de peso durante la prueba.

“Lo que se busca es que el productor utilice como herramienta a la hora de seleccionar animales más eficientes y altamente productivos”, agrega.

Sobre el tipo de animales que pueden ser parte de una prueba como esta, dijo que deben ser bovinos machos o hembras (toros o donantes).

“En este caso decidimos utilizar toros de 18 a 21 meses de edad para tener un mismo grupo contemporáneo”, señala Reinau.

El mayor beneficio para el productor es que puede utilizar la información generada como una herramienta a la hora de evaluar y planificar programas de mejora genética, de acuerdo a lo indicado por Juan Carlos Martínez, gerente técnico de la ACBP.

“La selección de animales con RFI bajo puede beneficiar en muchos as- pectos, por ejemplo, en una reducción del 9 al 10% en los costos del mantenimiento en un determinado grupo de animales; del 10 a 12% en consumo de balanceados; del 25 a 30% en la emisión de gases de efecto invernadero (metano) y del 15 a 20% en la producción de desechos sin afectar la ganancia media diaria de peso o el tamaño de una vaca adulta”, explica Martínez.

La presentación fue en marzo pasado y los resultados se darán este 17 de junio en una salida de campo en Ganadera Los Lazos.

Se efectúan también trabajos en la parte técnica de la mano del ingeniero José Volpe, quien se encarga de la ultrasonografía de carcasas, tanto al inicio como al final de la prueba. “Evaluamos igualmente la parte genética de los animales y los DEP’s (Diferencia Esperada de Progenie)”, manifiesta.

La prueba, que tiene un lapso de duración total de 90 días, donde 21 son de adaptación y 70 de evolución, busca obtener información clave acerca del crecimiento, desarrollo, eficiencia, fertilidad y comportamiento de animales de diversa constitución genética alimentados y criados en condiciones estandarizadas. A partir de esto, se podrá identificar toros con mejor capacidad genética, evaluar la variabilidad de los reproductores con respecto a sus curvas de crecimiento, características de la carne, circunferencia escrotal y capacidad espermática. técnico,

Proyecto exclusivo para los socios de la ACBP y dieron apertura 12 cabañas de diferentes zonas del territorio nacional.

La tecnología en ganadería está ganando notoriedad a nivel mundial. En Sudamérica países como Argentina, Brasil y Paraguay han dado el paso al frente al adoptarla, ya que es una forma innovadora de mejorar la productividad del sector y ofrecer productos de alta calidad al mercado.

Los trabajos de ultrasonografía de carcasas están a cargo del ingeniero José Volpe.

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