de las Culturas del Mundo
CORREO
Mural de la iglesia de San Juan Bautista en el río Jordán que muestra el nacimiento de Jesucrist
Vol. VIII, número 80, 1º de marzo de 2011.
En este número:
CEDICULT
Director: Leonel Durán Solís
Tulum, Quintana Roo, México
• Historia General del Caribe • Germán Arciniegas y su Biografía del Caribe • Sermones de Fray Antonio de Montesinos • Nociones básicas de la etnia caribe • Los garífuna • Parque Cultural del Caribe • Fortificaciones americanas • De Colón a Castro: Historia del Caribe correodelasculturas@gmail.com
Historia
Historia General del Caribe UNESCO
E
sta Historia del Caribe en seis volúmenes publicada por la UNESCO apunta a integrar la experiencia histórica de sus pueblos y sociedades desde las épocas
más tempranas hasta nuestros días. La región estudiada incluye las costas bañadas por el Mar Caribe allí donde una explicación histórica de las actividades de las sociedades en las islas obliga a una extensión de la frontera al sur o al oeste. El trabajo ofrece una historia completa del Caribe, centrada en su pueblo y su paisaje, y escrita en la medida de lo posible por historiadores caribeños. En él se reseña lo que es común a todos, así como lo que es peculiar a algunos, al tiempo que se afirma la identidad cultural de la región. El trabajo está organizado por temas, pero se ha tenido en cuenta la cronología tanto para determinar los límites de los volúmenes como para ordenar el contenido de cada volumen. La elección de los temas ha sido determinada, en parte, por la decisión de escribir una historia de la región que sea más que la mera suma de los relatos de las islas y las tierras adyacentes, pero también con vistas a evitar que todo el trabajo quede dominado por las experiencias comunes a toda la región a través de la primacía de azúcar, la esclavitud y la consiguiente presencia militar y política de las potencias europeas. Se ha encontrado espacio para los pueblos, sociedades, culturas y actividades, sin duda menos importantes que el azúcar y la esclavitud, pero lo suficientemente importantes como para haber dejado huella en la cultura contemporánea del Caribe. Entre ellos figuran los primeros inmigrantes, sus sociedades autóctonas, la formación de nuevas sociedades mediante la interacción
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de los pueblos en un nuevo paisaje, las sociedades periféricas con relaciones recíprocas, tales como taínos, mayas, bucaneros y cimarrones, la transformación de las sociedades europeas criollas en caribeños criollos, el cultivo de productos para la exportación que no eran básicos, y diversas formas de trabajo, los campesinos y los migrantes procedentes de Asia. Los capítulos sobre el siglo XX prestan atención a la continuidad y al cambio, a la lenta modificación de la vida cotidiana, así como a los cambios estructurales y los procesos que hacen la vida en el Caribe contemporáneo diferente a la de siglos anteriores. En el último volumen, los editores debaten acerca de la metodología, la naturaleza de las pruebas de las fuentes orales, y examinan la historiografía de cada territorio, así como la labor que se ha hecho sobre la esclavitud, la resistencia, la emancipación, el origen étnico, de clase, sexo, ideología, el nacionalismo y el imperialismo en la historia del Caribe. Esta historia en su conjunto resume el estado actual del conocimiento histórico que permite narraciones que superan las barreras de la geografía, el idioma y la política. Queda por hacer gran parte del trabajo ideasS.yIIlos acontecimientos Cultura ibérica. insular Finales sobre S. III, las inicios a.C. antes de que se pueda escribir una historia del Caribe más ampliamente integrada. Por el momento estos seis volúmenes han establecido los hitos para el trabajo futuro. Fuente: www.unesco.org/culture/caribbean/
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Historia
Germán Arciniegas y su Biografía del Caribe por Rafael Grillo
Biografía del Caribe fue el libro de un autor latinoamericano más difundido en el mundo antes de Cien años de soledad. Sin embargo, serán muchísimos menos quienes logren recordar al escritor del primero que los que mentarán de inmediato al autor del segundo. Varias razones nos ayudan a entenderlo: primero, que Germán Arciniegas, tan colombiano como García Márquez, ni llegó a recibir el Nóbel ni se benefició de ningún boom. Él perteneció a la llamada Generación de Los Nuevos , de los años XX del pasado siglo, que a la postre sería la que por su proyección ideoestética sedimentaría el camino a la siguiente, esa que sí alcanzaría ya reconocimiento universal. Adicionemos, en segundo término, que Germán tampoco fue novelista, el género mimado por los lectores de nuestro tiempo, sino que se destacó en el ensayo y el periodismo, y también como editor de revistas, historiador y sociólogo. Arciniegas se ciñó a las personas y hechos de la Historia en vez de crear fabulosos personajes de ficción. Pero lo hizo como nadie, y ese es el mérito por el que no debe olvidársele. Bajo su pluma la Historia deja de ser materia prima de manuales doctos y aburridos para ser territorio donde suceden las cosas más asombrosas, las que retarían a cualquier imaginación pródiga. Además alcanzó a hacer literatura del ensayo, estando a la altura de otros grandes: José Martí, Alfonso Reyes, Octavio Paz, José Lezama Lima, Jorge Luis Borges. Hay que aplaudirle encima el haber alcanzado la síntesis perfecta entre historia y literatura. Siendo amigo de Stefan Sweig y admirador de Alejandro Dumas, el que una vez asegurara con todo desparpajo: La historia es el clavo 4
en el cual cuelgo mis novelas; Arciniegas expresó su fórmula en el discurso con que ingresó como miembro de número en la Academia de la Historia: La buena historia tiene gusto de novela. Y con tal recurso escribiría títulos como El estudiante de la Mesa Redonda, Los alemanes en la conquista de América, El Continente de Siete Colores, El revés de la historia, América Mágica. Una vez dijo: ”He escrito un solo libro, y no es un chiste”. Ese libro único fue América, su gran tema. La devoción americana fue su obsesión; la comprensión sociológica de estas tierras, el apetito de su entendimiento. Y alrededor de América tejió sus hipótesis más revulsivas y polémicas. Cuando impartía clases de Sociología, por ejemplo, enseñaba que dicha ciencia se debe a América y no a Europa, y no fueron Augusto Comte y Spencer los primeros sociólogos, sino los cronistas de Indias: Bernal Díaz del Castillo, Bartolomé de Las Casas, el jesuita Joseph de Acosta, los frailes que se internaban en las Indias Occidentales y que recogían en volúmenes las palabras, los ritos, las maneras de vivir de los nativos de estas tierras. Es esa contemplación del fenómeno americano, esa descripción de eslabones perdidos en la evolución de la sociedad humana, la materia sociológica ideal, según argumentaba. Historia no es lo que hicieron los grandes gobernantes y guerreros, dijo en otro de sus típicos postulados. Hay que acercarse al hombre de la calle, a la criatura vulgar que forma parte de la caudalosa muchedumbre de las ciudades o al campesino que se pierde en laS.pampa o laS.montaña. En vez de Cultura ibérica. Finales III, inicios II a.C. la Historia Política, la que fundan héroes y reyes, propugnaba Arciniegas que se escribiera la Historia Natural, la que retrata el alma de los pueblos a partir de sus gentes comunes. ¿Descubrimiento de América? ¡No, CUBRIMIENTO!: fue este otro de sus planteamientos brillantes. Leamos cómo se explicaba: La afirmación de que los españoles descubrieron la América a finales del siglo XV y principios del XVI es inexacta y se funda en el vocabulario que por rutina heredamos de quienes se han consagrado a la tarea de escribir lo que en el lenguaje figurado solemos llamar así. Si digo 5
que no hubo tal descubrimiento, no lo hago porque en este momento me preocupen las incursiones que practicaron los mongoles entrando por Alaska diez o veinte siglos antes que los españoles, ni las posibles invasiones de los polinesios que pudieron llegar a las costas de Chile, ni las naves escandinavas que seguramente tocaron los bordes de Groenlandia en los tiempos de Erik el Rojo. Me refiero al espíritu mismo del viaje de Colón, al hecho de que no es posible considerar como descubridores a quienes en vez de levantar el velo de misterio que envolvía a las Américas, se afanaron por esconder, por callar, por velar, por CUBRIR todo lo que pudiera ser expresión del hombre americano [...] ¿Qué vinieron a hacer a estas tierras los capitalistas, los empresarios, los encomenderos, los gobernadores, los virreyes? Vinieron para imponer un sistema económico, un dogma religioso, un tipo de arquitectura, una raza, que eran otra cosa distinta de la economía, la religión, la arquitectura y la raza americana. Germán Arciniegas era un pensador abierto, iconoclasta, un libertario. Rebeldía que tal vez le viniera en sangre, precisamente de la herencia de su bisabuelo materno, que fue el autor de La Bayamesa, el himno nacional cubano. Dos de las hijas de Perucho Figueredo huyeron a Estados Unidos cuando el padre fue fusilado. Una de ellas, Luz, se casó con un cubano y viajaron a Colombia, donde nació Aurora Angueyra Figueredo, la madre del escritor. Desde los tiempos de estudiante fue un ciudadano incómodo, un agitador. Sería secretario de la Asamblea Universitaria, que promovió trasladar a su país la experiencia de la Reforma Universitaria de Córdoba. Para esos fines fundó la revista Universidad en 1928. Luego continuó su proyección hacia la vida cultural y política de su país con la publicación Los Nuevos. No cesaría durante toda su vida de fundar revistas que recogieran lo más destacado del pensamiento y la creación literaria de su época: Revista de las Indias (1939), Revista de América (1945), Cuadernos (1953), en las que hallaron su espacio los talentos de Horacio Quiroga, Mariano Picón Salas, Uslar Pietri, Carlos 6
Pellicer, Macedonio Fernández. Probó la dureza del exilio, en Estados Unidos, años en los que escribió uno de sus libros claves: Entre la libertad y el miedo (1952). Levantó el estandarte de la defensa de América derrochando a partes iguales lucidez y pasión. Sus visiones originales y el humor sutil serían de sus mejores armas. Fuente: www.caimanbarbudo.cu Germán Arciniegas (Santa Fé de Bogotá, 1900-1998) Periodista, diplomático, catedrático y parlamentario, fue uno de los grandes pensadores de Colombia en el mundo contemporáneo y, durante un tiempo, Presidente de la Academia Colombiana de la Historia. Cursó estudios de Derecho en la Universidad Nacional colombiana, época en la que fundó la revista La voz de la juventud. Americanista y liberal, su obra abarcó una intensa actividad ensayística y periodística, participando en la fundación de múltiples publicaciones, como la revista Universidad, laCultura Revista de lasFinales Indias,S. Revista deS.América ibérica. III, inicios II a.C. y Correo de los Andes, entre otras. Su pensamiento estuvo influido por la intención reformista de José Vasconcelos, Andrés Bello y Domingo Faustino Sarmiento. Entre su amplísima producción cabe destacar los siguientes títulos: América, tierra firme (1937); El estudiante de la mesa redonda (1932), que escribió durante un viaje a Londres; En el país de los rascacielos y las zanahorias (1945); Entre la libertad y el miedo (1952); América en Europa (1975); El revés de la historia (1980) y Bolívar: de San Jacinto a Santa Marta. Juventud y muerte del libertador (1988). 7
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Cultura ibĂŠrica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
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Historia
Sermones de Fray Antonio de Montesinos Santo Domingo, adviento de 1511
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a característica fundamental de los sermones de fray Antonio de Montesinos cuya transcripción damos a continuación, es el haber sido el primer hito en la polémica sobre la justicia o injusticia de la conquista de América. Los mismos fueron pronunciados en un ambiente muy especial, la ciudad de Santo Domingo, capital de la isla entonces llamada La Española. “La despoblación de la española es, sin duda, una de las páginas más bochornosas de la conquista de América. Sería insensato tratar de negarlo u ocultarlo” (2), aunque sería injusto querer juzgar aquel proceso dramático con los criterios y categorías actuales. Las represiones militares, el descenso de la natalidad, el sistema abusivo de explotación del indígena en el trabajo, sumados a la flaqueza y debilidad natural del mismo indígena fueron la causa del descenso demográfico vertiginoso que afectó a la población aborigen de Santo Domingo (3). Si bien la Corona en muchas ocasiones había dictado ya ordenanzas que miraban por el bien de los indios, las más de las veces estas ordenanzas eran tergiversadas o descaradamente desobedecidas. Será con la gran disputa y la agitación de las conciencias que ocasionaron los misioneros como se abrirá un verdadero proceso en búsqueda de una reconversión colonial, tendiente a humanizar y a regular según criterios de justicia las relaciones entre españoles y aborígenes en América. Los sermones que el dominico fray Antonio de Montesinos pronunció en aquel lejano adviento de 1511, y que el ardiente fray Bartolomé de las Casas nos reporta en su Historia de las Indias, son el preludio de ese proceso. Llegado el domingo y la hora de predicar, subió al púlpito el susodicho padre fray Antón Montesino, y tomó por tema y fundamento de su sermón, que ya 10
llevaba escrito y firmado por los demás: Ego vox clamantis in deserto. Hecha su introducción y dicho algo de lo que tocaba a la materia del tiempo del Adviento, comenzó a encarecer la esterilidad del desierto de las conciencias de los españoles de esta isla y la ceguera en que vivían; con cuánto peligro andaban de su condenación, no advirtiendo los pecados gravísimos en que con tanta insensibilidad estaban continuamente zambullidos y en ellos morían. Luego torna sobre su tema, diciendo así: “Para daroslos a conocer me he subido aquí, yo que soy voz de Cristo en el desierto de esta isla, y por tanto, conviene que con atención, no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis; la cual voz os será la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y más espantable y peligrosa que jamás pensasteis oír”. Esta voz encareció por buen rato con palabras muy punitivas y terribles, que les hacía estremecer las carnes y que les parecía que ya estaban en el divino juicio. La voz, pues, en gran manera, en universal encarecida, les declaró cuál era o qué contenía en sí aquella voz: “Esta voz, dijo él, que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansasFinales y pacíficas, donde Cultura ibérica. S. III, inicios S. II tan a.C. infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y creador, sean bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de 11
sueño tan letárgico dormidos? Tened por cierto, que en el estado [en] que estáis no os podéis más salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de Jesucristo”. Finalmente de tal manera se explicó la voz que antes tanto había encarecido, que los dejó atónitos, a muchos como fuera de sentido, a otros más empedernidos y algunos algo compungidos, pero a ninguno, por lo que yo después entendí, convertido. Concluido su sermón, bájase del púlpito con la cabeza no muy baja, porque no era hombre que quisiese mostrar temor, así como no lo tenía, si se daba mucho por desagradar los oyentes, haciendo y diciendo lo que, según Dios, le parecía convenir; con su compañero se va a su casa pajiza, donde, por ventura, no tenían qué comer, sino caldo de berzas sin aceite, como algunas veces les acaecía. Salido él, queda la iglesia llena de murmullo, que, según yo creo, apenas dejaron acabar la misa. Puédese bien juzgar que no se leyó lección de Menosprecio del mundo a las mesas de todos aquel día. En acabando de comer, que no debiera ser muy gustosa la comida, júntase toda la ciudad en casa del Almirante, segundo de esta dignidad y real oficio, D. Diego Colón, hijo del primero que descubrió estas indias, en especial Diego Colón los oficiales del rey..., y acuerdan de ir a reprender y asombrar al predicador y a los demás, si no lo castigaban como a hombre escandaloso, sembrador de doctrina nueva, nunca oída, condenando a todos, y que había hablado contra el rey y su señorío que tenía en estas Indias, afirmando que no podían tener los indios habiéndoselos dado el rey, y éstas eran cosas gravísimas e irremisibles. Llaman a la portería, abre el portero, le dicen que llame al vicario, y aquel fraile que había predicado tan grandes desvaríos; sale solo el vicario, venerable padre, fray Pedro de Córdoba; le dicen con más imperio que humildad que haga llamar al que había predicado. Responde, como hombre prudentísimo, que no había necesidad; que si su señoría y mercedes mandan algo, él era prelado de aquellos religiosos y él respondería... Finalmente... comenzaron a blandear humillándose, y ruéganle que lo mande 12
llamar, porque, él presente, les quieren hablar y preguntarles cómo y en qué se fundaban para determinarse a predicar una cosa tan nueva y tan perjudicial, en deservicio del rey y daño de todos los vecinos de aquella ciudad y de toda esta isla. Viendo el santo varón que llevaban otro camino e iban templando el brío con que habían venido, mandó llamar al dicho padre fray Antón Montesino, el cual maldito el miedo con que vino; sentados todos, propone primero el Almirante por sí y por todos su querella, diciendo que cómo aquel padre había osado predicar cosas en tan gran deservicio del rey y daño de toda aquella tierra... El padre vicario respondió que lo que había predicado aquel padre había sido de parecer, voluntad y consentimiento suyo y de todos, después de muy bien mirado y conferido entre ellos... Poco aprovechó el habla y razones de ella, que el santo varón dio en justificación del sermón, para satisfacerlos y aplacarlos de la alteración que habían recibido al oír que no podían tener los indios tiranizados, como los tenían... Convenían todos en que aquel padre se desdijese el domingo siguiente de lo que había predicado, y llegaron a tanta ceguera, que les dijeron, que si no lo hacían, que aparejasen sus pajuelas para embarcarse e irse a España... Finalmente..., concedieron los padres, por despedirse ya de ellos y dar fin a sus frívolas importunidades, que fuese así en buena hora, que el mismo padre fray Antón Montesino tornaría el domingo siguiente a predicar y tornaría a la materia y diría sobre loCultura que había predicado mejor pareciese y, en ibérica. Finales S. lo III,que inicios S. II le a.C. cuanto pudiese, trabajaría por satisfacerlos... esto así concertado, se fueron alegres con esta esperanza. Publicaron ellos luego, o algunos de ellos, que dejaban concertado con el vicario y con los demás, que el domingo siguiente de todo lo dicho se había de desdecir aquel fraile; y para oír este segundo sermón no fue menester convidarlos, porque no quedó persona en toda la ciudad que no se hallase en la iglesia... Llegada la hora del sermón, subido en el púlpito, el tema que para fundamento de su retractación y desdecimiento se halló, fue una sentencia del santo Job, en el cap. 36, que comienza: Repetam scientiam 13
meam a principio et sermones meos sine mendatio esse probabo: “Tornaré a referir desde su principio mi ciencia y verdad, que el domingo pasado os prediqué y aquellas mis palabras, que así os amargaron, mostraré ser verdaderas”. Oído este su tema, ya vieron luego los más avisados a dónde iba a parar, y fue harto sufrimiento dejarlo pasar de allí. Comenzó a fundar su sermón y a referir todo lo que en el sermón pasado había predicado y a corroborar con más razones y autoridades lo que afirmó de tener injusta y tiránicamente opresas y fatigadas a aquellas gentes, tornando a repetir su ciencia, que tuviesen por cierto no poder salvarse en aquel estado; por eso, que con tiempo se remediasen, haciéndoles saber que a hombres de ellos no los confesarían, más que a los que andaban asaltando, y que publicasen esto y escribiesen a quien quisiesen en Castilla; en todo lo cual tenían por cierto que servían a Dios y no chico servicio hacían al rey. Acabado su sermón, se fue a su casa, y todo el pueblo en la iglesia quedó alborotado, gruñendo y mucho más indignado con los frailes que antes... Peligrosa cosa es y digna de llorar mucho [la condición] de los hombres que están en pecados, mayormente los que con robos y daños de sus prójimos han subido a mayor estado del que nunca tuvieron, porque más duro les parece, y aun lo es, decaer de él, que echarse de grandes barrancos abajo... de aquí es tener por muy áspero y abominable oírse reprender en los púlpitos, porque mientras no lo oyen, les parece que Dios está descuidado y que la ley divina es revocada, porque los predicadores callan. De esta insensibilidad, peligro y obstinación y malicia, más que en otra parte del mundo, ni género de gente consumada tenemos ejemplos sin número y experiencia ocular en estas nuestras Indias padecer la gente de nuestra España. Fuente: http://webs.advance.com.ar/ 1. No se conservan los textos autógrafos de los sermones. Los conocemos mediante un resumen que consigna fray Bartolomé de las Casas en su Historia de las Indias. Cf. primera edición crítica, Transcripción del texto autógrafo por M. A. Medina, fuentes bibliográficas J.A. Barreda, estudio preliminar y análisis crítico I. Pérez Fernández, Obras Completas T. 3-5 (Madrid 1994) 5, 1761-1762. Hemos respetado el estilo de Fr. Bartolomé y sólo hemos corregido la grafía, adaptándola a los usos modernos, y la redacción, cuando ésta resultaba demasiado abstrusa para el lector no especializado. 2. Luciano Pereña, La idea de justicia en la conquista de América, Madrid 1992, 16. 3. Cf. Id., 16-21.
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Cultura ibĂŠrica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
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Etnografía
Nociones básicas de la etnia caribe
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os amerindios caribales fueron uno de los primeros grupos que habitaron las Antillas Menores y sirvieron de inspiración al nombre de la región homónima de América. La familia lingüística caribe figuró entre las más importantes de Sudamérica, no sólo por el elevado número de tribus que la componían, sino por su marcado carácter expansionista. Sus centros de dispersión abarcaron las costas del norte de Colombia, Venezuela, y las Guayanas, extendiéndose hacia el norte de las Antillas Menores y otros puntos de las Antillas Mayores. Costumbres Los Caribes se agrupaban en clanes patrilineales que, poco a poco, en las Antillas, cedieron terreno a los matrilineales. Predominaba la exogamia y era frecuente la poligamia, siendo la posición de la mujer inferior a la del hombre. Cultivaban maíz, yuca, frijoles y frutas tropicales, especialmente en las Guayanas y las Antillas. La pesca constituía también parte de su actividad. Las primeras crónicas los describen como un pueblo agresivo y practicante del canibalismo. De hecho el término español caníbal es una deformación de caribe. Expansión La rápida expansión precolombina del pueblo caribe fue debida a su habilidad y conocimientos: eran expertos navegantes y constructores de canoas ligeras de gran capacidad. Los territorios ocupados se extendieron del norte del Amazonas (carijonas, panares), hasta la falda de los Andes, donde destacaron las tribus de yukpas, macoas, chaparros, caratos, parisis, kiri-kiris, etc.; y de la meseta brasileña a las fuentes de Xingú: tribus arara, yuma, palmella, bacairi, etc.
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La amplia expansión caribe propició el contacto, por lo general poco amistoso, con tribus arawak y tupíes. Su violencia los llevó a arrasar los poblamientos igneri pueblo arawak. Mataron y comieron a sus hombres y tomaron a sus mujeres, aunque los antropólogos se muestran divididos en cuanto a la realidad de tales leyendas, si bien el hecho de que las mujeres hablasen arawak fortalece la teoría. De esta manera surgieron diferencias culturales muy marcadas entre los caribes de una zona y otra, de acuerdo a las adaptaciones adquiridas por dichos contactos. Cuando los europeos llegaron a la zona (la primera que exploraron en el nuevo continente) los caribes libraban una guerra con la etnia de los taínos, a quienes iban venciendo. La llegada de los europeos Los caribes fueron desplazados por los europeos, y finalmente fueron casi exterminados durante el período colonial. Sin embargo, fueron capaces de conservar algunas islas, como San Vicente, Dominica, Santa Lucía y Trinidad. Los caribes de San Vicente que se habían mezclado con esclavos negros de un naufragio fueron deportados en 1795 a la isla Roatan, en Honduras, donde sus descendientes, los garífuna, todavía viven hoy. Los británicos vieron menos hostiles a los caribes de San Vincente, y les permitieron permanecer en esta isla. La resistencia caribe retrasó el establecimiento de europeos en Dominica, y las comunidades Caribe que permanecieron SanS.Vicente Cultura ibérica. Finales S. III,en inicios II a.C. y Dominica conservaron cierto grado de autonomía en el siglo XIX. El número de caribes en Dominica hoy es aproximadamente 3,000, aunque ya no queda ningún indígena que conozca su lengua (la lengua fue dada por muerta en el año de 1920). Varias palabras de origen caribe engrosaron las lenguas que se hablan en las Antillas: español, inglés o francés (en menor grado), por ejemplo: huracán, hamaca, maíz e iguana, entre otras. Fuente: http://enciclopedia.us.es
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Etnografía
Los garífuna Población total Idioma Religión Etnias relacionadas
600,000 Garífuna, español, inglés Cristianismo-Sincretista Caribe, afroamericanos
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os garífuna son un grupo étnico afrodescendiente que reside en varias regiones de Centroamérica, Caribe y Estados Unidos. También se les conoce como garifune o caribes negros. Se estima que son mas de 600,000 residentes en Honduras, Belice, Guatemala, Nicaragua, el sur de México y Estados Unidos. En realidad, el termino “garífuna” se refiere al individuo y a su idioma, mientras que garinagu es el término usado para la colectividad de personas. La versión más conocida de la aparición de los “caribes negros” nos lleva hasta 1635, cuando dos barcos españoles que llevaban esclavos hacia las Indias Occidentales desde lo que conocemos hoy como Nigeria naufragaron cerca a la isla de San Vicente. Los esclavos escaparon del barco y alcanzaron la isla, donde fueron recibidos por los caribes, quienes les ofrecieron protección. Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. Los matrimonios entre ellos formaron el pueblo Garinagu, conocidos hoy como garífuna. Este nombre se derivó de “kalipuna”, uno de los nombres usados por los caribes para referirse a ellos. Además de los náufragos africanos o exploradores previos venidos de África, se debe tener en cuenta que los caribes capturaron esclavos en sus luchas contra los británicos y franceses en islas vecinas y muchos de los capturados se fueron insertando en sus comunidades. Cuando los británicos invadieron la isla San Vicente, se opusieron a los asentamientos franceses y sus alianzas con los caribes. Al rendirse éstos 19
a los británicos en 1796, los “caribes negros” fueron considerados como enemigos y deportados, inicialmente hacia Jamaica y luego a Roatán, isla que pertenece hoy a Honduras. Los británicos los separararon, distinguiendo entre los que tenían mas apariencia de indígenas y los que tenían más parecido a los africanos, siendo estos últimos declarados como los “reales” enemigos que debían deportarse mientras que a los otros se les permitió permanecer en la isla. Más de 5,000 caribes negros fueron deportados, pero sólo unos 2,500 sobrevivieron al viaje hasta Roatán. Dado que la isla era muy pequeña e infértil para mantener la población, los garífuna solicitaron a las autoridades hispanas de Honduras que se les permitiera asentarse en tierra firme. Los españoles se los permitieron a cambio de usarlos como soldados y así se expandienon por la costa caribeña centroamericana. Hoy la mayoría de los garífunas se han asentado en el golfo de Honduras y, en particular, al sur de Belice, en la costa de Guatemala (alrededor de Livingston), en la isla de Roatán, en las ciudades costeras de Honduras y Nicaragua, así como en varias ciudades de Estados Unidos. Los garífuna hablan inglés, español, y garífuna. Los garífuna de Guatemala y Honduras hablan garífuna y español, mientras que los de Belice y de Estados Unidos también hablan inglés como idioma materno. Algunos Garinagu estadounidenses suelen tener el inglés como único idioma. Lengua y cultura Los garífuna, a pesar de su nombre caribe (proto-caribe, gariphona‚ hombres) hablan una lengua de la familia arawak, ya que de hecho a la llegada de los europeos existían numerosas comunidades caribeñas donde se hablaban variedades de caribe y arawak dentro de la misma comunidad. La lengua garífuna, junto con la danza y la música de esta etnia centroamericana, fue proclamada por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2001 e inscrita en 2008 en la Lista representativa del 20
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. A los garífuna también se les conoce por su estilo de música único, llamado punta. Entre las figuras profesionales más importantes de destacan Andy Palacio y Aurelio Martínez en el ámbito de la música, Salvador Suazo y Wingston González en las letras y el proyecto de mujeres garífunas Umalali. Se sabe de fuentes muy confiables que la mayor concentración de garífunas se encuentra en Honduras, país donde se conmemora el 12 de abril de 1797 como la llegada de afrodescendientes a la zona de Punta Gorda, Roatán, procedentes de la isla de San Vicente. Fuente: http://es.wikipedia.org/
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
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Museos
Parque Cultural del Caribe El Parque Cultural del Caribe es un complejo dedicado a promover el patrimonio natural, cultural e histórico del Caribe colombiano. Con más de 20,000 m2 de área, está ubicado en el Centro Histórico de Barranquilla y comprende, en su primera etapa, el Museo del Caribe y sus instalaciones complementarias: la Biblioteca Infantil Piloto del Caribe; la Mediateca Macondo, especializada en la obra de Gabriel García Márquez; una Sala Múltiple, una gran Plaza Pública con teatro al aire libre, zonas de juegos infantiles y zonas verdes. En su segunda etapa se complementará con un Centro de Documentación sobre el Caribe, el Museo de Arte Moderno de Barranquilla y la Cinemateca del Caribe, estas dos últimas, entidades con larga trayectoria que tendrán su sede definitiva en este espacio.
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Han pasado más de 14 años recuperando la relación de Barranquilla con el río Magdalena. Primero fue el edificio de la Aduana en 1995, que acogió la biblioteca Piloto del Caribe, dándole un aire de esperanza a una zona marginal de la ciudad. Posteriormente vinieron nuevos proyectos, el más ambicioso: el Parque Cultural, diseñado por el arquitecto GianCarlo Mazzanti, en Barlovento, un área profundamente deprimida. En ese lugar estratégico de la ciudad, donde el río que recorre más territorio colombiano desemboca en el mar Caribe, el gran centro cultural alberga el primer museo regional del país: el Museo del Caribe. Cuando el visitante llega a este centro, a través de videos, hologramas, audio y otros recursos museográficos, realiza un viaje por la naturaleza y por la gente de esta región que baña el mar. Todo empieza en una sala para la naturaleza que refleja la geografía del litoral. De ahí, a través de las tradiciones y la sabiduría indígenas, se llega a las gentes del caribe colombiano y su mestizaje (desde los nativos hasta los inmigrantes árabes, pasando por españoles y africanos). Enseguida está la sala para la palabra, la cual rinde homenaje a escritores, poetas y a la gran tradición oral que caracteriza esta región. La sala de la acción narra la historia social, económica y política desde los tiempos prehispánicos. La de las expresiones recoge la tradición artística, como la danza, la música y las fiestas, que no podría sino ibérica. hacer homenaje al inicios Carnaval Barranquilla, al Cultura Finales S. III, S. IIde a.C. Festival Vallenato, a las Corralejas y a otras fiestas tradicionales. Y el recorrido concluye con la sala Gabriel García Márquez, un merecido tributo a este personaje insigne no sólo de nuestro país sino de la identidad caribe. Así fue como Marcello Dantas, experto del Museo de la lengua portuguesa, interpretó los deseos de la directora Carmen Arévalo de recoger en un gran espacio cultural el sabor, el olor, las imágenes, los sonidos y las texturas de su querida región. Es decir, un lugar que incluyera el Caribe en todo sentido. Fuente: Redacción Cultura | elespectador.com 23
Loby del Museo del Caribe
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Arquitectura
Fortificaciones americanas
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or paradójico que pueda resultar, la historia de las fortificaciones americanas fue a veces la historia del fracaso de un modelo. Aunque las impresionantes fortalezas que se conservan parezcan desmentir tal afirmación, lo cierto es que los codificados modelos europeos de fortificación abaluartada en el siglo XVI se mostraron inoperantes Portobelo, Panamá ante unas tierras y unas circunstancias muy distintas. Uno de los ejemplos más significativos de la forma de concebir la defensa al principio fue el Castillo de la Fuerza en La Habana: realizado en la segunda mitad del siglo XVI, su ubicación en la plaza de armas lo convirtió en una ciudadela para el poder real y su representante –el gobernador que en lo esencial puede recordar otras ciudadelas de la monarquía española en ciudades europeas, cómo la de Aquila en Italia. Pronto se comprobó, sin Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. embargo, que lo más efectivo era que los puertos de las ciudades fueran protegidos desde el exterior mediante un sistema de fuertes y, con el tiempo, también se abordó la fortificación de toda la ciudad. Fue un, proceso lento, que conoció muchos fracasos y en el que intervinieron los más famosos ingenieros y militares de cada momento. El primer plan global para organizar la defensa del Caribe fue debido (entre 1586 y 1589) al maestre de campo Juan de Tejeda, que llevó con él como experto al ingeniero Bautista Antonelli. Se consolidó un sistema de defensa para las entradas a las bahías que en Europa ya se había experimentado y que consistía en dos fuertes enfrentados 25
capaces de cubrir con su artillería toda la entrada. Dos fuertes guardaron la entrada a la bahía de Portobelo, y dos fuertes guardaron la entrada a la bahía de La Habana. De estos dos últimos, trazados por Antonelli, el del Morro tenía en su interior edificios para vivienda de los soldados y el alcaide. Este mínimo trazado ortogonal pareció deficiente al ingeniero Spanoqui a fines del XVI y desde la corte se pretendió mejorarlo. Las críticas a las fortificaciones americanas por su adaptación al terreno comenzaron ya entonces y fueron durante siglos motivo de disensiones entre los ingenieros que trabajaron en ellas y los que en Madrid supervisaban lo realizado o incluso daban proyecto sin conocer el terreno. Como ejemplo de otro siglo podemos escoger el del ingeniero general Juan Martín Zermeño, modificando, en 1767, el proyecto hecho por Roncaf para Puerto Cabello. Santo Domingo, Acapulco, San Juan de Ulúa, Campeche, San Juan de Puerto Rico... éstos y otros muchos puertos fueron fortificados y sus fortificaciones renovadas a lo largo de los siglos para adaptarlas a las nuevas necesidades defensivas. Cristóbal de Roda, de la familia de los Antonelli, fue uno de los ingenieros que se ocupó durante años (1609-1632) de las fortificaciones de Cartagena de Indias, uno de los enclaves fortificados más espectaculares que se conservan hoy día y que sufrió frecuentes ataques de franceses e ingleses desde el siglo XVI. La construcción de las fortificaciones del Caribe no sólo diferenció a sus ciudades definiendo una imagen urbana presidida por las fortificaciones, sino que también fue una de las causas de la llegada de población negra para trabajar en ellas.El lograr que unos fuertes se relacionaran con otros para apoyarse mutuamente y crear así un sistema efectivo de defensa fue un proceso lento que en algunas zonas se logró ya en el siglo XVII, pero en otras hubo que esperar a las inversiones realizadas por la monarquía en el siglo XVIII para defender sus fronteras. Las fortalezas siempre defendieron la riqueza allí donde la hubiera. En Brasil, por ejemplo, las importantes fortificaciones de la Bahía de Todos los Santos se hicieron sobre todo cuando era ése el camino del comercio, pero en el siglo XVIII fue la Bahía de Guanabara, en la que estaba Río de Janeiro, la que recibió 26
La Habana, Cuba
más atención en materia de defensa por ser el puerto de salida de la riqueza minera. La expansión en las fronteras fue siempre acompañada de las formas abaluartadas y, así, lo mismo que el ingeniero Sabatini realizó en 1794 desde Madrid un interesante proyecto para la fortificación de toda la Luisiana, en el interior del Brasil se realizaron fortalezas en el siglo XVIII. Precisamente para frenar la expansión portuguesa fue para lo que se hicieron las fortificaciones españolas del siglo XVIIICultura en el ibérica. Río de Finales la Plata, siendo lasS.más importantes las S. III, inicios II a.C. de Montevideo. Es de notar que, a pesar de la envergadura de muchas de las fortificaciones americanas, el ingeniero Zermeño informaba en 1771 que en general estaban construidas sin la solidez y precauciones que en Europa, ya que no se pensaba que fueran a ser atacadas por grandes fuerzas.Eso era algo totalmente cierto al menos en las fortificaciones construidas en el interior, pues no habían sido los indios –sus armas– enemigos que requirieran grandes obras de defensa frente a ellos. Ya en el siglo XVI en Nueva España, la construcción de conventos, que podían hacer las veces de fortalezas llegado el caso, hizo innecesaria en algunas zonas la construcción de fuertes. La línea de 27
fortificaciones planteada por el virrey Mendoza (1535-50) en la Nueva España como frontera frente a los chichimecas fue continuada posteriormente para defender las rutas de la minería, pero resulta difícil conocer la arquitectura de Fuerte de San Felipe, Cartagena de Indias, Colombia esos presidios hasta que no llegamos al siglo XVIII. Fue entonces cuando el ingeniero J. de Urrutia proyectó una línea defensiva a base de fuertes, desde el Pacífico al Golfo de México, que se proyectaron cuadrados, de tapias, con capilla, viviendas, etc. La relación entre arquitectura militar y civil se manifiesta continuamente en la época moderna y en América quizá se puede decir que de manera especial. Puertas como la del Fuerte de San Felipe del Morro en San Juan de Puerto Rico o las bóvedas empleadas en Montevideo a imitación de las de su ciudadela ponen de manifiesto los préstamos de modelos arquitectónicos en todo lo que fue arquitectura pública, incluyendo en ésta las obras de defensa. Incluso se puede pensar que la quincha, esa mezcla de cañas y barro recubierta después con cal que se empleó en las construcciones de Lima por su ligereza, versatilidad y resistencia a los terremotos, coincidiera con la experiencia de un ingeniero militar que sabía de la construcción de tierra y fagina en algunas fortificaciones. Fuente: www.artehistoria.jcyl.es/ Editado por el Correo
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Reseña
De Colón a Castro: La historia del Caribe por Claudio Vadillo López* Un acontecimiento editorial para los estudiosos del Caribe es la primera edición en español que hizo en el 2010 el Instituto Mora del libro, De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969, escrito por Eric Williams, quien nació en Puerto España en 1911. Hijo de un afrotrinitario y de una mulata, estudió historia en la Universidad de Oxford, Inglaterra, y terminó su doctorado en 1938, siendo el primer caribeño que obtuvo el grado en esa disciplina. Según el autor de la Introducción del libro, Humberto García Muñiz, la tesis de Williams, se tituló “The Economic Aspects of the Abolition of the West Indian Trade and Slavery”, que se publicaría como libro en 1944 con el titulo de Capitalism and Slavery, donde Williams expuso una reveladora argumentación acerca de la implacable lógica capitalista en el proceso de surgimiento y desaparición del esclavismo en el Caribe, chocando con la historiografía británica del momento, que atribuía al humanitarismo la campaña que condujo a la eliminación del comercio de esclavos en el Reino Unido.1 Culturaacadémicamente ibérica. Finales S.en III,Estados inicios S.Unidos, II a.C. Cuba, Puerto Eric Williams se desarrolló Rico, y a partir de 1944 fue responsable de un área de la Comisión Angloamericana del Caribe, cargo que le permitió visitar casi todos los países de la región e impulsar estudios sobre agricultura, pesca, turismo, azúcar, relaciones comerciales e industria regionales. Finalmente rompió con la Comisión del Caribe cuando fue despedido para impedir que fuera candidato a la presidencia de la organización. 1 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969”. Instituto Mora, 2009. pag.21
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Emprendió entonces una carrera política participando en el Movimiento de Educación del Pueblo, a partir de 1950, cuya finalidad era construir en Trinidad y Tobago una base política mediante la educación popular. El 15 de enero de 1956, fundó el partido Movimiento Nacional del Pueblo. Siempre con una perspectiva política pancaribeana, federalista, fue el líder de la estrategia que conseguiría la independencia de Trinidad y Tobago en 1962. Con esta visión impulsó el proyecto de Comunidad Económica del Caribe que ideó y presentó en la primera reunión de jefes de gobierno de la Mancomunidad del Caribe de julio de 1963. A la fecha de su muerte el 29 de marzo de 1981, el proyecto estaba limitado y acotado, por lo que falleció inmerso en la decepción y el aislamiento político. El libro que nos ocupa, From Columbus to Castro: The History of the Caribbean, 1492-1969, fue publicado por primera vez en inglés en 1970. Resultado de casi treinta años de investigación, tuvo una finalidad académica y política simultáneas. Esta es una obra monumental, cuya elaboración justifica el autor al señalar que,”en términos tanto intelectuales como políticos, el Caribe es una expresión geográfica. No hay historia de la región caribeña en conjunto. En efecto, sólo en algunos pocos territorios del Caribe hay historias que merezcan llevar el mismo nombre”.2 “Este trabajo se diseñó para llenar ese hueco y para corregir las deficiencias. Su alcance es toda el área de las Indias Occidentales, incluyendo las Guayanas, ya sea que sus vínculos hayan sido o bien sean todavía británicos o franceses, españoles o estadounidenses, holandeses o daneses, o que hayan retirado o estén a punto de retirar el dominio extranjero de los siglos anteriores. Su objetivo es la integración cultural de toda el área, una síntesis de los conocimientos existentes, como un cimiento esencial de la gran necesidad de nuestro tiempo, una colaboración más estrecha entre los diversos países del Caribe, con su herencia común de subordinación al dictado de intereses”.3 El libro de Eric Williams es una cumbre a la historiografía caribeña, un esfuerzo intelectual de contenido erudito y objetivos universalistas. Es equiparable a obras como la Biografía del Caribe, de Germán Arciniegas, publicado en 1945 y al libro de 2 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pág.95 3 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pág.96
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titulo similar: De Cristóbal Colón a Fidel Castro. El Caribe frontera imperial, escrito por Juan Bosh y publicado por Casa de las Américas, también en 1970. Para Germán Arciniegas “la Tierra Firme es de los españoles: México, el Perú, la América Central, la Nueva Granada, Chile, la Plata: virreinatos, gobernaciones. Del Caribe, le interesan las islas grandes; Cuba, la Española. Pero quedan para uso y regalo de la piratería, islas menudas esparcidas por todo el mar; y las Antillas Menores… de estas islitas, unas son volcánicas, y otras apacibles
llanuras que
pudieron ser mesetas en la hundida cordillera. Vistas en el mapa forman una línea de puntos suspensivos. Los puntos suspensivos se usan en las novelas cuando el autor quiere dejar algo en penumbra de misterio, de emoción, de ironía…”4 Otro es el enfoque de Juan Bosh, quien afirma que “el Caribe fue conquistado y convertido en un escenario de debates armados de los imperios –y por tanto, en frontera imperial– debido a que la historia de Europa produjo de su seno el capitalismo mercantil y con él la competencia entre las naciones capitalistas que se repartían a cañonazos los territorios que se iban descubriendo en el Nuevo Mundo”.5
Para Williams el Caribe es aquella “área que es todas las islas y áreas en tierra firme cuyo desarrollo económico nos permiten considerarlas como parte de la escena del Caribe”.6 Dicho de otra manera, para Williams el Caribe tiene características que lo definen en sí mismo, que lo hacen diferente de Latinoamérica y distinguible enIII, toda Cultura ibérica. Finales S. inicios S. II a.C. América. Tiene una historia económica, social y política propia en el mundo. El Che Guevara juzgó que en Biografía del Caribe estaban ausentes los datos económicos7, los que por otro lado, para Bosh están subordinados a la narración de rebeliones, insurrecciones y acontecimientos político-militares. En cambio el libro de Eric Williams es un tratado de historiografía acerca de los 4 Arciniegas, Germán. Biografía del Caribe. Editorial Sudamericana. Novena Edición, 1966. pág. 186 5 De Cristóbal Colón a Fidel Castro. El Caribe frontera imperial. Casa de las Américas. 1981.pág.13 6 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pág.73 7 Véase Casa de las Américas. La Habana. Núm. 184 julio-septiembre 1991. pág.27
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hechos y procesos económico-sociales que configuraron esta región desde que la descubrió Colón y que generaron a lo largo de cuatro siglos una relación de dependencia con el capitalismo metropolitano, simultáneamente a una perspectiva política anticolonial y nacionalista para cambiar esta situación. Con este enfoque analítico Williams otorgó un lugar central en la historiografía caribeña a la esclavitud afirmando que “en el siglo XVI los negros habían sido llevados al Caribe para establecerse y perpetuarse, donde se les permitieran sus costumbres tribales africanas –como el coumbite y el vudú en Haití, el arte del bush negro en Surinam, el shangó y el susu en Trinidad– para producir una civilización en el Caribe en la que, como dice Paulo Freyre de Brasil, “Europa reinaba sin gobernar; era África la que gobernaba”. Hacia mediados del siglo XVI el cambio etnológico que había ocurrido en el Caribe en tan sólo 50 años –a pesar del pequeño número de negros introducidos en comparación con periodos posteriores– era tan notable que el historiador Herrera en su Historia de las Indias escribió acerca de La Española: “En esta isla hay tantos negros como resultado de las fábricas de azúcar, que la tierra parece una efigie o imagen de la misma Etiopía”.8 Para el historiador trinitario, las características de la economía metropolitana, demandante de materias primas, propiciaron que en el Caribe se realizara un cambio etnológico y demográfico inédito en el mundo al afirmar que “el desarrollo de la economía del azúcar en Jamaica en el siglo XVIII completó la transformación etnológica que había empezado en La Española en el XVI y proseguía en Barbados en el XVII. A medida que la industria del azúcar se tornaba promisoria para los grandes capitalistas, fue apoyándose cada vez más en el trabajo de negros. El cuadro demográfico del siglo XVIII en el Caribe mostraba una proporción constantemente creciente de negros por cada blanco. En 1698 había un blanco por cada seis negros en Jamaica. En 1703 la isla tenía 3,500 hombres blancos y 45 mil esclavos. En 1778 los blancos sumaban 18,420 y los esclavos 205,261, una proporción de más de once negros por cada blanco.9 8 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pág.127 9 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pág.189.
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En su perspectiva económica de la historia Colonial del Caribe, Williams siempre tiene presente la ubicación del archipiélago en la correlación de fuerzas internacional, enfatizando la forma en que el proceso económico caribeño impactó a las metrópolis, por ejemplo cuando señala que “lo que las Indias Occidentales habían hecho por Sevilla en España en el siglo XVI, lo hicieron por Bristol en Inglaterra y para Burdeos en Francia en el siglo XVII. Cada ciudad se convirtió en la metrópoli del comercio del país con el Caribe, aunque ni Bristol ni Burdeos gozaron del monopolio que se había concedido a Sevilla. En 1661 únicamente un barco, que era holandés, llegó a Burdeos de las Indias Occidentales. En 1685 zarparon 49 barcos de ese puerto hacia las Indias Occidentales… La base y sostén de este asombroso florecimiento comercial eran los esclavos negros, “la fuerza y sostén de este mundo occidental”.10 Williams aporta a la historiografía económica caribeña, demostrando con detalle la importancia trascendental de la esclavitud al afirmar que “el comercio de esclavos era central en el comercio triangular. Era, en palabras de un mercantilista británico “el manantial y el origen del que fluyen los demás”, “el principio y los cimientos de todo el resto”, replicaba otro, “el muelle principal de la máquina que pone todas las ruedas en movimiento. El trafico de esclavos mantuvo girando de la Cultura ibérica. Finaleslas S. ruedas III, inicios S.industria II a.C. metropolitana; estimuló la navegación, la construcción de barcos y dio empleo a marineros; hizo crecer aldeas de pescadores hasta convertirlas en ciudades florecientes; dio sustento a nuevas industrias basadas en el procesamiento de materias primas coloniales, produjo enormes ganancias que se reinvirtieron en la industria metropolitana y, finalmente, dio paso a un comercio sin precedente en las Indias occidentales y colocó los territorios caribeños entre las colonias más valiosas que el mundo ha conocido”.11 10 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969.Instituto Mora. 2009. pág.230 11 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pág.235.
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Su análisis de la estrecha interrelación entre los fenómenos económicos
y
políticos se revela de manera magistral en su descripción de la revolución haitiana, porque Williams se aleja del realismo maravilloso de Carpentier, de las explicaciones antropológicas de Arciniegas y de la apología del heroísmo de la sublevación esclava de Juan Bosh, para hacer una reflexión rigurosa de la economía y la estructura social de la sociedad isleña, afirmando que “el progreso de Saint-Domingue desde 1783 (el año de la independencia de Estados Unidos de América) a 1789 (el año del estallido de la revolución francesa) es uno de los fenómenos más asombrosos en la historia del imperialismo… abastecía a la mitad de Europa con productos tropicales. Sus exportaciones eran una tercera parte más de todas las de las Indias Occidentales británicas sumadas; su comercio empleaba 1,000 buques y 15,000 marineros franceses. Saint-Domingue era el primer productor de azúcar del mundo, la joya del Caribe.12 Continúa Williams describiendo que “en 1789 la estructura social de SaintDomingue consistía en cinco clases. La primera era la de los plantadores… La segunda era la de los oficiales reales… Luego seguían los blancos pobres, los capataces, los artesanos… Los tres grupos de blancos sumaban 40 mil individuos. Debajo de ellos estaba la cuarta clase, los mulatos y los negros libres, que eran 28,000 poseedores de una tercera parte de las propiedades y dueños de una cuarta parte de la propiedad personal de la Colonia, pero a quienes se negaban la igualdad social y política con los blancos. Por último estaban 452 mil esclavos, muchos de ellos recién llegados de África, sobre quienes se cimentaba la prosperidad y la superioridad de Saint-Domingue”. La revolución francesa cayó sobre esta sociedad como un trueno,13 agudizando las contradicciones sociales y estimulando la revuelta de los negros y mulatos contra los blancos. Además, “la revolución de mulatos y esclavos en SaintDomingue condujo a la renovación de la lucha del siglo XVIII entre Gran Bretaña y Francia en el Caribe.14
12 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pag.331. 13 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pag.341 14 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pag.344
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Williams explica con erudición la historia caribeña, en su estrecha interacción de ida y vuelta con las metrópolis europeas, a lo largo de setecientas páginas, en capítulos que llevan por títulos: Hacia Occidente; Cristóbal Colón y el descubrimiento de las Indias Occidentales; Oro y Azúcar; Capital blanco y mano de obra de color; El colonialismo español; El nacionalismo colonial; La gallera de Europa; Los blancos pobres; El rey azúcar; Capitalismo y esclavitud; El sistema exclusivista; Colonos blancos contra colonos negros; Acabad con la infamia; Abajo el colonialismo. La revolución norteamericana; Abajo el colonialismo y la esclavitud. La revolución de Haití: Colonialismo y esclavitud después de la revolución haitiana; La abolición del sistema esclavista en el Caribe; La experiencia del trabajo libre; La inmigración asiática; La economía azucarera en las Indias Occidentales en el siglo XIX; La lucha por el mercado mundial del azúcar; El colonialismo en el siglo XIX; Destino manifiesto; El Mediterráneo americano; El reinado estadounidense del azúcar; El colonialismo del siglo XX; El movimiento colonial nacionalista; El castrismo; El futuro del Caribe. En los dos capítulos finales, quien fuera primer ministro de Trinidad y Tobago culmina su análisis construyendo una postura propia frente a la realidad caribeña de los años sesentas del siglo XX, de la que él es un protagonista como constructor de la independencia de su país, en el contexto generado por la revolución cubana. Williams el historiador del Caribe afirma que, “la revolución de Castro de 1958 fue un tardío intento de ponerse al día con el movimiento nacionalista del resto del Caribe… La Cuba anterior a Castro estaba atrasada en el Cultura ibérica.noFinales S. subdesarrollada, III, inicios S. II a.C. mismo sentido que la mayor parte de los países de África y de Asia. Por el contrario, figuraba entre los países altamente desarrollados de Latinoamérica. El atraso de Cuba se debía principalmente al hecho de que estaba a merced de fuerzas externas en el mercado mundial”.15 Consecuente con su caracterización de la realidad del universo caribeño, afirma que “el programa inicial de Castro era el tema recurrente de los nacionalistas caribeños... 15 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pág.591
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El rasgo esencial de la revolución de Castro era el sentimiento anti Estados Unidos”.16 La reflexión de Eric Williams sigue la secuencia de la radicalización del gobierno de Castro al sostener que, “Estados Unidos produjo la comedia de la invasión de Bahía de Cochinos en abril de 1961. El resultado fue una resonante victoria para Castro, quien, a partir de ese momento y con sus características audacia, siguió agravando la situación al colocarse el mismo firmemente en el campo soviético y declarando ser marxista-leninista. Tal como había profetizado Jrushov en las Naciones Unidas en septiembre de 1960, Estados Unidos hizo de Castro un comunista.”17 Coincide Eric Williams con el enfoque del liberal Germán Arciniegas, para quien “la revolución cubana introdujo un ingrediente totalmente nuevo en el desarrollo político de América… El líder Fidel Castro organizó su expedición en México y una vez en la Sierra Maestra, su grupo fue creciendo hasta desbordar… Lo que luego acaeció, la conversión al marxismo comunista, el desprendimiento de la sociedad de naciones americanas, el repudio al pacto de Río de Janeiro, y la íntima vinculación a Rusia y China, implicaron un cambio radical no simplemente en los principios originales de la revolución, sino en los conceptos corrientes de los demócratas de América… Cuba quedó así incorporada no a la historia de occidente, sino del oriente comunista.”
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Otro es el punto de vista de Juan Bosh, para quien “la historia del Caribe tenía una coherencia; seguía una ley que se hallaba inscrita en lo más profundo de sus raíces. Región del mundo americano modelada por la violencia que la había convertido en una frontera imperial, su única manera de avanzar hacia un destino mejor era respondiendo a la escalada de la agresión con la escalada de la revolución; y para librarse de la opresión norteamericana, el camino de la revolución cubana era el del socialismo. Fidel Castro no tenía opción.”
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La revolución cubana, su proyecto socialista, fue interpretado por el liberal Arciniegas como una desviación del proyecto ideológico liberal y democrático de 16 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969”. Instituto Mora. 2009. pág.592. 17 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pág.596 18 Arciniegas, Germán. Biografía del Caribe. Editorial Sudamericana. Novena Edición, 1966. Capítulo XX. Entre Ariel y Calibán. F. Castro.pag. 623-625.
19 De Cristóbal Colón a Fidel Castro. El Caribe frontera imperial. Casa de las Ameritas. pag. 337.
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América, en tanto que para Juan Bosh fue la culminación lógico histórica de la centenaria lucha de los pueblos caribeños por liberarse de la opresión imperialista. Para el historiador y político Williams, “marxista-leninista o no, la revolución cubana sigue siendo la revolución de Castro, y el partido Comunista no tiene poder en Cuba. En lo referente al resto, el programa de Castro es simplemente nacionalista, comprensible y aceptable para cualquier otro nacionalista caribeño. El lugar de honor lo ocupan los logros en educación”.
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La gigantesca obra de Williams es el sustento para proponer al final del texto que “el verdadero caso de la unidad de los países de la Mancomunidad del Caribe está en la creación de un frente más desarrollado para tratar con el mundo externo: diplomacia, comercio exterior, inversión extranjera y asuntos semejantes. Sin un frente similar los territorios continuarán siendo juguetes de los gobiernos inversores extranjeros. Para aumentar el “poder de contrapeso” de las pequeñas unidades vis a vis los fuertes gobiernos y compañías del extranjero, se requiere que busquen la creación de un centro único de toma de decisiones frente al mundo exterior”.21 El esfuerzo intelectual de Eric Williams fue un paso fundamental en el proceso de autoconocimiento de los pueblos caribeños y de América toda. Sus aportes ayudaron a fundamentar en el devenir histórico la lucha y antiimperialista de los Cultura ibérica. Finalesemancipadora S. III, inicios S. II a.C. pueblos del Caribe y de América Latina. Ahora que ha sido traducido al español, su lectura, ya imprescindible con anterioridad, es imperativa para los estudiosos del Caribe. *Claudio de Jesús Vadillo López nació en 1954. Doctor en Antropología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, INAH, 1999. Profesor-Investigador Titular C de la Licenciatura de Historia de la Escuela Nacional de Antropología e Historia 1989-2009. Autor del Guión y Curador de la Colección del Museo de Ciudad del Carmen, Campeche. 1997.
20 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969. Instituto Mora. 2009. pag.597 21 De Colón a Castro: la historia del Caribe 1492-1969.Instituto Mora. 2009. pág..628
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Directorio
INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA DIRECTOR GENERAL ALFONSO DE MARIA Y CAMPOS CASTELLÓ SECRETARIO TÉCNICO
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MÉXICO, D.F., 1º DE MARZO DE 2011.
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