de las Culturas del Mundo
CORREO
Mural de la iglesia de San Juan Bautista en el río Jordán que muestra el nacimiento de Jesucrist
Vol. IX, número 81, 15 de marzo de 2011
Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural
En este número: • • • • • • • • • • •
Caral, la ciudad más antigua de América Palabras de Ruth Shady Solís sobre Caral Tronos del mundo en Versalles La herencia budista de Pakistán Málaga milenaria Los budas de Bamiyan, policromados La crisis de Gaza según Noam Chomsky e Ilan Pappé Dimite ministro de antigüedades egipcio El Museo Británico adquiere los marfilers de Nimrud Secretos de la ruta de la seda Samarcanda de Amin Malouff
Correo de las Culturas del Mundo Director
Leonel Durán Solís
Editor en jefe
Mariano Flores Castro
Consejo editorial
Lourdes Arizpe Luis Barjau Raffaela Cedraschi José Fierros Mariano Flores Castro Alejandra Gómez Colorado Linda Manzanilla Carlos Montemayor † Gerardo P. Taber Benjamín Preciado (Colmex) Juan José Ramírez Bonilla (Colmex) Silvia Seligson Rodolfo Stavenhagen (Colmex)
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“Levantemos la mirada fuera de las fronteras de México para
captar y analizar los nuevos desafíos que enfrentamos en la era de la globalización”.
Lourdes Arizpe
“ […] el pluralismo cultural constituye la respuesta política
al hecho de la diversidad cultural. Inseparable de un contexto
democrático, el pluralismo cultural es propicio a los intercambios culturales y al desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública.”
“La defensa de la diversidad cultural es un imperativo ético,
inseparable del respeto de la dignidad de la persona humana.” Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural
Arqueología
Caral, la ciudad más antigua de América por Mario Vargas Llosa
Cuando la arqueóloga Ruth Shady Solís llegó hasta aquí, en 1993, y se instaló a vivir
en una carpa para iniciar sus investigaciones, esta gigantesca explanada salpicada de colinas (que en verdad eran adoratorios y templos) y cercada por los contrafuertes color tierra de las estribaciones de la Cordillera de los Andes debía parecer un paisaje lunar. Imponente y bellísimo, eso sí, con su profundo silencio, su soledad, sus piedras milenarias y la miríada de estrellas chisporroteantes iluminando las noches despejadas. Durante mucho tiempo sus únicos compañeros fueron los zorros, las lagartijas y alguna que otra culebra del desierto. Ruth no fue el primer arqueólogo en saber que la zona de Supe-Barranca-Pativilca del litoral peruano escondía restos arqueológicos. Existía un catastro que, desde años atrás, lo señalaba. Pero lo que ni ella, ni nadie, podía sospechar era la magnitud de las construcciones –templos, sepulturas, plazas, anfiteatros, altares– enterrados en aquel páramo y, mucho menos, su milenaria antigüedad. Algún día se escribirá una biografía de Ruth Shady Solís y, aunque todo lo que en ella se cuente sea estricta verdad, se leerá con el hechizo que se leen las buenas novelas. Su padre era un judío centro-europeo que llegó al Perú huyendo de las persecuciones antisemitas, un hombre culto y apasionado del pasado y de las piedras cargadas de historia, que la llevaba de niña a recorrer los monumentos prehispánicos de los alrededores de Lima y, más tarde, del resto del Perú. Su vocación por la arqueología fue, pues, precoz. Estudió en San Marcos. En los años ochenta hacía trabajo de campo en Bagua, una región amazónica que por aquella época se vio ensangrentada por las acciones terroristas y antiterroristas, que causaron estragos entre las comunidades nativas. Ruth debió dejar Bagua, muy a su pesar, y estuvo un tiempo vacilando entre distintos lugares donde concentrar su trabajo. El día que
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eligió Caral se encontró con su destino, como diría Borges. Diecisiete años después se puede decir que ella ha protagonizado la más extraordinaria aventura que puede vivir un arqueólogo: haber sacado a la luz, de cabo a rabo, toda una civilización, de un elaborado refinamiento en su organización social y económica y en su destreza constructora, que ha añadido algunos miles de años de historia al continente americano. Porque los templos y las murallas de Caral, sus pirámides, sus plazas circulares y sus entierros y depósitos se extienden por un espacio considerable: unos 300 km de ancho por 400 km de largo. Su apogeo es contemporáneo del Egipto de los faraones, las ciudades sumerias de Mesopotamia y unos 1,800 años anterior al de los mayas. No sólo fue suerte y oportunidad lo que le permitió esta formidable hazaña creativa. También, y acaso sobre todo, perseverancia, fe, pasión, y un espíritu pragmático que, enriquecido por una vocación vivida como una mística, permitieron a Ruth ir venciendo los innumerables obstáculos que jalonaron estos 17 años. Ella es una persona discreta y no se jacta de sus logros. Pero basta escucharla explicar lo que se ha podido saber de la civilización Caral –su aguzado espíritu comercial y de intercambios con todo su entorno, el protagonismo de la mujer en la vida social, su ingeniosa manera de servirse del medio ambiente adaptándose a él sin sentir la energía Cultura ibérica. Finales S. depredarlo– III, inicios S. para II a.C. que la anima. Es algo que Ruth ha sabido contagiar a sus colaboradores, una veintena de arqueólogos, hombres y mujeres jóvenes en su mayoría, que transpiran entusiasmo y cuyos esfuerzos han convertido estas ruinas en uno de los lugares más interesantes y bellos del Perú. Pues, ahora, hay en Caral centros de información, laboratorios, tiendas, librerías, comercios de objetos folclóricos y guías para turistas, construidos con buen gusto y perfecta adecuación al paisaje. Gracias a acuerdos suscritos con diversas universidades del mundo, científicos de muchos lugares vienen a participar en los trabajos e investigaciones que continúan en toda la región. El día que yo estuve allí, llegaba una vasta delegación de japoneses.
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Entre los percances que debió vencer Ruth en estos 17 años consagrados a Caral, figura una emboscada a la camioneta en que ella venía de la costa, acompañada de un chófer, con el dinero de la planilla para los trabajadores. La pandilla de asaltantes había bloqueado la trocha con pedruscos. Recibió al vehículo con una lluvia de balas. Ruth ordenó a gritos al conductor que no se detuviera. La camioneta consiguió franquear las piedras dando bandazos y escapar. Pero tanto Ruth como el chófer recibieron disparos en el cuerpo y llegaron al hospital desangrándose. Ocurrió en el año 2003 y el jefe de la banda de los frustrados forajidos, apodado Orejas, anda todavía suelto, cebando su gran panza cervecera en los bares de Supe y de Huacho. A quien quiera escucharlo acostumbra decir que con los dólares que lleva en el bolsillo no hay policía ni juez que lo ponga entre rejas. Ahora, esos sobresaltos son anécdotas que Ruth comparte con los amigos, pero no debieron ser divertidos cuando los
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padeció. Ellos dan apenas un indicio de todas las pruebas que la arqueóloga de Caral debió enfrentar para sacar adelante su magna obra. Hay gente que tiene una fértil imaginación arqueológica, que fácilmente le permite reconstruir, a partir de los restos y vestigios desenterrados por los arqueólogos, los palacios, los puentes, los templos y las plazas que alguna vez fueron y las costumbres de los hombres y mujeres que los habitaron. Yo carezco de esa aptitud. A mí me cuesta llevar a cabo esa restitución de lo ido y, por eso, las ruinas arqueológicas me suelen dejar indiferente y aburrirme. A no ser que la belleza del entorno natural sea un atractivo suplementario al histórico, como ocurre en Machu Picchu. Pero, en la visita a Caral, me he sentido no sólo interesado, también conmovido. Tal vez porque el paisaje en que se alzan los templos, hecho de desiertos y montañas peladas, es sobrecogedor y deslumbrante, un gran estímulo para la imaginación. Tal vez porque las construcciones desenterradas están en buen estado y facilitan al visitante concebir más fácilmente que otras aquellos ritos y funciones para las que sirvieron. O tal vez por la vivacidad y el amor con que Ruth Shady Solís nos va informando –indiferente al destemplado sol que taladra los cráneos de los visitantes– sobre aquellos antiquísimos ancestros. Eran gente bastante atractiva, a primera vista. No parecían tener una inclinación preferencial por la guerra y la matanza, porque casi no figuran las armas entre los utensilios que colocaron en sus entierros. Practicaban los sacrificios humanos, desde luego, pero, al parecer, de manera esporádica. De otro lado, su sentido musical debía ser muy desarrollado, a juzgar por las delicadas Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. cornetas y flautas traversas de hueso de auquénidos y de venados que se han encontrado a orillas del gran anfiteatro circular –el círculo y la espiral son figuras constantes de su arquitectura– que preside la ronda de pirámides de Caral. Me despido de este lugar sin esa anticipada melancolía que suele embargarnos al partir de un lugar hermoso y hospitalario. Porque tengo la absoluta certeza de que volveré aquí muchas veces todavía. Fuente: © www.elpais.com/articulo/opinion/
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Arqueología
Ruth Shady Solís sobre Caral
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a Ciudad Sagrada de Caral fue descubierta por la arqueóloga Ruth Shady Solís y fue puesta en valor por un equipo de jóvenes arqueólogos que sienten un justificado orgullo. Ruth ha brindado varias entrevistas, de las cuales reproducimos aquí algunos fragmentos relevantes. Desde niña, mi padre, Gerardo Shady, un agrónomo que nació en Praga y vino al Perú por el problema de la guerra, me llevaba a pasear por los restos arqueológicos del Perú, y me traía libros de historia que me fascinaron, yo me los devoraba. Él adoraba la historia del Perú y sus restos arqueológicos. Todos los domingos programaba visitas a los pueblos. “Él me llevó a Cantamarca y me hacía ver los restos arqueológicos. A mi madre, una peruana más bien tradicional, no le gustaba que me llevara a los lugares arqueológicos, pero yo estaba encantada.” Mi padre me tradujo el libro de Ernst Wilhem Middendorf sobre Chavín de Huantar. Cada cumpleaños me regalaba libros de Historia. El me compró la colección de Garcilaso de la Vega. La Historia de América. Varias colecciones. Yo me he leído todos los premios Nobel de Literatura. Él nos reunía con mis primos, y nos premiaba con plata a los que contestaban sus preguntas. Así, a los 9 años, yo sabía bastante sobre literatura. Cuando nosotros deseábamos trabajar en los restos arqueológicos de Bagua y no se encontraba el Apu de la región, no lo podíamos hacer. Teníamos que esperarlo para que él decidiera darnos el permiso. Sus valores culturales son 8
diferentes a los de otros lugares del Perú. Y lo que menos soportan es que se ingrese a sus asuntos inconsultamente. Los pobladores actuales participan en la valoración de Caral. Nosotros hemos trabajado de tal modo que ellos sientan que Caral es suyo, parte de ellos, de su historia, y por el que deben sentirse orgullosos. El Perú debe integrarse en torno a la idea de una civilización originaria, la que ahora se descubre estaba a la altura de las civilizaciones más prestigiosas del planeta, simultáneamente con Mesopotamia, Egipto, India y China. La única forma para sobrevivir en un territorio como este es con creatividad. Los que no eran creativos se quedaron. Yo he leído sobre Mesopotamia y Egipto. Acá fueron diferentes pero exitosos. Caral es un punto de reflexión para los peruanos. ** Lo que les puedo decir es que en Caral no hay indicios de violencia militar, aunque sí hubo violencia para aquel que no cumplía con las normas de la sociedad; el control se hacía a través de la religión. Fue la religión el instrumento de control y coerción que la sociedad tuvo, y que fue ejercido por el grupo que la dirigía. El poder en la población de Caral lo detentaba un grupo de individuos, sobre la base de sus conocimientos directamente vinculados con la reproducción de las condiciones materiales para la supervivencia de la población. Este grupo el encargado de Cultura ibérica. Finalesde S. dirigentes III, inicios S.era II a.C. hacer las observaciones astronómicas para elaborar el calendario y así indicar los períodos de tiempo más convenientes para realizar las diversas actividades económicas. Ellos fijaban las fechas de la siembra y de la cosecha; dirigían la construcción de las terrazas de cultivo y la apertura de los canales de riego; conducían el comercio entre pescadores y agricultores; y hacían llegar los productos hasta largas distancias, en la costa, sierra y selva. Las construcciones que se hicieron en Caral estuvieron relacionadas con ciertas orientaciones obtenidas de observaciones astronómicas, y es probable que ellas fueran erigidas para ciertos astros, que representaban a los dioses, 9
reguladores de la vida social. Al Sol, la Luna y las cuatro cabrillas, el lucero, etc. (que ellos representaban como seres divinos) les construyeron templos en los cuales se celebraba una serie de rituales de reconocimiento por los beneficios que de ellos recibían. En esas ceremonias y rituales comprometían a toda la sociedad. En suma, el poder que alcanzaron estos señores se cimentó en el conocimiento que ellos poseían y en el ser intermediarios con los dioses, para garantizar el orden social y la reproducción de las condiciones de vida materiales de la sociedad. Ellos desarrollaron conocimientos de matemáticas, geometría, medicina, que quedaron plasmados en las obras que ahora excavamos los arqueólogos. Hemos descubierto templos de 18 metros de altura que se han mantenido estables por miles de años, construidos con piedras y barro, conformados por terrazas y plazas. También observamos los tratamientos médicos que administraban, por ejemplo, con hojas de sauce, que ahora sabemos contienen ácido salicílico, principio activo de la aspirina y se usa para aliviar el dolor; y otros preparados que aún no conocemos bien, cuyas evidencias estamos recuperando.
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La religión, entonces, fue el instrumento de cohesión, pero también de control. Al que no cumplía, al que no iba a trabajar a la ciudad, en la construcción, en la limpieza y mantenimiento de los canales, en la siembra y cuidado de las chacras de los Ruth no fue el primer arqueólogo en dioses, entonces le iba a ir mal, saber que la zona de Supe-Barrancano iba a tener buenas cosechas, Pativilca del litoral peruano escondía sus acciones fracasarían. A través restos arqueológicos. Existía un catastro de la religión, por otro lado, esas que, desde años atrás, lo señalaba. Pero formas de vida colectiva se lograron lo que ni ella, ni nadie, podía sospechar fijar, fortaleciendo la congregación era la magnitud de las construcciones y la celebración en ciertas fechas. –templos, sepulturas, plazas, anfiteatros, altares– enterrados en aquel páramo y, Así la gente fue desarrollando una mucho menos, su milenaria antigüedad. identidad de colectivo, de grupo. La religión cumplió un rol muy importante en esta etapa del desarrollo de la civilización, como cohesionador social y como control de la población, para el cumplimiento de las normas que la clase dirigente imponía. Los arqueólogos norteamericanos que aparecen en algún documental que se hizo sobre Caral, y que se mostró en algunos países europeos, se presentaron ante nosotros manifestando su deseo de ayudarnos, pero después mostraron su verdadero interés de pasar como los investigadores de Caral, como los directores del proyecto, que jamás fueron. Culturacosa ibérica. Finales S. III, inicios Nosotros S. II a.C. hicimos las aclaraciones pertinentes, reconocimos su aporte económico para la realización de algunos análisis radiocarbónicos de Caral, con fondos que obtuvieron de las instituciones para las cuales trabajan, pero hemos sido enfáticos en afirmar que ellos jamás hicieron excavaciones en Caral, que no participaron en las investigaciones en el sitio y que no formaron parte del Proyecto Arqueológico. Fuentes: www.encuentrocientificointernacional.org/ http://terraeantiqvaefotos.zoomblog.com Editado por el Correo 11
Caral
Exposición
Tronos del mundo en Versalles
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n los grandes salones del castillo de Versalles, hasta el 19 de junio, se presentan algunos tronos llevados de todos los horizontes, de todos los tiempos, símbolos de la autoridad y de su permanencia. Estos asientos, del más extravagante al más extremadamente simple, de la portantina del papa León XIII enguirlandada de ninfas desnudas en madera dorada, regalo de Grassi de Venecia, hasta el taburete real del Camerún, forrado de perlas de vidrio coloreado, nos hablan de la representación del poder imaginado por el hombre a través de las edades, del antiguo Egipto a Persépolis hasta la pequeña isla de Negaste, en Indonesia, y de ahí al reino de Siam. Cualquiera que sea el continente, Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. el arsenal simbólico del poder sigue siendo el mismo: silla magnificada sobre una grada, pies colocados sobre un taburete, techumbre protectora, composición animada de un bestiario fantástico. Un enfoque inédito. “Tronos en majestad”. Abierto todos los días excepto el lunes, de 9 a 17:30 horas, hasta el 31 de marzo de 2011. Fuente: www.trones.chateauversailles.fr 13
Trono de Luis XVI
Trono de Inocencio X
PalanquĂn real, Tailandia, s. XIX
Trono veneciano, siglo XVIII
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Exposición
La herencia budista de Pakistán: el arte de Gandhara por Carmen Fernández-Daza
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l arte de Gandhara es el nombre de la exposición que acoge la Asia Society y que será presentada hasta el 29 de mayo en su sede neoyorquina. Se trata de una muestra sin precedentes que brinda la oportunidad de conocer el rico patrimonio artístico, heredado de la tradición budista, de la región pakistaní de Gandhara. La muestra comprende tanto Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. ejemplos de escultura monumental, como relieves y pequeñas piezas de oro y bronce, objetos muchos de ellos nunca expuestos con anterioridad en Estados Unidos. La herencia budista de Pakistán refleja la coyuntura histórica y cultural que vivió Gandhara en la antigüedad, llegando incluso a desarrollar un estilo de 15
arte totalmente original e independiente, fruto de un complejo entramado de influencias. Tradiciones como la escita, la persa o la grecorromana alimentaron la extraordinaria producción artística de esta región del siglo I a.C. hasta el V d.C. “A pesar de la idea actual de Pakistán como un lugar de un violento extremismo, la región tiene una antigua tradición de tolerancia y pluralismo, como pone de manifiesto la supervivencia de estos espectaculares ejemplos de arte de Gandhara”, explica Melissa Chiu, directora del Asia Society Museum. El budismo y el arte Gandhara En su época de esplendor, el reino de Gandhara ocupaba un vasto territorio que abarcaba desde Bamiyán –en Afganistán–, Bactria y el Hindu Kush, hasta la región india del Punjab. Prácticamente todo el arte legado por esa dilatada región es de origen budista. El budismo llegó a Gandhara por primera vez en el siglo III a.C., gracias sobre todo a la Ruta de la Seda, que conectaba las culturas del Mediterráneo con China, y que a través de sus largos recorridos expandió esta novedosa religión. Sin embargo, fue entre los siglos II y IV d.C., bajo el dominio de la dinastía Kushana, cuando Gandhara vivió su época dorada y el arte alcanzó su mayor esplendor. Los Kushana eran un pueblo procedente de las estepas de Asia Oriental que invadieron Bactria y posteriormente el noroeste de la India y lo que hoy es Pakistán. Si bien no eran inicialmente seguidores del budismo, Kanishka, monarca del siglo II, se convirtió en uno de los mayores mecenas y patrocinadores de esta filosofía. Como consecuencia, fue también una región Bodhisattva-Maitreya de pie
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de gran importancia para el desarrollo de las imágenes de Buda y de su vida, así como por su novedoso concepto de bodhisattvas, que finalmente se convirtió en un componente esencial de la tradición budista Mahayana. La exposición está organizada en tres secciones atendiendo a su temática. Conexiones con lo clásico, la primera sección, examina los tempranos vínculos con el mundo clásico, en contraste con el arte budista procedente de la India. La influencia de la cultura grecorromana en la región se inició con su conquista por Alejandro Magno, aunque los indo-griegos que ocupaban Gandhara alrededor de 180 a.C. fueron los responsables de la influencia helenística evidente en los primeros trabajos artísticos. Decoración de temática mitológica de Grecia y elementos arquitectónicos occidentales, como capiteles corintios, se pueden admirar en esta sección. La segunda sección, Narrativa y contexto arquitectónico, examina la combinación de las características locales con elementos derivados tanto de India como de occidente encontrados en la arquitectura de Gandhara. Ejemplo de ello es un estupa característico del arte de Gandhara. Esta sección también incluye relieves narrativos que representan escenas de la vida de Buda, y que proceden de estupas y otros monumentos. Los relatos muestran las grandes diferencias estilísticas entre la obra de artistas de Gandhara con representaciones procedentes norte de India. Cultura ibérica. Finales S. de III, artistas inicios S.del II a.C. La tercera sección de la muestra, Budas y Bodhisattvas, explora la diversidad visual de la imaginería en torno a budas y bodhisattvas en Gandhara y cómo esto se relaciona con el carácter polifacético del budismo en la región. En este apartado se encuentra la llamada estela de Mohammed Neri, una enorme talla considerada una de las obras maestras del arte de Gandhara. Asia Society Museum, New York. La herencia budista de Pakistán: El arte de Gandhara. Del 1º de marzo al 29 de mayo de 2011.
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Historia
Málaga milenaria
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a arqueología nos dice que el hombre del Neardental vivió en un complejo laberinto de cavernas cerca de Málaga hace muchos miles de años. Con el paso del tiempo la población se fue incrementando y con el comienzo de la edad del bronce la presencia humana se extendió por toda la costa. “Malaka” (lonja de pescado salado), fue fundada por los fenicios sobre el año 800 a.C., y fue usada cómo un enclave comercial, continuando la colonización que se había iniciado en el año 1100 A.C. con la fundación de Gadiz (Cádiz).
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El siglo VI a.C. los fenicios fueron reemplazados por los griegos que ocuparon la ciudad durante 70 años hasta que fue conquistada por los cartaginenses. Ellos participaron en las guerras púnicas, a cuyo fin, en el año 202 a.C., fueron a su vez expulsados de Málaga por los romanos, y finalmente de toda la península ibérica. Málaga fue entonces llamada Flavia Malacita por los romanos y más adelante convertida en un punto de paso importante, ya que estaba conectada con otras ciudades romanas de la península y puertos del mar Mediterráneo. El teatro romano, a los pies de la fortaleza árabe de La Alcazaba, data de esta época, y a pesar de sus pequeñas dimensiones, es uno de los más antiguos de toda la Hispania. Después de la caída del imperio romano, Málaga se vió afectada por grandes migraciones y colonizaciones de tribus de origen germano, en particular los vándalos silingos que introdujeron el credo ario desde oriente. En el principio del siglo VIII, la decadencia de la monarquía gótica comenzó a hacerse notar, y desde la costa norte de África, los árabes invadieron la península ibérica. Málaga cayó bajo dominio árabe en el año 743. Entonces se convirtió en una ciudad floreciente, rodeada por una muralla con 5 enormes puertas. Numerosos suburbios componían la ciudad de Málaga con una ruta que los recorría de este a oeste conectando el puerto y la alcazaba con toda la zona interior a la muralla. Losibérica. suburbios ocupados por mercaderes Cultura Finalesfueron S. III, inicios S. II a.C. genoveses y judíos que se establecieron de manera independiente al resto de la ciudad. Abderramán III construyó la Puerta de Atarazanas en el siglo XIII (esta es la puerta de acceso al mercado central actualmente). Aunque el primer intento de conquista se llevó a cabo en el siglo XIV, no fue hasta cerca del siglo XV cuando los reyes católicos tomaron al fin Málaga. Málaga fue conquistada el 19 de Agosto de 1487 (la última ciudad en ser conquistada fue Granada en 1492). Junto con la conquista, las comunidades religiosas fueron fundamentales en el desarrollo urbano, ya que promovían la integración de los suburbios de la periferia. Se construyó una gran plaza en el 19
puerto por primera vez, la plaza principal, (hoy plaza de la Constitución), y se fundaron los conventos de La Victoria y de La trinidad. Tras un periodo de una gran prosperidad llegó una época de ruina en las grandes fortunas de Málaga. Los siglos XVI y XVII estuvieron plagados de epidemias y malas cosechas en los campos, ello unido a la crisis económica como resultado de la expulsión de los moros. En el siglo XVII se construyó el puerto, que más tarde sería ampliado. Pese a que los trabajos para la construcción de la catedral empezaron en 1528, ésta no fue terminada hasta el siglo XVIII, cuando ya el estilo barroco se hallaba en un estado avanzado de desarrollo. En la misma época, otra extensión del puerto se llevó a cabo, y así, se fue consiguiendo reactivar la economía. Fuente: www.webmalaga.com
Carlos II, “el hechizado”. Óleo sobre tela, Juan Carreño de Miranda, c. 1650
Batalla de Málaga, 24 de agosto de 1704. Isaac Sailmaker La batalla de Vélez-Málaga (o de Málaga) fue el mayor combate naval de la Guerra de Sucesión española, un conflicto internacional por la sucesión al trono de España tras la muerte de Carlos II, que duró desde 1701 hasta 1713, aunque la resistencia en Cataluña se mantuvo hasta 1714 y en Mallorca hasta 1715, y que se saldó con la instauración de la Casa de Borbón en España.
Patrimonio
Los budas de Bamiyan, policromados
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as dos monumentales estatuas de buda del valle de Bamiyan, datadas en el siglo VI y destruidas por los talibanes hace una década, empiezan a desvelar sus secretos a los científicos que están estudiando sus fragmentos desde hace un año y medio. En origen y antes de la conversión de la región al islam, los dos budas eran de colores brillantes (uno de ellos, el mayor, en tonos rojizos y el otro en blanco) y se repintaron varias veces, con diferentes colores en el interior y el exterior de los ropajes, según han averiguado los científicos europeos y japoneses que están examinando los restos. También han logrado una datación exacta de las estatuas mediante espectrometría de los materiales orgánicos intercalados en las capas de arcilla, determinando que la estatua más pequeña (de 38 metros de altura) fue construida entre 544 y 595, mientras que la más alta (de 55 metros), entre 591 y 644. Las dos estatuas estaban alojadas en nichos en un acantilado de un kilómetro de largo del valle de Bamiyan, en la Ruta de la Seda, y constituyeron, hasta el siglo X, el centro de un gran complejo budista. En 2001, los talibanes las destruyeron a tiros y con explosivos hasta convertirlas en varios cientos de fragmentos que los investigadores, trabajando en nombre de la Unesco, están examinando. Los dos budas apenas habían sido estudiados hasta ahora con técnicas modernas de análisis. Estos estudios, además, permiten evaluar la perspectiva de su reconstrucción, al menos en parte. “Los budas estuvieron durante un tiempo intensamente coloreados”, explica Erwin Emmerling, de la Universidad Técnica de Munich (TUM). Sus investigaciones han permitido desvelar que, antes de la conversión de la región al islam, las estatuas fueron pintadas y repintadas, probablemente porque los colores se iban desvaneciendo. Las túnicas estaban pintadas de azul oscuro 22
Nicho de uno de los grandes budas
en su interior y rosa y naranja brillante por fuera. Al final el buda grande estaba pintado de rojo y el pequeño de blanco, con el interior de la ropa en azul pálido en ambos casos, según explican los especialistas de la TUM en un comunicado. Estos detalles de los análisis confirman los relatos del siglo XI, que hablaban de un buda rojoibérica. y un monje Cultura Finalesblanco. S. III, inicios S. II a.C. Las dos estatuas (la grande, de 12 metros de fondo, y la pequeña, de dos) fueron esculpidas directamente en la roca del acantilado quedando encajados en nichos. Pero los adornos se hicieron separadamente y se añadieron con diferentes técnicas. Eran adornos de arcilla aplicados en dos o tres capas con maestría que asombra a los científicos actuales: “Las superficies están perfectamente lisas, algo que solo encuentras en materiales elaborados al horno como porcelana”, explica Emmerling. Dentro de la arcilla hay paja que absorbe bien la humedad, pelos de animales que estabilizan el material y cuarzo y otros aditivos que evitan el agrietamiento. La capa de abajo está sujeta con 23
cuerdas amarradas a estaquillas de madera. Esta técnica permitía al artesano aplicar capas gruesas, de hasta ocho centímetros de grosor, “que han sobrevivido no solo 1.500 años, sino incluso a los efectos de las explosiones, en algunos fragmentos”, dice Emmerling. La cuestión de la conservación y posible reconstrucción in situ de las dos piezas es controvertida. Se está preparando una simulación por ordenador, en tres dimensiones, de todo el acantilado con las estatuas en su posición original. Emmerling es escéptico acerca de las posibilidades de rehacer la grande, la de 55 metros con 12 de fondo, mientras la pequeña tiene más posibilidades. La idea, en cualquier caso, es recomponer los fragmentos más que intentar una reconstrucción. La misma conservación de los trozos es complicada y la restauración de las figuras podría chocar incluso con obstáculos políticos. El equipo de Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Yacimientos, de la Unesco), que coordina todos los trabajos, ha recuperado y albergado todos los fragmentos de los budas en almacenes temporales en la zona y las piezas más grandes se han protegido in situ. Pero es una solución solo temporal, porque la piedra es una arenisca muy porosa y frágil. Los especialistas no están muy seguros del resultado que pudiera dar a largo plazo, en las condiciones climatológicas del valle de Bamiyan, las resinas sintéticas habituales en los trabajos de restauración y se están planteando utilizar una nueva técnica de inyección en la piedra de un compuesto de silicio. Las operaciones de conservación de los fragmentos exigirían construir una pequeña planta en la misma zona de Bamiyan; la alternativa sería transportar hasta laboratorios en Alemania unos 1,400 trozos de las esculturas de hasta dos toneladas algunos de ellos para los trabajos. Fuente: www.elpais.es/cultura 24
Ideas
Gaza en crisis: reflexiones sobre la guerra de Israel contra los palestinos por Luis Gómez García
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ajo el título genérico de Gaza en crisis, Noam Chomsky e Ilan Pappé reflexionan sobre las distintas formas de violencia que, desde hace más de sesenta años, Israel emplea con los palestinos. Sus voces, de las más autorizadas, poseen registros distintos: en Chomsky, Israel/Palestina es un epítome de la visión imperial del capitalismo estadounidense; para Pappé, historiador israelí, es materia de estudio y de supervivencia moral. Según Chomsky, somos cándidos: siempre tendemos a “infravalorar la eficacia de la violencia”, lo útil que es para el que la ejerce. Conforme a su análisis, el Estado de Israel se ha construido apostando una y otra vez por el expansionismo y la colonización frente a la seguridad. En los momentos decisivos (partición de 1947, guerra de 1967, invasión del Líbano en 1982, masacres de Gaza de 2008-2009) la brutalidad ha sido la estrategia israelí contra la “amenaza” de un acuerdo político. Los réditos de esta violencia han sido múltiples: confiscación imparable territorios, limpieza étnica Cultura ibérica. Finales S. de III, inicios S. II a.C. sostenida, política de hechos consumados, alienación de la ciudadanía israelí, militarización de la vida pública. Incluso en el plano de las relaciones internacionales Israel ha conseguido legalizar de facto su ejecutoria, gracias al apoyo de Estados Unidos. El libro, que va alternando capítulos de cada autor, no es precisamente monocorde. La apuesta ilusionada de Pappé por un Estado único, multiconfesional y multiétnico, de resonancias binacionales, que parta de la reparación histórica, moral y legal de la Nakba (la limpieza étnica de Palestina de 1948), no casa con el escepticismo general de Chomsky. Para Pappé, el problema no es sólo la negación de la Nakba histórica, sino 25
su continua actualización, hoy manifiesta en la guetización de Cisjordania y en la mera idea del desplazamiento forzoso de los palestinos israelíes. Ante esta situación, Pappé se transforma en activista que explica y defiende los beneficios del boicot académico y económico a Israel. Chomsky, si acaso, confía en Gaza, en su historia de resistencia agónica, para que no se produzca el politicidio, el asesinato de Palestina como nación, que él, siguiendo al sociólogo israelí Baruch Kimmerling, pronostica. Fuente: Babelia
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Arqueología
Dimite ministro de antigüedades egipcio
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l terremoto político que la revolución del 25 de enero ha causado en todo Egipto ha terminado alcanzando al faraón de la egiptología Zahi Hawass. El arqueólogo, que ejerció como secretario general del Consejo Superior de Antigüedades egipcio durante la última década, había sido elevado a los cielos ministeriales por el presidente Hosni Mubarak en los estertores de su reinado. Fue nombrado ministro del nuevo gabinete que perdió la cabeza con la dimisión del primer ministro Ahmed Shafik. Hawass ha declarado a The New York Times que no formará parte del nuevo gobierno. Y que está contento de haber tomado “la decisión correcta”. En las últimas semanas, Hawass ha sido el blanco de las críticas que le acusan de corrupto, así como de intentar buscar su beneficio y popularidad personal a costa del patrimonio egipcio. También se le ha asociado personalmente con Mubarak, aunque él ha negado desde la caída del rais ser “un hombre del régimen”. En la entrevista telefónica con el diario, Hawass critica a sus críticos, y Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. asegura que se va porque ya no puede proteger las antigüedades de Egipto. “Esas personas son insectos, no son nada, pero lo que realmente me molesta es la situación que usted lee hoy en mi sitio web”, dijo. A lo que Hawass se refiere es a la publicación en detalle de los sitios arqueológicos que han sido dañados o saqueados desde el inicio de la revuelta egipcia. Esta es la primera información completa que se conoce a de la situación del patrimonio egipcio en medio de la volátil situación de las últimas semanas.
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Inventario de los saqueos En Saqqara, donde se encuentra la pirámide escalonada de Zoser y donde hay numerosas tumbas de alto valor arqueológico “varios candados han sido abiertos. Al parecer, según cita el egiptólogo en la web, la necrópolis de Saqqara, uno de los principales yacimientos del país, “ha sido atacado sistemáticamente por criminales”. En la tumba de Ptahshepses, han robado piedras con jeroglíficos y partes de las puertas falsas. También se ha robado parte de los jeroglíficos de la tumba homónima en Abusir. Unos kilómetros más allá, en Dashur, donde se encuentra la pirámide Roja, han atacado las instalaciones de la misión arqueológica del Metropolitan Museum, reduciendo y atando a los guardias para ejecutar el robo. En Abusir, los expoliadores han entrado en los almacenes de la expedición checa. Lo mismo ha ocurrido en lugares como Tel el Basta y Wadi el Feiran, muy cerca de Sharm el Sheikh. También en Giza, en cuya meseta se encuentran las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos los “criminales lograron entrar en el almacén Selim Hasan”. Hawass detalla que los asaltadores “iban armados y redujeron rápidamente a los guardias que no portaban armas y temieron por sus vidas”. Cerca de la Esfinge también ha sido expoliada la tumba de Impy. Los inspectores están aún valorando el expolio y comprobando los inventarios arqueológicos tras cuya investigación redactarán un informe. 28
La tumba de Ken-Amun en Tel el Maskhuta, cerca de Ismailia, ha sido destruida completamente, de acuerdo con la información de Hawass. Era la única tumba que se conocía de la XIX dinastía en el bajo Egipto. Los guardias en los sitios de Nekhen, al norte de Edfu, han logrado detener a numerosos expoliadores, en una zona muy conocida al norte de Asuán, por encontrarse en la ruta del turismo de cruceros en el Nilo. En la propia ciudad de Asuán trataron de robar una estatua de Ramses II, pero los vigilantes, ayudados por arqueólogos, lograron impedirlo. En lugares como Abydos se han registrado ataques casi cada noche, y se han abierto trincheras de excavaciones ilegales. Esta práctica se está extendiendo a numerosos Cultura hasta ibérica. el Finales lugares, desde Alejandría sur.S. III, inicios S. II a.C. También ha habido daños en monumentos islámicos. Hawass lo lamenta, aunque también da una pincelada de esperanza al confesar su alegría porque la protección a las sinagogas e iglesias cristianas ha resultado efectiva y ahí no se han producido daños. Fuente: agencias/www.elpais.es/cultura 29
Museos
El Museo Británico adquiere los marfiles de Nimrud
E
l Museo Británico anunció el 8 de marzo haber adquirido una colección de marfiles decorativos descubiertos a mediados del siglo pasado en Nimrud, en el actual Irak, por Max Edgar Lucien Mallowan (1904-1978), arqueólogo y marido de la novelista Agatha Christie. Lucien Mallowan estuvo al frente de la Escuela Británica de Arqueología en Irak entre 1947 y 1961 y dirigió las excavaciones de Nimrud, iniciadas por Austen Henry Layard. Precisamente de esa antigua capital de Asiria proceden las piezas, con 3,000 años de antigüedad, que ha comprado ahora el museo por 1.17 millones de libras (1.37 millones de euros). El propietario de las piezas, el British Institute for the Study of Iraq (BISI), sucesor de la Escuela Británica de Arqueología en Irak, ha vendido un tercio de los marfiles al Museo Británico, ha donado otro tercio y confía en poder devolver el otro tercio a Irak, donde algunos de los objetos fueron expuestos en el pasado. “Nimrud es uno de los más importantes yacimientos arqueológicos del Próximo Oriente y los marfiles allí encontrados figuran entre los productos más exquisitos jamás descubiertos en una excavación arqueológica”, afirmó John Curtis, del Departamento de Oriente Medio del Museo. 6,000 piezas
Loby del Museo del Caribe
La colección, que ha estado almacenada desde 1963 y nunca se ha exhibido al público, está integrada por cerca de 1,000 piezas completas numeradas, así como otros 5,000 fragmentos sin numerar. 30
Los marfiles, hechos en su mayoría en ciudades sirias y fenicias y llevados a Asiria como parte de algún botín o como tributos, datan de entre los siglos nueve y séptimo antes de nuestra era. En su mayoría constituían elementos decorativos de muebles, carruajes y arreos de caballos y muchos estaban originalmente recubiertos de oro y engastados de piedras preciosas.
Muchos de ellos representan animales y figuras humanas o motivos florales y geométricos. Uno de ellos, por ejemplo, muestra un grifo que descansa una pata sobre una flor de loto al estilo egipcio. Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. La adquisición ha sido posible gracias a generosos donativos de los Amigos del Museo Británico (725,000 libras), del Art Fund (200,000 libras), del National Heritage Memorial Fund (150,000 libras), del The Headley Trust (20,000 libras) y del propio Museo Británico (75,000 libras). El tesoro de marfil se halló en Nimrud, una ciudad situada al sur de Mosul, en el norte de Irak. Fue levantada por el rey asirio Shalmaneser I en el siglo XIII antes de Cristo y llegó a ser capital del imperio asirio. Fuente: www.hoyesarte.com/museos/ 31
Exposición
En el Penn Museum
Los secretos del camino de la seda ofrecen los famosos 3,800 años de la “belleza de Xiaohe,” una momia infantil, y más de 100 artefactos recientemente descubiertos, incluyendo ropa extraordinariamente bien preservada, materias textiles, así como alimentos, joyería, monedas de oro y algunos artículos personales. Esta exposición cuenta un cuento de culturas largamente olvidadas a lo largo de la ruta comercial más legendaria del mundo. Fuente: University of Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology
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Libros
Samarcanda de Amin Maaluf Tomando como hilo conductor los avatares de un manuscrito que, con el nombre de la mítica ciudad de Samarcanda, contiene las famosas «Rubaiyyat» del poeta persa Omar Jayyám, Amin Maalouf recrea en esta novela un fascinante y tumultuoso mundo oriental. En el marco de la Persia medieval, desgarrada por profundas contradicciones, dos figuras destacan junto a la del que, además de poeta, fuera astrónomo, geómetra y filósofo: la de Nizam el-Molk, gran visir del sultán Malikxah, y la del misterioso ismaelí Hassan Sabbah, fundador de la secta de los Asesinos, que desde su fortaleza de Alamut mantuvo aterrorizado al país. Alianza editorial, Madrid, 1988.
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
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Directorio
INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA DIRECTOR GENERAL ALFONSO DE MARIA Y CAMPOS CASTELLÓ SECRETARIO TÉCNICO MIGUEL ÁNGEL ECHEGARAY SECRETARIO ADMINISTRATIVO EUGENIO REZA SOSA COORDINADORA NACIONAL DE MUSEOS Y EXPOSICIONES LOURDES HERRASTI DIRECTOR DEL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS Y DEL CORREO DE LAS CULTURAS DEL MUNDO LEONEL DURÁN SOLÍS EDITOR MARIANO FLORES CASTRO correodelasculturas@gmail.com ÉSTA ES UNA PUBLICACIÓN DEL CENTRO DE ESTUDIOS SOBRE LA DIVERSIDAD CULTURAL (CEDICULT) DEL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS ©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS POR LOS RESPECTIVOS AUTORES DE LOS ARTÍCULOS, NOTAS Y FOTOGRAFÍAS. MÉXICO, D.F., 15 DE MARZO DE 2011.
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