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de las Culturas del Mundo Vol. XII, nĂşmero 112, 15 de julio de 2012 Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural
La ciudad en la historia
Benares
Correo de las Culturas del Mundo Director
Leonel Durán Solís
Editor
Mariano Flores Castro correodelasculturas@gmail.com
Correo de las Culturas del Mundo, 2012, No. 111, 1º de julio de 2012 es una publicación quincenal
editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Córdoba 45, Colonia Roma, C.P. 06700, Delegación Cuauhtémoc, México, Distrito Federal. Responsables: Director, Leonel Durán Solís y
Editor Mariano Flores Castro. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo: en trámite. ISSN: en trámite. Licitud de título: en trámite. Licitud de contenido: en trámite. Domicilio de la publicación: Moneda 13, Centro Histórico, C. P. 06060, Delegación Cuauhtémoc, México, D.F. Edición electrónica: Centro de
Estudios sobre la Diversidad Cultural. Museo Nacional de las Culturas. Moneda 13, Centro Histórico, C. P. 06060, Delegación Cuauhtémoc, México, D.F. Distribuidor: Centro de Estudios sobre la Diversidad
Cultural. Museo Nacional de las Culturas. Moneda 13, Centro Histórico, C. P. 06060, Delegación Cuauhtémoc, México, D.F. Este número se terminó de editar electrónicamente el 1 de julio de 2012. ©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS POR LOS RESPECTIVOS AUTORES DE LOS ARTÍCULOS, NOTAS Y FOTOGRAFÍAS.
MÉXICO, D.F., DESDE EL 15 DE AGOSTO DE 2007.
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En este número: • La ciudad en la historia, de Lewis Munford • Conferencia de Italo Calvino
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
• Fragmentos de Las ciudades invisibles
• SERIE Ciudades emblemáticas y sitios sagrados Dossier No. 2: Benarés/Varanasi, India
• Presentan Australopithecus más antiguo • Neandertales refinados • Hallan punta Clovis en Fin del Mundo, Sonora • Exhiben Códice Madrid de Leonardo da Vinci 3
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Urbanismo
La ciudad en la historia. Sus orígenes, transformaciones y perspectivas.
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n La ciudad en la historia Lewis Mumford arranca de una interpretación radicalmente innovadora sobre el origen y la naturaleza de la ciudad, y sigue su evolución en Egipto y Mesopotamia pasando por Grecia, Roma y la Edad Media hasta llegar al mundo moderno. En lugar de aceptar que el destino de la ciudad sea la tendencia a la congestión metropolitana, la expansión descontrolada de los suburbios y la desintegración social, Mumford esboza un orden que integre las instalaciones técnicas con las necesidades biológicas y las normas sociales. Tan convincente como exhaustiva, esta obra de Mumford «es mucho más que el estudio de la cultura urbana a lo largo de los siglos, es una revitalización de las civilizaciones» (Kirkuk Reviews). Este libro, que nunca antes se había editado en español, fue reconocido como una obra excepcional desde el momento de su publicación en 1961 y fue ampliamente laureado y galardonado con diversos premios, entre ellos el Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. National Book Award de 1962. Es un libro fundamental, una de las obras más importantes del siglo xx. Lewis Mumford (1895-1990), cuya obra escrita abarca más de seis décadas, ha hecho contribuciones muy importantes a la literatura del saber histórico, filosófico y artístico, así como a la crítica de la arquitectura. Pero como quizá sea más conocido este humanista estadounidense es por sus trabajos sobre urbanismo y por su evaluación de la tecnología. Mumford fue miembro fundador de la Regional Planning Association of America, y durante treinta y dos años escribió una columna sobre arquitectura titulada «Sky Line» para el New Yorker. Formó parte de las facultades de varias 5
instituciones: de la universidad de Stanford, la universidad de Pensilvania, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) o del New York City Board of Higher Education entre otras. Fue galardonado con multitud de distinciones, las más destacadas de las cuales han sido la Medalla Presidencial de Libertad, la Medalla Nacional de Literatura y, en 1986, la Medalla Nacional de Arte. Otras obras de este gran maestro son: los dos volúmenes de El mito de la máquina (Técnica y evolución humana y El pentágono del poder), La ciudad en la historia y, próximamente, Interpretaciones y previsiones. *** «Mumford ocupa un puesto singular como teórico medioambiental de su tiempo. Ningún otro investigador del hábitat físico y social del hombre se ha aproximado siquiera a la magnitud y profundidad de su obra, fruto de toda una vida como historiador de la técnica y la cultura urbana». Allan Temko, Harper’s Magazine «Todo aquel que hable o escriba en la actualidad […] acerca de los problemas de la ciencia, la tecnología y la sociedad ha aprendido de Lewis Mumford. Los contemporáneos de Erasmo decían que “era un hombre nacido para resucitar la literatura”. Podríamos decir de Mumford que es un hombre nacido para resucitar la humanitas y el ideal de la dignidad humana». Milton R. Konvitz, Saturday Review
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Ur
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
Jerusalén
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Biblos
Ciudad siria
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Fotos ©Captivating City And Towns. http://www.flickr.com/photos/8633736@N06/galleries/72157622614503618/
Estocolmo
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
Amsterdam
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Conferencia de Italo Calvino Conferencia pronunciada por Calvino en inglés, el 29 de marzo de 1983, para los estudiantes de la Graduate Writing División de la Columbia University de Nueva York.
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n Las ciudades invisibles no se encuentran ciudades reconocibles. Son todas inventadas; he dado a cada una un nombre de mujer; el libro consta de capítulos breves, cada uno de los cuales debería servir de punto de partida de una reflexión válida para cualquier ciudad o para la ciudad en general. El libro nació lentamente, con intervalos a veces largos, como poemas que fui escribiendo, según las más diversas inspiraciones. Cuando escribo procedo por series: tengo muchas carpetas donde meto las páginas escritas, según las ideas que se me pasan por la cabeza, o apuntes de cosas que quisiera escribir. Tengo una carpeta para los objetos, una carpeta para los animales, una para las personas, una carpeta para los personajes históricos y otra para los héroes de la mitología; tengo una carpeta sobre las cuatro estaciones y una sobre los cinco sentidos; en una recojo páginas sobre las ciudades y los paisajes de mi vida y en otra ciudades imaginarias, fuera del espacio y del tiempo. Cuando una carpeta empieza a llenarse de folios, me pongo a pensar en el libro que puedo sacar de ellos. Así en los últimos años llevé conmigo este libro de las ciudades, escribiendo de vez en cuando, fragmentariamente, pasando por fases diferentes. Durante un período se me ocurrían sólo ciudades tristes, y en otro sólo ciudades alegres; hubo un tiempo en que comparaba la ciudad con el cielo estrellado, en cambio en otro momento hablaba siempre de las basuras que se van extendiendo día a día fuera de las ciudades. Se había convertido en una suerte de diario que seguía mis humores y mis reflexiones. Todo terminaba por transformarse en imágenes de ciudades: los libros que leía, las exposiciones de arte que visitaba, las discusiones con mis amigos. Pero todas esas páginas no constituían todavía un libro: un libro (creo yo) es algo con un principio y un fin (aunque no sea una novela en sentido estricto), es un espacio donde el lector ha de entrar, dar vueltas, quizás perderse, pero encontrando en cierto momento una salida, o tal vez varias salidas, la posibilidad de dar con un camino para salir. Alguno de ustedes me dirá que esta definición puede servir para una novela con una trama, pero no para un libro como éste, que debe leerse como se leen los libros de poemas o de ensayos o, como mucho, de cuentos. Pues bien, quiero decir justamente que también un libro así, para ser un libro, debe tener una construcción, es decir, es preciso que se pueda descubrir en él una trama, un itinerario, un desenlace.
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Nunca he escrito libros de poesía, pero sí muchos libros de cuentos, y me he encontrado frente al problema de dar un orden a cada uno de los textos, problema que puede llegar a ser angustioso. Esta vez, desde el principio, había encabezado cada página con el título de una serie: Las ciudades y la memoria, Las ciudades y el deseo, Las ciudades y los signos; llamé Las ciudades y la forma a una cuarta serie, título que resultó ser demasiado genérico y la serie terminó por distribuirse entre otras categorías. Durante un tiempo, mientras seguía escribiendo ciudades, no sabía si multiplicar las series, o si limitarlas a unas pocas (las dos primeras eran fundamentales) o si hacerlas desaparecer todas. Había muchos textos que no sabía cómo clasificar y entonces buscaba definiciones nuevas. Podía hacer un grupo con las ciudades un poco abstractas, aéreas, que terminé por llamar Las ciudades sutiles. Algunas podía definirlas como Las ciudades dobles, pero después me resultó mejor distribuirlas en otros grupos. Hubo otras series que no preví de entrada; aparecieron al final, redistribuyendo textos que había clasificado de otra manera, sobre todo como “memoria” y “deseo”, por ejemplo Las ciudades y los ojos (caracterizadas por propiedades visuales) y Las ciudades y los intercambios, caracterizadas por intercambios: intercambios de recuerdos, de deseos, de recorridos, de destinos. Las continuas y las escondidas, en cambio, son dos series que escribí adrede, es decir con una intención precisa, cuando ya había empezado a entender la forma y el sentido que debía dar al libro. A partir del material que había acumulado fue como estudié la estructura más adecuada, porque quería que estas series se alternaran, se entretejieran, y al mismo tiempo no quería que el recorrido del libro se apartase demasiado del orden cronológico en que se habían escrito los textos. Al final decidí que habría 11 series de 5 textos cada una, reagrupados en capítulos formados por fragmentos de series diferentes que tuvieran cierto clima común. El sistema con arreglo al cual se alternan las series es de lo más simple, aunque hay quien lo ha estudiado mucho para explicarlo. Todavía no he dicho lo primero que debería haber aclarado: Las ciudades invisibles se presentan como una serie de relatos de viaje que Marco Polo hace a Kublai Kan, emperador de los tártaros. (En la realidad histórica, Kublai, descendiente de Gengis Kan, era emperador de los mongoles, pero en su libro Marco Polo lo llama Gran Kan de los Tártaros y así quedó enibérica. la tradición literaria.) es que haya propuesto Cultura Finales S. III, No inicios S. IIme a.C. seguir los itinerarios del afortunado mercader veneciano que en el siglo XIII había llegado a China, desde donde partió para visitar, como embajador del Gran Kan, buena parte del Lejano Oriente. Hoy el Oriente es un tema reservado a los especialistas, y yo no lo soy. Pero en todos los tiempos ha habido poetas y escritores que se inspiraron en El Millón como en una escenografía fantástica y exótica: Coleridge en un famoso poema, Kafka en El mensaje del emperador, Buzzati en El desierto de los tártaros. Sólo Las mil y una noches puede jactarse de una suerte parecida: libros que se convierten en continentes imaginarios en los que encontrarán su espacio otras obras literarias; continentes del “allende”, hoy cuando podría decirse que el “allende” ya no existe y que todo el mundo tiende a uniformarse. A este emperador melancólico que ha comprendido que su ilimitado poder poco cuenta en un mundo que marcha hacia la ruina, un viajero imaginario le habla de ciudades imposibles, por ejemplo una ciudad microscópica que va ensanchándose y termina
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formada por muchas ciudades concéntricas en expansión, una ciudad telaraña suspendida sobre un abismo, o una ciudad bidimensional como Moriana. Cada capítulo del libro va precedido y seguido por un texto en cursiva en el que Marco Polo y Kublai Kan reflexionan y comentan. El primero de ellos fue el primero que escribí y sólo más adelante, habiendo seguido con las ciudades, pensé en escribir otros. Mejor dicho, el primer texto lo trabajé mucho y me había sobrado mucho material, y en cierto momento seguí con diversas variantes de esos elementos restantes (las lenguas de los embajadores, la gesticulación de Marco) de los que resultaron parlamentos diversos. Pero a medida que escribía ciudades, iba desarrollando reflexiones sobre mi trabajo, como comentarios de Marco Polo y del Kan, y estas reflexiones tomaban cada una por su lado; y yo trataba de que cada una avanzara por cuenta propia. Así es como llegué a tener otro conjunto de textos que procuré que corrieran paralelos al resto, haciendo un poco de montaje en el sentido de que ciertos diálogos se interrumpen y después se reanudan; en una palabra, el libro se discute y se interroga a medida que se va haciendo. Creo que lo que el libro evoca no es sólo una idea atemporal de la ciudad, sino que desarrolla, de manera unas veces implícita y otras explícita, una discusión sobre la ciudad moderna. A juzgar por lo que me dicen algunos amigos urbanistas, el libro toca sus problemáticas en varios puntos y esto no es casualidad porque el trasfondo es el mismo. Y la metrópoli de los big numbers no aparece sólo al final de mi libro; incluso lo que parece evocación de una ciudad arcaica sólo tiene sentido en la medida en que está pensado y escrito con la ciudad de hoy delante de los ojos. ¿Qué es hoy la ciudad para nosotros? Creo haber escrito algo como un último poema de amor a las ciudades, cuando es cada vez más difícil vivirlas como ciudades. Tal vez estamos acercándonos a un momento de crisis de la vida urbana y Las ciudades invisibles son un sueño que nace del corazón de las ciudades invivibles. Se habla hoy con la misma insistencia tanto de la destrucción del entorno natural como de la fragilidad de los grandes sistemas tecnológicos que pueden producir perjuicios en cadena, paralizando metrópolis enteras. La crisis de la ciudad demasiado grande es la otra cara de la crisis de la naturaleza. La imagen de la “megalópolis”, la ciudad continua, uniforme, que va cubriendo el mundo, domina también mi libro. Pero libros que profetizan catástrofes y apocalipsis hay muchos; escribir otro sería pleonástico, y sobre todo, no se aviene a mi temperamento. Lo que le importa a mi Marco Polo es descubrir las razones secretas que han llevado a los hombres a vivir en las ciudades, razones que puedan valer más allá de todas las crisis. Las ciudades son un conjunto de muchas cosas: memorias, deseos, signos de un lenguaje; son lugares de trueque, como explican todos los libros de historia de la economía, pero estos trueques no lo son sólo de mercancías, son también trueques de palabras, de deseos, de recuerdos. Mi libro se abre y se cierra con las imágenes de ciudades felices que cobran forma y se desvanecen continuamente, escondidas en las ciudades infelices.
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Casi todos los críticos se han detenido en la frase final del libro: “buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio”. Como son las últimas líneas, todos han considerado que es la conclusión, la “moraleja de la fábula”. Pero este libro es poliédrico y en cierto modo está lleno de conclusiones, escritas siguiendo todas sus aristas, e incluso no menos epigramáticas y epigráficas que esta última. Es cierto que si esta frase se ubica al final del libro no es por casualidad, pero empecemos por decir que el final del último capítulo tiene una conclusión doble cuyos elementos son necesarios: sobre la ciudad utópica (que aunque no la descubramos no podemos dejar de buscarla) y sobre la ciudad infernal. Y aún más: ésta es sólo la última parte del texto en cursiva sobre los atlas del Gran Kan, por lo demás bastante descuidado por los críticos, y que desde el principio hasta el final no hace sino proponer varias “conclusiones” posibles de todo el libro. Pero está también la otra vertiente, la que sostiene que el sentido de un libro simétrico debe buscarse en el medio: hay críticos psicoanalistas que han encontrado las raíces profundas del libro en las evocaciones venecianas de Marco Polo, como un retorno a los primeros arquetipos de la memoria, mientras estudiosos de semiología estructural dicen que donde hay que buscar es en el punto exactamente central del libro, y han encontrado una imagen de ausencia, la ciudad llamada Baucis. Es aquí eviCultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. dente que el parecer del autor está de más: el libro, como he explicado, se fue haciendo un poco por sí solo, y únicamente el texto tal como es autorizará o excluirá esta lectura o aquélla. Como un lector más, puedo decir que en el capítulo V, que desarrolla en el corazón del libro un tema de levedad extrañamente asociado al tema de la ciudad, hay algunos de los textos que considero mejores por su evidencia visionaria, y tal vez esas figuras más filiformes (“ciudades sutiles” u otras) son la zona más luminosa del libro. Esto es todo lo que puedo decir.
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Marco Polo
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Fragmentos de
Las ciudades invisibles
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nviados a inspeccionar las remotas provincias, los mensajeros y los recaudadores de impuestos del Gran Kan regresaban puntualmente al palacio real de Kemenfú y a los jardines de magnolias a cuya sombra Kublai paseaba escuchando sus largas relaciones. Los embajadores eran persas sirios coptos turcomanos; es el emperador el extranjero para cada uno de sus súbditos y sólo a través de ojos y oídos extranjeros el imperio podía manifestar su existencia a Kublai. En lenguas incomprensibles para el Kan los mensajeros referían noticias escuchadas en lenguas que les eran incomprensibles: de ese opaco espesor sonoro emergían las cifras percibidas por el fisco imperial, los nombres y los patronímicos de los funcionarios depuestos y decapitados, las dimensiones de los canales de riego que los magros ríos alimentaban en tiempos de sequía. Pero cuando el que hacia el relato era el joven veneciano, una comunicación diferente se establecía entre él y el emperador. Recién llegado y absolutamente ignaro de las lenguas del Levante, Marco Polo no podía expresarse sino con gestos: saltos, gritos de maravilla y de horror, ladridos o cantos de animales, o con objetos que iba extrayendo de su alforja: plumas de avestruz, cerbatanas, cuarzos, y disponiendo delante de sí como piezas de ajedrez. De Cultura ibérica. Finales S.elIII, inicios S. II a.C. improvisaba vuelta de las misiones a que Kublai lo destinaba, ingenioso extranjero pantomimas que el soberano debía interpretar: una ciudad era designada por el salto de un pez que huía del pico del cormorán para caer en una red, otra ciudad por un hombre desnudo que atravesaba el fuego sin quemarse, una tercera por una calavera que apretaba entre los dientes verdes de moho una perla cándida y redonda. El Gran Kan descifraba los signos, pero el nexo entre éstos y los lugares visitados seguía siendo incierto: no sabía nunca si Marco quería representar una aventura que le había sucedido en el viaje, una hazaña del fundador de la ciudad, la profecía de un astrólogo, un acertijo o una charada para indicar un nombre. Pero por manifiesto u oscuro que fuese, todo lo que Marco mostraba tenía el poder de los emblemas, que una vez vistos no se pueden olvidar ni confundir. En la mente del Kan el imperio se
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reflejaba en un desierto de datos frágiles e intercambiables como granos de arena de los cuales emergían para cada ciudad y provincia las figuras evocadas por los logogrifos del veneciano.
LAS CIUDADES Y LA MEMORIA. 4 Más allá de seis ríos y tres cadenas de montañas surge Zora, ciudad que quien la ha visto una vez no puede olvidarla más. Pero no porque deje, como otras ciudades memorables, una imagen fuera de lo común en los recuerdos. Zora tiene la propiedad
Toledo
de permanecer en la memoria punto por punto, en la sucesión de sus calles, y de las casas a lo largo de las calles, y de las puertas y de las ventanas en las casas, aunque sin mostrar en ellas hermosuras o rarezas particulares. Su secreto es la forma en que la vista se desliza por figuras que se suceden como en una partitura musical donde no se puede cambiar o desplazar ninguna nota. El hombre que sabe de memoria cómo es Zora, en la noche, cuando no puede dormir imagina que camina por sus
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calles y recuerda el orden en que se suceden el reloj de cobre, el toldo a rayas del peluquero, la fuente de los nueve surtidores, la torre de vidrio del astrónomo, el puesto del vendedor de sandías, el café de la esquina, el atajo que va al puerto. Esta ciudad que no se borra de la mente es como una armazón o una retícula en cuyas casillas cada uno puede disponer las cosas que quiere recordar: nombres de varones ilustres, virtudes, números, clasificaciones vegetales y minerales, fechas de batallas, constelaciones, partes del discurso. Entre cada noción y cada punto del itinerario
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
podrá establecer un nexo de afinidad o de contraste que sirva de llamada instantánea a la memoria. De modo que los hombres más sabios del mundo son aquellos que conocen Zora de memoria. Pero inútilmente he partido de viaje para visitar la ciudad: obligada a permanecer inmóvil e igual a sí misma para ser recordada mejor, Zora languideció, se deshizo y desapareció. La Tierra la ha olvidado.
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Budapest
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Dossier 2 Ciudades emblemรกticas y sitios sagrados
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B
enarés es una ciudad situada a orillas del río Ganges en el estado de Uttar
Pradesh (India). Se trata de una de las siete ciudades sagradas del hinduismo, así como para el jainismo y el budismo. Antiguamente se conocía con el nombre de Kashí (en sánscrito e hindi: K), que significa ‘la espléndida’, siendo kāśí: ‘brillante (el Sol)’. Benarés-Varanasi debe su nombre
Benarés Varanasi
probablemente a su situación geográfica, entre los ríos Varanā y As. Otra especulación —poco aceptada— acerca del nombre es que el propio río Varana se habría llamado Varanasí en la antigüedad y la ciudad habría recibido el nombre del río. De acuerdo con la leyenda, la ciudad fue fundada por el dios Shiva a principios de la era de Kali (c. 3100 a.C.). Los arqueólogos creen que tiene más de 3,000 años de antigüedad, y que fue un centro religioso dedicado a Suriá, el dios del Sol. Durante la época de Buda (siglo VI a.C.), Varanasi era la capital del reino de Kashí. Muchas escrituras sagradas, incluido el Rig Veda, el Skandá purana, el Ramayana y el Majabharata, describen la ciudad.
20 © Carlos Reynoso
Dossier 2
Cultura ibĂŠrica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
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Cultura ibĂŠrica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
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Dossier 2
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n la actualidad, los hinduistas la consideran una de las principales ciudades de peregrinación. La categoría de ciudad santa proviene de la creencia de que una de las cuatro cabezas del dios Brahma consiguió descansar al llegar a esta ciudad. Además, según la mitología hinduista, la mano izquierda de Sati (la esposa del dios Shiva, que se suicidó prendiéndose fuego) cayó en esta ciudad, teniendo cada una de estas divinidades su propio templo. Según el hinduismo, todo aquel que muera en Benarés (o a menos de sesenta kilómetros de la ciudad), queda liberado del ciclo de las reencarnaciones. Los baños en el río Ganges se consideran purificadores de los pecados. En su paso por esta ciudad el río Ganges cuenta con un importante grado de contaminación. Según la tradición, todo hinduista debe visitarla al menos una vez en la vida. Todas estas creencias han convertido la ciudad en el destino de enfermos y ancianos, que quieren pasar sus últimos días en la ciudad santa. A lo largo del Ganges se alinean numerosas residencias destinadas a albergar a los moribundos. La orilla del río es también el centro de los crematorios de la ciudad. El escritor estadounidense Mark Twain escribió: «Benarés es más antigua que la Historia, más antigua que las tradiciones, más vieja incluso que las leyendas, y parece el doble de antigua que todas juntas». El principal destino de los peregrinos que visitan la ciudad son los ghats, nombre que reciben las escaleras de piedra que descienden hasta el Ganges. Al amanecer, se puede ver a hombres y mujeres realizando sus baños purificadores en el río a la vez que rinden tributo al dios del Sol, Surya. Cada una de estas escalinatas, construidas en el siglo XVIII, tiene un nombre y una función especial. Los ghats de Mani Karnika y Harischandra son los crematorios principales. En el ghat de Pancha Ganga se cree que convergen cinco ríos sagrados. En total, la ciudad cuenta con más de 100 ghats.
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Dossier 2
El padre de Sati se atrevió a insultar a Shiva en presencia de su hija, y ella, incapaz de soportarlo, adoptó la postura de meditación y se autoincineró desde su interior, dejando Cultura Finales S. III, inicios S. II a.C. así la vida física. Llenoibérica. de pena y sufrimiento, Shiva expresó su dolor danzando, sacudiendo a toda la creación con su danza. Entonces Vishnu utilizó su disco divino para dividir el cuerpo de Sati, y aquellos lugares de la tierra donde cayeron los miembros de esta diosa se llamaron shakti pitas; estos lugares de poder espiritual han sido adorados desde tiempo inmemorial hasta la actualidad. Sati reencarnó como Uma, hija de Himavan, dios de los Himalayas. Ella representa la energía cósmica (prakriti) que nunca ha de ser separada de Shiva (purusha), la Conciencia Pura.
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Dossier 2
Antigua Varanasi: una perspectiva arqueológica Ancient Varanasi : An Archaeological Perspective (Excavations at Aktha) Vidula Jayaswal, Aryan Books International, 2009, xiv, 232 p, 67 ills, 40 color plates
Benarés no es sólo una de las ciudades vivas más antiguas del mundo sino también un modelo que refleja una visión global del rico patrimonio cultural de la India. La ocupación de la región de Kashi ininterrumpida desde la antigüedad hasta la fecha, ha desempeñado un papel vital en la composición de Varanasi moderna. Las cualidades únicas de este asentamiento plantean una serie de preguntas, como ¿cuántos años tiene Varanasi? ¿Cuáles son los factores que ayudaron a esta ciudad para perdurar hasta la actualidad, sobre todo cuando otras ciudades antiguas a orillas del Ganges se extinguieron? Además, ¿por qué el Buda eligió la región inmediatamente contigua a Varanasi, Sarnath, para dar su primer sermón, sobre todo cuando hubo alcanzado la iluminación en Bodh Gaya? Hay pruebas de que estaba bien versado en Rajgriha, Pataliputra y otros lugares de Bihar. ¿Y desde cuándo el saivismo (adoración de Shiva) se convirtió en una parte integral de la cultura de Varanasi? Todas estas cuestiones están profundamente arraigadas en la historia de esta ciudad santa. Los restos antiguos de Benarés, que fueron desenterrados en Kashi-Rajghat hace unas cuatro décadas, podrían demostrar que esta ciudad santa ya estaba habitada en torno al siglo noveno antes de Cristo. Sarnath, el lugar del primer sermón de Buda Gautama, conserva restos arqueológicos de la época Maurya del rey Asoka. Sin embargo, las excavaciones en Aktha revelan que este acuerdo tenía mayor antigüedad que han sido obtenidas en
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Kashi-Rajghat. También muestran los factores que ayudaron a identificar Sarnath como el primer lugar donde se predicaron las enseñanzas de Buda. La primera colonización de la región de Kashi, en razón de los hallazgos excavados, puede ser retrotraída a cerca de 400 / 500 años, puente entre la antigüedad comprobada por los textos antiguos y los registros arqueológicos antes de Varanasi. Además, el concepto Risipattana adjunta con Sarnath en la literatura budista se ve corroborado por Aktha. Este libro agrega un nuevo capítulo a la historia de la antigua ciudad de Varanasi y Sarnath. Fuente: www.vedamsbooks.com/ Trad. MFC
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
En Sarnath (Uttar Pradesh), muy cerca de Varanasi, se encuentra Dhamekh Stupa, una construcción de carácter religioso que supone un lugar de peregrinación budista en India. Esta Stupa de forma cilíndrica, fue construida en el lugar en que Buda pronunció su primer sermón, tras ser iluminado.
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Paleontología
Presentan Australopithecus más antiguo Johannesburgo, Sudáfrica | (12 julio 2012) Científicos sudafricanos afirmaron haber descubierto el esqueleto más completo de un ancestro del Hombre, en una roca que había sido extraída de un sitio arqueológico hace más de tres años. Los restos del esqueleto de un homínido joven, de la especieAustralopithecus sediba, “forman el más completo esqueleto de un temprano ancestro de los humanos hasta ahora descubierto”, dijo el paleontólogo Lee Berger, de la Universidad de Witwatersrand. “Hemos descubierto partes de una mandíbula y partes claves del cuerpo, incluyendo lo que parece ser un fémur completo, costillas, vértebras y otras partes importantes de las extremidades, algunas que nunca habían sido halladas tan completas en el registro fósil”, dijo Berger, quien encabezó el equipo responsable del descubrimiento. El hallazgo ocurrió en una roca de un metro de ancho que había permanecido varios años casi ignorada en un laboratorio, hasta que un técnico percibió algo en la superficie que parecía un diente. La pieza fue sometida a un escáner que reveló partes significativas del A. sediba. Otras partes de un esqueleto similar habían sido halladas en 2009 en el sitio conocido como “Cuna de la Humanidad”, al norte de Johannesburgo. Por el momento no queda claro si los esqueletos –que exhiben largos brazos, 28
un cerebro pequeño y manos con un pulgar– es un ancestro directo del género de los humanos Homo, o una especie próxima. “Parece que ahora poseemos el esqueleto casi completo”, dijo Berger, quien mostró gran entusiasmo, compartido por los otros científicos del equipo. La especialista de laboratorio Bonita de Klerk dijo que es como tratar de montar un rompecabezas. El esqueleto -que se remontaría a unos dos millones de años- pertenecería a un joven de entre 9 y 13 años de edad en el momento de su muerte. “Estábamos cargando esta roca en un vehículo para llevarla a un laboratorio cuando uno de los técnicos alertó que había algo como un diente en la superficie. Llamamos a Lee y él dijo: ‘Creo que es el diente de un hominído’. Y tenía razón”, narró De Klerk. Fuente: AFP/ http://www.informador.com.mx/
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
Fiuente: http://www.portalciencia.net/antroevoafar.html 29
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Antropología
Neandertales refinados
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El análisis de los pigmentos de algunas pinturas rupestres indica que sus autores quizá no fueron homo sapiens
l ser humano, en su arrogancia infinita, se apresuró a sembrar una cierta mala fama a la especie inmediatamente anterior que más se le parece: el neandertal. Según la visión que tenían los científicos, el neandertal sería un ser rudo, bruto y lo suficientemente poco inteligente como para permitir que nosotros —el homo sapiens—, mucho menos robustos, pero más listos, acabáramos con ellos. Esto último puede que sea verdad. Los neandertales desaparecieron hace casi 30,000 años, fecha a partir de la cual ya únicamente hay vestigios de nuestra especie, que no sólo colonizó Europa, sino el resto del mundo. Con el tiempo se ha sabido que los neandertales eran mucho más refinados de lo que se suponía. Eran caníbales —eso parece seguir siendo cierto— y no hubieran ganado un concurso de belleza con los cánones actuales con su hueso saliente sobre los ojos y su frente huidiza, pero eran inteligentes, cocinaban, es probable que hablaran, enterraban a los suyos, cuidaban de ellos y utilizaban adornos. Ahora, para terminar definitivamente con los prejuicios sobre esta especie, resulta que, a raíz de una reciente investigación, los neandertales podrían incluso haber estado dotados de la capacidad simbólica suficiente como para pintar las paredes de las cuevas que utilizaron. Se aventura que la huella de su arte puede estar en hasta 11 pinturas rupestres del norte español. No es un hallazgo que Finales haya sorprendido mucho los paleontólogos, Cultura ibérica. S. III, inicios S. II aa.C. pero este análisis es lo suficientemente amplio y solvente: demuestra que muchos de los pigmentos investigados son de hace más de 40,000 años, cuando los neandertales todavía no se habían extinguido. Incluso en las cuevas de Altamira podría haber estado la mano de los artistas neandertales. No se les adjudica el bisonte, pero sí siluetas de manos y un símbolo claviforme. Los nuevos datos conforman un panorama distinto del que habíamos imaginado y quizá pueden ser una nueva cura de humildad para los homo sapiens, el animal más predador de todos los conocidos. Cuanto más profundiza la paleontología más deberíamos admitir lo poco que ha evolucionado, en algunos aspectos, nuestra especie. Fuente: El país
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Arqueología
Hallan punta clovis en el fin del mundo Los Clovis son considerados como los primeros pobladores del continente americano y cuyos vestigios corresponden al periodo Pleistoceno
E
n el sitio arqueológico Fin del Mundo, ubicado en el semi desierto de Sonora, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (México) descubrieron una punta Clovis de alrededor de 12 mil años de antigüedad y en perfecto estado de conservación. De acuerdo con información de ese Instituto, dicho descubrimiento se llevó a cabo durante la cuarta temporada de exploraciones arqueológicas efectuadas en la primavera del presente año. Con estas actividades, explicó el INAH, se dio continuidad a excavaciones realizadas desde 2007, cuando se encontraron diversas herramientas tipo Clovis y huesos de un animal extinto, denominado por los especialistas como Gonfoterio. La punta Clovis es una herramienta de piedra elaborada por los antiguos grupos Clovis, considerados por mucho tiempo como los primeros pobladores del continente americano y cuyos vestigios corresponden al periodo Pleistoceno Terminal. Guadalupe Sánchez, arqueóloga y directora del proyecto de investigación Fin del mundo, que desarrolla el INAH con apoyo de la Universidad de Arizona y la National Geographic Society, destacó que el descubrimiento de esta punta se suma a otros ocurridos entre 2007 y 2011. “Viene a reforzar la idea de que en este sitio del norte de México habitaron los Clovis por largo tiempo y que debieron cazar gonfoterios, un animal cuyos restos no se habían encontrado en relación con el hombre en América”, comentó la arqueóloga.
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También indicó que en el país, hasta el momento, se han descubierto muy pocas puntas Clovis, alrededor de 127, y que fuera del estado de Sonora no hay muchas evidencias de los primeros pobladores del continente. La pieza recién descubierta se encontró a ocho centímetros por debajo del nivel donde se halló una mandíbula y fragmentos del cráneo de un gonfoterio. Elaborada en riolita, se halló en perfecto estado de conservación, y mide 11 centímetros de largo, con base cóncava, pulida y con los bordes filosos aún. Sánchez indicó que en la más reciente fase de exploración en el sitio arqueológico del norte del país, además de la punta Clovis se descubrieron cuatro fragmentos de carbón en el mismo estrato donde se encontró la punta. “Tal vez este carbón se convierta en el hallazgo más importante de la temporada de investigación, porque da la oportunidad de fechar con precisión el evento de cacería que estamos identificando, que de manera preliminar hemos calculado en una antigüedad de entre 10 mil y 12 mil 500 años”, abundó Sánchez. Además, la investigadora informó que a través de recorridos sistemáticos de superficie, se registraron cuatro nuevos puntos con vestigios arqueológicos. En dos de ellos, ubicados en las inmediaciones del Fin del Mundo, se ubicaron campamentos Clovis. En el primero se hallaron tres bases de punta de proyectil, es decir la herramienta rota sin la punta, y otros artefactos líticos de la misma filiación cultural: una preforma de punta, tres raspadores y navajas. Y en el segundo punto se localizaron dos preformas y un raspador, anotó la especialista. Resaltó que en este último punto del sitio se efectuaron diversas pruebas con un barreno, resultando una alta probabilidad de que existan contextos Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C. arqueológicos enterrados, por lo que se prevén próximas excavaciones en el lugar. Mencionó que en este último punto del sitio se efectuaron diversas pruebas con un barreno, cuyos resultados arrojan una alta probabilidad de que existan contextos arqueológicos enterrados, por lo que se prevé su excavación en próximas temporadas. Los otros dos puntos descubiertos, que los especialistas denominaron Localidad 21 y Localidad 22, se tratan de dos lomas ubicadas en el sector este del sitio, cuya superficie posee grandes rocas de riolita, material del cual están elaboras las puntas y que “seguramente los grupos Clovis utilizaron de los yacimientos de estas localidades para hacer sus artefactos”, finalizó la experta.
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Las exploraciones
Hasta la fecha hemos realizado dos temporadas de campo en el Fin del Mundo (invierno de 2007 y otoño de 2008). Los estudios de contextos arqueológicos, geocronología, estratigrafía, paleontología, análisis lítico y los estudios ambientales (diatomeas, polen y gasterópodos) están en proceso; sin embargo, podemos presentar algunas conclusiones preliminares. El sitio está compuesto por siete localidades geológicas y arqueológicas; las más importantes son la 1, representada por la isla con fósiles y artefactos asociados, y la 5, compuesta por varios campamentos Clovis. Además de su importancia arqueológica, el descubrimiento del Fin del Mundo reviste considerable valor para la reconstrucción del medio ambiente antiguo, ya que contiene depósitos que abarcan aproximadamente 24 000 años.
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Esta punta de proyectil Clovis, elaborada en cristal de cuarzo transparente, se localizó en la localidad 1 del sitio del Fin del Mundo. Los lasqueos que sirvieron para tallarla la convierten en un prisma que refleja y descompone la luz en colores similares a los del arco iris. Foto original: Boris de Swan / Raíces
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Exposición
Códice Madrid de Leonardo da Vinci por Tereixa Constenla
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os dos códices de Leonardo da imponerse en una larga guerra al Vinci, bautizados desde finales candidato de los Austrias. de los sesenta como Madrid Los códices habían sido legados en I y II, al desnudo. Tras su proceso 1642 a Felipe IV por un extraño clérigo, de restauración, uno de ellos se Juan de Espina, gran coleccionista muestra desencuadernado, un estado madrileño. ¿Cómo habían llegado a transitorio al que casi con seguridad Madrid? Según Elisa Ruiz, comisaria retornará difícilmente en de la exposición habían el futuro, ya que ha sido llegado de la mano del digitalizado. escultor Pompeo Leoni, Con motivo del tricenque había adquirido una tenario de la institución, parte importante de los la Biblioteca Nacional de manuscritos de Da Vinci España está desempolvana su discípulo Francesco do sus mejores joyas en Melzi, que heredó toda sucesivas exposiciones. esta producción tras la No hay duda de que los códices de ibérica. Da muerte de su S. maestro. Cultura Finales S. III, inicios II a.C. Vinci son una de ellas, y una de las La BNE asegura que estos códices repremás antiguas, ya que pertenecen a la sentan el 10% de la producción escrita colección original. de Da Vinci que se conserva en todo el Ambas piezas se encontraban en la mundo. Uno de los libros es un Tratado de biblioteca de la Torre Alta del Alcázar, estática y mecánica que aborda diferentes cuyos fondos pasaron a engrosar el cuestiones; mientras que el segundo son material de la Biblioteca Nacional Tratados varios de fortificación estática cuando la fundó Felipe V, el primer y geometría, donde se entremezclan las borbón que reinó en España tras anotaciones científicas y las personales.
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Tecnología
Arqueología Virtual por Juan Monsiváis
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ace 4 años cambió mi forma de ver las ciudades prehispánicas. Fue cuando en mi mente comenzaba a crear imágenes de la gente viviendo y caminando junto a mí, quería captar el ambiente, el olor y los sonidos. Por las noches soñaba con los colores y las formas que había visto por la tarde, y entonces mi equipo y yo iniciábamos las recreaciones de Palenque, estábamos construyendo desde cero la ciudad entera, la topografía de Edwing Bernard, sirvió para la creación de la malla digital del terreno. Poco a poco la experimentación de técnicas digitales para representar efectos naturales y el apasionamiento de entender desde las entrañas la propia ciudad, iban mostrándonos algo que yo no había entendido hasta ese momento, la arquitectura y el urbanismo de hace más de mil años era tan avanzada que nos resultaba un poco complejo captar el funcionamiento de las circulaciones; sin embargo, encontramos la clave y la ciudad comenzó a tomar vida. Así, desde ese entonces el acercamiento hacia estas grandes ciudades empezó una travesía, valiéndonos de nuevas tecnologías como el escáner 3d y las fotografías de espectro, herramientas que por ahora sirven de documentación y conservación; en nuestras manos puede volverse en el acercamiento necesario, para llevar a los ojos de todo público una imagen cercana a la realidad. Es como abrir una ventana al pasado; de la mano de arqueólogos y antropólogos especialistas en cada una de las ciudades, hemos ido creando imágenes particulares que van otorgando un carácter especial a cada una. Al menos a los pocos que ha llegado, esta Arqueología Virtual les ha dado un mejor entendimiento de la cultura y de la forma de vivirla en su momento histórico. Nuestra forma de trabajar es a través de un especialista que nos asesora para lograr el aspecto que durante algún tiempo se ha imaginado, 38
luego el equipo inicia con los puntos más internos de la imagen, detalles que pueden perderse en un todo, y que al final con la licencia artística pueden lograr el realismo necesario para lograr el cometido. Los intentos en el mundo por mostrar estos acercamientos al pasado son muchos, cada ciudad quiere mostrar lo impresionante de esas piedras que ahora vemos en ruinas y lograr todos en general, mirar lo mismo a lo que estaban habituados ojos antiguos, y ahora con aplicaciones para equipos móviles puede cambiar la forma en que vivimos un sitio arqueológico. Esta nueva forma de ver la historia nos acerca más a entender nuestro propio pasado. Es por eso que en cada proyecto imprimimos un poco del alma y siempre exigiéndonos más para lograr borrar esa delgada línea entre lo que es real y no, queriendo mostrar el pasado tan impresionante que nuestros ojos jamás han visto. Tlamachqui significa artesano técnico en náhuatl. Un artesano crea arte útil. Nosotros, junto con especialistas, hemos convertido este arte digital en una herramienta que pueda ser útil para el propio estudio y entendimiento de nuestras ciudades prehispánicas. www.tlamachqui.com
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INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA DIRECTOR GENERAL ALFONSO DE MARIA Y CAMPOS CASTELLÓ SECRETARIO TÉCNICO
MIGUEL ÁNGEL ECHEGARAY
SECRETARIO ADMINISTRATIVO EUGENIO REZA SOSA
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DIRECTOR DEL CORREO DE LAS CULTURAS DEL MUNDO LEONEL DURÁN SOLÍS Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.
EDITOR
MARIANO FLORES CASTRO
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MÉXICO, D.F., 15 DE JULIO DE 2012.
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