trece reflexiones sobrle el diseño y la lectura

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Trece Reflexiones sobre el diseĂąo y la lectura

Editorial


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura Editorial Cilopez Primera edición, abril de 2015. © Karen Alarcón Tarquino, Leonardo Andrés Alba Carrillo, Juan Ricardo Arenas, Yoryeth Bastidas, Laura María Betancourt Hernández, Carlos Andrés Contreras S, Sergio David Díaz Medina, Andrés Echeverry, Yefry David Gómez Puentes, Dahiryn Jeanneth Nivia Hernández, Jacobo Alejandro Ospina Rojas, Andrés Felipe Padilla Moreno, Mallory Pulido C. ISBN 000-000-000-X Edición: Laura María Betancout Hernández Corrección: Diseño y diagramación: Laura María Betancourt Diseño de carátula: Laura María Betancourt Impresión: Zarate impresores Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida por ningún medio, electrónico o mecánico, sin previa autorización escrita del editor. Todos los derechos reservados. All rights reserved. Impreso y hecho en Colombia




Contenido Prólogo

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Quimera: entre el diseño y la lectura Karen Alarcón Tarquino

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Diseño: opción o necesidad Leonardo Andrés Alba Carrillo

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La evolución de la tipografía y el proceso ​ de lectura: Dificultades y soluciones Juan Ricardo Arenas

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El diseño es más que forma y la lectura es más que solo letras Yoryeth Bastidas

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Más allá de las mínimas consideraciones de los procesos de lectura Laura María Betancourt Hernández

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Un aporte de la lingüística y el diseño gráfico al proceso de lectura Carlos Andrés Contreras S

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El diseño como base de la lectura Sergio David Díaz Medina

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La lectura en el mundo de lo intangible: un nuevo escenario de diseño Andrés Echeverry

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Cuando la lectura es interpretada como imagen Yefry David Gómez Puentes,

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El diseño editorial y el lector: un amor platónico Dahiryn Jeanneth Nivia Hernández

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La evolución del diseño y la metamorfosis de la lectura Jacobo Alejandro Ospina Rojas

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Influencia del diseño en la lectura Andrés Felipe Padilla Moreno

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El diseño editorial: La dulce voz que motiva a la lectura Mallory Pulido C.

Bibliografía

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Prólogo La presente publicación es el resultado del trabajo conjunto de los estudiantes del taller de énfasis en tipografía, diagramación y composición 1 de la Escuela de Diseño Gráfico de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, realizado durante los meses de febrero y marzo de 2015. Este taller es el espacio que la Escuela dedica al reconocimiento de la importancia de profundizar en el estudio del fenómeno de la lectura según los medios en donde esta ocurre y las implicaciones de su relación con el diseño de la comunicación visual en la sociedad. En la primera etapa del taller, los estudiantes del curso abordaron las posibles relaciones e influencias del diseño gráfico con la comprensión de lectura, mediante la preparación de un texto que da cuenta de sus opiniones, sustentadas hasta donde a cada uno le fue posible, en diversas publicaciones estudiosas del tema. El texto producido durante las primeras dos semanas de clase es el insumo principal para la experiencia de edición de un libro, el mismo libro que el lector tiene en sus manos. En las semanas que siguieron a la redacción del texto, cada estudiante propuso un diseño que tuvo en cuenta los recursos disponibles (tiempo, dinero y fuerza de trabajo) en el cumplimiento de un propósito (la publicación de un libro ejemplar sobre el tema de la relación diseño gráfico y lectura que sirva de pretexto para aprender a diseñar, diseñando) y para la satisfacción de las necesidades de unos usuarios (los lectores de la Escuela, profesores y estudiantes). Cada diseño ha sido puesto a prueba en la manera como administra los recursos, cumple los propósitos que le confieren su existencia y se dirige a sus usuarios

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lectores. El diseño final (elegido por el grupo en pleno), es el que mejor considera los tres aspectos y de él se han producido cien copias. De esta manera, los estudiantes se enfrentan, desde la confección misma del texto, la edición del libro, la corrección de estilo, el diseño de la edición, la diagramación y la impresión, la encuadernación y los acabados, a la emulación total de la experiencia de los procesos editoriales y al descubrimiento de la incidencia real del diseñador gráfico en cada uno de ellos. La forma final de este libro es la consecuencia natural de la consideración de esta triple relación recursos / propósitos / usuarios y es ahí donde estriba su mérito. En un medio frívolo, donde lo «diseñado» es sinónimo de superficialmente intervenido o «maquillado», enfatizamos que la apariencia de un libro como el que el lector tiene en sus manos, tiene poco que ver con el genio o el capricho individual y en cambio mucho más con la expresión de la sensibilidad de unas personas consideradas con el usuario y con el trabajo de un equipo.

Cesar Puertas Céspedes



Quimera: entre el diseño y la lectura Karen Alarcón Tarquino

Abstract El diseño y la lectura comparten una relación recíproca, en donde las necesidades y problemáticas que se presentan a la hora de leer, son el punto de partida para el desarrollo de un diseño que pretende proveer soluciones propicias con el fin de mejorar las condiciones de comprensión del lector de un texto. El presente ensayo es un intento por argumentar que el diseño sí se encuentra presente en cada uno de los factores presentados en el proceso de lectura, interviene en la manera de leer, e incluso llega a promover la motivación del lector.


En el presente ensayo tratará de resolver si el diseño interviene en la lectura, y como lo hace. Para ello se partirá de dos aspectos principalmente; el primero, hará énfasis en la forma del texto, de cómo ésta tiene una relación de doble vía con el mensaje que conlleva la información que provee sin que el lector tenga la necesidad de sentarse y leer detenidamente el texto. De la manera cómo intervienen ciertas reglas culturales, ya sean el lenguaje, la ortografía y el recorrido de la lectura. El segundo aspecto hablará de los procesos que intervienen en nuestro cerebro y en nuestra percepción a la hora de leer, como ejemplo se planteará el tema de la dislexia, y de las soluciones, planteadas desde el campo de acción del diseño con el fin de mejorar esta condición. Finalmente el ensayo será una aproximación a evidenciar, desde el punto de vista de una diseñadora gráfica, que efectivamente el diseño interviene en diferentes aspectos de la lectura, y que uno de sus objetivos es llevar el mensaje a su lector partiendo de diferentes herramientas, otorgadas por su contexto y su percepción. Hay que partir de que un texto tiene un recorrido narrativo, planteado por su autor, se encontrará así su nombre, los títulos y subtítulos de las secciones o capítulos, se harán citas para evidenciar el contenido a testimonios o a personas con dominio del tema, se encontrarán a su vez hechos más importantes que otros, entre muchas otras características del texto. Ahora bien, hagamos de cuenta que hay un texto en el que se encuentran todos los aspectos anteriores, y cuyo mensaje se encuentra bien escrito, es claro y resulta ser llamativo ante un público determinado, sin embargo no presenta las jerarquías que el autor había propuesto de manera formal, es decir, los títulos y secciones no se encuentran en 13


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

una tipografía o tamaño diferente, así mismo no presenta una interlínea adecuada, simplemente se reduce a bloques de texto y de caracteres uno tras otro mientras que las citas se presentan de la misma manera que los hechos, etc. Ante un texto así es muy probable que el promedio de los lectores no se acerquen siquiera a su lectura debido a sus características y apariencia, aquellos que la comiencen se confundirán y la desecharán después de unos minutos de su intento. Ahora, cuando un texto se presenta de manera ordenada, a diferencia del ejemplo anterior, resaltando un título interesante, la motivación del lector se incrementará, por esto mismo su lectura y comprensión lo seguirá de la misma manera. Tal como lo afirma la psicóloga Isabel Solé (Solé, 2009, p. 56) «No es que las condiciones externas no sean importantes, pero que sean estimulantes para un lector determinado depende del grado en que pueda atribuir sentido a leer». Cabe aclarar que un texto puede prescindir del diseño en ocasiones, siempre y cuando mantenga cierto orden en su contenido, si se llevase a cabo su lectura, dependerá del nivel de interés y motivación que tenga el lector hacia el mensaje escrito. Más allá de que la lectura se realice o no, el objetivo del diseño es el de facilitar y brindar herramientas al lector para su fácil comprensión e incluso para su rapidez a la hora de leer. Debemos tener en cuenta que todo lo anterior es un tema que se desarrolla por consecuencia a la cultura visual que tenemos en la actualidad y al contexto en el cual nos desarrollamos como lectores y consumidores del diseño, no son lo mismo las propuestas de lectura que se daban a comienzos de la imprenta o en el desarrollo del dadaísmo que a la era digital. Un claro ejemplo de esto es el periódico The Times del año 1788 en donde aparecía el título del periódico en un gran tamaño, y el resto de la información se establecía en cuatro columnas, todas saturadas de información. Sin embargo a pesar de su densidad se podía encontrar diferentes tipos de jerarquías tipográficas en los títulos, subtítulos, con letras capitales, entre otras. Al contrastar éste periódico con uno de la actualidad, podremos observar cómo cambiaron las propuestas del diseño y el cambio de las relaciones entre la información y la lectura. 14


Quimera: entre el diseño y la lectura

Es por todo lo anterior que hoy en día, hay diseños que proponen una lectura específica, y no se ciñen a las normas ortográficas de la lengua, tal es el caso de los carteles tipográficos que muestran una partición de palabras, por renglón que difiere a la establecida (silábica o por constituyentes) e incluso omite el uso del guión al final de cada línea. Por sí mismo esto ya propone una manera de leer, y va relacionado con la retórica que se quiera implementar de acuerdo al sentido que la misma frase conlleve. Tal como lo afirma Alberto Carrere (Carrere, 2011 p.59) «Muchas decisiones sobre la forma de colocar un texto en diseño tienen pues, implícito, un diálogo entre tipografía y ortografía, entre la coherencia visual de una composición, la redacción del texto y la comunicación del asunto tratado». Esta coherencia también se presenta por ejemplo cuando se diagrama y se compone (en sentido formal) un libro de poesía, en donde los versos, las estrofas y el título deben llevar de la mejor manera el mensaje y la retórica del poeta. El diseño contempla un recorrido para llegar a un punto de entendimiento entre el lector y el autor del texto, que brinda las mejores condiciones e instrucciones de cómo llevar la mirada a través de las palabras, tal como se plantea en María Serrano (Serrano, 2011, p5.) «La apariencia física que finalmente adquiere la obra (el tipo utilizado para el texto, el papel, la caja, el formato, la cubierta, los elementos gráficos que este incluye, los acabados…) constituye una guía no tan sutil para abordar su lectura, un mapa que afecta a su recepción e interpretación». Éste mapa constituye a partir de los diferentes recursos del diseño, en cuanto a los aspectos tipográficos, de composición, diagramación, imágenes, etc. Cuando hablamos de la lectura, no podemos ignorar el hecho que ésta constituye un proceso que involucra muchas partes del cerebro, del conocimiento previo y la experiencia del lector. En el modelo conexionista (Frascara, 2011, p66-69) aparecen cuatro factores que se conjugan al momento en que reconocemos una palabra por medio de la vista: el ortográfico, que muestra cómo se ve la palabra; el fonológico, establece el sonido relacionado con la palabra que estamos reconociendo; el semántico, nos brinda el significado que asocia el cerebro a la palabra;

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Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

el contexto que interpreta el significado de acuerdo a la experiencia del lector y a su vocabulario adquirido anteriormente. En cuanto al diseño, las palabras largas, la tipografía, el tipo de contraste juegan un rol esencial en el desarrollo de estos componentes perceptivos, ya que, toma mayor tiempo leer si las anteriores características no se encuentran equilibradas con el texto, causando una mayor confusión en el lector y en el mensaje mismo (Frascara, 2011, p66-69). Sin embargo, el diseño se encuentra actualmente proponiendo soluciones que van más allá del campo estético y se encuentra aportando herramientas para las personas que poseen dificultad a la hora de leer, como lo es por ejemplo el caso de la dislexia. Mientras leemos, la parte visual u ortográfica de nuestro cerebro se activa con el fin de reconocer la palabra y la relaciona con la parte de la pronunciación o fonológica que como su nombre lo indica, nos permite pronunciarla. Según el neurólogo francés Michael Habib (M6, 2014): las personas disléxicas poseen un menor desarrollo en la parte ortográfica, lo que los hace confundir las letras y las palabras a la hora de leer. Esto se encuentra frecuentemente cuando las palabras no guardan una coherencia clara entre la imagen ortográfica de las palabras y la manera en la que se escriben, por lo que en un lenguaje como el francés es más común encontrar personas que presenten esta situación comparado con otros idiomas como el español o el italiano. Otro de los aspectos que presentan las personas con dislexia es confundir la forma entre las letras: p, q, b, d, de ésta manera, cuando leen normalmente omiten estas letras causando una falta de comprensión en el texto, ya que las palabras no se podrán asociarse a su significado respectivo. Es ahí donde el diseño comienza a proponer la solución, creando una nueva tipografía para las personas que sean disléxicas, de tal manera que las letras anteriormente mencionadas se diferencien de una manera tan clara en su lectura que terminen por lograr una ayuda al desarrollo de la parte visual del cerebro. Varios tipógrafos, quienes han padecido de esta condición han desarrollado diferentes tipografías con el fin de mejorar la legibilidad de los textos, su velocidad en la lectura, y la motivación para las personas 16


Quimera: entre el diseño y la lectura

disléxicas. Las tipografías comparten un mayor interlineado que las estándar, un mayor kerning, tracking y espacio en el desarrollo de las letras. Además en el caso de la tipografía Open Dyslexic, contiene una modificación en los ojales de las letras d, q, p, b con el fin de direccionarlas y de establecer las diferencias pertinentes de cada una. A partir de todo lo anterior podemos observar como el diseño sí interviene en los procesos que se generan cuando se desarrolla la lectura, los cuales en muchas ocasiones se nutren de los diseñadores y sus propuestas para cambiar las relaciones que se dan entre un autor, un texto y un lector, cuyo objetivo es facilitar todo el proceso de la comunicación. Con esto no pretendo que el diseño sea fundamental a la hora de leer, sino que, ha llegado a mejorar las condiciones del público lector de manera eficaz. Finalmente, a través del recorrido anterior por cada uno de los factores que intervienen a la hora de leer, se evidencia que en el diseño hay una preocupación por el tema de la lectura, que su objetivo es brindar al lector las herramientas necesarias para hacer de ella una actividad más amena, comprensible, eficaz y que el proceso de comunicación se lleve a cabo de una forma fluida y sin obstáculos. Además se evidenció, que tanto la lectura como el diseño, se retroalimentan la una a la otra, otorgando puntos de partida en el desarrollo individual de cada una logrando cambiar las relaciones entre el autor, el mensaje y el lector. Con todo ello, se puede concluir que efectivamente el diseño sí se encuentra presente a la hora de leer, configurando en muchas ocasiones nuestra comprensión y motivación por un determinado mensaje.

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Diseño: opción o necesidad Leonardo Andrés Alba Carrillo

Abstract Este ensayo es un análisis lógico de la pregunta ¿es el diseño necesario, u opcional? esta pregunta que aparentemente es tan simple conlleva a un análisis no sólo de la importancia en la labor del diseñador, sino que incluye un campo más amplio, la percepción humana y como esta influye el la lectura, ¿es posible solo leer un texto? o inevitable que percibamos e interpretamos el aura que lo rodea, que pudo o no haber sido diseñada conscientemente, no es nada conveniente dejar a la deriva este tipo de detalles que pueden alterar el proceso comunicativo, y en manos de un diseñador hábil pueden ser detalles que potencien y hagan más efectiva la entrega de la información.


Es fundamental tener una apreciación de la tarea de diseñar, entender su valor intrínseco y el poder que tiene en el esquema de la comunicación, tanto desde el punto de vista del diseñador quien utilizara sus conocimientos para generar un correcto canal de comunicación tanto para el escritor o grupo de escritores de el texto quienes deben entender lo mucho que puede afectar a sus propósitos el prestar la atención necesaria a los asuntos del diseño. Una pregunta que suele surgir cuando se habla de diseñar es, ¿es el diseño necesario, o es algo opcional? ¿es algo de lo que se puede prescindir y cuya funcionalidad es meramente estética?. Hay muchas opiniones sobre este tema, y considero que la opinión generalizada es no es estrictamente necesaria, no porque la labor de diseñar sea algo que es abiertamente considerado inútil o carente de sentido, sino porque la mayoría de personas solo se limitan a interpretar a su manera pero no es algo que se entienda racionalmente, es algo adicional. Pero el diseño se da naturalmente en las creaciones o procesos en los que interviene el ser humano, y más importante aún, es natural en el ser humano buscar entender o interpretar la forma en la que se dieron las cosas, buscar su origen, reconocer patrones lógicos en una secuencia de estímulos, intentar explicar incluso, las cosas que se encuentran fuera de su entendimiento, esta es la temática que pretendo desarrollar en este ensayo, y por medio del análisis lógico determinar si el diseño es un elemento primordial en la interpretación de un mensaje, más concretamente en la comunicación escrita. Para iniciar este análisis es fundamental determinar la función de un texto, y entender esta función como la transmisión de un mensaje de 19


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

forma escrita, que tiene una intención y espera ser recibido de una forma determinada. Dicho esto, hay que entender que la palabra escrita no es un elemento fácilmente agrupable; existen todo tipo de escritos cuyas intenciones van desde informar hasta confundir, su contenido puede ser verdadero o falso y su público objetivo puede ir desde un mensaje privado hasta un boletín para millones de personas, pero en cualquier caso dicho texto tendrá una función comunicativa que definiremos como, trasmitir información de un emisor por medio de un medio escrito hasta uno o más receptores, generando un cambio en su estado de conocimiento, y generando una respuesta por parte del receptor. ¿Qué papel juega el diseño en este esquema comunicativo?, desde el punto de vista más simple se puede pensar que el diseño se puede obviar y un mensaje escrito se puede enviar sin necesidad de tener en cuenta conceptos como tipografía, interlineado, espaciado, columnas entre otros, pero aun así un texto descuidado donde no se preste atención a este tipo de detalles, donde simplemente se de la información sin más, deja ver algo, podemos entender incluso antes de leerlo que es un texto falto de cuidado, que quien lo hizo no le dio mucha importancia, y por consiguiente interpretar que lo que en el este escrito, es carente de valor y esto se debe a que esta es la forma en la que interpretamos las cosas, es una característica del ser humano buscar entender las cosas, buscar encontrar un origen o una explicación a los fenómenos que experimentamos, y esto no es diferente en la comunicación escrita. El mensaje inserto en el texto va a ser inevitablemente apenas una porción de la información que llega al receptor ya que él interpretará de uno u otro modo todo tipo de detalles que rodean dicho texto, un mensaje en una botella, una carta con perfume, una nota escrita con sangre, una carta con un sello de una entidad oficial, o simplemente una carta con escritura temblorosa, son algunos de los ejemplos que nos entregan ideas sobre lo que puede estar escrito en el texto, si lo que fue escrito en el es real o falso, o incluso motivarnos a leer o rechazar el mensaje, todo esto antes de siquiera leer la primera palabra consignada en el, asi que sí, es lógico pensar que el diseño es parte fundamental en el lenguaje escrito, ya que su aplicación puede agilizar la entrega y 20


Diseño: opción o necesidad

eficacia de la información e incluso su no aplicación puede hacer que el mensaje sea rechazado por el receptor sin siquiera leerlo. Pero en este punto nos enfrentamos a otra pregunta, ¿este entendimiento tan racional o lógico de el diseño si es aplicado por la mayoría de las personas? el diseño sería producido y así mismo consumido por un pequeño grupo de personas que serían quienes entenderían y usarían el diseño como un potente factor comunicativo. Es evidente que el estudio del diseño no está ampliamente propagado, son relativamente pocas las personas que se dedican a entender y dominar este proceso y menor aún la cantidad que se enfocan específicamente en el lenguaje escrito, pero esto no significa que se diseñe solo para este grupo de personas, como ya se estableció anteriormente todos percibimos e interpretamos naturalmente, no es algo por lo que se opte sino más bien una forma de entender el mundo, y es de estas formas de percepción, de estos fenómenos incluso biológicos que se nutre el diseñador gráfico para poder lograr comunicar una idea. Después de todo, el diseño de un texto, el aura y detalles que lo rodean son fundamentales para su correcta comunicación, en la interacción humana es importante no ignorar el medio, el lugar y la forma en que se da, dichos elementos son tan importantes y dignos de estudio como la interacción en sí, y es labor del diseñador entender y controlar estos procesos. Después de todo, el diseño es una necesidad, no una opción.

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La evolución de la tipografía y el proceso d ​ e lectura: Dificultades y soluciones Juan Ricardo Arenas

Abstract Este ensayo aborda, desde aspectos históricos, científicos y sociales, cómo el proceso de lectura en las masas, al ser un proceso relativamente reciente, requiere hábito y entrenamiento y no puede ser ejercido ni procesado entre diferentes individuos de la misma manera. También aborda algunas soluciones de diseño que se han querido dar para algunos problemas de lectura y para ejercer una lectura más rápida, examinando sus pros y contras, tomando todos estos aspectos como una respuesta a la relación que tiene diseño con la actividad lectora.


¿Tiene influencia el diseño en la lectura? Tomando en cuenta la amplitud del término y de cómo se ha concebido la lectura hasta la actualidad, se puede afirmar que el diseño tiene una notable influencia en la forma como leemos y en la configuración de la lectura en diferentes medios y soportes. Si se toma en cuenta los orígenes y la definición del término diseño como un proceso de búsqueda e investigación de soluciones que se aplica en varios campos como la ingeniería, la arquitectura y las matemáticas, entre otras áreas, podemos darnos cuenta, a través de los hechos históricos, que durante el desarrollo y la expansión de la lectura, se han buscado varias soluciones para hacer no sólo la lectura, sino también la escritura y la composición, procesos cada vez más eficientes y rápidos y con mayores posibilidades en cuanto a soportes y medios. Especialmente en esta época, donde la mayor parte de textos e imágenes que el usuario lee van en función de una tarea, acción o conocimiento específico, es cada vez más evidente la diferencia entre la forma de diagramar y componer un texto de acuerdo a uno o varios usos determinados. Sin embargo, la configuración actual de la manera de leer y componer textos no ha dado del todo la solución a varias de la dificultades existentes a la hora de practicar esta actividad, ni ha logrado, que algunas personas que ven esta actividad como algo tedioso y poco entretenido, se acerquen a un libro y comiencen a cultivar este hábito. Además, algunos diseños de texto están más orientados a la economía y ahorro de espacio que a ser óptimos y amigables con el usuario. Ejemplo de ello, son los diccionarios y los directorios telefónicos, donde el puntaje de la letra y la extensión de los textos en una sola página pueden generar tedio a algunas personas. forma 23


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

¿Por qué existen tales dificultades y problemas? ¿Puede y podrá el diseño llegar a abarcar y dar soluciones eficaces a los problemas existentes de lectura? El objetivo de este ensayo es abordar algunas de las soluciones y alternativas a algunos de los problemas y dificultades en la lectura.

Diferencias de percepción de la lectura Para empezar, el proceso de la alfabetización masiva es algo relativamente recientemente, si lo comparamos con el tiempo estimado en que la humanidad ha estado en el planeta. En la antigüedad y en la Edad Media, sólo una pequeña parte de las personas tenía el privilegio de saber leer y escribir. Además, la cantidad de libros que existían durante estas épocas era limitado y más aún la cantidad de personas que podían acceder a ellos. La invención de un modelo eficiente de reproducción de libros, como la imprenta, empezó a aumentar ese número de lectores y la adopción de un estilo humanista de escritura de alfabeto latino, que ofrecía una mayor diferenciación entre caracteres, estableció un modelo de diagramación de texto, que con apenas algunas modificaciones, se mantiene hasta la actualidad. Masificar la lectura y escritura implicó hacer que millones de cerebros procesaran un modelo cultural establecido de caracteres, palabras y párrafos, algo que no todos asimilarían de la misma manera ni llegarían a dominar de manera eficiente. Inclusive, las dificultades o trastornos que se dan en la lectura a temprana edad, como la dislexia, no influyen ni descompensan otras habilidades, así como algunos problemas de escritura, de cálculo y algunas otras obligatorias de aprender en la vida académica. La lectura es una habilidad que requiere una constante realización tanto para adquirir una memoria lexical y fortalecer la estructura gramatical como para adaptar al cerebro a realizarla de una manera cada vez más óptima, además de requerir la actividad de casi todas las regiones cerebrales. Existe un estudio realizado por la Northwestern University, cuyo objetivo era el de calcular con precisión la capacidad de comprensión lectora de los participantes que leían frecuentemente 24


La evolución de la tipografía y el proceso ​de lectura: Dificultades y soluciones

y los que poco leían. El estudio concluyó con una gran diferencia en diferentes aspectos entre ambos grupos, especialmente en la actividad de las regiones cerebrales, donde los lectores habituales tenían una mayor actividad entre hemisferios, lo cual nos permite afirmar, que existen maneras de responder al hábito de la lectura. Además, ejercer el hábito de lectura y escritura requieren una motivación, y el diseño no pueden dar del todo la solución a este requisito, sino recurriendo a elementos externos al texto mismo (imágenes, música, animación y videos, entre otros), que ofrecen un estímulo más seductor y llamativo; y elementos que están fuera del diseño, como la difusión entre grupos sociales. Con esto, me refiero específicamente a libros que se han convertido en tendencias y modas entre diferentes públicos: Harry Potter, que llegó a generar una generación de niños y adolescentes lectores, las Crónicas de Narnia, el Código da Vinci, entre otros libros que han marcado tendencia entre diferentes grupos de lectores. Hay que tener en cuenta, además, que nos encontramos en un momento en donde la información no solamente se presenta de manera escrita, también de manera sonora, visual y táctil. Este hecho hace un poco más difícil que se pueda generar una motivación a ejercer la lectura, ya que otros medios ofrecen estímulos más llamativos o más cercanos a nuestra realidad, y requieren menor esfuerzo mental para hacernos llegar y procesar la información. En cambio, la actividad de la lectura, en especial si se hace de manera dedicada, requiere una alto nivel de concentración y no tiene la característica de poder realizarse con otras tareas, y además, dependiendo del tipo de persona, requiere la anulación de ciertos estímulos auditivos y visuales. A continuación abordaremos algunas soluciones de diseño contemporáneas con respecto al problema de la lectura. Estas soluciones pretenden solucionar de manera parcial algunos problemas específicos de la lectura o mejorar algunas características a la hora de ejercer esta actividad.

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Lectura rápida Existe un aplicación digital, que pretende mejorar la velocidad de lectura, aprovechando un principio llamado la percepción visual serial rápida (RSVP, en sus siglas en inglés), que consiste en una técnica para presentar información fragmentada de manera secuencial, aprovechando principios como las fijaciones, los movimientos sacádicos y los barridos de retorno, reduciendo casi de manera completa los desplazamientos de nuestros ojos a través de un espacio, garantizando así una velocidad de lectura de hasta 600 palabras por minuto. Se llama Spritz, cuyo uso se extiende de manera gratuita a través de algunos sitios, como el Huffington Post. Este tipo de aplicaciones no son nuevas, Spritz toma este concepto y añade algunas características como el resaltar una determinada letra de una palabra y centrar está última con respecto a la primera. El único inconveniente es que su alcance es limitado: sólo se ofrece como un complemento para leer páginas de Internet, además de que la aplicación ReadMe!, aplicación de lectura de eBooks que integra esta utilidad, no provee soporte soporte para iBooks ni Kindle, por cuestiones de derechos de autor. Existe como alternativa Gritz, una aplicación de código abierto que lee archivos de texto plano, y es portable a varios sistemas operativos. Existen opiniones variadas sobre estos productos, inclusive un artículo del sitio Web Time nos afirma que si bien hay una mayor velocidad de lectura, no es probable que exista una mayor comprensión cuyo desarrollo sólo se obtiene de un hábito de lectura tradicional.

Dislexia Se han hecho estudios y se han planteado algunas soluciones de diseño para este grupo de personas. La dislexia se refiere a un trastorno que dificulta la comprensión de lectura o la relación entre letra, sílaba, palabra o fonema. Según estudios neurológicos, la dislexia se debe a un funcionamiento deficiente en el giro angular, una estructura ubicada en el lóbulo parietal. Un estudio sobre este tema, realizado por Rello y Baeza-Yates (2013), hace un estudio sobre las tipografías más adecuadas 26


La evolución de la tipografía y el proceso de lectura: Dificultades y soluciones

para facilitar la lectura de las personas con este trastorno, basándose en datos cuantitativos como cantidad de fijaciones, tiempos de lectura, entre otros. Para el estudio se usaron doce tipografías populares de diferentes tipos: palo seco, romanas, monoespaciadas, itálicas y se incluyó OpenDyslexic, una tipografía diseñada específicamente para este tipo de problema. En este se concluye que las mejores tipografías para las personas con Dislexia son las de palo seco, y las tipografías poco adecuadas son las itálicas, y con respecto a Garamond, considerada una tipografía clásica y legible, no obtuvo muy buenos resultados. Se han planteado también varias soluciones tipográficas a este tipo de problema. Una de ellas, destacada en esta categoría es Dyslexie, creada por Christian Boer (quien padecía este trastorno) en el año 2008 en la Universidad de Twente, a través de una investigación realizada allí. Las características de esta tipografía son: un trazo de mayor grosor a la altura de la línea base, una mayor asimetría y diferenciación en letras como b, d p y q, diferencias de altura entre el arco base de la v y la y, entre otras. Cuatro años después, con casi las mismas características que aplicó Boer a la tipografía Dyslexie, y según las palabras de su autor, Abelardo González, «motivado por el hecho de que otras tipografías similares eran inasequibles», y tomando como base la tipografía Vera Sans, se crea OpenDyslexic, como una alternativa gratuita y de recurso abierto (Open Source), actualmente implementada en varias aplicaciones y sitios Web como la Wikipedia. Otras tipografías para este problema son: Gill Dyslexic, creada también por Christian Boer; Read Regular, que trata de mantener la asimetría entre varias formas sin perder su consistencia y equilibrio de grises; Lexia Readable; y Sylexiad, basada en una investigación en adultos lectores con este trastorno. Respecto a OpenDyslexic, siendo una tipografía que se expandió a gran velocidad entre diferentes servicios, genera opiniones divididas sobre su efectividad y legibilidad. Retomando el estudio de Rello y Baeza-Yates (2013): Las tipografías diseñadas específicamente para la dislexia, OpenDys y OpenDys It, no conducen a una mejor o peor lecturabilidad. […] Sin embargo, no hemos realizado una lectura en voz alta con palabras, 27


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

área en la cual podría mejorar el uso de estas tipografías. Adicionalmente, nuestros participantes prefirieron de manera significativa Verdana o Helvética para lectura que OpenDys u OpenDys It.

Por un lado se puede reconocer que la tipografía diseñada por Abelardo González es un intento de poner una serie de teorías e investigaciones hechas por Christian Boer al alcance de un público que lo está necesitando y no tiene el dinero suficiente (hecho que llegó a generar disputa entre estos dos autores), por otro lado, se admite que la tipografía OpenDyslexic presenta notables problemas de consistencia, incómodos incluso por el público al cual va dirigido. Inclusive el autor mismo reconoce que la tipografía Dyslexie tiene mayor consistencia y calidad. Con los hechos anteriormente mencionados, podemos ver en pequeña muestra cómo el diseño puede optimizar, agilizar y complementar la lectura, y hasta cierto punto, motivar a ejercer esta actividad, pero todavía se queda a medio camino en cuanto a lograr una generación de buenos lectores. Existen todavía dificultades a la hora de aprender y desarrollar esta actividad, y es porque tanto diseñadores como educadores no toman en cuenta las diferentes maneras de asimilar las habilidades y conocimientos, ni brindan alternativas que puedan facilitar ésto último.

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El diseño es más que forma y la lectura es más que solo letras Yoryeth Bastidas

Abstract El siguiente ensayo tiene como fin argumentar por qué el diseño gráfico tiene una participación débil pero fundamental en el campo de la lectura y por qué la visión limitada que muchas personas tienen con respecto a las diversas funciones y los diversos campos en los que puede trabajar el diseño ha hecho que ‘, la participación del campo del diseño en general se vea opacada por el estancamiento de sus múltiples posibilidades (que van más allá del uso de la gráfica).


El siguiente ensayo trata de la enorme pero limitada influencia que considero posee el diseño en torno a la lectura de los mensajes escritos. Para hablar de dicha cuestión me centraré en estudios que informan acerca de cómo se construye la lectura de los textos en el campo de la percepción visual y en el campo sociocultural. Para hablar del tema es necesario primero definir la palabra ‘diseño’ para ampliar el concepto que se tiene del mismo. En búsqueda de un concepto de diseño que abarcara varios campos de acción descubrí una definición del MITI (Ministerio de Comercio Internacional e industria) de Japón, que encaja con mi forma de pensar con respecto a la función del diseño. El MITI define la palabra ‘diseño’ como «la actividad creativa que busca generar un ambiente artificial armónico que ofrezca la más completa satisfacción de nuestras necesidades físicas y espirituales» (MITI, 1995, p. 61), el diseño es definido entonces como una actividad que participa no solo en la creación de sistemas artificiales físicos, sino también en la elaboración y gestión de procesos de pensamiento que se aplican en distintos ámbitos de la vida cotidiana. El diseño se involucra en prácticamente todas las funciones y actividades de la vida a través de distintos medios y expresiones que se relacionan con nuestro uso del lenguaje. La lectura es una de las actividades diarias en las que el diseño participa con mayor fuerza debido a la relación directa entre la evolución de la misma y la evolución del lenguaje oral y el lenguaje escrito. Para saber cuánta influencia ejerce el diseño sobre la lectura se hace necesario primero mencionar que la lectura se define como «el proceso de significación y comprensión de algún tipo de información y/o ideas 31


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

almacenadas en un soporte y transmitidas mediante algún tipo de código, usualmente un lenguaje» (Wikipedia, 2015), dicho proceso de comprensión se ve afectado por una compleja serie de procesos que se encuentran fuertemente relacionados entre sí. Para estudiar juiciosamente el campo de la lectura en relación con el diseño decidí abarcar tres temas importantes que la fundamentan: la psicología, el cotexto y el contexto. La psicología de la lectura se relaciona con el proceso de comprensión del texto que inicia con la percepción y el reconocimiento de letras y palabras y, que finaliza con el procesamiento sintáctico y semántico de lo leído (Vega, 2011). El campo del diseño ha tenido influencia sobre la forma en la que percibimos y reconocemos letras debido a su participación directa en la configuración de sistemas de escritura como el latino. Dichos sistemas de escritura han evolucionado a lo largo de los años para adaptarse a distintas necesidades que van desde el ahorro de espacio en un libro hasta la idea de generar un tipo de escritura que identifique a una nación —como en el caso de la escritura semi-uncial que en el scriptorium monástico Irlandés, los celtas transformaron en escritura insular característica de la región. Uno de los motivos por lo que evolucionó la escritura fue la idea de legibilidad asociada a una mejora de la percepción visual de las letras, este interés fortalecido después de la llegada de la imprenta de Gutemberg en el Renacimiento —en la que se buscó generar una armonía en la composición de los textos impresos en relación con los manuscritos medievales—, fue una de las razones por las que se llevaron a cabo estudios sobre la relación del lector con el texto que ayudaron después a mejorar en parte la lecturabilidad en personas normales y pacientes con enfermedades cognitivas y trastornos del aprendizaje de la lectoescritura como la dislexia. La influencia del diseño sobre la lectura tiene un punto de inflexión después de que la función de reconocimiento de las letras se da como etapa inicial en la comprensión del texto. El reconocimiento de las letras implica la conservación de una representación abstracta de las mismas en las que no importa su peso o forma tanto como estructura original, en otras palabras, nuestro cerebro solo identifica las letras a través de 32


El diseño es más que forma y la lectura es más que solo letras

sus rasgos de identidad (trazos verticales, horizontales, etc), de manera que la forma de las letras deja de importar después de que el cerebro realiza el proceso de reconocimiento de palabras (Vega, 2011). Esto significa que el trabajo del diseñador (gráfico) solo resulta ser importante en primera instancia cuando éste participa en la legibilidad y en la rapidez con la que se perciben las letras a través de modificaciones de interlineado, formas y colores; después de este proceso de creación y/o modificación del texto —y su posible impresión—, el diseñador gráfico solo puede limitarse a observar cómo asimila el lector el texto a través de su propia experiencia porque no puede trabajar más allá de lo que es el planteamiento de la forma. Durante el proceso de reconocimiento de palabras, en el cerebro comienza a operar el procesamiento sintáctico que se relaciona con el segundo tema importante en la lectura de los textos: el cotexto. El cotexto se refiere al uso de combinatorias de palabras y signos lingüísticos que operan en el texto para darle un sentido. Fernando Vega (2011) menciona en su libro Psicología de la lectura que la lexicalidad, la frecuencia de uso, la edad, el tamaño de las letras y las capacidades de las palabras para ser imaginadas son factores importantes que contribuyen al reconocimiento de sus significados, por ello se infiere que el sentido que una persona le da al texto —el entendimiento del cotexto— depende siempre del contexto de la lectura porque el reconocimiento de los signos lingüísticos y de su uso sólo se da a través de su asimilación por medio de la experiencia. El diseñador limita su papel en el ámbito formal debido a que no puede tener mayor impacto sobre los problemas cognitivos y contextuales del lector, con esto me refiero a que el diseñador sí puede afectar la forma en la que el lector percibe el texto pero esto no significa que pueda tener mayor impacto sobre sus problemas de ‘discapacidad’ o los diversos problemas generados por su contexto. La educación del lector no solo afecta la forma en la que éste interpreta y asume el texto: enfermedades, accidentes o problemas de cognición también pueden dificultar la lectura de los textos en diferentes niveles. La postura que el lector adquiere mientras se encuentra sentado, el lugar en el que se 33


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

encuentra, los problemas de concentración ocasionados por distracciones, la expresión textual del autor, el nivel de interés en el tema y las pautas marcadas con signos ortográficos dentro del texto pueden afectar también el cómo el lector realiza la lectura. Cuando un lector no intenta llenar los vacíos que existen entre él y el texto, no se establece un proceso de comunicación. El estudioso de la literatura alemana Wolfgang Iser (citado por Arizpe y Styles, 2004) desarrolló en el libro The Politics of Experience una reflexión que se basa en la idea de que las personas «llenamos todo el tiempo un vacío central en nuestra experiencia (…)», Iser concluye que «son los vacíos la asimetría fundamental entre el lector y el texto, lo que da lugar a la comunicación en el proceso de la lectura». Ésta afirmación establece que la conexión entre el lector y el texto implica la creación de un espacio imaginario en el que se da un proceso de significación que posibilita la comprensión de la lectura, si el lector no está en las capacidades de desarrollar dicha conexión con el texto, no hay lectura. Como diseñadores participamos en la creación de libros, nos preocupamos por el soporte, por la percepción de los signos y por la legibilidad y la estructura sintáctica y formal del texto, pero a pesar de nuestros esfuerzos por presentar los escritos en las mejores condiciones, no hay lectura si no hay lectores. Podemos crear las condiciones perfectas para que una persona se acerque al proceso de lectura, pero esto no significa que los textos vayan a ser comprendidos en dicho proceso: sin comprensión no hay lectura. Nuestra educación es una de las cuestiones más importantes que afectan nuestra forma de leer. Sin una educación personalizada el niño o el hombre no pueden acceder a otros niveles de comprensión del texto, por ello se hace necesario crear un tipo de educación que cuente con un buen diseño para lograr buenos resultados. El diseño de la forma influye bastante en el cómo percibimos los textos en la lectura pero el diseño de nuestro sistema educativo prácticamente ha determinado cómo manejamos nuestro proceso de percepción. El diseño sí afecta el cómo comprendemos los textos pero la cuestión es que no contamos con una visión amplia del diseño que nos ayude a comprender que 34


El diseño es más que forma y la lectura es más que solo letras

el mismo no se debe ocupar solo de la parte formal de la lectura sino también de los procesos integrales del lector. Me atrevo a decir que el diseño de la forma solamente abarca una quinta parte del proceso de lectura y por ello hay que reconocer que el diseño gráfico es importante únicamente al comienzo del mismo. El diseñador gráfico debería ser un profesional integral que comprenda que su labor no solo radica en la figuración sino también en la gestión; se necesita ampliar la visión de lo que es el diseño para comprender que en todo hay diseño pero que no todo diseño es bueno. A los diseñadores gráficos no nos compete del todo trabajar directamente sobre los sistemas educativos —por cómo se ha definido nuestro oficio a través de todos estos siglos— pero sí es bueno que entendamos que el diseño es más que solo forma y que la lectura es más que solo letras.

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Más allá de las mínimas consideraciones de los procesos de lectura Laura María Betancourt Hernández

Abstract La habilidad de leer, es algo relativamente nuevo para el ser humano, y mucho se ha estudiado, de su desarrollo, tanto a nivel estructural, como a nivel psicológico y cultural. Este ensayo, expone las distintas implicaciones de la lectura y las complicaciones que se dan en su desarrollo, que dan cuenta de su complejidad, no sólo a nivel formal, sino también a nivel intelectual.


El siguiente ensayo tiene como objetivo analizar algunos aspectos que resultan influyentes para los procesos de comprensión lectora, en relación a las limitaciones del lector. Así pues el estudio de hábitos de lectura y la psicología lectora son base del análisis, pues buscan entender el modo de comprensión de las palabras y sus funciones y la gran influencia que tienen las dinámicas culturales y el contexto social, en el que está inmerso el lector. Es importante definir términos para dar contexto al ensayo. La RAE define la lectura como la “Interpretación del sentido de un texto”, evidenciando con esto que leer es mucho más que sólo ver las palabras de un texto y poder pronunciarlo, aunque este sea el primer paso dentro del proceso. Leer implica una comprensión del sentido. La lectura es una habilidad en la que se entrena a las personas desde la niñez y se fortalece a medida que va creciendo la persona. Durante este proceso también se amplían sus límites y, de a poco, lo hacen palabras, conceptos e ideas, complejizándose cada vez más. Así, los procesos de lectura se van mecanizando con la práctica, como lo evidencia Fernando Cuetos al mencionar el experimento realizado con lectores entre los 6 y 22 años, para analizar la activación del cerebro (Cuetos, 2013). De dicho estudio se logró evidenciar que cuanto mayor es la persona y mayor su destreza lectora, más se activaba la parte izquierda del cerebro y, conforme esta actividad aumenta, disminuye la del hemisferio derecho, contrario a lo que pasaba en los niños, con lo que se afirmó que a medida que aumenta la destreza lectora cada vez son menos importantes los aspectos visuales de las palabras, y más los lingüísticos (Cuetos, 2013). Así, cuanto más lea una persona, más se activan otras zonas y otros 37


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

aspectos son más importantes al momento de leer. Pero ¿Qué ocurre cuando aparecen palabras no conocidas o cuando la familiaridad con el tema del texto es poca o ninguna? En estos casos, el cerebro se remite a otros procesos, para poder dar explicación o un sentido a lo que lee. En lugar de hacer el camino habitual, según Guillermina Noël en donde entran y pasan por un archivo mental, reconocida como un diccionario [a esto le llaman la vía lexical] sino que en lugar de eso, solo leemos la palabra con nuestros conocimientos previos de pronunciación, pero sin ningún significado para ésta palabra, ya que no existe en nuestro diccionario mental [conocida como vía no-lexical]. (Frascara, 66) Las palabras entonces también son formas, y entran de manera tangible a nuestro cerebro a través de la lectura, y es allí en donde el trabajo de los tipógrafos se vuelve relevante en la tarea de leer, “los tipógrafos son conscientes de que dibujar tipografías no es dibujar letras bonitas: dibujar tipografía es acerca de dibujar bonitas palabras. (…) Ellos trabajan en conjunto con los límites y preferencias del lector, y los movimientos del ojo, entonces las palabras se mueven suavemente hacia el cerebro. La experiencia del tipógrafo lo hace capaz de decidir qué condiciones son las más adecuadas para el lector” (http://www.fontbureau.com/blog/how-we-read).

Llegamos a un punto en donde hemos hablado tanto de la forma, como de la parte conceptual de una palabra, Y entendemos que la composición de un texto implica la comprensión conjunta de los elementos, no de los mismos aislados, coincidiendo entonces en propósito con la definición de la lectura. Por otro lado, es importante también la correcta disposición de la tipografía, que está adaptada para responder a la necesidad específica de un texto, lo que va a permitir, no sólo una lectura eficaz, sino también eficiente. Sin embargo ¿qué pasa con los elementos psicológicos y de desarrollo del lector que también están implicados? “Por millones de años, los humanos han hablado, y entendido el lenguaje. Su habilidad para leer y escribir, sin embargo se ha establecido solamente en los más recientes tiempos. Desde una perspectiva psicolingüística, leer, es considerado como un proceso secundario que 38


Más allá de las mínimas consideraciones de lectura

está aparte de la identificación visual de la forma de las palabras, dependiendo así de ese proceso primario del lenguaje.” (http://www.sowi. uni-kl.de/fileadmin/frueh/publications/friedla2002.pdf )

Esto apoya la idea de la lectura como un proceso complejo que se da en fracciones, como también lo afirma Jorge Frascara: “dos principios fundamentales emergen hasta ahora: Cuando confrontamos una palabra que no es familiar el proceso de la lectura puede ser perturbado.El reconocimiento de la palabra es un proceso interactivo que depende de varias fuentes de conocimiento; también depende de la estructura visual de la palabra (configuración y longitud); y del vocabulario del lector. Para que el proceso de la lectura sea fluido, el pasaje entre el texto leído y el conocimiento del lector debe ser libre de obstáculos.” (Frascara, 2002, 69)

Por lo tanto, inferimos que la lectura no es un proceso aislado en el cerebro, sino que depende de varias partes -que a manera de cascada se van activando- y cómo la estructura, no sólo visual, sino del lenguaje de un texto, está asociada a la eficacia del mismo en el lector. En este punto entran a discusión otros aspectos de la lectura más allá del hecho de poder visualizar las palabras aisladas dentro de un texto, como la compresión de las mismas, ampliando así el panorama de las implicaciones de la lectura y las posibles fracciones que se puedan dar en el desarrollo. “Proceso semántico: después de que ha establecido las relaciones entre los distintos componentes de la oración el lector pasa al último proceso consciente en extraer el mensaje de la oración para integrarlo en sus propios conocimientos. Sólo cuando ha integrado la información en su propia memoria se puede decir que ha terminado el proceso de comprensión” (Cuetos, 2013,16)

Entonces, después de un proceso de análisis de los elementos (palabras), de manera aislada y pasadas las relaciones entre ellos y su función (oraciones, ideas), se da un último proceso que se asocia con 39


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

la eficacia, y el fin de un escrito: la comprensión. Pero ¿comprenden las personas todo lo que leen?. Antes de contestar ya el lector se lo ha respondido: no. Y esto ocurre por diferentes razones, influye el tipo de texto, la edad, el interés, la preparación, etc. Sin embargo ese no es tema de este ensayo. Las personas se inician en la lectura desde sus primeros años y desde ese momento empiezan a realizarse conexiones cerebrales que aumentan, en la medida que aumenta la práctica, y la dificultad de los textos, y sin embargo no es garantía de una lectura eficaz, ya que, como este proceso se da de manera fraccionada, y en él, a su vez, intervienen muchas partes, en el desarrollo de la lectura puede haber problemas, que no sólo describen la complejidad del proceso, sino también los múltiples elementos que entran a influenciar la “buena lectura”. “Otra situación en la que se descubre la complejidad de la lectura nos la muestran las personas que leían normalmente, e incluso disfrutaban leyendo y que a consecuencia de una lesión cerebral han quedado incapacitadas en algún aspecto del proceso lector. dependiendo de la localización y el tamaño de la lesión, y en consecuencia de los procesos cognitivos afectados, algunos pacientes no consiguen identificar las letras, otros pueden leer sólo determinado tipo de palabras, otros pueden leer cualquier palabra pero necesitan mucho tiempo porque su lectura es muy lenta y trabajosa, otros, en fin pueden leer incluso frases pero no consiguen entender lo que leen. las dificultades lectoras de estas personas nos sirven para ver lo realmente compleja que es la lectura, sino también para entender mejor su funcionamiento, ya que en algunos casos es como si realizas en a cámara lenta lo que los lectores normalmente hacemos a gran velocidad, por lo que los procesos se hacen más transparentes” (Cuetos, pág 14).

Como conclusión se puede decir que la lectura es un proceso complejo, que implica mucho más que una parte visual, tiene que ver también con funcionalidad, e influyen en ella, aspectos de orden psicológico, médico, y de formación del individuo (experiencia)es por eso, que 40


Más allá de las mínimas consideraciones de lectura

tanto médicos, como psicólogos y personas preparadas en otras ciencias, estudian y proponen métodos y soluciones; también entran diseñadores, o tipógrafos, que toman en consideración estos aspectos esenciales, y desarrollan un trabajo dirigido también a optimizar la lectura, tomando decisiones formales en la composición de un texto. El hecho de que intervienen tantos factores dentro del proceso, no hace menos importante el trabajo del diseñador, pero sin duda al evaluar la influencia del diseño en la lectura, entran en juego otros aspectos que se salen de las manos del diseñador: las condiciones del lector. Lo que implica una gran limitante entre la persona que diseña y la lectura que está condicionada por la persona que lee, sin embargo esto lleva a considerar que el diseño es mucho más que lo meramente formal, y que tiene que ver con la planeación de un texto (el estilo), y otras decisiones que se toman pensando en los posibles lectores. No se puede saber si todo el que diseña un texto está considerando estas opciones, y sin negar que aun así se salen de control los resultados de la lectura, el diseño tiene que ver con todos los aspectos, se diseña desde la psicología, lo hacen los médicos, y los lingüistas. Cada decisión tomada con respecto a un texto es diseño, y contribuye al mejoramiento de la experiencia lectora, no se puede controlar todo, pero podemos caminar juntos, entre una y otra disciplina para mejorarla.

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Un aporte de la lingüística y el diseño gráfico al proceso de lectura Carlos Andrés Contreras S.

Abstract Es importante reconocer que todo texto debe tener una forma adecuada, una semantización apropiada para el público al que va dirigida y obtener una respuesta satisfactoria del lector o lectora. Este ensayo propone relacionar tres diferentes momentos en los que un diseñador debe participar cuando se trata de comunicar un mensaje a determinada población.


Para el diseñador editorial, la primera tarea debe ser intentar comprender la estructura de la obra. Jorge de Buen, Manual de Diseño Editorial «Según Peirce, la Fenomenología es la ciencia que “establece y estudia las clases de elementos universalmente presentes en el fenómeno, entendiendo por fenómeno cualquier cosa que está presente a la mente en cualquier momento y en cualquier forma”. […] un fenómeno puede ser “algo de la experiencia exterior que llama nuestra atención […]”» (Restrepo, 2010. p.7). Partiendo de la premisa anterior, podemos afirmar que si la lectura es un fenómeno entonces está presente en la mente y por tanto llama nuestra atención. Restrepo más adelante afirma que Peirce, a partir de un estudio de la fenomenología, divide al fenómeno en tres momentos; la Primeridad, la Segundidad y la Terceridad (2010. Pp. 11-12). La intención de este ensayo consiste en establecer una relación de los tres momentos fenomenológicos y los tres momentos de la comunicación o actos de habla (locución, ilocución y perlocución) con el diseño gráfico y su influencia en la lectura. Este escrito, pues, estará dividido en tres estados, cada uno refiriéndose a un momento en específico en la relación del diseño gráfico y el proceso de lectura como proceso lingüístico-gráfico. La Primeridad se refiere a la cualidad de algo, en la que algo es por lo que es y nada más. «La mónada –concepción lógica de la Primeridad– no es un objeto sino un sí mismo con algún grado de determinación sin compararse con nada más. Esa cualidad monádica propia de la Primeridad no es abstracción de la idea; es, precisamente, autónoma e independiente; consiste en ser algo peculiar e idiosincrático» (2010. p. 43


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

19). En similitud, el acto locutivo, desde la lingüística, es la expresión de un mensaje únicamente por cómo es y nada más, es decir, lo que se dice, o lo que está escrito sin ninguna otra interpretación. La Primeridad y el acto locutivo, desde el diseño gráfico y su influencia en la lectura, vendrían siendo equivalentes a la forma del mensaje comunicado como forma únicamente. En otras palabras, en un primer momento, el diseño gráfico tiene influencia en la forma del mensaje escrito que será leído. Ésta sugiere la cualidad de ser leída por cómo está diagramada o compuesta sobre un soporte sin dejar atrás también la forma de la letra. El diseñador gráfico debe comprender la estructura de un texto, es decir, leerlo, identificar intenciones comunicativas, ser capaz de comunicar la idea de un texto con solo una forma, tanto la forma de la letra, como la forma en la que el escrito se presenta. De esta manera, comunicar su forma lo más fielmente con respecto a la cualidad del texto en sí. No solo se trata de una intención de lectura sino también del soporte en el cual es comunicado. Hablando de forma como una cualidad en sí, el soporte también comunica algo en la medida en que es porque sí y no por otra razón; es decir... «“El medio es el mensaje”: en esa frase se formuló una pretensión de verdad que hizo posible el actual discurso mediático-teórico […]. Y es que esa frase afirma que el medio en el cual el sujeto del habla hace una determinada declaración (sea ese medio el lenguaje oral, la escritura […]), hace al mismo tiempo y paralelamente su propia declaración» (Groys, 2008. p. 115). Así que el diseño gráfico no solo influye en la intención de lectura sino también en el soporte en el que la comunica. El diseñador debe influir en la selección de un medio en el cual comunicar cierto texto; sea digital o impreso, sea un tamaño determinado o en uno por determinar. «El aspecto general del medio impreso [o digital] (o sea, sin contar el significado de las palabras) es en sí mismo un mensaje. De hecho, lo primero que hacemos al abordar una publicación es descifrar su forma. […] Desde que inicia la lectura, el perceptor va comprendiendo paulatinamente la forma del libro. Al principio puede darse cuenta de si el libro está bien ordenado, si la letra es grande o pequeña, oscura o clara, bonita o fea… Pero, si todo marcha bien, llegará pronto a ensimismarse 44


Un aporte de la lingüística y el diseño gráfico al proceso de lectura

en la lectura hasta el punto en que leer dejará de ser un acto consciente» (De Buen, 2000. pp. 38-39). La comunicación escrita evoluciona junto con la oralidad de cada región del mundo. Es decir, los dialectos del habla influyen en el desarrollo de la escritura y el diseñador debería evolucionar junto con ellos para establecer relaciones contemporáneas entre lo que se habla y lo que se comunica escrituralmente. Un diseñador entonces no solo debería establecer el orden del mensaje sino también su forma y el medio en el que se comunica teniendo en cuenta aspectos lingüísticos de la región en la que se encuentre. «Si la Primeridad es presente inmediato, el carácter predominante de la Segundidad es lo pasado, lo que ya es un hecho. En la Segundidad, la cualidad toma concreción y así accedemos a ella, lo cual no invalida que la cualidad siga siendo como posibilidad sin referencia a un segundo porque por ser monádica no tiene unidades; la Segundidad, en cambio, supone la Primeridad» (Restrepo, 2010. p. 22) La Segundidad, pues, es en relación con el acto ilocutivo, una referencia a un hecho, a una intención. El acto ilocutivo sugiere la idea de una orden o de una petición. La pretendida relación con el diseño en este segundo estado, se refiere a un momento de significado. Un momento semántico en el que después de comprender la forma, nos concentramos en su significado. Tanto el texto como las palabras contenidas en él, nos remiten a un hecho en el pasado, a una Segundidad y a un acto ilocutivo del diseño, es decir, el significado que yo le doy a cierta forma de componer un texto implica una petición; una forma de leerlo, una forma de significarlo. De esta manera, un texto determinado, sea científico, sea poético, sea periodístico, etc.; sugerirá una forma de significarlo por su forma de leerlo. Es diferente leer un artículo de un periódico diagramado a cuatro columnas que un poema diagramado a una sola en una alineación en bandera. Sus significados son diferentes, es decir, la forma en la que el texto está dispuesto en un espacio, configura su significado; sea este un significado de formalidad, significado poético, significado científico. Sí, la forma que tiene un escrito puede sugerir estos significados y más.

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Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

En este segundo estado de la influencia del diseñador en la lectura, interviene de igual manera la lectura. No se trata pues de pensar en un absolutismo fenomenológico, en el que un texto diagramado de la misma forma o en el que se utiliza el mismo tipo de fuente o el mismo soporte, sirva para todas y cada una de las regiones del mundo. «Desde el momento en que la percepción se concibe como un proceso activo en el que se implica la globalidad de la persona, no puede dejarse de lado la relación existente entre las estructuras cognoscitivas planteadas por el sujeto y el marco en que estas se ejercen. […] Tratar de ver cada cultura en función de su particular sistema de valores y una distinción inicial entre percepción del espacio y representación del mismo» (Zunzunegui, 1989. p. 43). El diseño gráfico, de esta manera, no solo influye en el proceso de lectura de algún texto determinado, sino que también debe comprender el espacio en el que es comunicado y su posible significación. El diseñador gráfico debería estar en capacidad de establecer parámetros textuales dependiendo de la región en la que se vaya a comunicar determinado texto. El diseñador gráfico como lingüista, debe comprender culturalmente, la etnicidad de las regiones por las que se transporta, y ser capaz de adaptar no solo un mensaje escrito sino cualquier tipo de mensaje que se necesite en el área. Por lo tanto, debería tener amplios conocimientos en sociolingüística y etnolingüística con tal de ejercer su oficio como comunicador de la manera más eficiente posible. «La Terceridad da sentido a la Segundidad y también a la Primeridad que de suyo ya está incorporada en la Segundidad. Este modo de ser se refiere a la manera como conocemos los fenómenos, como pensamos, como se da la significación; es el modo como Peirce concibe la representación, la cual se manifiesta en la operación triádica del signo. “En su forma genuina, la Terceridad es la relación triádica que existe entre un signo, su objeto y el pensamiento interpretante, que

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Un aporte de la lingüística y el diseño gráfico al proceso de lectura

es en sí mismo un signo, considerada dicha relación triádica como el modo del ser de un signo.”» (Restrepo, 2010. p. 30).

La Terceridad nos remite entonces a lo que es significado al ser reconocido y al ser pensado. En función de la Primeridad, cualidad; y a la Segundidad, hecho. Este tercer estado en relación con el acto perlocutivo, es decir, desde la lingüística, nos habla acerca de la respuesta. La respuesta que esperamos o que se genera a partir de un grupo social, de una sociedad; a un texto determinado. A lo que llamaremos comunicación. «Aunque desde un momento inicial hemos llamado la atención sobre la distinción entre significación y comunicación, no deja de ser evidente que la primera ha venido siendo considerada, en términos básicos, como un presupuesto para la existencia de la segunda. Hablemos de signo o de texto, de recorrido generativo del sentido o de cooperación interpretativa, lo que subyace en todas estas aproximaciones es la misma idea tendente a convertir el texto en objeto de comunicación» (Zunzunegui, 1989. p. 96)

El diseñador debe integrar dichos conceptos en la elaboración de un mensaje escrito. Una forma que sea reconocida y no solo significada sino comunicada eficientemente. Con el objetivo de lograr una respuesta positiva, es decir, una respuesta planeada en aquel diseño. En conclusión, el diseñador gráfico debe ser capaz de manejar los conceptos lingüísticos, para elaborar una comunicación efectiva. Y, bajo una intención lectora, establecer parámetros de comunicación, de intención significativa y de forma para generar una respuesta adecuada. Esto se logra conociendo los comportamientos sociolingüísticos de una lengua. Sea la que sea. De esto se infiere entonces que un diseñador antes de elaborar un diseño debe ser un investigador lingüista para luego ejercer un pensamiento de diseño

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El diseño como base de la lectura Sergio David Díaz Medina

Abstract El ensayo plantea que los conceptos de diseño y lectura —ésta en cuanto se refiera únicamente a la interpretación de códigos textuales (textos)— están fuertemente ligados, y que el primero es la base del segundo en cuanto las letras constituyen una solución formal al problema de la comunicación escrita. Alrededor del texto se exponen citas que soportan esta hipótesis, así como otros puntos de vista que la rechazan con el fin de generar un debate sobre la misma. Cerca del final se habla también de la importancia que tiene el diseño para la legibilidad de cualquier texto susceptible de ser interpretado.


El siguiente escrito tiene como propósito plantear cómo el proceso que denominamos lectura no sólo se ve influenciado por el diseño gráfico, sino que debe su existencia misma a esta disciplina. Del mismo modo, se plantean algunas consideraciones que todo diseñador debe tener en cuenta a la hora de diseñar o diagramar un texto. En este orden de ideas, se tendría que comenzar por definir la palabra diseño para entender la relación íntima que este concepto comparte con la actividad de la lectura. El diccionario web de la Real Academia Española (2015) define este término de varias maneras; nos centraremos en dos de estas definiciones, a saber: «concepción original de un objeto u obra destinados a la producción en serie» y «forma de cada uno de estos objetos». A primera vista, ambos planteamientos parecen estar dirigidos hacia un ámbito estrictamente comercial de las disciplinas del diseño gráfico y del diseño industrial y no quiero que el tema del ensayo se desarrolle por ese camino; por el contrario, lo que deseo rescatar de estas definiciones son los conceptos de concepción y forma, al margen de sus implicaciones puramente comerciales. Teniendo estas dos ideas como base, también utilizo la definición de diseño que encontramos en la Wikipedia en español (2015): «El diseño se define como el proceso previo de configuración mental, “pre-figuración”, en la búsqueda de una solución en cualquier campo», esta interpretación resulta mucho más interesante que las dos anteriores, pues se sale de aquel microcosmos del diseño comercial para proyectarse, en sus mismas palabras, hacia cualquier campo. Haciendo una suerte de collage de estas tres definiciones, se puede finalmente resolver la ecuación: el diseño se trata de la búsqueda de una solución a determinado problema 49


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

o necesidad por medio de la forma, o por extensión, de la concepción de determinadas formas con el fin de cumplir una función. Ahora bien, dejo de lado por un momento la exploración del mundo del diseño para centrarme en el de la lectura. El concepto de lectura puede estar tan intrínsecamente ligado con el de texto, o más bien, con la interpretación de textos, que se puede llegar a ignorar que en realidad abarca un campo mucho más amplio. Según Wikipedia (2015) «la lectura es el proceso de significación y comprensión de algún tipo de información y/o ideas almacenadas en un soporte y transmitidas mediante algún tipo de código». Se puede evidenciar que el texto vendría a ser sólo uno de los muchos códigos que pueden ser interpretados por el ser humano y no el único elemento susceptible de ser leído. Sin embargo, y aún teniendo esto en cuenta, me centraré en el código textual, dejando de lado otros temas de gran importancia como son el lenguaje pictográfico y el lenguaje Braille. El fin del código textual, así como de todo código, es el de transmitir un mensaje, es decir, tiene la función de comunicar. Al observar las múltiples combinaciones de letras que conforman un texto, se presencia una combinación perfecta de forma (letra) y función (comunicación), y es aquí donde me arriesgo a formular la hipótesis de que todo texto es diseño. Pero primero hay que hacer un paréntesis y enfatizar que, en este caso, utilizo el término texto en cuanto se refiera a un texto legible; esta aclaración es necesaria porque existen también secuencias de letras que no han sido concebidas para la lectura, sino para otras aplicaciones. Cito como ejemplos al ya mítico párrafo lorem ipsum, que usamos los diseñadores como apoyo en diagramación, y a los caracteres que conforman el efecto digital rain, popularizado a finales de la década de los noventa por la película The Matrix. A continuación, dedicaré algunos párrafos para el estudio de las dos unidades básicas del texto: las letras y las palabras, con el fin de sustentar la veracidad de la hipótesis ya formulada. Cualquier persona que utilice una lengua romance como lengua materna conocerá las veintiséis letras del alfabeto latino, cada una de ellas, de la A a la Z, cumplirá una única función y tendrá una forma particular, 50


El diseño como base de la lectura

siendo estos dos elementos los únicos que le darán su identidad. Por ejemplo, las letras «b» y «d» podrán ser parecidas, pero «b» es «b» y «d» es «d», y «b» cumple una función dentro de la palabra «balón» que jamás podrá ser suplida por «d». Otro aspecto a considerar es el hecho de que cada letra conservará siempre su esencia y propósito único, sin importar las diversas variaciones de forma que existan entre los caracteres de distintas tipografías, de este modo sabremos que la letra «j» deberá ser siempre «j» sin importar si se trata de la versión de Times New Roman, de Helvetica o de Comic Sans. La responsabilidad de hacer que cada uno de los signos sea reconocible en una familia tipográfica será del diseñador de la misma. Después de tratar con las letras, continúo el análisis de las unidades del texto centrándome en las palabras, que aunque son combinaciones de letras, se ven regidas por parámetros completamente distintos, pasando de ser formas simples e instantáneamente reconocibles con una función única, a ser estructuras mucho más complejas y susceptibles de ser interpretadas de varias maneras, es decir, con uno o varios significados que dependen tanto de la lengua como del contexto en que se usen. La estructura en cada palabra es tan importante que el solo omitir o sustituir una letra conlleva a un cambio completo en su significado. Es en este punto que se deben tener en cuenta las reglas gramaticales y ortográficas, pautas exclusivas de cada lengua que ejercen un control sobre su sistema de escritura o, traducido al lenguaje de un diseñador, se aseguran de que cada palabra o conjunto de las mismas tenga un diseño que no afecte su función comunicativa. Para continuar con la argumentación de la tesis propuesta dos párrafos atrás, debemos regresar al origen mismo del lenguaje escrito, donde encontraremos que incluso desde sus humildes comienzos, la escritura respondió a una necesidad: la de crear un sistema que pudiera representar el sonido, más específicamente hablando, el lenguaje oral. Hay que tener en cuenta, desde luego, que antes de la escritura todo el conocimiento de una cultura solo podía ser transmitido de generación en generación a través de la tradición oral, forma de comunicación que resulta poco eficiente y además es bastante susceptible de excluir mucha 51


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

información, de modo que debemos gran parte de lo que se sabe actualmente de nuestros antepasados a aquellas formas de representación del lenguaje primitivas. Llámese glifo, jeroglífico o alfabeto; el lenguaje escrito o escritura es una solución formal a una necesidad comunicativa, de modo que no sólo es una solución de diseño, sino que podría ser la solución de diseño más importante para la historia de la humanidad. Entonces la escritura en general constituye una solución de diseño para la necesidad de representar los sonidos del lenguaje oral. Nos enfrentamos ahora a un dilema: ¿será que la escritura sólo existe para soportar al habla? ¿No será más bien que tiene un valor propio; una configuración que no está del todo determinada por su relación estrecha con la comunicación oral? Para la semiología clásica, la respuesta parece ser un rotundo no. Me remito entonces al texto del tipógrafo y editor Robin Kinross: Signos, escritura, tipografía, que explica: «Las ideas del teórico Ferdinand de Saussure, el profeta de la semiótica […] dejan poco espacio para la palabra escrita, o lo que podríamos llamar lenguaje visual. “Un lenguaje y su forma escrita constituyen dos sistemas de signos diferentes. Este último sólo existe para representar al primero...» (Kinross, 2004: 13)

Si bien es cierto que la palabra escrita está construida sobre las bases de un lenguaje desarr ollado; ¿cómo se explicaría el fenómeno del desarrollo de miles de estilos de escritura y tipografías? ¿Por qué sería importante la forma de los tipos siendo que lo único relevante es la representación del lenguaje hablado; cosa que fácilmente se podría lograr sin importar si se trata de Trebuchet o de Clarendon? Antes de que empecemos a cuestionar nuestra utilidad como diseñadores, Kinross hace una afirmación que nos devuelve la fe: «lo cierto es que el lenguaje escrito tiene una vida independiente del habla, y este lenguaje visual es el campo en el que trabajamos como diseñadores gráficos y tipógrafos» (Kinross, 2004: 15). Partiendo de esta cita, se puede argumentar que el diseño en la escritura no sólo existe en cuanto a solución funcional de un vínculo con 52


El diseño como base de la lectura

el habla, sino que además hay varias consideraciones; decisiones visuales que nosotros como diseñadores ­–incrédulos de Saussure– debemos tener en cuenta a l a hora de diagramar un texto. Aparecen entonces elementos tales como el color, el calibre, el contraste, los remates, entre otros; que el diseñador debe sopesar para tomar la mejor decisión. ¿Y la mejor decisión con respecto a qué? Respecto a múltiples variables como son el medio que soportará la lectura (¿será impreso o digital?), la cantidad de información a organizar y el tema del texto o publicación; todo esto teniendo en cuenta que el objetivo principal siempre debe ser obtener una buena legibilidad. Para no cansar más al lector de este ensayo con el tema del texto como diseño, concluiré entonces con un segundo tema que es cómo la lectura, además de deberle su origen al diseño, también ve su desarrollo condicionado en gran parte por éste, pudiendo ser tanto optimizado como truncado­. Tomo como referencia a la profesora Guillermina Noël, quien en el capítulo ¿Qué nos dicen las teorías de la lectura a los diseñadores? perteneciente al libro del profesor Jorge Frascara, ¿Qué es el diseño de información?, explica varias teorías de la lectura de forma sencilla. Antes que centrarme en el aspecto semántico del asunto, deseo prestar especial atención a aquellos fragmentos que hablan directamente de cómo el diseño afecta directamente la capacidad de comprensión de un texto por parte del lector, ya que «la diagramación del texto también influye en los movimientos oculares. El lector lee a diferentes velocidades dependiendo del largo de la línea, el tamaño del tipo, su forma y el contraste con el fondo» (Noël, 2011: 71) Entonces es indispensable componer texto de una manera agradable a la vista, siendo preferible usar bloques de texto no tan grandes y sin líneas tan largas de modo que la lectura no se haga «ladrilluda». Aspectos como el puntaje, el contraste, peso y forma de cada uno de los caracteres, serán indispensables a la hora de escoger una tipografía adecuada para determinada composición. El trabajo del diseñador consistirá en considerar las ventajas y desventajas de cada una de las posibilidades que le brinden estas características de los tipos; por ejemplo, los tamaños muy pequeños seguramente harán que la vista del lector 53


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

se canse, sin embargo, supondrán una ventaja a la hora de manejar una gran cantidad de información en espacios reducidos. No hay que olvidar que hay diferentes tipos de textos que responden así mismo a diferentes necesidades y que, de este modo, la tipografía y composición usadas en un texto académico no serían apropiadas para un diccionario de la lengua española, pues hay que considerar la coherencia del diseño de un texto con respecto a su contenido. Un buen diseñador también debe reconocer los límites de su influencia, y con esto me refiero a aspectos como la educación, la cultura y los intereses del lector. No importa cómo se diagrame la crítica de un escritor inglés sobre la última obra de Banksy, si el lector no sabe inglés o no está familiarizado con el street art, muy seguramente no comprenderá el texto o no invertirá una mínima cantidad de tiempo en leerlo. Para finalizar tenemos entonces dos conclusiones: la primera es que el proceso cognitivo de lectura, en cuanto se refiere exclusivamente a la interpretación de textos, debe su existencia a una solución de diseño para un problema comunicativo, solución que agrupamos bajo el término de escritura. La segunda es que el diseño editorial como disciplina tiene la función de potenciar la legibilidad de un texto teniendo en cuenta varios aspectos como es el problema de la tipografía, y haciendo entonces que la escritura posea un valor mucho mayor que el de simple soporte de la comunicación oral.

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La lectura en el mundo de lo intangible: un nuevo escenario de diseño Andrés Echeverry

Abstract La discusión acerca del papel del diseño en la lectura en la pantalla se ha basado principalmente en una comparación del libro digital con el libro impreso intentando declarar la victoria del uno sobre el otro. Tal vez esto explica que hasta ahora, el libro digital sea una emulación del objeto físico, olvidando que la pantalla es un soporte totalmente distinto al papel. Se tratará de ver cómo el diseño en este contexto, debe replantear aspectos formales de la disciplina para poder hacer que la lectura en la pantalla sea una experiencia que explote al máximo las características del soporte y amplíe las posibilidades que tiene el lector.


La pantalla ha introducido un cambio en el ejercicio de la lectura como lo ha hecho también en el diseño. La aparición de los ordenadores y recientemente la llegada de dispositivos móviles, tabletas y lectores electrónicos ha generado un espacio que permite expandir los canales mediante los cuales la información llega a las personas. Del mismo modo, la constante actividad que posibilitan los escenarios virtuales ha convertido a la pantalla en el medio más inmediato para obtener información o para comunicarse, involucrando necesariamente el acto de leer. Más que tratar de modificar el soporte en el que se lee, la pantalla ha posibilitado la inmediatez de la información rompiendo con las antiguas limitaciones que se tenían para obtener referencias bibliográficas, hacer consultas de determinados términos, tener acceso a noticias, entre otras situaciones que reflejan que el soporte digital ha propiciado un panorama de búsqueda más amplio para los lectores. Así mismo, el costo económico, de desplazamiento y de tiempo invertido en el acceso a contenidos disminuye de forma considerable al comparar la adquisición de material de lectura dentro del entorno digital con la misma actividad realizada de forma impresa. El papel que adquiere el diseño en este contexto que modifica algunos aspectos formales de su quehacer, se vuelve importante en la medida en que permite que la lectura sea coherente y se adapte a los nuevos soportes aprovechando las posibilidades que estos le brindan. En este ensayo se tratará de ver la forma en que el nuevo escenario transforma la manera en que se diseñan textos, que llevan al diseñador a pasar de lo formal a un interés cada vez más acentuado en lo funcional, para generar maneras diferentes de asumir los contenidos y para 57


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

convertir la lectura en una experiencia que involucra elementos que la complementan ofreciéndole a su vez nuevas oportunidades. En primer lugar, de un modo cada vez más pronunciado se ve como en la pantalla se dan una serie de procesos que alteran la forma en que el diseñador se enfrenta a los contenidos. La gran cantidad de información existente y la creciente capacidad de los lectores para acceder a esta, hace que en cierta forma la rapidez para llegar a los textos empiece a primar sobre la presentación de los mismos. Las limitaciones técnicas que llevaba consigo la impresión como los costos, la calidad y reproductibilidad desaparecen ahora, haciendo que el diseño ya no se enfoque en un objeto físico sino que busque la forma en que la información fluya adecuadamente a través de un nuevo soporte que no es tangible. Teniendo en cuenta esto, la pantalla como soporte altera los elementos de diseño que actúan en ella pues, «Con sus posibilidades (las de la pantalla) la impresión será irrelevante, ya no hará falta papel, ni tintas, ni encuadernación. En su lugar el data discman se convertirá en el libro universal. Se inserta un disco y se puede leer una obra. El tamaño y la forma de las letras se podrían controlar. No es necesaria la composición. No se requerirá distribución física.» (Giraldo, 2004, p.34).

Sin embargo, el mundo editorial aún no asume una distinción entre el libro digital con su equivalente físico, pues «la versión digital de un libro de papel imita a éste y ofrece sus mismas (limitadas posibilidades).» (Espada, citado por Cordón-García, 2011) Es a partir de allí, donde se puede enunciar que el diseño para la lectura dentro de las posibilidades que le ofrece la pantalla, debe proponer dinámicas que aprovechen las características de los dispositivos en los que se desenvuelve. No se trata de trasladar la experiencia del papel a la pantalla ya que son escenarios diferentes que requieren diseños acordes a sus particularidades. Se trata de que al diseñar para pantalla se exploten al máximo los recursos de acceso a la información para generar una experiencia integral de lectura. 58


La lectura en el mundo de lo intangible: un nuevo escenario de diseño

En la pantalla, ya no se habla de una lectura lineal como en el papel, pues la posibilidad de abrir un enlace, consultar un término, hallar una referencia bibliográfica al instante o preguntar sobre algún concepto determinado, genera una lectura fragmentada, de recorridos que pueden adquirir varias direcciones que dependen de los intereses particulares del lector. Al respecto, el diseño puede ser la respuesta al cuestionamiento que se hacen Manuel Gil y Joaquín Rodríguez: «¿Por qué no generar entornos de lectura que permitan a los lectores incipientes controlar o monitorizar su progresión, su comprensión, su capacidad de extraer el significado pleno de la lectura que practican, mediante herramientas que le presten un apoyo contextual?» (Gil & Rodríguez, 2011) No es gratuito que los autores mencionados ofrezcan como respuesta a este apoyo contextual, la página UDL Editions, un sitio web que le brinda a los lectores de todas las edades una herramienta interactiva de lectura mediante textos fragmentados que incluyen imágenes y aportan vínculos a los conceptos para aclarar sus significados a la vez que ofrece referencias bibliográficas junto a material de consulta. Es en un caso como este, donde el diseño empieza a ir más allá de lo formal (que es aquello que se relaciona con la tipografía, color, jerarquías, composición), para llegar a integrar diferentes recursos que permitan que la experiencia de la lectura se adapte a un entorno que le brinda nuevas posibilidades. Si bien es un proyecto que debe seguir construyéndose, es un buen acercamiento que refleja que se ha entendido que se deben aprovechar las herramientas con el fin de acercar al lector a una experiencia más amplia. El diseñador en el entorno digital ya no cumple una labor operativa. Es ahora quien propone soluciones efectivas para necesidades concretas siendo consciente de que se encuentra dentro de un «fenómeno muy complejo en el que intervienen la tecnología en combinación con todo tipo de signos, símbolos, imágenes, palabras y sonidos orientados en un mismo acto: la lectura digital.» (Gutiérrez Valencia, 2006,.) Este acto no supone un ejercicio de lectura complejo que requiera una nueva alfabetización como se puede llegar a plantear. Más bien propone un espacio de nuevas herramientas que permiten que el ejercicio tradicional de la 59


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

lectura se vea complemen tado con elementos de multimedia que logran ampliar las posibilidades de conocimiento a la vez que brindan nuevas relaciones con los contenidos. En consecuencia, se puede afirmar que la lectura ya no es un acto repetitivo y lineal sino que se convierte en una experiencia que viene determinada por el contenido y su relación con distintos elementos que puedan ayudar a profundizar sus intereses. El lector digital no se detiene a revisar detenidamente toda la información que se le presenta1, por el contrario va en busca de lo que le interesa y en base a esto selecciona un contenido específico para ahondar en él. Esto plantea una situación para el diseño en la cual se debe tener conocimiento de los criterios que llevan al lector a interesarse en un elemento puntual, para plantear los mecanismos que permitan un acceso más efectivo a la información. Proponer un diseño pensado en un único texto o información, hace que se desvirtúe todo el proceso que se da en el entorno digital y que la experiencia del lector no se dinamice adecuadamente. La importancia que adquiere el diseñador en este espacio viene dada en la medida en que éste asume su labor para llevar al lector a “nutrir” su experiencia de lectura dentro de un soporte que no es físico sino que propone una relación distinta con el contenido. El entorno digital enriquece esa experiencia por medio de herramientas (como los hipertexto, videos, sonidos, programas de edición en tiempo real) que hacen evidente la fragmentación de la lectura y su rapidez, lo cual hace necesario que la información presentada tenga un flujo coherente. En el ámbito del aprendizaje por ejemplo, el diseño adecuado de la información permite que los contenidos adquieran sentido dentro de un discurso determinado. Una muestra de esto, se hace mención en el texto Reading by Design: Two Case Studies of Digital Reading Practices escrito por Jennifer Rowsell y Anne Burke, en donde analizan la forma en que dos adolescentes realizan un proceso de lectura digital a través de los gustos particulares de cada uno de ellos. Allí, se hace referencia 1. Puede verse el estudio “How Little Do Users Read?” de Jakob Nielsen para profundizar acerca de la forma cómo leemos en la web, específicamente. 60


La lectura en el mundo de lo intangible: un nuevo escenario de diseño

a los procesos de aprendizaje que conlleva la navegación de los sitios web y cómo el diseño se vuelve importante para hacer posible esta forma de lectura digital. «Los estudiantes privilegiaron ciertos puntos de la imagen a cambio de epistemologías acerca de cómo se pueden utilizar las imágenes para transmitir discursos.Esto sugiere que la materialidad de la interfaz es tan importante para la comprensión de lectura como los discursos dentro del sitio» (Rowsell y Burke, 2009).

Leer en la pantalla, se convierte para los jóvenes en una experiencia que les permite realizar procesos de aprendizaje mediante la navegación de los sitios que despiertan su interés. Por otra parte, la experiencia de la lectura se ve también en el desarrollo de herramientas que permiten que la acción no se realice de forma individual sino que se amplíe a un plano social, conformando un proceso de diseño que se fortalece en el entorno digital en la medida en que superan las fronteras geográficas, las limitaciones de espacio y de inmediatez. Tal es el caso de Kindle Popular Highlights, «una red social basada en Kindle, que permite a los lectores seguir a otros usuarios de la misma manera que lo harían en una red social como Twitter (y ver qué libros están leyendo, así como las notas que han creado, siempre que haya elegido la opción de mostrarlas). En el apartado Most popular podemos encontrar: Books with the most public notes, para ver las notas dejadas por otros usuarios. Además si hay una página en la que al menos otras dos personas han señalado un fragmento de texto que coincide total o parcialmente con el señalado por el propio lector, aparece un mensaje indicándoselo.» (Arévalo & Córdon, 2012, p.204)

Allí, se ve una estrategia que no sólo busca potencializar la consulta de libros sino que al hacer comunitario el acto de leer, se llega a otro nivel de la experiencia relacionado con la ampliación del contexto social 61


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

del que se alimenta. Una vez más, lo importante no es la forma en que está presentado el texto, sino la manera en como el uso de elementos y la creación de estrategias, permite afectar el modo en que se lee a través de un medio que no es físico. Se ve entonces, como los nuevos paradigmas que plantea la lectura en la pantalla hacen que el diseño se replantee en el mismo sentido. Sin olvidarse de los aspectos formales, el diseño empieza a enfocarse en la función de lo diseñado, lo cual ya no es un objeto físico, sino que hace parte de un gran escenario intangible en donde los soportes son sólo instrumentos que hacen perceptible una inmensa cantidad de información. No se habla de un papel netamente estético del cual se puede prescindir, sino que a partir del desarrollo de la idea de hacer que la lectura se vuelva agradable a por medio de elementos del diseño, se empiezan a crear experiencias que potencializan las posibilidades que brindan los medios y los dispositivos. La discusión ya no se centra en si la pantalla logrará desaparecer el impreso, sino por el contrario supone ir más allá para visualizar las necesidades puntuales de los lectores. Significa un nuevo modo de asumir la información, de manera clara pero dinámica, entendible pero no lineal y ampliando las experiencias interactivas que se pueden dar. En la forma mediante la cual el diseño lleve al lector por la experiencia de la lectura a través del medio digital es donde se podrá entender la pantalla no como un soporte complejo del mismo hábito de leer sino como la oportunidad para la integración de contenidos que supongan una transformación de los modos en que se lee.

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Cuando la lectura es interpretada como imagen Yefry David Gómez Puentes

Abstract La caligrafía nos lleva más allá del diseño y la lectura gracias a que esta técnica toma de cada uno de estos aspectos lo más importante; se vuelve contundente y masiva por su estética y firme constitución. Para entender como el diseño se vuelve una parte fundamental en la lectura, basta con irnos al pasado para descubrir cómo esta técnica de escritura se vuelve más que un arte, y le da un significado propio a las letras y la forma en que se ven.


“El ser humano desenvolviéndose en su entorno a lo largo de la historia, ha transformado los contextos en los que habita y los elementos que componen dichos espacios, en fin de su propio beneficio. Esta transformación enfocada directamente al entorno objetual, con el objetivo de satisfacer necesidades, pasa de convertir la materia prima a objetos que finalmente determinan y crean un nuevo contexto.” (Castillo Perez, 2012). De allí la trascendencia del diseño en la vida del ser humano pues se consolida como la herramienta que le permite generar ese nuevo contexto que permita satisfacer sus necesidades. En este sentido, al ser el lenguaje un elemento fundamental en el vivir histórico de la humanidad pues se asume como el medio de comunicación de los seres humanos, en todo y lo complejo que esto comprende, en concordancia con la definición que propone Saussure al ser el lenguaje ”La capacidad humana, universal, para expresar pensamientos y sentimientos por medio de si gnos; entendido como un objeto binario, que posee un componente social (Lengua) y un componente individual (Habla)” (Starobinski, 1995); bajo este entendido el diseño y más específicamente para este caso, el diseño gráfico ha logrado permear la esfera del lenguaje por medio de un sinfín de métodos de publicidad y promoción de productos, ya sean libros, alimentos, servicios, etc.. De esta forma, en el presescritura de una persona o de un documento. Y más como una definición contemporánea de la práctica de la caligrafía es el arte de escribir bello, pero la definición que se asume en el ensayo es la siguiente: “Así pues la caligrafía sería una manera bella de escribir pero correctamente formada, por lo tanto es un arte y una técnica o medio para la representación correcta de la escritura 65


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

y en consecuencia nos sirve para aprender y entender los principios básicos de las formas de las letras, su estructura y su construcción.” Esta para entender que si bien la caligrafía se entiende como un modo de escritura, igualmente comprende una idea de imagen en el sentido en que se configura como una forma artística que si bien representa correctamente la escritura está dada para asumir distintas percepciones de ella. Pero antes de exponer este punto a profundidad es importante señalar aspectos de la historia de la escritura que señalan el proceso y el contexto en el que surge la caligrafía. La historia de la escritura es una historia de evoluciones estéticas enmarcadas por las habilidades técnicas, velocidad y limitaciones materiales de las diferentes personas, épocas y lugares. La caligrafía es el arte donde la expresión abstracta puede adquirir más importancia que la legibilidad de las letras. La forma más antigua de caligrafía data más o menos del 2.650 antes de Cristo en el imperio chino, donde el emperador Fuxi inventa esta hermosa técnica. La cultura china, a partir de esa época y costumbres, le dio un valor espiritual y cultural muy importante a sus técnicas de escritura, haciendo parte de sus costumbres y legado en cada familia de la región oriental. Está fundamentada en la belleza visual de los ideogramas, en el proceso y técnica de realización y la costumbre cultural que se generó en China. La caligrafía occidental se desarrolla de forma totalmente independiente. Su origen es el alfabeto latino, con el que en la Edad Media escribían los monjes copistas sobre pergamino. Aproximadamente en la misma época la cultura islámica desarrolla su propia caligrafía, basada en el alfabeto árabe, y debido a la prohibición religiosa de representar seres vivos, la convierte en un arte decorativo de amplio uso en la arquitectura. Otros alfabetos se desarrollaron en otras culturas, e incluso existen hoy en día, la mayoría de ellos en Asia, y son utilizados de forma habitual en sus respectivos países, aunque globalmente tiene una difusión mucho menor. Tras la invención de la imprenta, los libros alcanzan una difusión mucho mayor que la posible hasta entonces y la caligrafía pierde impor66


Cuando la lectura es interpretada como imagen

tancia a favor de la tipografía. El bolígrafo primero, y posteriormente las máquinas de escribir y los ordenadores han supuesto la desaparición de la caligrafía de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, es hoy un arte muy vivo, una forma de expresión artística que une la escritura con otras artes plásticas como el dibujo y la pintura y que da lugar a obras de gran belleza plástica, en las que constantemente buscan inspiración los creadores de nuevas tipografías. La caligrafía está presente a nuestro alrededor en la publicidad, los logotipos de compañías y las etiquetas de muchos productos, sin embargo ha ido decreciendo en su uso a través del tiempo aun cuando de manera expresiva se den algunos avances en la búsqueda de nuevas formas de caligrafía, las mismas siguen teniendo su esencia principal. Con la caligrafía la lectura evolucionó; se transformó la idea de que la lectura solo se concebía bajo una mirada tradicional de textos extensos, densos, rígidos en su estructura y denominados como lo formalmente bien realizado, a una idea de una lectura corta, que por corta no deja de tener sentido, coherencia y profundidad en su mensaje; una frase u oración junto con un buen diseño caligráfico forman un conjunto de palabras que superan la idea de la lectura como una actividad aburrida que ya se había constituido como una percepción social. Se convertía en una imagen, llamativa a la mirada y más que todo, a la percepción y aceptación social. La letra comienza a entrar en la razón y sentir del hombre, despertando en si las innumerables emociones que puede generar una mirada artística renovada que también es texto y lectura; se deja elevar y más importante aún, se deja atrapar e hipnotizar el lector y receptor del mensaje por ese nuevo dinamismo que le imprime la caligrafía a las palabras. La caligrafía llega a jugar un papel muy importante cuando hablamos sobre diseño en la lectura. El ensayo pretende apartarse de los párrafos largos y justificados de los libros sin desmeritar el trabajo de su edición y diagramación. Si bien es cierto que ese trabajo conlleva una muy buena habilidad a la hora de diseñar, este no tiene un sentido innovador, y se entiende como algo monótono en los diversos ámbitos de vida del ser humano, el colegio, universidad, tiempo libre, etc., siempre se tiene mu67


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

cha variedad de textos extensos los cuales se lee continuamente con el fin de instruirse acerca de algún tema que llame la atención. De allí que sea diferente el impacto que genera una lectura del orden anteriormente nombrado a la que se recrea por una imagen, por eso la importancia de ver como se entiende la imagen y que comprende. La imagen a lo largo de la historia ha sido una herramienta fundamental en los procesos de comunicación de los seres humanos, pues ella nos permite crear referentes de la realidad a partir de representaciones y reproducciones que imiten un objeto particular de lo concreto y que allí se encarne, es por ello que las imágenes tienen su base principalmente en lo conocido, entendiendo lo conocido como la dimensión de lo real y lo que la compone, siendo esta en la que se encuentran los emisores y los receptores de la imagen encargados de codificar el mensaje. Es decir, La imagen es un objeto en sí mismo y como tal tiene vida propia, pero también nos remite a otros objetos. Se trata de una representación “material” que en el momento en que es generada adquiere un dualismo: por una parte es un objeto que existe en el mundo y por otra es el objeto al que se refiere. Esto nos conduce al concepto de transparencia de la imagen: cuanto más nos olvidemos de que la imagen (fotografía, pintura,...) es un objeto en sí mismo, mayor transparencia adquiere, pero cuando esa imagen se enturbia percibimos el aparato y nos inclinamos entonces a pensar en el objeto en sí y no en el referente. (Pierce, 1988) Es por esto que la imagen adquiere importancia en el lenguaje pues genera procesos de significación de signos y/o símbolos que de forma sumatoria van creando un marco de comprensión para la lectura del mundo y es por medio del lenguaje que se hace posible la reproducción de dicho proceso. Por ende en la caligrafía, la imagen como proce so que genera un marco de comprensión para la lectura del mundo tiene un papel de vital importancia pues genera referentes de realidades que s proceso de globalización la comunicación se hace vital para el desarrollo de la vida en general y que es esto mismo lo que evidencia la complejidad de un aspecto necesario para la humanidad al momento de establecer relaciones y es el poder expresar sus ideas de manera comprensible, y 68


Cuando la lectura es interpretada como imagen

con el elemento demรกs de las intenciones que tienen dichas ideas y los efectos que pretende generar.

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El diseño editorial y el lector: un amor platónico Dahiryn Jeanneth Nivia Hernández

Abstract Se presenta el análisis que parte de la preocupación sobre cómo influye el Diseño Editorial en el proceso de lectura. Se realiza una investigación en primera instancia que ayudó a vislumbrar los componentes que intervienen en el proceso. Desencadenando la premisa que sostiene que el Diseño Editorial se involucra sentimental, emotiva, seductoramente, etc. hacia el lector, por lo tanto este (diseño editorial), no puede ser el único capaz de encargarse de la comprensión de lectura, motivación y posterior aptitud frente al texto. El proceso resulta más complejo cuando, al explicarlo se comprende que involucra desde la percepción visual hasta la depuración del texto en un análisis y posible crítica del lector. Finalizando por rescatar la labor del Diseño Editorial sin necesidad de ensalzar su presencia en los textos y más bien tratarle como un igual frente a los demás elementos que intervienen.


Introducción Este ensayo argumenta que el diseño editorial no es lo más fundamental para la comprensión de un texto. Para esto se utiliza cuatro evidencias que lo demuestran. Isabel Solé, profesora e investigadora en la Universidad de Barcelona, imparte clases relacionadas con la psicología de la educación y la intervención psicopedagógica. Como referente para este ensayo, se tomó de la revista Aula de innovación educativa, el artículo, en la sección de «sinergias en torno a la lectura», el texto titulado Motivación y lectura, en donde se afirma que el atractivo del texto es fundamental para el lector, pero en igual proporción que el contenido. María Serrano y Alberto Hernández, quienes trabajan actualmente con la Editorial Gustavo Gili (en Barcelona), como editora y diseñador gráfico respectivamente, con el texto llamado Ediciones Híbridas, en donde se centran en afirmar que el diseño no debe ser invisible e incluso debe condicionar al lector. Beatrice Warde, conocida por sus estudios tipográficos y el enfoque en la educación de los aprendices. El referente clave para este argumento, es su libro de ensayos La Copa de Cristal, creado a partir de la conferencia con el título de «Printing Should be Invisible» impartida a los miembros del gremio de tipógrafos ingleses en el St. Bride Institute (1930). Por último Fernando Cuetos, Licenciado en psicología. Su investigación ha estado siempre centrada en el procesamiento del lenguaje. Psicología de la lectura, es el libro donde él explica el sistema de lectura

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Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

desde su campo de acción. Sus conocimientos sobre el tema serán fundamentales en esta tesis. Para el desarrollo del análisis correspondiente, en primer lugar se realizó una revisión bibliográfica, centrada en la búsqueda de material que generó el mayor interés posible, se hizo una selección, cuyo fin es permitir la observación en la coherencia, y demás puntos en común. Una vez realizada esta labor se encontró que los autores hablan del diseño editorial como una cualidad de estimulación visual, estética, emocional, de motivación, etc, lo que dio pie a indagar más a profundidad sobre la experiencia cognitiva del lector, puesto que los autores no le atribuyen este componente al diseño editorial. La psicología si abarca estos temas lo que resulta interesante al yuxtaponer con el diseño editorial. Por último, el presente ensayo demuestra que la comprensión de textos no está ligado solamente al diseño editorial, por ende, no es lo más importante, por el contrarío, se encuentra bajo las mismas condiciones que elementos importantes, como la experiencia del lector y sus conocimientos previos. Así que, no resta sino dar rienda suelta al presente, esperando que sea tan consistente y claro, como se planea.

El diseño editorial y el lector: un amor platónico «Un buen lector es un lector comprometido e implicado, que desea leer y utiliza su conocimiento y estrategias para cumplir propósitos e intenciones que siente como propios. No es que las condiciones externas –presencia y atractivo de libros, de propuestas de animación a la lectura, por ejemplo– a las que con frecuencia se alude cuando se habla de motivación no sean importantes, ni mucho menos; pero que sean estimulantes para un lector determinado depende del grado en que pueda atribuir sentido a implicarse en la lectura» (Solé 2009:57).

Isabel Solé divide el proceso de lectura en tres subprocesos, a saber: antes de la lectura, durante la lectura y después de la lectura. Antes implica estar motivado en ‘algo’ o por ‘alguien’ que justifica el por qué 72


El diseño editorial y el lector: un amor platónico

se va a realizar la lectura; durante la lectura se realiza un tipo de reconocimiento en el que se encuentran implicadas la significación del contenido, forma de las letras y la disposición del texto: diseño editorial. El después se refiere a la hora de crear un pensamiento analítico, crítico, reflexivo, etc. Que da lugar a certificar un aprendizaje. «Leer, más que oralizar, más que decir el texto, es construir un significado personal para la información que vehicula. Dicho significado está enraizado en el texto, pero no se deduce necesariamente de éste» (Solé, 2009:56). Es decir, en primera instancia, el lector tiene la decisión en sus manos: leer o no leer; y esta deriva de la motivación que éste tenga por el tema; lo segundo va de la mano a motivar visualmente, planteando un juego seductor con el lector, (esta parte es tan importante, como las razones que motivan al lector a interesarse por el tema), y lo tercero, es que el interés de Solé al explicar los procesos de lectura es posicionar al lector como un ente de gran importancia, que no es manipulable, sino que, por el contrario se estimula con componentes como por el ejemplo: el atractivo visual, lo que motiva a dar vuelta a la pagina, siempre en pro de generar un aprendizaje. Solé se interesa por el lector y su experiencia de lectura. Pero María Serrano y Alberto Hernández dan lugar a otra tesis Ediciones Híbridas, cuyo tema principal es resaltar la labor del diseño editorial. Para ellos este no debe ser «invisible», Incluso si el diseño debiera, efectivamente, saber cómo hacerse invisible, este es siempre, para cualquier lector, la puerta de entrada a un libro. Constituye el marco por el que nos creamos ciertas expectativas respecto a la obra que tenemos entre manos, nos da pistas sobre cómo debe ser interpretado el contenido, qué esfuerzo nos va a exigir el texto, qué tipo de actitud lectora se espera de nosotros. Cada una de las elecciones tomadas en cuanto al diseño del libro, termina condicionando igualmente el abordaje y la lectura de un texto por parte del lector (Serrano y Hernández, 2011). Por lo que efectivamente, para los autores, no se debe menospreciar el valor del diseño editorial. Allí se citan ejemplos de libros que han re explorado la experiencia de diseño, «Se trata de textos híbridos que plasman una verdadera forma de escritura visual [...] Tal recurso asoma en novelas 73


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

recientes como Tan fuerte, tan cerca de Jonathan Safran y Woman’s World de Graham Rowle. Safran utiliza diferencias en la composición tipográfica para identificar el discurso de distintos personajes y enfatizar determinados estados emocionales, emplea también fotografías y marcas en color [...] Rowle escribió o construyó su novela enteramente como un collage de textos de revistas femeninas» (Serrano y Hernández, 2011). Estos referentes incluyen otro actor importante en el desarrollo de textos: el escritor. Así que tanto para Solé como para Serrano y Hernández, al lector se le puede estimular, a veces con mayor intensidad, otras con sutileza pero evidenciando la implementación de diseño editorial, pues este no se puede dejar de lado (lo que plantea Solé), al ser imposible que sea invisible (lo que plantean los dos últimos autores). Otro referente crucial es Beatrice Warde, quien con su ensayo «La copa de cristal», justifica la existencia del referente anterior; estos dos rebaten sus argumentos mediante ideologías fuertemente contrarias. Imaginen que tiene frente a ustedes una jarra de vino [...] Tienen dos copas ante sus ojos. Una es de oro macizo, labrada con los trazos más exquisitos. La otra es de vidrio límpido como de cristal, delgada como una burbuja e igual de transparente. Sirvan y beban; según la capa que hayan escogido, sabré si son expertos en vino o no. Porque si no les interesa el vino, buscarán la sensación de beberlo de un recipiente que pueda haber costado miles de libras; pero, si integran esa tribu en extinción, la de los aficionados a las cosechas finas, se inclinarán por el cristal, dado que en él todo está calculado para revelar y no para ocultar la hermosura que ha de contener. Ténganme paciencia con esta metáfora dilatada y fragante, pues verán que casi todas las virtudes de la copa perfecta tienen su paralelo en la tipografía. (Warde , 1932)

La comparación entre la copa de cristal y la tipografía se fundamentan en la similitud entre las dos entidades como contenedores transparentes de sustancias (Calles, 2004: 85) Es decir, para Warde el diseño no es más que una ventana entre el lector, que se encuentra dentro de 74


El diseño editorial y el lector: un amor platónico

la habitación, y el paisaje, que son las palabras del autor (Warde , 1932). Lo que explica (mediante metáforas) que la ventana no debe estar tallada, ni siquiera, parecer muy fina, ya que «el tipo que por caprichos de diseño o exceso de ‘color’ toma la forma en nuestra mente de un dibujo, es un mal tipo» -afirma Warde. La autora también plantea, que «si el lector no se encuentra prácticamente obligado a leer el contenido, si no encuentra esas palabras rodeadas de un halo de glamour y significado, entonces habremos fallado en la composición y contenido del impreso». Esto resalta, por tercera vez en este ensayo, la autonomía del lector y su capacidad de tomar decisiones, no frente al diseño, sino, frente a un contenido que parece prometedor, o que simplemente no es del más mínimo interés para el lector. Una decisión como está, también puede tomarse cuando el lector no ha tenido ningún tipo de experiencia con el tema, entonces todo se resumiría en apreciar la belleza de unos signos, porque no alcanzamos a comprender su significado. En resumen, hasta ahora tenemos tres referentes (ninguno más importante que el otro) los cuales resaltan, a su modo, el valor significativo y el poder decisivo que ejerce el lector desde su autonomía, incluso sin conocer las propiedades del diseño editorial. El cuarto referente es Fernando Cuetos quien afirma en Psicología de la lectura, que, «cuando la información previa que posee el alumno con respecto al tema del texto es escasa, es necesario darle información adicional y proporcionar apoyos para que relacione lo que sucede en el texto con sus experiencias y conocimientos, ya que sin este componente resulta casi imposible la comprensión textual. Pero no solo la experiencia del lector, la cual sería la que dicta el significado de las palabras, es la instancia más importante, pues la lectura sólo es posible si funcionan adecuadamente un buen número de operaciones mentales» (cuetos 2011: 16). Para el autor existen cuatro niveles del sistema lector: 1. El perceptivo y la identificación de las letras: lo que implica un proceso visual y el movimiento ocular sobre el texto descifrando los signos gráficos; 2. Reconocimiento visual de las palabras: si una persona falla en el reconocimiento de las palabras escritas, no podrá leer en 75


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

lo absoluto; 3. El procesamiento sintáctico: la información se produce cuando esas palabras se agrupan en oraciones o frases, que es donde se encuentra el mensaje; 4. Procesamiento semántico: extraer el mensaje de la oración para integrarlo en sus propios conocimientos. Incluso Cuetos involucra el reconocimiento de letras, lo que implica una inspección finamente detallada a su forma, y esta forma dada ya hace miles de años, con un diseño específico, con el fin de involucrar a cada cultura. Lo que implica en primera instancia el diseño formal de la letra, y por consiguiente abarca otros sentidos esporádicos como el sonido. Entonces, según Cuetos, la experiencia con la palabra y la forma gráfica de las letras, son componentes importantísimos en la comprensión de textos, lo que se relaciona directamente con el objetivo principal de este ensayo. Finalmente es posible, también plantear, que el diseño contiene un importante valor desde una primera instancia porque seguido a lo que explica Cuetos, la comprensión involucra que el lector reconozca la forma tipográfica lo que evidentemente constituye un diseño y una forma. Por lo tanto si el reconocimiento de las formas falla es casi imposible que el lector comprenda un texto. Así que la tesis que se argumenta obtendría como respuesta que el diseño editorial verdaderamente es de tal valor imprescindible, incluso capaz de llenar todas las necesidades del lector. Lo anterior puede ser otra solución a la premisa, pues vale aclarar que jamás se logra abarcar todos los puntos que competen a este tema, lo que implica la existencia de diferentes soluciones. En la hipótesis que se plantea al inicio del ensayo se afirma que el diseño editorial no es el más fundamental para la comprensión de un texto; ahora, dadas las evidencias se podría decir que, de acuerdo con los autores, este anterior no podría ser el que justifique la comprensión de un texto, por el contrario, existen elementos que predominan por sobre el diseño editorial y que influyen más en la lectura de los textos como lo son la motivación, la experiencia del lector y sus capacidades cognitivas, Aunque el diseño editorial plantee un juego seductor hacia el lector, de forma expresiva y juguetona como sucede en Los detectives salvajes de Roberto Bolaño (ejemplo de Serrano y Hernández en Edicio76


El diseño editorial y el lector: un amor platónico

nes Híbridas). Y aunque la tipografía sea una copa cristalina capaz de pasar desapercibida frente a los ojos del lector, jamás llegará a satisfacer todas las necesidades del lector.

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La evolución del diseño y la metamorfosis de la lectura Jacobo Alejandro Ospina Rojas

Abstract Desde la invención de la escritura, el ser humano ha perfeccionado y desarrollado cada vez más las formas de comunicación y acumulación de conocimiento; dos de los momentos más decisivos de este desarrollo consisten en la invención de los tipos móviles y la informática. Con este ensayo busco justificar cómo el diseño se ha convertido en un área afectada por dicho desarrollo, y cómo ha debido evolucionar al mismo tiempo para permitir una transmisión efectiva de la información, esto sobre todo en el contexto del internet y la informática; ya que éstas áreas obligaron a los diseñadores a crear un dispositivo capaz de comunicar el ordenador con el usuario, lo que es a grandes rasgos lo que conocemos como interfaz, la cual ha evolucionado con la misma velocidad vertiginosa de los ordenadores, las encontramos en cajeros automáticos, computadores, celulares, tabletas, videojuegos y todas comparten esa función de comunicación efectiva con el usuario, que al mismo tiempo es un lector.


En este ensayo argumentaré sobre la influencia que tiene el diseño de interfaces en la lectura, definiendo qué es una interfaz y qué es el lector, para poder demostrar lo importante que ha sido el desarrollo de la informática, la cual ha logrado cambiar la forma en que leemos y nos comportamos frente a la lectura como proceso y como actividad cotidiana. Además, y de manera más específica, deseo identificar la influencia de los diseñadores dentro del mundo textual, pictórico e hipertextual (entendiendo que es el área de desarrollo web, tanto del código como del estilo visual que tiene), en el que se desarrolla el gran escenario de lectura tanto de los lectores como de los autores y los mismos sistemas que funcionan como mediadores en el proceso de comunicación digital de nuestro día a día (sistemas operativos, navegadores, celulares, tabletas y demás). Creo que, la lectura ha evolucionado a partir de la invención de los sistemas operativos, con su posterior expansión y aún más con el internet. Una nueva posibilidad de cambio intervino ante nosotros para que la lectura dejara de ser lineal (como ocurre con las ediciones impresas) y por ello la podemos realizar como un proceso multidireccional; esto es gracias a la cantidad de información que alberga el ciberespacio y la gran variedad de lectores que ahora tienen la opción de saltar entre textos, intercambiar enlaces o intercambiar la misma información existente en tiempo real según sus deseos. El lector es la pieza central de la comunicación, el autor ha sido relegado por el mismo lector, puesto que: «En el hipertexto el lector se independiza del autor, le desobedece, niega su autoridad y busca otros caminos y sentidos no previstos ni fijados por el auto del texto. Es el lector quien toma el poder. Y este 79


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

poder se acrecienta hasta llegar a niveles insospechados cuando el lector puede usar el texto a su antojo: copiarlo, reutilizarlo, modificarlo, transformarlo, difundirlo, etc.» (Lamarca, M., 2013)

Todas estas habilidades desarrolladas por los lectores son sólo aplicables a través de las interfaces que pemiten que el texto y el medio en el que se lee sea manipulado constantemente por el lector, eliminan la linealidad presente en una obra de autor y rompen la espacialidad física de los textos (que en las ediciones impresas se expresan como los contornos de la página), por lo cual se puede reconocer una nueva categoría de lector-usuario. Como lectores del siglo XXI hemos presenciado una evolución en la comunicación y la forma en que se lee. Las interfaces de usuario y el internet han traído consigo velocidad y acceso a información que hace varios años serían imposibles de imaginar y, gracias a estas novedades, el mundo de la información ha evolucionado, mejorando el flujo de varios factores como la comunicación, las noticias, la opinión, las redes sociales, los negocios, el ocio, entre otros. Hoy día, tenemos la capacidad de acceder a textos e imágenes sin que éstos ocupen un espacio físico esté donde se esté, lo que implica un cambio en el escenario de la lectura, un escenario que le permite al lector-usuario tener más espacio, ya que una cantidad cualquiera de libros tengan o no imágenes pueden “ocupar el mismo espacio” que un computador ; sólo hace falta una buena conexión a internet y saber dónde buscar. Por supuesto, por mejor conexión que se tenga y por buen buscador que uno sea, el éxito del proceso lector no es una garantía, lo cual nos lleva a una interpretación errónea que se escucha frecuentemente: “en internet se encuentra todo”; y no todo se encuentra. La cantidad de información en la red es tan amplia que una parte de los enlaces de los que uno puede hacer uso, guían a información falsa, errónea, escasa, en otros idiomas o impertinente dentro de la búsqueda. El factor de consulta no ha sido reemplazado, pero exige que cada lector sea más competente en su labor investigativa, sea capaz de realizar una

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La evolución del diseño y la metamorfosis de la lectura

búsqueda amplia en varios vínculos y así pueda informarse de forma más apropiada. Entre más accesible sea la información, más curiosos y hábiles se vuelven los lectores-usuarios para buscarla, ya que han desarrollado nuevas capacidades de navegación dentro de la red, las cuales fueron identificadas por Christine A, Barry en su artículo Las habilidades de la información en un mundo electrónico, y son las siguientes en orden secuencial: 1. Formular y analizar necesidades 2. Identificar y valorar posibles fuentes 3. Localizar recursos audiovisuales 4. Examinar, seleccionar y rechazar fuentes 5. Interrogar a las fuentes 6. Procesar y almacenar la información 7. Interpretar, analizar, sintetizar, y evaluar la información recogida 8. Presentar y comunicar el trabajo resultante 9. Evaluar los logros conseguidos. Éstas capacidades nos permiten inferir que el lector se ha convertido en el agente más importante dentro del ciclo de comunicación, ya que tiene poder sobre lo que lee: «El lector que construye el texto a su medida conectando, en el acto de la lectura, todos los textos o fragmentos de texto que sean de su interés… La lectura se convierte en un proceso proactivo, reflexivo y dinámico en el que el lector actúa y toma decisiones por sí mismo». (Lamarca, M., 2013)

El planteamiento de la transformación del lector a lector-usuario suena muy sencillo, pero detrás de todas estas nuevas capacidades, se encuentran desarrollos de los programadores y los diseñadores; un logro indispensable de estos dos profesionales es el diseño de la interfaz. La interfaz gráfica de usuario es un dispositivo que permite comunicar dos sistemas que no hablan el mismo lenguaje, en este caso, la comunicación se presenta entre ser humano y ordenador. Como seres humanos nues81


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

tro lenguaje es semántico y lexical, pero las máquinas funcionan por un lenguaje de etiquetas, comandos y códigos basados en nuestro lenguaje, que posee también una semántica propia, pero con un funcionamiento distinto, soportado en lo que podría ser una relación constante de orden y efecto controlable desde el código. Por lo tanto se hace necesario desarrollar dentro de la máquina un sistema o función del mismo que permita al lector-usuario utilizar el ordenador sin necesidad de poseer conocimientos específicos sobre el lenguaje que maneja la máquina. Es en este punto donde los diseñadores entran en escena en su rol de visualizadores, con el cual buscan realizar un trabajo de traducción que plasma gráficamente un universo de fenómenos invisibles, es decir, lo que ocurre dentro del sistema operativo una vez se le asigna una función. En su tarea, el diseñador debe tener en cuenta todas las cualidades gráficas que aplican a todo diseño: forma, color, textura, tipografía, tamaño, márgenes y muchos otros más; además del conocimiento adecuado para hacer apropiadamente dicha conversión entre lenguaje de etiqueta y lenguaje visual. En esta etapa de “metamorfosis”, la transmisión de conocimientos es conservada sin cambiar su significado, calidad o cantidad, ya que el trabajo del diseñador no consiste en intervenir la información (no implica que no pueda tomar decisiones en ésa área), sino hacer que la información que persigue el lector-usuario sea llamativa, legible, funcional, lógica, cómoda y de más fácil acceso. Ya he planteado cómo intervienen los diseñadores en las interfaces, pero para alguien que no sea diseñador, ésta idea de los fundamentos del diseño puede quedar inconclusa, así que intentaré ser más específico. La interfaz puede considerarse una metáfora visual que simplifica el uso de los ordenadores, las opciones que el usuario puede tomar dentro del sistema, por lo tanto el diseñador debe facilitarle al usuario entender la mecánica de la interfaz. Una buena interfaz requiere poco esfuerzo

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La evolución del diseño y la metamorfosis de la lectura

por parte del usuario, simplicidad y funcionalidad. Las características básicas de una buena interfaz podrían sintetizarse en: 1. Facilidad de comprensión, aprendizaje y uso. 2. Representación fija y permanente de un determinado contexto de acción (fondo). 3. El objeto de interés ha de ser de fácil identificación. 4. Diseño ergonómico mediante el establecimiento de menús, barras de acciones e iconos de fácil acceso. 5. Las interacciones se basarán en acciones físicas sobre elementos de código visual o auditivo (iconos, botones, imágenes, mensajes de texto o sonoros, barras de desplazamiento y navegación) y en selecciones de tipo menú con sintaxis y órdenes. 6. Las operaciones serán rápidas, incrementales y reversibles, con efectos inmediatos. 7. Existencia de herramientas de ayuda y consulta. Tratamiento del error bien cuidado y adecuado al nivel de usuario. Igualmente una buena interfaz debe ofrecerle al lector herramientas de uso sencillo, para que siempre tenga presente en qué lugar se encuentra, y hacia dónde puede ir; algunas herramientas que obedecen a este orden son: 1. Herramientas de representación de la estructura de la información documental 2. Herramientas de navegación. 3. Herramientas que permitan que el usuario participe en la creación del conocimiento. 4. Herramientas para la recuperación de la Información. 5. Herramientas que posibiliten guardar y almacenar la dirección y localización de los documentos. Por supuesto para poder acceder a una interfaz se requiere de una pantalla, ya que es el dispositivo por excelencia que se encuentra en el punto de convergencia entre ser humano y máquina, es decir, es la que permite «la cara visible de los programas tal y como se presentan a los usuarios para que interactúen con la máquina». Dicha presentación proporciona al usuario una gama de posibilidades constantes a lo largo 83


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

de su interacción con el sistema, y detalla lo que verá y escuchará el lector con cada acción, así como las respuestas que ofrece el sistema. No solo la pantalla interviene en la interfaz, también contamos al menos con un ratón y un teclado, los cuales son complementos del computador y que hoy día se han convertido en nuevas metáforas, puesto que la evolución de los celulares y tabletas han traído consigo pantallas táctiles, que reemplazan el ratón por la mano humana y el teclado mismo es visible en la pantalla, convirtiéndolo también en la mano humana y conservado las características sonoras que tenemos en los teclados físicos, es decir, cuando escribimos en las pantallas, encontramos un sonido incorporado en cada pulsación, que le permite saber al usuario que efectivamente está escribiendo. La tecnología que se ha desarrollado desde 1990 en el área de los ordenadores ha abierto puertas que quizá dos décadas antes eran impensables, la comunicación es ahora constante 24 horas al día los siete días a la semana y no es necesario escribir cartas, llamar o encontrarse en persona, así que desde este computador en el que escribo puedo conversar con mis primas en Francia o con mi amigo que está a tres casas de distancia y no necesitaría ver a ninguno de ellos ni esperar días su respuesta, ni tampoco escuchar su voz ni ver sus gestos. Ahora escribo, todos lo hacemos todo el tiempo, es la forma en que nos comunicamos, un emisor escribe, una interfaz muestra, uno o varios receptores leen, y escriben de regreso al primer emisor que ahora es receptor, hay un cambio, una influencia en la lectura, leemos todo el tiempo, desde donde estemos, en el bus, en la casa, en un avión, en una carretera, pero leemos más para comunicarnos que para informarnos, ahora leemos lo que nuestros amigos, compañeros de trabajo hacen en su vida, la mayoría cosas sin importancia que afectan sólo las relaciones sociales, igualmente el acceso a información mundial está al servicio de cada uno, también libros digitales, tutoriales, documentos académicos, todo tipo de información escrita que constantemente se está actualizando, tenemos diccionarios que facilitan nuestro trabajo, luego cultivarse de forma intelectual es una decisión de cada uno.

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La evolución del diseño y la metamorfosis de la lectura

Creo que hemos evolucionado en nuestra capacidad de lectura y escritura, sin embargo es un error pensar que los medios digitales son únicamente ocio: por el contrario, son en gran parte comunicación, de hecho, como ya lo he explicado, cuando un ser humano usa de tecnología digital, es decir, una interfaz inscrita en una pantalla, emplea una herramienta, un instrumento, no una distracción, es una herramienta al igual que un cuchillo o un martillo, el uso que se le dé a la herramienta depende de quien la use. Ocurre igual con las publicaciones impresas, cada lectura es una herramienta de comunicación con objetivos específicos, sean de ocio, chisme, científica, cada lectura tiene una función para la cual fue diseñada y si los diseñadores no fueran efectivos en su trabajo las interfaces no serían ese medio de comunicación masiva que son hoy, seguiríamos escribiendo cartas y esperando respuestas por días. El diseño ha revolucionado la lectura y ha evolucionado en todas sus áreas para hacer que el ser humano esté más informado sobre lo que ocurre en todo el mundo sin necesidad de esperar la llegada de una nueva tecnología, y esta evolución en ambas áreas ha influenciado y ha sido influenciada por todo, es inconcebible pensar que toda esta comunicación no nos ha hecho avanzar como raza, y todo gracias a ser una raza que lee y escribe todo el tiempo y que además piensa en cómo facilitar el leer y el escribir, todo al mismo tiempo, todo en un gigantesco proceso de metamorfosis.

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Influencia del diseño en la lectura Andrés Felipe Padilla Moreno «Los tipos poseen características que apoyan y aclaran el contenido de las palabras que representan. Tienen personalidad y actitudes, son capaces de una amplia gama de expresiones.”

Rob Carter

Abstract El diseñador gráfico tiene como responsabilidad mejorar espacios para usuarios y es aquí cuando entra a aportar a la lectura un mejor desempeño, al generar una lectura fluida y cómoda a través de las herramientas que el posee, incrementando el tiempo de lectura e incrementando los lectores, ya sean atraídos por la tipografía o por los colores e incluso la diagramación del texto, a través de cada herramienta el diseñador buscará mejorar esta experiencia.


La lectura y junto con ésta la comprensión de textos, constituyen uno de los comportamientos más complejos y diferenciales de la especie humana, los cuales representan un desarrollo de las funciones superiores fundamentales en la evolución del hombre como ser racional, pensante y cambiante de su entorno. Es por ello, que como sujeto transformador (diseñador) de su entorno, las tendencias y los cambios en la concepción de la lectura, suscita un desafío para el diseñador gráfico, quien se presenta como un arquitecto visual, aquél que da forma a una serie de conceptos y contenidos, de manera novedosa y estética, a través del uso de la interacción y la influencia de los elementos gráficos en los procesos de lectura. La lectura de un texto implica un proceso de alto nivel de construcción activa de significado mediante la puesta en marcha simultánea de habilidades lingüísticas, memoria, atención, razonamiento, conocimiento del mundo, conocimiento de estrategias de lectura y el proceso de aprendizaje que se produce, en el desarrollo evolutivo del cerebro (Cuetos, 2011). Esta comprensión lectora implica el reconocimiento de palabras y la comprensión oral de las mismas; conformando el lenguaje, el cual se puede evocar a través del uso de la tipografía y diagramaciones diferentes para cada tipo de texto. “Poner en orden letras representa construir y respetar varios ordenes discursivos y varios compromisos diferentes que, en su expresión más simple, por lo menos, el del escribiente que las ordena en forma de texto, de sistema cuidadosamente tejido de signos lingüísticos, y

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Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

el diseñador que las ordena en forma de sistema de signos plásticos” (Fernández, 2004).

Es por esto que el desarrollo de textos permite al diseñador variar y dirigir el orden de la lectura mediante una composición tipográfica, haciendo que el lector se involucre en mayor grado con la pieza gráfica (Barros, 2010). Una composición de texto que no presenta jerarquización tipográfica, es una composición que tendrá la ausencia de evocación de emociones convirtiéndose en una lectura lineal. Por lo cual, se debe ofrecer al lector una oportunidad de vinculación cognitiva, emocional y gráfica hacia la lectura; y ¿cómo se puede ofrecer esto con el diseño?, realmente esta perspectiva da las respuestas para implicar en todos los sentidos al receptor en el proceso de lectura, puesto que brinda las herramientas conceptuales y de composición de textos, desde una perspectiva diseñistica, que no identifique sólo la comprensión de textos, sino la lectura de la expresión de arte en cada letra escrita. Se debe abarcar aspectos esenciales como la tipografía, el color, los espacios y la diagramación del texto, éstos aspectos son la base para redireccionar el objetivo del texto, según el público al cual se quiere llegar; planteando cuestiones acerca de sí será una lectura para tiempos cortos o tiempos más extensos, la edad que tienen las personas que tendrán acceso a los textos, e incluso que tipo de genero se está manejando poema, obras, noticias, artículo de ciencia, todas estas preguntas van construyendo los límites y posibles alcances del diseño dentro del texto determinado a trabajar. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, la tipografía se debe entender y plantear como factor principal de la escritura; se debe buscar una fuente apropiada para cada situación y contexto de la lectura, para así generar atracción en los lectores. “La elección tipográfica, como la forma en que la misma se distribuye en la pieza gráfica, puede ayudar a reforzar el mensaje o a contradecirlo. Todas las tipografías tienen su “personalidad”. Algunas, como 88


Influencia del diseño en la lectura

las tipografías gestuales, pueden servir para denotar informalidad y muchas veces se las relaciona con el quiebre de estructuras y con la rebeldía propia de la juventud. Otras, como las romanas, pueden servir para denotar formalidad y en algunos casos hasta pueden resultar autoritarias. Respecto de las tipografías de estilo fantasía, existe tal variedad y diversidad de morfologías que resulta sumamente dificultoso encasillarlas, o determinar posibles relaciones de temperamento” (Tipos Formales, 2010).

De igual forma, se debe considerar cuestiones tales como ¿se usarán altas y bajas?, donde muchas veces el diseño infringe normas ortográficas, con el fin de resaltar estéticamente una palabra, dándole mayor relevancia y claridad en el texto; implementando éstas como proceso de influencia en el mensaje que se desea transmitir en el diseño del texto. “Dependerá de los espacios. Balazos, plecas, filetes y blancos que emplee cada periódico y de las categorías jerárquicas que cada forma de organizar el espacio implica; pero sobre todo los textos: estos señores ríen, si pero ¿se ríen de sus enemigos, ríen porque están unidos y fuertes, ríen porque son unos hipócritas, unos negligentes, unos irresponsables, ríen porque no tienen ni idea de lo que pasa? Aparentemente el orden de la página depende de las preocupaciones plásticas del diseñador” Fernández, 2004)

El diseño en su búsqueda por el desarrollo de la estética en los textos, refleja la agresividad con la que los nuevos conceptos sobre arte, destituyen convenciones agotadas, proponiendo una posición más visible y llamativa de la lectura. Promoviendo las ilustraciones, ayudadas por el texto, revelando un contexto preciso, introduciendo una nueva estética de imágenes simplificadas ordenadas por los medios de reproducción gráfica. Lo cual incita a la libertad e influencia estética exigiendo un enfrentamiento con la innovación técnica en la producción y la reproducción gráfica.

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Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

A través de esto se generan tres categorías importantes por parte del diseñador hacia el lector, las cuales según la Revista Código (2014) son: -Enfoque, en donde se debe generar una lectura constante, dirigida y organizada en donde el lector recorra el texto de manera constante y genere una mayor experiencia cognitiva y de forma lineal, sin interrupciones de ningún tipo. -Emoción, en donde se busca que el lector cree emociones entorno al texto, es decir genere agrado hacia lo que está leyendo y esto se buscará generar a través del uso de una buena tipografía, variedad de colores y diferentes tipos de estructuras dinámicas de texto, que genere una mayor atención del contenido por parte del lector. -Aprendizaje, esta es la suma de las dos categorías anteriores en donde se buscará optimizar la decodificación del contenido a través del buen diseño para una mejor asimilación del texto en cuestión, en esta parte el diseñador debe darle vida al texto para generar el gusto directo hacia el lector mejorando su comprensión del mismo, por medio de las herramientas ya antes mencionadas. Observando estas categorías se podrá clarificar mejor el deber de un diseñador y el diseño que será aplicado sobre la lectura y la importancia que esto conlleva, su dominancia y el gran valor que este le aporta de forma natural al lector, cuyo propósito es informar acerca de un tema, y busca hacerlo de la manera más sutil, armoniosa, y comprensible posible, para obtener buenos resultados cognitivos. En conclusión, el manejo de las herramientas de diseño como códigos básicos de la lectura es de gran importancia en la tarea profesional del diseñador gráfico y del comunicador visual, debido a que las decisiones que se tomen, puede variar radicalmente la legibilidad, la inteligibilidad e incluso el compromiso y los sentimientos del receptor hacia la pieza de diseño y en este caso específico, la lectura del texto, el cual se proyectará a través de las vías del diseño y no solo fundamentadas en la lectura. El diseñador velará por un óptimo desarrollo vital del texto, se propondrá unos objetivos específicos dependiendo del público al que va dirigido el texto y, a partir de esto generará armonía, desarrollo y preg90


Influencia del diseño en la lectura

nancia del texto, que conlleva a una mejor absorción de ideas y esto hará más amena la lectura, se puede decir que el diseño en la lectura es el 95 % de su forma de ser ya que este es el que transforma las palabras y les da un sentido gráfico, que mejora su estructura y sin esta estructura los textos no tendrían cabida alguna dentro de nuestra sociedad que vive en busca de conocimiento y para esto busca espacios cómodos y comprensibles de lecturabilidad armónica y perfectamente estructurada.

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El diseño editorial: La dulce voz que motiva a la lectura Mallory Pulido C.

Abstract El Diseño Editorial juega un papel fundamental en la motivación que impulsa a un lector para que continúe con la lectura de un producto editorial. Aunque un diseñador gráfico tenga en cuenta una buena composición y diagramación, y otros aspectos puramente técnicos y estéticos del diseño en sí mismo, no puede dejar de considerar los fenómenos que implica el proceso de la lectura, para que la orientación que se le dé al diseño editorial sea la más adecuada y se ajuste a las necesidades de lectura que busca una persona en un determinado producto editorial. Los tres aspectos fundamentales que se deben tener en cuenta para direccionar el diseño editorial hacia la parte motivacional de la lectura son el enfoque (grado de concentración del lector); la emoción (impresión que se genere en el lector) y el aprendizaje (valor agregado que aporte la lectura). Todos ellos en conjunto permitirán que la experiencia de la lectura sea enriquecedora y motivadora para el lector.


La lectura, esa habilidad cognitiva que aparentemente sólo ha sido adquirida por la especie humana, es un proceso complejo de percepción, razonamiento e interpretación, que involucra una combinación de varios mecanismos fisiológicos (recepción de estímulos a través de los órganos de los sentidos, en este caso, principalmente la vista) y mentales, que se efectúan en el cerebro. Luego de que el lector realiza la lectura de un determinado producto (revista, libro, folleto, artículo de prensa, artículo digital en la web, etc.), se generará una cierta interpretación por parte de éste. Muchas veces se tiende a creer que el fenómeno deductivo que realiza el lector es de cierta manera imparcial, ya que solo depende de los conocimientos previos que tiene el lector en relación con lo que esta persona acaba de leer. Pero en la mayoría de los casos esto no es del todo cierto: dependiendo del tipo de producto que el lector esté leyendo, siempre habrá una intencionalidad por parte de quien diseñó y diagramó dicho producto editorial. Ésta intencionalidad busca motivar a quien lee, a continuar con la lectura misma, o simplemente, a abandonarla para buscar otras opciones que satisfagan sus necesidades de lectura, ya sean académicas, o por simple gusto personal. En este ensayo trataré de ilustrar a través de argumentos puntuales, por qué el diseño editorial ejerce un papel fundamental en la motivación que impulsa a un lector a continuar la lectura de un determinado producto editorial. Primero que nada, debemos entender que «el diseño editorial es la estructura y composición que forma a libros, revistas, periódicos, catálogos, carátulas, volantes, afiches, entre otros. Es la rama del diseño gráfico que se especializa en la estética y diseño de tanto el interior 93


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

como el exterior de textos. Se podría decir metafóricamente que el diseño editorial es la arquitectura de éstos. Cada tipo de publicación tiene necesidades de comunicación particulares.» (Ascenso Creativos, 2013). Uno de los principales objetivos del diseño editorial consiste en lograr un buen balance entre la parte textual y la parte gráfica, es decir, consiste en crear una combinación armoniosa entre texto e imagen (si es el caso), para que sea agradable y legible a un público específico, dependiendo del tipo de pieza gráfica que se esté originando. Con base a lo anterior, se puede inferir en primera instancia que la intencionalidad inicial del diseño editorial radica en hacer que un producto sea atractivo visualmente, para que de esta forma sea atractivo para un público en específico. «El diseño editorial construye una estructura y un orden que permiten dirigir la lectura; su efecto consigue que el lector dé vuelta a la página o cierre el libro.» (Valenzuela, 2014). Con esta frase, la diseñadora gráfica Erika Valenzuela quiere enfatizar en la tesis principal de este ensayo: Si un lector con un perfil determinado, por ejemplo, un lector habitual de una revista cultural sobre fotografía, no se encuentra seducido por esta revista, evidentemente la abandonará, y buscará otra que llene mejor sus expectativas. Aunque la frase todo entra por los ojos parezca un cliché, es también una regla que funciona dentro de muchos campos del diseño y que pesa fuertemente en los criterios que un diseñador debe tener en cuenta a la hora de elaborar un producto final. Sin embargo, la parte gráfica no es lo único que un buen diseñador debe considerar a la hora de plantear una diagramación visualmente atractiva. Guillermina Noël afirma que: «...el grado en que el texto, su presentación visual y el lector concuerdan es esencial para la comunicación exitosa… No importa como uno presente el texto visualmente, si no está descrito de acuerdo con el perfil y las expectativas del lector, y si no es relevante y claro, éste no

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El diseño editorial: La dulce voz que motiva a la lectura

lo va a entender, o peor aún, no lo va a leer. La estética de por sí no facilita la lectura.» (Noël, 2011, p.72).

El contenido del texto que se está diseñando es de vital importancia porque además de ayudar a crear una correcta composición editorial, también le permite al diseñador formarse una idea sobre cuáles temáticas son de interés para los lectores, y de esta manera transmitir una determinada sensación (o sensaciones) para motivar al lector a continuar con la lectura, pero sin olvidar que el contenido del texto mismo debe ser comunicado efectivamente para que el usuario también lo comprenda. Otra consideración para tener en cuenta consiste en que, entendiendo el proceso de la lectura, un diseñador puede tomar decisiones apropiadas al momento de diagramar y componer un producto editorial y, de esta manera, causar un mayor impacto sobre el lector. En el artículo Sinergias en torno a la lectura, se menciona un punto de inflexión clave, por el cual un lector se encontrará motivado a leer cierto tipo de texto: «…los lectores más motivados son los que probablemente leen más y más seriamente, con lo que se incrementa su competencia y su habilidad. Recíprocamente, el aprendizaje y la percepción de competencia aumentan la motivación, así que con frecuencia los estudiantes que aprenden son los más motivados, los que se implican más en la lectura. Nos «encontramos, así, en un círculo positivo que nos hace ver que si bien la motivación influye en la lectura, también el hecho de leer y de hacerlo bien -para uno mismo y para los demás- influye en la motivación.» (Solé, 2009, p. 8).

Las personas a quienes se les considera como buenos lectores, son aquellas que se apropian de las temáticas que la lectura les ofrece. Los buenos lectores siempre van más allá de la lectura, investigan e indagan para forjar un conocimiento propio cada vez más amplio, y se sienten mayormente estimuladas para continuar con la lectura cuando encuentran productos editoriales atractivos. 95


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

Tomando como referencia una situación hipotética, en la cual se está diagramando para una revista cultural sobre fotografía, se presume que el público objetivo (target) al cual va dirigida dicha publicación ya se encuentra motivado previamente por el contenido que podría encontrar en la misma, ya sea por gusto personal, o porque hace parte de su vocación profesional, etc. Es por este motivo que la rama editorial del diseño debe enfocarse en suplir las necesidades a este tipo de lectores, sin dejar espacio a que se genere desilusión y abandono por parte del lector. La diseñadora gráfica Érika Valenzuela nos enumera tres aspectos fundamentales para direccionar el diseño editorial hacia la parte motivacional de la lectura: «Enfoque: El diseño debe proponer una arquitectura que permita a los sentidos enfocar y digerir la información. Esto implica proponer un discurso hacia el recorrido del texto. Si el lector está enfocado en lo que observa, la experiencia tendrá mucho más valor cognitivo». (Valenzuela, 2014). A mi consideración, este aspecto constituye el eje central por el cual un texto puede motivar a alguien a leerlo, y no solamente quedarse en la lectura propia de este, sino ir más allá, generando un proceso de investigación con otras fuentes bibliográficas referentes al tema de interés, para alimentar esa necesidad de conocimiento que se tiene previamente. «Emoción: En este aspecto recae la habilidad de usar el color, la narrativa visual e incluso la forma de la tipografía. La emoción es una respuesta hacia determinados estímulos. El color, en este caso, es el estímulo más directo que puede capturar la atención hacia el contenido, mientras que la tipografía tiene la función esencial de comunicar el mensaje y optimizar el flujo de la lectura. En conjunto, proyectan un nivel de emoción que mejorará la experiencia». (Valenzuela, 2014). Muchas de las piezas gráficas finales se basan en principios de percepción, y aprovechan las sensaciones que estos puedan generar sobre las personas/los lectores. Combinando los aspectos puramente técnicos, como elección adecuada de tipografía con cierto tipo de color o colores, se crean ritmos visuales que pueden causar un impacto significativo sobre el espectador, dependiendo de la intención con que se quiera comunicar 96


El diseño editorial: La dulce voz que motiva a la lectura

un mensaje. Es importante que el diseñador tenga cierta sensibilidad para entender mejor las necesidades de comunicación que poseen los lectores, para así crear un producto editorial que se adecúe a ellas. «Aprendizaje: El aprendizaje es el resultado del proceso de lectura. Una buena lectura, es decir, una óptima decodificación del contenido, guía el pensamiento y genera un aprendizaje de calidad. Un diseño pertinente es la puerta entrada hacia ese proceso de asimilación. Por lo tanto, el trabajo editorial debe facilitar el proceso, otorgando vida al contenido.» (Valenzuela, 2014). De la misma forma como lo mencionaba la psicóloga Isabel Solé en su artículo sobre Sinergias de la lectura, el proceso de lectura desarrolla una estructura de aprendizaje intrínseca, es decir, que es propia del mecanismo que se genera al leer. Entre más se lea sobre determinado tema, más se generará la necesidad de suplir una sensación de hambre de conocimiento respecto al tema de interés sobre el cual se está leyendo. Esto, de entrada, se podría usar como un aspecto de enganche, aprovechando la atracción que se genera como un instrumento para aumentar la motivación del posible lector de nuestro producto editorial. Recordando la definición de libro dada por el conocido escritor y filósofo Umberto Eco: «El bien de un libro consiste en ser leído. Un libro está hecho de signos que hablan de otros signos que, a su vez, hablan de las cosas. Sin unos ojos que lo lean, un libro contiene signos que no producen conceptos. Y por tanto es mudo», podemos hacer una generalidad de este concepto del libro, y extrapolarlo a otros productos editoriales que comparten características similares. De lo anterior se puede inferir que un buen diseño editorial se basta por sí mismo, no requiere de explicaciones ni justificaciones para que sea entendido, leído y comprendido en su totalidad, y por lo mismo, hará que el lector sienta una motivación para ojear, revisar y, luego de hacer esta inspección previa, a leer nuestro producto editorial, que es en realidad nuestra finalidad. Todos los aspectos mencionados anteriormente tienen como finalidad buscar que el lector evolucione y pase convertirse en un intérprete activo del proceso de lectura. El lector que se sienta atraído por el+ 97


Trece reflexiones sobre el diseño y la lectura

contenido de la lectura, y que adicionalmente, el diseño visual con que cuenta este producto editorial le resulta agradable y lo invita seguir con la lectura, se sentirá motivado a continuar leyendo y buscando este tipo de productos editoriales. Metafóricamente hablando, el buen diseño editorial actuaría entonces como esa dulce voz con la cual las sirenas atraían a los incautos marineros, pero en este caso, el lector, que de ninguna manera se asemeja a un ingenuo marinero, no tendrá un destino fatal, sino por el contrario, se beneficiará, fomentando hábitos de lectura, creándose un conocimiento y un aprendizaje continuos, y por supuesto, generándose un criterio visual y estético cada vez más enriquecedor. Compilando todos los anteriores argumentos, concluimos que el diseño editorial sí juega un rol fundamental para estimular y motivar la lectura de determinado texto o producto editorial en los lectores hacia los cuales van dirigidos, combinando de una manera efectiva los aspectos formales del diseño en sí mismo con las necesidades que busca suplir en el usuario final.

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Índice Analítico A Arévalo 59, 99 Arizpe 32, 99

C caligrafía 62, 63, 64, 65, 66 Calles 99 Carrere 13, 99 cerebro 11, 13, 14, 22, 30, 31, 35, 36, 37, 85, 91, 101 cognición 21, 31 comprensión 7, 10, 12, 14, 15, 22, 24, 29, 30, 32, 35, 36, 37, 38, 48, 51, 57, 59, 66, 68, 69, 70, 73, 74, 81, 85, 86, 88 comunicación 7, 13, 15, 17, 18, 19, 32, 41, 43, 45, 46, 48, 49, 50, 52, 63, 66, 76, 77, 78, 79, 82, 83, 92, 95 contexto 11, 12, 14, 30, 31, 35, 49, 54, 55, 59, 63, 64, 76, 81, 86, 87 Cordón 56, 99 Costa 99, 99–113 Cuetos 35, 37, 38, 69, 73, 74, 85, 99 cultura 12, 44, 49, 52, 64, 74, 100, 104

D De Buen 43, 99 diseñador 8, 16, 17, 19, 31, 33, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 47, 49, 51, 52, 55, 56, 57, 58, 69, 80, 84, 85, 86, 87, 88, 90, 92, 93, 95 diseñador editorial 41 diseño gráfico 7, 28, 33, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 47, 63, 91, 100 dislexia 11, 14, 22, 24, 25, 30

E Enfermedad 21

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F Fernández 86, 87, 99 funcionalidad 17, 21, 38, 81

G Groys 42, 99 Gutierrez 99

H habilidad 22, 34, 35, 36, 65, 91, 93, 94 habla 63 historia de la escritura 64

I imprenta 12, 22, 30, 64 impresión 8, 31, 56, 90 información 11, 12, 16, 18, 19, 23, 24, 29, 37, 48, 50, 51, 52, 55, 56, 58, 60, 71, 73, 74, 76, 77, 78, 79, 80, 81, 82, 94, 100

K Kindle 24, 59 Kinross 50, 100

L Larrosa 100 lectores electrónicos 55 lecturabilidad 21, 25, 30, 89, 103 legibilidad 14, 25, 30, 31, 32, 46, 51, 52, 64, 88 lengua 63, 104 lenguaje 11, 14, 18, 19, 29, 30, 36, 37, 42, 48, 49, 50, 63, 66, 69, 79, 80, 85, 99 lenguaje escrito 18, 19, 29, 49, 50 lingüístico 41

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M mensaje 11, 12, 13, 14, 15, 17, 18, 19, 37, 40, 42, 43, 44, 45, 48, 59, 65, 66, 74, 86, 87, 94, 95 mensaje escrito 12, 18, 42, 44, 45 Mounsey 100

N Noël 36, 51, 92, 93

O ortografía 11, 13

P palabra 13, 14, 18, 24, 29, 36, 37, 38, 47, 49, 50, 74, 87 pantalla 54, 55, 56, 57, 59, 60, 81, 82, 83, 100 percepción 11, 16, 19, 22, 24, 29, 30, 32, 44, 65, 68, 91, 93, 94, 103 Pierce 21, 66 Primeridad 41, 42, 43, 44, 45 psicología 21, 30, 35, 39, 69, 70 psicología de la lectura 31, 69, 73, 99

R Restrepo 41, 43, 45, 100 Rincón 100 Rowsell 58, 59, 100

S Saussure 50, 51, 63 segundidad 41 semántico 13, 21, 30, 37, 43, 51, 74, 80 Serrano 13, 69, 71, 72, 74, 100 significado 13, 14, 36, 42, 43, 45, 49, 57, 62, 71, 73, 80, 85 Solé 12, 69, 70, 71, 72, 93, 95, 100 109


Starobinski 63, 100

T Terceridad 41, 44, 45 texto 7, 8, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 21, 22, 23, 24, 30, 31, 32, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 52, 58, 59, 60, 65, 68, 69, 71, 73, 74, 77, 78, 79, 81, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 92, 93, 94, 96, 99 tipรณgrafo 36, 50

V Valencia 57, 101 visual 7, 12, 13, 14, 23, 24, 29, 30, 37, 38, 50, 64, 68, 70, 71, 73, 77, 80, 81, 85, 88, 92, 94, 96

W Warde 69, 72, 73, 101 Wolf 101 Wolfrang Iser 21

Z Zunzunegui 44, 45, 101

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