Imágenes caracteristicas

Page 1

4.-LAS IMÁGENES CARACTERÍSTICAS DE “LA VOZ A TI DEBIDA” El amor y sus signos: Los símbolos en la obra adquieren distintos significados. Lo horizontal representa lo verdadero, la realidad escondida. Lo vertical es, en cambio, signo de lo falaz y de la apariencia porque es de pie como se relaciona socialmente el hombre. Lo mismo ocurre con el movimiento y la falta de equilibrio, que expresan la continua y necesaria renovación del amor: Horizontal, sí, te quiero. Mírale la cara al cielo, de cara. Déjate ya de fingir un equilibrio donde lloramos tú y yo. Pero estos mismos elementos cobran en otros poemas significados opuestos; el amor o la alegría pueden concebirse como procesos ascendentes o verticales; el movimiento es negativo cuando simboliza la vida social… Y súbita, de pronto, porque sí, la alegría. Sola, porque ella quiso, vino. Incluso la alegría, signo a menudo de ese amor que llega, toma en otras ocasiones connotaciones negativas, como símbolo de lo aparente y fingido. Los símbolos ofrecen valores opuestos, el mar, por ejemplo, representa a la vez lo pasajero y lo eterno, lo vivo y lo inerte, lo humano y lo cósmico. Por medio de diferentes imágenes, Salinas insiste en motivos como la soledad, la monotonía, la austeridad, el amor y la seguridad. Tampoco son infrecuentes en Salinas los guiños al lector para que reconozca su juego bucólico. En Salinas, el entorno natural veraniego en que se inició la relación se convierte en urbano e invernal cuando esta se trastoca. Salinas hablará metafóricamente del río de la memoria, de las aguas del olvido y de él sacará estampas que revivirán por unos instantes el pasado. En La voz a ti debida, la amada encarnaba el sueño del enamorado que este no recordaba («Lo que yo llamaba olvido / eras tú»). Los nombres y la identidad: En la obra de Salinas, el nombre representa la imagen ante los otros, un límite ficticio para los amantes, incompatible con su transformación permanente. Frente a ellos, los pronombres significan el ser verdadero, despojado de las convenciones y falsedades. Así, el nombre forma parte de todo aquello que el poeta pretende traspasar. También son característicos, ciertos recursos estilísticos, tales como: los paralelismos, paradojas, antítesis, encabalgamientos, enumeración caótica, sustantivación de cualquier categoría gramatical, uso del infinitivo, metáforas que llegan a ser juegos conceptuales (para explicar lo inefable), y además se pueden encontrar también, expresiones abstractas y distantes que chocan con otras elementales y cálidas. Su poesía resalta por la contención en la expresión de sentimientos y por la importancia de la selección léxica. El procedimiento más habitual es el del contraste, que se manifiesta


en diversos fenomenos como las oposiciones de la luz y la sombra o lo humano y lo cósmico. Mediante estas imagenes trata temas como la monotonía, el amor o la soledad. Con estos contrastes Salinas intenta representar la dualidad del enamoramiento, el tema más usual en su obra, y los sentimientos contradictorios que éste genera en los individuos involucrados. Retomando los contrastes, Salinas contrapone el presente y el futuro, alegrándose del primero porque en él se encuentra su amada y con él lo comparte; y lamentándose del segundo, pues solo representa la pérdida del amor y con ella de su felicidad. Debido a la pureza de sus versos y a su estética cuidada y minimalista, se sirve solo de su ingenio y de su léxico para hacer entender a los lectores las situaciones que está tratando de describir, sin artificios que distraigan al receptor del mensaje principal. Pero Salinas, que retoma el conceptismo, no lo usa en contra de los sentimientos sino que con su retórica elocuente hace resaltar los sentimientos que le preocupan y que quiere transmitir. Sus juegos conceptuales son fáciles de entender gracias a este mismo cuidado al redactar los versos y al tono coloquial de sus poemas. El poema se inicia con cierta brusquedad fonética. La aliteración de consonantes dentales (vv.1-3) refuerza la sensación de torpeza y dolor, nota predominante en los textos primeros. Por otro lado, respecto a lo morfosintáctico, se observa una característica típica del estilo de Salinas: Existe una gran cantidad de pronombres personales: 5 de primera persona (me, yo), y 11 de segunda persona ( tu, ti, te), además de otros 5 determinantes posesivos ( uno de primera persona y 4 de segunda persona. La ausencia de nombres propios se justifica porque nos encontramos ante un proceso de brusquedad de esencias. Respecto a los recursos que emplea en esta obra, en este libro aparecen: Antitesis (‘’nueve’’-‘’eras’’) ;El verbo ‘’viste’’ ( v.7), admite un doble significado ( de ahí que hablemos de Dilogía): Puede proceder de ‘’ver’’ ( tu mejor que tu, que asta ahora no has visto) o de ‘’vestir’’ ( tu mejor tú esta dentro, no forma parte de tu vestimenta. Los dos sentidos se complementan, aunque es más probable que se emplee con el sentido primero ( en complementación con el ‘’veo’’ del mismo verso); A continuación (v.8) aparece una metáfora: el poeta es un ‘’nadador por tu fondo’’, un buceador que busca al ser escondido; Los recursos que emplea son los propios de la poesía amorosa de Petrarca: paralelismos paradojas y antitesis. Pero emplea ciertas modernidades: uso de pronombres, metros clásicos pero desplazando acentos, ruptura con la ortodoxia de la puntuación, encabalgamientos, enumeración caótica, sustantivación de cualquier categoría gramatical, uso de infinitivo, metáforas que llegan a ser juegos conceptuales (para explicar lo inefable), heptasílabo, expresiones abstractas y distantes que chocan con otras elementales y cálidas. A la hora de analizar las imágenes literarias en La voz a ti debida si algo llama la atención es la marcada ausencia de metáforas, en cambio sus versos están rebosantes de emoción. Pedro Salinas utiliza numerosos paralelismos, paradojas y antítesis. Las pocas metáforas que utilizan llegan a ser juegos conceptuales, con os que pretende expresar lo inefable, y encontramos en todo momento unas expresiones abstractas y distantes que chocan a menudo con otras elementales y cálidas. Sin embargo, Salinas está sumergido en el misterio último del amor y pasmado ante él, y no elige el distraerse de él con misterios innecesarios y artificiales. Salinas opta por una presentación directa y explícita de la amada, y de esta manera no hay ambigüedad posible. El «tú» que emplea el autor no es ni más ni menos que una mujer, de carne y


hueso, que, como toda criatura carnal, está determinada y limitada por el tiempo y el espacio. «El tierno cuerpo rosado», «la arena» y el «reló» son las representaciones inequívocas de estos tres aspectos centrales de la condición humana. No debemos equivocarnos en cuanto a esto, parece advertirnos Salinas. La amada es humana y femenina. De otro modo, las evasiones verbales y el juego poético que nos aguardan podrían ser engañosos. No se contenta Salinas con esto, sin embargo. Salinas adopta el «tú» como una personalidad: decidida «tú vives siempre en tus actos»); agresiva («te arrojas / sobre proas, -sobre alas»); vital («La vida es lo que tú tocas»); directa («Andas / por lo que ves»); segura de sí misma («Tú nunca puedes dudar»); certera por intuición ante la realidad («Y nunca te equivocaste, /, más que una vez, una noche / que te encaprichó una sombra»). Pero el «tú» a quien Salinas le canta «a solas» está, como hemos visto, muy distante del incorpóreo, intangible «vano fantasma de niebla y luz» a quien cantaba Bécquer. En realidad, ella es justamente lo contrario, una antítesis que Salinas explota y exalta al convertir su primer poema en una serie de variaciones en contrapunto sobre los temas de las más conocidas de las Rimas. «La mano de nieve» que sabe «arrancar» las cuerdas del arpa nunca aparece, sabemos de su dueña sólo a través de la insinuación de su ausencia, así lo trataba Bécquer. Sin embargo la amada a la que canta Salinas es diferente, ya que según él, usando el mundo entero como su instrumento, «arranca ... su música». Dentro de las imágenes características que encontramos en este poema, podemos destacar la imagen vida-muerte utilizada por Salinas : ...Y que me vive otro ser por detrás de la no muerte. Esta paradoja sirve para expresar toda la confusión del amante que quiere tanto y tantas cosas a la vez : gozo del amor carnal, busca del alma y destrucción y recreación del mundo vivido. El ansia de Salinas es inagotable, y se traduce en estos telegráficos versos, despojados de carne sintáctica : se irá con ella. ...a sentirla de prisa, segundos, siglos, siempres, nadas... También en esta obra el cuerpo es el cimiento y la salvación se busca más allá del cuerpo, por eso muchos de sus poemas amorosos se complacen en trazar proyectos. Por último, destacamos la imagen de las sombras, la llamada criatura extraña que ya aparecía en su primera obra. Los últimos poemas de este libro se pueblan de esta imagen. La amada está lejos y el amante busca compañía en las sombras : las del amor que fue. Las sombras son sutiles copias de nuestro cuerpo, aparecen y desaparecen. Así, gracias a la sombra el poeta podrá olvidar a su amante, a su cuerpo, para estrechar solamente su dulce cuerpo pensado.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.