90 Aniversario Radio Sevilla

sumario staff DIRECTOR ANTONIO YÉLAMO CRESPILLO

5 SIEMPRE CERCA VICENTE JIMÉNEZ, DIRECTOR GENERAL DE LA CADENA SER 7 RECUERDOS DE UN PATIO DE SEVILLA MARÍA ESPERANZA SÁNCHEZ & IÑAKI GABILONDO 12 LA RADIO DEL FUTURO ANTONIO HERNÁNDEZ-RODICIO, DIRECTOR DE LA CADENA SER 15 ASÍ SERÁ LA MUESTRA DEL 90 ANIVERSARIO ANTONIO ZOIDO

@Antonioyelamo

DIRECTOR DE CONTENIDOS DIEGO PABLO SUÁREZ SÁNCHEZ @diegopsuarez

20 LA RADIO POR DENTRO ALUMNOS DEL IES MACARENA ENTREVISTAN A ANTONIO YÉLAMO 23 SIÉNTASE ORGULLOSO DE SER ANDALUZ FERNANDO PÉREZ MONGUIÓ

COORDINACIÓN DE EDICIÓN SALOMÓN HACHUEL ABECASIS @SalomonHachuel

REDACCIÓN Mª ESPERANZA SÁNCHEZ , PEDRO PRECIADO, JOSÉ MANUEL GARCÍA, NATALIA PERALES, SANTIAGO ORTEGA, ANTONIO ZOIDO, FERNANDO PÉREZ MONGUIÓ, CARLOS OLIVEROS, JOSÉ GUERRERO ´EL YUYU´, FRAN RONQUILLO, SONSOLES FERRÍN DIRECTOR COMERCIAL ANDALUCÍA ILDEFONSO VERGARA GERENTE COMERCIAL SEVILLA MAR VEGA FOTOGRAFÍAS CURRO CASSILLAS, ICAS-SAHP FOTOTECA MUNICIPAL DE SEVILLA DISEÑO Y MAQUETACIÓN MARÍA YÉLAMO SÁNCHEZ DEL ÁLAMO

27 AERONÁUTICA, PRESENTE Y FUTURO NATALIA PERALES 28 NUEVE DÉCADAS DE MÚSICA CARLOS OLIVEROS 30 REFERENTE EN EL FLAMENCO ILDEFONSO VERGARA 33 CRUZ DE GUÍA Y ROSA DE PASIÓN JOSÉ MANUEL GARCÍA 34 EL MEJOR CUADERNO DE VIAJES SONSOLES FERRÍN 37 HISTORIAS DE LA PROVINCIA PEDRO PRECIADO 38 LO PRIMERO, LA GENTE SALOMÓN HACHUEL 40 LAS VOCES DE SEVILLA, ANTONIO NAVALÓN 41 RECUERDOS DE RADIO SEVILLA MERCEDES DE PABLOS / CARLOS COLÓN

@creativaser

FILMACIÓN E IMPRESIÓN EL PAIS

43 UNIDOS POR EL FÚTBOL SANTIAGO ORTEGA 44 DEL TÍO PEPE A LA CÁMARA EL YUYU Y FRAN RONQUILLO 47 NUESTROS PODERES DIEGO SUÁREZ

@RadioSevilla

RadioSevilla

www.radiosevilla.es

DISEÑO DE PORTADA Pablo Funcia Alba es un joven diseñador gráfico andaluz de éxito. Nacido en Cádiz y formado entre las facultades de Bellas Artes de Sevilla y Valencia. Actualmente es miembro del equipo creativo en la consultoría de marca BrandPie (brandpie.com) en Londres.

El concepto para la portada responde a la necesidad de expresar tanto el pasado reconocido de Radio Sevilla, como su prometedor futuro, marcado por su adaptación a las últimas tecnologías de la comunicación.

Pablo Funcia Alba

EDITORIAL Siempre cerca VICENTE JIMÉNEZ DIRECTOR GENERAL DE LA SER Y DE PRISA RADIO EN ESPAÑA

T

res cosas vertebran España: El Corte Inglés, la Guardia Civil y la Cadena SER. Esta provocadora afirmación, oída medio en broma medio en serio en no pocas ocasiones por los mentideros de la radio, encierra una de las grandes verdades de este medio: su cercanía, su capacidad para confundirse con el territorio, con su ciudadanía, y formar parte indisoluble de ambos. Si la esencia de un medio es ese diálogo permanente con su audiencia, ese contrato diario que nos obliga, pocos lo han cumplido con la fidelidad de la radio.

Nada acompaña tanto como la radio. Es difícil pasear por el centro de alguna población española y no encontrar el logotipo de la SER, de 40 Principales o de Cadena Dial. Hagan la prueba. Pidan a cualquier taxista de la estación de tren de Santa Justa, Atocha o Sants que les acerque a Radio Sevilla, Radio Madrid o Radio Barcelona, respectivamente. No tendrán que aportar ningún dato más al conductor. Les llevará con los ojos cerrados porque ¿Quién necesita dar la dirección exacta de la Giralda, la Cibeles o la Sagrada Familia?

La Cadena SER y las emisoras musicales de PRISA Radio en España llegan a más de 12 millones de oyentes gracias a sus 538 estaciones. La mitad de ellas son de gestión propia; el resto, asociadas o afiliadas. La implantación en el territorio es un ejemplo más de la capacidad de este grupo para formar parte de realidades distintas, integrarse en la diversidad de España y superar no pocas dificultades derivadas de los criterios políticos que determinan el reparto de licencias en las comunidades autónomas.

Los dispositivos móviles dibujan una realidad nueva, la de una radio sin postes, capaz de llegar a sus fieles sin las barreras que el tiempo y el espacio imponen a la programación de la antena.

Pero esa vocación universal, que permite llegar a cualquier rincón del mundo donde haya un oyente de la SER o 40 Principales, alimenta nuestra atención por lo local, elemento que ha formado parte del ADN de las radios de PRISA. Mientras que otras compañías redujeron sus operaciones locales para defenderse del azote de la actual crisis, la Cadena SER y las radios musicales resistieron, manteniendo, en la medida de lo posible, los equipos de contenidos, técnicos y comerciales de las emisoras desde el convencimiento

de que el tiempo nos daría la razón. Así ha sido. Gracias al esfuerzo de todos, más del 50% de los ingresos publicitarios de la Cadena SER, por ejemplo, procede de sus emisoras locales.

El reto, ahora que las tradicionales barreras de los medios de comunicación han caído una tras otra, consiste en seguir siendo necesarios, en ser globales sin dejar de ser locales, en innovar, porque no hay mejor manera de predecir el futuro que fabricarlo. La Cadena SER y las radios musicales de PRISA se han caracterizado por ser reconocibles en calidad y rigor sin dejar de explorar nuevas fórmulas del lenguaje radiofónico. Programas y formatos que ahora forman parte del paisaje habitual de la radio fueron, en su día, una auténtica revolución que marcó el camino a seguir por otros.

En ese mismo empeño continuamos trabajando día a día, con más exigencia por la especial oportunidad que supone la revolución digital.

L

os profesionales de la radio no debemos vivir con angustia la llegada de nuevas tecnologías. Al contrario, esas nuevas plataformas y formas de distribución nos permitirán crecer, ser mejores, más interesantes y profundos. La competencia se acentúa y la disrupción suele llevar la firma de actores nuevos, invisibles en un primer momento para los viejos radares. La complejidad de los nuevos ecosistemas informativos y de entretenimiento deben ser un acicate para quienes desde hace casi un siglo han sido capaces de producir los mejores contenidos. El talento, en definitiva, es la clave en este viaje sin puerto de llegada, en esta transformación permanente que nos exige ser más abiertos que nunca.

En el paraíso de la saturación informativa, allí donde la insolvencia campa, donde información, comunicación y ruido se mezclan, la radio seguirá ayudando a que los ciudadanos gobiernen sus vidas de forma autónoma con las herramientas de siempre: información y entretenimiento desde el rigor y la honestidad.

Los años pasan y los ciudadanos de cualquier rincón de España han vivido con la radio acontecimientos que han cambiado sus vidas. En el caso de Andalucía, Radio Sevilla y otras emisoras acompañaron la consolidación de la comunidad autónoma desde la década de los 70 hasta nuestros días. Desde el compromiso con los hechos, la radio empujó en el desarrollo económico, social y político de la región, pero también fue el altavoz insobornable para la denuncia de desequilibrios y desmanes. Los retos siguen ahí. Es mucho el camino que queda por recorrer. Sea lo que sea lo que en él aguarde, estará la SER para contarlo.

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RECUERDOS DE UN PATIO DE SEVILLA Mª ESPERANZA SÁNCHEZ E IÑAKI GABILONDO CONVERSAN SOBRE LA ETAPA QUE COMPARTIERON EN RADIO SEVILLA TEXTO MARÍA ESPERANZA SÁNCHEZ Iñaki Gabilondo aterrizó en Sevilla, un día del verano de 1972, bajo un calor abrasador. El estío transcurría como todos en la capital andaluza, cegador de luz y asfixiante de calor. Esa tórrida sensación quedaría para siempre grabada en la memoria del joven periodista vasco, que llegaba al territorio desconocido de una Andalucía arrasada de tópicos, como toda referencia.

En el patio de Radio Sevilla, el calor del mediodía se aliviaba bajo la cristalera central, con una gran vela extendida, que lo convertía en un espacio umbrío y benéfico, cuando se cerraba la cancela y quedaba atrás la ciudad abrasada. Todo parecía perfecto y pensado para que nunca cambiara, pero Iñaki venía para cambiarlo todo. Radio Sevilla necesitaba prepararse para el tiempo nuevo que se vislumbraba en el horizonte. El elegido para la tarea fue Iñaki Gabilondo, 29 años, nacido para director. Lo había sido ya de Radio Popular en Bilbao y venía de la dirección de Radio San Sebastián. Aceptó el reto de sumergirse en lo desconocido. Sin salvavidas. La aventura duró sólo tres años, de los 90 de historia de Radio Sevilla, pero fueron decisivos y los vivió a pleno pulmón y a pleno riesgo.

MARIA ESPERANZA SÁNCHEZ.- Doblar el mapa y caer en los más de 40º de una ciudad prácticamente marciana para ti, con una clase dominante resistente y ya, en aquel momento, nostálgica del poder que temía perder, se antoja una aventura de cita a ciegas, arriesgada y al tiempo provocadora.

IÑAKI GABILONDO. - Vine a Sevilla porque la empresa había tomado la decisión de situarse en el tiempo que iba a llegar.

Traía la experiencia de los movimientos que ya habíamos ido haciendo en Radio San Sebastián. Cuando llegué, el choque con Sevilla fue más importante que con la radio, aunque también hubo muchos con la radio. Lo primero que traté de conseguir fue encajar la sociedad sevillana que, para mí, era como vivir en las antípodas. Sevilla no tenía nada que ver con San Sebastián. Y yo tenía que intentar ver lo que pasaba, porque me encontré con cosas que no esperaba. Por ejemplo, a los pocos días de llegar, cinco personas me invitaron a comer para decirme lo que tenía que hacer si quería mandar en la ciudad. Radio Sevilla era un poder y aquella gente, con un descaro inaudito, me explicó lo que tenía que hacer para ingresar en el cerrado círculo de poder de la ciudad, que ellos representaban. Como quiera que corté por lo sano, a partir de aquel momento quedé marcado.

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Al llegar a Sevilla, cinco personas me invitaron a comer para decirme lo que tenía que hacer si quería mandar en la ciudad.

Corté por lo sano.

- Siempre cuentas, casi con la misma pasión con la que la viviste, una aventura profesional que te descubrió un mundo de mundos desconocidos.

Todo era nuevo y provocador. Recuerdo, por ejemplo, la impresión que me causó el flamenco, el encuentro con la tertulia flamenca de Radio Sevilla que presidía nada menos que Antonio Mairena. Él me contaba lo que le estaba costando a los flamencos andar el camino para llegar a la dignificación, porque venían de cantar por mil duros, si la cosa iba bien, o de que alguien le partiera una guitarra en la cabeza si iba mal. Apoyamos y promovimos ese camino de dignificación, consiguiendo llevar el flamenco a la Universidad. Recuerdo la emoción de Antonio Mairena, un genio de ese arte, del que enseguida entendí porque le llamaban “jondo”. Su hondura y su misterio son evidentes. Yo, por mi afición a la música, logré inmediatamente distinguir sus palos, pero sigo sin conseguir desentrañar su secreto.

- En la Radio, sin embargo, tú sí nos descubrías el secreto que antes no habíamos buscado, de por qué y para qué estábamos allí. Y mientras algunos miraban sin entender, otros, los jóvenes, vivíamos en estado de excitación permanente. Las novedades nos deslumbraban y nos provocaban, nos quitaste el miedo a proponer, a decidir, a decir lo que pensábamos y nos indicaste el camino para acertar en lo que hacíamos: conocer. Era fácil entenderlo, porque veíamos cómo cada semana, en tus primeros meses en la radio, salías camino de un barrio de la ciudad, primero, y después de un pueblo de la provincia, para acabar conociendo el resto de capitales andaluzas. Conocer para acertar.

Sí, porque no puedes dirigirte a la gente de la que no sabes nada. En aquellos viajes, conocí Andalucía. Para mí era una absoluta desconocida. Y descubrí que había una sociedad dormida, casi muerta y hostil. Y otra que se movía y se arriesgaba y preparaba el camino de la libertad. Descubrí que la idea de que Andalucía era una tierra “polvorienta”

y “jolgorienta”, era falsa, era mentira. Y descubrí también, que si era pobre –y lo era– debían conocerse los culpables del desatino. Fue, deslumbrado e incrédulo, el día en que vi la Vega de Carmona.

Ante aquel Edén solo pude reafirmarme en mi idea de que yo desde mi responsabilidad de director de una Radio tan importante como Radio Sevilla, tenía que comprometerme con la gente. Aquello fue un dato de profundidad absoluta: si la gente de aquí tenía que emigrar, es que pasaba algo absolutamente injusto.

Y efectivamente tomaste partido por la gente.

Y nos descubriste el valor de la palabra cuando está prohibida. Dirigiste una radio que molestaba a unos pocos y atraía cada día a más oyentes, que nos querían como siempre habían querido a la gente de la radio, porque había sido una buena compañía en tiempos de soledad. Pero ahora, además, se hacían cómplices de nuestro riesgo. Luego vinieron otras emociones y un tiempo mejor, sin duda, pero en aquel momento fuimos felices, y digo felices, porque fue así: hicimos la radio que esperaba la gente y la que a nosotros nos hacía felices.

Ya era el tiempo nuevo, aunque la libertad todavía fuera solo un deseo. Pero aquel tiempo nos estaba introduciendo por unos territorios que antes no existían. Todo lo que intentábamos hacer nos llevaba a inaugurar géneros, haciendo programas distintos. Y lo pasábamos muy bien. Pero es verdad también que en el patio de Radio Sevilla había alguna resistencia. A veces pesó como plomo fundido.

Había allí media docena de personas que representaban a aquella parte de la ciudad retrasada, rancia.

Era tangible, se respiraba y obligó a tener tensiones de alguna importancia con algunas de aquellas personas.

- Pero tu entusiasmo, tu compromiso con la otra parte mayoritaria de la ciudad, la que aquellos querían seguir dominando, y la entrega de los jóvenes que te seguíamos continúo creciendo y aquel patio fue cambiando y por allí empezó a pasar otra gente...

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Sí, el patio Radio Sevilla se llenó de gente que buscaba la radio que necesitaba y la encontró allí.

Era una radio que abría ventanas para oxigenar el aire de una ciudad a la que algunos le ponían más incienso en el ambiente que otra cosa y en la que muchos, la mayoría, se ahogaba. Y, por cierto, para que se entienda, no tiene nada que ver el incienso por decreto, con la pasión de la ciudad por su Semana Santa, uno de los acontecimientos más impresionantes que yo he tenido y sigo teniendo la suerte de vivir cada año algún día y de cuyo mundo tengo testimonios de cariño inolvidables. No era eso claro, era la imposición integrista ante el deseo de libertad lo que ahogaba.

- Y oxigenaba la concentración de gente comprometida que se producía tantas veces en el patio. Por allí, y por nuestros micrófonos, naturalmente, pasaban desde los sindicalistas del Proceso 1001, recién salidos de la cárcel, hasta políticos en la clandestinidad o escritores que vivían o pasaban por Sevilla y participaban en “La tertulia literaria”. Junto con “Los jueves flamencos”, aquellas tertulias eran un verdadero lujo, entre los muchos que nos dábamos, sin miedo y sabiendo que, de vez en cuando, se nos colaba algún miembro de la Brigada Político Social.

Sí, era el miedo lo que hacía que nos pasaran cosas increíbles y a veces seriamente duras. Por ejemplo, aquel día en el que La Diputación Provincial aprobó una Moción contra Radio Sevilla como enemiga del Régimen. Esto iba mucho más allá de la anécdota tremenda porque, naturalmente, aquello provocaba tensiones en el seno de la empresa con aquel “chico” que formaba algunos cirios…

- Pero aquel “chico” no paraba.

Es que quienes estábamos en aquello ya no podíamos parar. Vivíamos con una gran intensidad, en una España que vivía con intensidad. No fue el resultado de fríos cálculos, es que hacíamos lo que teníamos que hacer. Y estábamos en la radio, en la SER, muchos, haciendo movimientos en la misma dirección, estábamos modernizando una radio que había servido a la gente durante la dictadura y tenía que seguir sirviendo a la gente una vez que llegara la libertad. Queríamos que la radio se situara en la modernidad, por eso además del compromiso con la libertad que tantos disgustos pero tantas satisfacciones nos dio, estábamos comprometidos con unas nuevas maneras de entender y vivir el entretenimiento y lo vivimos divirtiéndonos mucho. Por eso fue llegando al patio, a aquella radio que pudo haberse quedado envejecida si los que no entendieron nada hubieran impuesto su ley, gente joven con ganas de aire fresco. Radio Sevilla se estaba jugando seguir siendo referente de la nueva ciudad que venía. Y lo fue y lo sigue siendo.

- ¿ Lo que hiciste en Radio Sevilla, se debía o se podía repetir en la radio que hiciste después de aquello?

Todo aquello tiene algo de edificio cerrado y singular, en plena juventud, en el momento más intenso de España, de Sevilla. Todo aquello está en un lugar separado, aunque es un eslabón. Pasaron cosas que difícilmente pueden volver a pasar. No habrá más un tiempo en el que, por ejemplo, haya que decirle a la gente que su tierra es maravillosa y su manera de hablar también. Cuando yo llegué a Sevilla, en la radio estaba prohibido hablar en andaluz. Fue una de mis mayores sorpresas, con todas las que daba estar en un lugar donde a la gente se le había quitado el orgullo de pertenencia a ese lugar. Por eso me propuse que aquello dejara de pasar y por eso creamos un indicativo contra aquella afrenta insoportable y que ha quedado como referente de un tiempo en el que era necesario levantar la voz para decir que “Andalucía es una tierra grande, hermosa, vieja y sabia: siéntase orgulloso de ser Andaluz” Para mí, todo aquello es inolvidable. Puedo asegu-

tu casa, en el campo pastoreando ovejas… La radio no se puede comparar con ningún otro medio. Y no me gusta que algunos quieran convertirla en una cosa televisiva, visual, colorista. Los colores de la radio los pone la gente según le va sugiriendo lo que oye. La radio es sonido. Y por ahí es por donde tenemos que avanzar.

Nada se parece a lo que he vivido aquí. La ciudad pasó a formar parte de mi vida.

Salvo torear en la Maestranza, he hecho de todo en Sevilla. rar que, por comparación, todo lo que vino después parecía en blanco y negro. Todo lo demás que he vivido profesionalmente me ha parecido no tan en tecnicolor.

- Creo que para todos los que tuvimos la suerte de vivir aquello contigo, también ha sido así después. Por lo que disfrutamos haciéndolo y por lo que aprendimos, por ejemplo, sobre lo que la radio no puede olvidar nunca y es que al otro lado está la gente y solo tiene sentido por eso.

También yo aprendí algo que pensaba y definitivamente comprobé: La radio tiene que ser utilizada por la gente, tiene que tener sentido para la gente.

O le sirve a la gente o no es nada. Los intereses políticos, partidistas no pueden compararse con el compromiso con el oyente, con la gente que te sigue y que te quiere. O la radio tiene sentido para la gente o no es nada. Cuando ha ido corriendo por territorios más políticos, ha podido olvidarse del destinatario de su trabajo: es la gente. Eso a mí me ha acompañado siempre y en aquel tiempo de Radio Sevilla, lo vivimos intensamente, muy intensamente.

- Pues no puedo estar más de acuerdo, porque los que hemos vivido la emoción de ponernos delante del micrófono, decir buenos días, buenas tardes o buenas noches y recibir la respuesta inmediata de un oyente que te estaba esperando, sabemos que ése es el milagro, la magia, la única verdad de la radio, ese encuentro directo con alguien que quiere oír lo que le cuentes, que espera que se lo cuentes a él, al oído, como habla la radio.

La verdad es que decir esto es decir que dos y dos son cuatro y eso parece pensamiento antiguo, pero es que dos y dos son cuatro. Lo que no puede la radio es perder temperatura, la temperatura de que te importe la gente. Hay que repetirlo una y mil veces: Si no te importa la gente, pues dedícate a otra cosa.

Pero si te importa, la radio que harás será cálida y sugerirá colores y la querrá la gente. Pero para que todo eso pase, hay que saber en todo momento de qué y por qué se le habla a la gente. Y respetar un hecho incuestionable: que entre la gente que te oye, siempre hay miles que saben más que tu de lo que estés hablando. Por tanto, no te puedes permitir tonterías y hablar sin habértelo preparado muy bien. Por respeto a los que saben más que tú y a los que confían en tu rigor. Personalmente, mi capacidad de responsabilidad la agota una persona que esté tomando café y que en una discusión con

- Fíjate que yo muchas veces ahora , tengo la impresión de que los jóvenes, estupendos periodistas de la radio, no han recibido esa lección, nadie les ha enseñado que la radio es maravillosa, mágica, enormemente provocadora y provocativa, pero que lo es porque al otro lado está la gente, a la que hay que decirle, estoy aquí por ti y eso siempre ha sido así y así seguirá siendo.

La radio ha nacido para seducir y es igual desde siempre. Está al margen de todas las modas, no le sientan bien las modas. Por ejemplo, ahora mismo abres una página web de un periódico, una televisión o una radio y todas son iguales. Pero la radio es distinta a un periódico y a una televisión. La radio no te pide colorines ni letras. La radio no es para leer.

La radio es para estimular las ganas de leer libros y periódicos, y lo hace sin ocupar espacio, sin exigir dedicación exclusiva. Puedes hacer cualquier cosa mientras la oyes y dejarte acompañar en todos los sitios en los que estés, la cama, la ducha, la cocina, el taller, el bolsillo de la bata, en cada rincón de WWW.RADIOSEVILLA.ES [09]

Cuando vi el edén de la Vega de Carmona entendí que si la gente de aquí tenía que emigrar, es que pasaba algo absolutamente injusto. amigos defienda un punto de vista que no tenía y lo hace porque me ha oído a mi y me ha creído. Mi responsabilidad se agota en un solo oyente. Luego hay cuatro millones, pero eso es un dato, el oyente es mi responsabilidad, mi preocupación y en quien estoy pensando cuando me pongo delante del micrófono. Oyendo la radio enseguida noto cuando el que habla está pensando en el oyente que soy yo, que escucho en ese momento. Y noto cuando quien habla se lo está pasando muy bien con los que le acompañan en el micrófono, con muchas risas y mucho jolgorio entre ellos, pero no están pensando en el oyente. No saben que si el oyente es la clave, todo se ilumina. Todo lo que vaya a hacer en mi cita con el oyente, saldrá bien si lo tengo presente. Ahora, tengo la impresión de que nadie se acuerda de que tiene una cita con el oyente, porque las radios no están estructuradas concediéndole al lugar de la cita el valor de Altar Mayor que antes tenía el estudio, al que se llegaba entre alertas de Silencio. Ya no hay un luminoso rojo pidiendo silencio, ni siquiera en la puerta del estudio. No hay sensación de Altar Mayor.

- Es verdad, ya no se pide silencio y sin silencio es difícil concentrarse en lo que va a pasar cuando entremos en el estudio, que es precisamente lo más importante, el encuentro con el oyente. Nosotros vivimos la experiencia de llegar al oyente casi tocándolo con las manos en los tres años excepcionales de tu aventura sevillana, de lo instantánea que era la respuesta que recibíamos que era pura complicidad. Por cierto, ¿crees que si en lugar de Sevilla hubieras dirigido una radio en otro lugar las cosas hubieran sido más o menos igual?

No, rotundamente. Sevilla pasó a formar parte de mi vida y nada se parece a todo lo que yo viví aquí.

Salvo torear en la Maestranza he hecho de todo en Sevilla. La intensidad de la radio, eliminando los tecnicolores sublimados por el paso del tiempo, la intensidad del tiempo histórico, la de nuestra juventud, la enorme aventura profesional, el éxito grande que tuvimos, tuvo mucho –o todo– que ver

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con una manera de ser de la ciudad, de la gente que nos siguió, nos entendió, nos quiso y provocó que a nuestra intención se uniera su deseo y lográramos una gran concentración de verdad radiofónica y de aventura vital. Ahora parece que vivimos más pendientes de otras cosas. Tenemos grandes profesionales, pero la gente es masa. Buscamos millones de oyentes y abandonamos al único que tenemos antes de la multiplicación que lo convierte en parte de la masa y lo que manda es la masa y eso nos uniforma a nosotros también y por lo tanto al mensaje.

- Tu desde que te sentiste deslumbrado por la luz de Sevilla, supiste que tenías que encontrar el lenguaje, la forma y la esencia de lo que tenías que comunicar a una gente que no se parecía en nada a la que habías dejado a más de mil kilómetros.

Sí, y lo primero que tuve que tener en cuenta fue la impresión que me produjo la falta de conciencia que tenía Andalucía de su propia importancia. Yo no sabía que el andaluz también era un pueblo agraviado sobre el que se estaba ejerciendo una violencia que le hacía avergonzarse de su propio habla. Todo me llevaba a admirar la belleza de esta tierra y a querer a su gente. Y a fuerza de hacerlo y de recibir cariño con una generosidad impensable, mi alma se quedó en Sevilla. Me atrapó no solo por su belleza, que también, sino porque hubo también dolor, porque yo no lo he pasado ni mejor ni peor en ningún sitio y porque aquí he conocido la peor y la mejor gente que he conocido en mi vida. Y por tanto, no me enamoré de la postal o porque viví, efectivamente, un tiempo en el que sonaban violines, que sonaron; me enamoré de verdad, como se enamora uno de verdad, incluyendo los defectos, los errores y lo que tenga que haber. Mi enamoramiento no está solo vinculado al hecho de que tenga un recuerdo perfumado de unas vacaciones en Hawai, es algo de una mayor profundidad y por eso está fijado para siempre.

En Sevilla aprendí que la radio tiene que ser utilizada por la gente, debe tener sentido para la gente. O le sirve a la gente, o no es nada.

- Y nosotros fuimos entusiastas de un ideal que nos transmitiste con una pasión que nos transformó y que nos sacó del carril por el que seguramente hubiéramos transitado, sin más ambiciones que las indispensables, de no haberte conocido y tenido como director. Nos enamoramos de la radio, con conocimiento de causa y dimos todo lo que supimos y pudimos, felices de poder hacerlo.

Y fuimos útiles, queríamos ser de utilidad. Yo estaba convencido de que una radio tiene que tener un compromiso motor y teníamos que hacer que no se moviera una hoja sin que tuviéramos algo que ver. Y conseguir que ni uno solo de nuestros oyentes pudiera decir que a él no le hablábamos. Hicimos una radio con todos, con los que venían de antes y los que fueron llegando porque detectaron el cambio y notaron que la radio se parecía a ellos, sin que los de antes se sintieran abandonados. Esa es la misión de la radio, ser como la sociedad en la que respira.

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La Giralda vista desde la Plaza de San Francisco con el Graf Zeppelin al fondo, en la década de los años 20. Imagen de ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Serrano.

BIOGRAFÍA DE UNA RADIO TEXTO ANTONIO ZOIDO COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN RADIO SEVILLA 90 AÑOS

RADIO SEVILLA, COMO LAS PERSONAS, TIENE UNA BIOGRAFÍA. ESTÁ PRECEDIDA POR ANTECESORES QUE LE INSUFLAN LA VIDA Y, LUEGO, LLENA DE AVATARES QUE LE VAN MARCANDO LA INFANCIA, LA JUVENTUD, LA MADUREZ... Y QUE QUEDAN PARA LA POSTERIDAD ACUMULADOS EN FORMA DE OBJETOS Y RECUERDOS MUY DIVERSOS: ALEGRES Y TRISTES, GRANDES Y PEQUEÑOS, PROPIOS O RELACIONADOS CON OTROS. AHORA, AL CUMPLIR SUS 90 AÑOS, LOS HA SACADO DE LOS BAÚLES Y LOS ÁLBUMES DONDE LOS GUARDABA PARA EXTENDERLOS EN LA CASA DE LA PROVINCIA Y QUE PUEDAN SER CONTEMPLADOS. ES LA HISTORIA MISMA TAL COMO LA EXPLICABAN LOS TÍMPANOS DE LAS CATEDRALES, DONDE LOS PERSONAJES -DE DENTRO Y DE FUERA- COMPONÍAN EL GRAN TEATRO DE LA CREACIÓN.

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Sevilla experimentó una formidable transformación urbanística con la Exposición Universal de 1992 en la Isla de la Cartuja.

Los aires de renovación también entran en la emisora de Rafael González Abreu. Radio Sevilla cumple un papel importantísimo, abriéndose a las nuevas corrientes culturales y sociales, propiciando con objetividad profesional el diálogo en todos los terrenos y oponiéndose a la arbitrariedad. Su contribución a los cambios que vendrían sería trascendental comenzando por levantar la bandera de la autovaloración de los propios andaluces con un lema que quedaría para la Historia: “Andalucía es una tierra grande, hermosa, vieja y sabia: siéntase orgulloso de ser andaluz”.

A partir de ahí, estaría siempre presente en la consecución de la democracia y de la autonomía política andaluza.

LIBERTAD Y FUTURO La radio, como la ciudadanía, recuperaba la libertad de expresión y de información. Sevilla y Andalucía se adentraban en una etapa ilusionante de grandes proyectos de articulación territorial y cultural y de infraestructuras que abrieran a los andaluces la puerta de la sociedad del bienestar. Esa nave llevaba en su proa la Exposición Universal de 1992 y en primera estuvieron Radio Sevilla y sus profesionales informando, analizando, enjuiciando, promoviendo... y aportando una parte de las modernas técnicas y equipamientos de los que se dotaban la ciudad, la provincia y la Comunidad Autónoma.

Madrugaba el siglo XXI en Sevilla y su radio, nacida casi 70 años antes, era ya parte indisoluble del uno y de la otra. Ahí ha continuado hasta hoy y ahora lo muestra. Orgullosa, como los andaluces, de haber escrito el ayer y de estar anunciando el mañana.

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El director de Radio Sevilla, Antonio Yélamo, posa en el estudio principal de la emisora junto a los seis alumnos del IES Macarena que le realizaron la entrevista para este suplemento. Foto: Curro Cassillas.

LA RADIO POR DENTRO

TEXTO IES MACARENA

AQUELLOS QUE REPRESENTAN EL FUTURO PREGUNTAN AL DIRECTOR DE RADIO SEVILLA, ANTONIO YÉLAMO, POR LA PROGRAMACIÓN DE LA EMISORA, SU FUNCIONAMIENTO Y LOS DESAFÍOS QUE TIENE POR DELANTE. LOS ENTREVISTADORES SON ALUMNOS DEL TALLER DE RADIO DEL INSTITUTO DE ENSEÑANZA SECUNDARIA OBLIGATORIA ´MACARENA´ DE SEVILLA.

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- Patri: ¿Cuando era pequeño, pensó en entrar en la radio, ser alguna vez director de la cadena?

-¿Qué noticia fue la más difícil, desde un punto de vista emocional, de dar en la radio?

Antonio Yélamo: Sí. Claro que sí. De pequeño soñé con estar en la radio, desde luego, influido por la figura de mi hermano mayor, Manuel, que ya entonces trabajaba en el medio y que me marcó el camino a seguir. Su estela y su maestría están siempre presentes en mi trabajo. Pero os aseguro que nunca pensé en ocupar puesto directivo alguno.

Guardo un recuerdo muy amargo del día que mataron a Alberto Jiménez Becerril y a su esposa. Esa mañana fue muy dura. Me impresionó el sentimiento de pesar colectivo existente y la rabia contenida. Fue conmovedor comprobar cómo se percibía una tristeza muy profunda entre los sevillanos.

Y en clave interna, la reciente pérdida de un compañero de esta casa, nuestro añorado Antonio González.

- Lucía: Mi padre recuerda una frase cuando se le nombra Radio Sevilla: ‘Carrusel Deportivo’. ¿Qué frase recuerda usted?

Radio Sevilla se ha convertido en un medio de referencia gracias a la credibilidad conseguida a lo largo de sus 90 años de relación con la ciudad

Una emblemática, que define el espíritu de Radio Sevilla, y que implantó Iñaki Gabilondo: “Andalucía es una tierra grande, hermosa, vieja y sabia. Siéntase orgulloso de ser andaluz”.

Puso en marcha una encomiable labor en favor de la autoestima de los andaluces desde la radio.

- Patri: ¿Cómo se ha mantenido Radio Sevilla como una de las emisoras más escuchadas durante 90 años?

Pues gracias a la credibilidad de la que goza, lo que le ha permitido convertirse en el medio de referencia de la ciudad. No es fruto de un día, es producto de una larga trayectoria. Que se resume en lo siguiente: son 90 años de relación de la radio con su ciudad, de los sevillanos con su emisora, ésa es la clave y el reto, seguir unidos a la gente.

- Abraham: ¿Cómo ha ido evolucionando la programación de Radio Sevilla?

En Radio Sevilla ha ocurrido lo que en la historia de la radio en España: hemos pasado de una radio que reproducía música, luego a una que se convirtió en propaganda, en la Guerra Civil, luego en una radio de entretenimiento, con la copla y la radionovela, y luego una radio precursora de los movimientos que anticipaban la democracia; y luego la consolidación democrática en donde se reafirmó su vertiente más informativa. Ahora estamos marcados por un concepto más global como es la actualidad, tratando de captar el interés de todos.

- El eslogan de Radio Sevilla era el de Iñaki Gabilondo. ¿No le sorprende que una persona fuera de Andalucía haya sido el promotor del sentimiento de ser andaluz?

Pues es verdad, pero fue así, las circunstancias hicieron que llegara una persona de fuera para reivindicar lo que pasaba, una persona que observaba el sentimiento de resignación que había aquí. Tuvimos la suerte de que llegara él. Luego ha habido otras personas en Andalucía que han reivindicado este papel, gente de la cultura, escritores. El acierto de Iñaki es que lo llevó a la piel de los andaluces a través de la radio en el momento justo.

-¿Y lo más gratificante?

Pues no lo sé, quizá las noticias de los logros deportivos o económicos, lamentablemente no me sale ahora una muy gratificante. Bueno sí, cuando nos concedieron la Medalla de Andalucía, con motivo del 28-F. Ese día fue muy hermoso, un reconocimiento para todos aquellos que pasaron por aquí a lo largo de estos 90 años y para sus oyentes. Percibí la satisfacción y el orgullo de todos.

- ¿Qué noticia le gustaría que Radio Sevilla diera en primicia?

Que llegáramos al pleno empleo, pero a veces lo extraordinario está en la sencillez de la vida misma. Y así, en clave personal, una de las noticias que más me impresionó fue entrevistar a una mujer mayor. Habían operado a su marido ciego, él tuvo un accidente laboral por lo que fue casi toda la vida invidente y tenía un recuerdo muy vago de su esposa. Con los años recuperó la vista tras una intervención quirúrgica muy avanzada y recordar a esa mujer narrando ese momento del feliz reencuentro con el rostro de su amado fue algo extraordinario. Soy incapaz de transmitir la felicidad con la que contaba aquella escena. Esa historia tan humilde y sencilla me impactó mucho.

-Radio Sevilla fue pionera en emitir un informativo regional en Andalucía. ¿Existen formatos originarios de Radio Sevilla adoptados por otras cadenas?

Es verdad que fuimos pioneros en informativos regionales. Eso es importante que se sepa y se valore debidamente porque otras comunidades con mucho sentimiento nacionalista no lo hicieron, como Euskadi o Cataluña. Nosotros sí lo hicimos posible, gracias a un periodista de esta casa, siempre muy comprometido con Andalucía y que se llama Enrique García. Seguía la trayectoria de Iñaki Gabilondo de vincular al máximo la radio con su territorio siendo el primer medio en poner en marcha un espacio de noticias regional a través de todas las emisoras de la red en nuestra comunidad.

-¿Cuál es el punto más fuerte de la cadena?

El punto más fuerte está en la plantilla, en sus profesionales, al margen claro está de su audiencia, siempre fiel y solidaria con nosotros. Sí, el principal patrimonio está en su plantilla: aquí “se siente la camiseta”, con una gran experiencia y capacidad de sacrificio, se entregan para cubrir los objetivos que se plantean. Como dice un famoso anuncio ‘El secreto está en la masa’.

-Os queremos advertir, desde el Macarena, de que nosotros venimos pisando fuerte… en temas de radio.

Y yo os digo que por aquí han pasado chavales como vosotros cargados de ilusión para hacer trabajos de redacción o ya de prácticas y que ahora son consumados profesionales.

De modo que os animo a ello.

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Siéntase orgulloso de ser andaluz

OPINIÓN

El sonido de la construcción autonómica

SUSANA DÍAZ PACHECO PRESIDENTA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

P

ara una radio, cumplir 90 años es mucho.

Todo un hito en estos tiempos que corren, especialmente duros para los medios de comunicación. Pero si a esa marca meritoria se le suma la audacia de llegar a esa edad en plenitud de frescura y dinamismo, el aniversario se convierte en un acontecimiento de altura, cuyos protagonistas -además de los oyentes- son los profesionales que la han traído hasta aquí, a los que quiero felicitar antes que nada por ser sin duda su mejor activo.

La historia de esta emisora es la propia historia de Sevilla pasada por las ondas. Pero no sólo de la ciudad y su provincia. Deben ser muy pocos los que no tengan un recuerdo de Radio Sevilla ligado a cada hecho clave de Andalucía. Yo los tengo y muy vivos.

Porque este medio ha sido testigo y memoria -también sentimental- del crecimiento de nuestra tierra, hasta convertirse en la música de fondo de la construcción de la autonomía. De hecho, fue la primera radio de España en emitir informativos regionales y por lo tanto, tiene en su haber el orgullo de ser pionera en contribuir a esa tarea tan importante de cohesionar social y territorialmente Andalucía.

TEXTO FERNANDO PÉREZ MONGUIÓ

RADIO SEVILLA ARTICULÓ DESDE LA PREAUTONOMÍA EL PRIMER MENSAJE MEDIÁTICO ANDALUZ BASADO EN LA AUTOESTIMA COMO PUEBLO

C

uando Iñaki Gabilondo acuñó el eslogan ‘Andalucía es una tierra vieja, grande, hermosa y sabia. ¡Siéntase orgulloso de ser andaluz!’ no sólo cambió la historia de Radio Sevilla al sacudirla de las arengas propagandísticas y dictatoriales de su pasado más oscuro, sino que encendió la mecha de la catarsis colectiva que los andaluces, años más tarde, protagonizaron al conquistar

en la calle y en las urnas su autonomía plena. Este calambre de autoestima se introdujo en el tuétano de un pueblo que quería superar el atraso histórico del que era víctima.

Fue un aldabonazo desde las ondas para que Andalucía protagonizase una revolución de los claveles sin tanques ni capitanes, el triunfo sin precedentes de una rebelión popular contra el gobierno.

La condición de referente de la radio autonómica y su compromiso andaluz ya fue reconocida por el Consejo de Gobierno andaluz el pasado 28 de febrero al ser galardonada con la Medalla de Andalucía.

En el acto de entrega, tomé prestada las añejas y siempre bellas palabras que fueron el estribillo de mi toma de conciencia como andaluza en mi primera infancia: “Andalucía es una tierra grande, hermosa, vieja y sabia.

Siéntase orgulloso de ser andaluz”. Un mensaje que no ha perdido vigencia y que adquiere un significado especial en este tiempo nuevo.

Andalucía tiene claras sus prioridades: el empleo y el mantenimiento de las conquistas sociales.

Estamos en buenas condiciones para afrontar los retos que se nos presentan. Espero y confío en que Radio Sevilla siga entreverada en la piel de Andalucía y dé fe del esfuerzo colectivo que nos va a permitir alumbrar un futuro mejor.

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Manuel Clavero, en el centro de la imagen, el día en el que el pueblo andaluz refrendó su Estatuto de Autonomía.

Desde ese momento, Radio Sevilla nunca dejó de liderar el discurso andaluz de los medios de comunicación de nuestra comunidad. Fue altavoz de los millones de andaluces que inundaron las calles el 4 de diciembre de 1977; testigo de la firma del Pacto de Antequera en la misma fecha de 1978; militante confesa del referéndum del 151 cuando la radio hizo patria a favor del Sí el 28-F de 1980, y defensora del primer Estatuto de Autonomía de 1981. En aquellos años de Transición, antes de que las grandes cabeceras de periódicos se atrevieran a hacerlo, la radio de González Abreu creó, bajo el impulso del entonces jefe de informativos Enrique García, los primeros informativos regionales de Andalucía.

En las siguientes tres décadas y media de autonomía, la radio estuvo al mismo tiempo en los hitos institucionales y políticos -las diez elecciones autonómicas, el segundo Estatuto, los periodos de sesiones legislativas en el Parlamento andaluz y las misiones internacionales en más de una decena de países de varios continentes-, así como en la vertebración territorial de la A-92 y del AVE, en los avances sanitarios y educativos, en las conquistas sociales y en el salto de calidad de sus investigadores y sectores pujantes como la aeronáutica, las energías renovables, y sus siempre fructíferos sectores turístico y cultural.

Desde los micrófonos de la radio, sus profesionales pusieron también el foco en las carencias y lagunas que lastraron el desarrollo andaluz: el paro, las reconversiones navales, la desertización industrial, las deslocalizaciones empresariales, el desguace del sector pesquero, los repartos injustos de la PAC, la crisis económica, el hundimiento de la burbujeante construcción, los desmanes de la corrupción y el drama migratorio de ida y vuelta.

La Cadena SER Andalucía ha sido testigo de este recorrido, como una prolongación de la vida, de los minutos de cada día, de la evolución de

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la sociedad a la que sirve con su presencia permanente. Y así quiere seguir en el camino que le queda pendiente a nuestra tierra para ganar continuamente el futuro. Entre estos objetivos, casi como un apéndice del mandamiento de orgullo de Gabilondo, Radio Sevilla se rebeló contra el tópico, contra las distorsiones de un arquetipo tremendamente injusto, que identifica al andaluz como un tipo exclusivamente gracioso, casi bufón, inculto, que sestea y que sólo vive de la fiesta. Un traje que nos tejieron los viajeros románticos desde la frivolidad y el desconocimiento, y que emplean desde otros territorios como ariete de desgaste para limitar nuestro crecimiento cuando nos definen como una tierra subsidiada.

Radio Sevilla, como corazón de la Cadena SER Andalucía, lidera el compromiso con nuestra autonomía. Sin pretender pecar de altivos o narcisistas, la radio siempre quiso y siempre querrá ser espejo en el que se refleje Andalucía y los andaluces.

Lo hizo a través de una programación regionalizada casi como un prólogo del 28-F. Y, temporada tras temporada, ha ido reforzando su compromiso con Andalucía como región de un proyecto común, del Estado de las Autonomías que es España. Bajo el paraguas de los servicios informativos andaluces han ido naciendo otras apuestas regionales como SER Viajeros –el programa andaluz decano-, Surco y Marea, Espacio de Encuentro, Ser Deportivos, Revista Cultural de Andalucía, A Vivir Andalucía, SER Deportivos Andalucía y La Ventana Andalucía, que logró el Premio Andalucía de Periodismo en 2010 con SER Andaluces. Una serie que sigue recabando el testimonio de decenas de andaluces ilustres que, con naturalidad, sentido de la justicia y solidaridad, una mezcla dosificada de senequismo y hedonismo, y alejados de estridencias identitarias, continúan con sus maravillosos acentos propagando por la antena de Radio Sevilla y de las 54 emisoras de la Cadena SER Andalucía el profundo sentimiento de sentirse orgullosos de ser andaluces.

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Alas para la economía sevillana TEXTO NATALIA PERALES

S

on de la misma generación y han vivido los principales acontecimientos del último siglo. Radio Sevilla y Airbus DS, que nació en los años veinte como Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA), han cumplido ya 90 años pero les queda mucho camino por recorrer. Esta casa fue testigo del despegue de esta industria en Sevilla, un episodio histórico que ha marcado el pasado y el presente de esta provincia y de Andalucía.

Fue en diciembre de 1942 cuando la fábrica de Tablada echó a andar y se convirtió en la tercera planta de la empresa tras la de Getafe (1923) y Cádiz (1926). Sobre los terrenos que antes pertenecían al Cortijo del Batán, se construyó el futuro de miles de personas vinculadas al sector, que genera casi 13.000 empleos en Andalucía entre Airbus y las empresas auxiliares, la mayoría localizadas en Sevilla. Y esta superficie cercana a los 100.000 metros cuadrados se compró a seis pesetas el metro, una inversión que ha superado con creces con su facturación anual, que en la comunidad supera ya los 2.200 millones de euros.

Sevilla ha sido pista de despegue para esta industria aeronáutica que ha volado cada vez más alto hasta convertirse en uno de los sectores más pujantes y con más futuro de nuestro tejido industrial. Un viaje en el tiempo, con una parada importante en 1959 cuando abrió la fábrica de San Pablo. De otro hito histórico, cuando en 1980 la capital hispalense se convirtió en la única ciudad con dos instalaciones independientes entre sí, dieron cuenta los micrófonos de Radio Sevilla.

En este viaje iniciado ya hace más de 90 años no han faltado las turbulencias generadas por la crisis aunque Airbus ha logrado esquivar la tormenta y ha conseguido incluso mejores cifras de facturación y empleo en la última década.

Y cuando la industria sevillana más necesitaba un balón de oxígeno, tras continuos cierres de fábricas y miles de despidos, se consolidó el proyecto A400M. La primera entrega de este avión militar, capaz de llevar hasta 30 toneladas de carga o un hospital móvil con 66 camillas, se produjo en el año 2013 en Sevilla, donde se encuentra la línea final de montaje.

En la fábrica de San Pablo se completa el puzle del gigante aeronáutico en el que trabajan 10.000 personas de diferentes países implicados en un programa de 28.000 millones de euros.

El A400M le ha dado a Sevilla alas para situarse, junto a Toulouse y Hamburgo, en lo más alto de la industria aeronáutica continental.

Sobre estas líneas y a la izquierda, el A-400M; en el centro y la derecha, imágenes de la planta de Airbus en San Pablo (Sevilla).

90 AÑOS DE RADIO LLENOS DE SEVILLA JUAN ESPADAS ALCALDE DE SEVILLA

OPINIÓN Creo y defiendo el papel esencial que los medios de comunicación tienen y deben seguir teniendo en la vida pública. Son fiscalizadores natos de la actualidad política, económica, cultural, etc. Son herramienta sustancial del funcionamiento democrático y con eso contribuyen sobremanera a la construcción de la sociedad en la que vivimos. Ese mismo peso es lo que les obliga, como a todos los que estamos en la esfera pública, a ofrecer un plus de rigor, de seriedad en los temas y de respeto a los oyentes/ ciudadanos, que potencie que podamos crecer como comunidad plural y rica en valores.

En sus noventa años de historia, Radio Sevilla ha aportado su grano de arena a la construcción de una mejor Sevilla. Estoy totalmente convencido de que no seríamos la misma ciudad si Radio Sevilla no hubiera existido. Sin tantos y tantos programas, sin tantas y tantas voces amigas con las que hemos compartido la vida en la ciudad como si fueran parte misma de nuestra familia.

Habéis sido testigos y parte de este tramo de nuestra historia, pegados a la actualidad, al deporte, a nuestras tradiciones, a quienes han tenido algo interesante que compartir con los demás y, sobre todo, pegados a la gente, dando voz y abriendo el micro a sus inquietudes, a sus intereses, a sus alegrías y a sus aspiraciones.

Espero y deseo que este 90 cumpleaños sirva como aliciente para reafirmar vuestro compromiso con el día a día y el futuro de nuestra ciudad ante los importantes retos que juntos tenemos por delante. Sé que la ciudad siempre tendrá en Radio Sevilla a un aliado.

Como alcalde de Sevilla es para mí una satisfacción poder participar en esta conmemoración de vuestro/nuestro 90 aniversario, y un orgullo compartir un mismo espíritu de servicio público.

Felicidades por noventa años de radio tan llenos de Sevilla.

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NUEVE DECÁDAS DE MÚSICA TEXTO CARLOS OLIVEROS

1925, como diría un buen enólogo, gran cosecha, no solo nace EAJ-5, más tarde conocida como Radio Sevilla en la calle Albareda con dos horas de programación, siendo ésta en su mayor parte música y conciertos. Uno de los primeros hitos transmitidos por EAJ-5 Radio Sevilla, fue la transmisión de la ópera Carmen de Bizet, cantada por el tenor Miguel Fleta que consiguió el agradecimiento social de todos los oyentes. Ese mismo año nacen también dos grandes de la música, Juanita Reina en Sevilla y Celia Cruz en La Habana.

En ésta década entran influencias internacionales a través del jazz, el tango, el charlestón, el cine americano e incluso la moda, con la llegada de la moda flapper y garçonne. En España suena en la radio, entre noticia y noticia, la artista Mercedes Serós y su cuplé “Muñecos”.

El Boogie-woogie y el Swing (jazz) marcan tendencia en los años 30, como en los 40 y 50 lo harían el Rhythm and blues y el Rockabilly, siendo Jerry Lee Lewis, el pianista y cantante estadounidense, el pionero del Rock and Roll.

Nace también en los 50, aunque tiene gran auge en los 60, la música surf, un género de música popular asociado con la cultura del surf y que posteriormente se recuperó y fue muy influyente en la música rock.

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En esta misma década nacen Los 40 Principales en España como un programa de la Cadena Ser semanal para repasar los 40 éxitos del momento. El primer número uno de esa lista es Monday, Monday de The Mamas & the Papas.

You (Rolling Stones, 1978); “I was made for lovin’ you” (KISS, 1979); I’m every woman (Chaka Khan, 1978); Boogie Nights (Heatwave 1978); Do You Think I’m Sexy? (Rod Stewart, 1979); Last train to London (Electric Light Orchestra, 1979); o los éxitos de Michael Jackson, Don’t Stop

A finales de los 70, Los 40 Principales empiezan su emisión en Sevilla. Muchos más géneros de música invaden la antena como la música Disco, el Hip hop, el Jazz rock o el Rock andaluz.

Hubo otros muchos temas de gran éxito, a nivel mundial, pero fueron los Bee Gees quienes pusieron la cara más visible a la música disco con la publicación de la Banda sonora de la película Fiebre del sábado noche (1977), uno de los álbumes más vendidos de la historia de la música popular, con temas entre los que destacan Stayin’ alive, You Should Be Dancing, Night Fever y Jive Talkin. Más ejemplos notables fueron temas como Got to give it up (Marvin Gaye, 1977);You Make Me Feel Like Dancing (Leo Sayer, 1977); Miss

‘til You Get Enough y Off the Wall (1979).

Los 80 se llenan con géneros como el Electro, Glam metal, Hip hop, Movida

público que disfrutaron de los artistas nacionales e internacionales, en la primera de muchas ediciones de este tipo de conciertos.

madrileña, Rap metal, Techno pop español, con grupos como Azul y Negro, Olé Olé, Mecano, Obk o Viceversa.

Es en esta década cuando los 40 Principales empezaron a emitir vía satélite y en la temporada 1987-1988, se constituyeron como cadena de radio, la Cadena 40 Principales, ahora independiente de la Cadena SER.

En 1993 se abren más emisoras que pasarían a formar parte de la cadena. Cambiaron la emisora a una selección limitada de música en español.

Los 80 traen otro regalo más: M80 Radio, una radiofórmula dedicada a los éxitos de los años 60, 70, 80 y 90, en inglés y español.

Con el nombre de Radio 80 (Cadena 80) empezó a emitir el 6 de julio de 1981, con una red de 19 emisoras repartidas por todo el territorio español. En 1984 fue adquirida por Antena 3 Radio, adoptando el nombre de Radio 80 Serie Oro, con una red de 16 emisoras repartidas por todo el territorio español, reconvertida en radiofórmula musical especializada en oldies.

En los años 2000, la revolución digital acerca a los oyentes y pone a su disposición y al alcance de un “clic” toda la música e información y los hábitos de escucha cambian. Lo que antes eran receptores de ondas hertzianas, 90 años después son dispositivos móviles que dan la posibilidad de oír cualquier emisora del mundo vía internet. Década en la que nace la emisora Dance enfocada a los más jóvenes, Máxima Fm.

Ahora que Radio Sevilla cumple 90 años, cinco décadas Los 40 Principales, 25 años Cadena Dial y 20 Radiolé, pienso que la radio es y será siempre joven.

En enero de 1993, tras la entrada del Grupo PRISA en Antena 3, Radio 80 Serie Oro es fusionada con Radio Minuto, dando origen a M80 Serie Oro. En los 90 nace otra emisora, Radiolé que comenzó sus emisiones en 1991 a través de Onda Musical S.A., propiedad de Antena 3 Radio. En 1992 las emisoras de Radiolé fueron absorbidas por el Grupo PRISA, quedando integradas en Unión Radio. mas de 20 años después de su inicio, Radiolé empieza su emisión desde Sevilla para el resto del mundo en 2014.

También Cadena Dial comienza a finales de los años 80 como Radio Corazón, siendo una radio local en Madrid que mezclaba microespacios de belleza, psicología, consejos, trucos de cocina y noticias con música siempre en castellano. Era una especie de revista sonora de belleza y moda.

La idea siempre fue crear una emisora que impulsara la música en español, pero en esos años las compañías no hacían suficientes lanzamientos discográficos para ese perfil de oyentes en nuestro idioma. A principios de los 90 cambió a ser solamente radiofórmula musical sin miniespacios informativos ni consejos.

También en los 90, en 1992, se implanta la señal digital en Los 40 Principales, año en que la Plaza Sony en la Expo revoluciona el mundo de los conciertos con la pantalla Jumbotron, que hizo de este sitio, un punto de encuentro obligado de la juventud con 192 metros cuadrados de pantalla.

En 1997 se crea el concepto de concierto WDM de Los 40 Principales Sevilla frente a la explanada de Torre Triana con más de 100.000 personas de

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90 años de flamenco en Radio Sevilla TEXTO ILDEFONSO VERGARA Ahora que se cumplen 90 años del nacimiento de Radio Sevilla, es la ocasión de recordar y reivindicar el papel de la radio en la socialización del flamenco. Este medio cambia el destino de esta manifestación artística desde el momento en el que miles de personas pueden escuchar la misma emisión sin estar presentes. El éxito de este maridaje se explica por dos causas: el físico, en la medida que el flamenco y la radio comparten la misma materia prima, esto es, el sonido; de otro lado, el social, dado que el flamenco ha estado presente en las modas, gustos y apetencias de los oyentes en cada época. En cualquier caso, lo cierto es que la radio conecta con las realidades de cada tiempo sin ignorar las tendencias y hábitos de consumo de sus potenciales oyentes.

Radio Sevilla no se ha limitado a ser actor pasivo en el binomio dialógico flamenco-radio, actuando como un elemento instrumental. De hecho, ha sido más que un medio, no ha contado un relato, sino que llega a formar parte del mismo, pasando a ser portavoz y no altavoz; más aún, en distintos momentos ha adoptado un protagonismo capital para la socialización, la dignificación y el reconocimiento público del flamenco. Cabe destacar la notable influencia de Antonio Mairena y la complementariedad de los programas flamencos a sus teorías.

Hasta la década de los sesenta, el flamenco había sido un contenido recurrente y obligatorio en la programación. Radio Sevilla gozaba de un estudio-auditorio con unas cien butacas por el que pasaron las máximas figuras del momento, se organizaban concursos de cante flamenco y cada Cuaresma las saetas, que dieron la oportunidad de darse a conocer a innumerables aficionados, desde Antoñita Moreno a Rocío Jurado, pasando por Luis Caballero, Chocolate o Calixto Sánchez.

Al calor de la renovación de la radio, de la mano de Manuel Barrios y Alonso Vicedo, nacen en 1967 las Tertulias flamencas de Radio Sevilla. Además de alcanzar cotas de difusión extraordinarias y generar innovación en el uso de los nuevos géneros periodísticos, el flamenco consigue espacios de debate crítico que no conseguía el resto de la información política por las rigideces de la censura gubernamental del régimen. De este enfoque, en los años 60, nacieron los programas especializados en todas las cadenas de radio, un nuevo periodo de revalorización del arte flamenco, una temática específica de la que se habla y se trata.

Los miembros de la Tertulia Flamenca de Radio Sevilla, con Antonio Mairena al frente, fotografiados en distintas épocas. Sobre estas líneas, Salomón Hachuel entrevista a Lole y Manuel en presencia de Ildefonso Vergara y Domingo González, exdirector de la Bienal.

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La Tertulia flamenca de Radio Sevilla estaba compuesta por Antonio Mairena, Naranjito de Triana, Luis Caballero, Rafael Belmonte, el Poeta, Manuel Barrios, Palomino Vacas, José Núñez de Castro y Matilde Coral.

Sentaron las bases que renovaron el flamenco de aquellos momentos, cada programa era un recorrido didáctico. Promovieron la creación de los festivales flamencos de verano, el monumento a La Niña de los Peines, consiguieron el primer convenio colectivo para que los artistas flamencos accedieran a la Seguridad Social, organizaron conferencias en las universidades y contribuyeron a la dignificación profesional de los artistas, así como, la difusión de un canon artístico que perdura hasta nuestros días.

Asimismo, esta emisora juega un destacado papel en la revalorización de la identidad andaluza. El flamenco en la radio de la transición “democrática” y en los últimos años de la dictadura alcanza un fuerte componente metonímico y como catalizador social mediante la radio de la identidad cultural andaluza en el concepto crítico. Precisamente, con la llegada de Iñaki Gabilondo en 1972 como director de Radio Sevilla se potencia el papel de estas tertulias y el flamenco se convierte en la radio, no en un universo musical, sino en componente simbólico de un territorio y de un imaginario colectivo. Eran tiempos en los que esta emisora se posiciona de forma inconfundible ante el inmovilismo oficial. Prueba de ello, es la decisión de emitir cada hora un eslogan con la guitarra flamenca del Poeta que decía:“Andalucía es una tierra grande, hermosa y sabia: siéntase

orgulloso de ser andaluz”.

Radio Sevilla continúa el compromiso adquirido con el arte flamenco, se retransmitían los festivales, se organizaban concursos y gran parte de los miembros de La Tertulia formó parte del jurado de la primera Bienal de flamenco en 1980.

Esta casa incorpora a Paco Herrera con su programa El Sur en la Ser, de ahí el salto a las Cadenas musicales en FM con Altozano en Cadena Dial y Temple y Pureza en Radiolé, veinte años emitiéndose de la mano acreditada de Tere Peña.

La radio del siglo XXI se impregna de flamenco con el mismo espíritu que hace 90 años, pero ahora el flamenco se trata de forma transversal en toda su programación como una información cultural de primer nivel, con todos los formatos periodísticos actuales y apoyándose en la redes sociales y en nuestra página web.

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SEMANA SANTA

La Macarena por Placentines. Año 1900.

La Rosa de Pasión del taller de Marmolejo, que entrega cada año el programa Cruz de Guía a la labor social de las hermandades.

UN BALCÓN A PIE DE CALLE JOSÉ MANUEL GARCÍA

N

oventa semanas a razón de una por año, casi seis mil procesiones con sus pasos, nazarenos, músicos... y público alrededor. Noventa oportunidades de narrar el rito que se repite en escenarios que van cambiando a ritmo de remodelaciones urbanísticas, de cortejos que pasaron a convivir con niños correteando entre los nazarenos y que ahora piden cera tras una valla de la carrera oficial y, oh cielos, también fuera.

Mientras la ciudad parece hacerse más pequeña para caber en un aparato de radio, éstos se iban haciendo más manejables hasta el punto de colarse en el bolsillo de una chaqueta y desde ahí, convertirse en un instante que uno debe apresurarse a atraparlo, a oírlo con “más pasión” que nunca, pues no será hasta un año después cuando de nuevo coincidan procesión y micro.

Y las imágenes... Siempre las imágenes. Privilegio de poder contar la rotundidad de la hermosura cuando se adueña de nuestras calles. Intentar describir los grandes pasos de misterio y sortear la mirada entre bambalinas para poder decir que has visto a la Virgen que en ese momento todos tienen en su mente, porque la radio con sólo nombrarla evoca cada uno de los detalles de su rostro y de sus manos.

La Semana Santa en la radio, en Radio Sevilla, es un continuo balcón a pie de calle desde el que cada año se cuenta lo que nos corre por la masa de la sangre.

Ya lo dijo el maestro: “la radio es el medio de comunicación que más se parece al latido del corazón” y ese latido, en esos días de primavera, tiene no sólo sonido sino evocaciones de olores, de miradas en el recuerdo, de gusto por lo que hemos sabido conservar y tacto a piel profundamente sevillana.

Y con el tiempo, esa presencia de la radio se fue haciendo más amplia pues las voces de siempre, las que todos tenemos en la memoria, desde la misma cuaresma, o incluso antes, hacían presentes las cofradías, los nazarenos, los niños y hasta al de los globos. La Semana Santa en Radio Sevilla, con el programa “Cruz de Guía”, pasó de siete días a casi medio año y, poco a poco, a plantarse en el almanaque en su totalidad. Es lo que tiene quererla tanto después de noventa años.

La Macarena por Placentines. Año 1900. Óleo del pintor sevillano Miguel Ángel González Romero.

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Noventa años de historia: del viajero al turista SONSOLES FERRÍN Radio Sevilla evoluciona en paralelo con la ciudad. También en lo turístico. De los radioyentes al Estudio General de Medios (EGM). Del viajero romántico a los turistas.

Dos grandes exposiciones cambiaron urbanísticamente la ciudad y nos abrieron al mundo y a sus viajeros. La Iberoamericana de 1929 y la Universal de 1992. Es precisamente tras esta última que Sevilla se acostumbró a ser destino turístico, ya no sólo nacional, también internacional.

El sector privado y las administraciones empiezan a trabajar juntos.

Unos diseñan y crean productos turísticos nuevos más allá de los grandes eventos de siempre y los otros, los promocionan.

Si el turismo en Sevilla se profesionaliza, crece, y es fuente de riqueza y oficios tiene que tener su tiempo de radio especial.

Partiendo de esta idea en Radio Sevilla, José Vicente Dorado crea el primer programa dedicado exclusivamente al turismo para Andalucía. Nace así Ser Viajeros.

Conocemos y damos a conocer a hombres y mujeres que abren nuevos caminos en el turismo de Sevilla. Nos sumamos, al igual que ellos, a las nuevas tecnologías. Hacemos y difundimos la radio también a través de internet y las redes sociales.

Desde entonces el programa evoluciona al mismo ritmo que “la principal industria” de Andalucía: el turismo. Sin perder la curiosidad del viajero pero con los pies en la industria, desde Radio Sevilla descubrimos las nuevas rutas turísticas de la ciudad. Las que nos enseñan las fábricas, los talleres de artesanos, los nuevos museos, los templos gastronómicos, las bodegas o el río.

El número de turistas crece en Sevilla cada temporada. Se les ofrece nuevos productos, nos sumamos a rutas de otras ciudades andaluzas e intentamos romper la estacionalidad. Y todo ello tienen que escucharlo en Radio Sevilla.

El viaje continúa...

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RADIO SEVILLA Y SUS PUEBLOS PEDRO PRECIADO

OPINIÓN

ACOMPAÑÁNDONOS 90 AÑOS FERNANDO RODRÍGUEZ VILLALOBOS PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN DE SEVILLA

La misma importancia y audiencia que tiene Radio Sevilla en la capital se traslada a los ciento cuatro municipios que conforman nuestra provincia. Radio Sevilla ha visto durante estos 90 años de historia el nacimiento de muchas emisoras locales. Éstas se encargan de ofrecer la actualidad de su pueblo y el entretenimiento a sus habitantes, pero Radio Sevilla es el buque insignia para estar informados de lo que ocurre en Andalucía, la provincia, el país y el resto del mundo. Iñaki Gabilondo fue uno de los descubridores del potencial que encerraban para la radio los pueblos sevillanos y fue al tiempo, uno de los directores de esta emisora que más viajó por ellos para conocer sus peculiaridades y costumbres. Actualmente, es la única emisora que cuenta con un programa dedicado íntegramente a la provincia, la cita los sábados a las 13 horas. Durante sesenta minutos, la antena de Radio Sevilla se convierte en el altavoz sólo y exclusivamente de nuestra provincia. Tenemos que hacernos eco de la información cada día en los tramos informativos locales y en el programa Hoy por Hoy. La provincia de Sevilla en la radio, no sólo está presente en los espacios mencionados, son muchas las salidas a lo largo de todo el año a los muchos eventos que se celebran en cada pueblo: Romería de Valme, La Pará de Gines, El Mercado Barroco de Olivares, la Feria Agroganadera de Los Palacios y muchos más. Momentos donde el sevillano de la

provincia nos recibe con la cordialidad y ganas de contarnos sus incertidumbres y proyectos. Cuando Fernando Rodríguez Villalobos llega a la Presidencia de la Diputación, se convierte ésta en el patrocinador del espacio Sevilla Pueblo a Pueblo. Llegó el momento de impulsar con más fuerza la información provincial, teniendo como aliada en la singladura radiofónica a la institución provincial. Para poner el punto y final, contarles una breve historia ocurrida en la década de los 80. El cupón de la Once era provincial y cada día a las nueve de la noche, Radio Sevilla conectaba con la Delegación Provincial para ofrecer en directo el sorteo. Un día, no recuerdo el motivo, el citado sorteo se celebró en Los Palacios. Hasta esa ciudad se trasladó la unidad móvil de Radio Sevilla para ofrecer el sorteo. Tras el mismo, mi compañero técnico de aquella época, Manolo Quintán y quien suscribe, fuimos a tomar algo a uno de los bares del pueblo donde escuchamos cómo un señor le preguntaba a otro por el número que había salido en el cupón. El interrogado le dijo el número y la respuesta fue inmediata: “ No me fio, voy a llamar a Radio Sevilla para ver si éste ha sido el premiado y no me estás gastando una broma”. Es la fuerza de Radio Sevilla, es la fidelidad de nuestros oyentes que nos hacen cada día más grandes. Desde aquí, darles las gracias y continuaremos trabajando por y para la provincia.

Una buena parte de los oyentes de radio la escuchan en soledad. En el coche hacia el trabajo o ya de vuelta, antes de salir de casa a primera hora de la mañana o, incluso, en las tareas que hacemos y a las que acoplamos la agradable compañía de las ondas. Desde que apareciera en los años 20 como fenómeno de masas, la radio llegó para quedarse en el imaginario colectivo de la Humanidad en forma de grandes acontecimientos, citas e hitos.

Y ese contar, ese estar en el lugar donde cada ser humano tiene puesto el interés, la ilusión, la esperanza o el miedo, convierte a la radio en una compañera insustituible en la vida de todos nosotros. Aun en tiempos donde la tecnología nos lleva irremisiblemente por el camino de la imagen, los relatos que nos continúan ofreciendo las ondas tienen su sitio en la forma en la que nos mantenemos conectados a la realidad.

Y en esta ciudad y en su provincia, la radio tiene nombre propio. Porque si ha existido una emisora cercana, sensible y de la gente, ésa ha sido la que ahora conmemora los 90 años de su primer ‘Aquí, Radio Sevilla’.

Casi un siglo de la historia de la capital sevillana y de los pueblos de su provincia está recogida y documentada en el archivo de unas ondas que siempre fueron relevantes y pioneras en los derroteros por los que todos estos años ha caminado la radio.

Junto a eso, Radio Sevilla fue y ha sido siempre escuela de periodistas radiofónicos. Ahí quedan trayectorias consagradas, nombres propios que han hecho que la casa de la radio en esta ciudad sea la de la calle Rafael González Abreu.

Y ahí, en esa emisora que es testigo ya de varias generaciones, la provincia de Sevilla siempre ha tenido su lugar preferente, con una programación que se muestra permanentemente sensible a lo que los pueblos de este territorio tienen que decir en el porvenir y el proyecto colectivo que aúna a la ciudad y el resto de localidades sevillanas.

Por eso ahora, en esta oportunidad que me brinda Radio Sevilla para conmemorar sus 90 años, quiero mostrar mi enorme gratitud por ese trato preferente que la provincia recibe de las ondas de esta emisora.

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Lo primero, la gente SALOMÓN HACHUEL No es un recurso. Es un reto que está presente permanentemente en nuestro quehacer diario. Cada programa, cada momento es distinto. La actualidad viene representada en ese trozo de tela con el cual hay que hacer un buen traje cada día. El arte consiste en trabajar bien el patrón, medir y prescindir de lo accesible para dar forma a lo trascendental, a lo que de verdad interesa a la gente en su vida. Es finalmente el oyente quien juzgará si es importante lo que le estás contando o si, por el contrario, elige otra propuesta que le resulte más cercana personalmente hablando. Es magnífica la sensación de poder decidir en cada momento qué seguir. Para los profesionales de Radio Sevilla el reto es que nos escuchen el mayor tiempo posible. Y que nos hablen.

Los tiempos que estamos viviendo en cuanto al contacto directo con los oyentes me trasladan a una etapa no muy lejana en la historia de Sevilla. La de la Exposición Universal de 1992. Había que crear conexiones con la corta de la Cartuja y se diseñaron varios puentes para que nadie estuviera lejos de nadie. Y esa es hoy la clave de la radio que queremos hacer. La que nos está demandando la sociedad, por otra parte.

Las nuevas tecnologías nos están permitiendo establecer

comunicaciones con nuestros oyentes hasta hace poco inimaginables. Puentes de ida y vuelta que van desde el teléfono de siempre, hasta los mensajes de voz de whatsapp, pasando por las imágenes que nos llegan desde cualquier dispositivo móvil para nuestra web o lo que nos quieren contar y mostrar a través de las redes sociales.

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Ya no se trata sólo de que nosotros contemos, sino de que las personas que se encuentran en cualquier lugar del mundo y que nos siguen además de por los métodos tradicionales también a través de internet, nos trasladen lo que crean conveniente en cada momento. A fin de cuentas, seguimos siendo una emisora que cumple con su historia a la hora de estar muy abierta a lo que la gente demande en cada momento, como el patio de la misma puede atestiguar en tiempos mucho más difíciles, cuando quienes escuchaban temían incluso por quienes hablaban, buscando resquicios de libertad. Hoy continuamos con nuestra función de emisora, pero muy receptora. Como siempre. Y permaneciendo vigilantes para poder exprimir cualquier posibilidad que surja para que los puentes se sigan construyendo. Es cierto que todo va más rápido que antes, o lo parece. Puede que metabolizar tanta información circulando y a tal velocidad plantee algún problema.

Pero la que aportan los oyentes, que no buscan nada a cambio, más que sensibilidad, tiene siempre su lugar.

Me gusta recordar que un simple aviso o llamada de un vecino o vecina planteando un problema en su barrio, es capaz de incomodar algún cimiento ante una denuncia cierta. Ejemplos hay un sinfín.

Siempre hemos dicho que nada de lo nuestro tiene sentido si no hay oyentes que nos sigan. Y que nos cuentan.

Tener la constancia de que hay gente interesada en trasladarnos cualquier sugerencia, queja, reflexión o alegría es un privilegio que hay que administrar con humildad y con generosidad, porque quien lo hace emplea parte de su tiempo para compartir la vida. Y no hay nada más placentero que experimentar esa sensación, que quien sea crea que tu emisora es el medio indicado para ello. Es nuestra responsabilidad diaria dar la talla ante tal gesto.

La cancela de entrada de Radio Sevilla es pesada. Muchos sevillanos lo saben, porque les ha tocado en alguna ocasión empujar tantos años de historia. Nuestro trabajo es ése, esforzarnos para hacerlo cada día mejor. Lo que viene tras ese paso es la luz que desprende el patio de nuestra emisora, uno de los mejores momentos del día sin duda cuando entras y vives la singularidad de una estancia tan sevillana. Ésa es la recompensa para todos. Por eso, me gusta decir que ese patio es como la calle San Eloy o la calle Tetuán. Siempre hay gente. Los profesionales, y los oyentes.

Lina

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Iñaki Gabilondo (izquierda) y Antonio Navalón (derecha) en la etapa en la que coincidieron juntos en Radio Sevilla

RADIO SEVILLA: LAS VOCES DE SEVILLA EN 90 AÑOS ANTONIO NAVALÓN

Periodista. Actualmente es Consejero Delegado de América 2010. Desde 2001 es representante del Grupo PRISA y también encabeza desde 1978 Grupo Eisa, con oficinas en Madrid, Nueva York y México. Además ha sido consejero de numerosas corporaciones y organismos públicos en Estados Unidos, Latinoamérica, Europa e Israel para operaciones relacionadas con fusiones, adquisiciones corporativas, privatizaciones y procesos de reingeniería.

El papel articulador de Radio Sevilla para darle voz al pueblo fue un elemento clave para detonar una nueva vía de manifestación

De todos los medios de comunicación en los que he tenido la suerte de trabajar o colaborar, el que más me marcó y además trajo consigo un cambio importante en mi vida, fue sin lugar a dudas Radio Sevilla.

Llegué al comienzo de los años setenta.

Eran tiempos en los que parecía que la cruzada no había sido una cruzada sino un mandamiento divino para que en España no sólo hubiera un caudillo invicto y “una unidad de destino en lo universal” -como los franquistas solían decir- sino que además el pueblo español en su conjunto se mostraba gris y opaco.

Sevilla me enseñó las ventajas de la resistencia pasiva. La que le permitió sobrevivir a los romanos, a los moros y a los cristianos, sin perder su esencia.

Porque esa sabiduría, no sólo la de usar la fuerza del contrario sino la de identificar cuándo te puedes oponer o cuándo ellos deciden darse la vuelta, es una ciencia que sólo Sevilla tiene.

Gracias a mi paso por esa ciudad y por Radio Sevilla pude emprender después mi propia transformación al irme a vivir a México. Porque los sevillanos me enseñaron algo que los mexicanos

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practican todos los días a todas horas y eso es: “dile que sí pero no le digas cuándo”.

Confieso que en aquella época los que trabajamos en Radio Sevilla o por lo menos yo, y aún no sé si mi director de entonces, Iñaki Gabilondo, no éramos conscientes del papel que nos había tocado desempeñar.

Porque entre otras cosas, ante la edad que teníamos, ya representaba suficiente el hecho de tener un proyecto de vida personal y contar con mínimas condiciones de libertad individual para poder cumplirlo.

Cuando Iñaki Gabilondo llegó a dirigir Radio Sevilla -después del trauma que generó la muerte de Manuel Alonso Vicedo- con su sentido común, su vasta formación y apoyándose en la propia fuerza motriz de la ciudadanía sevillana, se convirtió en un importante factor del cambio. Primero en Sevilla, luego en Andalucía y finalmente en la Transición española.

Los años setenta fueron testigos de la consolidación de Felipe González como Isidoro y de la ocupación del Partido Socialista Obrero Español que realizaron Alfonso Guerra y el grupo de sevillanos, quienes terminaron aquella labor iniciada

por Adolfo Suárez en el primer gobierno de la Transición.

En ese sentido, el papel articulador de Radio Sevilla para darle la voz al pueblo en aquel momento -a través de las instrucciones de Iñaki- fue un elemento clave para detonar una nueva vía de manifestación.

Y es que, Iñaki Gabilondo practicaba algo que aprendí después, y eso fue que cuando las cosas de la política están prohibidas, mejor dedícate a hablar sobre la política de las cosas.

Es por eso que aquellos programas de los barrios de Sevilla, fueron la construcción de lo que después sería el germen del gran cambio. Ya que le daban la voz al pueblo, dejando de lado todas las imposiciones de silencio o del discurso único.

Sin lugar a dudas fue un privilegio estar en Sevilla y fue un privilegio doble estar en Radio Sevilla.

Ahora celebrando sus 90 años, todas la voces que acompañamos desde Sevilla y desde Andalucía en este recorrido histórico, formamos una larga procesión que al menos desde mi punto de vista se caracteriza por algo fundamental: todos los que pasamos por Sevilla ya nunca fuimos los de antes, ya que logramos el cambio más importante y más enriquecedor que ha tenido el pueblo de España.

OPINIÓN

CUANDO SEVILLA ERA RADIO SEVILLA CARLOS COLÓN Oigo la sintonía de “Matilde, Perico y Periquín” y renace mi mundo perdido de la Rue Vermeer de Tánger. Un piso pequeño aliviado por una sala espaciosa presidida por una gran chimenea. A su derecha una enorme radio Saba, esos lujos que podían permitirse los españoles que vivían en Tánger. Como las medias de nylon de los almacenes Kent o los mecheros Ronson y las plumas Parker de las perfumadas tiendas de los indios.

Mi madre está sentada en una butaca frente a la chimenea encendida, haciendo punto mientras lee una novela de Agatha Christie. Tiene la habilidad de mantenerla abierta sobre el brazo de la butaca y pasar la página con tal rapidez que no se le escapa un punto.

Yo ya estoy bañado, en pijama y batín, sentado en otra butaca y cenando en una bandejita con patas plegables mientras oigo el programa. ¡Tan breve! Su final me entristece porque, siguiendo la costumbre francesa, me acostaban muy temprano. Cuando oía “el próximo miércoles estaremos de nuevo con ustedes” y sonaba la canción del Cola-Cao, sabía que me esperaba la cama. ¡El próximo miércoles! ¿Sabrán cuánto dura una semana para un niño?

Oigo “Slaughter on Thent Avenue” de Richard Rodgers y renace mi mundo perdido de la Rue Quevedo, nuestra segunda casa tangerina. Más grande, art decó, una pequeña chimenea en cada dormitorio.

Estoy en mi cuarto, acostado. Mi madre, siempre haciendo punto y leyendo, está presa del círculo de luz de una lámpara baja.

El cuarto está en penumbra para que me vaya durmiendo. “Slaughter on Tenth Avenue” es la sintonía de “Relatos en la noche”, un programa de relatos de terror. Tal vez mi pasión por las historias de fantasmas

victorianas venga de aquellas noches. Nunca me he sentido más placenteramente a salvo que en aquella habitación en penumbra, arrebujado entre las sábanas tibias, oyendo la esgrima de las agujas de punto de mi madre, crepitando el fuego en la chimenea y hundiéndome lentamente en el sueño mientras la cabeza reducida por un jíbaro se giraba para mirar con sus cuencas vacías al explorador que se la había llevado a Londres.

Oigo “Sevilla” de Albéniz y vuelvo, no a mi mundo de Tánger, sino a la Sevilla que desde allí añoraba con esa tristeza ancha y honda que solo los niños pueden sentir. Era feliz en la blanca y luminosa Tánger, a la que tanto debo. Pero siempre tuve la sensación de que a Tánger me iba y a Sevilla regresaba. Y Sevilla, allí, era Radio Sevilla con su música de Álbéniz que aún hoy oigo con aquella emoción, las charlas de don Santiago Montoto, las voces de Rafael Santisteban, Manolo Bará, Agustín Embuena o Marisa Carrillo, el piano del maestro Navarro que había sido miembro de la Orquesta Bética de Cámara con Falla, con los anuncios que traían la vida cotidiana.

Años después, cogido de la voz de María Esperanza Sánchez, crucé muchas veces aquel patio de la emisora que durante mis años tangerinos, fue, no Radio Sevilla, sino Sevilla misma apareciéndose incorpórea, soñada. Tal vez como sea en realidad. ¿No la representó mejor que nadie Erice en el “Sur” cuando Icíar Bollaín miraba las postales sevillanas mientras sonaba Granados? Yo la soñaba, cerrando los ojos por los que a lo mejor caía una lágrima, mientras sonaba Albéniz en Radio Sevilla.

RADIO SEVILLA, MY SONG MERCEDES DE PABLOS Las palabras no salvan pero el silencio condena, esta máxima de Médicos Sin Fronteras define, además de toda una intención de injerencia humanitaria, perfectamente a la radio, a la buena radio, a cómo es la radio, a cómo debe SER. Que escuchar y contar son el alfa y omega de la democracia es tan cierto, que podemos saltarnos la cita de McLuhan o Marcuse simplemente acudiendo al sentido común. Que Radio Sevilla ha sido parte de la historia de la democracia es otra verdad incontestable en la que, por cierto, todos los que hemos nacido en ella y por ella nos sentimos muy cómodos.

Pero permítanme que de tanta vida (viva la radio viva decía María Esperanza Sánchez con una uve deliciosa que llenaba el aire de sentido) escoja un lugar, un momento, un programa. Aprendí tanto y me hice tanto en aquella emisora de González Abreu que podría evocar mil y una lecciones y emociones y sin embargo mi memoria se acuna en un locutorio muy pequeño, un día de la semana y una hora tardía: El programa de jazz que entre el 79 y el 80 se puso en marcha, y que me tuvo a mí de locutora, que hermosísima palabra. Alguien convenció al director para abrir programas musicales con colectivos que habían

emergido de sus cavernas y que resultaron ser auténticos expertos y amantes de la música menos convencional, el jazz, el rock, la música electrónica. Tuve la inmensa fortuna de ponerme al frente de una joya en la que mangoneaban los free way. Un programa donde Cortazar hablaba por fin con Charlie Parker.

En aquellas citas tardías y en aquel momento en que activistas, melómanos, periodistas y flamantes políticos se encontraban para escuchar devotamente y luego tomarse unas copas, ocurrió un maravilloso y feraz milagro. Miguel Ángel Pino vicepresidente de la Diputación y aficionado al jazz se encontró con aquella pandilla entusiasta y nació el festival de jazz de Sevilla. Con la nocturnidad y alevosía que Radio Sevilla conjuró.

Ese mismo año el amigo de Miguel Pino, y también preboste de su Diputación, Fernando Buesa creó el célebre festival de Vitoria.

Han pasado más de 30 años y a Buesa lo asesinó el terrorismo, al festival de jazz sevillano la molicie o la desidia. Pero Radio Sevilla sigue ahí, peleona, acogedora, hasta incómoda. Rotundamente viva.

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LA PROGRAMACIÓN DEPORTIVA EN RADIO SEVILLA SANTIAGO ORTEGA El binomio radio-deporte es algo indisoluble. No se entiende la radio sin la programación deportiva y después de tantos años, tampoco el deporte se concibe sin una transmisión radiofónica. En estos tiempos en los que se pagan espectaculares cantidades de dinero por los derechos de imagen de los acontecimientos deportivos, la radio te sigue ofreciendo la oportunidad de vivirlos, imaginarlos, disfrutarlos y de sufrirlos si no se da el resultado que esperas. ¡¡Y gratis!! La magia de la radio adquiere uno de los puntos de máxima expresión cuando el objetivo es llevarle a miles, millones de oyentes todos los detalles de lo que ocurre para que lo vivas como si estuvieras allí. Todos los acontecimientos deportivos de la historia de este país han tenido como compañero inseparable a la radio.

Y en Radio Sevilla, la programación deportiva ha sido y sigue siendo una de sus señas de identidad. Uno de los pilares en los que se asienta la relación de la emisora con los oyentes.

El deporte en Radio Sevilla ha tenido a profesionales de primer nivel cuyas voces forman parte de la banda sonora de la radio deportiva en la ciudad. Manuel Alonso Vicedo, Manolo Moreno, Joaquín Carlos López Lozano, Manolo Bará, Juan Tribuna –verdadera referencia del periodismo deportivo en Sevilla- Juan Carlos Yáñez,

Lorenzo Muñoz, Joaquín Durán, Enrique García, Antonio Somoza, Manuel Rodríguez, Rafael Almansa, Antonio Oliver entre otros muchos, fueron contando todas las historias que nacían del deporte, del fútbol en particular, en una ciudad que hace tiempo que bautizamos en la redacción como; “Ciudad futbolizada”.

Uno de los fenómenos más singulares y seguidos de Radio Sevilla es desde hace muchos años las transmisiones de los partidos del R.Betis y del Sevilla F.C. El 1 de diciembre de 1980 José Antonio Sánchez Araújo narraba su primer partido en Radio Sevilla. Fue un Sevilla – Betis de copa y fue el primero de 30 años de retransmisiones ininterrumpidas hasta agosto del año 2010. La voz del “maestro” es la más reconocida y reconocible de las narraciones futbolísticas en la radio sevillana y era la mejor manera de seguir a tu equipo en sus periplos por la liga, la copa o competiciones europeas cuando tocó. Un verdadero fenómeno radiofónico que trascendió a modas y tuvo vigencia desde el primer al último día. En los últimos años, el relevo de esas transmisiones lo han tomado Manolo Aguilar y Florencio Ordóñez. Nada de imitar lo inimitable y un sello propio que sigue teniendo miles de seguidores. En esas retransmisiones se ha contado desde la Copa del Betis en el 77 hasta la

explosión de títulos del Sevilla en el siglo XXI y también las muchas decepciones que han acompañado a los dos equipos en muchas ocasiones y que los seguidores pudieron seguir a través de la radio.

La última etapa de la programación deportiva de Radio Sevilla viene marcada por la emisión de Libre y Directo y la explosión de la Cámara de los Balones que forma parte también de este especial 90 años de Radio Sevilla.

La trayectoria del programa Libre y Directo vive su vigésimo segunda temporada en antena con esa denominación y se ha convertido en la referencia de la información deportiva de la ciudad.

Desde el año 1994, con algunos cambios en la redacción pero con la mayoría de los miembros que iniciaron esta etapa, Libre y Directo llega a la antena de Radio Sevilla a las 15,05. Programa coral, con información, opinión y espíritu crítico ha conseguido unos índices de audiencia y de repercusión social en la faceta deportiva muy altos. Los éxitos y los fracasos del fútbol en nuestra ciudad han sido contados en las retransmisiones deportivas y analizado en Libre y Directo. Camino de los 25 años en antena el programa de deportes de Radio Sevilla forma parte de estos 90 años que celebramos.

Miguel Ángel Moreno, Diego Suárez, Santiago Ortega, Antonio Yélamo y Manolo Aguilar en la entrega del premio periodístico José Antonio Blázquez a Radio Sevilla por su 90 aniversario.

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La plantilla de Radio Sevilla posa en el patio de la emblemática sede de la emisora, ubicada en la calle Rafael González Abreu, número 6.

Nuestros poderes DIEGO SUÁREZ

Estos son los rostros, las voces de Radio Sevilla.

Un fotograma de la sangre que bombea las ondas. Un instante congelado en 90 años de historia. La vida en un patio que lo ha visto casi todo; nuestra Argónida envuelta en un piano blanco que alimenta su carácter mágico.

Descubrir las voces de la radio, hacerlas visibles, tiene algo de pudor y mucho de leyenda desmitificada. Una bofetada de realidad que sin embargo, es nuestra mejor carta de presentación: somos mujeres y hombres normales, como usted. Porque la radio, la buena radio, es siempre la que se parece a su entorno, a su gente. La que siente el pulso de la calle, la que experimenta en sus carnes problemas y anhelos comunes.

En esta foto está lo mejor de Radio Sevilla, su factor humano. Y con usted, gracias a usted, seguiremos siendo líderes porque sigamos siendo útiles

Así somos. Tenemos un cuñado en paro, algún familiar enfermo y serios problemas para llegar a final de mes. Como usted. Y seguro que más de una vez le hemos fallado al confundir micrófono y púlpito; al pensar que la verdad absoluta está sólo en el destello amarillo de una esponja y no en la interpretación sincera y coherente de la realidad. No somos perfectos, como usted, pero intentamos hacer una radio honesta, con lealtad a sus principios, que son también los nuestros.

Viéndonos, seguro que podríamos ser más guapos o vestir con más glamour. Pero si se fija con atención, si nos observa detenidamente, podrá advertir en nuestra mirada una sutil marca de agua, la secuela de un veneno inoculado: una forma única y particular de entender el mundo y el ser

humano que se manifiesta en un gen hipertrofiado: la pasión por transmitir. Para servirle a usted, a la gente.

Estos días que rendimos homenaje a unos locos sinhilistas que nos regalaron un arma y un alma para comunicar, proclamamos nuestro amor por Sevilla, renovamos los votos de este sacerdocio informativo y multiplicamos el esfuerzo por contribuir al progreso económico y social de nuestros clientes.

Pero sobre todo, redoblamos el compromiso de lealtad con la audiencia, nuestro poder verdadero. Y asumimos con entusiasmo el reto que está sobre la mesa: usted ya no sólo se conforma con escuchar la radio, quiere que la radio le escuche. Busca influir, participar, interactuar…

Como nosotros.

Somos muy parecidos. Por eso creo que seguiremos andando juntos el camino. Y hoy nos retratamos para usted. Le miramos de frente, por derecho, para pedirle su mano y caminar juntos por Sevilla; con una radio moderna, plural e inclusiva que informe, divierta y dé atención preferente a sus preocupaciones, que son también las nuestras. Sin perder nunca la capacidad de emocionarnos juntos.

En esta foto está lo mejor de Radio Sevilla, su factor humano. Estos son nuestros poderes. Con usted, gracias a usted, seguiremos siendo líderes, porque sigamos siendo útiles. Y mientras el cuerpo aguante, seguiremos viendo pasar la vida detrás de esta histórica cancela de barrotes. Donde reside nuestra auténtica libertad.

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