El artilugio de la oportunidad

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El artilugio de la oportunidad

un poema de Marijose Romero Alonzo

Lo que siento es importante me lo repito los peces se comunican pero no tienen lenguaje una abertura encandilada la ebullición de estas manos, de esta boca que pide recibir no recibirá de un tajo biográfico la sesgada línea del río la imagen prestada es posible sentimiento río interminable no es acotar, es perimetrar con la palabra y esto es saber dónde inicia y dónde acaba y eso es conocer su origen y cómo acciona en mí la respuesta se deshace en las olas de la memoria en el rizoma la trascendencia y al despertar lo he olvidado todo quedo yo, impregnada en su vuelo pero lo he olvidado todo

por eso, plácidamente retorno al origen del miedo al timbre de la vibración al dejar caer el vaso el vaso se rompe y el sonido te inserta una imagen en la cabeza eres tú en una cama de agua y a la vez es el vientre tu vientre: tu frutilla congelada-salvavidas-calefacción

un movimiento se ritmifica según la sonoridad del corazón un mirlo, pero no es castaño sino rojo con verde como la planta rizoma planeta pupila risa serpentina y el mirlo se mueve de un lado a otro y es ir y venir un pie delante del otro retornas a la casa familiar y es ir y venir un pie lejos del otro ahora más despacio ahora con cautela ves el álbum de fotos y descubres un retrato tuyo de cuando eras un bebé y que nunca antes habías sentido resguardas la energía en tu bolsillo para retomar en otro momento: porque es necesario el afecto aterciopelado

la incandescencia esférica que rueda en el tacto

resuenan ciclónicamente las preguntas ¿a quién buscas? ¿a quién llamas? y mis ojos se cierran por la gotera del techo un murmullo que agota y atosiga y ya no quiero sentir más en general ni entusiasmo ni amor mucho menos hartazgo esta añoranza: este corte es un grito que es desde el nacimiento se grita para anunciar la vida y es un grito con llanto llorar es anunciar ¿pero ahora qué anuncio? si ya sabemos que estamos vivos ¿por qué sigo llorando? ¿por qué sigo esperando recibir si ya debería saber alimentarme? no hace falta respuesta sino la espera perpetua

versar en metamorfosis el daño colateral cual inmenso bullicio el innegable regreso a la calma al nomadismo definitivo y la constante afluencia y sus nociones líquidas haré premonitor al azar, al cultivo empírico dar vuelta a la contradicción mutante y poner en tiempo real el desmontaje del presente laberíntico la oportunidad para mirarse adentro al momento del golpe al momento de la caída del vaso pues, mi herida lagrima en el ojo del pez que se seca sobre el hielo urgente la tranquilidad urgente la soledad urgente la oportunidad el artilugio narrativo la mirada es más puntual y el encuentro más certero pues mi herida lagrima en el ojo del pez y ese encuentro es más certero plácidamente retorno al miedo

al timbre de la vibración de la escama del cocodrilo al colmillo del dragón la piel que se abre con la tijera el corte cómo se reviente la piel el sonido la piel el corte y el rizoma plácidamente retornar al miedo y el rizoma el corte pues mi herida lagrima en el ojo del pez que se dispersa en el borde de la tensión ¿cómo el atisbo si mis ojos se han secado en el hielo? ¿cómo el atisbo si ya no hay cama de agua? ¿cómo la oportunidad? si este bucle de miedo no es realmente plácido da miedo bucle rizoma y reencuentro el laberinto son las escamas del cocodrilo que me permiten navegar mi entorno y recorrer el pantano el agua turbia y verde y llena de vida

el laberinto es también el colmillo del dragón eso aquello que solo corta porque sucede en mi mente pero sangra y supura en mi conducta

el laberinto es también la tijera ¿cómo aquello que nos perfora viene dentro de nosotros? ¿por qué la familia? ¿por qué el hielo?

el laberinto por último es también el corte la piel abierta que necesita tiempo que busca el hielo pero se infecta así que te señalo esto que afila y jala es el vaso que dejé caer y qué caída tan libre y qué derrota tan dura mi miedo por la enfermedad no es suficiente me da más miedo el rechazo las fisuras del vaso mi rostro labererínticamente la trascendencia del ojo del pez

por favor no me lleven al hielo por favor permítanme de nuevo la caída tan libre, tan dura y así el rizoma y sus giros mis palabras abren paso a la ebullición inicial una abertura encandilada lo que siento es importante es la entonación el cometido recae en la lectura una abertura encandilada en la voz dicha en la voz que emana lo que siento es importante lo que siento es importante, pero primero: hay que perimetrar el corte hay que perimetrar el lenguaje del pez seguro siempre sienten cosas importantes por eso nos miramos a los ojos por eso mi herida se dirige a sus ojos a su boca ¿y cómo estar dispuesta al futuro? pues hay que examinar:

ayer seguí el camino de un caracol por varias horas por su baba encontré el sentido del día la baba del caracol es cristalina-transparente-progresiva-abrasiva-el calor la baba del caracol es importante la entonación al hablar es importante: no la imagen sino lo que se mira lo que sucede en la mente es más importante que lo sucede en el mundo material mirar el ojo del pez es la respuesta retomar la idea de lagrimar pero cuesta arriba por ejemplo cualquier palabra puede ser un colmillo que rompe la carne palabra que eriza palabra aliento tibio en el cuello que nos lame y repetir es invocar y vasta con la entonación aquí no hay tal cosa como lugares comunes hay algo que nos envuelve en reinterpretar lo conocido y que es húmedo y que nos hace sudar y nos gusta lo disfrutamos el corazón se acelera y lo disfrutamos la abertura encandilada pero a fuego bajo, a murmullo carmesí la lágrima certera

sentir

es recuperar cada nado que sucede en la cama de agua sin fondo

mirar el ojo del pez es la respuesta ¿y las preguntas? aún reverberan ¿a quién busco? ¿a quién llamo? ¿quién podría saciar esta sed? anhelo yo no alcanzo anhelo si los peces no tienen lenguaje ¿cómo es que entiendo el mundo cuando nos miramos?

el mundo abstracto sucede el mundo material es indistinto la energía que habías resguardado en el bolsillo ¿dónde queda si el miedo nos paraliza?

hacer existir mi voz aún con la bruma aún con el oleaje-memoria-tormenta agotamiento y dispersión ventana en movimiento y esto es provocar el estado de la cuestión

el artilugio de la oportunidad la devastación es intransferible atisbo, descentrar la confirmación de mi muerte venidera el artilugio narrativo mi voz el riesgo del corte se abre en rizoma rojo y verde toda la oportunidad aparece en un camino el camino del caracol en el hielo donde el pez se ha secado y su implicación matérica el rizoma como el bucle rojo y verde incandescencia lo que siento es importante me lo repito y no hay relato único resplandece la oportunidad, el artilugio, la energía afelpada existe hallazgo en la incomodidad lo que siento es importante lo que siento es importante ¿qué me ancla? ¿a quién llamo? abertura encandilada piscina atravesada en llamas el cambio, aunque doloroso, es vital resplandece el artilugio de la oportunidad

las lagrimas: el nuevo océano del pez ¿y el pez? como ente de reminiscencia lo que siento es importante ancla, atisbo, augurio que salpica y es ir y venir en parvada enredadera en metamorfosis inagotable un pie lejos del otro ahora aún más despacio ahora con más cautela veo el álbum de fotos y descubro un retrato mío de cuando era un caracol y que nunca antes había sentido en el rizoma la trascendencia y al despertar lo recuerdo todo quedo yo, impregnada en el vuelo la respuesta se deshace en las olas de la memoria ¿qué espero del artilugio de la oportunidad?

un gesto felino en cacería contemplación-el hielo en el ojo y es a mí a quien busco y es a mí a quien llamo

Marijose Marijose es un verso mi nombre es Marijose y lo que siento es importante línea del río un mirlo artilugio de la oportunidad la herida-el ojo del pez-felino al acecho he tirado el vaso, sí se ha roto y aquí estoy con este poema con este artilugio de la oportunidad y estoy dispuesta al futuro las preguntas aún resuenan en víspera de otra caída

la posibilidad en manifiesto el llanto el murmullo se encandila la abertura mi vientre la frutilla congelada salvavidas calefacción cartografía y raíces la gotera del techo mis ojos los ojos del pez el hielo la tormenta abismal se apacigua se apaciguan las éfiras el veneno el mirlo y su vuelo la escama y las branquias la oportunidad de respirar distinto y las inagotables posibilidades del agua.

Marijose Romero Alonzo (Cancún, 1996)

Artista visual y de la palabra.

Contacto: Instagram: @marijoseromeroalonzo dijisteminombre@gmail.com

El artilugio de la oportunidad de Marijose Romero Alonzo se editó en Marzo del 2022 en Mérida, Yucatán. México.

Se hizo un tiraje único de 13 ejemplares + la pieza de la artista. Este es el archivo de su versión digital.

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