Checa 2009

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Curiosidades Científicas

Esmeraldas: una riqueza natural en peligro

“Él se siente a sí mismo [el ser humano], a sus pensamientos y sentimientos como algo separado del resto, un tipo de falsa ilusión óptica de su conciencia. Esta delusión es un tipo de prisión… nuestra meta debe ser liberarnos… ensanchando nuestro círculo para incluir a todas las criaturas vivientes y a la naturaleza entera en su asombrosa belleza” A. Einstein

Por María F. Checa (mfcheca@ufl.edu)

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getal original. Datos publicados para el año 2001, mostraron que aún quedaban en pie 600 000 ha de bosque primario; sin embargo, el Clirsen evidenció que en Esmeraldas quedaban alrededor de 220 000 ha hasta el 2000, o sea menos del 15 % de bosques naturales. La alarmante pérdida de hábitat naturales es más visible si se considera que anualmente se talaban 15 mil hectáreas de bosque, lo que equivale a 16 mil canchas de fútbol profesional (reporte para el año 2001). Parecería ser que en poco tiempo más ya no se la podrá llamar a Esmeraldas por el sobrenombre habitual, la provincia verde. Más lamentable aún es que este patrón de deforestación vertiginoso ocurre en todo el país. Según datos de la FAO, publicados en el 2007, entre el periodo de 2000-2005, Ecuador fue el país que más deforestó en América Latina. Por María F. Checa

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e acuerdo de esta ilusión óptica durante mi viaje desde Pedro Vicente Maldonado, en Pichincha, hacia el suroriente de Esmeraldas. Ahí, a orillas del río Canandé, yace uno de los pocos remanentes de bosque verdaderamente protegidos de esta zona exquisitamente diversa. Y es que los bosques esmeraldeños tienen una diversidad de flora y fauna excepcional, incluyendo un alto porcentaje de especies endémicas (especies que habitan únicamente un área restringida), que supera el 20 % en diferentes grupos de animales y plantas. Esta zona alberga gran variedad de especies en peligro de extinción como el mono aullador, el tapir de la costa, mono araña de cabeza café, entre otros. Los bosques de Esmeraldas están ubicados en el hotspot o punto caliente de diversidad Chocó Darién-Occidente del Ecuador. En el mundo existen 21 hotspots que son zonas caracterizadas por poseer tasas excepcionales de especies endémicas, pero que experimentan a su vez pérdidas excepcionales de hábitat naturales (más del 70 % de cobertura vegetal). Para el caso de Esmeraldas, no existen cifras oficiales y actualizadas de cuánto aún persiste de su cobertura ve-

Figura 1. Explotación maderera.

Causas de deforestación Llego a Golondrinas, un pequeño pueblo que queda en el límite entre la provincia de Pichincha y Esmeraldas. El paisaje es repetitivo durante todo el trayecto: los bosques naturales han desaparecido. La principal causa de deforestación en toda la provincia ha sido la explotación maderera. Hasta 1995, el 80 % de la madera que se utilizaba en el Ecuador provenía de Esmeraldas y en años recientes, este porcentaje se redujo al 60 % y la Amazonía es la que ha provisto el otro 40 %. (Fig. 1.) La historia de las madereras empezó hace dos siglos en Esmeraldas. En 1857, el Estado ecuatoriano concesionó por 83 años extensos territorios a la compañía británica Ecuador Land Company para explotación de madera, plantas medicinales, entre otros. Posteriormente, desde 1970 el Estado continuó con las concesiones de terrenos a empresas madereras, y, en definitiva, han sido estos procesos los que han permitido que estas empresas devasten miles de hectáreas de bosque prístino de forma legal. Debido a que la madera comenzó a escasear en tierras concesionadas, empezó la compra de 51


Panorámica del bosque de Esmeraldas.

Figura 2. Cultivos de Palma Africana.

te debido a que puede ser materia prima para la generación de biocombustibles. Este tipo de plantación requiere un alto grado de capital y cuatros años continuos de inversión antes de realizar la primera cosecha, lo que dificulta en gran medida que pequeños finqueros tengan sus propios cultivos. Un problema grave relacionado a esta actividad es la utilización indiscriminada de agroquímicos de alta toxicidad, muchos de ellos clasificados como altamente peligrosos por la Organización Mundial de la Salud. Los agrotóxicos están relacionados con enfermedades parasitarias (las enfermedades diarreicas son una de las principales causas de mortalidad en Esmeraldas) y con el cáncer. Los trabajadores son afectados 52 Nuestra Ciencia

n.º 12 (2010)

¿Quién se benefició con la explotación de recursos naturales? Es muy visible que la explotación de los recursos naturales no han ayudado a sus pobladores a salir de la pobreza. Me acuerdo de la historia de doña María y don Jacinto, habitantes de la orilla del río Canandé. Ellos viven valientemente sembrando cacao, criando gallinas y cerdos, sin agua potable, ni luz u otro servicio básico. (Fig. 3). Tienen algunos problemas de salud, el más reiterativo es la leishmaniasis, una enfermedad tropical producida por un organismo microscópico pero transmitida por un insecto, la mancha blanca. En la zona, le denominan la “llaga brava” debido a que en el área del picado, la Leishmania va degra-

dando la carne humana y produciendo huecos en forma de volcanes. Ellos se vieron obligados a salir a Quito o a Machala para obtener medicamentos, ya que en los alrededores de donde habitan no los pueden conseguir a pesar que es una enfermedad común en la zona. Doña María además tiene cisticercosis (enfermedad producida por un parásito del cerdo, que luego de ingerirse se alberga en el cerebro humano) y osteoporosis (enfermedad que debilita los huesos). Doña María no se aflige, ni se derrumba. Si la enfermedad llega o empeora, cruza el río en una pequeña canoa a remo, cruza en mula la palmicultora vecina y llega a la carretera a tomar el bus. Lleva con admirable valentía su pesar y sus años. No es difícil notar que la situación de Doña María refleja las condiciones de vida en que viven muchos lugareños. Según el INEC, el 89 % de los esmeraldeños son pobres; es decir, sus necesidades básicas (acceso a la educación, salud, nutrición, vivienda, servicios urbanos y oportunidades de empleo) no están satisfechas. Por otro lado, la explotación de recursos naturales generalmente ha sido justificada con la producción de empleos para las comunidades locales. Sin embargo, las empresas dedicadas a la agroindustria en esta zona (madereras o de palma africana) ofrecen empleos, pero escasos y temporales con salarios injustos y sin cumplir los requisitos laborales míniPor María F. Checa

por el contacto directo o indirectamente por la ingestión de agua contaminada con estos productos. La contaminación afecta a la comunidad en general, ya que los ríos que les proveen agua atraviesan estas plantaciones. Finalmente, otra actividad que ha incidido en la pérdida de bosque son las plantaciones de eucalipto. Aunque esta especie sea nativa de Australia y pueda producir daños irremediables al ambiente y, por consecuencia, a las comunidades humanas locales, es legalmente cultivada en la zona por parte de la corporación transnacional japonesa-estadounidense Eucapacific. El objetivo es plantar 10 500 ha de eucalipto para la producción de celulosa y papel.

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tierras a campesinos y comunidades indígenas. La falta de ingresos económicos ha presionado a cientos de campesinos a vender sus tierras a precios irrisorios e, incluso, a explotar la madera de sus tierras y venderla. Por otro lado, la tala ilegal es un problema serio que también afecta la preservación de reservas naturales en esta zona, como es el caso de Mache Chindul situada al suroccidente de la provincia. En los últimos años, otro factor que ha incrementado la destrucción de bosques naturales es el cultivo de palma africana (Fig. 2). Los frutos de estas palmas se cosechan para extraer aceite de cocina, jabón, chocolate; además, el interés en su cultivo ha aumentado considerablemen-

Figura 3. Pobladores de la orilla de Canandé.

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Consecuencias de la deforestación La deforestación ha producido graves consecuencias sociales y ambientales. Las pérdidas de la inigualable belleza paisajística de los bosques naturales, el canto de cientos de animales como el Chocó tucán o los monos aulladores en la mañana, serán irremplazables. La falsa ilusión óptica de la que Einstein hablaba es ahora más que nunca visible y obvia, porque las consecuencias incluso limitarán nuestra propia supervivencia y no estamos haciendo nada para evitarlo. Entre las consecuencias más directas están la pérdida del agua y la proliferación de enfermedades tropicales. Es común escuchar que los lugareños se quejan más frecuentemente sobre la disminución de la lluvia y la prolongación del incandescente sol de verano. La humedad ambiental ha disminuido y el cauce de ríos y riachuelos también, y es que un bosque húmedo tropical, como el de Esmeraldas y la Amazonía, puede producir más del doble de la cantidad de agua que consume. No así las palmicultoras o las Curiosidades Científicas

plantaciones de eucalipto, las cuales no solo que no producen más agua sino que absorben inmensas cantidades de este recurso: una sola planta de eucalipto puede absorber 200 litros de agua al día, cantidad suficiente para cubrir la necesidad diaria de 200 personas. Entre otras consecuencias están la erosión, la proliferación de plagas agrícolas y la desertificación, procesos que afectan directamente la actividad agrícola, medio que provee alimentación y fuentes de ingresos a las comunidades locales. Esperanza para el futuro Existen algunas iniciativas que permiten vislumbrar un futuro mejor, más justo social y ambientalmente en Esmeraldas. (Fig. 4). Algunas comunidades locales están apostando a programas de desarrollo sostenible conservando los recursos naturales. Un ejemplo es la comunidad Awá en el norte de la provincia, que hace poco tiempo marchó hacia la capital para exigir el derecho legal sobre sus tierras. Ahora lo tienen y resisten día a día frente a la presión de explotación de sus tierras apostando a otro tipo de desarrollo, más justo y equitativo. Por otro lado, el año anterior, un ente estatal dejó sin efecto la adjudicación ilegal de cientos de hectáreas de bosque esmeraldeño por una empresa privada, permitiendo que vuelvan a manos del Estado. Queda la esperanza que en un futuro, estas hectáreas valiosas sean manejadas en beneficio del país. Finalmente, un valioso paso hacia delante es la propuesta del programa Socio Bosque por parte del gobierno actual. Este programa consiste en entregar un incentivo económico a los dueños de tierras con bosques conservados con el fin de que los protejan. El valor económico del incentivo depende del número de hectáreas por proteger. Mientras mayor es este número, mayor es el cantidad

que se recibe por cada hectárea, aunque el valor máximo que se entrega por cada una es USD $ 30. Este tipo de medidas han sido implementadas hace varios años en países como Costa Rica y han tenido éxito, corroborando a la preservación de bosques naturales. Este tipo de incentivo económico puede marcar una diferencia, ya que el incentivo principal de la gente local para explotar sus tierras o intervenir en la explotación de los recursos es la imperante necesidad diaria de sobrevivir a la pobreza. Es lógico concluir que estas iniciativas de conservación serían más eficientes si paralelamente se invertiría en la protección real de las reservas naPor María F. Checa

mos. La mayor parte de gente que vende sus tierras pasa a ser mano de obra barata, que según algunas denuncias de casos reportados en palmicultoras, llegan a ganar USD $ 40 al mes sin seguridad social, ni beneficios de ley. De acuerdo a estos datos, la explotación de más de un millón de hectáreas de bosque virgen no ha contribuido a mejorar el nivel de vida de sus comunidades locales, pero entonces, ¿a quién benefició? En cuanto a cifras de compra y venta, el dueño recibe USD $ 6 por un árbol de 4 m3 cantidad necesaria para obtener 1 m3 de tríplex; el metro cúbico de tríplex se vende a un promedio de USD $ 459, el 98,4 % de las ganancias se lleva la industria maderera, el 1.1 % es para los trabajadores y el 0,5 % es para el Estado como impuestos.

Figura 4. Atardecer de Esmeraldas.

turales del Estado que aún persisten en Esmeraldas. Además, que exista un mayor control sobre los responsables de la devastación de nuestro patrimonio natural que ha beneficiado sólo a unos pocos. Sin duda, Esmeraldas es aún una joya natural que espera por el despertar de un poco de justicia y solidaridad.

Bibliografía Chivian, E. and A. Bernstein. 2008. Sustaining Life: how human health depends on biodiversity. Oxford Press, United Kingdom. Checa, M. F. 2008. Mariposas de Canandé: sus amenazas, potencial y futuro. Trama Ediciones y PUCE, Ecuador.

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