Jacobo Fiterman / También fotógrafo / 02

Jacobo Fiterman TambiĂŠn fotĂłgrafo

Jacobo Fiterman TambiĂŠn fotĂłgrafo

Coordinación general: Jacobo Fiterman Curaduría: Pablo Messil Diseño gráfico: Estudio Marius Riveiro Villar Fotografía de tapa: Federico Kirschbaum Impresión: Talleres Trama Agradecimientos Sandra Pagni Micaela Patania

© 2018, Jacobo Fiterman © de los textos, los autores © de las imágenes, Jacobo Fiterman Todos los derechos reservados Hecho el depósito que marca la ley 11.723 ISBN: 978-987-28979-4-9 Impreso en Argentina

Viamonte 1465, piso 10, Buenos Aires 4372-8810, info@fundacionalon.org www.fundacionalon.org

Fiterman, Jacobo Jacobo Fiterman, también fotógrafo / Jacobo Fiterman.

Ia ed ilustrada. - Buenos Aires : Fundación Alon, 2018.

80 p. ; 25 x 25 cm.

ISBN 978-987-28979-4-9 I. FotografÌa de Arquitectura . 2. FotografÌa Artística.

I. Título. CDD 779

Montevideo 1720, Buenos Aires 4811-8648, galeriaceciliacaballero@gmail.com www.ceciliacaballero.com.ar

Hace un tiempo Fito entró a la galería y me dijo: “Cecilia, quisiera hacer una muestra de mis fotografías, acá, en tu espacio”.

Su espontaneidad y mi admiración hacia él, por su trayectoria y gran personalidad (ingeniero, coleccionista, gran viajero, emprendedor, creador de arteBA y la Fundación Alón para las artes y, ahora, fotógrafo), hizo que, sin dudarlo, aceptara su propuesta.

Hoy, después de habernos reunido varias veces, estoy feliz de inaugurar el 12 de diciembre de 2018, esta selección de obras que ratifican –como dijera Sara Faccio– que “no es la cámara la que saca una buena foto, sino que una buena foto la toma la persona que está detrás de la cámara”.

Así, Fito nos presenta a un grupo de amigos, situaciones, lugares y gentes sin nombre registradas con coherencia y estilo, que son ecos de su historia.

Giselle Freund aconsejaba a los jóvenes fotógrafos a que abrieran los ojos y el corazón y se apasionaran haciendo de la cámara un testigo de su tiempo.

Fito lo es, y su mirada nos lleva a muchos momentos que él quiso perpetuar.

De él se podría decir que encarna la fotografía con la misma frescura y compromiso como el que llevó adelante en los innumerables aspectos de su vida.

Cecilia Caballero

Si algo permite definir la infatigable personalidad de Jacobo ”Fito” Fiterman, es su deseo y su capacidad para enfrentar desafíos.

Por el camino de una larga y brillante trayectoria, fue llegando a la creación de Arteba y posteriormente a la Fundación Alon para las artes.

Actualmente, próximo a cumplir 89 años, nos presenta esta nueva inquietud y esta nueva realización, “También fotógrafo”. Que esta prefigurada en un íntimo libro con el que se adentró, a través de la cámara, en sus lugares y temas preferidos.

Fito nos permite entender su entusiasmo y su empuje cuando nos recuerda el impulso de sus padres, humilde pareja que emigró a la Argentina en 1923. Y como el mismo lo dice, como tantos, habían depositado en él un sueño como el que Florencio Sánchez escribe en “M´hijo el Dotor”. Pero, añadamos, que ese sueño solo puede realizarse a través de la determinación de una persona como él.

Una de las mejores muestras de su empeño y capacidad de organización ha sido, desde los inicios, Arteba, y todos sabemos de la importancia que esa exposición ha ido adquiriendo para la Argentina (este año en su muestra número 27) y, a través de la Fundación Arteba, habiendo internacionalizado su acción. Y sumado la edición de una excelente Revista.

Yo quiero destacar, sin embargo, la creación de la Fundación Alon. La publicación de sus libros y catálogos de exposiciones, me parece impresionante. Creo que no exagero: más de veinte contribuciones que abarcan desde entrañables presentaciones de Carlos Alonso, a la emocionante “presencia” de Gela Sekastajn y el gueto de Varsovia, pasando por notables catálogos las obras de Bonevardi, Matilde Marin, Policastro, Victorica, Batlle Planas entre otros. Sin olvidar los textos e ilustraciones de Mujica Lainez, o las de Alonso para Dante, o El Matadero, o las de Iglesias Brickles para Los siete locos.

Fito piensa, como menciona en su presentación, que no es fotógrafo, porque no lo es a tiempo completo. Sin embargo yo pienso que sí, pues él está en el arte a tiempo completo. Y, aunque pueda parecer un ejemplo aislado, quiero recordar que su edificio de Av. Del Libertador y Blanco Encalada, en Belgrano, es uno de los primeros o de los pocos que en los últimos años incorporan una escultura bien visible en su frente-jardín para los paseantes.

Por otra parte, las fotos de esta exposición nos muestran cabalmente su deseo de compartir “el arte”, ese que nos abarca a todos, con los retratos de personajes cotidianos que lo impactaron, y entonces nos impactan a nosotros también, o los retratos, o gente que está en sus cosas, o los lugares que le son caros. Brighton Beach, por ejemplo, un verdadero enclave ruso en Brooklyn. Revelados con su mirada, y recibidos con la nuestra, hace que esos mundos se singularicen y se hagan diversos al propio tiempo.

En esa dirección, la serie de las puertas, además de su sentido estético clásico, y de testimoniar su amor por Nueva York en muchas de ellas, nos sumerge en las incógnitas de las vidas que por allí entran y salen, de lo que pasa del farrago de las calles al interior íntimo, o de lo que emerge del mundo privado y se pasa a mostrar en las calles y entre las gentes.

Quisiera, finalmente agregar un comentario personal: además de todas esas cosas, Fito es un gran y generoso amigo.

Dr. César Merea

Si alguien me preguntara en qué consistió mi vida, contestaría, sin lugar a dudas, en un continuo desafío.

El primero me fue impuesto por mis padres, humilde pareja que emigró a la Argentina en 1923, con un sueño igual al que describió Florencio Sánchez en su libro “Mi hijo el Doctor”.

A partir de ahí los desafíos y los sueños marcaron mi vida. Ingeniero primero, desarrollador inmobiliario, prosecretario de CAI, dirigente de la colectividad judía, coleccionista, Secretario de Obras Públicas de la ciudad de Buenos Aires, arteBA, Fundación Alon para las Artes y, tal vez mi último desafío pronto a cumplir 89 años, También Fotógrafo.

En realidad, no soy fotógrafo. Kenneth Kemble decía que no se puede ser artista si no se lo es a tiempo completo.

Simplemente, hago fotografía. Mi profesión me ayuda. Busco en cada una de ellas testimonios de mis gustos e inquietudes. A veces, sorprendiendo a una parejitas en actitud cariñosa, otras mostrando la belleza de las puertas de Nueva York o personajes de la vida cotidiana que me impactaron.

En cada toma busco que haya algo importante que deseo transmitir o compartir con ustedes, mis amigos y mi familia, quienes me apoyaron en estos múltiples desafíos en los que me embarqué y a quienes dedico este libro.

La exposición, que acompaña esta publicación, es posible gracias al coraje que me insufló Cecilia Caballero y a su generosidad por poner a mi disposición su galería.

J.F., 2018

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Las fotografĂ­as de este libro las he tomado en Buenos Aires y en mis viajes a Nueva York, Estambul, ParĂ­s y Londres.

J.F.