MANUAL DE CAMPAÑA
LIC. EN DISEÑO PARA LA COMUNICACIÓN GRÁFICA DISEÑO V - CAMPAÑA Desarrollo final Campaña: Amor sin filtros Profesor: Gabriel Orozco Grover Participantes: Cinthia Montserrat Arellano Arellano Michelle Aguilar Sánchez kimberly Dayann Lara Ramírez Marisol Orozco Cardosa
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
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ANÁLISIS SITUACIONAL
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ENCUESTA DE MERCADO
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BOCETAJE
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SOLUCIONES
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ANEXOS
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INTRODUCCIÓN
La violencia de pareja sigue constituyendo un tabú social y cultural, a pesar de ser un fenómeno de gran magnitud en México y un grave problema de salud pública en el mundo. Debido a que el ejercicio dela violencia masculina se sigue considerando como algo “normal”, con frecuencia resulta “invisible” aun para las propias mujeres maltratadas y esto incide en una inadecuada respuesta al problema. Los elementos que contribuyen a esta negación y naturalización de la violencia son múltiples y de diverso orden: personales, de la relación de pareja, y de orden institucional, social y cultural. Usualmente se considera que la falta de equidad entre los géneros y la dominación masculina conforman las raíces del problema de la violencia. Esto se expresa, entre otros aspectos, en valores y normas sociales que orientan el ejercicio de roles de género y que los agentes sociales producen y reproducen en el ámbito de sus vidas cotidianas. La manera en que las personas afectadas viven y afrontan el problema de la violencia es producto de un proceso social de acción y comunicación, que es responsable de los modos de comprensión del fenómeno en general y de la historia biográfica individual. De esta concepción se deriva que los relatos notificados por las mujeres víctimas de violencia compartan ciertas representaciones del fenómeno como producto del intercambio social del que provienen. Asimismo, se considera que el conocimiento social que orienta las prácticas se distribuye de manera desigual, de acuerdo con la posición que ocupan los individuos en la sociedad, ya sea en términos de su pertenencia de género, clase, étnica, etc. y confiere de manera desigual oportunidades de ejercicio de poder. Investigaciones nacionales e internacionales sobre violencia de pareja señalan que este fenómeno se da en todos los estratos socioeconómicos, aunque con frecuencias y formas de expresión diferentes. Según Castro y Riquer (2006), entre los hallazgos de sus investigaciones se encuentran que: · Las consecuencias de la violencia al interior de las familias son tan graves como las agresiones de extraños. · La violencia física, sexual y emocional es cometida en su mayoría por hombres en contra de mujeres. · Los agresores no exhiben psicopatología diagnosticable. · El consumo de alcohol puede exacerbar la violencia, pero no es la causa que la provoca; · En la mayor parte de las parejas que experimentan violencia, ésta se presenta desde el inicio de la relación, incluso desde el noviazgo. · Se ha observado cierta tolerancia hacia los comportamientos violentos y cierta cronicidad que muestra que las mujeres permanecen en una relación violenta un promedio de 10 años. · El límite o alto a la violencia de pareja está relacionado con la intervención de algún hijo(a), generalmente adolescente.
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La investigación respecto al perfil o características de quienes ejercen la violencia hacia las mujeres se ha desarrollado muy poco. Sin embargo, la necesidad de abordar la problemática de la violencia desde esta perspectiva ha sido claramente señalada en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Es importante destacar la participación para la concientización de la situación de la violencia en pareja, a través de desarrollos y proyectos de comunicación eficaces, capaces de persuadir e informar a la población sobre la problemática, centrados en la finalidad de intervenir en los paradigmas sociales involucrados en la situación y que de alguna manera se afecte a la percepción de la violencia en cualquiera de sus formas, así como su prevención y erradicación.
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ANÁLISIS SITUACIONAL
La violencia de pareja es un conjunto complejo de distintos tipos de comportamientos violentos, actitudes, sentimientos, prácticas, vivencias y estilos de relación entre los miembros de una pareja íntima, que produce daño y malestar grave a la víctima (de Celis, 2011). En nuestra actualidad se siguen mostrando casos de violencia en todo el país pero sin embargo existen muchas asociaciones que están en la protección de la mujer en los diferentes campos de violencia. El fenómeno de la violencia de pareja es multidimensional, ya que sus causas, consecuencias y repercusiones se dan en los ámbitos públicos y privado, y afectan tanto a las víctimas directas de la violencia como a sus seres queridos. Durante su ciclo de vida, mujeres y hombres están expuestos a situaciones de violencia que varían según su entorno familiar y social y, en particular, por su sexo. La principal característica de la violencia de pareja es que se trata de violencia ejercida por hombres y mujeres hacia su pareja sentimental ante situaciones de desigualdad o subordinación del otro. Entre las características más importantes de la violencia es que se trata de un fenómeno que trasciende generaciones. De aquí que muchas mujeres y hombres que han sufrido violencia en su infancia la consideran parte inherente a su vida cotidiana, propiciando que la acepten como algo normal, al grado de no reconocerla y de reproducirla, inclusive. Los casos continúan y se acentúan en la vida conyugal; en una proporción importante sigue manifestándose después de terminada la relación violenta, con agresiones hacia la mujer por parte de la ex pareja. De acuerdo con información de la ENDIREH 2006 (Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares), 26% de las mujeres solteras y 35% de las casadas o unidas son víctimas de violencia de pareja. En tanto, cuatro de cada cinco de las mujeres separadas o divorciadas reportaron situaciones de violencia durante su unión, y 30% continuaron padeciéndola, por parte de ex parejas, después de haber terminado su relación. La violencia en las relaciones de pareja se expresa en diversas formas y espacios de convivencia. Si bien se trata de un problema que afecta de manera individual a quienes la padecen, debe entenderse como un fenómeno estructural con repercusiones sociales múltiples. De aquí que la violencia posea características particulares según el entorno social en que se manifieste. La violencia de pareja resulta la manifestación más radical de la inequidad de género y dominación masculina y se rige o comporta según determinadas orientaciones, valores y normas, que establecen derechos desiguales para el hombre y la mujer. Esto se manifiesta no sólo al interior de la relación de pareja, sino también a través de los agentes sociales del entorno, quienes producen y reproducen cotidianamente
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estas concepciones de género. A pesar de lo anterior, y debido a la precariedad emocional de la mujer originada en el maltrato, es el mismo entorno y los recursos que éste puede eventualmente facilitar lo que constituye una clave para la salida a este problema. En febrero de 2007, el Poder Ejecutivo publicó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en la que se establece la integración y puesta en marcha del Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. Binstock (1997 y 1998) señala que “…al diseñar soluciones no se puede separar la violencia contra la mujer de la igualdad de género, por cuanto es la falta de igualdad lo que hace a la mujer vulnerable a la violencia. Esto significa que la discriminación que persiste constituye y propicia la violencia contra la pareja y, en consecuencia, las estrategias para combatirla son las dirigidas a promover la igualdad entre hombres y mujeres”.
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DEFINICIONES CONCEPTUALES
Violencia contra la mujer: “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada”. Asamblea General de las Naciones Unidas, 1993
Tipos de violencia por parte de la pareja actual o de la última: a) Violencia física: se refiere a todo acto de agresión intencional en que se utilice alguna parte del cuerpo de la pareja, algún objeto, arma o sustancia para sujetar, inmovilizar o causar daño a la integridad física de la persona agredida, lo que se traduce en un daño, o intento de daño, permanente o temporal, de parte del agresor sobre el cuerpo de ella. Su espectro varía desde un pellizco hasta la muerte. b) Violencia sexual: toda forma de conducta, consistente en actos u omisiones, ocasionales o reiterados, y cuyas formas de expresión incluyen: inducir a la realización de prácticas sexuales no deseadas o que generen dolor, práctica de la celotipia para el control, manipulación o dominio de la pareja y que generen un daño. Su expresión más evidente es la violación. c) Violencia económica: formas de agresión con el fin de controlar tanto el flujo de recursos monetarios que ingresan al hogar, o bien la forma en que dicho ingreso se gasta, como la propiedad y uso de los bienes muebles e inmuebles que forman parte del patrimonio de la pareja (reclamos de dinero, amenazas o incumplimiento con relación a dar el gasto, usurpación de bienes materiales, prohibiciones de trabajar o estudiar).
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d) Violencia emocional o psicológica: se refiere a formas de agresión reiterada que no inciden directamente en el cuerpo de la pareja, pero sí en su psique (comparaciones ofensivas, humillaciones, encierros, prohibiciones, coacciones, condicionamientos, insultos, reclamos sobre los quehaceres del hogar, falta de respeto en las cosas ajenas, amenazas). Su identificación es la más difícil de percibir ante el uso de metáforas y la “ausencia de evidencias”. Castro, R.; F. Riquer, et al., 2006 INEGI, Marco Conceptual de la ENDIREH 2006
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RELEVAMIENTO VISUAL
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INVESTIGACIÓN DE MERCADO
Para analizar el mercado se llevó a cabo una encuesta a través de la cual, buscamos identificar la percepción social y la prevalencia de la violencia de pareja, además de conocer tanto la percepción del público acerca de los roles de género, como el perfil de quienes podrían ejercer violencia contra sus parejas. En el cuestionario se plantean preguntas relativas a las percepciones sobre el grado de igualdad de género existente en distintos ámbitos de la vida social además de a la importancia que se atribuye a la tenencia de un proyecto de pareja y los factores de los que depende una relación de pareja para que resulte satisfactoria para ambas partes. Concluimos que dichos factores influyen en la percepción social que se tiene sobre la violencia y las distintas maneras que esta es ejercida en un ámbito que probablemente este socialmente predispuesto a la aceptación de la violencia o el desconocimiento de los diversos niveles y formas en que esta puede manifestarse.
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CONCLUSIONES DE INVESTIGACIÓN
Se utilizó una muestra de 85 personas, residentes de diferentes lugares del país, de ambos sexos y de edades comprendidas entre los 15 y 43 años. Participaron 24 hombres y 61 mujeres, de los cuales 83 personas viven en un ambiente urbano y solo 2 en uno rural. Entre las características especiales de la muestra, el 77% de los encuestados tiene un grado de educación universitario, y el 100% está por encima de nivel de estudios básicos. Solo 5 personas de la muestra indican padecer alguna discapacidad, el 30% tiene un trabajo estable, además 48 de las personas encuestadas aseguran tener una pareja actualmente. Conforme a este análisis, entre los factores de percepción que se relacionan con la magnitud de la violencia de pareja en nuestro país destacan los siguientes: El 42% considera que en algún momento ha sufrido de algún tipo de violencia por parte de su pareja. El 40% de los encuestados piensa que la violencia de pareja se da de mayor manera hacia las mujeres y que esta se encuentra actualmente muy extendida en el ámbito del estado, además de que el 5% opina que esta violencia es algo inevitable que siempre ha existido. De las distintas formas de violencia presentadas a los encuestados, en promedio, el 90% de ellos considera inaceptable cualquiera de estas y que en algún grado debe ser castigado por la ley este maltrato. El 70% de los participantes opina que la violencia siempre ha existido, pero que esta se conoce cada vez más por los casos que salen a la luz y el 66% considera que el vivir en un ambiente rural o una población pequeña vulnera más a las personas para sufrir algún nivel de violencia, seguido de la implicación de ser menor de edad. 48 personas de la muestra indican tener al menos un familiar o conocido que ha sufrido violencia de algún tipo por parte de su pareja, de los cuales indican que al menos 10% de estas personas eran menores de edad al momento de la agresión.
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En caso de ser víctima de violencia, solo el 48% haría una denuncia contra el agresor, pues solo el 3% cree que las leyes contra la violencia de pareja son efectivas. El 60% de los participantes cree que las campañas en contra de la violencia pueden ayudar a sensibilizar a la sociedad y a las victimas sobre la situación. 100% conoce o ha escuchado sobre los diversos tipos de violencia, además, la mayoría conoce o ha escuchado sobre alguna campaña para identificar o concientizar sobre este tema. El 88% cree que las víctimas no denuncian a su agresor por miedo a este, seguido de la vergüenza o descalificación que la situación tiene y la implicación de los hijos. Por ultimo en los resultados sobre la percepción sobre la igualdad de género y violencia, el 80% de los encuestados no se encuentra nada de acuerdo con ningún tipo de violencia y apoyan de alguna manera a la igualdad de hombres y mujeres en diferentes áreas del entorno social e igualdad de derechos. Como conclusión, ante estos resultados, es posible identificar que la prevalencia de la violencia aun es alta, sin embargo, cada vez más personas están dispuestas a ser partícipes para erradicarla, además de estar conscientes que existen diversas formas en que esto pude darse y aun así es posible denunciar al agresor y salir de esta situación.
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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La prevalencia de la de la violencia sigue teniendo cifras alarmantes. Una de las maneras de atacar al problema es el cambio de las percepciones sociales que minimizan el problema y erradicar al desconocimiento por parte de la población, hacia los síntomas de la problemática y así que la persona que la sufra, sea capaz de salir de el circulo violento, poniendo especial énfasis en las relaciones interpersonales del afectado, es decir, el fortalecimiento de las redes de apoyo. A través de desarrollos gráficos y lúdicos, especialmente diseñados para orientar al público meta sobre las características y consecuencias de la violencia, se busca lograr la concientización y la modificación conductual y percepctual del afectado y de las personas en general, ya que cualquier persona puede estar expuesta a sufrir de algún modo la violencia o estar cerca de alguien que pueda padecerla y lograr darse cuenta. El amor “sin filtros”, el amor como solución a la violencia, la vivencia libre y respetuosa de las relaciones amorosas plenas y el concientizar sobre lo que es amar sin los paradigmas marcados estrictamente a los roles de género, así como los mitos creados alrededor del amor romántico, son las bases de la creación de el desarrollo de esta campaña, la cual busca informar, educar y por sobre todo erradicar de la violencia dentro de las relaciones de pareja.
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ENCUESTA DE MERCADO
BOCETAJE
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SOLUCIONES
PRIMERA ETAPA - Presentaci贸n del concepto y mensaje
Redes sociales 62
MITO 03
MITO 82
Videos / Cine 63
MITO 15
Videos / Cine 64
Videos / Cine 65
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Aplicaciones
Cuentas en redes sociales
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SEGUNDA ETAPA - Posicionamiento Carteles
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Constancia
Radio 69
TERCERA ETAPA - Reforzamiento
Concierto 70
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ANEXOS