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ECONOMÍA FÁCIL | Crónicas de una inflación anunciada

Crónicas de una inflación anunciada

Por Juan José Vargas

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La pandemia trajo consigo un fuerte elemento de incertidumbre desde su inicio, cuando no se sabía cuáles serían los alcances ni de salud ni económicos del virus hacia adelante.

Familias y empresas, ahorraron tanto como pudieron y los gobiernos intentaron financiar la crisis de diversos modos.

Dos años después, una gran cantidad de liquidez sale a las calles, con un consumo en aumento, lo que genera nuevos desafíos para la economía global.

Tras el anuncio de la compañía Pfizer en noviembre del 2020, referente a que su vacuna ofrecería una alta protección frente al Covid-19 y la campaña de vacunación efectivamente puesta en marcha entre Enero y Febrero del 2021 en EEUU, una cosa empezó a manifestarse de manera clara: la reapertura de la economía no sería un proceso simple ni predecible.

Durante la pandemia los consumidores acumularon ahorros principalmente en esos países donde se aplicaron grandes estímulos para contrarrestar los efectos adversos de los

cierres de la economía. Una vez que la economía empezó su gradual reapertura esos ahorros se fueron liberando para alimentar un fuerte consumo de bienes, principalmente duraderos.

Fuente: FMI

El éxito inicial de la campaña de vacunación a inicios de 2021 no fue suficiente para evitar que en EEUU el gobierno de Biden impulsara la aprobación de un nuevo paquete de estímulos en Marzo, pese a que tan sólo dos meses atrás se había aplicado otro estímulo, contribuyendo aun mas a la acumulación de esos ahorros.

El éxito inicial de la campaña de vacunación a inicios de 2021 no fue suficiente para evitar que en EEUU el gobierno de Biden impulsara la aprobación de un nuevo paquete de estímulos en Marzo, pesé a que tan sólo dos meses atrás se había aplicado otro estímulo, contribuyendo aun mas a la acumulación de esos ahorros.

Fuente: https://fredblog.stlouisfed.org/2021/08/personal-savings-during-the-pandemic/

ECONOMÍA FÁCIL

La reapertura económica liberó una demanda reprimida que impulsó una carrera entre las empresas por recomponer sus inventarios, y los mismos se encontraban ya a niveles bajos luego de que meses de encierro llevaran a las personas a volcar todo su consumo hacia bienes como los electrónicos para el home-office o muebles para remodelación de sus hogares, mientras los servicios se encontraban cerrados debido a que por lo general la aglomeración forma parte central de sus negocios.

Por otro lado, los cierres de puertos e industrias en países asiáticos habían interrumpido la cadena de suministro principalmente en los primeros meses de la pandemia, agregando dificultad al aumento de los niveles de inventarios.

La reapertura económica liberó una demanda reprimida que impulsó una carrera entre las empresas por recomponer sus inventarios

(https://www.freightwaves.com/news/us-import-bonanza-could-extend-into-2021) Fuente: https://www.census.gov/mtis/img/mtisbrf.gif

La liberación de demanda reprimida sumada al ciclo de recomposición de inventarios de las empresas generó una gran demanda de bienes e insumos importados que saturaron las cadenas de suministro global, generando congestiones en los puertos y aumentos de precios del transporte fluvial.

(https://www.freightwaves.com/news/demand-boom-on-collision-course-withocean-transport-ceiling)

De esta manera se formaron los cuellos de botella en la cadena de suministros que se reflejaron principalmente en:

El elevado precio del transporte fluvial, debido al congestionamiento en puertos provocado por la alta demanda de insumos y bienes importados.

La escasez de microprocesadores debido a la alta demanda de bienes electrónicos principalmente para el home-office durante la pandemia. Los altos precios de commodities utilizados como insumos en la producción de bienes duraderos como el iron ore, aluminio, acero y cobre.

La respuesta de la Fed fue juzgar a estos elementos como transitorios, consecuencia de los desbalances propios de una reapertura desordenada y sin precedentes. Las subas temporales de precios de microchips, transporte fluvial etc. fueron vistas incluso como algo positivo debido a que incentivaría a las empresas a invertir en el aumento de su capacidad de producción.

Sin embargo, con el correr de los meses fue quedando claro que el aumento de la capacidad en sectores como el transporte fluvial o la producción de microchips es un proceso que puede llevar varios meses o incluso años.

Como ejemplo cabe mencionar la elaboración de microchips. Su fabricación requiere de inversiones de miles de millones de dólares en plantas industriales capaces de lle-

Una inversión intensiva en capital que conlleva un proceso de perfeccionamiento muy complejo, en un sector que cambia al ritmo vertiginoso de los avances tecnológicos conllevó a que sean contadas las empresas que a nivel global que se especializan en su producción, principalmente localizadas en Taiwan, Corea del Sur y China.

(https://www.bloombergquint.com/technology/the-world-is-short-of-computerchips-here-s-why-quicktake?s=09)

Al error en suponer que las inversiones destinadas a aumentar la capacidad productiva tomarían poco tiempo se sumaron las nuevas variantes del Covid-19 que fueron apareciendo con mayor o menor capacidad de eludir la protección generada por las vacunas, entre las más importantes la variante Delta, que llevaron a nuevos cierres de la actividad económica que terminaron posponiendo la normalización principalmente del transporte fluvial. Pese a que el mundo fue acostumbrándose a convivir con el virus para mediados del 2021, China que representa una piedra fundamental en la cadena de suministros global mantuvo su política de tolerancia cero frente al Covid-19, lo que la llevó a imponer cierres en zonas donde se encuentran localizados puertos cruciales para el transporte marítimo ante la aparición de contados casos de infecciones.

( https://www.investing.com/news/economic-indicators/major-container-ports-in-eastern-china-see-worsening-congestion-after-covid-cases-2587818)

La suba acelerada del petroleo junto con una generalización de la inflación llevó a la Fed finalmente a acelerar la reducción de sus políticas acomodaticias. Es así como pasó de proyectar 1 suba de tipos de interés para el 2022 en su reunión de Septiembre, a proyectar 3 subas para el 2022 en su reunión de Diciembre del 2021. También se inició la reducción de las compras de activos por parte de la Fed en Noviembre de ese año.

A estas alturas (mediados del 2021) empezaron a manifestarse las primeras señales de presiones estanflacionarias, ya que los precios de insumos de producción tomaban más tiempo de lo previsto en moderarse, empezando a afectar la confianza de los consumidores y reduciendo los márgenes de las compañías.

Por otro lado, la falta de una acción mas decidida de parte de los bancos centrales para contener la suba de precios empezó a extender los cuellos de botellas de los commodities industriales hacia los hidrocarburos, debido a que commodities como el aluminio, acero o cobre son electrointensivos en su elaboración, demandando energía eléctrica que se produce principalmente a partir de hidrocarburos como el gas natural.

(https://www.investing.com/news/commodities-news/fossil-fuel-demand-shakes-off-pandemic-in-blow-to-climate-fight-2633713)

Lo anterior junto con la lenta reacción de los productores de shale oil a los precios mas elevados del crudo (debido a las millonarias perdidas sufridas durante inicios de la pandemia), y a un abordaje muy moderado o conservador de la OPEP+ al normalizar su producción que había sido recortada en 2020, dieron un renovado impulso al crudo a finales de Septiembre ejerciendo mayores presiones sobre los precios.

Hasta ese momento la inflación era impulsada por items puntuales relacionados al efecto de la reapertura económica, como la escasez de chips que afectaban a la producción de automóviles nuevos aumentado a su vez los precios de autos usados, o la suba de tickets de pasajes de avión o entradas a eventos deportivos. Sin embargo la lectura de inflación de Octubre en EEUU reflejó una generalización de los items que contribuyeron a la inflación, incluyendo items como los alquileres.

La suba acelerada del petroleo junto con una generalización de la inflación llevó a la Fed finalmente a acelerar la reducción de sus políticas acomodaticias. Es así como pasó de proyectar 1 suba de tipos de interés para el 2022 en su reunión de Septiembre, a proyectar 3 subas para el 2022 en su reunión de Diciembre del 2021. También se inició la reducción de las compras de activos por parte de la Fed en Noviembre de ese año.

(https://www.federalreserve.gov/monetarypolicy/files/ fomcprojtabl20210922.pdf

https://www.federalreserve.gov/monetarypolicy/files/ fomcprojtabl20211215.pdf )

Sin embargo la inflación se extendió a los salarios, con los “average hourly earnings” alcanzando una suba interanual del 5.4% en Enero del 2022.

Lo que despertó un debate a inicios de este año entre analistas acerca de si los bancos centrales habían tardado demasiado tiempo en reaccionar ante la inflación, a tal punto que un “aterrizaje suave” ya no sería posible.

Un aterrizaje suave se dice cuando un Banco Central puede retirar gradualmente su política acomodaticia hasta el punto en que esta deje de tener un efecto expansivo y pase a tener un efecto neutro sobre la economía (no sea expansiva ni contractiva).

Fuente: https://fred.stlouisfed.org/series/CES0500000003#0

“contractiva” al punto de generar un aumento del desempleo, como única respuesta posible al control de la inflación.

El resto es bien sabido, en Febrero y Marzo se inició la guerra entre Ucrania y Rusia que elevó aún más los precios de commodities muy sensibles para la inflación como el gas natural, el crudo, granos como el trigo y el maíz, aceite de girasol, fertilizantes y también aluminio.

Esto llevó a la Fed a subir en 25 bps sus tipos de interés en su reunión de marzo de este año, la primera suba desde el inicio de la pandemia. En esa misma reunión la Fed elevó su proyección a 6 subas mas de tipos de interés en lo que resta del 2022.

El debate sigue abierto sobre si será necesario aplicar una política monetaria suficientemente restrictiva que genere caídas sustanciales en los índices accionarios de las bolsas de valores, o si será posible un “aterrizaje suave” de la economía.

El debate sigue en la cancha de la guerra entre Ucrania y Rusia por su incidencia en los precios de commodities sensibles para la inflación, en los nuevos cierres en zonas de puertos de China por nuevos brotes de Covid-19, y en la velocidad con que las personas vuelven a la fuerza laboral (personas empleadas o en búsqueda de empleos), de manera que el aumento de la oferta laboral pueda moderar las subas de salarios.

(https://www.wsj.com/articles/several-million-u-s-workers-seen-staying-out-of-labor-force-indefinitely-11650101400

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