PROYECTO “a ESCRIBIR SE DIJO”
MEMORIAS DE LOS ABUELOS
INSTITUTO DISTRITAL CASTILLA ÁREA DE IDIOMAS JORNADA DE LA MAÑANA AÑO 2001
Historias recopiladas por Martha LucĂa Castro de Rico
PROYECTO “A ESCRIBIR SE DIJO”
En julio de 2001 se empezó a implementar el proyecto “A escribir se dijo”
con la actividad
“Cuéntame Abuelo” en la que participó un gran número de estudiantes y algunos profesores.
El MEN propuso celebrar el día del la tercera edad en agosto, con la actividad “Cuéntame Abuelo”, donde los estudiantes preguntan a sus abuelos sobre sucesos, anécdotas y costumbres de su época de juventud y escriben sobre ello. Se ha aprovechó esa coyuntura para implementar el proyecto “A escribir se dijo” que se ha desarrollado en unos cursos, a través de un cuaderno viajero, y en otros, por medio de escritos en hojas tamaño carta que fueron empastadas para formar un libro que se llamó “Memorias de Los Abuelos del Instituto Distrital Castilla.
En los relatos de los abuelos se corrigieron los errores de ortografía aunque la redacción se conservó intacta para degustar el estilo del texto escrito.
Para participar en el proyecto, a los abuelos se les envió la circular que se transcribe a continuación.
CUÉNTAME ABUELO
Apreciado Abuelo, las profesoras del Área de Idiomas, estamos interesadas en conocer muchas cosas que usted puede contarnos con relación a le época en que tenía la edad que hoy tienen sus nietos.
Nos agradaría que compartiera con nosotros esas experiencias. Para ello le solicitamos comedidamente hacer lo siguiente:
- Recordar una historia, leyenda, hecho, anécdota o experiencia de sus tiempos de juventud, que considere que valga la pena compartir con nosotros. - Enviar al colegio, el relato por escrito, en hoja blanca tamaño carta.
Atentamente Área de Idiomas Jornada de la Mañana Instituto Distrital Castilla Año 2001
CUÉNTAME ABUELA ANA BELÉN
Mi nombre es Ana Belén Santamaría, nací el 25 de mayo de 1928 en Jesús María en Santander de Sur. Cuando yo tenía 11 años hice mi primera comunión, era juiciosa, me gustaba mucho cocinar, tenía muchas amigas y compartíamos ratos con mis padres, por las noches contábamos muchos cuentos como este:
Por toda la cuesta arriba La cuesta de mararay Me encontré con mi chatica Y eso si dele por ahí... Adiós porque ya me voy, La vuelta la pongo en duda, Porque la subida es larga, Y mucha piedra menuda.
En mi pueblo Jesús María, hacían fiestas muy bonitas; celebraban muy bonito el día de San Pedro y cantábamos guabina santandereana y en el jueves de Hábeas Cristi, hacían altares muy bonitos en la plaza, adornados por frutas y animales de todas las clases como perezosos y erizos. También se celebraba la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús que es el patrón del pueblo.
Hacían trapiches donde molían y cocinaban la caña de azúcar para hacer miel de caña y panela, y se cantaba esta canción:
Que bonita mañana está haciendo para salirnos por ahí a pasear, y llegar a donde andan moliendo La caña de azúcar del cañaveral, la panela en su punto ya está, que la prueben tus labios mi reina, que saben a caña de azúcar del cañaveral.
También se cantaba una canción que es muy importante todavía y dice:
Campesina santandereana, eres mi flor de romero, por tu amor yo vivo loco, si no me besas me muero.
Me muero porque tus labios tienen miel de mis cañares, que saben a lo que huelen, las rosas de mis rosales...
CARLOS ANDRÉS SANTAMARÍA JORNADA MAÑANA CURSO 602 AÑO 2001
ENTREVISTA A ANTONIO PIÑEROS ZAMBRANO
En mis tiempos yo era un joven muy trabajador; la televisión era en blanco y negro; yo vivía en el campo y trabajaba en la tierra cultivando papa, yuca zanahoria y otros productos.
En mis tiempos todo el mundo era cultivador, para no morirse de hambre. Después vine a trabajar a Bogotá, conseguí trabajo en el acueducto; tiempo después ahorré una plata y compré un lote.
Después conocí a una mujer llamada María del Carmen, nos casamos y tuvimos siete hijos llamados Emma, Olga, María Antonia, Rosa, Marina, Efraín y Héctor.
JAVIER DAVID RAMÍREZ JORNADA MAÑANA CURSO 603 AÑO 2001
HISTORIA DE JUAN DE DIOS SÁNCHEZ
Soy hijo de padres separados y criado por mis abuelos maternos; a los ocho años fui a Facatativa a estudiar pero no obstante que en ese tiempo se estudiaba en la mañana y en la tarde, me tocaba ver por dos hermanos menores y prácticamente por mi casa.
Hubiera querido estudiar una carrera, ojalá medicina, pero debido a que mi madre me imponía hacer todas las cosas que se refieren al hogar, me quedaba demasiado pesado hacer todo al mismo tiempo, por lo que decidí salir al trabajo y viajé por muchos departamentos del país.
A los 15 años, en 1953, viajé a Armero (Tolima) y en ese viaje las personas mayores se peleaban por la política; había pueblos que eran totalmente liberales o conservadores; yo trabajaba en sociedad
con un señor del partido contrario al que yo pertenecía; cuando íbamos a un pueblo donde dominaba un partido, yo presentaba al socio como copartidario, y así anduve por muchas partes durante tres años. Esa táctica me la enseñó mi abuelo paterno; él nos decía que tuviéramos nuestros ideales pero que no nos involucráramos en temas políticos, tanto que él se casó con una hija de una persona del partido contrario.
Conocí a mi esposa en el año de 1965, yo tenía 27 años y ella 18, un año después tuvimos nuestro primer hijo y lo llamamos Mauricio; tuvimos 6 hijos de los cuales 2 no existen ahora y los que quedan los amo mucho.
ROGER ANGELO GUTIÉRREZ JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 603 AÑO 2001
HISTORIA DE JULIO TORRES I
Cuando yo era niño mis padres me mandaban muy seguido a estudiar; día tras día me pasaba un buen rato en el colegio, escuchando los aburridos dilemas de la profesora de matemáticas pero al fin fui creciendo y poco a poco fui madurando hasta que tuve mi primera novia y mi primera decepción.
Una de mis primeras metas fue conseguir empleo y en muy poco tiempo yo ya no era el que trabajaba sino que otros trabajaban para mi.
II Yo ya era todo un adulto, ya tenía mi esposa y dos hijos, compramos una casa y un automóvil, mis dos hijos fueron creciendo con el paso de los años y al igual, yo también.
Mis hijos estudiaron y llegaron a ser unos jóvenes hechos y derechos y habían conseguido novia. Por el lado mío, ya tenía mis primeras canas y tenía que aceptar que ya estaba envejeciendo. Yo ya tenía 50 años y mis hijos con sus esposas y sus hijos. III
Yo ya era abuelo y mis hijos ya eran adultos con sus propias empresas; mis nietos ya tenían nueve años y ya estudiaban con mucho entusiasmo; yo empecé a sufrir mis primeras enfermedades. Ya no era el mismo de antes, sufría de tuberculosis.
CLAUDIA GINNEHT VILLALOBOS JORNADA MAÑANA CURSO 601 AÑO 2001
LA CANDILEJA
Mi abuelita Cecilia me contó la siguiente leyenda:
En Tolima cuentan que hace muchos años vivía una anciana con sus dos nietos, quienes eran muy traviesos. Cuando murió la anciana, San Pedro la sentenció por ser tan alcahueta y la condenó a vagar por el mundo con tres llamaradas de candela, que la presentan junto con sus nietos.
Los opitas dicen que la candileja aparece en la madrugada cuando todo está en silencio y el gallo no ha empezado a cantar. Algunos la han visto como una bola de fuego que pe-
ga contra los borde de los potreros; vuela caprichosamente, atraviesa puertas y muros y entra en las casas. A veces aparece en la copa de los árboles, en las orillas de las lagunas y persigue a los enamorados que andan en malos pasos, a los esposos infieles y a los borrachos.
LAURA MARCELA PULIDO JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 601 AÑO 2001
ANÉCDOTA DE MI ABUELITA ISABEL MORENO DE MORENO
Esta historia ocurrió en el año de 1961 cuando mi abuelita tenía 12 años.
Un día la mamá de mi abuelita la mandó al pueblo a hacer una diligencia en la que se demoraba por lo menos cuatro horas por carretera; mi abuelita salió a las seis de la mañana y, cuando ya le faltaban dos horas y media para llegar al pueblo, en ese momento, los guerrilleros pararon el bus, hicieron bajar a todos los pasajeros y los mataron; la única que se salvó fue ella porque se metió debajo de dos muertos y estuvo una hora
allí, respirando de vez en cuando para no asfixiarse; cuando los guerrilleros se fueron, fue saliendo poco a poco y cogió por montes, caminos y potreros; duró caminando como cuatro horas para llegar al pueblo pero cuando llegó, la gente estaba alborotada y llorando por todas las personas que habían matado.
DIANA MILENA JIMÉNEZ MORENO JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
APARTES DE MI VIDA Por SEBASTIANA ZIPAGAUTA DE CAMARGO
DIEZ AÑOS
En mi casa yo era la mayor y yo lavaba, planchaba y me tocaba cuidar a mis hermanos; en ese tiempo se lavaba en quebradas y se planchaba con plancha de carbón; mi mamá me quería mucho porque era la mayor y era la que respondía por todos. Los miércoles mi mamá se iba a vender fruta y cuando ella llegaba tenía que tenerle leña y maíz pelado para hacer mute y poder hacer envueltos y con eso atendía a los obreros amigos de mi papá.
ONCE AÑOS
Para semana santa matábamos un becerro y se tomaba chicha o guarapo, pero para nosotros en esa semana santa, era mala educación no lavar ropa y no planchar; eran los días más duros desde el domingo de ramos hasta la resurrección. DOCE AÑOS
Tenía que colaborar aún más con mis hermanos porque mi mamá ya había encontrado trabajo, entonces me tocó dejar de estudiar por cuidar a mis hermanos, y yo no hice sino los tres primeros años.
CATORCE AÑOS Me vine a estudiar a Bogotá y me hicieron un curso de modistería y no aprobé; entonces me fui a trabajar a un hato y yo trabajaba era ordeñando
las vacas y cuidando ganado pero en la noche lavaba y planchaba ropa.
QUINCE AÑOS
Después trabajé con ingenieros y esos ingenieros me ayudaron y me metieron a un curso de enfermería; cuando cumplí 15 años no me hicieron fiesta porque hice algo que no debía hacer y hasta los 24 años que me casé no tuve más fiestas sino a los 40, 50 y 60. Mi esposo falleció cuando yo tenía 49 años.
JONATHAN MARTÍNEZ CAMARGO JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
COSAS DE LA ÉPOCA DE MIS ABUELITAS
En esa época a mis abuelitas les gustaba mucho bailar tango después de comer y se reunían en la casa porque si salían a la calle los papás les pegaban.
El 20 de julio se celebraba con muchas coplas, cantaban el Himno Nacional con todas sus estrofas, echaban pólvora y se reunía todo el pueblo.
En ese tiempo se bailaba cumbia y tango a luz de vela, se tocaba guitarra y maracas que las hacían echando maíz en un tarro, de esa manera se divertían ya que no había luz.
En aquella época se estudiaba todo el día y sólo hasta tercero de primaria; el bachillerato era como la universidad y sólo podían hacerlo los ricos.
Las abuelas tenían que ayudar en las labores de la casa, cargar leña y sembrar.
Los juegos de esos tiempos eran la golosa, los soldados libertadores y además apostaban carreras en los marranos, jugaban al gorrión, a brincar muros y paredes, al repollito, a que los perros los salvaran en la laguna.
Para apostar carreras en los marranos, se subían en ellos, los cogían de las orejas y los marranitos al sentir el peso salían corriendo.
Para jugar al gorrión se le daban nombres a las personas
y los demás tenían que adivinarlos.
Para jugar muros y paredes empezaban a saltar muros o paredes muy altas y ganaba el que primero llegara al otro lado. Para jugar a los perros
los sacan del agua se utilizaba una laguna muy grande que había y tenían cinco perritos salvavidas que se metían a lo más profundo de allí sacaban arrastrando a las personas que se tiraban al agua.
Mis abuelitas dicen que quisieran que ese tiempo nunca se hubiera acabado pues fue una época muy sana.
JEIMMY YINETH GONZÁLEZ RODRÍGUEZ JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
CUENTA MI ABUELO
“Hace más de cincuenta años teníamos un país supremamente organizado, lleno de paz y tranquilidad; Había demasiado trabajo y no había tanta contaminación. En los hogares se respetaba a los padres, a los abuelitos y a las personas mayores; las mujeres eran señoras de su hogar, respetaban a sus esposos y enseñaban a sus hijas los quehaceres de la casa y a bordar. Los hombres salían a trabajar con sus padres en las labores del campo y nunca chistaban lo que sus padres les mandaban.
Hoy en día es todo lo contrario, en los hogares no se sabe quien manda, el país es todo un caos, y ya no nos vemos de la contaminación.
Me tocó la violencia pero muy poco pues era fuera de las casas. Ahora es dentro de ellas.”
LILIANA ORTIZ GARCIA JORNADA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
EL PASADO EN VIDA DE MI ABUELO
En mi vida pasada hice muchas cosas lindas y feas; fui un hombre muy elegante pero mujeriego y tomador; fui trabajador, responsable y ante todo muy honesto.
En una ocasión, de tanto que tomé, tuve el peor susto de mi vida; cuando me vine del pueblo, borracho en mi caballo, siendo ya de noche,
vi una luz y le grité: ¡espéreme!,
pues pensé que era otra persona; pero más adelante me di cuenta que era un espanto, porque mi caballo empezó a asustarse y a levantarse, entonces me eché la bendición y seguí mi camino; al pasar por un monte, mi caballo comenzó a detenerse y me asusté
mucho más; luego sentí un peso en mis piernas, lo toqué y era como la piel de un conejo, suave, caliente, y peluda; entonces empecé a rezar y pude seguir hasta llegar a mi casa.
Aquel susto me sirvió para que nunca volviera a hacer eso y así cambiara mi vida por completo.
DIEGO ARMANDO SÁNCHEZ ANDRADE JORNADA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
ENTREVISTA A JOSÉ ALEJANDRO
- Nombre: - José Alejandro Téllez Torres. - Una leyenda: - La Gaitana. - Un hecho resaltado: - La muerte del Dr. Kennedy fue desastrosa. - Qué puede compartir con nosotros que valga la pena? - En mis tiempos no se veía la pobreza ni el egoísmo, ni mucho menos la tacañez. - Qué música se escuchaba en sus tiempos? - Se escuchaba el jazz, música clásica y las aventuras de Kalimán. - Su vida:
- Nací en Dorada (Caldas) en el año de 1930, estudié hasta tercero de primaria, mis hermanos Agustín y Lucía estudiaron hasta primero de primaria; Mi padre José Eduardo murió cuando yo tenía tan sólo 9 añitos y yo era el mayor de mis hermanos. A los 18 años comencé a trabajar en la caldera de don Oscar Martínez; me vine para Bogotá porque la caldera se trasladó; a los 30 años me enteré que mi madre había muerto y decidí casarme con Luz Esperanza y tuvimos una linda hija llamada Diana Carolina.
Al cumplir 50años me echaron de la caldera por la pérdida gradual de la vista. Al poco tiempo me enteré de que el testamento
de mi madre había sido heredarme todo a mi; vendí todo y compré cuatro apartamentos en Bogotá y actualmente vivo de estos. Mi hija estudió medicina y está en este momento en una especialización en Alemania. - Muchas gracias por concederme esta entrevista. - Gracias a usted y gracias por preocuparse por la tercera edad.
MANUEL ANTONIO LÓPEZ VARGAS JORNADA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
ESTA ES LA HISTORIA DE MI ABUELA
Mi abuela nació hace 70 años en un pueblo llamado La palma (Cundinamarca). Su infancia fue un poco triste pues en esa época no existían tantos juegos y ella tenía obligaciones como ayudarle a mi bisabuela en los quehaceres de la casa.
En tiempo de violencia ella tenía que esconderse junto con sus hermanos porque podían matarlos.
A los 15 años se vino para Bogotá a trabajar, dejando recuerdos en aquel bello pueblo donde había nacido y a pesar de todo había pasado años felices.
Trabajó en una casa de familia, pues sólo tuvo oportunidad de estudiar hasta cuarto de primaria, quizá por falta de recursos o por falta de apoyo de la familia.
A los 17 años conoció a mi abuelo, se casaron, pero la felicidad de este matrimonio les duró muy poco, se separaron y ella ingresó a trabajar en el hospital de la Hortúa; allí trabajó unos años y luego regresó a su pueblo natal donde empezó a trabajar de aseadora en el Banco Cafetero; por cosas del destino cambiaron de gerente y la echaron dejándola sin liquidación y sin nada, pero como todos en el pueblo la querían, la ayudaron; Desde aquel momento empezó a lavar ropas para sacar adelante a sus hijos, pero enfermó y ya no puede hacer casi nada. Ahora vive en La Palma con un tío mío y con una nieta que es la que vela por ella .
RUBÉN ARMANDO BOLAÑOS JORNADA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
HISTORIA DE ISAÍAS FONSECA
Cuando yo era joven fui a la escuela y cuando salí de bachillerato empecé a trabajar. Cuando salió la universidad empecé a estudiar en ella. En esa época la mayoría de la gente no tenía televisor; nuestro entretenimiento era jugar golosa en el patio de la casa, bailar y jugar a la rueda, rueda.
Una anécdota curiosa, fue que día que estaba jugando golosa alegremente, sentí un mareo, me desmayé y como duré mucho tiempo para volver en mí, la familia pensó que yo había muerto, al reaccionar vi que
me estaban velando, mi madre estaba llorando encima de mi y los demás a mi alrededor
Un día desde por la mañana, empecé a discutir con mi madre y cuando ya por la noche veníamos del pueblo mis hermanas y yo, y estábamos llegando a la casa, vimos una luz blanca que se nos iba acercando a mi y a mis otras dos hermanas, entonces cuando se acercó vimos que era un caballo negro con los ojos rojos, nos dimos cuenta que era satanás y salimos corriendo.
TALLER PARA ABUELOS Por JULIETA FRANCO
Una de las historias que me ocurrió fue que yo y una amiga, nos fuimos a dar una vuelta por la peña y vimos un árbol de gaque que tenía unas hojas muy bonitas; entonces decidí ir con mi amiga a arrancar algunas hojas del árbol.
El árbol de gaque estaba en el pico de una peña, pero no nos importó y subimos; pero resulta que el palo se desgajó y por obra de Dios había una mata de Santalucía que era bejucuda; entonces yo y mi amiga,
nos fuimos teniendo de la mata de Santalucía, de bejuco en bejuco, hasta que llegamos debajo de la peña. Mi hermano se dio cuenta y le contó a mi mamá y mi mamá me dijo que no lo volviera a hacer porque de pronto me caía.
JULIETH MARCELA FRANCO JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
HISTORIA DE MARCO FIDEL ESPITIA
Nació en Guepsa (Santander) en 1929 y murió en 1989. estudió hasta tercero de primaria y luego por la situación económica debió irse a buscar trabajo. A la edad militar tuvo que ir a prestar el servicio y cuando salió del ejército, trabajó en la Compañía Nacional de Chocolates en Bogotá y después se fue a trabajar en el Banco de la República.
Tuvo nueve hijos, la mayor es mi mamá. Se pensionó a la edad de 55 años y tuvo mucho gusto por el dibujo y el campo.
HUGO ALEXANDER RAMÍREZ ESPITIA JORNADA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
HISTORIA DE MI ABUELA
Siendo una chiquilla vivía con mis padres en el campo, y sufría mucho al lado de ellos. Conocí a un muchacho muy elegante pero mis padres no me dejaron casar con él porque era un chico muy joven y pobre. Me consiguieron un hombre mayor de edad al que yo no quería ni conocía. Para mis padres era el hombre que me convenía y en pocas palabras, me casé con él. Ese hombre me daba muy mala vida, me hacía sufrir mucho, y me golpeaba; de esa unión quedaron dos bebés. Para evitar sufrimientos angustias y mala vida a los bebés, decidí separarme.
Pasó el tiempo y volví a encontrarme con mi antiguo amor, volvimos a entablar una nueva relación, surgiendo una nueva unión con la que mis padres no estuvieron de acuerdo, ni tampoco mi familia, por lo tanto decidí vivir sola con mis bebés, luchando en la vida para sacarlos adelante, con mi esfuerzo, mi lucha y mi amor.
EDISSON ARIAS JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
HISTORIA DE MI ABUELITO
Primero que todo para mi es un honor contar las historias de mi abuelo; es como escribir mi primer libro y volver a sentir esa alegría que estaba sintiendo al compartir esas experiencias tan lindas para él, para mi y para mi vida. Él dice que es muy lindo que yo, su nieta mayor esté interesada en su vida pasada, en su vida que fue linda y así le hayan pasado cosas malas, le sirvieron para culminar cosas productivas y bonitas para el beneficio de su vida más adelante. La historia de mi abuelito José empieza el 25 de diciembre de 1946 en Soracá (Boyacá); él era el mayor de 12 hijos, de los que quedan cuatro pues el resto ha fallecido por accidentes o enfermedades. Bueno, sigamos: él, como todos los
días, tenia que madrugar a las 5:30 a llevar y a pastorear a las ovejas a la quebrada. Para él era un honor y un gran orgullo ayudar a sus padres ya que dice que de esa forma algún día les pudo pagar todo lo que hicieron por él y todo lo que le ayudaron para salir adelante, y siempre que él me habla de sus padres lo hace con alegría y orgullo y dice que le hubiera gustado que ellos hubieran visto lo que es, lo que tiene, lo lejos que llegó con el esfuerzo y el sudor de su frente, porque así no tenga mucho eso se lo agradece y agradecerá a sus padres.
Una vez llegó a la quebrada exactamente a las 6:00 a. m., las ovejas estaban bebiendo agua y él estaba sentado en una piedra que la llamaban la negra ya que era muy bonita y tenía un color negro azabache; estaba haciendo figuras en el suelo con un palito que llevaba hacía mucho
tiempo y sintió unos ruidos detrás de unas matas de maíz; se asustó mucho pues en ese tiempo existía la creencia de que un supuesto diablo estaba asustando a aquellas personas que jugaran con su nombre; al recordar esto se echó la bendición, se dirigió al lugar de los ruidos, miro cautelosamente y vio en una cesta a un niño asustado y abandonado a suerte de la vida; el no sabía si creer o no en lo que estaba viendo pero recuerda que los ojos del niño le dieron seguridad, entonces lo alzo, lo consintió y esperó que fueran las 12 del día para regresar a casa y mostrarlo a sus padres; por el camino se encontró con su padre quien le preguntó que era lo que llevaba en la cesta, él le contó todo lo ocurrido, entonces el padre miró al niño y se le llorosearon los ojos y dijo:”pobre criatura y pobre el que la dejó porque eso debe ser muy duro dejar a un hijo que se deseó con gran amor.
Al llegar a la casa la mamá le esperaba un gran cocido boyacense y él le mostró a Luis, que era así como había llamado a su hermano adoptivo porque aunque no lo hubiera tenido su mamá, él ya lo consideraba como tal. Ella preguntó de dónde había sacado al niño y el le contó toda la historia. La mamá lo aceptó por un tiempo pero ya después se lo entregó a la tía Bernarda, porque ella si lo podía tener y criar pues la mamá de mi abuelo ya estaba criando al resto de sus hermanos; lo sucedido le dolió mucho pero él sabía que con la tía no le iba a faltar nada a Luis; con mi abuelo había estado hasta que cumplió dos años; ahora ya tiene 45 y le agradece a mi abuelo y le dice que su vida y su historia no fue normal. Mi abuelo siguió su vida, prestó el servicio militar, no por obligación, sino por servir a la patria, por-
que en esa época, prestar el servicio militar era un orgullo y un honor y no se obligaba a los ‘pelados’ a prestarlo, eso era voluntario y los muchachos antes se peleaban porque les dieran un puesto allí. Salió favorecido y lo mandaron en 1960 a Medellín (Antioquia). En el batallón conoció a dos grandes compañeros que se llaman Carlos y Chepe; ellos ya llevaban tiempos allá y le enseñaron lo que era la vida real en ese lugar. Allá duró más de 15 años y su retiro fue voluntario, recibió grandes reconocimientos y honores y regresó a Bogotá el 12 de enero y trabajó en Postobón y en RCN. “Aquí en Bogotá conocí a la mujer más bonita y delicada que yo haya visto, la mamá de mis hijas; con ella me casé el 10 de octubre de 1959 en la Iglesia San Gregorio de Bogotá; con ella tuve cuatro hijas, una de ellas fallecida por una enfermedad, de las tres que quedaron, una está fuera
del país y las otras dos trabajando conmigo en mi empresa. Doy gracias a Dios porque me favoreció con cuatro nietas; así que como se pueden dar cuenta estoy rodeado de sólo mujeres a las que quiero muchoooooo y todo lo que hago es por ellas y por su bien. Y así termina mi historia, pero una cosa les aconsejo a los que la lean: valoren la vida, vívanla y disfrútenla así como li hice yo.”
LAS FOTOS DE MI ABUELITO
MI ABUELITO RECIBIENDO HONORES EN EL EJÉRCITO.
EL MATRIMONIO DE MIS ABUELITOS.
LUIS Y LOS PADRES DE MIS
MI ABUELITO EN EL EJÉRCITO.
ABUELITOS
MARÍA DE LOS ÁNGELES GONZÁLEZ JORNADA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
“HISTORIA DE MI ABUELO” HERNÁN GARCÍA ONTIBON
Mi abuelo tiene muchas historias para contar y cuando le pedí que me narrara un poco de su vida en especial de su niñez él se sentó y comenzó a recordar así: “Cuando tenía más o menos ocho años fui abandonado por mis padres por causa de su separación. En ese momento empecé a trabajar para mantenerme y continuar estudiando. En mi pueblo Fusagasuga, comencé trabajando como mensajero en una empresa llamada Flota Granada que actualmente es Expreso Bolivariano; ganaba $15.00. Recuerdo que también llevaba el periódico a un Centro de Concentración de Alemanes que había en Fusa, allí había varias familias alemanas y yo jugaba con los niños alema-
nes, aprendiendo varias palabras en su idioma. Luego fui ayudante de bus, allí me enseñaron a manejar a los 11 años, seguí trabajando en ello hasta los 19 años, edad en que fui reclutado por el Ejército Nacional, recibiendo el primer grado “cabo 2°” .
Estando al servicio del Ejército viajé a la República de Panamá, regresando a Colombia después de seis meses; a los pocos meses fui trasladado al batallón de infantería Colombia y debimos viajar a la República de Corea del Sur en el año de 1952, habiendo permanecido en Corea del Sur durante la guerra; fui invitado a Tokio en dos navidades como “Premio al sacrificio”. Terminada la guerra regresé a Colombia con varias condecoraciones y continué en el Ejército hasta obtener el grado de Sargento Viceprimero, con retiro voluntario y conducta excelente.
De Corea tengo una experiencia muy especial; conocí a un niño de 12 años llamado Seo Young Ing “Pepe”, a quien regalaba chocolates americanos y dinero, para ayudar a su mamá y a sus hermanos. Durante 40 años no supe nada de este niño; en 1999 recibí una llamada de la Embajada de Corea informándome que “Pepe” había venido a buscarme, estaba para decirme “gracias”.
Después de escuchar a mi abuelo quisiera poder conocer muchas otras cosas de su vida y poder seguir algunos de sus valiosos ejemplos.
ALVARO AUGUSTO HUERTAS GARCÍA JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
HISTORIA DE ROBERTO
Yo nací en el año de 1948, crecí y a los 13 años estudiaba en el colegio “EL ALISAL”; cursaba 1° de primaria y me enseñaban muchas cosas de las que ahora no me acuerdo.
Yo me acuerdo que a mis padres les gustaba ir a las fiestas de peregrinación y ellos nunca llegaron a tener disgustos con nadie, ni entre ellos mismos en la casa, ni en las fiestas; ellos eran siempre felices.
También me acuerdo que la última vez que fuimos nos cantaron unas coplas, y dicen así:
Las niñas como las flores tienen delicado aroma
pero en el fondo del alma ingratitud de paloma.
Decís que tu amor es firme como la paloma en el viento como si tu amor es firme la palma la bate el viento.
Pues eso es lo único que me acuerdo, el resto se me olvidó...
CARLOS ANDRÉS BARRETO FORERO JORNADA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
LA ABUELA CARIÑOSA
Mi abuelita se llama Rosa.
Ella contaba que en ese tiempo se transportaban en tranvía que era como un tren; también me dijo que cuando a ellos no les daban plata para ir a la escuela, les tocaba irse a pie aunque estuviera lloviendo.
El día que no les tocaba ir a estudiar los levantaban temprano para que hicieran sus oficios; después tenían que ir a ayudar a amarrar trigo en la segadora y como en ese tiempo no había cabuya, les tocaba amarrar el trigo con unas matas que se llaman uche; esa mata la secaban y la escurrían con la mano y quedaba co-
mo si fuera cabuya; también tenían que picar la tierra.
Mi abuelita estudió seis años; ella se retiró porque murió el papá y la mamá no podía pagarles el estudio a ella y a los hermanos. Desde ese entonces les tocó ponerse a trabajar más fuerte.
JEIMMY PAOLA CASTAÑEDA RICO JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
LA HISTORIA QUE ME CONTO MI ABUELA
Mi abuela me contó la historia que le contaron sus padres cuando era pequeña, para asustarla cuando se portaba mal. Y me la contó así: “Cuando yo era pequeña mis padres me asustaban con un cuento que me daba mucho miedo y que empieza así: Había una vez un hombre que era un limosnero e iba de casa en casa. Un día golpeó en una casa y abrieron dos jóvenes muy bonitas, y el les dijo que si le regalaban comida; ellas así lo hicieron, cuando de repente cayó un rayo; él les preguntó que si se podía quedar sólo por una noche en aquel lugar; ellas le dijeron que le iban a preguntar a la abuela y ella dijo que se podía quedar en el pajar pero solamente esa noche. Cuando él estaba durmiendo empezó a escuchar risas y gritos; miró por un hueco del pajar y vio a las tres mujeres corriendo, dando vueltas y diciendo: ni a Dios ni al diablo; de repente salieron volando por los aires; el hombre tenía mu-
cha hambre y bajó a mirar que había en la cocina; allí encontró sopa sin sal; sirvió para él en un plato y le echó sal, el resto del paquete se lo echó a la olla de la sopa. Cuando las brujas volvieron le sirvieron la sopa a la abuela y ella se la tomó toda pues no le captó el sabor; luego se tiró al piso gritando; sus nietas preocupadas le llevaron un niño sin bautizar para partirlo en dos y darle la sangre a la abuela; el hombre viendo que iban a matar al niño le tiró un crucifijo encima y las dos brujas cayeron al piso quemándose. El hombre se llevó al niño y pedía limosna con él, un día llegó a una casa donde la familia había perdido un bebé y allí le dijeron que se podía quedar; el niño quedó como hijo de esa familia y el señor como abuelo. NORBERTO SANTANA JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
LA PRIMERA AVENTURA DE MI ABUELO JAVIER SUÁREZ
Iba por un camino cuando me pararon para una requisa; yo llevaba una maleta de cuero en la que tenía unos libros y unos pañuelos de colores rojos, amarillos y azules. El general me revisó la maleta y al encontrarlos me preguntó: ¿Eres liberal o conservador? Yo le respondí “liberal”; el general me dijo que pasara a la izquierda ; después de un rato nos dijo: los de la izquierda vayan a desayunar y los demás, arrodíllense con las manos en alto; el general sacó unos binoculares y vio a un señor en un burro, mandó a dos soldados a que lo trajeran; el señor del burro se percató de que se iban a encontrar en el camino para llevárselo, entonces el señor hizo correr al burro para cogerles
ventaja, en la intersección
cruzó el primero de los soldados, ellos llevaban
escopetas pero el señor sacó una pistola, la cual disparó contra uno de los soldados y le dio en el corazón, entonces el otro soldado se agachó pero el señor disparó nuevamente, le dio en una mano y le traspasó el estómago.
Mientras el resto de soldados fue a ver que pasó, yo aproveché y me fui de ese lugar; duré como dos semanas caminando, hasta salir de la región y del peligro para volver con mi esposa.
DIEGO VANEGAS JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
LAS TRAVESURAS DE MIS ABUELITOS
Según cuenta mi abuelito, cuando él era niño, sufría mucho de los bronquios, por lo que fue enviado a Manta,
un pueblo de clima cálido,
donde vivían sus abuelitos; en esa época estaba de moda jugar con tarros de avena, ya que en ese tiempo no había tarro de cerveza ni de gaseosa. Una noche, salió a jugar con sus amigos y les dio por cazar un perro y le amarraron tarros y otros elementos que hacían bulla, el perro comenzó a ladrar, a saltar, y salió corriendo por todo el pueblo, ellos se divirtieron de lo lindo, pero cuando mi abuelito llagó a casa ya sus abuelitos estaban enterados porque la comadre había ido a golpear y a decir que los chicos con la bulla no dejaban dormir; por supuesto le “echaron cuero” y le dijeron que eso era una crueldad con los pobres animales.
Pero mi abuelita, no se queda atrás, también ella cuenta su anécdota. Cuando era niña su mamá la enviaba junto con su hermano Néstor a comprar las habas; la libra costaba nueve centavos pero ellos le decían que costaba diez centavos para comprarse mogollas. Un día se fueron a hacer el mandado y compraron primero las mogollas, cuando llegaron a comprar las habas ya la tienda estaba cerrada, recorrieron todo el barrio, pero no consiguieron. Cuando llegaron a la casa, sólo llevaban nueve centavos y para justificarse ante su mamá, Néstor, que era tan mentiroso, le dijo que lo que había pasado era que él había tirado la moneda de diez centavos hacia arriba y cuando cayó, se la habían cambiado por una de nueve centavos. Por supuesto que ambos recibieron fuete (rejo), por la travesura.
LOS GUSTOS DE MI ABUELA FLOR “Cuando yo estaba pequeña me gustaba llegar temprano al colegio, pues allí habían muchos árboles de mango, y los que amanecían en el suelo, las monjas nos los regalaban.
También me gustaba llegar de primera al salón de clases, pues era muy feliz en el colegio. Mi profesora era la hermana María Eva, que nos quería mucho pero a la vez era muy estricta. Le doy gracias a la disciplina que nos exigía, porque eso nos sirvió mucho a las alumnas para ser unas mujeres de bien.” FELIPE GONZÁLEZ JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
MI ABUELA
Mi abuelita me contó que cuando tenía mi edad ella era muy traviesa y le gustaba hacerles maldades a las hermanas. Un día mi abuelita asustó a las hermanas diciéndoles que si salían por la noche se las llevaba el Mohán, que era un hombre solitario que andaba por las noches y al que viera se lo llevaba por una guarida subterránea y lo tenía allá hasta que se muriera, que el Mohán era un hombre muy feo, malo y sin sentimientos.
Las hermanas no pudieron dormir del susto que les dio y después le preguntaron a mis bisabuelos sobre lo que mi abuela les había dicho y ellos le respondieron que eso era mentiras .
Mi abuela me contó también otra historia, que como antes había muchos montes y potreros había un árbol en el que decían que se aparecía el diablo y muchas brujas, que ella un día vio una y se asustó mucho.
ERIKA JOHANNA CHAPARRO CORTÉS JORNADA MAÑANA CURSO 702 AÑO 2001
MI ABUELA ROSA BERMÚDEZ
LA JUVENTUD DE MI ABUELA: “A los 11 años mi mamá tenía que trabajar y me tocó salirme de la escuela para cuidar a mis hermanos. Cuando mi padre se murió, mi mamá quedó embarazada y yo me fui para donde mi abuela con mi hermano pequeño, mientras mi hermana quedó a cargo de mis otros hermanos. Después de un año regresé, seguí viendo por mis hermanos hasta que tuve la edad de 15 años. Después un tío me llevó a trabajar con él.”
COMO CONOCIÓ MI ABUELA A MI ABUELO: “Nosotros vivíamos en la
misma casa cuando teníamos seis años; cuando mi papá murió yo me fui de esa casa, después de esto no nos volvimos a ver sino cuando yo tenía 18 años y nos casamos.”
COMO JUGABAN: “Todos los domingos alquilábamos ciclas, de eso no se pasaba; sólo pude divertirme cuando estuve estudiando.”
VÍCTOR MANUEL CRUZ JORNADA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
MI ABUELO BERNARDO RINCÓN
“En tiempos pasados cuando el hombre se enamoraba de una mujer y la mujer de el hombre, él tenía Mi abuelo, hace 15 años
que pedir la mano de la novia a los
padres de ella, y si no le daban permiso no se podían casar; para tener relaciones sexuales tenían que esperar hasta que se casaran.
En esa época pagaban en centavos por trabajar y un centavo alcanzaba para una naranja y media libra de arroz; era muy complicado trabajar; A los niños que estudiaban y no hacían la tarea o se manejaban mal, los profesores les pegaban, y lo más grave era que los papás permitían que eso pasara.
En esa época las mujeres no usaban minifalda, los hombres eran muy celosos y le pegaban a las mujeres; si había una pelea entre hombres, sacaban escopetas y si la pelea era por una mujer , sólo terminaba cuando alguno de los dos quedaba muerto.”
Esta historia me pareció muy interesante porque habla de los tiempos antiguos, esto lo escribí en Pacho (Cundinamarca), más allá de Zipaquirá. Me puse muy feliz cuando hice este reportaje. Gracias, que tengan un buen día, si les parece muy interesante, vuélvanlo a leer.
EDISSON LUGO JORNADA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
MI ABUELO CUANDO TENÍA MI EDAD “Esta es mi historia: cuando yo tenía la edad que hoy en día tiene mi nieto, era un chico muy estudioso, alegre, también trabajaba demasiado arando la tierra. En esos tiempos no existía tanta violencia en el país como la que tenemos hoy en día. Al terminar la jornada de estudio, estudiaba las lecciones de la escuela para agradar a la profesora que era una mujer bastante estricta; al no aprender la lección nos castigaba horas enteras con los brazos arriba.
Al correr de los años conocí a una bella mujer que luego hice mi esposa, muy humilde y decente ella, sus padres, señores muy hospitalarios, con reglas muy bien planteadas acerca de mi relación con su hija; así surgieron cosas muy lindas en mi vida como mis seis hijos que ahora me regalan bellos nietos.
Hoy en día me encuentro feliz aunque un poco enfermo, pero eso no importa al saber que tengo a mi lado una numerosa familia que siempre procura velar por mi bienestar y el de mi esposa; a estas alturas de la vida sólo me resta decirles a mis hijos y nietos, que vivan su vida al máximo, porque vida sólo hay una y es muy bella.
Es necesario también que entiendan la importancia del respeto y la responsabilidad ante las cosas que a diario hacemos, porque de ahí depende la enseñanza que en un mañana ustedes le den a sus hijos, así como yo se las pude brindar a ustedes.
ERNEY FABIÁN ARÉVALO JORNADA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
NIETICO MÍO
Primero que todo te quiero desear un buen saludo y un abrazo.
Yo cuento muy rara vez, pues cuando cuento siento que me devuelvo a mi infancia; bueno en fin, a lo que me dijiste. Era un día muy bonito, eran más o menos las cinco de la tarde y mi papá nos mandó a mis hermanos y a mi, a traer un ganado muy grande de 50 reses; recuerdo que eso fue en Coyaima (Tolima) el 13 de agosto de 1934; En un momento que paramos para comer se nos escapó una vaca y ahí empezó el problema; nos tocó irnos a mi hermana y a mi, a tratar de cogerla casi hasta la salida del pueblo. Primero se metió a una tienda y tocó sacarla; después se metió por el parque y todos mis amigos comenzaron a molestar a la vaca con camisas rojas
y yo no podía cogerla, porque mejor dicho usted sabe como es una vaca poniéndole algo rojo; después llegó mi papá y la cogió con un lazo y nos fuimos para la casa donde contamos todo lo que nos había pasado; eso duró hasta las seis y treinta de la tarde. Bueno por el momento no tengo más que contarte un abrazo y un beso.
Tu abuelo
JOSUÉ DAVID CRUZ JORNADA MAÑANA CURSO702 AÑO 2001
RELATOS DE MI ABUELITA NELLY
Me llamo Nelly Serna, nací en 1938, el 17 de julio, en una finca llamada “La Gregorita”, mi papá era campesino, agricultor; hasta la edad de 7 años viví en la finca, Nos levantábamos temprano a ayudar a ordeñar las vacas, después a re-
coger los huevos de las gallinas e ir al monte a buscarlos. Luego teníamos que llevar las vacas ya ordeñadas al potrero, regresábamos con mis hermanas Ofelia o Ruth, desayunábamos y nos
íbamos a hacer oficio como: barrer, trapiar, lavar la loza, lavar la ropa, y atender a la madre, después mi mamá nos daba un descansito después de haber hecho el oficio de la finca, después salíamos a jugar al patio con muñecas o a las escondidas y otros juegos de niñas.
Nos fuimos a vivir al pueblo (Neira- Caldas) en una casa hecha de guadua, entré a estudiar con mis hermanas pero en esos tiempos no se hacía el pre-escolar, estudié en la escuela Abraham Montoya hasta terminar el quinto grado; estudié dos años de mi bachillerato en el colegio de Nuestra Señora del Rosario. Nosotros jugábamos en el colegio y fuera del colegio, baloncesto, boleibol y otros juegos. Íbamos a misa todos los días con mi mamá y la familia, a las 6:00. A las 8:00 a.m. entrábamos a estudiar y salíamos a las 11:00 a. m. Para regresar de almorzar a la 1:00
p. M.; en ese intermedio nos ponían a pilar maíz para hacer la mazamorra antioqueña o paisa y las arepas para el día. Después de entrar a la 1:00 p.m. salíamos a las 4:00 p.m.; en la casa hacíamos las tareas, cenábamos y merendábamos como familia tradicional; luego nos sentábamos en la sala y nos relataban, cantábamos y bailábamos, recitábamos y contábamos chistes.
CRISTIAN AUGUSTO SERNA CONTRERAS JORNADA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
CUENTA ABUELOS YO, ANA DELFINA MUÑOZ
En los años de 1940, yo Ana Delfina Muñoz, procedente de Machetá (Cund.) el día 5 de mayo, una mañana, vi a un hombre ensillando su caballo; salió de la finca vecina de mi casa rumbo al pueblo.
Al verlo salir, yo también salí de casa corriendo, de repente al pasar por mi lado, y al quedarme mirando a ese hombre fijamente, pude ver en sus ojitos llenos de tristeza, la infelicidad que no podía contener. Al quedarnos mirándonos fijamente, me sonrojé y hasta me reí, después cada uno siguió por su camino.
Después del encuentro de aquel día, sus ojos y los míos quedaron tan enamorados y flechados...
algunas veces no podíamos vernos, otras sí , pero eran tan pocas que casi ni nos dábamos besos.
Una mañana cualquiera, al levantarme bien temprano, al mirar hacia la calle, vi de nuevo a aquel hombre, montado de nuevo en su caballo, y en sus manos un hermoso vestido blanco; me quede embelesada sin poder pronunciar palabra, hasta que mi madre saliendo de su cuarto, viendo al hombre le preguntó: - Qué se le ofrece joven? - Permítame que le hable, mi señora. - Por supuesto, es usted bienvenido, adelante por favor, espere un momento voy a llamar a mi esposo. . . Bien joven, ya estamos aquí – le dijo mi madre – ahora tiene usted la bondad de explicarnos a qué se debe su visita y por qué trae usted ese vestido blanco.
El hombre pálido y tembloroso les ha contestado. - Señor y señora, alguna vez por una estrecha calle, estando en mi caballo, me he encontrado con una hermosa muchacha con la cual he establecido una relación a espaldas de su padre ; ahora estoy aquí con este vestido blanco para decirles que la muchacha con la que he establecido una relación a escondidas de sus padres es su hija, y estoy aquí para decirles que deseo casarme con ella. Mis padres después de oírlo, se quedaron pensando un poco hasta que decidieron aceptar. Preparamos la boda para un mes después y el 16 de agosto nos casamos. ALBA DANIELA CASTRO BARAHONA JORNADA DE LA MAÑANA CURSO 701 AÑO 2001
BODAS DE ORO DE MIS ABUELITOS
El 18 de febrero del año pasado, en el conjunto donde reside una de mis tías, se celebraron las bodas de oro ( 50 años de casados) de mis abuelitos; en esa celebración hubo una hermosa misa y una reunión bailable a la que asistimos todos sus hijos, nietos, bisnietos, yernos, nueras, familiares y amigos.
Estuvimos muy contentos porque mis abuelitos recibieron muchos regalos y una fantástica serenata. Llegó el momento de la sorpresa por parte de los hijos y les obsequiaron un viaje de ida y regreso a San Andrés, donde nos cuentan mis abuelitos que pasaron momentos muy felices, pues recordaron lo que es convivir por tanto tiempo; sinembargo algo que hay que tener en cuenta como una gran anécdota es que a mi
abuelita le dio mucho miedo meterse al mar y al comentarnos esto, nos causó mucha risa, pero hay que entender que ella ya es una señora de 75 años y es muy normal que suceda esto.
Ya de regreso a Bogotá, otra cosa que sucedió fue que perdieron una maleta en la cual traían algunos regalos que tristemente no nos pudieron dar.
MAICOL YOLDI OSORIO JORNADA MAÑANA CURSO1101 AÑO 2001
EXPERIENCIAS DE ABUELOS
Estas son unas de las experiencias que han vivido mis abuelos.
Me comentaba mi abuela que en su juventud, a sus hermanos y a ella les tocaba colaborar fuertemente en la casa, dice que se iban para la escuela descalzos y cuando iban llegando se ponían sus zapatos, esto era para economizar.
También me comentaba que los padres no dialogaban con ellos sobre temas referentes a una relación o un embarazo. Por esta razón cuando ella quedó embarazada no lo sabía; supo que era mamá cuando nació su bebé.
Mi abuela dice que su padre tenía preferencia por los hombres, ya que sería el hombre el que cuidara de la familia y del capital cuando se llegara a ausentar el padre o cabeza de familia.
SAIDA DANINE SANTIAGO JORNADA MAÑANA CURSO 1101 AÑO 2001
MEMORIAS DE LA ABUELITA ALICIA COBOS
En aquel tiempo la mañana empezaba a las cuatro en punto y en Chapinero todos tenían su oficio; papá trabajaba en una carpintería y mamá, en lo que toda la familia aprendió: la floristería; éramos cinco hermanos, hoy quedamos cuatro, yo era la mayor de las mujeres y desde muy pequeña aprendí los quehaceres del hogar, así que a mis 19 años, además de que estaba en edad de merecer, era la encargada en la casa de que todo funcionara; la ropa, el aseo, la comida y en fin... todo esto sin la ayuda de ningún aparato más que mis manos.
Una tarde después de lavar la ropa, fui a extenderla a una cerca de alambre que quedaba más o menos a unas cuatro cuadras; la ropa no se podía dejar allí en la noche porque se la robaban, pero ese día había trabajado tanto y estaba tan cansada que olvidé por completo recogerla; eran las dos de la ma-
ñana, cuando me desperté y recordé que la ropa estaba en la cerca, me levanté lo más rápido que pude y salí; olvidé decir que en la noche los policías se llevaban las ovejas al “coso”, un lugar donde uno tenía que ir a recogerlas y además pagar porque se las devolvieran, algo así como una comisaría para animales; bueno, como decía, salí y vi a dos policías con los lazos de las ovejas en las manos; entonces me devolví, cogí un cuchillo de la cocina y le corte los lazos a las ovejas; eso era prohibido, los policías me arrestaron después de corretearme por todo el potrero, tuve que dormir en ese lugar dos horas; cuando amaneció me di cuenta que había sido una tonta , pues además del triple valor que mi papá pagó por mi, la ropa había desaparecido.
PAOLA ORDÓÑEZ JORNADA MAÑANA CURSO 1101 AÑO 2001
EL RELATO DELABUELO Benjamín Castro Ospina
Estas anécdotas se las relató mi padre a mi hija en el año de 1995: “Cuando yo estaba pequeño vivía en la finca de mis tías pues perdí a mi madre al nacer y a mi padre cuando tenía ocho años. En la finca había ganado vacuno (que pasa por tres etapas: terneros o terneras, novillos o novillonas y vacas o toros.) y ordeñábamos las vacas para consumir la leche y para hacer queso; a las vacas le poníamos nombre, una se llamaba paloma, otra se llamaba sardina y otra la cubana y esos animales entendían por su nombre. Es muy importante tener en las fincas además del ganado bovino, el ganado caballar porque no solamente sirve para transportarse uno, sino porque también sirve para llevar carga consistente en las cosechas de lo
que se siembra. Yo tenía un caballo que se llamaba Pájaro era un animal que andaba mucho; yo me iba de Manizales a Neira en él, pues no había carretera, lo que había eran caminos de herradura. Un día en la mitad del camino de aquí a la finca, en Alto Bonito, había una escuela de niñas; ellas estaban gritando demasiado, entonces el caballo se asustó paró en seco y como iba a galope, me botó y yo salí dando volteretas; estuve tan de buenas que no me pasó nada, pero el caballo estaba asustado y me tocó esperar a que se calmara; yo ya lo conocía y la verdad era que nos entendíamos; esos animales son muy inteligentes; después lo monté y llegamos a la finca. Cuando llovía y yo iba en el caballo nos arrimábamos a una casa y nos escampábamos bajo el alero; muchas veces en esas casas me invitaban a tomar agua de panela con arepa y queso, pero ¡ese si que era queso!, lo que llamaban queso
montañero; o mazamorra con panela. A ese animal lo queríamos mucho y cuando lo llamábamos, él relinchaba como respondiéndonos. El animal comía de todo, aguamiel, aguamasa, plátano, yuca, cáscaras y pasto. ¿Que cuánto me duró el caballo? ¡Eh ave María! yo manejé ese caballo por lo menos unos 15 años, pero duró más de 30 pues era muy contemplado y todo el mundo lo cuidaba. ¿Qué si lo ensillaba? No, le ponía lo que se llama una enjalma que era una especie de almohada de cabuya por encima y de lona por debajo y si la gente quiere le pone una piel de novillo debajo de la enjalma para evitar que se maltrate; en el cuello lleva lo que se llama el pretal y por detrás lleva otra cosa que no recuerdo como se llama… entre ésta y el pretal sostienen la enjalma para mantenerla en su sitio.
¿Qué como consentía al caballo? Le daba palmaditas y él relinchaba, le sobaba la cabeza y le hablaba. ¿Qué si me gustaría vivir en el campo? Mucho; es que es mejor la vida del campo porque es tranquila, no hay el ruidaje de los carros, se come lo que produce la tierra, se crían los animales. En todo caso la vida de campo es mucho mejor que la vida de la ciudad, porque el campo es más alegre y menos bullicioso, comía uno a las seis de la tarde y estaba listo para acostarse, cosa que podía hacer después de haber reposado por lo menos una hora.
En el campo el servició higiénico era muy deficiente, no existían los sanitarios, se hacían unos huecos que llamaban letrinas que se tapaban con una tabla.
¿Qué sembrábamos? Por ejemplo sembrábamos yucas. ¿De qué manera? El tallo de la yuca se parte en pedazos de más o menos diez pulgadas y cada pedazo se siembra a una distancia de aproximadamente un metro y se reproduce el tallo, crece y se ramifica; a los 18 meses ya tiene yucas, se arrancan y a comer y a vender se dijo. También sembrábamos arracacha, plátano, maíz y papa. ¿Que si me gustó ser profesor? Lo que pasa es que yo antes de ser maestro de escuela, fui obrero, trabajé en una fábrica de hilados y tejidos, y en la fábrica de fósforos, pues yo sólo hice primaria y después hice lo que llamaban la preparatoria, pero no hice bachillerato. Después de 10 años de estar trabajando en esas fábricas me encontré con uno de los profesores que había tenido y que se llamaba Arístides Ocampo, yo no lo olvido nunca, resulta que yo venía por el parque
de Caldas, me lo encontré y me dijo: Oiste Benjamín vos por qué no te vas de maestro de escuela? Y yo le contesté: y ¿cómo voy yo a ser capaz de eso? El me dijo “yo se por que te lo digo, yo se que vos podés, tenemos que hablar” Después me llegó una carta de nombramiento como profesor en un pueblito pequeño llamado San Clemente, y me fueron trasladando hasta que me mandaron para acá... Trabajé 32 años, me pensionaron y aquí estoy. sin hacer nada, comiendo por cuenta del gobierno. Por lo tanto no puedo decir que me gustaba ser profesor, porque me nombraron y, sin yo saber ni siquiera lo que iba a hacer, me mandaron a una escuela; por eso los libros son el primer elemento para una persona ser ilustrada; uno se educa por medio de los libros, los escritores le enseñan a uno muchas cosas y así yo aprendí a “maestriar”, vea usted; ahí le indicaban a uno como se podía en-
señar a, e, i, o, u, manzanitas del Perú... a la mona, mi esposa, le aprendí muchas cosas, pues ella si era maestra graduada. Juntos hacíamos el material para las clases y nos tocó invertir plata en él para ver que ya no hay nada de eso por ahí, pero de todas maneras pasábamos muy bueno.
Con mi esposa Rosario, a la que yo le decía cariñosamente “mona”, viví muy feliz tuvimos cinco hijos, tres mujeres y dos hombres, a los que como pobres no les faltó nada; tuvieron cariño, educación y lo necesario. Pero como no hay felicidad completa en este mundo, mi mona murió cuando llevábamos 34 años de casados; de eso hace 33 años y nunca podré olvidarla; todos los domingos voy al cementerio a rezarle y a llevarle flores.”
Esta conversación de mi padre con mi hija me parece que fue muy enriquecedora para ella, pues allí se encuentran valores tales como la sencillez, el cariño, la responsabilidad, el deseo de salir adelante y el amor por la tierra que nos vio nacer; valores que le servirán como ejemplo para cristalizar sus sueños.
MARTHA LUCIA CASTRO DE RICO JORNADA DE LA MAÑANA PROFESORA AÑO 2001