PLAYCROSS
Nยบ 28
E-ZINE SOBRE EL ESTILO DE VIDA CROSSDRESSER
Editorial
Geene bags
gaby-binder@hotmail.com
PLAYCROSS STAFF RELATOS Alexia Montes Sasha Lot TEXTO Jorge de Córdoba FOTOGRAFIA Cony Pauls Vanesa Lorena Andrade Victoria Luna Martha Saffo Nicole B Twin Marcela Trax Veronika Kyle EDITORA Martha Saffo
El contenido de las publicaciones realizadas por lxs lectorxs son de total responsabilidad de lxs mismxs. Las fotografías en donde aparecen personas que fueron retratadas en los eventos organizados por la Banda del Golden Cross u otros similares son publicadas con el consentimiento de las mismas.
PLAYCROSS es una publicación digital de servicios y contenido para la comunidad crossdresser sin fines de lucro. En caso de copiar parte del contenido de este e-zine en cualquier sitio sea digital o impreso se sugiere citar la fuente ( en este caso PLAYCROSS) Buenos Aires – República Argentina noviembre - 2014
PARA ENVIAR RELATOS, IDEAS, SUGERENCIAS O FOTOS a ezineplaycross@yahoo.com.ar
Cuando venían las chicas a lo que entonces era “EL BULÍN CROSS”, lugar que funcionaba como un refugio para que pudieran montarse y estar compartiendo nuestra afición por el crossdressing, no solo venían con la crossdressina a full, o sea las ganas de montarse, sentirse y verse como diosas, sino que también traían (y traen) hasta el día de hoy una valija llena no solo de su ropa femenina sino también de historias, vivencias, fantasías por cumplir y de anhelos. Cada una con un tinte diferente en sus relatos, sus comienzos, sus miedos, sus momentos felices y también sus frustraciones, como así de abusos de los que fueron víctimas por parte de amigos, familiares, desconocidos y adultos cuando vivían en la etapa de la niñez y/o adolescencia. Cada historia volcada en mis oídos que yo ávidamente escuchaba con mucha atención, me evocaba a mis comienzos, a modo de catarsis contaban como vivieron esos momentos tanto forzados como consensuados y con mucho respeto y comprensión de mi parte como corresponde hacerlo. Siempre creí que esas vivencias no podían quedar tan solo guardadas en la memoria y que sería bueno poder compartirlas para que no terminen en un mero recuerdo sino que puedan volcarlas en la letra y que otras chicas sepan que también hay quienes pasaron por una situación igual o parecida. Por este motivo creé PLAYCROSS, no solo por las vivencias placenteras sino también para que vuelquen en texto sus experiencias por más sórdidas que sean sin escatimar recuerdos y en total libertad de expresarse. Es probable que cuando lean algunos relatos se encuentren con que los mismos narren situaciones tanto forzadas como consensuadas, pero esto no se considere que PLAYCROSS sea una publicación con el fin de generar apología del abuso y que no está demás acotar que es un delito. Está lejos esta publicación de ser partícipe y promotora de esa actitud tan lamentable. Martha Saffo
Dato 煤til Instituto Nacional contra la discriminaci贸n, la xenofobia y el racismo Av. De Mayo 1401, CABA www.inadi.gov.ar diversidadsexual@inadi.gov.ar trabajo@inadi.gov.ar
Foto de tapa De izquierda a derecha: Celina Ricci Cross, Vanesa Lorena Andrade, Elenita Diez y Agus Lila. Sacada el 15 / 11 / 2014 durante la marcha del orgullo LGTB de Buenos Aires.
Aprendí que un tropezón no es caída.. que todo en la vida vuelve.. que no hay mal que por bien no venga.. que por voluntad y esfuerzo todo resulta más fácil.. que lo más valioso del mundo son los amigos de verdad.. que no se llora a quien no te valora.. que por más tropezón, caída u obstáculo, o barrera que se te interponga en el camino, el objetivo es levantar la cabeza y seguir.
Mi hijo se pone vestidos y a mí me parece bien Una historia muy difundida en la web en estos últimos meses
Al actor norteamericano no le molesta que a su hijo le guste lucir vestidos de princesas de Disney, como tampoco le molesta lo que piensen los demás, lo importante es que el niño se siente bien.
Cada mañana, mi hija de cuatro años, Sydney, toma una silla para subirse al armario y agarrar un vestido de la percha. Yo intento que pruebe otras opciones: "¿Por qué no te pones hoy unos pantalones cortos?" Pero Sydney es muy cabezota. Además, creo que se merece libertad para elegir lo que quiere ponerse. Mi hijo Asher tiene dos años. Para vestirle, tomo unos pantalones cortos y una camiseta del cajón, porque a él todavía le cuesta ponerse la ropa. En cambio, sí que sabe desvestirse, y lo
que suele hacer es arrancarse la ropa y gritar la palabra "vestido" una y otra vez. Escala a la silla del armario y alcanza uno de los vestidos de Sydney: "Este", dice. Así que, la mayoría de los días, mi hijo va vestido como una princesita Disney. Dejando a un lado todas las costumbres sociales, no le quedan nada mal los vestidos. Y puede que en un día de verano en Los Ángeles, a casi 30ºC, sea la opción más práctica.
Antes me daba un poco de vergüenza que el niño llevara vestidos en público. Y no porque me preocupara de que la gente le mirara raro, sino porque no quería que pensaran que era yo quien había decidido ponerle un vestido. Como si entre mis planes estuviera el hecho de utilizar a mi hijo para romper las normas sociales, o, como me preguntó una amiga de mi madre: "¿Es que querías otra hija?" Esto ocurrió en la fiesta de cumpleaños de la hija de una amiga. Antes de salir de casa, intenté convencer a Asher para que se cambiase de ropa. Sabía que si se presentaba con un vestido, se
sucederían un montón de preguntas y opiniones y, la verdad, no me apetecía tener que responder. Pero Asher se puso más pesado que nunca. Le entró un berrinche enorme cuando yo me decidía a meterle las piernas en unos pantalones. Las lágrimas le caían por la boca y, de repente, me di cuenta de que estaba luchando por algo en lo que ni siquiera creía. Estaba haciendo que mi hijo se sintiera mal por algo por lo que no debía avergonzarse. Así que paré. Le di un abrazo y me disculpé. Entonces, le volví a poner el vestidito lila de princesa con los zapatos brillantes de su hermana.
Fuimos a la fiesta y, como me imaginaba, algunas personas se rieron e hicieron comentarios. Alguien me dijo: "¿Te parece divertido? Hay niños aquí. ¿Quieres que lo vean?" Otro preguntó: "¿Es que quieres que sea gay?" Yo mantuve la calma. Les expliqué lo mejor que pude que no había correlación entre la forma de vestir y el hecho de ser gay. Y si resulta que es gay, no será por nada yo haya hecho, sino porque es gay y punto. Quizás es una etapa. O quizás no lo es. Pero, sea lo que sea, no quiero que se sienta incapaz de expresarse por falta de apoyo de sus padres.
Algunos lo entendieron. Otros, atrapados por la religión o por la ignorancia, nos pusieron mala cara. Hay mucha gente comprensiva. Ven a mis hijos, a Sydney, con su pelo rubio largo y sucio, y a Asher, con su pelo corto castaño oscuro, y dicen: "Me encanta el corte pixie de tu hija". Cuando respondo que es mi hijo, sonríen y dicen: "Ah, pues me encanta". También se disculpan, pero yo les tranquilizo: "No pasa nada. Lleva un vestido morado con zapatos brillantes. Es fácil confundirse". Sé que hay padres que se molestan si confundes el sexo de sus hijos, pero yo no soy uno de ellos.
Un amigo gay me vio con los niños un viernes por la noche en un concierto de jazz en el museo y, sin venir a cuento, dijo: "Bueno, yo no me ponía vestidos cuando era pequeño", que es como decir: "No te preocupes. Tu hijo no es gay como yo". Este hombre gay y casado intentaba tranquilizarme por un problema que ni siquiera existía. Si mi hijo es gay, pues vale. Quizás es. O quizá no. Quizá va a ser travesti. O quizá no. Pero yo no tengo control sobre ello. Lo único que puedo hacer es apoyarlo. Lo más triste de este encuentro fue descubrir cómo entendía mi amigo lo de ser gay. Como si fuera una maldición. ¡Con lo bien que están las fiestas de tíos guapos! Pero claro, él está casado. Probablemente se haya olvidado. Normalmente llego a casa antes que mi mujer, así que agarré a los niños para sacar a pasear al perro. Estaban
jugando con la ropa: mi hija hacía que Asher era su muñeca, y le probaba vestidos, zapatos y diademas. Luego Sydney me dijo que quería que yo también me pusiera un vestido: "¡Ay, va a ser muy divertido!" Yo le dije que no. Pero ella siguió insistiendo. Yo le dije: "La gente se va a reír de mí". Y ella replicó: "Si lo hacen, les mandaré a paseo". No pude discutir contra eso, y me metí como pude en uno de los vestidos más elásticos de Carrie. Paseamos al perro por nuestra cuadra, y el placer que le entró a mis hijos al ver a su padre salir de su zona de confort acabó con la humillación que yo sentía. Carrie ya estaba llegando a casa, y le vi la mandíbula desencajada desde el final de la calle. Se estaba riendo. Hasta nos hizo una foto. Y me dijo que tuviera cuidado con no romperle el vestido. Luego nos fuimos todos a comer pizza.
Seth Menachem Escritor, actor, padre
Sir Laurence Olivier y Kenneth More montadas para el show de caridad “Night Of A Hundred Stars” en The London Palladium. Año 1960
Sir Laurence Olivier montada para otro show de caridad . Año 1962
LAS NOCHES CROSS DE OCTUBRE Y NOVIEMBRE
La chica de anta単o
AMOR ES AMOR
Un d铆a m谩s honro la transformaci贸n... este delicado detalle de inspiraci贸n que convierte la sensibilidad de una persona en verdad innegable! Jor*
CROSSDRESSINA
RELATOS VERÍDICOS O FANTÁSTICOS DE LAS LECTORAS
EFECTOS DE LA CROSSDRESSINA Todo empezó esa noche durante el sueño. No era la primera vez que me asaltaban imágenes vestida de mujer, pero en esta ocasión no eran las acostumbradas de andar escondiéndome para que no me descubrieran con ropas femeninas, sino todo lo contrario. Me veía entrando a un inmenso salón iluminado por una gran cantidad de arañas con cristales que pendían del alto cielorraso, en las paredes se alternaban tapices y espejos y el piso era tan brillante que el reflejo de las luces obnubilaba la vista. Yo, con un vestido ceñido al cuerpo, de color plateado y largo al punto de arrastrarlo por el piso, movía con gracia mi cabellera negra lacia y caminaba afirmando los tacos aguja mientras los presentes, hombres y mujeres, abrían paso, cuchicheaban entre sí y me sonreían o me hacían reverencias que contestaba sonriendo o apoyando un dedo de mi mano derecha sobre mis labios y arrojando besos al aire. Cuando llegué al centro del salón un hombre me tendía la mano, al tomarla, con el otro brazo rodeaba mi cintura y me decía todas esas cosas que una mujer desea escuchar. La música comenzó, bailamos recorriendo toda la pista, el resto de las parejas nos hacían espacio y nosotros reíamos y girábamos, girábamos y reíamos. El me invitaba a su casa, yo decía que si, su brazo me sujetaba con fuerza, bajaba por mi espalda y nos hacíamos gestos cómplices mientras le comenzaba a morder con delicadeza el borde de su oreja. Para que extenderme en detalles, hicimos el amor en el porch, en el living, en la
cocina, en la alfombra del dormitorio y culminamos en la cama. Y gritaba sin cesar de alegría pidiendo mas, mas, mas… Al despertar comprobé que tenía el camisón mojado. Una sensación placentera me invadió. En ese momento supe que no quería volver a ponerme ropa de hombre. Estaba decidida, saldría a la calle vestida de mujer. Abrí el placard y me dispuse a escoger lo que me pondría. Elegí una mini de jean, cinturón ancho de cuero, musculosa color rosa y las botitas cortas de piel de leopardo. Luego del baño me maquillé, me puse mi peluca negra lacia larga hasta la mitad de la espalda, me vestí, me coloqué aritos y anillos, guardé el celular, la billetera y la agenda en una cartera pequeña color plateado y cuando hube terminado con los preparativos me detuve frente a la puerta juntando coraje. No necesite pensarlo demasiado. Quería salir por primera vez a la calle montada y lo iba a hacer. Si algún vecino me vio salir tal vez haya pensado que era yo travestida, o no, tal vez una mujer que hubiera pasado la noche en mi casa pero lo cierto es que aquellos que me crucé por la calle no se dieron cuenta quien era. Y conforme caminaba me fui sintiendo mas segura al punto que pronto olvide todos los temores que me asaltaban todas las veces en que había pensado en llevar adelante esta aventura. Ya no quiero volver a la ropa de hombre, pensaba a cada paso. Pero de pronto me surgió un interrogante, el porque me había animado, por fin, cuando tantas veces lo había postergado anteriormente.
Esto tengo que preguntárselo a alguien, pensé y decidí ir a lo de mi médico para tener alguna respuesta. Elegí al medico por que ya me conoce desde que era chiquito, chiquita, digo y no pensaba ni remotamente concurrir a un psicólogo para que me dijera que todo esto empezó por que quería ser como mi madre y acostarme con mi padre. De manera que llegué al consultorio y entré, por suerte no había muchos pacientes esperando. La secretaría me miro de pies a cabeza, dijo buenos días y sacó una ficha en blanco. -Ya tengo ficha- dije -Perdón ¿Usted es…?- y no se atrevió a decir un nombre. -Ricardo M.Já! Hubieran visto ustedes la cara de esa mujer. -Me está haciendo una broma- Insinuó. -Soy incapaz, ¿Te parezco una broma?Aceptó la situación sin saber que decir. Estaba claro que no acertaba si tratarme como hombre o como mujer. Cuando le di la credencial de la prepaga supo que era yo. Sin decir ni media palabra la pasó por el posnet y me la devolvió, aunque no la veía supe que me clavó la vista hasta que me senté en un sillón. Mi doctor tuvo reacción parecida, pero era un hombre de mundo y no iba a dejar que pareciera sorprendido por lo que, en lugar de darme la mano, optó por un beso en la mejilla. -Sentate- Dijo tuteándome. Bueno, en realidad siempre me había tuteado, pero esta vez yo lo sentía como un abuso de confianza. Obvie mi enfado y le conté lo que me preocupaba, mi sueño y mi decisión de no salir a la calle vestida como hombre. Él escuchó pacientemente y finalmente me hizo pasar tras el biombo y ordenó acostarme en la camilla. Me revisó concienzudamente. Me hizo decir treinta y tres, escucho mis pulmones, ausculto la garganta, puso aquí y allí su estetoscopio, miro mis ojos, la lengua y
hasta los oídos. Finalmente poniendo cara grave como suelen hacer los médicos para que uno se crea lo que dicen sentenció: -Esto solo puede ser una cosa, debo sacar una muestra de sangre para estar seguro-¿De que se trata doctor?- Pregunté, pero procurando hacerse el interesante solo dijo: -Ya veremos, ya veremosTras sacarme un poco de sangre se escabulló por una puerta lateral con la jeringa cargada y volvió en cinco minutos, antes de que pudiera comenzar a impacientarme. -Lo que me temía- Aseveró -¿Qué tengo doctor?- Pregunté, comenzando a preocuparme. -Un aumento notable en la proporción de crossdressina, sus índices están por encima de los valores normales y probablemente en aumento-¿Qué me sucederá entonces?-Que su voz se hará mas fina, su cintura se estrechará, sus senos crecerán, sus glúteos también y ya no necesitará peluca, además del hecho de que ya no deseará ponerse más ropa de hombre, aunque creo que eso es mas que una consecuencia, un síntoma, pues ya se ha manifestado-¿Y correré el riesgo de quedar embarazada?-No, eso no, los efectos de la crossdressina no llegan a tantoRespiré aliviada y él continuó -Pero no se preocupe pues puedo darle un remedio para curarla-¿Y cuando dije que quiero curarme?-Allá usted, si se niega a recibir tratamiento medico es su responsabilidad, mi deber es curar, así lo he manifestado en el juramento hipocráticoLo dejé hablando solo y salí a la calle. De manera que era eso, la famosa crossdressina de la que tanto había oído hablar y pensaba que era solo otro mito como los platos voladores del Uritorco. Debo confesar que no solo no me sentía enferma sino que por el contrario estaba mejor que nunca.
Después de varias cuadras, en una vereda donde las confiterías ponen sus mesas descubrí sentado a una de ellas a Edgardo, el varonil Edgardo, el muchacho por el que había suspirado todo mi paso por el colegio secundario, el musculoso, el atlético, el que me había defendido de una patota en la plaza, el que nunca supo de mis desvelos. Me acerqué sigilosamente. Al detenerme frente a su mesa no tuvo más remedio que mirarme. -Hola, Edgardo- Dije más audaz de lo que me hubiera imaginado. -¿Nos conocemos?- Preguntó. -Claro, soy Alexia, eh no, es decir, Ricardo M. del secundarioMe inspeccionó desde la punta de los pies hasta la punta de la peluca y no pronunció palabra-¿Te acordás de mi?- Insistí. Asintió con la cabeza. Al menos no me lanzó un insulto o me trató de puto, pensé, asumí ese gesto como una bienvenida y me senté a la mesa. Él continuaba mudo. Después de varios segundos en que parecía estar buscando las palabras, habló
-¿Alexia?-Si-¿Te puedo hacer una pregunta?-Si-¿Dónde conseguiste esas botas de leopardo? ¿Hay en números grandes? ¿Me podes dar la dirección?Sonreí. Saqué de mi cartera la agenda, tomé la lapicera y escribí la dirección en una servilleta. -¿Ese es el negocio?- Preguntó. -No, esa es el consultorio de mi médico, pedile que te haga un examen de crossdressina, si te da positivo no encontramos de nuevo y te doy la dirección de la zapatería-Gracias- Exclamó mientras llamaba al mozo - ¿Que tomas?-Una gaseosa diet- Contesté ¡Ah, mundo moderno! ¡Ya no quedan hombres! FIN ALEXIA MONTES
Marcha del orgullo lgtb 2014. TambiĂŠn las cross estuvimos ahĂ diciendo presente y marchando.
Belleza
Tips de maquillaje según la forma de tu rostro El tip de maquillaje para rostro dependerá del formato de rostro que tengas, ya que para cada formato de rostro hay tips diferentes de maquillaje. Lo explicare paso a paso acompañados con los imágenes así es mas sencillo de comprender y te sirven de guía para saber que estilode rostro tienes y que forma de maquillar el rostro debes utilizar. Iluminador
Iluminador
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Colorete
Colorete
Colorete
contorneador
contorneador
contorneador
Iluminador Colorete contorneador
Iluminador
Iluminador
Colorete
Colorete
contorneador
contorneador
Rostro Triangular: La cara triangular tiene una frente ancha con amplios pómulos y un mentón levemente triangular. En este tipo de rostro se busca obtener una apariencia más equilibrada acentuando los pómulos y el mentón, el tip de maquillaje en este caso seria creando sombras en la frente. Se Comienza con una base, se espárcela de manera uniforme sobre la cara, luego se Aplica una pequeña cantidad de iluminador en polvo por encima de los pómulos para resaltar los ojos, y luego a lo largo del mentón para que parezca más ancho. Con rubor se Aplica una fina capa de polvo bronceador cerca de la cien para crear la ilusión de una frente más delgada y luego se aplica rubor en los pómulos. Como último tip de maquillaje para rostro triangular, resalta los ojos con sobras de colores claros, llevando la atención hacia la mitad de la cara. Rostro Oval Los rostros ovales generalmente tienen lados planos, con frentes y mentones que se equilibran entre sí. Debido a ese equilibrio, estas requieren un contorno menor que las otras formas, a dichos rostros se debe aplicar primeramente la base y un polvo traslúcido. Luego aplica rubor a las manzanas de los pómulos. Tip importante de maquillaje para este forma de rostro, Mantener el maquillaje de los ojos y el color de los labios de un color similar para equilibrar el rostro. Por ejemplo, elige un tono más oscuro de lápiz labial para unos ojos muy maquillados, y elige un brillo más claro con sólo un toque de color si el maquillaje de los ojos es mínimo. Rostro Rectangulares Los rostros rectangulares generalmente tienen mandíbulas y frentes fuertes y cuadradas, en estos casos el tip de maquillaje es que el maquillaje tiene que ser aplicado de forma profesional suavizando y redondeando la cara. Luego de aplicar la base a la cara desde el centro hacia afuera, coloca un polvo iluminador debajo de los ojos y cruzando la parte inferior de el mentón para reflejar la luz. Además, aplica polvo bronceador en los pómulos y a los costados de la mandíbula, creando sombras para darle contorno a la cara. Aplica rubor en los pómulos, comenzando justo detrás de las manzanas de los mejillas hacia los orejas, este es un tip de maquillaje de los mas importante para rostros rectangulares. Por ultimo, acentúa o los ojos o los labios con un tono más oscuro. Por ejemplo, usa un tono más oscuro con mínimo maquillaje de ojos o combina ojos muy maquillados con un brillo labial incoloro. Rostro Redondo Como a las caras redonda generalmente les faltan características dominantes, un sombreado artístico con maquillaje crea definición en la cara. El primer tip de maquillaje para el rostro redondo es agregar contornos a una cara redonda aplicando un polvo iluminador debajo de los ojos, hacia el centro de la nariz y alrededor de la boca luego de aplicarte la base. Luego coloca rubor debajo de los pómulos, comenzando cerca de los orejas y hacia las esquinas de la boca. Además, debes aplicar un polvo bronceador en los sienes y a lo largo de los mandíbulas, creando sombras para estirar la cara. Tip importante en este caso es Exagerar los ojos y labios por igual, elige un tono claro de lápiz labial si los ojos están poco maquillados, y sombras más oscuras para un maquillaje de ojos más intenso.
PARA QUE ME CONOZCAS Me gusta tu juego de seducción… tu perfecta imitación de ella. Y aunque no pueda estar a tu altura, sueño que es posible… te sueño posible. Entretanto… mis ojos tienen de tu brillo, de tu sensualidad otro motivo! Jor*
CROSSDRESSINA
RELATOS VERÍDICOS O FANTÁSTICOS DE LAS LECTORAS
Pantimedias rojas y fotos
Hace tiempo que quería contar sobre mis gustos de vestirme con pollerita corta, medibachas, zapatos de tacón y peluca rubia, cosa que hago desde hace muchos años Estando a solas en mi casa, después de trabajar me monto como una nena, me miro al espejo y gozo al caminar sintiendo el taconeo de mis zapatos de mujer y el rozar mis piernas con las medias de lycra color natural. ¿Qué cuando comenzó todo esto?: fue cuando mis padres se mudaron a un barrio de casa quintas, muy tranquilo para vivir en una localidad que no quiero revelar porque quiero preservar la identidad de mis allegados y la mía por supuesto. Como provengo de una familia tradicional judía tuve una educación muy estricta en mi infancia y toda actitud fuera de lo “normal” no era aceptada y había que acatar los dogmas y con apenas 12 añitos la cosa se ponía difícil para mi que estaba descubriendo el mundo , al menos la zona en que me tocó vivir. Como dije era un barrio con casas quintas y casas de fin de semana. Como me hice de amigos en la escuela siempre salíamos a dar la “vuelta de perro” los fines de semana por el pueblo, mis amigos que eran dos chicos de mi misma edad ya estaban acostumbrados ya que conocían todo, eran Esteban y Mirko. Al ser el “nuevo” del barrio para hacer buenas migas con ellos me dejaba llevar a cualquier sitio. Cuando llegó el verano mis padres todavía no terminaron de hacer la pileta, entonces no quedaba otra que soportar el calor pero mis amigos me confesaron que van a lo de “Ricky”, un señor que vivía en
una casa quinta ya en el límite del pueblo con el campo, la cuadra más alejada de la zona urbana, apenas había calle de tierra en ese entonces. Vivía solo y tenía una pileta que consistía en un tanque australiano, esos de chapa al lado de un molino de viento. Estaba toda cercada con ligustro alto, cosa que no se pudiera ver para adentro. Una tarde de mucho calor fuimos los tres a lo de Ricky, entramos y estaba el ahí, nos presentaron y charlando me dice que le alegraba que tenga a un nuevo integrante del club en la pileta. Ricky era un hombre de unos cincuenta años aproximadamente, muy culto al hablar, entrecano y al verlo en malla solamente me sorprendí de la blancura de su piel, de aspecto atlético. Nos metimos a la pileta los tres chicos y después aparece Ricky diciendo que nos desafiaba a ver quién se atrevía a estar desnudo, aparte nos acotaba que en la colimba había que desnudarse para bañarse y eso era cosa de hombres. Enseguida nos quitamos las mallas, yo tenía la cara roja de vergüenza ya que nunca me desnudé ante otros, no lo hacía ni siquiera delante de mi padre mucho menos delante de desconocidos. Todo lo que me decía me parecía correcto ya que era un adulto y mi educación era de respeto hacia los mayores. Ricky se quita la malla y queda desnudo delante de nosotros, mis amigos no dijeron nada porque ya lo habían hecho antes pero yo me quedé sorprendido de que alguien que no fuera mi padre se desnudara delante mío. La vergüenza de compartir la desnudes se me había pasado enseguida. Así fueron los días en esa pileta
, Ricky nos sacaba fotos estando desnudos, tal era su pasión, nos hacía posar dentro del agua y luego sobre el pasto, nos pedía que nos abrazáramos y mientras nos sacaba fotos, todo eso al amparo de la privacidad que nos daba el cerco de ligustro, eran fotos artísticas según decía. Después de la pileta íbamos a tomar leche chocolatada con vainillas que nos hacía Ricky en el comedor. Como era un verano que el calor no amainaba y todas las tardes era una cita frecuente ir a la pileta, en una de esas Ricky nos dice dentro de la pileta los cuatro desnudos que yo estaba listo para ser aceptado al club, me rodearon y me abrazaron mientras los tres me “aprisionaron” con sus cuerpos pegados al mío, algo que me resultó simpático como ritual de iniciación para ingresar a ese club de amigos. A partir de ese día Ricky se mostraba más efusivo a la hora de demostrarnos su cariño, nos abrazaba y toqueteaba más a los tres, inclusive uno de los juegos era ponernos tendidos sobre el pasto uno al lado del otro desnudos completamente y él se deslizaba sobre nosotros a la altura de nuestras pelvis, luego repetíamos lo mismo nosotros. Como no tenía parámetros, esos “juegos” me parecían inocentes y divertidos, desconocía si estaba bien o mal, otra cosa es que me pidieron mis amigos que no les dijera nada a mis padres de los que hacíamos en lo de Ricky porque es algo “secreto” que solo lo sabíamos los integrantes de ese “club”, pacto de silencio que obedecí y aparte porque se me acabarían los días de “juerga” con mis amigos y decirle adiós a la pileta. Encima siempre estábamos desnudos los cuatro,
como muestra de rebeldía, la misma la tomaba como reacción a las reglas tan restrictivas que me imponían mis padres, tal como yo lo interpretaba en ese entonces. Una tarde después de la chocolatada Esteban agarra una revista de moda que estaba sobre la mesita ratona y la abre sobre un aviso de medias, había una foto de una chica con medibachas rojas que se le transparentaba todo, Mirko me decía lo fuerte que estaba esa chica y se empezó a masturbar, se notaba sobre actuado por parte de ellos. Esteban también se masturbaba y sale de su habitación Ricky vestido solo con medibachas rojas iguales a la del aviso meneándose sus nalgas cerca de nosotros. Me quedé sorprendido al verlo así, nos preguntaba si nos gustaba verlo en medibachas cosa que contestamos afirmativamente. Era obvio que estaba premeditado entre ellos tres. Nos decía lo lindo que se siente estar con medias de mujer, a todo eso nos invita a acariciarles sus piernas para sentir la suavidad de las mismas, se las acariciamos y nos preguntaba si nosotros seríamos capaces de ponernos medias de mujer, Esteban contestó que si primeramente, y luego para no ser menos y descorteses les contestamos Mirko y yo igual. Ricky trae medias y nos enseña a calzarnos en nuestras piernas hasta la cintura, eran del mismo color rojo de las de él. Sentía la textura del nylon sobre mis piernas y al rozármelas me excité tanto que tuve un orgasmo mojando mis medibachas. Ricky ve mi situación y me abraza frotando su sexo contra el mío mojado de mi semen, el gozaba con eso.
Enseguida hace lo mismo con Mirko y Esteban, yo le notaba que su pene se le había puesto duro “atrapado” debajo de su medibacha mientras frotaba a mis amigos. Después de ese día no volví a ver a Ricky por un mes, durante ese tiempo empecé a buscar esa “sensación” que me produjo ponerme medias de mujer, con el afán de retomar esa experiencia orgásmica agarré las medibachas que usaba mi mamá y me las ponía durante las noches debajo de las sábanas, obviamente que se volvieron una adicción ya que me provocaba un placer exquisito con posterior orgasmo eyaculatorio. Regresé solo a la casa de Ricky, no les dije nada a mis amigos, quería compartir esas “sensaciones” con él, como fue quien me incitó a probar. Al llegar lo veo por una ventana que estaba solo y vestido con una camisola floreada y sus medibachas rojas, lo saludo y me invita a tomar una coca cola, como ya entre en confianza con él, le cuento que me ponía las medias de mi mamá a escondidas y me pide que me desnude, a lo que obedezco, en medio de la excitación que me producía esa situación Ricky trae unas medibachas rojas y me pide que me las calce. Él me miraba mientras me las ponía y me acariciaba mis muslos mientras me preguntaba si me había gustado lo que habíamos hecho la última vez, le contesté que sí para no ser descortés. Me toma de la mano y me llevaba a su dormitorio, se tira sobre su cama y me pide que me tire sobre él, mientras yo le miraba su pene que lo tenía erecto y casi que se la salía por la parte de arriba de la bombacha de sus medias, yo estaba igual de excitado. Al estar encima de él, franeleo mi miembro con el suyo, medibachas de por medio, esto me excitaba aún más de lo
que estaba, me pedía que se lo acariciara, me quedé unos segundos con cierta duda y lo acaricio despacio, me agarro mi mano y me hizo que le manoseara más fuerte su miembro, lo masturbaba por sobre la bombacha de las medias y el hizo lo mismo, nos masturbamos mutuamente y enseguida me practicó una felatio con la bombacha puesta, eso me hizo eyacular dentro de la medibacha y terminó lamiendo todo mi esperma. Más tarde me mostró su cuarto oscuro en donde revelaba las fotos que nos sacaba a nosotros mientras estábamos en la pileta, en todas estábamos desnudos junto a él y en poses sugestivas y eróticas, tenía varios albunes llenas de fotos de nosotros y de otros chicos en situaciones iguales, o sea desnudos y con ropa interior de mujer incluyendo medias y zapatos. Pregunté de donde eran esos chicos de las fotos y me dijo que le enviaban desde todos lados del mundo otros fotógrafos, la mayoría eran extranjeros. Eran aficionados igual que el a los desnudos de chicos. En esa época no se conocía como ahora la pedofilia y mucho menos del tema no se hablaba abiertamente. Entre esas fotos había fotos de gente mayor teniendo sexo con chicos como yo, a veces se veían rodeados de varios chicos. También me dijo que se intercambiaban las fotos entre ellos. En una veo a Mirko y Esteban en medibachas rojas besándose en la boca, enseguida Ricky me muestra otra en donde él sodomiza a Esteban. Eso me llamó la atención porque mis amigos no me habían comentado nada de ese momento, era el mes que no había concurrido a lo de Ricky. La foto en donde Ricky penetraba a Esteban me asustó, pensaba que me iría a hacer lo mismo.
Fui en otra ocasión junto a mis amigos y nos hizo poner las medibachas rojas y un vestido de mujer a cada uno, Ricky ya estaba con medias y un vestidito corto rojo. Nos empieza a sacar fotos posando como las modelos de las revistas y les pide a mis amigos que se manoseen las colas y se besen en la boca, ellos obedecen sin oponerse, verlos besarse así tan efusivamente me sorprendió, pensaba que en el mes que no estaba había ocurrido cosas que me perdí, pero también me erotizó. Esta vez tuve nervios, recordaba la foto de la penetración y no quería perder la virginidad de esa manera. Luego me pidió Ricky que me siente en el sillón y abra mis piernas, Mirko hace lo mismo enfrentado a mí y nos pide que hagamos las ”tijeras”, apoyándonos los miembros uno contra otro ambos con las piernas abiertas y que nos frotáramos mientras nos sacaba fotos. Luego fue incrementándose las poses más sexuales hasta que Ricky le pidió a Mirko que lo penetre a Esteban, lo hicieron sin objetarse, mientras sujetaba la cámara de fotos con una mano con la otra se masturbaba. A ese momento de verlos a mis amigos tener sexo me excité y también me comencé a tocarme. Las fotografías se acabaron, entonces Ricky nos dijo que fuéramos a su dormitorio, cosa que hicimos los tres. Mirko y Esteban me abrazan y me besan en el cuello y en la boca, cosa que me molestó
al principio pero me puso muy excitado, en unos segundos estábamos chapando los tres y acariciándonos, en eso entraba Ricky y nos pide que nos acostemos boca abajo a los tres, uno al lado del otro, se pone encima de mí y me refriega su pene en mis nalgas, luego hace lo mismo con ellos dos. Al final nos pidió que nos masturbemos y le acabemos en su boca mientras él también se masturbaba. Después de esa tarde no volví más a la casa de Ricky, era demasiado para mí, pero eso no me quitó las ganas de ponerme medibachas y vestidos dentro de mi habitación de forma clandestina, después con el tiempo fui mejorando mi producción en cuanto a mi vestuario, que a veces tenía que tirar a la basura de forma fortuita todo porque mis padres tenían la mala costumbre de revisarme toda mi habitación porque sospechaban algo. Ahora no concibo estar montada sin mis pantymedias y la mini gracias a que fui ese verano a la casa de Ricky, a pesar de que él era un pedófilo yo descubrí esta faceta mía que tenía oculta. Creo que hice bien en salir de ese lugar antes de tiempo, tal vez mi historia sería diferente.
Sasha Lot
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AHORA QUE ESTAMOS DE NENAS PODRÍAMOS………
¡!!!NI SE TE OCURRA!!!!!
CROSS HETERO VS CROSS LESBIANA
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