Comerse la Tierra
Investigación de la agricultura industrial
Imagen de Soja cultivada en Brasil. Cortesía de Greenpeace.
Qué estamos investigando y por qué es importante
El cambio climático es el mayor desafío del siglo 21, y los fenómenos meteorológicos extremos, la devastación ambiental y la contaminación se sienten en los barrios y comunidades de todo el mundo. Pero no podemos hablar de cambio climático sin hablar de nuestros sistemas alimentarios.
La agricultura y los alimentos representan más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre.
El creciente uso de la tierra para la agricultura está invadiendo los últimos espacios silvestres del planeta, impulsando la pérdida de biodiversidad y obligando a los pueblos indígenas a abandonar sus hogares.
Desde la aparición de la agricultura intensiva después de la Segunda Guerra Mundial, los alimentos se han convertido cada vez más en un negocio con bajos márgenes que recompensa a las empresas gigantes. El ritmo de la tecnología solo ha empeorado esta concentración de poder.
El sistema ejerce presión sobre los pequeños agricultores, explota a los trabajadores y afecta a los que viven cerca de granjas intensivas a gran escala.
Y el problema es global, con la demanda occidental de carne satisfecha por países de ingresos bajos y medios, externalizando las emisiones, la contaminación y las consecuencias humanas y ecológicas.
Qué aportamos a la Mesa
(Comer para la tierra), se centra en el impacto ambiental de la agricultura industrial, explorando la contribución de la agricultura a la emergencia climática y el aumento de la resistencia a los antimicrobianos, dos crisis globales que están infligiendo graves daños.
El periodismo de investigación tiene un papel clave que desempeñar para abordar estas crisis y el modelo único de la Información, centrada en el impacto de que garantizará nuestros informes garantizará y ayudara a crear cambios.
Descubriremos evidencia de irregularidades y revelaremos las fuerzas y sistemas en juego que impulsan la destrucción del medio ambiente. No solo nos debemos enfocar en interesarnos en las emisiones, sino también los ecosistemas, la biodiversidad y los medios de vida que se pierden debido a la crisis.
“Queremos dar voz a aquellos que generalmente no son escuchados, incluidas las personas en países donde se cultivan los alimentos que come el mundo rico” .
Las historias humanas son vitales para comprender la emergencia climática y sus posibles soluciones.
Qué queremos lograr
El papel de los combustibles fósiles en la crisis climática es bien conocido. Queremos poner a la Gran Agricultura tan firmemente en el mapa como a las Grandes Petroleras, haciendo que el público sea más consciente de cómo los sistemas alimentarios son responsables de la destrucción ecológica.
Publicar ampliamente para llegar a nuevas audiencias, así como a los más afectados por los temas que cubrimos para empoderarlos a tomar medidas.
También llevaremos nuestros hallazgos directamente a aquellos mejor posicionados para crear un cambio, desde las comunidades locales hasta los que están en el poder.
Nuestro objetivo es iluminar los obstáculos a las posibles soluciones, incluido el escrutinio de las empresas que dominan el comercio mundial de alimentos y hacer que el poder rinda cuentas, desde los gobiernos hasta los supermercados.
Cada persona tiene derecho a alimentos saludables y asequibles, y nadie debería sufrir por ello. Esperamos ayudar a lograr sistemas alimentarios más justos, saludables y ambientalmente sostenibles.
Lo que hacemos y por qué comemos para la Tierra hace que sea más fácil para las personas comer más plantas y menos productos animales para sostener toda la vida en la tierra.
En estos tiempos de peligro sin precedentes para toda la vida en la tierra, la gente de la tierra y nuestros líderes deben unirse para abordar de manera efectiva la aceleración de la degradación ambiental, especialmente las interrupciones en el clima, el problema más crítico de nuestro tiempo.
Las Naciones Unidas han dicho que debemos reducir drásticamente las emisiones antes de 2030 si queremos evitar el calentamiento global desbocado y el punto de no retorno. Muchas autoridades científicas creen que esta proyección es demasiado optimista.
Ya hemos llegado a un estado de emergencia climática, en todo el mundo perdiendo hogares, vidas y medios de subsistencia por eventos climáticos extremos, incendios y otros desastres inducidos por el cambio climático.
No podemos darnos el lujo de postergar más antes de tomar medidas audaces, creativas y valientes para reducir drástica y rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero de todas las fuentes principales, incluida no solo la producción de combustible y energía, sino también las formas en que producimos alimentos para el consumo humano. De hecho, varios estudios recientes han llegado a la conclusión de que incluso la transición a combustibles y energía 100% libres de carbono no evitará un calentamiento descontrolado a menos que también cambiemos fundamentalmente las dietas humanas globales hacia más plantas y menos productos animales.
https://youtu.be/v6iHFoF0WJc
Este es el llamado a la acción a partir del cual se formó (Comer por la tierra).Aunque los hechos son crudos, este es también un momento de oportunidad sin precedentes. Si nosotros, como comunidad global, estamos a la altura del desafío de abordar con éxito el cambio climático, mucho bien puede salir de ello.
La prestigiosa Comisión interdisciplinaria internacional Lancet ha dicho que abordar el cambio climático presenta la mayor oportunidad de salud global del siglo 21. Si reducimos con éxito las emisiones a niveles seguros, la salud de los seres humanos en todo el mundo se beneficiará.
Comer para la tierra está comprometido con esta visión, centrándose en la reducción de los gases de efecto invernadero extremadamente potentes asociados con la agricultura animal al facilitar que las personas coman más plantas y menos productos animales.
Cómo direccionamos Comer para la Tierra
Educando a la comunidad sobre los beneficios ambientales de incorporar más plantas y menos productos animales en nuestras dietas. Los estudios demuestran que no es suficiente enseñar a las personas por qué se necesita el cambio, sino también mostrarles cómo hacer el cambio.
Además de la educación sobre el "por qué" y el "cómo" del cambio en la dieta, (Comer para la tierra), participa en proyectos de cambio de sistemas en asociación con instituciones como el gobierno, la educación, los medios de comunicación, las corporaciones, las organizaciones sin fines de lucro y las organizaciones religiosas.
Cada proyecto está diseñado para implementar políticas y / o prácticas que resulten en un mayor consumo de plantas y una disminución del consumo de productos animales.
LA BUENA NOTICIA DE QUE CAMBIAR LAS DIETAS REDUCE EL USO DE LA TIERRA
m 2 capital/año
Bioenergía
Comida vegetal
Pasto permanente lechero
Tierra cultivable lechera
Otra carne, huevo,pescado
Pastura para ternera y cordero
Tierra de cultivo de carne vacuna y cordero
DEFORESTACION
Casi la mitad de las selvas tropicales del mundo han desaparecido
Tasa de deforestación en aumento
Las selvas tropicales podrían desaparecer en 100 años
La mayor causa es la cría de ganado.
La segunda mayor causa es la soja para la alimentación animal
¿Sabías que una hamburguesa de un solo cuarto de libra requiere un total de (2499 litros) de agua para producirse? ¡Eso es aproximadamente la misma cantidad de agua que la persona promedio usaría para ducharse durante 2 meses! discutimos lo que ponemos en nuestro plato, hace una diferencia para el planeta.
Debemos gestionar de manera mucho más eficiente los tres elementos, la tierra, el agua, el aire consumiendo conscientemente solo lo necesario. Tanto desde nuestra comida como nuestro traslado, evitando en todo momento aumentar nuestra huella de carbono diaria. Ser conscientes que la hambruna global no puede esperar, no puede comprender ni de demagogia ni de burocracia.
El calentamiento global no lo va a corregir nuestras palabras sino nuestras acciones.
Martin Eduardo Lucione
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Extraído The Bureau of Investigative Journalism