La desertificación

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La desertificación

Es la degradación de la tierra en áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, conocidas colectivamente como tierras secas, como resultado de muchos factores, incluidas las actividades humanas y las variaciones climáticas.

El alcance y la intensidad de la desertificación han aumentado en algunas zonas de tierras secas durante las últimas décadas

Las tierras áridas actualmente cubren alrededor del 46,2 % (±0,8 %) de la superficie terrestre mundial y albergan a 3 000 millones de personas. La multiplicidad y complejidad de los procesos de desertificación dificultan su cuantificación. Los puntos críticos de desertificación, identificados por una disminución en la productividad de la vegetación entre las décadas de 1980 y 2000, se extendieron a alrededor del 9,2 % de las tierras secas (±0,5 %), y afectaron a unos 500 (±120) millones de personas en 2015

El mayor número de personas afectadas se encuentran en Asia meridional y oriental, la región circunsahariana, incluido el norte de África, y Oriente Medio, incluida la Península Arábiga. Otras regiones de tierras secas también han experimentado la desertificación.

Regiones de Asia

El mayor número de personas afectadas se encuentran en Asia meridional y oriental.

La región circunsahariana,(África occidental, África central, África del sur) incluido el norte de África.

ORIENTE MEDIO Y PENINSULA ARABIGA

La desertificación ya ha reducido la productividad agrícola y los ingresos y ha contribuido a la pérdida de biodiversidad en algunas regiones de tierras secas. En muchas áreas de tierras secas, la propagación de plantas invasoras ha provocado pérdidas en los servicios de los ecosistemas, mientras que la extracción excesiva está provocando el agotamiento de las aguas subterránea. La gestión insostenible de la tierra, en particular cuando se combina con sequías, ha contribuido a una mayor actividad de tormentas de polvo, lo que reduce el bienestar humano en las tierras secas y más allá. Las tormentas de polvo se asociaron con la mortalidad cardiopulmonar mundial de unas 402 000 personas en 2005. La mayor intensidad de las tormentas de arena y los movimientos de las dunas de arena están provocando interrupciones y daños en las infraestructuras de transporte y de captación de energía solar y eólica.

La atribución de la desertificación a la variabilidad del cambio climático y a las actividades humanas varía en el espacio y el tiempo. Es probable que la variabilidad climática y el cambio climático antropogénico, en particular a través del aumento de la temperatura del aire en la superficie terrestre y la evapotranspiración, y la disminución de las precipitaciones, hayan desempeñado un papel, en interacción con las actividades humanas, en la causa de la desertificación en algunas zonas de tierras secas. Los principales impulsores humanos de la desertificación que interactúan con el cambio climático son la expansión de las tierras de cultivo, las prácticas insostenibles de gestión de la tierra y el aumento de la presión sobre la tierra debido al crecimiento de la población y los ingresos. La pobreza limita tanto la capacidad de adaptarse al cambio climático como la disponibilidad de recursos financieros para invertir en el MANEJO SUSTENTABLE DE LA TIERRA (MST).

El cambio climático exacerbará varios procesos de desertificación Aunque el efecto de la fertilización con CO2 está mejorando la productividad de la vegetación en las tierras secas, la disminución de la disponibilidad de agua tiene un efecto mayor que la fertilización con CO2 en muchas áreas de tierras secas. Existe un alto grado de confianza en que la aridez aumentará en algunos lugares, pero no hay pruebas de una tendencia global proyectada en la aridez de las tierras secas. Se proyecta que el área en riesgo de salinización aumente en el futuro.

Se prevé que el cambio climático futuro aumente el potencial de erosión del suelo provocada por el agua en muchas zonas de tierras secas, lo que provocará una disminución del carbono orgánico del suelo en algunas zonas de tierras secas.

DOMINAN LOS DESAFIOS DE MITIGACION –DESARROLLO DE COMBUSTIBLES FÓSILES

TOMANDO LA CARRETERA

DESAFIOS

GRANDES RETOS RIVALIDAD REGIONAL UN CAMINO ROCOSO FRAGMENTADO

DESAFIOS BAJOS SOSTENIBILIDAD

TOMANDO EL CAMINO VERDE

DESAFIOS INTERMEDIOS MEDIO DEL CAMINO

DOMINAN LOS DESAFIOS DE ADAPTACION DESIGUALDAD UN CAMINO DIVIDIDO

DESAFIOS SOCIOECONÓMICOS PARA LA ADAPTACION

Se prevé que los riesgos de desertificación aumenten debido al cambio climático. Según la vía socioeconómica compartida SSP2 ('Mitad del camino') a 1,5 °C, 2 °C y 3 °C de calentamiento global, la cantidad de población de tierras secas expuesta (vulnerable) a diversos impactos relacionados con el agua, la energía y la tierra (por ejemplo, estrés hídrico, intensidad de la sequía, degradación del hábitat) se prevé que llegue a 951 (178) millones, 1152 (220) millones y 1285 (277) millones, respectivamente. Mientras que con un calentamiento global de 2°C, bajo SSP1 ("Sostenibilidad"), la población expuesta (vulnerable) de las tierras secas es de 974 (35) millones, y bajo SSP3 ("Mundo Fragmentado") es de 1267 (522) millones. Alrededor de la mitad de la población vulnerable se encuentra en el sur de Asia, seguida de Asia central, África occidental y Asia oriental. La desertificación y el cambio climático, tanto individualmente como en combinación, reducirán la provisión de servicios ecosistémicos de las tierras secas y disminuirán la salud de los ecosistemas, incluidas las pérdidas de biodiversidad. Se prevé que la desertificación y el cambio climático provoquen reducciones en la productividad agrícola y ganadera, modifiquen la composición de las especies de plantas y reduzcan la diversidad biológica en las tierras áridas. El aumento de los niveles de CO2 favorecerá una expansión más rápida de algunas especies de plantas invasoras en algunas regiones. Una reducción en la calidad y cantidad de los recursos disponibles para los herbívoros puede tener consecuencias en cadena para los depredadores, lo que puede conducir potencialmente a cascadas ecológicas perturbadoras. Los aumentos proyectados en la temperatura y la severidad de los eventos de sequía en algunas áreas de tierras secas pueden aumentar las posibilidades de que se produzcan incendios forestales.

El aumento de la presión humana sobre la tierra, combinado con el cambio climático, reducirá la resiliencia de las poblaciones de las tierras secas y limitará su capacidad de adaptación.

MITIGACION Y ADAPTACION
SOCIOECONÓMICOS PARA LA MITIGACION

La combinación de presiones provenientes de la variabilidad climática, antropogénica el cambio climático y la desertificación contribuirán a la pobreza, la inseguridad alimentaria y el aumento de la carga de enfermedades, así como a posibles conflictos.

Aunque se cuestionan los fuertes impactos del cambio climático en la migración en las zonas secas, en algunos lugares, la desertificación bajo un clima cambiante puede proporcionar un incentivo adicional para migrar.

Las mujeres se verán más afectadas que los hombres por la degradación ambiental, particularmente en aquellas áreas con mayor dependencia de los medios de vida agrícolas.

La desertificación exacerba el cambio climático a través de varios mecanismos, como los cambios en la cubierta vegetal, los aerosoles de arena y polvo y los flujos de gases de efecto invernadero. La extensión de las áreas en las que la sequedad (en lugar de la temperatura) controla el intercambio de CO2 aumentó un 6 % entre 1948 y 2012, y se prevé que aumente al menos otro 8 % para 2050 si la expansión continúa al mismo ritmo.

En estas áreas, la absorción neta de carbono es aproximadamente un 27 % más baja que en otras áreas. La desertificación también tiende a aumentar el albedo, disminuyendo la energía disponible en la superficie y las temperaturas superficiales asociadas, lo que produce una retroalimentación negativa sobre el cambio climático.

A través de su efecto sobre la vegetación y los suelos, la desertificación cambia la absorción y liberación de gases de efecto invernadero (GEI) asociados. La pérdida de vegetación y el secado de la cubierta superficial debido a la desertificación aumentan la frecuencia de las tormentas de polvo. Los ecosistemas áridos podrían ser un importante sumidero mundial de carbono, dependiendo de la disponibilidad de agua en el suelo.

Hay disponibles soluciones tecnológicas específicas para sitios y regiones, basadas tanto en nuevas innovaciones científicas como SISTEMAS DE CONOCIMIENTOS LOCALES INDIGENAS (ILK), (Hacen referencia al saber a las habilidades y filosofías que han sido desarrolladas por sociedades de larga historia de interacción con su medio ambiente) para evitar, reducir y revertir la desertificación, contribuyendo simultáneamente a la mitigación y adaptación al cambio climático. Las prácticas de GST (GESTION SOSTENIBLE DE LA TIERRA), en las tierras secas aumentan la productividad agrícola y contribuyen a la adaptación al cambio climático con beneficios colaterales de mitigación.

MOVILIZAR

APLICAR

Actores

Procesos de Instituciones

TRADUCIR

NEGOCIAR

SINTETIZAR

Proceso del enfoque basado en la evidencia múltiple, que muestra los 5 pasos para entrelazar estos hilos de conocimiento. Fuente: Tengö et al. (2017). (ILK)

Se pueden emplear medidas integradas de gestión de cultivos, suelos y aguas para reducir la degradación del suelo y aumentar la resiliencia de los sistemas de producción agrícola a los impactos del cambio climático. Estas medidas incluyen la diversificación de cultivos y la adopción de plantas económicamente apropiadas resistentes a la sequía, labranza reducida, adopción de técnicas de riego mejoradas (p. ej., riego por goteo) y métodos de conservación de la humedad (p. ej., recolección de agua de lluvia utilizando prácticas indígenas y locales), y mantenimiento de la vegetación y el mantillo para cubrir.

La agricultura de conservación aumenta la capacidad de los hogares agrícolas para adaptarse al cambio climático y puede generar aumentos en el carbono orgánico del suelo con el tiempo, con estimaciones cuantitativas de las tasas de secuestro de carbono en las tierras secas luego de cambios en las prácticas agrícolas que oscilan entre 0,04 y 0,4 t ha–1. Los sistemas de gestión de pastizales basados en el pastoreo sostenible y la revegetación aumentan la productividad de los pastizales y el flujo de servicios ecosistémicos.

El uso combinado de cultivos tolerantes a la sal, prácticas de riego mejoradas, medidas de remediación química y mantillo y compost apropiados es eficaz para reducir el impacto de la salinización secundaria. La aplicación de técnicas de estabilización de dunas contribuye a reducir las tormentas de arena y polvo Las prácticas agroforestales y los cinturones de protección ayudan a reducir la erosión del suelo y secuestrar carbono. Los programas de forestación destinados a crear cortavientos en forma de 'muros verdes' y 'represas verdes' pueden ayudar a estabilizar y reducir las tormentas de polvo, evitar la erosión eólica y servir como sumideros de carbono, particularmente cuando se realizan con especies de árboles nativos adaptados localmente y otras especies de árboles resistentes al clima.

Las inversiones en GST, (productos que no son considerados alimentos en la ley del GST hasta que sean procesados o tratados. El GST se aplica en ciertas etapas de la cadena de suministro de alimentos. El GST se aplica cuando, en el momento del suministro, el producto, no está destinado al consumo humano en esa fase concreta de la cadena de suministro, o no es imponible bajo la ley del GST) restauración y rehabilitación de tierras en zonas secas tienen rendimientos económicos positivos. Cada USD invertido en la restauración de la tierra puede tener una rentabilidad social de entre 3 y 6 USD durante un período de 30 años. La mayoría de las prácticas de GST pueden volverse financieramente rentables dentro de 3 a 10 años. A pesar de sus beneficios para abordar la desertificación, mitigar y adaptarse al cambio climático y aumentar la seguridad alimentaria y económica, muchas prácticas de GST no se adoptan ampliamente debido a la inseguridad en la tenencia de la tierra, la falta de acceso a servicios de asesoría agrícola y crédito, y los incentivos insuficientes para la propiedad de tierras privadas usuarios.

ILK a menudo contribuye a mejorar la resiliencia (“La resiliencia es la capacidad para gestionar el cambio de forma proactiva y positiva de forma que contribuya a un mundo justo sin pobreza”) frente al cambio climático y la lucha contra la desertificación. Las poblaciones de tierras secas han desarrollado prácticas agroecológicas tradicionales que se adaptan bien a los entornos de tierras secas con escasos recursos. Sin embargo, existe evidencia sólida que documenta pérdidas de conocimiento agroecológico tradicional. Práctica agroecológica tradicional Los es también son cada vez más incapaces de hacer frente a la creciente demanda de alimentos. El uso combinado de ILK y nuevas tecnologías de GST puede contribuir a aumentar la resiliencia ante los desafíos del cambio climático y la desertificación.

Los marcos de políticas que promueven la adopción de soluciones de GST contribuyen a abordar la desertificación, así como a mitigar y adaptarse al cambio climático, con beneficios colaterales para la erradicación de la pobreza y la seguridad alimentaria entre las poblaciones de las tierras áridas.

La implementación de políticas de Neutralidad en la Degradación de la Tierra permite a las poblaciones evitar, reducir y revertir la desertificación, contribuyendo así a la adaptación al cambio climático con beneficios colaterales de mitigación.

El fortalecimiento de la seguridad de la tenencia de la tierra es un factor importante que contribuye a la adopción de medidas de conservación del suelo en las tierras de cultivo.

Las estrategias de diversificación de los medios de subsistencia dentro y fuera de la explotación aumentan la resiliencia de los hogares rurales frente a la desertificación y los fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías. El fortalecimiento de la acción colectiva es importante para abordar las causas y los impactos de la desertificación y para adaptarse al cambio climático.

Un mayor énfasis en la comprensión de las diferencias específicas de género sobre el uso de la tierra y las prácticas de gestión de la tierra puede ayudar a que los proyectos de restauración de la tierra sean más exitosos.

Un mejor acceso a los mercados aumenta la rentabilidad agrícola y motiva la inversión en la adaptación al cambio climático y la GST. Los pagos por los servicios de los ecosistemas brindan incentivos adicionales a los usuarios de la tierra para que adopten prácticas de GST. Ampliar el acceso a los servicios de asesoramiento rural aumenta el conocimiento sobre la GST y facilita su adopción más amplia.

El desarrollo, la habilitación y la promoción del acceso a fuentes y tecnologías de energía más limpias pueden contribuir a reducir la desertificación y mitigar el cambio climático mediante la disminución del uso de leña y residuos de cultivos para obtener energía. Las respuestas políticas a las sequías basadas en la preparación proactiva para sequías y la mitigación del riesgo de sequía son más eficientes para limitar los daños causados por sequías que los esfuerzos reactivos de alivio de sequías.

El conocimiento sobre los límites de adaptación a los efectos combinados del cambio climático y la desertificación es insuficiente. Sin embargo, el potencial de riesgos residuales y resultados de mala adaptación es alto.

La evidencia empírica sobre los límites de la adaptación en las zonas secas es limitada. Los límites potenciales a la adaptación incluyen pérdidas de productividad de la tierra debido a formas irreversibles de desertificación. Los riesgos residuales pueden surgir de la incapacidad de las medidas de GST para compensar por completo las pérdidas de rendimiento debidas a los impactos del cambio climático.

También surgen de las reducciones a las que se ha renunciado en los servicios ecosistémicos debido a la pérdida de fertilidad del suelo, incluso cuando la aplicación de medidas de GST podría revertir la productividad inicial de la tierra después de algún tiempo.

Algunas actividades que favorecen la intensificación de la agricultura en las zonas secas pueden volverse desadaptativas debido a sus impactos negativos en el medio ambiente. Incluso cuando hay soluciones disponibles, las limitaciones sociales, económicas e institucionales podrían representar barreras para su implementación.

Mejorar las capacidades, proporcionar un mayor acceso a los servicios climáticos, incluidos los sistemas de alerta temprana a nivel local, y ampliar el uso de tecnologías de teledetección son inversiones de alto rendimiento para permitir respuestas eficaces de adaptación y mitigación que ayuden a abordar la desertificación.

Los servicios climáticos confiables y oportunos, relevantes para la desertificación, pueden ayudar al desarrollo de opciones apropiadas de adaptación y mitigación para reducir el impacto de la desertificación en los sistemas humanos y naturales, con estimaciones cuantitativas que muestran que cada USD invertido en fortalecer los sistemas hidro-meteorológicos y los servicios de alerta temprana en los países en desarrollo pueden generar entre 4 y 35 USD. El conocimiento y el flujo de conocimiento sobre la desertificación están actualmente fragmentados.

La mejora del intercambio y el intercambio de conocimientos y datos aumentará la eficacia de los esfuerzos para lograr la neutralidad en la degradación de la tierra. El uso ampliado de información de sensores remotos para la recopilación de datos ayuda a medir el progreso hacia el logro de la Neutralidad en la Degradación de la Tierra.

Cerrar la brecha requiere ampliar la eliminación de dióxido de carbono, particularmente rápidamente en la próxima década.

Existe una brecha entre los niveles propuestos de eliminación de dióxido de carbón y lo que se necesita para cumplir con el objetivo de temperatura de París.

Niveles propuestos de eliminación de dióxido de carbono (Gt CO2/año) en comparación con tres escenarios relevantes para París en 2030 y 2050

Gt

Cerrar la brecha requiere ampliar la eliminación de dióxido de carbono, particularmente rápidamente en la próxima década.

La Iniciativa de Investigación Internacional sobre Adaptación y Mitigación del Cambio Climático representa una colaboración entre agencias de investigación de Sudáfrica, Alemania, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Noruega, Reino Unido y Suiza, para aprovechar la experiencia internacional para abordar los desafíos globales causados por el clima cambio. El cambio climático ha sido reconocido como la amenaza más importante para el bienestar y la prosperidad futuros de nuestro planeta y de todos los que lo habitan.

El Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (ONU) explica que se están observando cambios sin precedentes en el clima de la Tierra en todas las regiones, tienen un impacto en todos los ecosistemas y todas las sociedades y continuarán intensificándose con el calentamiento continuo. Además de causar una pérdida significativa de biodiversidad, el cambio climático en los ecosistemas afecta la seguridad alimentaria y del agua y aumenta la incidencia de enfermedades y desastres naturales, lo que a su vez aumenta los conflictos humanos, los desplazamientos y los impactos en la salud, incluida la pérdida de vidas. Las economías también se ven afectadas a medida que los países enfrentan costos crecientes de atención médica, daños a la infraestructura y los costos de las medidas de adaptación. Los costos del cambio climático aumentan cada año.

Hasta ahora, gran parte de la investigación se ha centrado en países y regiones del Norte global, que tienen más recursos para invertir en investigación y desarrollo de tecnologías que ayudarán a mitigar los efectos del cambio climático o adaptarse a él.

Por el contrario, los países de ingresos bajos y medianos, que han contribuido de manera menos proporcional a las emisiones que causan el calentamiento global, se ven afectados de manera desproporcionada por el cambio climático. En estos países, el impacto es severo y afecto los medios de vida, lo que lleva a un aumento de la pobreza y exacerba las vulnerabilidades.

-3.9
demanda -3.5 2030
CO2/año Enfoque en las energías renovables -5.4 Enfoque en la absorción de carbón
Enfoque en la reducción de la
-7.6
absorción de carbón -9.8
reducción de la demanda -4.7 2050 Pledgos
los países –2,6 Estrategias a plazo largo2.9 Nivel actual2
Enfoque en las energías renovables
Enfoque en la
Enfoque en la
de

Es necesario intensificar la investigación y desarrollar capacidades in situ sobre estrategias e intervenciones contextual y culturalmente apropiadas para garantizar una mitigación y adaptación efectivas entre las poblaciones más afectadas por el cambio climático debido a su situación geográfica, social o económica. Sin un acoplamiento crítico entre la creación de conocimiento científico y el desarrollo de capacidades, estos grupos vulnerables estarán aún más expuestos a los efectos del cambio climático, incluidos los eventos climáticos futuros.

La convocatoria de la Iniciativa Internacional Conjunta de Investigación sobre Adaptación y Mitigación del Cambio Climático tiene como objetivo fomentar el desarrollo y la implementación de estrategias conjuntas de adaptación y mitigación para los grupos vulnerables, es decir, aquellos actualmente más afectados por las repercusiones climáticas, debido a su vulnerabilidad física (alta exposición a fenómenos climáticos; infraestructura deficiente) y vulnerabilidad socioeconómica (falta de recursos informativos, tecnológicos, financieros para prepararse o responder a los efectos del cambio climático, por ejemplo, debido a conflictos, problemas de seguridad o fragilidad particular).

El desarrollo de estrategias para mejorar la resiliencia al cambio climático requiere un enfoque interdisciplinario que combine diversos campos de especialización (ciencias naturales, ingeniería, ciencias de la salud, ciencias sociales y humanidades) y múltiples sectores (académico, público, sin fines de lucro, comunitario y privado).

La creación de actividades de investigación y soluciones en asociación con los grupos afectados, un enfoque colaborativo que promueve el aprendizaje experiencial y el desarrollo de capacidades, es una garantía de éxito a largo plazo.

Las medidas de adaptación y las estrategias de mitigación requieren infraestructura física, soluciones basadas en la naturaleza e intervenciones sociales, de salud y culturales alineadas con los valores de la comunidad.

La planificación e implementación efectivas de estrategias también depende de las condiciones favorables, establecidas en el Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático: buena gobernanza, financiamiento adecuado, conocimiento (incluyendo: capacidad institucional; ciencia, tecnología e innovación; servicios climáticos; grandes datos; coproducción que involucre conocimiento indígena o local y organizaciones intermediarias), y aceptación de la comunidad.

Es suficiente que estas condiciones están ausentes, son insuficientes (en términos de financiamiento), ineficaces (en términos de gobernanza) o no son bienvenidas (en términos de las estrategias impuestas) para comprometer la efectividad del cambio.

Los equipos de proyecto deben ser interdisciplinarios, integrando la experiencia de todas las especialidades relevantes para el desarrollo de estrategias de mitigación y adaptación, y agregando experiencia en ciencias humanas para la gestión de factores habilitadores, como la buena gobernanza, la capacidad de la comunidad, la geopolítica y la seguridad económica.

El Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático identifica más de 130 riesgos potencialmente importantes, teniendo en cuenta los peligros climáticos, la exposición y la vulnerabilidad, y los agrupa en ocho riesgos principales típicos. Los múltiples vínculos entre estos riesgos demuestran el potencial empeoramiento de los impactos del cambio climático.

El informe también destaca la importancia de mirar el panorama general para evitar un problema de desajuste, es decir, causar o aumentar el riesgo en un área a través de la implementación de una estrategia de adaptación o mitigación en otro lugar.

Para fomentar la investigación de estrategias integrales, los proyectos deben apuntar directamente al menos a dos de los principales tipos de riesgo.

Estos son los ocho principales riesgos típicos identificados en el Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático:

1. Riesgos para los sistemas socioecológicos costeros de baja altitud

Riesgos para la protección y los hábitats naturales costeros, la vida, los medios de subsistencia, la cultura, el patrimonio y el bienestar, y la infraestructura física crítica en las zonas costeras bajas, debido a una amplia gama de peligros, incluida la variación del aumento del nivel del mar, el calentamiento de los océanos y acidificación, fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de hielo marino y derretimiento del permafrost.

2. Riesgos para los ecosistemas terrestres y oceánicos

Riesgos de transformación de los ecosistemas terrestres y oceánicos o costeros, por efecto de fenómenos como la pérdida de hábitats o la llegada de especies invasoras, que produzcan grandes cambios estructurales o funcionales o pérdida de biodiversidad y afecten los medios de vida y la seguridad alimentaria de los personas, grupos y comunidades que dependen de ellos.

3. Riesgos asociados a la infraestructura física, redes y servicios esenciales

Riesgos causados por eventos extremos que provocan la ruptura de la infraestructura física y las redes que proporcionan bienes y servicios esenciales (suministro de electricidad o agua, transporte, telecomunicaciones, atención médica, atención de emergencias y otros) que afectan a las personas, grupos y comunidades que dependen de ellos.

4. Riesgos para el nivel de vida

Riesgos de impactos económicos globales y nacionales, incluso sobre la pobreza, el bienestar y los medios de subsistencia, que abarcan el empeoramiento de las desigualdades socioeconómicas entre y dentro de los países y las consecuencias para la capacidad de responder o combatir los efectos del cambio climático.

5. Riesgos para la salud humana

Riesgos de agravamiento significativo y generalizado de los problemas de salud (desnutrición y malnutrición, higiene alimentaria deficiente, mortalidad por calor, morbilidad y mortalidad por enfermedades transmitidas por vectores o por alimentos y agua e impactos en la salud mental).

6. Riesgos para la seguridad alimentaria

Riesgos de inseguridad alimentaria relacionados con el calentamiento global, las sequías, las inundaciones, la variabilidad de las lluvias y los fenómenos meteorológicos extremos, y los impactos en los sistemas alimentarios (que implican factores como la reducción de la producción y diversidad de alimentos cultivos, ganado y pesca, la seguridad, el procesamiento, la cadena de suministro, asequibilidad, preparación y consumo).

7. Riesgos de seguridad del agua

Riesgos relacionados con el agua: amenazas (inundaciones y sequías), escasez y deterioro de la calidad (afectando el saneamiento y la higiene, la producción de alimentos, las actividades económicas, los ecosistemas y las culturas y estilos de vida indígenas y tradicionales).

8. Riesgos para la paz y la movilidad humana

Riesgos para la paz dentro de las sociedades y entre sociedades, derivados en parte del aumento, por efecto del cambio climático, del número de personas en situación de extrema pobreza, conflictos armados, así como riesgos para la movilidad, incluida la huida de poblaciones, o su migración involuntaria o inmovilidad.

Teniendo en cuenta la tasa actual de desarrollo de las instalaciones de riego y también la potencialidad hídrica del mundo, se estima que en cualquier momento el 50% de las áreas cultivadas en el mundo permanecerán bajo el sistema de cultivo de secano.

Estas vastas áreas a partir de ahora apenas consumen el 25% del consumo total de fertilizantes del mundo. Debido al bajo nivel de manejo, la productividad de los cultivos también es muy baja, lo que resulta en el atraso socioeconómico de las personas.

Tierras secas: áreas que reciben una precipitación anual de 750 mm o menos y no hay instalaciones de riego para el cultivo.

Agricultura de tierras secas: la gestión científica de suelos y cultivos en tierras secas sin riego se denomina agricultura de tierras secas.

Cultivos de secano: se refiere a todos aquellos cultivos que son resistentes a la sequía y pueden completar su ciclo de vida sin riego en áreas que reciben una precipitación anual de menos de 750 mm.

Sequía: es una condición de suministro insuficiente de humedad a las plantas bajo las cuales no se desarrollan y maduran adecuadamente. Puede ser causado por el suelo, la atmósfera o ambos.

Cultivo en seco: en el país con lluvias bajas y precarias, generalmente se satisfacen dos tipos de agricultura, una producción de cultivos en tierras agrícolas aferentes y otra cría de animales, incluida la gestión de áreas de pastoreo.

A continuación se describen las diferentes definiciones de la agricultura en seco dadas por varios expertos.

1. La agricultura en seco es un sistema de cultivo mejorado en el que la cantidad máxima de humedad se conserva en precipitaciones bajas e inoportunas para la producción de cantidades óptimas de cultivo sobre una base económica y sustentable.

2. En resumen, el cultivo en seco es un programa de manejo de suelos y aguas diseñado para conservar la cantidad máxima de agua en un terreno en particular.

3. La agricultura en seco es la producción rentable de cultivos útiles sin riego en tierras que reciben anualmente una precipitación de 500 mm o menos.

De una manera más específica, la agricultura seca puede definirse como un sistema eficiente de manejo de suelos y cultivos en las regiones de tierras bajas y lluvias distribuidas desiguales.

La prevención es clave para gestionar el futuro, la planificación por escenarios permite adelantar, preparar y organizar los sistemas para absorber los choques.

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IPCC Press Conference for CLIMATE CHANGE 2022: Mitigation of Climate Change

Desarrollamos conocimiento en algoritmos, ciencia cuántica, pero no llegamos a comprender que nuestra vida se basa en un periodo de tiempo, sobre el cual tomamos decisiones basadas en construir o destruir nuestro bioma, nuestra casa, nuestro planeta. Dilapidamos nuestros más importantes elementos, tierra, aire y agua, solo por producciones y consumismos desproporcionados y mezquinos

Dejemos de negar el conocimiento científico, dejemos de ser ciegos sordos y mudos y definitivamente re-direccionemos el necesario consumo en nuestra vida La naturaleza se expresa siempre, el problema que no nos interesa comprenderla. Dejar un mundo mejor al recibido, consientes que en este pasar de nuestro tiempo debemos disfrutar y convivir con los hermosos biomas sin ninguna acción que los altere.

Martin Eduardo Lucione

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Extraído IPCC - UNESCO

NEA

4.

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