¿QUÉ HACER EN BERLIN? Berlín en 48 horas Hemos preparado un itinerario para que los que dispongáis de poco tiempo en la ciudad no os perdáis lo más importante. Para planear el itinerario, partimos del supuesto de que lleguéis a Berlín un viernes por la tarde y os quedéis hasta el domingo. Si viajáis cualquier otro día de la semana, recordad que es necesario revisar los horarios de apertura de los museos ya que podrían variar.
Día de llegada Si llegáis a Berlín el viernes por la tarde, ese día no tendréis demasiado tiempo para visitar museos, pero podréis conocer algunos de los lugares más interesantes del centro de la ciudad y disfrutar de una agradable cena berlinesa. Después de dejar las maletas en el hotel, podéis dirigiros hacia la Puerta de Brandenburgo, situada junto a la Pariser Platz, uno de los mejores lugares para comenzar la visita a Berlín. Después de llenar media tarjeta de memoria con las fotos de la emblemática puerta, acercaos a pie hasta el cercano edificio del Parlamento Alemán. Actualmente es necesario realizar una reserva de forma anticipada para poder visitar el Parlamento. Después de conocer el Parlamento, tomad la calle Ebertstrasse para llegar hasta el Monumento al Holocausto, una forma de comenzar a conocer a la ciudad meditando sobre uno de los acontecimientos más terribles de su historia. Continuando por la misma calle llegaréis a Potsdamer Platz donde podréis tener un primer acercamiento a los restos del Muro de Berlín además de disfrutar de la cúpula iluminada del Sony Center. Si ya tenéis hambre, podéis cenar en los restaurantes de Potsdamer Platz. Si tenéis tiempo suficiente, podéis tomar el metro hacia Alexanderplatz y cenar en esa zona. Aquí finalizamos el recorrido por hoy ya que mañana comenzaremos temprano.
Primer día El itinerario comienza a las 10 de la mañana, hora a la que deberéis estar en la estación de metro Gesundbrunnen para comprar las entradas del Berliner Unterwelten y visitar los búnkeres utilizados durante la Segunda Guerra Mundial (mejor consultar los horarios en internet). Después de un paseo por el Berlín subterráneo, deberéis tomar el metro unas pocas paradas para llegar a Alexanderplatz. Desde allí deberéis caminar menos de 10 minutos hasta la Catedral de Berlín donde, después de contemplar el interior, podréis subir a su cúpula para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad. Saliendo de la catedral os adentraréis en la Isla de los Museos, donde el Museo de Pérgamo (una de las colecciones de antigüedades más impresionante del mundo) y el Museo Nuevo (una increíble sorpresa) os dejarán totalmente fascinados. Saliendo por el lado norte de la Isla de los Museos llegaréis al Barrio Judío donde se encuentra Tacheles, el centro cultural alternativo más famoso de Berlín. Se trata de un edificio okupa en el que excéntricos artistas crean y exponen sus obras. Desde allí, caminando por Friedrichstraße, la calle de compras más famosa de la ciudad, podéis dirigiros hacia Gendarmenmarkt, una preciosa plaza con dos iglesias gemelas. A escasa distancia caminando podréis llegar hasta la Avenida Unter den Linden donde se sitúa la Nueva Guardia, un precioso edificio que acoge la emotiva escultura de una madre con su hijo fallecido en brazos. Junto a la Nueva Guardia se ubica la Bebelplatz, conocida por ser el lugar donde se realizó la más famosa quema de libros que los nazis consideraban inapropiados. Damos por finalizadas las visitas por este día y, hasta que llegue la hora de cenar, podéis recorrer Unter den Linden y pasear por las calles aledañas. En el barrio de San Nicolás, muy cercano a la Catedral, se pueden encontrar buenos restaurantes tradicionales.
Segundo día El último día comienza a las 10 de la mañana en la estación de metro Richard-Wagner-Platz, donde podréis visitar el Palacio Charlottenburg, deleitaros con las estancias imperiales y pasear por sus preciosos jardines. De vuelta al centro de Berlín haremos una parada en Kurfürstendamm para ver la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, un especial recuerdo de los estragos causados por la guerra. La avenida Kurfürstendamm es una de las más populares de Berlín donde se pueden encontrar variedad de tiendas y centros comerciales entre los que merece la pena destacar KaDeWe. Tomando la línea de metro U1 en Kurfürstendamm llegaréis rápidamente a Warschauer Straße, la parada más cercana a East Side Gallery. Esta galería de arte al aire libre ofrece gran cantidad de sentimientos y deseos plasmados por medio de significativos grafitis. Para finalizar el fin de semana con un poco de historia, regresaréis al centro de la ciudad para visitar el paso fronterizo más conocido entre el este y el oeste, Checkpoint Charlie. Si tenéis tiempo, al lado se encuentra la Topografía del Terror y el edificio de la Luftwaffe.
Dónde comer en Berlín La comida alemana suele ser bastante contundente y alta en contenidos calóricos. Se trata de una cocina sencilla que no le da especial importancia al aspecto del plato, sino a la cantidad. A pesar de que probablemente la visita a Berlín os haga engordar algunos kilos, siempre será de buena gana, ya que los abundantes platos suelen ser muy ricos, además de variados. La cocina de Alemania es conocida sobre todo por sus salchichas, muy variadas en cuanto a colores y sabores. En el país se pueden encontrar cerca de 1.500 tipos de salchichas diferentes. Cada región alemana ofrece una especialidad diferente; las salchichas de Frankfurt, con un sabor suave, las salchichas de Núremberg, que se sirven asadas, o bien las de Baviera, con un color más claro.
Platos típicos Currywurst: salchicha troceada con salsa de curry por encima, suele acompañarse con patatas fritas. Eisbein: codillo de cerdo en salmuera acompañado con puré de guisantes y sauerkraut (col agria). Döner Kebab: pan relleno de carne, ensalada y salsa. Boulette: albóndiga frita de carne con perejil y cebolla. Kasseler: costilla de cerdo ahumada. Schnitzel: escalope de pollo (especialidad de Viena). Kartoffelsalat: ensalada de patatas. Rollmops: arenques enrollados. Aal Grün: anguila con salsa de hierbas. Strammer Max: rebanada de pan con mantequilla, jamón y un huevo frito. Berliner Pfannkuchen: Bollo relleno de mermelada de ciruela o fresa. Apfelkuchen: pastel de manzana. Käsekuchen: pastel de queso.
Cervezas Altbier: cerveza envejecida con un color oscuro y alta fermentación. Berliner Weisse: cerveza ligera y dulce con un color algo turbio. Bockbier: cerveza fuerte, suele tener 6% de alcohol. Kölsch: cerveza clara y ligera con 4,8% de alcohol. Weizenbier: cerveza de trigo con un ligero sabor afrutado. Pilsen: cerveza rubia con sabor amargo.
Currywurst El plato más típico y saboreado de Berlín bien merece un apartado especial en la sección de comidas. El currywurst es una salchicha que se sirve cortada en rodajas, espolvoreada con una salsa de kétchup con curry y suele ir acompañada de patatas fritas. Tan popular es la salchicha al curry que prácticamente puede encontrarse en cualquier restaurante o puesto callejero, en manos de altos cargos políticos o de turistas entusiasmados. Naturalmente, no podía faltar en la ciudad de Berlín un museo para su afamada salchicha, se trata del Deutsches Currywurst Museum (no es una broma).
Precios Berlín es una ciudad relativamente barata en cuanto al tema de la comida y, dependiendo del presupuesto de cada uno, la ciudad ofrece una multitud de posibilidades gastronómicas. Para los que no quieran gastarse demasiado dinero a la hora de comer, además de ahorrar tiempo, Berlín ofrece múltiples opciones de comida rápida en los puestos callejeros, como comer un kebab, unos noodles al estilo asiático o, la opción más típica, una currywurst o cualquier otro tipo de salchicha. Estas opciones suelen costar entre 2,50 y 3,50€. Algunas veces no es necesario buscar un puesto callejero ya que, en ocasiones, son los puestos los que se mueven hacia la gente. Se trata de los “Ich bin ein berliner”, unos curiosos vendedores que llevan colgando sobre sus hombros una parrilla en la que hacen salchichas sobre la marcha. A la hora de la cena es cuando suele apetecer más sentarse tranquilamente en un restaurante para degustar los platos típicos berlineses.
Zonas En casi todas las zonas de la ciudad se pueden encontrar restaurantes muy variados, aunque algunas de las zonas más destacables son el Barrio de San Nicolás (Nikolaiviertel), con algunos restaurantes típicos berlineses, y Alexanderplatz, donde hay restaurantes de todo tipo. Otra zona que resulta popular entre los berlineses es la calle Simon Dache Strasse, cerca del metro Frankfurter Tor. Se trata de una zona bastante barata con restaurantes muy variados. Si queréis restaurantes internacionales, el Barrio Judío es una opción segura.
MARWAN VIAJES