© Jose A. Tudares 2015 © Más Allá De Lo Literal, 2015 2da Edición
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FÚTBOL: LA PASIÓN DEL DEPORTE Por Jose A. Tudares
Un estadio de futbol vacĂo es un esqueleto de multitud Mario Benedetti
Corría el minuto 112 en el cronometro del mítico estadio jornalista “Mário Filho”, mejor conocido como “Maracaná” de la ciudad de Rio de Janeiro. En el marcador luminoso destacaba un 0-0 que reflejaba todo el respeto y nerviosismo expuesto durante el encuentro de la final del Mundial de Brasil 2014; no se podría montar un mejor escenario para tal evento deportivo, en uno de los países con mayor tradición futbolera, colocando cara a cara a dos colosos como la selección argentina y la selección alemana en uno de los estadios donde mayor historia futbolística se ha escrito. El mundial de fútbol se ha caracterizado a través de la historia del deporte, por ser el evento que mayor cantidad de fanáticos ha movilizado, la tradición y la pasión con la que se vive, ha hecho que el fútbol se muestre como un idioma internacional que no requiere traducción. Así como no fue necesario agregarle ninguna traducción o descripción a la inmortalización del momento transcendente en el que el mediocampista alemán André Schürrle centro la esférica desde la banda izquierda al área, buscando a su compatriota Mario Götze quien domino de manera exquisita el balón con el pecho, como si se tratase de un centro delantero y sin que este cayera definió con la pierna izquierda, cruzado, con un toque sutil que dejo al portero argentino Sergio Romero como espectador de lujo de aquel histórico gol, que a la postre le daría su cuarta copa mundial a la selección teutona.
De acuerdo con el portal web de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), la final del Mundial de Brasil 2014 conto con una afluencia de 74.738 fanáticos, un número bastante alto que aun así no se acerca al encuentro que mayor cantidad de fanáticos ha reunido en la historia del fútbol. En el mismo estadio “Maracaná” en el año 1950 se disputaba otra final que marco época, la selección de Uruguay derrotaba a la anfitriona y favorita Brasil, dos goles por uno en lo que se bautizó como el “Maracanazo”, un total de 173.850 fanáticos presenciaron ese histórico encuentro.
Mientras que la cadena de televisión británica BBC lanzo un reportaje a través de su portal web para finales del 2014, en el que hacia un listado de los eventos deportivos que mayor rating televisivo presentan, el Mundial de Fútbol Brasil 2014 atrajo a 3.400.000 espectadores quedando solo por detrás de las Olimpiadas de Londres 2012 que obtuvo un aproximado de 8.200.000 tele observadores. Las cifras muestran la importancia que se le da al fútbol alrededor del mundo y el atractivo que presenta. Si se comparan un poco más las cifras arrojadas, las olimpiadas reúnen a un total de 204 países mientras que el Mundial de Fútbol reúne a tan solo 32, esa es una diferencia notable y que influye en el rating de espectadores, lo cual le otorga al balompié un mérito enorme. Entrando en detalles relevantes, las Olimpiadas de Londres 2012 y el Mundial de Fútbol Brasil 2014 reunieron a la misma
cantidad (220) de cadenas televisivas; en relación a deportistas participantes las olimpiadas albergaron a un total de 10.903 atletas, por el lado del mundial participaron 736 futbolistas. Quizás esto se muestre solo como estadísticas, pero habla mucho de la importancia y el seguimiento que se le hace al fútbol en todo el mundo, y sobre todo a este evento deportivo que se realiza cada cuatro años.
La realidad es que el fútbol más allá de la pasión y el fanatismo, se ha convertido en una religión a la que cada uno de los hinchas respeta. La costumbre y la tradición, han llevado a que cada fin de semana los estadios en todas partes del mundo se llenen para sufrir o disfrutar mientras los equipos se disputan noventa minutos de partido, llenos de emoción, adrenalina, amargura o placer. Para finales del año 2013 la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) público un listado con los 30 equipos que mejor hinchada poseen, basándose en la afluencia de los estadios. Esa lista está liderada por el club Borussia Dortmund alemán, pero también figuran equipos como el Olimpia de Paraguay, el Galatasaray de Turquía, Boca Juniors y River Plate argentinos, Liverpool y Manchester United ingleses, América mexicano, Flamengo brasilero, Barcelona y Real Madrid de España, entre otros. Reina la diversidad entre continentes y países que han adoptado el fútbol entre sus raíces.
Existen otros casos de países en los que el fútbol quizás no es el deporte principal, pero se han creado comunidades de fanáticos que siguen a sus equipos semana tras semana a través de transmisiones televisivas o por medio de las redes sociales. En este último caso la mundialmente reconocida revista Forbes en su edición mexicana, publico a finales del 2013 un listado de los clubes que mayor apoyo o seguidores poseen a través de las redes sociales. La lista es liderada por el Futbol Club Barcelona de España con la exorbitante cantidad de 10.9 millones de seguidores en la red social “Twitter” y 52.4 millones de “likes” en “Facebook”, seguidamente se encuentra el Real Madrid también español con unos números muy parecidos, en “Twitter” 9.9 millones de seguidores, mientras que en “Facebook” cuentan con 49.1 millones de “likes”. Cerrando el podio se ubicó el Manchester United ingles con 1.7 millones de seguidores en “Twitter” y 39.6 millones de “likes” en “Facebook”. Unas cifras que rompen con las barreras que pueden separar el contacto existente entre los fanáticos y los clubes de los que son hinchas. En el año 2005 los fanáticos del Liverpool inglés, demostraron su complicidad con el equipo al romper un record Guinness, en la final de la “Carling Cup” donde su equipo enfrentaba al Chelsea, los hinchas elevaron sus voces hasta llegar a los 130.7 decibeles a los 75 segundos de partido, cuando el lateral noruego John Arne Riise anotó un gol de volea para adelantar a su equipo, que finalmente terminaría perdiendo en los fatídicos penales. Pero los hinchas del Liverpool nunca dejaron de
alentar a su equipo, dejando su huella en el mundialmente reconocido libro de los record Guinness. Pese a que en el fútbol se han vivido pasajes muy emotivos e históricos, también se encuentran los episodios negativos en los extremos de la pasión y el fanatismo. Donde recientemente han creado campañas para erradicar el racismo y la violencia que en algunos casos se han presentado en diferentes estadios del mundo, dejando una imagen muy negativa. En la antesala de los octavos de final de la UEFA Champions League 2014-2015 se enfrentaban el Paris Saint Germain (PSG) francés y el Chelsea inglés en el Parque de los Príncipes, estadio emblemático que reside en la ciudad de Paris. Por supuesto que el desplazamiento de fanáticos fue masivo y los medios de transporte público se abarrotaron de hinchas que asistirían al estadio, justo en una estación del metro quedaría captado a través de una cámara de video como los fanáticos ingleses le negarían la entrada a un vagón del metro a un ciudadano negro mientras hacían canticos racistas. Lamentablemente este no es un hecho aislado, la FIFA se ha pronunciado repetidamente rechazando estos actos, las consecuencias se miden de acuerdo al acto, pero por lo general estos hinchas son vetados de los estadios de fútbol, en el caso de ser un estadio donde se responsabiliza a una gran multitud, la sanción pasa a ser monetaria incluyendo un cierre parcial o total. Son casos que empañan la belleza de este deporte.
Corría la jornada 35 de la liga española, el FC Barcelona enfrentaba al Villareal en su estadio “El Madrigal”, en el minuto 75 el equipo visitante se disponía a realizar un tiro de esquina donde el jugador brasilero Daniel Alves es el encargado de ejecutarlo. Se perfila y antes de realizar el cobro, cae un plátano en el terreno de juego, ante tal acto de racismo la reacción del jugador fue ejemplar, tomo el plátano y se lo comió. Un bochornoso acto que al final del encuentro el mismo jugador repudiaría con las siguientes palabras: “Hay que tomárselo así. No vamos a cambiar. Llevo once años con la misma cosa en España y hay que reírse”. Así mismo han sido víctimas otros jugadores, que no se lo han tomado de tal manera. Como fue el caso del italiano Mario Balotelli en un amistoso representando a la selección italiana, en el que la grada del equipo rival le dedico unos gruñidos de gorilas, su reacción fue abandonar el terreno de juego mientras sus compañeros trataban de convencerlo de que no lo hiciera. De igual forma le sucedió al camerunés Samuel Etoʼo en el 2006, quien jugando para el FC Barcelona intento abandonar el terreno de juego cuando la hinchada rival (Real Zaragoza) le dedicaba gruñidos de gorila cada vez que tocaba el balón.
Otros jugadores como los brasileños Neymar, Marcelo, Roberto Carlos, Tinga o el ghanes Kevin Prince-Boateng han sido víctimas de los actos racistas de fanáticos; aunque hay otros casos particulares que dejan mucho que desear. En la liga inglesa el francés Patrice Evra quien
defendiendo los colores del Manchester United fue víctima de un rival, el uruguayo Luis Suarez quien jugaba para el Liverpool, al final del encuentro el defensa francés denuncio que el uruguayo lo estuvo acosando durante todo el encuentro con insultos racistas, posteriormente la federación inglesa de futbol sanciono al uruguayo con 8 partidos y una multa monetaria, además por supuesto de las disculpas públicas. Igualmente lo sufrió el delantero inglés Anton Ferdinand quien jugando para el Queens Park Ranger enfrento al Chelsea, el central y capitán John Terry agredió verbalmente a Ferdinand dirigiéndose a él con lenguaje racista durante el encuentro, ese acto fuera de lugar lo llevaría a los tribunales y posteriormente seria sancionado por la selección inglesa al retirarle la cinta de capitán, además de ser sancionado con cuatro partidos de suspensión y una multa monetaria. No solo se han visto estos casos en Europa, también en Latinoamérica el fútbol se ha visto opacado por actos de racismo fuera de lugar, en países como Argentina, Chile, Brasil, donde las fanaticadas se presentan más radicales por tradiciones futbolísticas. Etoʼo junto con muchos otros iconos del mundo del fútbol (Pele, Blatter, Platini, Ronaldinho, Henry, entre otros) y la FIFA se han dedicado a combatir estos actos de violencia buscando erradicar a todo aquel que busca dañar la imagen de este hermoso deporte, que nada tiene que ver con la irracionalidad en la que se puede convertir el fanatismo. Para 1994 se jugaba el Mundial en Estados Unidos, y la selección anfitriona enfrentaba en la fase de grupo a uno de los mejores equipos en la historia de Colombia, con jugadores emblemáticos como Valderrama, Higuita, Asprilla, entre otros. Aquel encuentro era vital para la selección cafetera, ya que habían perdido el encuentro inaugural ante Rumania. Bajo esa ambición iniciaron el encuentro ganando, hasta que en el fatídico minuto 13 de encuentro se empataría con un lamentable autogol del central Andrés Escobar quien intentó despejar un pase del estadounidense Stewart, desvió el balón y descoloco a su portero, de esta forma llegaría el empate con un gol en su propia portería, que posteriormente terminaría en la derrota 2-1 con otro gol de Stewart que condenaría a la eliminación a una de las favoritas del mundial, Colombia.
La prensa marco el autogol como punto de inflexión en el encuentro. Diez días después ya de vuelta en Colombia, cuando salía de un club nocturno, Humberto Muñoz un fanático radical del fútbol se encaró con Andrés Escobar, le increpo acerca de aquel autogol para luego darle seis disparos que terminaron con la vida del futbolista colombiano. Este fue uno de los hechos que más ha consternado al mundo del fútbol, aquel mundial quedo empañado por este acto de violencia. Acciones que condenan al fanatismo y a la pasión que despierta este deporte, hechos aislados pero contundentes que demuestran que para muchos va más allá de un terreno de juego, de un encuentro, de una victoria o de una derrota. El fútbol transciende a través de la sangre y los sentimientos que despierta en el espectador. Se convierte en una religión que también posee radicales. Los mismos han sido participes durante mucho tiempo en eventos lamentables que han enfrentado a barras bravas o “Hooligans” como se les conoce en Inglaterra, estos enfrentamientos se han dado lugar durante mucho tiempo y la FIFA también ha tratado de erradicarla, al no ir acorde con el mensaje que trae el fútbol como deporte y al ser una de las mayores causas por las que los fanáticos dejan de ir a los estadios o a los eventos futbolísticos. Turquía despertaría conmocionada el 4 de abril del 2015, cuando el bus del equipo Fenerbahce de Estambul sufriera un ataque que fue
tildado como terrorista, al recibir dos impactos de balas que hirieron al conductor del mismo, el equipo venia de derrotar al Trabzonspor, ambos equipos que poseen una rivalidad muy marcada y por ello los clubes han visto como en diferentes ocasiones se han producido hechos de violencia entre los barras bravas, sin embargo este hecho marca un antes y después por la gravedad del asunto. En la eliminatoria para la Eurocopa de 2016, se enfrentaron la selección de Rusia y la de Montenegro, durante el encuentro los fanáticos demostraron su extremismo al lanzar una bengala al terreno de juego que terminaría hiriendo en la cabeza al portero ruso Igor Akinfeev, el cual debió salir sustituido, luego continuarían los hechos de violencia en el estadio. El encuentro se paralizaría y se suspendería, posteriormente la FIFA le otorgaría una victoria reglamentaria a Rusia por 3-0, ante los hechos de violencia.
En enero del 2015, en un encuentro del FC Zamalek egipcio, se sobrevendieron los boletos para presenciar el encuentro, durante el furor del partido un grupo de fanáticos invadieron el terreno de juego obligando a reaccionar a las autoridades, el uso de gas lacrimógeno y balas de goma hizo que se produjera una estampida en la que fallecieron 20 fanáticos.
Sin embargo, no todo es malo en el mundo del fútbol también cabe destacar el otro lado de la moneda donde los hechos han logrado cambiar la historia de un país, hasta llegar al punto de pacificar situaciones políticas o de guerra. En relación a ello, esta el caso del icono de Costa de Marfil: Didier Drogba, capitán y emblema de dicho país hasta que en el 2014 decide retirarse de la selección. En octubre del 2005, la selección africana se clasifica por primera vez en su historia a un mundial de fútbol, ese sería el de Alemania 2006. En aquel momento Costa de Marfil se encontraba sumida en una guerra que tenía al país dividido en dos: el sur liderado por el gobierno y el norte representado por los rebeldes.
Cuando se dio la clasificación, la televisora nacional marfileña envió un pase en directo al vestuario donde se estaba celebrando aquel hecho histórico, donde Drogba decidió arrodillarse ante la cámara y con estas palabras pidió cese a la guerra: "Ciudadanos de Costa de Marfil, del norte, sur, este y oeste, les pedimos de rodillas que se perdonen los unos a los otros. Un gran país como el nuestro no puede rendirse al caos. Dejen las armas a un lado y organicen unas elecciones libres". Aquello sirvió como punto de inflexión para un país que llevaba 3 años inmersos en una guerra civil. Pese a que esto apaciguó los actos no se logró que la situación se normalizara en su totalidad, sin embargo las acciones de Drogba no pasaron desapercibidas y la ONU le nombro Embajador de
Buena Voluntad, además en el 2010 la revista "Time" le incluyo entre las 100 personas más influyentes del mundo. Existe otro caso que conmueve al mundo del fútbol, el de Alexis Sanchez es uno, el jugador chileno procedente de Tocopilla tiene la costumbre de disfrazarse de “Viejo Pascuero” (mejor conocido como “San Nicolas” en otras culturas), sale a las calles de su ciudad natal a repartir regalos a la gente, esto suele hacerlo todos los años y demuestra lo agradecido que esta con sus hinchas, así como la humildad que lo complementa como jugador.
En Italia no solo quieren a Antonio ‘Toto’ Di Natale por su clase goleadora y su entrega en el terreno de juego, este experimentado jugador se hizo cargo de la hermana de un colega del fútbol (Piemario Morosini) quien falleció en un partido. El mismo había perdido a sus padres en un accidente de tránsito, y uno de sus hermanos se había suicidado. Quedando su hermana sola, la misma que posee discapacidades mentales. Conmovido, el italiano Di Natale decidió hacerse con la custodia de la hermana del fallecido Piemario Morosini. Un acto humanitario que es digno de un goleador tanto dentro, como fuera de los terrenos de juego.
Otros futbolistas también destacan por sus actos de solidaridad, en los tiempos donde Ronaldinho Gaucho jugaba para el Paris Saint Germain (PSG) francés, se le vio entregarle una camiseta que le había prometido a un fanático con discapacidad, igualmente sucedió con el uruguayo Edison Cavani cuando pertenecía a las filas del Napoles italiano. Muchas veces se olvida del fútbol desde el punto de vista humanitario, donde se les ve a los jugadores como superestrellas e ídolos. Pero se olvida que ellos lucharon para llegar lejos en sus carreras, muchos vivieron en condiciones de pobreza y con constancia lograron llegar a donde están. El fútbol transciende en culturas, clases, razas, idiomas, no distingue. Es una sola pasión que invade, que hace que se vivan los noventa minutos de encuentro desenfrenadamente, entre retumbos del corazón. En la tristeza que invade la derrota y en la adrenalina que llena el cuerpo en las victorias. Esa esencia, esa vida que se respira a cada momento, con la entrega y con el corazón en mano. Es una emoción que solo el fútbol puede darle al fanático, al hincha. A ese que le duele realmente y le preocupa cuando su club o su selección esta en las buenas o en las malas. Ese incondicional de los fines de semana en el estadio. Este deporte es un mundo paralelo en el que todos hablan el mismo idioma, en el que también existen debilidades, acciones que se rechazan, así como injusticias. Siempre existirán inconformidades y dificultades. Pero a pesar de todo ello, es el deporte más hermoso del mundo.
Siempre existirán esas rivalidades entre clubes históricos que han escrito tantos capítulos en los libros del fútbol, esos encuentros que se viven de manera distinta y que muchas veces definen los ganadores de torneos, esos partidos fatídicos que parecen durar mucho más de lo que se desea, esos son los que por siempre van a marcar época en cualquier parte del mundo, que paralizan ciudades y hacen que todos los medios volteen para observar, esos son los Boca Juniors vs River Plate (Argentina), Real Madrid vs Barcelona (España), AC Milán vs Inter de Milán (Italia), Liverpool vs Manchester United (Inglaterra), América vs Guadalajara (México), Celtic vs Rangers (Escocia), Galatasaray vs Fenerbahce (Turquía), Olympiacos vs Panathanaikos (Grecia), Nacional vs Peñarol (Uruguay), Caracas vs Táchira (Venezuela), Benfica vs Porto (Portugal), Olympique de Marsella vs Paris Saint Germain (Francia), Ajax vs Feyenoord (Holanda), Corinthians vs Sao Paulo (Brasil), América vs Deportivo Cali (Colombia), entre otros. La realidad es que la historia siempre ha acompañado al fútbol y a sus fanáticos. Siempre bajo esa pasión, emoción y mezcla de sentimientos que desata, porque este deporte jamás va a detenerse y seguirá creciendo entre detractores. Y es que existe una certeza muy grande:
“LA VIDA AL IGUAL QUE EL FÚTBOL, SIEMPRE TE DA REVANCHA”
Jose Andres Tudares (Venezuela, 1989). M.Cs. En Gerencia Empresarial y Lcdo. En Contaduría Pública. Egresado de la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín. Escritor y editor independiente.
@jtudares
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