ROMERA, LA HISTORIA DE UN APELLIDO DE TURF
Hija, nieta y biznieta de hombres ligados a las carreras de caballos, Marina Romera escribe para recordar la historia de un apellido de Turf.
Poco y ninguno es el conocimiento técnico que tengo sobre caballos, a pesar de haber crecido entre ellos y dormir encima de la cuadra a la que estaba unida la casa de mis abuelos en el Hipódromo de la Zarzuela. He corrido por la pista y llevado el almuerzo a mi abuelo mientras trabajaba pasando frío, él me decía siempre que tuviera cuidado cuando jugaba en la puerta de la cuadra e insistía en ayudarle a preparar la comida de los caballos. Entonces para mi era algo normal, me disfrazaba de “jockey” con las chaquetillas que encontraba por casa y compartía con mis amigos las aventuras que vivía en el Hipódromo los fines de semana como lo más natural del mundo. Sin embargo cuando creces ves que muy normal no es, y aquellos juegos infantiles pasan a ser largas sobremesas en casa cuyo tema de conversación son los caballos y las vivencias familiares ligadas a este maravilloso mundo.