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Qué es La Sinrazón Introducción a la historia Estando en el salar de las Cumaraguas, en la península de Paraguaná, Carlos recibe de un niño una roca de sal rosada, y es allí donde hace conexión con un evento en medio de una necrópolis Nazca en Perú, cuando arrebató del suelo un huesito de niño y comienzó así, lo que supone él, sería la razón de esa cadena de malos sucesos que ha llamado “La Sinrazón”. El primero de los eslabones de esa cadena fue cuando Carlos de 50 años cayó en quiebra en su país (Colombia) y decide lanzarse al azar migrando a Venezuela para buscar un salto hasta las Antillas holandesas, donde decían, había un edificio bajo construcción y sin ventanas, esperando por él para ser instaladas. Después de cruzar la frontera y llegar finalmente a Venezuela, poco a poco se desvanecía la posibilidad de llegar a las islas y cada vez se veía más envuelto en situaciones donde cada decisión y movimiento parecían alejarlo más de su meta. Carlos viaja entonces a Tiraya, poblado con aire desolado buscando salidas, y desde allí brinca entre uno y otro lugar bordeando la costa venezolana esperando alguna lanchita que lo sacara de allí, esperando algún llamado laboral o alguna próspera posibilidad; lo que recibió y encontró Carlos en su viaje no fue dinero pero sí una montaña de nuevos aprendizajes, de hogares que lo abrazaron, de cenas que atrapar por él mismo en el mar, de kilómetros caminados bajo el sol, de prejuicios sobre su nacionalidad, de viajes como polizón, y de encuentros honestos con esa parte de él que tanto urgía de una voz que hablara, que contara, que le ayudara a escapar y a comprender la naturaleza de sus experiencias; esa voz que recopilaba su vida de náufrago hasta llegar en esporádicos e-mails a su hija menor, quién ahora reinterpreta las narraciones de su padre, acompañándolo y recorriendo junto con él, el viaje de La Sinrazón, para ilustrar y comprender que después de todo tan malos sucesos no fueron y que están ahora dotados de increíble belleza, valor, y nostalgia. Tratamiento Éste proyecto es un ejercicio documental que contiene intervenciones ilustradas en diferentes puntos clave del viaje/historia del protagonista para acentuar el carácter emotivo y surreal de dichos lugares y momentos. Ocho sitios constituyen la ruta a recorrer; algunos llenos de historias como Punto fijo, Tiraya, Curaçao, Güiria e Isla margarita, y otros que aparecen como metas no alcanzadas y deseos no cumplidos por Carlos: Aruba y Trinidad & Tobago. Ésta ruta será la encargada de marcar el inicio y el final del documental mientras nos movemos en tres principales líneas narrativas; la estructura más adecuada para articular todos estos elementos es una estructura enmarcada construida a través de meta-relatos. historias dentro de la historia.


Nos entregamos a la Sinrazón El hecho de cruzar fronteras fue parte primordial de este proyecto y la forma como comenzó; hace 10 años mi padre cruzaba fronteras entre Colombia y Venezuela, y ahora yo me dispuse a repetir su viaje. Mi llegada a Venezuela fue torpe, con filas de más en el aeropuerto y finalmente el reencuentro con mi papá que esperó por horas y que trabajó fuertemente para finalizar sus labores antes de comenzar a construir conmigo las figuras de madera que representaban su paso por la sinrazón de una década atrás. Durante la ejecución de este proyecto fueron cientos y cientos de kilómetros los recorridos y mucha gente movilizada en torno a él, entendimos que La Sinrazón tomó vida propia, y se convirtió en un equipo de trabajo cruzando y rodando a través de un país ajeno, a través de ex colonias holandesas, a través de tantos pensamientos que nos cruzaban a medida que marcábamos pueblos recorridos y personajes conocidos. Comenzamos La Sinrazón, comenzamos a trazar historias en un mapa basado en lo real, vivido desde el extraño imaginario de su explorador. Visitamos el pueblo fantasma que adoptó a papá, hablamos con sus personajes de pocas palabras, llegamos hasta el salar rosado que por la época y la explotación no nos dió ni rastros de rosa, y fue así con pequeños desaciertos que entendí nuevamente, que en este proyecto no quedaba más que entregarnos al azar. Pasamos de carretera a avión, de avión a ferry, de médanos a playas verdes, azules, marrones, de ciudades de pocos pescadores a ciudades primer mundistas en medio del caribe; visitamos un pueblo pesadillesco, un pueblo envuelto en paranoia y peligro, rodeado de miradas extrañas, un pueblo que lastima su paisaje y que de alguna forma nos marcó con real (o paranoica?) hostilidad. Al terminar este viaje, sentí el agotamiento de recorrer sin parar, y pensé en cómo mi padre vivió así, bajo extremas y terribles condiciones más la máxima incertidumbre de lo que no llegaba y no llegaba por más que lo buscaba. Uno aveces es terco, no se deja enseñar por la vida, ni los lugares, ni la gente, mientras está ahí, visitándolos, hablándoles, viviéndolos; pero luego, llegan con su propio peso y en la distancia y tiempo se terminan de asimilar esos viajes para cerrar debidamente sus ciclos.


El inicio La Sinrazón comenzó como una promesa hacia mi padre de ilustrar sus cuentos y escritos de viaje. Esa promesa se conservó hasta que comprendí que su naturaleza era más compleja, que no bastaba solo ilustrar sus palabras sino comprender su recorrido y experiencias, caminando con él y a su paso, el mapa que recorrió 10 años atrás. Así La Sinrazón no solo se convirtió en un proyecto ilustrado sino en un documento de viaje, que recopila no solo la experiencia de mi padre sino mi experiencia personal y la de todos los implicados, otorgándole gran valor al proceso, incluso aún más que a la propia pieza final, por que es el proceso es el detonante y transformador de muchas más dimensiones que no necesariamente quedan explícitas en la obra.

Trabajo colaborativo Si bien estudié cine, me desempeño como ilustradora, y mi trabajo se ha enfocado en la creación individual de dibujos planos, en un trabajo muy personal con un proceso en solitario; para este proyecto, se abre el espectro al contener un registro audiovisual, ramificándose la creación y conformándose un equipo de trabajo donde cada uno aporta una porción de saber y técnica; por otro lado, la propuesta de La Sinrazón incluye instalaciones, que contrario a mi experiencia, tienen que ser concebidas en tridimencionalidad y capturadas de forma audiovisual. Fue así que convoqué un equipo de trabajo que me ayudó en la etapa inicial del proceso, me asesoraron y mientras compartían diferentes métodos de trabajo y concepción del arte, me ayudaron de alguna manera a reencontrarme con mis propio método, comprendiendo que la intuición en un proyecto tan personal, sería el camino más ideal para transitar.

La Preproducción La preproducción comenzó prácticamente con la decisión de realizar el proyecto a comienzos del 2013, leyendo las historias de mi padre, marcando y trazando nuevamente su mapa, buscando formas de contar su historia, entendiendo la naturaleza del proyecto. Los primeros meses del año fueron para pulir la idea, luego llegó el momento de re leer los textos y diseñar las instalaciones, tratando de conservar el lenguaje ilustrativo propio de mi trabajo.



El Armado Viajé el mes de septiembre de Medellín hasta la ciudad de Maracay a encontrarme con mi padre y comenzar a construir las instalaciones, éstas pasaron del papel al filtro de la cabeza de mi papá con quien seleccioné los materiales, la herramienta, y construimos y armamos finalmente las instalaciones, él cortando las figuras y trabajando la madera, yo por mi lado pintando y haciendo los circuitos e instalaciones eléctricas. Materiales usados: Madera comprimida (MDF), luces led de 10 mm, cintas led, tela de algodón, listones de madera, bombillos de luz blanca, volcanes de fuegos artificiales, puntura acrílica, transformadores.


El viaje La Sinrazón fue un montón de aciertos y desencuentros, así como el salar rosado estaba blanco, no encontramos una forma viable de llegar a Trinidad y Tobago desde el estado de Sucre, y un par de las instalaciones previstas resultaron imposibles de ejecutar. Si bien, no todo lo planeado resultó, encontramos lugares y momentos que no esperábamos, y el azar fue simplemente el guía de nuestro viaje.

Falcón En octubre comenzamos a recorrer el mapa de La Sinrazón y a reencontrar la memoria de mi padre. Comenzando por la península venezolana de Falcón que da la bienvenida entre médanos y arena color naranja para luego ampliarse de nuevo y llegar a un terreno lleno de cactus y rodeado de dos mares desde donde se vislumbran de noche las islas de Aruba y Curaçao. Falcón fue el primer lugar donde llegó papá, y de hecho el de más peso en su viaje, fue allí cuando vivió los primeros y más fuertes contrastes, donde esperó pacientemente la forma de saltar a las Antillas holandesas y donde aprendió a vivir de una forma austera pero llena de cierta paz. Tiraya es el nombre del pueblo mas relevante de esta historia, siendo quizás uno de los menos conocidos del país, por que Tiraya es en realidad un pueblo fantasmal que alberga casas sin habitantes y solo unos pocos pescadores. Desde Tiraya salen las lanchas ilegales hacia Aruba y Curazao y fue esa la razón por la cual mi papá quedó clavado allí, en el lugar semi vacío que parecía estratégico para completar su plan de llegar a alguna de las islas holandesas.










Aruba Todo este viaje comenzó con Aruba, con el llamado de un amigo a papá hablando de un buen trabajo en la isla. Mi papá en su Sinrazón buscó cuanto pudo llegar allí y quedó meses en Facón sin mucho viviendo con las uñas y esperando que alguna lancha lo llevara a Aruba. En su historia la lancha no llegó, pero claramente esa deudita que le había quedado en la vida, teníamos que cubrirla en este viaje. Y así sucedió, tomamos un avión desde Caracas y aterrizamos a un aeropuerto con apariencia de casino, donde seríamos recibidos junto a otros vuelos recién llegados de Estados Unidos por un hombre tocando tambor metálico y la amabilidad de los lugareños que tienen claro como conquistar el corazón de los turistas. Mi papá se veía radiante, y yo también lo estaba; pasamos de la incomodidad de Tiraya a la comodidad de esa isla cálida del caribe, con playas perfectas, calles y zonas hechas a la medida de lo que un visitante de otras latitudes esperaría del caribe. LLegamos a hospedarnos a una casita en el norte de Aruba, mi papá emocionado me pidió que le tomara una foto y me dijo -“Así sería mi casa, mi carro y mi vida”...

Pasamos del paisaje de un pasado, futuro o presente que no sucedió a una playa azul convertida en cementerio canino, la playa de Aruba donde llegaron los cadáveres de los inmigrantes colombianos que mi papá conoció en Falcón hace 9 años, los que iban a ser sus compañeros de viaje, con quienes zarparía de forma ilegal hasta Aruba. Papá en ese momento, llegó un poco tarde a tomar la barca, lo que él pensó sería una gran pérdida, el desvanecimiento de su gran oportunidad, no fue más que su más grande golpe de suerte.


Curaçao De nuevo estábamos en un avión, ahora ruta a Curaçao, la isla a la que papá si pudo llegar, allí, en pleno Punda, su sector más turístico, papá durmió en una barca durante unas semanas y vendió el pescado que llevaban como mercancía. A la isla llegó sin nada en el bolsillo, por suerte, algunos de la tripulación convencieron al capitán de llevarlo de forma gratuita y papá a su llegada encontró la forma de hacer algún dinero. De Curaçao mi papá solo tenía en mente ir a la plaza de mercado donde preparan almuerzos tradicionales, la razón, nunca logró comer o dormir fuera de la barca, solo se alimentó del propio pescado que llevaban de Venezuela. Fuimos entonces a la plaza, probó cerdo en papaya y supe, que ese dinero que recolectó en sus días de Curaçao terminó siendo su contribución a mis estudios de cine en Argentina. Papá dejó ver sin querer hacerlo, el tamaño inmenso de su amor paternal, no entiendo muy bien aún, como agradecerlo.






Guiria y Río Caribe Este viaje fue de grandes contrastes, como el paso de las Antillas Holandesas al extremo oriente de Venezuela donde buscábamos a Guiria, el puerto de salida hacia Trinidad, donde papá quedó atrapado por algunos meses buscando ferry hasta la isla. Llegar a Guiria no fue facil y significó más de 20 horas de camino con múltiples perdídas y una llanta pinchada. El paisaje era increible, la selva rodeaba la carretera y en ocaciones alcanzaba a abrazarce de lado a lado con árboles y enredaderas; pero ciertamente el mayor contraste estaba cerca, con tremenda espectáculo natural, pensé que lo que vendría sería merecedor de su entorno, pero nos encontramos con que Guiria era un pueblo que parecía de nadie, un pueblo que nos recibió con historias de traficantes, de asesinatos y de bandos, nos recibió con caos, con miradas hostiles, con prohibiciones. Ahí soportó mi padre por meses, mirando desde la playa a Trinidad, mientras tratajaba y trataba de juntar dinero para partir. Puedo imaginar su desespero por escapar de allí y puedo comprender por qué escribió sobre esquizofrenia y locura durante su paso allí. Guiria finalmente nos echó de allí y buscando un reemplazo donde no esperáramos un acto de violencia próxima, nos movimos 2 horas hacia el occidente y llegamos a un pueblo colonial, colorido, sano, con playa y pescadores, con hoteles sin vidrios polarizados, con un contraste que nos dejó respirar profundo y feliz.


Isla Margarita Tomar el Ferry a Isla Margarita es bastante emocionante para un ser de la montaña como yo, compramos entonces un tiquete clase V.I.P que salió en no más de 10 mil pesos, y nos encontramos con que el ferry de hecho, al ser público, es socialista, y por ende no discrimina ni vende clases sociales por lo que todos éramos V.I.P; eso y la decoración de casino de los 90’s lo hizo más encantador. Mi curiosidad sobre Margarita era alta, de todos los lugares que visitó mi papá Margarita es el que ha declarado como el lugar donde quiere vivir. Margarita tiene un carácter especial, por ser isla turística se siente un poco menos denso el fervor político de Venezuela lo que permite un poco de respiro a la radicalidad persistente del continente. En Margarita vimos olas ir y venir, podíamos quedarnos por horas solo contemplando esos cortos ciclos del mar; también visitamos el lugar donde vivió papá, un estrecho y oscuro cuarto en el estacionamiento de un taller de autos, “muy deprimente” insistió papá, pero allí resistió varias semanas mientras recibía un pago por cuidar de ladrones el lugar. Una vez más me asombré de la capacidad de mi padre de filtrar esas malas experiencias y aún así apreciar la nobleza de los lugares. Margarita fue el último lugar del mapa de La Sinrazón. Tanto que tenía por aprender en este viaje, tanto que comprendí, tanto que recorrí junto a mi padre. * A continuación las narraciones que escribió mi padre una década atras y mi interpretación (instalaciones) realizadas durante este viaje.


Narraciones de papá y sus instalaciones Las Cumaraguas y la Necrópolis de Chauchilla

Extender la mano y recibir de presente una roca parece cosa simple, pero para mí reviste algo de complejidad. Me encuentro frente a las imponentes salinas de Las Cumaraguas, por referencias he decidido venir antes del final del día y la verdad es que ha valido la pena. Pocos ocasos tienen tanto espejo terrenal, Al fondo se distinguen las añoradas torres de medano Caribe un complejo turístico en ruinas que invita a preguntarse “que paso aquí?” por un lado está el precioso mar y sus amplias playas, algunas de ellas abarrotadas de variadas conchas de moluscos dispuestas en hileras de montículos como si un centenar de camiones las hubiesen depositado de tal manera que en partes no se distingue un grano de arena. por otro, interminables playas de blanca arena que van dándole la vuelta a la península de Paraguaná recordándole al paisaje que algún día fue una isla. A mi lado un niño sostiene un gran cristal de hermoso rosado, es un presente para mí, claro está a cambio de algún dinero; su curtido rostro denota el orgullo de haber recitado en detalle la historia de su península .La diferencia entre agacharme y recoger alguna roca salina y el cristal que exhibe está en lo selecto y gran tamaño, similar a alguna drusa de cuarzo rosa extraído de Minas Gerais en Brasil. Entro en alerta cuando hago el trato y dejo atrás a este hijo de pescador y aprendiz de comerciante, me dirijo hacia un cúmulo de espuma y deposito allí la roca salina la cual tiende a desvanecerse al tiempo que crecen los recuerdos de otro lejano paraje árido el cual me inmoviliza ante la posibilidad de conservar este objeto temiendo como ya sucedió que la acción de tomar lo que la naturaleza y el hombre deja como testimonio sea la sinrazón de mi destino y desgracias. Necrópolis de Chauchilla El auto alquilado no da más, el chofer se apea y saca de la maletera un galón con agua, rápidamente calma la sed de su alpaca mecánica. Hace minutos nos desviamos de la autopista panamericana, entrando por el camino que el conductor va inventando en dirección a la necrópolis de Chauchilla situada a pocos kilómetros de las líneas de Nasca y lugar de reposo de una cultura milenaria; toda el área circundante es grisácea y un vaho blancuzco distorsiona la vista del cementerio que se encuentra a unos doscientos metros; pronto descubro que los objetos blancos que vi a lo lejos no son más que huesos humanos diseminados por los saqueadores de tumbas, igualmente hay trozos de finos tejidos de algodón que conservan aun después de siglos variadas gamas de rojo y amarillo. Aprovecho para obtener mi souvenir sin firma al recoger debajo del auto un cúbito de niño y un pedazo de tela, tal vez evitaré que otro auto lo pulverice o tal vez solo participo en el saqueo arqueológico; sé que estoy fuera del cementerio (UNA SINRAZÓN). Procedemos el viaje para presenciar el estado de las momias rescatadas de la ambición, sin percatarme que comparto ambición al pretender llevarme algo que no estudiaré a fondo y probablemente sirva de excusa para una conversación o muestra real del camino recorrido; tampoco me percato que si tenía firma genética utilizándolo como souvenir (definido por la academia como objeto de lugar con firma) tal vez fue uno más de los niños sacrificados ante los sacerdotes o “simplemente” hijo de algún morador que con seguridad participó en la limpieza del camino que haría de las líneas algo imposible de ver a ras de tierra ;lo único seguro era que llevaría conmigo un macabro tesoro para poder pelar los dientes mientras lo enseñaba a algún supuesto amigo…Ah y lo olvidaba, tampoco sabía que esta agachadita le daría razón al comienzo a una serie de sucesos adversos, nefastos e incómodos que marcarían el comienzo de la ruta a Aruba. La Sinrazón existe cuando la razón avergüenza.





Viajando con los pollos Atrás quedaba ya la preciosa Curacao, sus palmeras, blancas playas corales, tibio mar y exquisita gastronomía para seguir figurando en los planes del turismo en crucero; Para mi atrás quedó la playa, el coral y el plato de comida -de la plaza de mercado- pendientes por disfrutar. Tras el anuncio que partiríamos hoy, llame a mi amigo a confirmar su anuncio referente a la aprobación del trabajo en Bonaire , me respondió :“vengase que eso esta listo”. En la mañana cargamos los pollos en la bodega del barquito y aunque supuse que partiríamos al dia siguiente al amanecer fui sorprendido a las 4 de la tarde con la levantada de ancla. Ahora a medianoche mientras busco mi bolsa de equipaje para desembarcar en Tiraya el grito de Carlos mientras amarra el peñero mi hace razonar porque salimos en la tarde; el dice entre el rumor del mar <!muévete que si no se ha dado cuenta traemos traemos contrabando!!”>. Y no han pasado dos minutos cuando vuelve a gritar <!! Viene la guardia!!>. EN efecto veo las luces del campero distintivo de la Guardia Nacional al final de la cuadra y me da tiempo para colarme tras del templete de la virgen y subirme a otra barcaza idéntica a la nuestra-(todas parecen iguales en tamaño y diseño) anclada enseguida del sitio donde llegamos que es el mismo de donde habíamos partido quince días antes frente a la choza donde la flia Cordova se reúne en las tardes a jugar cartas de naipe y a extraer a fuego lento el pie o babosa de las conchas de caracol. Ni el mar en su inmensidad da tanto susto y respeto como el que produce por estos lados la guardia nacional y entre tantos comentarios la gente del pueblo han logrado trasmitir la ansiedad que produce pensar caer en manos de los guardias. Sin camisa aun pues me disponía a cambiarla cuando llegaron los guardias me tiro en el piso de la barcaza y espero a ver que sucede mientras escucho voces en discusión sin comprender que se dice pero por el tono siento lo desagradable , minutos después levanto la cabeza y veo de cintura para abajo las botas del guardia que se dirige hacia mi luciendo un arma larga que me pone en movimiento obligándome a arrastrarme a estribor desde donde me deslizo al mar quedando colgado de la baranda del barco. Tal vez media hora despues trato de levantar mi medio cuerpo sumergido pero pesa la fuerza que ejerce la corriente del caño la cual me tiene colgando de forma inclinada mientras poco a poco va robándose los empapados jeans que se resisten a irse por la correa que los amarra. Ante la incomodidad de tener los pies atrapados por los pantalones caído y necesitando doblar las piernas para volver a subir a la barca, No sé como mi temblorosa mano logra soltar la correa y entre empujones de un pie y otro me desencartó de los jeans quedando en interiores que no duran ni un minuto en ser despojados de su sitio. Por fin en bola salada escucho prender el motor del jeep y partir supuestamente con parte del cargamento según los ruidos que escuche mientras sustraían la carga que traía el barquito. Ahora ya mas tranquilo y sin los guardias que me verían pasar flotando con la corriente del caño puedo mas tarde soltarme de la baranda dejarme llevar unos 30 mts y nadar a la orilla antes que la corriente me lleve fuera de la ensenada . Y así sin testigos de mi desnuda intranquilidad busco la bolsa que creí tirar con mi muda de ropa tras del templete pero no la hallo por lo que debo evadir el camino de regreso , entonces debo saltar entre las ramas del manglar que me separan de la última casa que cuidaba, estando seguro que aún no había nadie allí que me impidiera secarme y tirarme a descansar en la hamaca. De nuevo dejo para Mañana saber que ponerme y como resolverlo, sabré que paso realmente con el cargamento si fue incautado o robado , sabré si el trabajo en isla de Bonaire es una realidad u otro pajazo de mi “amigo”.





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rimer día n Tiraya

egamos a Tiraya, una valla anuncia Bienvenidos a Falcón territorio Bolivariano tierra de futuro. El eblo esta casi vacío ,pronto será fecha de carnaval, en Febrero el pueblo Venezolano se volcara a sus ayas, esta es una de las veintitantas preferidas de la península de Paraguaná. Sus casas están al borde de a pequeña bahía, rodeada por las aguas del mar caribe a un costado y en el otro una laguna invadida por mingos rosados que confirman la abundancia temporal de camarones. Hay un relleno rectilíneo , mal vimentado que hace las veces de puente con la carretera ppal y le niega el termino de isla al lugar.Nuestro ribo fue al medido día. Jorge mi compañero colombiano, hombre de 54 años, blanco, de ojos claros y n cara de neonazi, trae de equipaje 3 mudas de ropa,1 botella de ron que va consumiendo,1 plancha y a Biblia; El mío, 3 mudas de ropa, 10 libras de harina de maíz para hacer arepas y2 patillas(sandías) e nos han regalado por el camino.Vamos directo a la playa esta tarde disfrutamos de la calidez del mar ribe, no hay nadie en una playa de tres Km., es toda nuestra y lo disfrutamos al máximo.Son las 8 pm, patillas han sido nuestro desayuno-almuerzo; Argenis el taxista que nos trajo nos a llevado a su rancho ver por tv un clásico beisbolero, la imagen sube y baja es en blanco y negro y su sonido es estridente, o me irrita y decido ir donde hemos logrado acomodarnos. El guajiro que debía de ubicarnos salió n nada; la falta de cobres(dinero)o nuestra nacionalidad parecen haberlo desanimado. Al final de la de se compadeció, quito el alambre que clausuraba la cocina de una casa semi abandonada y nos ha rmitido pernoctar en ella .Nos presenta a Enzo un pescador quien saluda con un “buenas como esta verga”, bajo la vista y le digo que bien, le explicamos que buscamos contactar a Carlos Miranda para e nos lleve como tripulantes a curazao, responde que anda por las islas y llegara en un par de días; L e tregamos la harina el a cambio nos trae un par de hamacas, un candado y nos promete conectar la luz el a de mañana.La cocina es una habitación de 3x 4 mts solo hay una loza de cemento, no hay poceta para ua; Me dirijo a la puerta y en la claridad de la noche veo venir un automóvil con vidrios polarizados, me ergüenza mi morada y apago la vela, como si contestara una señal el auto apaga sus luces, frena en seco e bajan rápidamente seis hombres, al acercarse distingo sus uniformes azules de PTJ, la policia nacional, e hacen sentir importante al venir desde algún pueblo cercano puesto q aquí no hay comando; Cuatro ellos corren y con sigilo rodean la casa ,uno vigila el frente y se acerca blandiendo su mini metralleta. tro en razón y comprendo que no debo de moverme, llevo 8 horas aquí y ya estoy siendo requisado, es allanamiento y debo de obedecer la orden de separar las piernas e irme al frente de la pared; están muy rviosos y atentos a cualquier reacción, uno de ellos grita preguntando”donde están “los otros” le digo e no hay mas , bueno hay otro pero esta viendo tv donde un amigo. La luz de la linterna es dirigida a mi ra y viene el cuestionario :que hago, que traigo y y una y otra vez la pregunta por los otros.Son 15 eternos nutos, las mudas ruedan, cada objeto cada documento o escrito exige una explicación, de mi bolsillo can una medalla con una virgen grabada, el que me esculpa pregunta para que la llevo , no respondo, e desconcierta su filosófica pregunta; luego inquieren por mis cobres debo de explicar como estoy de rista y sin dinero, murmuro que solo se que no tengo cobres que estoy en regla además soy invitado.Al minar de ver mi documentación al dia y no encontrar la supuesta droga que debería de tener uno de os se dice ”lo lamento pero ud. debe saber como son sus compatriotas”. De nuevo se apiñan en el auto, n vuelta atrás y parten llevándose consigo la crema dental y una humectante. Me quedo tan desolado y nquilo como es este pueblo.Recuerdo a Andrea mi hija menor , doy dos pasos y me enfrento a la luna na ,recordando también a mi amiga de Internet , a ellas les he advertido que no se que me espera.A las horas llega mi compañero, arrastrando su borrachera, lo entero de la la situación, reniega y maldice, se ne paranoico, me recuerda a Claus kinsky, siento su humor radioactivo.A pesar del calor tranca la puerta n cuatro bloques de cemento y a tumbos se tira en la hamaca, dejando suspendidas sus piernas y brazos n su mano blande un filudo cuchillo de carnicero; pronto lo deja caer anunciando el fin de la jornada, hecha un pedo para recordarme que en el reino de los asquerosos el borracho es rey. El sonido del oleaje imula sus ronquidos mientras asocio los impaces y me digo de verdad si este es mi primer día, entonces e vendrá después.


Esquizofrenia contagiosa Con desconsuelo leo la respuesta: ”lo olvide Karlos, me quede dormida ,discúlpame”. Veo la pantalla y sus letras empiezan a danzar, luego desaparecen y solo queda el reflejo de mi molesto rostro que se transforma perdiendo cordura, respiro profundo y me baño en palabras frías para apaciguar mi necedad, (aprende! …renuncia!.. apártate!).Tan solo ayer acudí a la cita de las 6; un día antes me había desafiado invitándome a reconocer el poder que emana de una mente concentrada en enviar una señal. Había dicho textualmente donde estés mañana a las 6 de la tarde o mejor dicho a las 12 de la noche desde donde me encuentro te enviaré una señal que te hará recordar este momento. Y vaya que lo logró!! Sentado esperé en una banca de la plaza Bolivar de Guiria; llegué anticipadamente y vi como poco a poco oscurecía, pronto las luces de los faroles se encendieron, un par de minutos antes de la hora fijada cerré los ojos concentrado (en la locura contagiada ) esperando que los perros ladraran para saber que yo también cabalgaba y sucedió!!un titilar centellante me hizo abrir los ojos y vi como entre todos los faroles,el que estaba a un metro de mi se esforzaba por conservar su luz, luego, calculo que en el momento preciso y acordado terminó su agónico resplandecer despidiendo su luz y dejando parte de mí en la penumbra mientras los restantes faroles inmutables permanecían (creo que con sonriente intensidad). Meses atrás había comenzado la competencia social de los solitarios; Ella sin mover un pie y removiendo su cerebro, lograba aventajarme holgadamente en el fluir de la narración contando historias y extraños sucesos que acontecían en su cotidianidad, esclavizando mis sentidos y dando impulso sin querer a mi deseo de salir de la rutina. Reconocía yo cada estado anímico, veía claro las paredes en que se exiliaba su mente remontándose a sensacionales lugares secretos y plácidos albergues rodeados de manantiales, escalones y majestuosos castillos, también sabía por sus escritos que habían voces que le reclamaban su presencia pues sentía ella no pertenecer a este mundo, mientras yo embelesado seguía cada párrafo contagiado por su crisis y lográbamos con ello resolver muestra mutua falacia al contarle a ellas mis cuitas. Posiblemente en una aventura por lograr sin acompañamiento el ser pierda su lucidez; La compañía en una causa logra que esta se concluya porque su existir le da su razón de ser .Tan cierto es que el trayecto por recorrer es menos duro al estar acompañados. como lo era para mí el poder conectarme casi a diario desde el lugar de mi aposento puesto que debía desplazarme entre semana por carro desde Tiraya hasta Adicora distante unos 10 o 12 kms o hasta Pueblo Nuevo distante unos 25 o 30 kms también en carro o como sucedió en unas 3 ocasiones atravesando a pie una agreste tierra dispuesta a graduarse de desierto mientras consume cada escasa porción de grasa como reclamo a mi insatisfecha necesidad de compartir los sucesos aun sin haber acaecido. Brant-“El primer danzante soy en el baile de los necios, pues sin provecho muchos libros tengo, que ni leo ni entiendo”.



Registro de viaje Éste proyecto ha dotado de inmensa importancia el proceso en sí, es por eso que era necesario hacer un registro de sus diferentes etapas, y finalmente del viaje. En primera instancia y como parte de la estrategia de socialización, creé un espacio online, la página web lasinrazon.co donde se describe el proyecto, presenta galería y se hace un seguimiento del proceso a traves de la descarga de las experiencias relacionadas con La Sinrazón de todos los implicados, mi padre, el equipo colaborador, y yo. La idea ha sido compartir la ruta y recorrido, así mismo los pensamientos y emociones mientras transitábamos por el mapa, además del proceso previo y posterior a esto. Para ver el teaser del proyecto: https://vimeo.com/74690213

Para el viaje de la Sinrazón, armé junto a mi hermana, libretas hechas a mano en cuero y bolsas recolectoras con la idea de capturar partes de nuestra ruta.





Cronograma Así manejó el tiempo La Sinrazón.

Mes Junio

Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

Semana

Item

1

Investigación

2

Investigación

3

Teaser del proyecto

4

Reescritura de la estructura general

1

Escritura de escaleta

2

Conceptualización de las instalaciones

3

Diseño de las instalaciones

4

Diseño de las instalaciones

1

Escritura de tratamiento

2

Escritura de tratamiendo audiovisual y sonoro

3

Preproducción/compra de tiquetes, reservaciones

4

Preproducción

1

Preproducción

2

Viaje a Venezuela, compra de materiales instalaciones

3

Compra de materiales finales instalaciones

4

Comienzo de construcción instalaciones

1

Preproducción/construcción instalaciones

2

Pruebas de equipos de video/ Finalización instalaciones

3

Encuentro del equipo, comienzo del viaje por Falcón. Instalación #2 y #3

4

Viaje a Aruba y Curazao

1

Viaje a Guiria y Río Caríbe, Instalación #4

2

Regreso al Estado de Falcón, Instalación #1

3

Regreso a Colombia

4

Organización del material/Exposición y charla en el espacio independiente “Por Estos días”

1

Finalización del informe final para el Ministerio

2

Segunda exposición y conversatorio en el Parque Biblioteca de Belén, espacio público de Medellín.


Balance financiero Locaciones: Venezuela, Curazao, Aruba

Item

$

Transporte 6 personas Colombia-Venezuela-ArubaCuraçao-Venezuela-Colombia.

5’000.000

Transportes internos

1’500.000

Hospedaje 6 personas x 21 días

5’000.000

Alimentación y otros gastos de vida

5’000.000

Instalaciones

3’000.000

Sueldos

3’000.000

Exposición y página web

1’500.000

Total

24’000.000

Beca del Ministerio de Cultura

20’000.000

Otros recursos

4’000.000


Socialización Apenas desempacamos maletas, fue momento de compilar todo el material entre fotográfico e ilustrativo que incluyera el proceso, el viaje, la participación de los implicados, las narraciones de mi padre y el soporte audiovisual. La Sinrazón constituye un interesante y complejo proceso y piezas finales de diferente naturaleza. Nuestra primera charla y exposición fue realizada el día 30 de noviembre en el espacio independiente PorEstosDías (porestosdias.org) en la ciudad de Medellín. Este evento convocó a sus visitantes a una charla con mi padre y el equipo que participó para hablar de como se concibió y ejecutó el proyecto, además de compartir nuestras experiencias personales mientras recorríamos las historias y los lugares reales del viaje de mi padre. La exposición estuvo compuesta por el seguimiendo fotográfico, las ilustraciones y la proyección del teaser y de ciertas secuencias de video en crudo que serán parte del documental que grabamos durante el viaje. Éste documental necesita aún un proceso de posproducción, por lo que está previsto terminar su primer corte a comienzos de febrero del 2014. Es importante aclarar que este evento fue el primero realizado por La Sinrazón, y para el próximo 14 de diciembre tenemos la inauguración de una segunda y más extensa (2 meses) exposición y conversatorio en el espacio público: Parque Biblioteca de Belén, de la ciudad de Medellín. Éste espacio lo consideramos idóneo para este proyecto por su naturaleza, además por ser un lugar en el que transitan públicos de toda índole, permitiéndonos una mayor variedad de visitantes que esperamos entren al universo de La Sinrazón.





Testimonio Todo comenzó con un viaje que hizo mi padre, que repliqué en mi cabeza y que con ésta beca se hizo nuevamente tangible y real; fue así como nos dedicamos por meses, mi padre, varios implicados y yo a concebir un proyecto íntimo, multidisciplinario y honesto. Comenzamos una Sinrazón y en ella todo nos dio toneladas de aprendizaje, trabajar en equipo, trabajar para crear, trabajar por amor, jugar con lenguajes, someterse a un viaje, someterse al azar y finalmente, amarrarse a la terquedad de poder hacer las cosas y despojarse de la terquedad para comprender que hay que amoldarse a situaciones tan ajenas como el clima, como las distancias y como el tiempo de los demás. Vivir, crear y ejecutar este proyecto me ha dotado de la fuerza y la seguridad de que cuando las cosas se hacen con una buena dosis de pasión y honestidad, su fluir es natural. Cuánto aprendizaje contrae un proyecto, un viaje, una mente. Mi testimonio es de agradecimiento por permitirme adentrarme en un azaroso universo que hemos creado y que ha movido gran cantidad de fuerzas y pensamientos en torno a él.


La Sinrazรณn Quiere agradecer al Ministerio de Cultura por apoyar este proyecto. y a sus principales participantes: Carlos Posada Tomรกs Campuzano Francisco Fuenmayor Daniel Bustamante Daniel Preciado Catalina Posada Colombia-Venezuela -Aruba-Curaรงao 2013



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